indisoluble identificaci6n rnagica del mito y la materia, por una
interpretaci6n nada egipcia creada por la filosofia y la poesia grlegas... En ningun campo quedan mejor ilustradas las extrafias relacio- nes culturales de Egipto y Grecia ni mas evidentes las fatales consecuencias de la interpretaci6n simb6lica dada por los griegos a los hechos egipcios que en la idea que los griegos tenian de la escritura jeroglifica y el ulterior desarrollo de la denominada tra- dici6n jeroglifica». 5
El interes que suscitaban en los griegos los jeroglificos egipcios era
en realidad consecuencia de una concepci6n err6nea. Al interpretar mal sus fuentes egipcias cripticas y fragmentarias llegaron al convencimien- 10 de que los jeroglificos no guardaban relaci6n alguna con el lenguaje normal, sino que eran tan s610 expresi6n pict6rica y alegorica del saber sagrado. Plotino (204-270 d. C.) nos ha dejado una formulaci6n con- creta de esta idea:
«A mi parecer, los sabios de Egipto -bien sea por un conoci-
miento preciso 0 por intuici6n natural- indicaron la verdad alli donde, en su afan de lograr la exposici6n filos6fica, abandonaban las formas de escritura detallada de palabras y frases -los ca- racteres que representan los sonidos y comunican los silogismos del razonamiento- sustituyendolas por el trazado de dibujos, gra- banda en las inscripciones de los templos una imagen distinta para cada concepto distinto. De esta manera dejaban constancia de la ausencia de discursividad del reino intelectual. Y es que cada manifestaci6n de conocimiento y sabiduria constituye una imagen concreta, un objeto en si misma, una unidad inmediata de razonamiento discursivo y voluntad detallada y no algo afiadido», 6
En un comentario que figuraba como apendice de su traducci6n
latina de Plotino, editada en 1492, Marsilio Ficino (1433-99) observaba que:
«Nuestra concepci6n del "tiempo" es compleja y cambiante. Por
ejemplo, "el tiempo pas a con rapidez", "el tiempo es ciclico y acaba donde empez6", "el tiempo nos ensefia a ser prudentes", "el tiempo da y quita". Toda esta gama de ideas la englobaban los egipcios en una figura s6lida y unica cuando dibujaban una serpiente alada rnordiendose la cola. Y existen muchas otras figuras semejantes descritas por Horus». 7
Cuando de cia Horus, Ficino se referia a Horus Apolo u Horapolo,
autor de los Hieroglypbica, que se decia eran traducci6n griega de una