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Bloque 1.

La Península Ibérica desde los primeros humanos hasta la desaparición de la


monarquía visigoda (711)
1. Explica las diferencias entre la economía y la organización social del Paleolítico y el Neolítico. Estándar
5. (2p)

El Paleolítico (piedra antigua o tallada) y el Neolítico (piedra nueva o pulimentada) son dos etapas que
forman parte del periodo histórico de la Prehistoria.
La etapa del Paleolítico en la Península (1200000 a.C. - 5500 a.C.), desde el punto de vista económico y
social, presenta rasgos comunes a las sociedades humanas de este período: la caza, pesca y recolección; el
nomadismo estacional, el desarrollo de técnicas en la fabricación y manejo de útiles, etc. La organización social era
relativamente rígida; se organizaban en tribus o clanes familiares de 20 a 30 miembros, eran nómadas y vivían en
cuevas o al aire libre, y las actividades de caza se practicaban en grupo.
Por el contrario, la etapa del Neolítico(5500 a.C.-3000 a.C.) supuso una auténtica "revolución", ya que el ser
humano aprende a cultivar y domesticar animales, a producir objetos cerámicos y a fabricar tejidos. Se pasó de una
economía depredadora a otra productiva, dando lugar a la aparición de los primeros poblados
estables(sedentarismo). Esta sedentarización favorecía la especialización productiva y la división del trabajo; también
propició la aparición de la propiedad privada y la diferenciación social. Esta nueva forma de vida exigía una
organización social más reglamentada que daría lugar a la aparición del Estado.
En definitiva, se pasa de una sociedad nómada y depredadora a una sociedad sedentaria y productora, y de
una sociedad tribal a una sociedad organizada en comunidades estables (poblados)y en grupos sociales.

2. Define el concepto de romanización y describe los medios empleados para llevarla a cabo. Estándar 9.
(2p)

La romanización es el fenómeno con el que se designa la integración plena de la sociedad hispana en el


conjunto del mundo romano. Este proceso, unas veces por métodos represivos, otras por vía pacífica, permitió la
introducción de todos los elementos propios de la organización social, política y cultural de Roma en tierras hispanas.
El proceso de romanización de Hispania se inicia con la conquista militar entre el siglo III a.c. y el I a.c. Se
culmina esta integración cuando a partir del siglo III d.c. se concedió la ciudadanía romana a todos los habitantes del
imperio y cuando a finales del siglo IV d.c. el cristianismo pasó a ser la religión oficial del imperio. La romanización
fue más intensa en unas regiones (zonas del sur y este peninsular) que en otras (regiones montañosas del norte).
Fueron varios los medios empleados para llevar a cabo la romanización. Uno de los más importantes fue la
difusión de la lengua latina. El latín se impuso como lengua, y terminó por arrinconar la mayor parte de los idiomas
que se hablaban en tierras hispanas. También fue importante la actuación personal de los militares (transformación
de los asentamientos militares en ciudades), los funcionarios o los comerciantes romanos que tuvieron que
desplazarse hasta la Península y que difundieron la lengua, las creencias y costumbres romanas; la creación de
ciudades, calzadas que permitieron las comunicaciones entre las diferentes provincias romanas; edificios y obras
públicas o el derecho romano, que estableció una legislación común, completan este proceso. La religión politeísta
romana y, posteriormente el cristianismo se difundió por el imperio romano y también por Hispania. El proceso de
romanización llegó a su máxima expresión cuando el emperador Caracalla en el siglo III extendió la ciudadanía a
todos los habitantes libres del Imperio. Hispania fue una de las provincias del imperio más romanizadas
La romanización supuso un cambio importante en las sociedades indígenas desde el punto de vista social,
económico y cultural.
3. Identifica las diferencias entre una imagen de pintura cantábrica y otra de pintura levantina. Estándar
16. (2p) (Práctica)

1. Describe brevemente qué observas en estas imágenes y sitúalas en el espacio y en el tiempo. (0,5p.)

Estas imágenes son dos ejemplos de pinturas rupestres, de la época prehistórica. La imagen A se
corresponde con una pintura cantábrica o franco cantábrica, expresión utilizada para designar a las pinturas
rupestres, que geográficamente se extendieron por la cornisa cantábrica (norte de España) y suroeste de Francia
durante el Paleolítico Superior. La imagen B se corresponde con una pintura levantina, es decir, hace referencia a un
conjunto de representaciones pictóricas, también de arte rupestre, pero de la etapa del
Epipaleolítico-Mesolítico/Neolítico. Se encuentran a lo largo del arco mediterráneo, destacando las del yacimiento de
Cogull (Lleida).

2. Define y explica las diferencias que existen entre ambas. (1,5p.)

En el caso de la pintura cantábrica (imagen A) estas pinturas se realizaban en el interior de las cuevas y se
caracterizan por su gran realismo y naturalismo (en relación con la intención propiciatoria de una buena cacería), la
policromía y el predominio de la representación de animales, generalmente de considerables dimensiones, en figuras
aisladas. La pintura cantábrica carece, casi en absoluto, de representaciones escénicas y de representaciones de
figuras humanas. Las más sobresalientes son las pinturas de la Cueva de Altamira (Cantabria).
A diferencia de la pintura cantábrica, la pintura levantina (imagen B) fue realizada en abrigos rocosos y al pie
de acantilados. Son pinturas monócromas. Se caracteriza por la abundancia de representaciones escénicas que están
relacionadas con la caza y la recolección, y de fauna como ciervos, cabras y toros, existiendo además
representaciones guerreras. También aparece la figura humana, muy estilizada y casi siempre en grupo.

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