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r ee Saag ere eres cere DANIEL PENAILILLO AREVALO 09% ‘i sndcenadso tanomitid en maversslgne ni por wingin medio, asta lee, Profesor de Derecho Civil QS sy cen wom epg npr singin ma asl (Universidad de Concepcion y United Cattica deta Sta 4 Cones) | = LOS BIENES el a LA PROPIEDAD ag Y OTROS DERECHOS REALES a 4 ‘© DANIEL PENAILILLO AREVALO (© EDITORIAL JURIDICADE CHILE, ‘Alnumada 131, piso, Santiago * Registro de Propiedad Inseripeia N* 159795, a0 2 ‘Stings Chile Se terminé de imprinir ea pemeraedckin 40500 ejemplares en et es de diciembre de 2006 QunrLileca +} Fach. 46USTO EDITORIAL IMPRESORES: lnprenta Saletinoe S.A JURIDICA IMPRESO EN CHL / PRINTED IN CHILE DE CHILE Isp as61007569 | i . ormaunieamin ae Ra, oats eer me BB coms: JURIDICA vec 92. Indemnizaciones. Para evitar un enriquecimiento injustifi cado, se disponen normas para indemnizar a quicn en definiti va nada adquitird. Se imponen diferentes soluciones segiin sea el duefio del suelo quien edifica, siembra o planta con mate les ajenos o sea el duciio de los materiales quien edifica, siem- bra o planta en terrenc ajeno (arts. 668 y 669). Una tercera situacidn, la del que edifica, siembra o planta con materiales aje- nos en el suelo también ajeno, no contemplada expresamente, puede de igual modo solucionarse con los mismos textos. Estas reglas estan relacionadas con las de las prestaciones mutuas de la Feivindicaci6n (como lo expresa el art. 669). PARRAOIV LATRADICION 1. Descripeién general 93. 1) Concepto y textos. Con antecedentes en cl Derecho ro- mano, desarrollados en la Edad Media, para la transferencia de (Con otras observaciones y cits de fallos, Ramos Pazos, René: “Edifieacién en sitio ajeno sin previo contrato’, en Rex. de Derecho, U. de Concepcion N° 178, Concepcion, 1985, pp. 141 y igus). En contra, que a adqulstelon se efectia por accesién~ al construisse (Atria Lemaitre, Pernando: "Accesién de mue- blea inmueble. Comentario auna sentencia”, en Rey. de Derecho de la Unix. Adolfo Ibatiez N° 1, Santiago, 2004, pp. 21 y sgts3 se ofrece tambign abt una explicacion sobre el sentido de Ia expresién “a ciencia y paciencia” emplea- daen el art. 669. % Para mis antecedentes, Mosco, Luigi: frulti nel Dito positivo italiano, A. Giullré, Milano, 1947; Goubeaux, Gilles: "La ragle de Vaceesoire en Droit privé’, Libr, G. de Droit et de Jurisprudence, Paris, 1969; Bonet Bonet, Francisco: “Observaciones sole la acvesion en nuestro Derecho positivo”, 0 Rev. Gral, de Legis. y Jurisprudencia, Madrid, 1971 (2° sem,), pp. 103 y seis Gareia de Marina, AM. Bl avecho de accesion, Edit. Bosch, Barcelona, 1995; Oyanedel, Rebecs: Los intense en la legislacin chilene, Edit. Nascimento, 1941; Sepdlveda, Ernesio: De te accesiin de muebe a inmueble, Bi. Uni ia, Santiago, 1955; Sepailveda, Nora: Los frntos en ef Derecho coil chilena, Juridica de Chile, Santiggo, 1958; Tabaeman, José: Las rentas en of Dent cho civil chileno, Edit. Universivvia, Santiago, 1962; Galaz, Fernando: Hl princi pio de to accesorto ex Deecho privado, Univ. de Concepseién, Concepei6n, 1976. 208 bienes el Cédigo chileno como se ha dicho- establece la duali- dad titulo,y modo de adquirir (v. supra, N° 73 e infra, N° 115). Bs en la aplicacién del modo tradicién en donde se observa con patticular claridad ~y el vinico caso en que tiene lugar, segtin algunos~ ese régimen. El art, 670 la define como “tm modo de adquitir el dominio de las cosas y consiste en la entega que el dueiio hace de ellas a otto, habiendo por una parte a facultad e intencidn de transfe- rirel dominio, y por otra ta capacidad e intencién cle adquirir Jo” (inc, 1°). Tas reglas se contienen en los arts. 670 a 699. Ademds, de- ben considerarse: ~ Las disposiciones del Reglamento del Registro Conserva- torio de Bienes Raices, para la tradicién de inmuebles; =Arts, 1901 y sgts., para la tradicidn de derechos personales; —Disposiciones del Cédigo de Comercio, para la tradicién de cré- ditos mercantiles (su estudio correspond al Derecho comercial) 94, 2) Caracteres a) Es un modo de adquirir derivative, El adquirente deriva su dominio de otro sujeto, el tradente, a diferencia de otros mo- dos de adquirir, como la ocupecién y la accesin, No debe olvi- darse esta caracteristica de la tradicién, para determinar los derechos que cl adquirente obtiene con cla, Sicutly detivativu, este modo no transfiere al adquirente mas derechos que los que tenia el tadente y, concretamente, si éste no era duefio de la cosa tradida, no Io sera el que recibe (“nadie puede transferir mas derechos que los que tiene”; aris. 682 y 683) b) Es una convencién. De la definicién de este modo se des prende su caracter convencional: acuerdo de yoluntades que ® Sobre el aleance de esta definicién (referida solamente a una tradi- i6n dominical, en cuanto modo de adquirir el dominio), v. Barrientos, Ja- vier: "De Ia tradicién y su definicién en el Cédigo Civil chileno”, en Ret Chilena de Derecho Privado N? 1, Sastiago, 2003, pp. IL y sgis. Para mis an~ tecedentes de Derecho romano pueden verse Coing, Helmut, ob. cit. tI, pp. 385 y sgis. y Alvarez Suirez, Ursicino, ob. cit Algunos antecedentes ro manos en relaeidn al Codigo chilenc pueden verse también en Gaete, Se gio: “La tradicin en el Derecho romano y en el Derecho civil chileno! Rev, Chilenia de Derecho, Univ. Catélie de Chile vol. 19, N° 1, Santiago, 1992, pp. 67 yg. 29 spmou ne JURIDICA or cine SER produce consecuencias juriticas Giones ~con Io que seria contrato- sino precisamente se exti guen obligaciones contrafdas en el titulo que le antecede. vendedor, el permutante, el donante, el aportante en sociedad, no transfieren en el respectivo contrato la cosa vendlida, perm tada, donada o aportada, sino que se obligan a transferitla. Asi cuando el tradente efectiia la tradici6n, con este acto yolunta: rio y convencional lo que hace es extinguir su obligacion con rafda; o si se quiere, cumplirla; en definitiva, pagan” ©) Es consecuencia de un titulo. Ha quedado dicho en a expli- cacidn anterior, Frecuenterente se dice que la tradicién es un modo que puede serlo a titulo gratuito u oneroso. Mas propia mente, debe expresarse que cl titulo del que es consecuencia puede ser gratuito u oneroso." 95. 3) Aplicacién. Su vigencia en la vida juridica es intensa, La aplicacion diaria del contraio de compraventa trae como con- secuencia directa la de Ia tradicién de los objetos vendidos, en cumplimiento del contrato. *° Pero Ia doctrina extranjera ha discutido Iatamente ta naturale je: dea de la acticin. Entre noxotes Uunbien ha surgido tna diserepaneia en ‘evtanioa st naturalera de convencién, Con antecedentes histérieos, se ha por tulado que no cs un acto jurdice (bilateral) sino un hecho juridico, ac Uendose que, no abstanie lo exoresado en el art. 670, te voluntad cla inanifestada en et tulo; dependiendo ella esencialmente del tito, en cosa toa la yoluntad hay que remitrse 1 cy en conseewencia, nose le pueden apt car a ella las categorias propias le la eorfa general del acto juridico; la ‘oluntad en la entrega debe enterderse s6lo como entrega coniiente, pero fue no es suflciente para constitu acto juriico; se enfatia a st eatdeter ansalo, yel planteamiento es aglicado a la sitwael6n conereta de ta tradi Gin efectuada (mediante inseriptin, con un poder confer des pus dela muerte del tradente (Sera fied, Marfa de los Angeles: "Nat Jiuidica de fn tadicion, acto 0 hecho jutitico?”, en Rex Chilena de Dere tho, Univ, Catdlea de Chile, vol. £0, N°2, Santiago, 2008, pp. 287 y3gis)-V también Barrientos Javier: “Comentarios de Jursprudenca", en Rey. Chile- na de Derecho Privado, N° 1, Santago, 203, pp. 27 y sg 71 A este respecto, yen estrecha relacion con el pacrafo anterior, debe dverttse que con los contratos reales se configura una situacion distin; en ellos no se conforma una tradicign conseenencia de un titulo (que ha sido llamada tadicin pago}; como tals eontrats se perfeecionan precisimente por la entrega, cuando hay tansferencia del dominio “como en el mutto téenicamente la tradicién no esté precedtida de un titulo (j por ko msi ho constiuiye pago) BB ovens uRiDIcrovene 210 0s MODOS DE ANQLTRIRE DOMINIO Por otra parte, mediante este modo se pueden adquitir tan- to el dominio como los otros derechos reales (art. 670 inc. 2°) y los derechos personales (art. 699). En este sentido, la ocupacié ylaaccesién aparecen como medos de aplicacion més limitada. Pero, aparte de algunas dificul:ades que presenta la tradicion de las cosas incorporales (como se ira viendo al tratar aqui de algunos), el tenor del art. 670 inc. 2° termina siendo matizado (porque lo que se dice del dominio no puede extenderse pura ysimplemente a las cosas incorgorales, atendida su naturaleza); ademis, su amplitud es menor de lo que parece (por ¢j., el recho deuso y habitacién, pox norma no. puede transects. 819); por eso es que no es correcto el art. 686 ine. 2° cuando se refiere a la wadici6n del uso; se trata mas bien de una inscrip- acién. Tampoco pueden ser tadidos los de- rechos de servidumbre, prenda € hipoteca, porque son derechos accesorios; se wansfieren con los respectivos objetos sobre los que recacn. Pero, en todo caso, esta distincién entre constitu: ci6n y transferencia (por wadici6n) tiene su controversia, que | sera aludida més adelante (¥. infra, N* 219, y nota) ~} Por tiltimo, la tradicién funciona también como modo de adquitir la posesién; tal ocurre isegiin se explicar mis adelan- te) cuando el tradente no es el verdadero dueito: el adquirente no adquiere, por cierto, el dominio, pero la tradicién le sitve para entrar a poseer Ia cosa y lear a adquitila por preserip- Gi6n (v. infra N* 109, 164 y 169) Suele agregarse que, comiinmente, es un modo de adquitir a titulo singular, sefialindose la excepcidn de la tradicién del derecho de herencia. Niievamente conviene puntualizar que ello es consecuencia del cardcter del titulo, Tedricamente, parece no haber inconveniente en utilizar la tradicién para la transferen- cia de universalidades;*” lo que ocurre es que en nuestro Dere- cho no siempre estén admitidos los contratos conducentes al traspaso de universalidades (¥., por ¢j., los arts. 1811, 2056); sien- do posibles (como cuando se trata de una herencia o cuota he- reditaria) cobra de inmediato aplicacién este modo de adquirir (ys6lo se discute, como se dia luego, la forma como ha de efec- tuarse la tradicién de esa universalidad) Situaci6n en la que hay que acudiv neces tuna forma sine bolic, 21 soma JURIDIC oes SB la definicién del art, 670 el Céci- 0 prescribe que la tadicién consiste en la entnegu... Efectivae mente, el elemento central, que da consistencia a la tradlicién, es la entrega del objeto tradido. Pero también pueden darse si nes de entrega material de una cosa sin que se llegue a configurar la tradicién, Cuando la entrega se efectiia con inten- cién de transferir el dominio (u otro derecho real), queda con- figurada la tradicién. Esa intencién que concurre en la tradicién, se manifiesta también en el titulo del que la tradicién es conse- cutencia; el titulo es llamado “titulo trastaticio de dominio”, como a compraventa, Ia perinuta, la donacién, el aporte a una socie- dad, etc, Si lo que se ha pactado, por ¢j., es un contrato de arren- damiento o un préstamo de use, la entrega se efectuara sin la intenci6n de transferir el dominio, y el titulo mismo, lamado “titulo de mera tenencia”, demuestra que la entrega, simple en- trega material, se efectiia para conferir al que recibe s6lo la mera tenencia de la cosa. En suma, con Ia intencién de transterir el dominio, se esta en presencia de tradiciény; sin esa intencién, la entrega es tan solo una simple entrega material. El Cédigo no siempre emplea estos términos en el sentido que antes se ha anotado; a veces los estima sinGnimos (como en el art. 1824, en el que exptesa “entrega o tradicién"); otras uti liza “entrega” siendo mas preciso “tradicién” (art, 2196); otras expresa “tradici6n” siendo més preciso “entrega” (art. 2174; el art. 1443 emplea la expresidn “tradicidn”, lo que alli es parcial- mente adecuado); en fin, hay ocasiones en que si se ajusta a las acepciones expuestas (arts. 2212, 2174 ine. 1°, 2197; esta tiltima disposicién incurre sf en una redundancia) IL, Reguisitos 97. 1) Presencia de dos personas, tradente y adquirente. Sien- do una convencién, requiere de dos personas, Empleando la téc- nica de fa teoria general de tos actos juridicos, mas propiamente se necesita la concurrencia de dos partes (el art. 671 hace refe- rencia a ambas). ™ vara explicaciones (hitéricas) ce estas alteraciones,v: Bartientos, J View, Dela tadicin.., ct, pp. Wy sts BB cmos ORIDICA vecme 812 Los Hobos Dr ANGLIN ELOAMNIO EI tradente, Debe ser plenamente capaz. El precepto (art. 670) parece discriminar entre traclente y adquirente en esta materia, ya que en el tradente exige “facultad” para tansferir y en el adquirente “capacidad” para adquirit, con lo que pu- dicra entenderse que no se le exige capacidad al primero, No es ese el alcance que ha de darse al texto; siendo una conven. cidn, el tradente debe ser plenamente capaz; si no lo es, la s ci6n al acto es la que ordinariamente se establece para los actos de los incapaces (dependiendo de la clase de incapacidad) Se precisa que debe tener facultad de transfetit el dominio para Alcjar estableciclo que requiere el denominado poder de disposi ci6n (Legitimacién) que imporia idoneidad del sujeto para celebrar el acto de que se trata. Asi, si el tradente es un representante legal que entrega un bien del representado, debera cumplir las formali- dades correspondientes, sin las cuales no tiene poder para enaje- nar libremente. $i no tiene esa facultad, la sancién se encontrara en los preceptos que regulan los actos respectivos (segiin la nat raleza del objeto, ete.); incluso el mismo titular del derecho (que aetia por si), por norma legal especial que atendida su situacin le ¢s aplicable, puede carecer de ese poder de disposicién (v,, al respecto, arts, 1796, 1447 inc. final, 1575). En definitiva, tanto la capacidad como la facultad estan ya exigidas en reglas de otras ins- tituciones del Cédigo, que cobran precisa aplicacién en la tradi ci6n. De abi que las saniclones se encuentran en aquellos textos. El tradente debe ser también dueiio de la cosa que transfic= re. Si no lo es, transfiere los derechos que sobre la cosa tenia al tiempo de efectuar la tradicién (arts. 682 y 683; al tratar los efec- tos de la tradicién se examinara este punio). ~ El adquirente. Debe ser plenamen‘e capaz, por la razén indi- cada para el tradente; esté celebrando un acto, 0, La sai cidn por falta de capacidad (como tambiéw se dijo para el tradente), sera la ordinatia para estos casos. 98. Se ha dicho que generalmente la tradiciGn constituye un ver. dadiero pago, pues el tadente la efecitia porque se obligé a ello en un titulo precedente, Esto conduce a relacionar las disposicio- nes de este modo de adquirir con las reglas det pago (aris. 1568 ¥ Sgts.). En materia de requisitos que deben coneurrir en quie- nes celebran la convencién, deben tenerse presentes las arts. 1575 y 1578 N° 1. 213 soy JURIDICA ngcyne SEGUNDA ARTE: LA PROPIEDAD YLA POSESIOW La primera dle estas disposiciones sefiala que si paga quien no. es duefio de la cosa pagadla, el pago no es uélide, y antes se ha dicho que la tradicién hecha por quien no es dueno es valida, s6lo que no produce su normal efecto de transferir el dominio, pero origina otros efectos juridieos. Hay quienes entienden™ que Jo correcto esta en la regia de la tradici6n y s6lo hay una impro- picdadl de lenguaje en el art. 1575. Pero parece claro que cuan- do el art, 1575 scala que el pago no es valido, afirma precisa. mente que es nulo” y ello trae como resultado que el acteedor puede pedir la declaraci6n de nulidad de ese pago y continuar demandando la prestacién que se le debe. Relacionando esta ti a afirmaci6n con lo dicho en base « los arts. 682 y 683, puede concluirse que el acto por el que el deudor entrega al acreedor tuna cosa ajena en pago de la deuda, es vilido en cuanto tradi cién y al entrar en posesiGn del objeto puede el acreedor llegar a ganatlo por prescripcidn; pero es mulo en cuanto pago, pudien- do por tanto pedir su nulidad, cestituit lo recibido y continuar demandando el pago al deuctor, 99, 2) Consentimiento de ambas partes. Nada nuevo se agrega aqui, desde que se ha dicho que la tradicién es un acto juridico bilateral. Debe sf precisarse que ese consentimiento ha de im- plicar la intenci6n determinada de ambas partes de transferir y adquitir, respectivamente, el deminio (arts. 670, 672 y 673). Se verd pronto la estrecha vinculacién que entre nosotros se dis Abel, Rene: as ebigaione Flic, Juridica de Chile, Saag, 1993, tt p 498 ° 21S) caro So Ls, ob tt XIE, NP 1.833, 95 ‘Blan 672 inc merece ona ofserai6n hbo ves cin, sin volta de tradene (es i, porque debe haber e tuada precinmente po Ey tendremos fie sponte tina enega en fue se tjerené fuera fica sobre ol taente) ye pretend teria por va ex Sty que ser caliieada de inessente 0. Shinenoy, sla abwaltienente a ponetiorvloniad de lente no pode plea sien (ida Solata noe aiicble; menos la nena). tenia que efectar ata Sion propiinent; ni skqern podria deciae que se necesita na “ine traditions porque antes ranca aso A, pues, extimamos que noes st Sitaion’s la que ac rere cl cit precgpo a ha de ent efi a dst alguien qe no tenia la acltad de ensjnar como ducto represen tante del Guctoy por tanto (aun cuando iteralmente a calfes de ind), fe trata de tim tdicion ineponible a Geno, en fae, por cero, ene WRIDICA oxcnur 214 entre la tradici6n y el titulo que ta justifica; esa relacién explica que en la tradicidn el consentimiento debe versar sobre €l titulo, sobre la cosa objeto del titulo y sobre la persona a la que en el titulo se convino transferrr la cosa, 100. Reglas sobre el error, Como cn todo acto juridico, el con- sentimiento de que aqui se trata debe estat exento de vicios. Los vicios de que el consentimiento puede adolecer y las normas que se somete st anilisis, son los communes; pero el Codigo ha dis puesto para la tradicién algunas reglas especiales relativas al vicio de error, Puede recacr en la cosa tadida (art. 676, relacionade con el art, 1452), en la persona (art.676) o en el titulo (att. 677), a) El error en la “identidad de la especie”, Se recordar que el error llamado esencial puede recaer en la naturaleza del acto © en Ia identidad de la cosa especit.ca (art. 1453); aqui se trata de esta segunda variedad de error esencial. Por otra parte, aqui el error padecido en la tradicién (no en el titwlo que le antece- de); en cumplimiento del contrato, se entregs tuna cosa creyén dlose que se cntregaba otra, 0 se recibid una cosa creyéndose que se recibia otra (es especialmente factible en las tradiciones fie. {as). Para la prueba de que hubo ertor (y no, por ¢j., una inten cin compartida de dacién en pago, de la que ahora ve arrepiente una de las partes), el puto de referencia es Ia des- cripci6n contenida en el titulo” {pela ealficaidn (en eve send, RD, 9, ieee Pp. Hy Entonces eanlo slspone “sin voluntad del tradente™entenscmos “in volustad eel gue den focuad de enajena’, para as armonitar es expresién con el deseslnee Invalid quien attic evel que tiene a aa de eae 2° na mayor precisén rexpeeto sobre qué tera a volun, Bac trientos, Javier, De la tradicién..., cit., pp. 88 vat "Como se sabe, en Is tora general dl ato ji laconsecuenia que produce el error esencal et deca (inesiatoncn, nuidan eae ‘nutidad relativa, con Ia controversia afiadida acerca de la acogida entre nase. trode I dct dee neninene).yla eoscenench ae aia cha puede tener como la menos serpin. Pac bicneas aca tn @ preci actin de on, mo oat etn ct tv mone ete enon pada tet cores nh a Consentnient org wolanaces ne conten Geen mai el fen loro compra tt), toque conde nee eee 215 averse URIDICA necrme SO SEGUNDA PARTE: LA PREPIEDAD YLA FOSESION b) El error en “la persona a quien se hace Ia entrega”. Pue. dle acontecer que quien efeettia la tradicién crea que entregaba la cosa a cierta persona, en circunstancias que se la ha entrega- do a otra, Como acto intuito persenae, demostrado el error, la tra. dici6n es invalida."* ©) Eleror “en el titulo". Prod.ciéndose el error en el titulo, la consecutencia ha de encontrarse en las reglas respectivas; asi, para ese efecto, el precepto (art. 677) no resulta necesario (sin embar: 0, como veremos pronto, constituye otra demostracién ~junto al fundamental art, 675~ del cardcter causado de la tradicién).’ ‘a, acd (en la tadiciGn) hay voluntad de entregar y recibir (objetivamente) tuna misma cosa; entonces ~se ha dicho aqut hay consentimiento, slo que vieiado y, por tanto, la consecuencia seria la nulidad relativay esta diferencia Justficarta que ef Cédigo le haya dispuesto una regla especial, que de otra ‘manera implicavia una mera repeticidn (Vial del Rio, Victor: Mg tadiciin ya preserpein adguistioa como moda(sic) de adguirirel dominio, Edics Univ. Catdli- «a de Chile, Santiago, 1999, pp. 02 y 9 * Corrientemente se concluye que el error en la persona (cuando es in fluyente, es decir, cuando se trata de actos intuito personae), provoca nvlidad relativa (por la regla residual dispuesta en el art. 1682, parte final); pero en, tiers creunstancias puede egaraconcuirse que fla a voluntad 9c con sentimiento y, por tanto, la consecuencia podria ser la nalidad abwolity yam Ia inexistencias y asi podria sueeder con iin error en la tradicion, Por otra parte, nétese que si se demuestra que se padecis de error en In identidad de Ja persona, puede sosteneise que respecto de ella (del que efectivamente re ibi6 como adquirente) la tradicién carzce de titulo, que conduce también a la nulidad (absoluta) de la tradicién, ; * Se ha postalado que en este texto hay que formular una distineién con una consecuencia, Si el error es de la primera especie (consiste en que tino en tiende entregar en mera tenencia y el otto recibir en dominio; pore), uno et Uiende entregar en comodato y el oto redibir en donacién), entonces cl quiere cibe ni siquiera entra a poseer; en cambio, si es de la segunda especie (consiste fen que uno entiende transferir el dominio a cierto titulo y el otro recibir et do- minio a cierto otro; pore, uno entiende que entrega por venta y el otro entien: de recibir por donacién), aqui el que recBie (si bien tampoco adquiete el dome ‘njo) sf entra a poseer. El autor admite que en ambas sittaciones es discutile Ia consecuencia de inexistencia 0 nulidad remitirse a él para conocer si hay 0 no modalidades a las que queden sometidos. Por lo mis- mo, toda Ia teorfa de las condiciones (obligaciones condiciona- les) se ha cle aplicar a la situacién (en este entendimiento el art. 680, al menos en su ine. 1°, huelga} =La tradicién puede someterse a una condicién con efecto suspensivo para el adquirente (A dona a B un automévil, que se lo entrega desde Iuego, para que B lo haga efectivamente suyo si obticne un titulo universitario). En la especie se wata de una tradici6n anticipada, de modo que si la condicién se cumple, el dominio se traslada de pleno Derecho en ese instante (en el ins- tante en el que la condicién se cumple). EI pacto mencionado constituye una aplicacién de ta deno- minada *clausula de reserva de dominio” (de antigua construc. cién). Como su nombre lo indica consiste en el pacto por el que el tradente mantiene el dominio de la cosa tradida hasta ct cumplimiento de una condicién oun plazo; por cierto, presen ta una visible funci6n de garantia. Por nuestros textos, la regla es que la cléusula puede ser acordada validamente y origina el efecto correspondiente cn cualquier titulo trastaticio y bajo cual- quier condicién 0 t bu especial €s con- trovertida, El art. 680 inc, % la permite expresamente, con su efecto normal de mantener el dominio en el tradente, cuando se pacta bajo la condicién de que se pague cl precio; por los términos de! precepto, se concluye que esta referida a la com- 229 nso JRID4CA recone SD SEGUNDA FARTE:LA FROMMEDADYLA POSESION praventa (s6lo en ella hay precio, vendedor y cosa vendlida, que son los términos wtilizaclos cIlf). Pero el art, 1874, regulando pre- cisamente la compraventa, dispone que Ia clausula de reserva de dominio hasta la paga del precio no producird oto efecto que poder demandar el cumplimiento 0 Ia resoluci6n de! contrato (el efecto del art. precedente); es decir, ningtin efecto especial, en todo caso no cl efecto lireral de efectiva reserva de dominio, y eladquirente recibird el dominio desde la entrega misma no obstante el pacto. Se ha sostenido®* que en la pugna debe prevalecer ct sltimo precepto por ser de carécter particular, aplicable precisamente a Ja compraventa, El argumento no es de valor decisivo por cuanto -como s¢ ha advertido- no obstante su ubicacidn el precepto del art. 680 esté dado para la compraventa (ademas de los términos empleados, asf queda demostrado también por los origenes de la cliusula)." Con todo, parece adecuado solurcionar el conflicto a favor del art. 1874, por las dificultades que puede traer consigo la reserva de dominio, que podria establecerse con frecuencia en las compraventas con pago a plazo, con la consiguiente confusion de propietarios, especialmente respecto de terceros; ademas, re- servandose el dominio, el vendedor podria gravar Ia cosa con de- rechos reales, que afectarfan al comprador aun Inego de pagar todo el precio. Sin recurrir ala cléusula, si el comprador no paga el precio, cl vendedor encuentra proteccién en el art. 1489 (y res- peuto de tweicerus, se diypone de los arts, 1490 y 1491, que no co- rresponde tratar aqui) *"Alesiandsi, Somarrim y Vodanovie, ob it, 4.1, p 22; Rosende, Hugo Des ebjes det Deco. Bien, version de su class por Abraham Kiersey Bait, Bdge, Santiago, 1957.70 Varo Solar, Las, ob cl, « VIE pp. 271 y st. PPV, eat eapocto, RD}, vad pd Retornindose al problema y mostridose la conveniencia de infundlile eficacia, con convincentes argumanton se i postulado el predomi del G80 (Caprile Bierman, Brora reserva de propiedad zgaranti efi en el derecho ehileno”, en Rex. Chena de Derecho, Uns, Catia de Chile ‘ol. 27, N’1, Santi, 2000, pp. 29 y gis) V. tmbien Egusquiza Balmace da, Matta: “Sabre el paew de'reera de doinini (a propose de ln sent tia de 19 de mayo de 1989)", en ev. Cees de Derecho Inmobiliari N02, Madi, 1091, pp.0'y sgt, con el examen {para cl Derecho expat) dela sltualdn del Gompeador ante los screedores tel vendedor BB roa yurioier vec 250 Mobos ne ADQUIUREL noMtKe ~Puede someterse asimismo a una condicién con efecto re- solutorio para el adquirente (A dona a B un automévil y se lo rega, estableciénclose en cl acto de la donacién que lo rest tuird si obtiene un titulo univers tario). En esta situacion se ha planteado la controversia de si el art. 680 se aplica tainbién cuan- do opera la llamada condlicién resolutoria ticita (del art. 1489), como cuando el comprador cle una cosa no paga posteriormen el saldo de precio y por tal motivo la venta se resuelve. La di eultad, en definitiva, io merece plantearse; es evidente que si al incumplirse una obligacién de las contenidas en el titulo se recurre al art, 1489 y se obtiene por scntencia judicial la resolu. cién del contrato, por aplicacién de los principios de la resolu. ci6n quedara sin efecto la tadicisn y debe restituirse lo que se recibi6 en virtud del titulo resuelto; prescindiéndose del art, 680, al resultado de la restituci6n igua mente se llega por los efectos de la resoluci6n (que son tratados en el estudio de las obliga. ciones condicionales), ~También puede someterse a un plazo (aun cuando no lo expresa el art. 680). Debe repetirse que tal modalidad y sus par- ticularidades habra que buscatlas en el titulo, Con plazo suspen- sivo, la situacién ser poco comii; debe observarse que no se trata aqui de que la obligacién de efectuar Ia tradici6n se pos. tergue, sino que se conviene que la tradicién que ahora se efec- ta comenzara a producir sus efee:os desde que Hegue wi vietto dia, Se wata también aqui de una tradicién anticipada; vale lo dicho para ta cldusula de reserva de dominio, Tendra lugar la wradicion a plazo extintivo si se pacta que legado cierto dia se extinguira el dominio para el adquirente (aqui, como en el caso de una condicién con efecto resolutorio para el adquirente, pue- de configurarse un usufructo o un fideicomiso, que seran trata- dos mas adelante), IV. Formas de efecturr ta tradicién 114, Distincién. Al consignar normas de muy distinto conteni- do respecto de formas de efectuar la tradicién, diferenciadas es. Pecialmente para mucbles ¢ inmuebles, Ia legislacién nacional obliga a dedicar un capitulo especial al tema, 231 sor JURIDICA ov enne SD

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