Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Freud partió de esta base, trató de edificar una teoría del funcionamiento del sistema nervioso
mostrando que el cerebro opera como un órgano amortiguador entre el hombre y la realidad,
como un órgano de homeostato; pero entonces se tropieza con el sueño. En el sueño
encuentra los mecanismos de condensación y desplazamiento, a través de los cuales se
pueden deseos que son icc. También se encuentra el mecanismo de la censura y todo lo que
dará lugar a la elaboración del concepto de represión.
Sobre estas nociones desarrolla su primera teoría del aparato psíquico, compuesto por
instancias o sistemas dispuestos en un orden que guardan relación entre sí. La idea de Freud es
que toda nuestra actividad psíquica parte de estímulos y termina en inervaciones, asignando al
aparato un poco perceptivo (recibe percepciones tanto internas como externas) y un polo
motor (encargado de la descarga). La direccionalidad del aparato es progrediente, del polo
perceptivo al polo motor.
El principio de realidad forma un par con el principio de placer, al cual modifica cuando la
búsqueda de satisfacción ya no se efectúa por los caminos más cortos, sino mediante rodeos
que aplazan su resultado en función de las exigencias impuestas por el mundo externo.
Nosotros debemos nacer como sujetos porque advenimos a un mundo simbólico. Nacemos
prematuramente desde el punto de vista biológico, no estamos en condiciones de subsistir por
nuestros propios medios, por lo cual estamos en una situación de desamparo. El ser humano al
nacer no puede procurarse la satisfacción de las necesidades por sí mismo, necesita del otro
auxiliador, por ejemplo la madre. El bebé recién nacido, para calmar sus necesidades y
disminuir las tensiones que éstas producen requiere del auxilio externo; pero en el encuentro
con ese otro que satisface la necesidad se produce un plus, que es la dimensión del amor.
Entonces, el desamparo originario posibilita que emerja la dimensión del amor, de lo humano,
que desnaturaliza el organismo, porque para ese ser ya no se tratará solo de satisfacer su
necesidad, sino del encuentro reiterado con la madre que lo alimenta de comida pero también
de amor, de símbolos, de palabras. A partir del encuentro con el otro auxiliar se produce una
experiencia de satisfacción que deja una huella; esa huella es lo que Freud llama la primera
experiencia de satisfacción, esa huella va a ser el motor del deseo que se inscribe en el icc. La
primera vivencia de satisfacción, entonces, deja como resto el deseo, el nacimiento del deseo.
Ello Yo Superyó
- Sede de las - Es la parte del Ello - Instancia
pulsiones. alterada por la observadora del Yo.
- Parte oscura, influencia del mundo Sus funciones:
inaccesible. externo. conciencia moral y
- Proceso primario. - Gobierna los accesos observación de sí.
- Mociones opuestas a la motilidad. - El papel que adopta,
coexisten sin - Principio de realidad es primero
cancelarse ni (identidad de desempeñado por
debilitarse entre sí. pensamiento). un poder externo,
- No hay nada que - Toma prestado del por la autoridad
pueda equipararse a Ello sus energías. parental. Es el
la negación, no hay - Tiene actividad cc, heredero del CdeE.
representación del prcc e icc. - Es el portador del
tiempo. ideal del Yo, con el
- No conoce que el Yo se mide, al
valorizaciones. que aspira alcanzar y
- El principio de placer cuya exigencia de
gobierna todos los perfección se
procesos. empeña por cumplir.
Freud plantea dos líneas del desarrollo, la que recorre el Yo en la trasmudación del Yo-placer al
Yo-realidad.
Estas primeras experiencias de satisfacción dejan sus huellas; estas primeras huellas inauguran
el polo del placer, son las primeras investiduras, y serán el punto de partida de la
representación del Yo y del objeto deseado. Se constituye el Yo real primitivo, que separa lo
evitable mediante la fuga de lo no evitable.
Surge así un nuevo nivel, el Yo placer purificado; este queda identificado con el polo de placer,
mientras que los displacentero es expulsado afuera. La polaridad afectiva es amor-odio, el
primer sentimiento destinado a un objeto reconocido como exterior es el odio. Este Yo se
satisface mediante el recurso del recuerdo alucinatorio apenas se produce la tensión por
aumento de excitación. El Yo es idéntico a todo lo que constituye placer y el no-Yo con lo
displacentero que es expulsado fuera del Yo.
Un nuevo nivel de complejidad se produce con el acceso a la palabra, que surge apoyándose
sobre el llanto que es interpretado por la madre como un llamado, como un mensaje dirigido a
ella. El pensamiento, hasta entonces icc, adquiere la posibilidad de cc dado el enlace de las
huellas mnémicas de las representaciones cosa con las representaciones palabra. Este nuevo
nivel de funcionamiento conduce a la acción específica por parte del Yo que permite obtener
satisfacciones.
Se instala el Juicio de realidad, que marca el final del Yo placer purificado. El Yo logra reprimir
la reproducción alucinatoria del objeto; se constituye el Yo real definitivo. Se produce el pasaje
de la identidad de percepción a la búsqueda de identidad de pensamiento. La experiencia de
satisfacción liga una descarga eminentemente satisfactoria a la representación de un objeto.
En “La Negación” Freud describe la prueba de realidad como algo que se halla en el principio
del juicio de existencia. Esta prueba es necesaria porque el pensamiento posee la capacidad de
traer de nuevo a presencia, por su reproducción en la representación, algo que ha sido
percibido en otro momento, sin necesidad de que el objeto exista todavía en el exterior.
El desarrollo libidinal:
Freud postula la existencia de una sexualidad infantil. Sexualidad referida a todas aquellas
actividades en las que intervienen zonas corporales a partir de las cuales se logra satisfacción o
placer. Entonces Freud muestra que desde la infancia hay sexualidad. Es en este sentido que va
a diferenciar el instinto de la pulsión; el instinto queda absolutamente limitado a los animales y
la pulsión para el ser humano.
Un bebé llora y la mamá lo alimenta. Cuando siente el pezón o la tetina en su boca, siente
también como la leche va saciando su hambre y, al mismo tiempo, esta actividad del chupeteo
produce un placer más allá de la necesidad biológica. La pulsión nace apuntalada en las
necesidades orgánicas, pronto se separa de ella; es un empuje energético, motor que orienta
al organismo a una finalidad. Los elementos son: fuente, meta, objeto y esfuerzo.
2- Fase sádico-anal: entre los dos y los cuatro años. Se caracteriza por una organización
de la libido bajo la primacía de la zona erógena anal, la región del cuerpo que tiene a
su cargo la eliminación de los residuos alimentarios indigeribles. En ella la relación de
objeto está impregnada de significaciones ligadas a la función de defecación y al valor
simbólico de las heces.
Primera fase anal: predomina el placer causado por el pasaje y la expulsión de
la materia fecal, esta expulsión significa la destrucción de la misma,
obedeciendo a un propósito placentero-hostil.
Segunda fase anal: el placer se encuentra en la retención. La materia fecal ya
evacuada es considerada como un objeto muy importante y de gran valor, el
niño considera sus heces como una demostración de amor, de regalo.
Tendencia a retener el objeto, primero para atormentarlo, encerrarlo, privarlo
de libertad, y segundo, la tendencia amistosa de conservación y posesión de
los objetos.
3- Fase fálica: el interés y el quehacer con los genitales cobre significatividad dominante.
Las aspiraciones eróticas se dirigen a una persona única y en ella quieren alcanzar su
meta. Tanto el niño como la niña solo reconocen el genital masculino y la posición de
los sexos equivale a fálico-castrado.
Erick Erickson:
La teoría de Erikson a diferencia de otras teorías evolutivas, abarca todas las edades
del hombre, desde el nacimiento hasta la muerte.
En cada etapa de la vida aparece un conflicto central, un núcleo básico de problemas
en el que inciden factores bio-psicosociales-culturales.
Cada conflicto es especifico de una edad determinada, pero evoluciona, reactivándose
con otros a lo largo de toda la vida
La adecuada resolución de un conflicto depende de una regulación mutua entre el
sujeto (niño o adulto) y su entorno (instituciones y personas significativas).
La exitosa resolución de un conflicto facilita la resolución de los siguientes, con los que
está estrechamente relacionado.
Sin desestimar la influencia de lo congénito, Erikson atribuye al medio ambiente el
papel preponderante en la resolución de los conflictos.
Su teoría tiene un carácter más psicoprofiláctico que terapéutico, en el sentido de que
subraya el valor de arbitrar todos los recursos necesarios para el establecimiento de
vínculos sanos, disminuyendo en lo posible de la curación de lo enfermo.
Erikson se aparta del modelo freudiano al destacar la importancia de estos tres aspectos
Más que el ello, Erikson destaca al Yo y asigna una mayor importancia al estudio del
proceso de socialización.
Introduce una nueva formulación básica: la relación del individuo con los padres
dentro del contexto familiar y con la realidad socio-cultural en la que esta inserta la
familia. Según Erikson no se puede separar el crecimiento personal del cambio
comunal, ni disociar las crisis de identidad en la vida individual de las crisis
contemporáneas del desarrollo histórico.
Si la misión de Freud fue demostrar la existencia y el funcionamiento del inconsciente,
la misión de Erikson ha sido la de señalar las oportunidades de desarrollo del individuo
que le ayudan a triunfar sobre los riesgos psicológicos de la vida.
Para Erikson toda crisis personal y social aporta elementos que se orientan hacia el desarrollo,
se concentra en la solución exitosa de las crisis del desarrollo.
Logra articular el enfoque psicológico con el social (destinado a completar la teoría dominante
de la psicosexualidad, es decir de las etapas de la libido).
Crisis normativa.
Cada estadio está marcado por una crisis cuyo significado es “un momento crucial, un punto
crítico necesario en el que el desarrollo debe tomar una u otra dirección, acumulando recursos
de crecimiento, recuperación y diferenciación ulterior”. La existencia de dos fuerzas contrarias
exige una solución conjunta o síntesis.
Lo que el niño adquiere en un estadio es una cierta proporción entre lo positivo y lo negativo y
si el equilibrio se inclina hacia lo positivo, lo ayudara a enfrentar crisis posteriores.
Erikson dice que a medida que se amplía el radio de percepción y coordinación va enfrentando
los patrones educativos de su cultura y aprende así las modalidades básicas de la existencia
humana. Es así que la primera modalidad social que se aprende en la vida es la de obtener que
significa recibir y aceptar lo que nos es dado.
Erikson también establece para cada crisis una virtud, es decir, ciertas cualidades humanas de
la fortaleza, fuerzas básicas, y las relaciona con el proceso mediante el cual la fortaleza yoica
puede desarrollarse de una etapa a otra e impartirse de una generación a otra.
ZONAS Y
MODOS MODALIDADES CONFLICTOS RELACIONES
ESTADIOS ESTADIOS VIRTUDES
ORGANICOS SOCIALES PSICOSOCIALES SIGNIFICATIVAS
PSICOSEXUALES
INFANCIA ZONA: boca Incorporativo Obtener. Confianza Esperanza Persona
ETAPA: oral, Morder Tomar y vs. vs. maternante
respiratoria, aferrarse Desconfianza Retraimiento
sensorial Básica
NIÑEZ ZONA: anal Retentivo. Soltar. Autonomía Voluntad Personas
TEMPRANA ETAPA: anal, Eliminatorio Aferrar. vs. vs. parentales
uretral, Vergüenza y Inhibición
muscular duda
EDAD DE JUEGO ZONA: genital Intrusivo Conquistar. Iniciativa Propósito Familia básica
ETAPA: infantil, Inclusivo Atrapar vs. finalidad
locomotor Culpa vs.
Inhibición
EDAD ESCOLAR LATENCIA Ha dominado Industria- Eficacia o Familia-Escuela-
los modos Productividad competencia Vecindad
orgánicos vs. vs.
Inferioridad Inercia
Confianza básica versus desconfianza básica
El estado general de confianza implica no solo que uno ha aprendido a confiar en a mismidad y
la continuidad de los proveedores externos, sino también que uno puede confiar en uno
mismo y en la capacidad de los propios órganos para enfrentar las urgencias, y que uno es
capaz de considerarse suficientemente digno de confianza como para que los veedores no
necesiten estar en guardia para evitar un mordisco.
Las madres crean en sus hijos un sentimiento de confianza mediante ese tipo de manejo que
en su cualidad combina el cuidado sensible de las necesidades individuales del niño y un firme
sentido de confiabilidad personal dentro del marco seguro del estilo de vida de su cultura.
La vergüenza supone que uno está completamente expuesto y consciente de ser mirado: en
una palabra, consiente de uno mismo. Uno es visible y no está preparado para ello. Vergüenza
se expresa desde muy temprano en un impulso a ocultar el rostro.
Esta etapa se vuelve decisiva para la proporción de amor y odio, cooperación y terquedad,
libertad de autoexpresión y su supresión. Un sentimiento de autocontrol sin la pérdida del
autocontrol da origen a un sentimiento perdurable de buena voluntad y orgullo; un
sentimiento de pérdida de autocontrol y de un sobre control foráneo da origen a una
propensión perdurable a la duda y la vergüenza.
Mientras que la autonomía tiene como fin mantener alejados a los rivales potenciales, por lo
tanto, puede llevar a una rabia llena de celos dirigida la mayoría de las veces contra los
hermanos menores, la iniciativa trae apareada la rivalidad anticipatoria con las que han llegado
primero y pueden, por lo tanto, ocupar con su equipo superior el campo hacia el que está
dirigida la propia iniciativa.
El principio del trabajo, le enseña el placer de completar el trabajo mediante una atención
sostenida y una diligencia perseverante.
El peligro del niño radica en un sentimiento de inadecuación e inferioridad. Si desespera de sus
herramientas y habilidades o de su status entre sus compañeros, puede renunciar a la
identificación con ellos y con un sector del mundo de la herramienta. El hecho de perder toda
esperanza de tal asociación “industrial “puede hacerlo regresar a la rivalidad familiar más
aislada, menos centrada en las herramientas de la época edípica.
Luisa Gonzales Pena: Génesis de las relaciones objetales hasta la constitución del objeto
libidinal.
Los factores hereditarios y congénitos son las capacidades contenidas en la matriz hereditaria
que se van a desplegar a partir de la interacción con los otros factores de la serie. En este
sentido es importante prestar atención a la segunda serie que está constituida por las
experiencias infantiles, que adquieren psiquismo y de formación de la personalidad.
Estas experiencias infantiles se van a dar en un determinado medio ambiente que puede
ofrecer al bebé los estímulos adecuados para que aproveche al máximo sus dotes innatas, así
como puede también dificultar su desarrollo.
El niño inicia su vida como parte del cuerpo como parte del cuerpo de la madre y por mucho
tiempo ella lo trata como si fuera su prolongación corporal. No hay clara diferenciación entre
psique y soma, impulso y objeto, entre mundo interno y mundo externo, entre yo y no yo.
La particular relación que se establece entre madre e hijo, genera un vínculo importante y
constitutivo del niño. Una relación armónica facilita el despliegue progresivo de una
personalidad sana, en tanto que una relación perturbada interfiere en este proceso y genera
diversas patologías.
o Relación: hace referencia a la forma en que el sujeto constituye los objetos así como a
la forma en que los objetos modelan la actividad del sujeto.
o De: señala la interrelación, pues el objeto no preexiste a la relación con el sujeto ni
éste está constituido cuando se inicia la relación.
o Objeto: debe entenderse en el sentido específico que tienen para el psicoanálisis. Hace
referencia al otro humano, persona.
Una forma de definir la teoría de las relaciones objetales es afirmar que esta pretende dar
cuenta de cómo la experiencia de la relación con los objetos genera organizaciones internas
perdurables de la mente. Esta teoría permitiría integrar, en forma armoniosa, los elementos
“internos” y “externos” de la experiencia humana, ya que investiga y conceptualiza la
influencia de las relaciones interpersonales “externas” sobre la organización de las estructuras
mentales “internas”.
La segunda postura teórica enfatiza el efecto estructuralmente que la relación real con el
objeto y con el entorno cultural tiene sobre el psiquismo.
La mayor parte del primer año de vida el bebé se esfuerza por sobrevivir, formando y
elaborando dispositivos de adaptación que le permitan lograr esta meta. Surge una situación
complementaria que el autor denomina díada. En la medida en que las potencialidades propias
del infante se desarrollan en el transcurso del primer año de vida, se irá haciendo
independiente del medio que lo rodea.
Spitz mantiene la idea de que la libido es el material primitivo, la fuerza heredada que se
necesita y utiliza en el curso de la evolución, le adjudica un papel decisivo en el desarrollo a los
primeros contactos humanos. Recurre a la embriología para tomar el término de “organizador”
que denomina a ciertas estructuras que se desarrollan en un determinado punto donde se
juntan diversas líneas de desarrollo.
Él bebe neonato está protegido por una barrera contra los estímulos, un umbral de
percepción que excluye al mundo exterior. En la percepción predominan los sistemas
propioceptivos e interoceptivos y las respuestas se producen según la percepción de
las necesidades comunicadas por estos sistemas.
Spitz destaca que al final del segundo mes aparece una reacción en el niño que llama la
atención. Si el niño llora porque necesita ser higienizado y se le acerca una persona
adulta este se calma. Se observa entonces que el ser humano adquiere una posición
única entre las cosas que lo rodean y el niño desde este momento percibe visualmente
la aproximación del ser humano.
En el curso del tercer mes se observa la aparición de una conducta afectiva que para
Spitz resulta el indicador del nuevo estadio. Esta conducta es la respuesta de sonrisa al
rostro humano de frente y en movimiento, en donde se ven los ojos, la nariz y la boca.
El bebé no reconoce aun el rostro humano como un objeto, sino más bien como una
Gestalt (forma)-señal privilegiada. Esta señal-forma constituye un precursor del
reconocimiento del objeto, y por ello el estadio que ahora se inicia es definido como
del objeto precursor. Este estadio se extenderá hasta los seis u ocho meses de vida.
Haber llamado a esta reacción con el término angustia se debe a que se la interpreto
como una consecuencia de la frustración provocada por no ser la madre esperada la
figura que se presenta. Esta angustia se produce ya que con la individualización de la
madre aparece la percepción que tanto los deseos amorosos como los agresivos, van
dirigidos a una misma persona. Antes el objeto bueno que daba el pecho y el otro que
frustraba eran objetos diferentes. Ahora al identificar a la madre, se fusionan y es una
misma persona a la que ama y odia. La ausencia de la madre provoca angustia por el
miedo de que la agresión dirigida hace ella la haya dañado. Esta es la primera angustia
verdadera.
Esta angustia es el segundo organizador por que el yo alcanza tal madurez que se
puede analizar en las siguientes funciones:
La percepción alcanza tal desarrollo que el objeto de amor se distingue
visualmente de los demás objetos.
La motricidad es controlada por el yo y le permite una actividad
intencional.
Se ejerce la actividad intencional del juicio.
El principio de realidad interviene cada vez con mayor frecuencia.
Se puede hablar de un Yo propiamente dicho, cuya función sintetizadora
conduce a una fusión pulsional e integración del objeto en la única persona
de la madre.
El niño comprende y responde a los gestos sociales.
Comprende las relaciones entre las cosas.
Aparecen nuevos matices en la expresión afectiva.
Con todo esto Spitz considera que al finalizar el primer año se construyen relaciones
objetales estables.
A partir del primer año pasa a primer plano la locomoción como un progreso madurativo
que implica peligros para el niño dificultades para su medio. La intervención de la madre se
hace más imperativa. Se transforman de manera radical los intercambios entre hijo y
madre.
Los intercambios entonces, se centran en torno a los arrebatos del niño y las órdenes y
prohibiciones de la madre. El niño comprende lo que la madre prohíbe a través de un
proceso de identificación.