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1- INTRODUCCIÓN
Cada individuo en lo particular y las sociedades en lo general han tenido y tienen
una idea específica sobre qué es la justicia. Pero, esta concepción no es estática,
ha pasado por diferentes estadios comtianos que la hace evolucionar de un
estadio absoluto e inmutable a otro relativo, evolutivo, histórico y culturalmente
diferente; esto es, lo que hoy es justo, mañana puede no serlo.
2.3 En la modernidad
Edad Moderna = el iusnaturalismo se desvincula de todo ropaje religioso y se
presenta como una doctrina netamente racional que indaga y expone
sistemáticamente las normas de convivencia social.
El Renacimiento = florecimiento de la filosofía política con Maquiavelo; y,
sobretodo el afianzamiento del iusnaturalismo en su vertiente racionalista y
secularizada a la que pertenecen los más importantes filósofos y juristas de
aquellos tiempos como Vázquez de Menchaca, Grozio, Pufendorf, Hobbes, Locke,
Hume, Rousseau y Montesquieu, quienes se inclinaron más por la justicia social
que por aquella particular.
Aunque estos pensadores siguen direcciones especulativas diferentes respecto
del origen del Estado, su punto en común es que todo conocimiento del mundo
exterior parte de la razón y no de los sentidos, y por ello afirman que no puede
concebirse justicia sin ley y ésta sin el Estado.
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Escuela del Iusnaturalismo Racional = La importancia de esta escuela radica en
que sus pensadores creyeron resolver el problema de la justicia a través de un
principio fundamental único: la justicia está dentro del ser humano, en la propia
naturaleza humana, es decir, se apoyan exclusivamente en la razón humana, sin
buscar apoyo en Dios, sino en su propio razonamiento.
El introductor de esta idea fue el jesuita Vázquez de Menchaca con su obra
Controversiae Illustres, publicada en Salamanca en 1549, en la que el jurista
español entendió por ratio recta aquella razón natural susceptible de conducir a
resultados útiles para la convivencia pacífica de los hombres; esto es, la medida
para juzgar como válida a una ley, no es su deducción lógica de un principio
superior, sino la utilidad concreta y su conveniencia para la humanidad.
Hugo Grocio (1583-1645)
en oposición con la doctrina del derecho natural de la antigüedad y del
cristianismo, señala que la fuente inmediata del derecho natural es la naturaleza
misma del hombre, que nos impulsa a la vivir en sociedad, y la fuente de
conocimiento de aquel derecho es la “recta razón humana”.
Pufendorf:
establece la diferencia entre derecho natural y teología moral.
el derecho natural se obtiene de la luz que ilumina la razón; la teología, en cambio,
de la particular revelación divina hecha a los sacerdotes. El primero es común a
toda la gente; la segunda opone lo mundano del derecho natural y la
trascendencia de la teología moral.
Si los anteriores pensadores creyeron que la justicia está dentro del ser
humano, los siguientes filósofos políticos pregonan que la justicia se
encuentra en la ley positiva emanada primerio de la voluntad social y
después por el Estado mismo.
Hobbes (1588-1679)
Cuando los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, se
hallan en la condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la
de todos contra todos. En esta guerra de todos contra todos se da una
consecuencia: que nada puede ser injusto. Las nociones de derecho e igualdad,
justicia e injusticia están fuera de lugar. Donde no hay poder común, la ley no
existe: donde no hay ley, no hay justicia.
Al carecer de un gobierno y vivir en estado bestial, el derecho natural es reducido
a dos normas: mantener la promesa hecha a sus iguales y en cuanto a los más
fuertes, hay necesidad de obedecer sus órdenes. De esta manera se sigue y se
logra la paz. Pero esta paz no es permanente, así que eventualmente la multitud
se unirá a una persona que se denomina Estado.
EL SIGUIENTE FILÓSOFO POLÍTICO PREGONAN QUE LA JUSTICIA SE
ENCUENTRA EN LA LEY POSITIVA EMANADA PRIMERIO DE LA VOLUNTAD
SOCIAL Y DESPUÉS POR EL ESTADO MISMO.
EMPIRISMO
John Locke (1632-1704) es el fundador de esta visión científica
El empirismo considera que el método para llegar al conocimiento no es el camino
especulativo sino el experimental sobre el que se basa.
Locke no cree que existan las ideas innatas, ya que el ser humano es una hoja en
blanco al nacer.
Respecto a la justicia, en su Ensayo sobre el Entendimiento Humano sostiene que
la humanidad estaba dotada de razón y conciencia. Esa razón practica lo lleva a
unirse con sus congéneres hasta formar una sociedad que fue una opción
libremente escogida por el hombre.
La soberanía descansa en el pueblo y la seguridad de sus derechos es el único
propósito del gobierno.
David Hume (1711-1776)
Da paso a la mentalidad moderna, habida cuenta que su concepto de justicia es
radicalmente diferente al iusnaturalismo racionalista.
La justicia no es un hecho natural sino artificial, virtual, inventada y establecida
convencionalmente por los hombres. Él afirma que los seres humanos no
poseemos un instinto natural de justicia; por el contrario solemos ser parciales,
incluso respecto de nosotros mismos.
El remedio contra tal parcialidad: el sentido de la justicia.
Él cree que en los casos de extrema necesidad o de extrema abundancia, el
sentido de justicia, de propiedad o derecho, desaparece; precisamente porque son
virtudes artificiales.
La justicia es una virtud distinta de otras, porque está referida no al bien particular
de los individuos sino al de toda la sociedad.
La paz y el orden son consecuencias de la justicia.
Charles-Louis de Secondat (1689-1755)
las leyes son las relaciones naturales derivadas de la naturaleza de las cosas
el hombre como ser físico, es como los demás cuerpos, gobernado por leyes
invariables; como ser inteligente viola sin cesar las leyes que Dios ha establecido y
cambia las que él mismo estableció.
Él está de acuerdo con Hobbes en cuanto acepta que la fuerza general resultante
de la reunión de los particulares puede ponerse en manos de uno sólo o en la de
varios.
ley positiva = normas particulares en donde se aplica la misma razón humana.
El afirma que no hay libertad si el poder de juzgar no está bien deslindado del
Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo.
“los jueces de la nación, no son ni más ni menos que la boca que pronuncia las
palabras de la ley, seres inanimados que no pueden mitigar la fuerza y el rigor de
la ley misma”