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Algunos puntos del yo y el ello.

(apuntes)

La represión es el mecanismo fundamental de la neurosis y el punto preliminar a la


formación de síntomas.

El deseo que crea el sueño proviene de la infancia, quiere volver la infancia a la


realidad, corregir el presente conforme al modelo de la infancia, parecido a la
compulsión a la repetición, pero en el sueño.

El sistema P. no tiene memoria, no puede conservar las huellas mnémicas, las


percepciones están comandadas por las huellas mnémicas ya que determinan
cómo uno percibe.

El síntoma es el retorno de lo reprimido. El síntoma es una forma de satisfacción


de la pulsión. El neurótico reprime el perverso expone.

El no al principio del placer, la demora, que va a imponer el principio de realidad,


busca más satisfacción por rodeo, por eso el superyó es el abogado del ello,
porque va a decir, esto no, esto sí, va a bordear, a defender aquello que el ello
pretende.

El Icc se maneja por el proceso primario.

El análisis busca darle herramientas al yo para que pueda dominar al ello. Donde
el ello era el yo debe advenir, ahí donde imperaba la pulsión el yo debe advenir.

El yo tiene una parte consciente y otra inconsciente. El súper yo también, y el ello


es puro inconsciente y su génesis es incierta, esta desde que nacemos, nacemos
siendo puro ello.

Dos hipótesis y tres mociones para armar la teoría del superyó. Una hipótesis
sostiene que el superyó es representante del ello y del mundo externo (normas,
ideales, la cultura, la moral). y la otra hipótesis es que hay dos caminos por los
cuales los contenidos del ello, las pulsiones, llegan al yo, uno es directo y el otro
es indirecto, el camino indirecto es el que pasa por el súper yo.
El ello a través del superyó le ordena el yo. Abogado del ello.

El súper yo utiliza la ley al servicio de la satisfacción pulsional, una vez más, por
esto se dice que el súper yo es el abogado del ello. Tres tipos de identificaciones
en el súper yo:

1) identificación con el padre, que es una identificación primaria, el macho alfa.


2) identificación post edípica. El súper yo es herencia del complejo de Edipo.
(la autoridad).
3) Identificación con el súper yo de los padres. El súper yo trabaja con la
representación del oído, representación palabra y a veces con lo que se
sugería. El súper yo, la instancia parental agenciada por voces, voces que
le hablan en tercera persona. El ello, por medio de la voz llega al yo. El ello
toma posición de la palabra a través del superyó como operador vocal. El
súper yo accede a la conciencia en términos de reproches, críticas,
acusaciones.

Las funciones del súper yo: conciencia moral, observación de sí, auto-moral,
formación de ideales.
El súper yo como el padre despersonalizado.

El mundo exterior accede al yo por dos caminos:


1) Directo, mediante el sistema preconsciente.
2) Indirecto, pasa por el superyó.

Tanto el ello como el mundo externo cuando acceden al yo por la mediación del
Severo amo (súper yo) introduce un sesgo imperativo. Mientras el yo es
esencialmente representante del mundo exterior, el súper yo se le enfrenta como
abogado del mundo interior del ello. La ley queda situada al servicio del ello.

Cuando se establece el principio de realidad, una actividad del pensar se escinde,


no queda abarcado por el principio de realidad, es el fantasear. La Fantasía está
regida por el principio del placer.

El súper yo es abogado del ello porque el súper yo, a través del principio de
realidad, pone un límite, y por ese límite que pone el súper yo están las
repeticiones placenteras. El principio de realidad permite la repetición placentera,
porque el principio de realidad pone un límite, están las repeticiones placenteras.

El yo y el ello, además de hacer consciente lo inconsciente se agrega donde el ello


era el yo debe advenir y aparece la segunda tópica, la primera tópica resulta
insuficiente ya que hay resistencias que provienen del yo, pero de una parte
inconsciente del yo.

El ello es totalmente inconsciente y ahí se ubican las pulsiones, el súper yo lo


representa. El súper yo representa al ello y al mundo externo, el súper yo es
abogado del ello porque pone la ley al servicio de la satisfacción, el súper yo le
allana el camino al ello. El súper yo es representante del ello y del mundo externo,
la moral, las sanciones. El súper yo es el abogado del ello, utiliza la ley al servicio
de la satisfacción pulsional, lo defiende.

Tres funciones del Súper yo:


1 conciencia moral, castigar, pulsión sádica, el súper yo es sádico.
2 observación de sí, vigilar, pulsión de ver.
3 ideal del yo, formación de ideales, propiciar la sublimación.

El ello y el yo, la conciencia es una cualidad de lo psíquico. Ser consciente, es en


primer lugar, un término puramente descriptivo que se basa en la percepción más
inmediata y segura.
Nos vemos obligados a aceptar que existen procesos o representaciones anímicas
de gran energía, que, sin llegar a ser conscientes, pueden provocar en la vida
anímica las más diversas consecuencias, algunas de las cuales llegan a hacerse
conscientes como nuevas representaciones.

Se nos representan dos tipos de inconsciente, lo inconsciente latente, capaz de


conciencia, y lo reprimido, incapaz de conciencia. A lo latente, que solo es
inconsciente en un sentido descriptivo y no en un sentido dinámico, lo
denominaremos pre-consciente y reservamos el nombre de inconsciente para lo
reprimido, dinámicamente inconsciente.

El yo domina la motilidad, el analizado presenta obstáculos cuando nos


aproximamos a lo reprimido, y no sabe nada de estos obstáculos que presenta,
esta resistencia parte de su yo, sabe, adivina que actúa en él una resistencia que
no se puede nombrar, esto es la prueba de que en el yo hay algo también
inconsciente. El ello es la herencia de lo más precario, el yo es parte del ello. Se
necesita la segunda tópica.
Lo inconsciente, susceptible de consciencia, lo inconsciente reprimido, lo
consciente, y un tercer inconsciente no reprimido.

Todo lo reprimido es inconsciente pero no todo lo inconsciente es reprimido. Un


tercer inconsciente, un inconsciente no reprimido, una parte Icc del yo.

Como algo inconsciente se hace consciente está mal redactado, es como algo
inconsciente se hace preconsciente.

Groddeck: aquello que llamamos nuestro yo se conduce en la vida pasivamente y


que, en vez de vivir, somos vividos por poderes ignotos e invencibles.

El yo es la superficie del ello que entra en contacto con la realidad, es una


modificación en la superficie del ello. El sistema P.
Ello, caballo. Yo, jinete. Toma fuerzas prestadas. El yo quiere transformar como el
jinete la voluntad del caballo como si fuera suya. Cuando el yo toma los rasgos del
objeto, se ofrece, por decirlo así, como tal al ello e intenta compensarle la pérdida
experimentada diciéndole: podes amarme, soy parecido al objeto perdido. Tal es
la transformación de la libido objetal, la libido narcisista.

El súper yo abogado del mundo interior del ello se opone al yo, representante del
mundo externo y la realidad.

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