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LA JUSTICIA EN EL LENGUAJE DE LOS FILÓSOFOS

1- INTRODUCCIÓN
Cada individuo en lo particular y las sociedades en lo general han tenido y tienen
una idea específica sobre qué es la justicia. Pero, esta concepción no es estática,
ha pasado por diferentes estadios comtianos que la hace evolucionar de un
estadio absoluto e inmutable a otro relativo, evolutivo, histórico y culturalmente
diferente; esto es, lo que hoy es justo, mañana puede no serlo.

Clasificación de la filosofía del derecho


La filosofía del derecho ha dado a la justicia un lugar dentro de los tres problemas
fundamentales que ha tratado tradicionalmente: la axiológica, la ontológica y la
función fenomenológica del derecho.
El problema de la justicia da lugar a todas aquellas investigaciones que tratan de
explicar los valores supremos hacia los cuales tiende el derecho. De aquí nace la
filosofía del derecho como teoría de la justicia (función axiológica del derecho).
El problema de la validez esta dirigido a precisar en qué consiste el derecho
como regla obligatoria y coactiva; cuáles son las características peculiares del
ordenamiento jurídico que lo hacen diferente de otros ordenamientos normativos
_ como la moral. De aquí nace la filosofía del derecho como teoría general del
derecho (función ontológica del derecho).
El problema de la eficacia estudia el comportamiento efectivo de los seres
humanos que viven en sociedad, sus reacciones frente a la autoridad; la vida del
Derecho, su desarrollo y cambios institucionales. (sociología jurídica)

2. Concepciones históricas sobre la justicia


2.1 EN LA ANTIGÜEDAD
En tiempos de Sócrates (470-399 a.C.), la justicia era vista en una posición
intersubjetiva de fuerza.
Los sofistas, entre ellos Trasímaco, en el Libro I de La República de Platón,
afirman que el concepto de justicia de Sócrates son patrañas y que la justicia no
es otra cosa que lo que es útil para el más fuerte.
Calicles en otro diálogo platónico lanzó otra condena a los débiles y esta
exaltación de los más fuertes.
En ese tiempo el criterio de lo justo era similar al de los animales, es decir,
que el fuerte domine al débil y posea más.
Para los idealistas _ Platón (427-347 a.C.) y sus seguidores _ la justicia es
vista con relación al individuo como la suma de todas sus virtudes encontradas
en el orden interno del alma: a la razón corresponde la sabiduría; a la voluntad,
el valor; a los apetitos, la templanza.
Como virtud estatal, la justicia está compuesta por los gobernantes con su
sabiduría; los guardianes con su valor y la templanza entre los trabajadores:
agricultores, artesanos y comerciantes.
De tal manera que así como en cada individuo deben las virtudes hallarse
coordinadas, en el Estado perfecto ha de existir armonía entre las clases
sociales y sus actividades, a fin de que pueda reinar la justicia

Aristóteles (384-322 a.C)


Aristóteles se separa de su maestro y el concepto de justicia es bajado al mundo
real, y con ello se socializa porque el que la posee puede practicar la virtud con
relación a otro y no sólo para sí mismo sino incluso con la comunidad.
La igualdad es un término medio entre el exceso y el defecto, el mucho y el poco.
En el Libro V de la Ética Nicomaquea, Aristóteles distinguió 2 clases de justicia
dentro de las cuales la igualdad se manifiesta en dos formas diferentes:
Justicia conmutativa: se rige entre particulares, desiguales por naturaleza, pero
iguales ante la ley.
Justicia distributiva: es utilizada por el Estado en el tratamiento de una
pluralidad de personas quienes siendo desiguales entre sí por sus riquezas,
honores, necesidades, etcétera, deben recibir un trato desigual entre ellos.
creyendo que si alcanzan lo intermedio se alcanzará justicia
2.2 EN EL DERECHO ROMANO Y LA PATRÍSTICA CRISTIANA
Derecho romano, a Ulpiano (170-228 d.C.)
Justicia = es la voluntad firme y perpetua de dar a cada uno lo que le pertenece.
Cicerón (106 a.C.-43 d.C.)
La justicia no se funda en las leyes positivas sino en la ley natural que es
suprema, igual en todos los tiempos, anterior a cualquier ley escrita y al Estado;
sin ésta sería imposible distinguir entre una ley justa y una injusta.
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La patrística cristiana ve relejada en la ley a la justicia, expresada entre otros
pensadores a través de San Agustín (354-430 d.C.) y Tomás de Aquino (1224-
1274).
San Agustín (354-430 d.C.)
La justicia realiza previamente una distinción entre ley eterna, ley natural y ley
humana o temporal.
Ley eterna = la razón o la voluntad de Dios que es inmutable y universal. Ésta es
conocida por los hombres por vía de la ley natural, que resulta entonces, relejo de
la eterna.
La ley humana o temporal = es una derivación de la eterna a través de la natural y
si se aparta de la voluntad de Dios no será verdaderamente una ley.
Lo justo no es todo aquello que impone o prohíbe la ley eterna, sino sólo aquello
que ayude a la ley humana a realizar su finalidad concreta: asegurar la paz y el
orden de la sociedad, procurando un espacio en donde los hombres puedan
realizar su fin temporal y eterno.
San Agustín, como Platón, también se refiere a la justicia como una cualidad que
distingue al Estado de cualquier otra asociación de hombres con fines abyectos.
Tomás de Aquino (1224-1274)
Santo Tomás continúa el desarrollo de la distinción tripartita de la ley, en eterna,
natural y humana.
La ley eterna, fuente de todas las demás leyes, es la razón eterna de Dios.
La participación de la ley eterna en el hombre es la ley natural, cuyo principio
rector es hacer el bien y evitar el mal.
Esta ley natural dirige y orienta a los actos humanos y es una y única en todos los
hombres. Esta finalidad permite entender por qué Santo Tomás afirma que una ley
es también justa cuando está ordenada en vista del bien común.

2.3 En la modernidad
Edad Moderna = el iusnaturalismo se desvincula de todo ropaje religioso y se
presenta como una doctrina netamente racional que indaga y expone
sistemáticamente las normas de convivencia social.
El Renacimiento = florecimiento de la filosofía política con Maquiavelo; y,
sobretodo el afianzamiento del iusnaturalismo en su vertiente racionalista y
secularizada a la que pertenecen los más importantes filósofos y juristas de
aquellos tiempos como Vázquez de Menchaca, Grozio, Pufendorf, Hobbes, Locke,
Hume, Rousseau y Montesquieu, quienes se inclinaron más por la justicia social
que por aquella particular.
Aunque estos pensadores siguen direcciones especulativas diferentes respecto
del origen del Estado, su punto en común es que todo conocimiento del mundo
exterior parte de la razón y no de los sentidos, y por ello afirman que no puede
concebirse justicia sin ley y ésta sin el Estado.
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Escuela del Iusnaturalismo Racional = La importancia de esta escuela radica en
que sus pensadores creyeron resolver el problema de la justicia a través de un
principio fundamental único: la justicia está dentro del ser humano, en la propia
naturaleza humana, es decir, se apoyan exclusivamente en la razón humana, sin
buscar apoyo en Dios, sino en su propio razonamiento.
El introductor de esta idea fue el jesuita Vázquez de Menchaca con su obra
Controversiae Illustres, publicada en Salamanca en 1549, en la que el jurista
español entendió por ratio recta aquella razón natural susceptible de conducir a
resultados útiles para la convivencia pacífica de los hombres; esto es, la medida
para juzgar como válida a una ley, no es su deducción lógica de un principio
superior, sino la utilidad concreta y su conveniencia para la humanidad.
Hugo Grocio (1583-1645)
en oposición con la doctrina del derecho natural de la antigüedad y del
cristianismo, señala que la fuente inmediata del derecho natural es la naturaleza
misma del hombre, que nos impulsa a la vivir en sociedad, y la fuente de
conocimiento de aquel derecho es la “recta razón humana”.
Pufendorf:
establece la diferencia entre derecho natural y teología moral.
el derecho natural se obtiene de la luz que ilumina la razón; la teología, en cambio,
de la particular revelación divina hecha a los sacerdotes. El primero es común a
toda la gente; la segunda opone lo mundano del derecho natural y la
trascendencia de la teología moral.
Si los anteriores pensadores creyeron que la justicia está dentro del ser
humano, los siguientes filósofos políticos pregonan que la justicia se
encuentra en la ley positiva emanada primerio de la voluntad social y
después por el Estado mismo.

Hobbes (1588-1679)
Cuando los hombres viven sin un poder común que los atemorice a todos, se
hallan en la condición o estado que se denomina guerra; una guerra tal que es la
de todos contra todos. En esta guerra de todos contra todos se da una
consecuencia: que nada puede ser injusto. Las nociones de derecho e igualdad,
justicia e injusticia están fuera de lugar. Donde no hay poder común, la ley no
existe: donde no hay ley, no hay justicia.
Al carecer de un gobierno y vivir en estado bestial, el derecho natural es reducido
a dos normas: mantener la promesa hecha a sus iguales y en cuanto a los más
fuertes, hay necesidad de obedecer sus órdenes. De esta manera se sigue y se
logra la paz. Pero esta paz no es permanente, así que eventualmente la multitud
se unirá a una persona que se denomina Estado.
EL SIGUIENTE FILÓSOFO POLÍTICO PREGONAN QUE LA JUSTICIA SE
ENCUENTRA EN LA LEY POSITIVA EMANADA PRIMERIO DE LA VOLUNTAD
SOCIAL Y DESPUÉS POR EL ESTADO MISMO.

EMPIRISMO
John Locke (1632-1704) es el fundador de esta visión científica
El empirismo considera que el método para llegar al conocimiento no es el camino
especulativo sino el experimental sobre el que se basa.
Locke no cree que existan las ideas innatas, ya que el ser humano es una hoja en
blanco al nacer.
Respecto a la justicia, en su Ensayo sobre el Entendimiento Humano sostiene que
la humanidad estaba dotada de razón y conciencia. Esa razón practica lo lleva a
unirse con sus congéneres hasta formar una sociedad que fue una opción
libremente escogida por el hombre.
La soberanía descansa en el pueblo y la seguridad de sus derechos es el único
propósito del gobierno.
David Hume (1711-1776)
Da paso a la mentalidad moderna, habida cuenta que su concepto de justicia es
radicalmente diferente al iusnaturalismo racionalista.
La justicia no es un hecho natural sino artificial, virtual, inventada y establecida
convencionalmente por los hombres. Él afirma que los seres humanos no
poseemos un instinto natural de justicia; por el contrario solemos ser parciales,
incluso respecto de nosotros mismos.
El remedio contra tal parcialidad: el sentido de la justicia.
Él cree que en los casos de extrema necesidad o de extrema abundancia, el
sentido de justicia, de propiedad o derecho, desaparece; precisamente porque son
virtudes artificiales.
La justicia es una virtud distinta de otras, porque está referida no al bien particular
de los individuos sino al de toda la sociedad.
La paz y el orden son consecuencias de la justicia.
Charles-Louis de Secondat (1689-1755)
las leyes son las relaciones naturales derivadas de la naturaleza de las cosas
el hombre como ser físico, es como los demás cuerpos, gobernado por leyes
invariables; como ser inteligente viola sin cesar las leyes que Dios ha establecido y
cambia las que él mismo estableció.
Él está de acuerdo con Hobbes en cuanto acepta que la fuerza general resultante
de la reunión de los particulares puede ponerse en manos de uno sólo o en la de
varios.
ley positiva = normas particulares en donde se aplica la misma razón humana.
El afirma que no hay libertad si el poder de juzgar no está bien deslindado del
Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo.
“los jueces de la nación, no son ni más ni menos que la boca que pronuncia las
palabras de la ley, seres inanimados que no pueden mitigar la fuerza y el rigor de
la ley misma”

El Contrato Social, Rousseau (1712-1778)


Parte de la idea de que el hombre ha nacido libre y sin embargo en todas partes
se encuentra encadenado.
Él afirma que si bien la fuerza hizo a los primeros esclavos, el más fuerte no lo fue
jamás bastante para ser siempre el amo o señor, sino transforma su fuerza en
derecho y la obediencia en deber.
Para Rousseau, el contrato social establece entre los ciudadanos una igualdad tal,
que todos se obligan bajo las mismas condiciones y todos gozan de idénticos
derechos; el pacto social tiene como fin la conservación de los contratantes, todo
malhechor, atacando el contrato social, se convierte por sus delitos en rebelde y
traidor a la patria; cesa de ser miembro de ella al violar sus leyes y le hace la
guerra.
Las leyes le dan movimiento y voluntad al cuerpo político y son actos que emanan
de la voluntad general, ni siquiera el príncipe está por encima de ellas.
LA REVOLUCIÓN FRANCESA MATERIALIZA LA DIVISIÓN DE PODERES
SOÑADA POR LOS PRECEDENTES ILUSTRADOS Y FORMA OTRA
GENERACIÓN DE FILÓSOFOS QUE SE OCUPAN NO YA DE LO POLÍTICO,
SINO DE LA FORMACIÓN ESPIRITUAL DEL NUEVO HOMBRE FORJADO EN
AQUEL CAMBIO SOCIAL.
En Kant, (1724-1804)
Kant dio inició la conciliación del derecho con la moral
las ideas racionalistas como las del empirismo se conjugan en este personaje que
al igual que Locke sostiene que todo conocimiento se obtiene a través de los
sentidos. Sin embargo, Kant señala, en su Crítica de la Razón Pura que estos
tienen sus limitaciones, ya que nuestros sentidos no logran captar ciertos
fenómenos por estar fuera de los límites de nuestra capacidad, es decir, no
podemos aprehender de todas las cosas que existen en el mundo.
La justicia dependerá no sólo del grado de percepción o de la propia naturaleza
del sentido por el cual la percibimos, sino también de nuestra experiencia.
Kant, en Crítica de la Razón Práctica, también cree que la clave para llegar al
conocimiento y entendimiento del mundo es con base en la experiencia del ser
humano y en ella se apoya la ciencia.
¿Si el ser humano se rige por normas, hasta qué punto se puede afirmar que la
voluntad humana es libre?
Existen principios morales como el bien o el mal, pero para que tengan sentido el
ser humano debe tener la suficiente libertad para escoger actuar de un modo u
otro. Si esto no fuera así, nadie podría lamentarse de haber actuado
incorrectamente, ya que no habría tenido más remedio que actuar de esa manera.
Kant es partidario de la retribución moral, es decir, que el mal se retribuya con el
mal, así como el bien amerita un premio.
Toda la obra filosófica de Kant es un continuo empeño en demostrar cómo es
posible conciliar la moralidad y la autonomía de la voluntad en un mundo basado
en una serie de leyes científicas que lo explican.
Kant sostiene que sólo puede decirse que alguien actúa de acuerdo o no con la
moral, si entiende las argumentaciones que hay en contra o a favor de una
actuación determinada, de modo que la noción de moralidad sólo se puede aplicar
a los seres racionales.
El mundo empírico se halla gobernado por leyes de validez universal, lo mismo
ocurre con el universo moral. De esto se deduce que la moral se fundamenta en la
razón. Por lo tanto, si la razón influye en mi voluntad, la voluntad se convertirá en
la facultad de escoger entre el bien y el mal, por sobre los instintos o dictados de
la naturaleza que me inclinan a veces a matar o robar.
Esta serie de consideraciones llevó a Kant a formular su célebre imperativo
categórico, como principio fundamental de la voluntad: “Procede de modo que la
máxima de tu conducta sea considerada norma de universal observancia”.
El imperativo categórico, sin duda influido por las ideas de libertad difundidas por
Rousseau, establece que la acción moral ha de estar basada en la voluntad
racional y que la máxima que podamos darnos ha de depender del valor universal
que debemos darles.
Al calificar a las intenciones como buenas o malas y reafirmar que los actos
morales van a las intenciones y los actos jurídicos a los resultados, Kant prende
fuego a la lucha ideológica que después sostendrán las escuelas causalistas y
finalistas en el derecho penal. Él piensa que solamente la voluntad puede ser
realmente buena y que la voluntad depende de nuestras intenciones; de ahí que
Kant concluya que nada es bueno sin una buena intención.
Kant nos dice es que los actos son heterónomos y pertenecen al mundo de lo que
es, al mundo del ser; y las intenciones a la moral pues dependen de un simple
deber ser de la voluntad.
Por lo que respecta a la justicia objetiva o material, establece su principio universal
del derecho: es justa toda acción que por sí o por su máxima, no es un obstáculo a
la conformidad de la libertad del arbitrio de todos con la libertad de cada uno
según leyes universales.
, la ley universal de derecho: obra exteriormente de modo que el libre uso de tu
arbitrio pueda conciliarse con la libertad de los demás según una ley universal
Si Kant dio inició la conciliación del derecho con la moral, Hegel (1770-1831)
termina por unirlos y eleva al Estado a la más alta espiritualidad social.
Según Hegel, el espíritu absoluto se manifiesta, primero, bajo la forma del
derecho de propiedad como resultado de la necesidad humana de poseer;
luego, en el contrato social por el cual se renuncia al libertinaje individual
para garantizar la libertad de todos; esto es, para otorgarla al dominio de la
razón colectiva representada por el Estado.
Hegel cree que el verdadero sentido de la moral ha de encontrarse en las diversas
formas que conducen al Estado. La primera de éstas es la familia a la que deine
como “espíritu sensible”. La segunda es la sociedad civil, espíritu formado por las
múltiples personas que constituyen cada familia. Por in,
Termina por unir el derecho con la moral y eleva al Estado a la más alta
espiritualidad social.
El Estado es la realización más precisa y clara de la voluntad general.
La esencia del Estado es la vida moral cuyo fin es la felicidad de los individuos.
Hegel ve la felicidad en la intención.
Rudolf Stammler (1856-1938) perteneciente a la Escuela de Marburgo
señala que la misión secundaria de la filosofía del derecho es también enseñar en
qué consiste la justicia.
Para Stammler, la noción de lo justo equivale a una racional ordenación del
mundo; opuesto a esto está el caos y la confusión en el espíritu. Un derecho justo
es un derecho positivo por tener un contenido concreto, una decisión jurídica sólo
es fundamentalmente justa cuando se halla orientada por la idea del derecho.
Stammler cree que la palabra justicia tiene varios Significados:
a) Significa, en primer término, la fiel aplicación del derecho vigente;
b) El juzgar de una determinada cuestión jurídica en el sentido de la noción
fundamental de toda posible ordenación en materia de derecho, y
c) Se trata de una cualidad fija de las aspiraciones jurídicas.
Esto es, todo derecho positivo constituye un ensayo de derecho justo, un impulso
hacia lo justo, un peculiar modo de ser del derecho positivo. Pero ¿qué significa
hablar de la justicia en el derecho? Stammler mismo responde: la cuestión de la
justicia en el derecho equivale a la de si está internamente fundado o si está
fundada de un modo objetivo su pretensión a ser obedecido. Un derecho
relativamente justo es aquel que cumple con los criterios de lo que se considera
como justo en un espacio y momento histórico dados. Es injusto, en cambio,
cuando no cumple con tales criterios o ya no se corresponde con los mismos.
El primer Radbruch (1878-1950),
Está ligado a la Escuela Sudoccidental Alemana o de Baden
La justicia es la pauta axiológica del derecho positivo y es meta del legislador.
La justicia del legislador requiere siempre de normas generales para ser
construida sobre bases de igualdad
El estableció dos clases de justicia:
Conmutativa (derecho privado): representa una igualdad aritmética entre una
prestación y una contraprestación, por ejemplo entre la mercancía y el precio,
entre el daño y la reparación, entre culpa y pena.
Distributiva (derecho público): Es la igualdad proporcional en el trato dado a
diferentes personas, por ejemplo en materia penal, nos preguntamos si dos
autores del mismo hecho criminoso deben o no recibir la misma pena atendiendo
a las circunstancias subjetivas tan diversas de los mismos.
Fines supremos del derecho: justicia, bien común y la seguridad jurídica
No todo el derecho es justo
2.4 En la posmodernidad
La posmodernidad ve nacer a un nuevo Radbruch. En efecto, luego de la tragedia
del nazismo, 1933-1945, se produjo en él una ruptura en su pensamiento
inicialmente positivista, el cual partiendo de las lapidarias frases “la ley es la ley”,
“órdenes son órdenes”, dejaba no sólo a Radbruch sino a todos los juristas que
compartían tal visión del derecho, inermes contra todas aquellas crueldades y
arbitrariedades convertidas en ley bajo aquel régimen. Tal ruptura lo acerca al
iusnaturalismo que renace a través de famosa frase de Vázquez de Menchaca:
“La injusticia extrema no es derecho”, con la cual reafirma en el segundo
Radbruch, la convicción de que cuando la contradicción de la ley positiva con la
justicia alcance una medida tan insoportable, la ley, en cuanto derecho injusto,
debe retroceder ante la justicia.
Solamente existe la justicia relativa (nunca podrá ser absoluta)
La justicia se da en aquel orden social bajo cuya protección puede progresar la
búsqueda de la verdad.
La solución del problema de la JUSTICIA es hacer que los actos propios resulten
únicamente de principios que uno desearía fueran generales para todos los
individuos
Finalmente Kelsen, luego de detenerse un poco para analizar la ilosofía del
derecho natural de signo metafísico y el racionalista, concluye que si algo
demuestra la historia del pensamiento humano, es que la justicia absoluta es un
ideal irracional, imposible de probar mediante la ciencia; es una ilusión, una de las
ilusiones eternas del hombre.
Utilitarismo = movimiento filosófico y económico: apoya el sacrificio de
algunas personas a costa de la felicidad de otras, justificando que no hay injusticia
en que unos pocos obtengan mayores beneficios con tal de que con ello se mejore
la situación de las personas menos afortunadas.
En este contexto, Hart (1907-1992) partiendo de la afirmación general de que
entre el derecho y la moral no hay una “conexión necesaria”
Hart, la justicia es tradicionalmente concebida como aquella que mantiene o
establece un equilibrio o proporción y su precepto principal se formula con
frecuencia diciendo: “tratar de la misma manera a los casos semejantes y tratar las
cosas diferentes de diferentes forma”, como elemento central de la idea de justicia.
Rawls (1921-2002)

la justicia es la estructura básica de la sociedad, o más exactamente, el modo en


que las grandes instituciones sociales distribuyen los derechos y deberes
fundamentales y determinan la división de las ventajas provenientes de la
cooperación social. Por grandes instituciones entiende la Constitución Política y
las principales disposiciones económicas y sociales.
Los principios de la justicia se esconden tras un “velo de ignorancia”
El premio nobel de economía, Amartya Sen, propone una teoría de la justicia
social tomando como base dos parámetros; en el primero propone la confianza en
la razón para alcanzar la justicia, y en el segundo, a partir de las injusticias,
construir un mundo justo.
La búsqueda de la justicia ha de vincularse a la idea de la equidad como exigencia
de imparcialidad para acabar con las desigualdades económicas y alcanzar la
justicia social, empezando por el derecho a disfrutar del producto del trabajo
propio.
Ronald Dworkin (Massachusetts 1931-2013)
los principios morales juegan un papel muy importante en el razonamiento jurídico,
concretamente en la resolución de los casos difíciles
Para Posner (New York, 1939- )
Robert Alexy (1945) para corregir injusticias, se debe recurrir a la moral.
Jurgen Habermas (Dusseldorf, Alemania 1929- )
Habermas traslada la idea de justicia al procedimiento constitucional de
elaboración de las normas
Su tesis general sería que el derecho es tanto más válido, tanto más justo, cuanto
más institucionaliza los procedimientos decisorios del discurso.

EN ESE TIEMPO EL CRITERIO DE LO JUSTO ERA SIMILAR AL DE


LOS ANIMALES, ES DECIR, QUE EL FUERTE DOMINE AL DÉBIL Y
POSEA MÁS
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Hobbes (1588-1679) manifiesto durante el tiempo en que los hombres viven sin un
poder común que los atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que se
denomina guerra; una guerra tal que es la de todos contra todos […] En esta
guerra de todos contra todos se da una consecuencia: que nada puede ser injusto.
Las nociones de derecho e igualdad, justicia e injusticia están fuera de lugar.
Donde no hay poder común, la ley no existe: donde no hay ley, no hay justicia En
la guerra, la fuerza y el fraude son las dos virtudes cardinales. Justicia e injusticia
no son facultades ni del cuerpo ni del espíritu […] En dicha condición no existen
propiedad ni dominio, ni distinción entre lo tuyo y lo mío, sólo pertenece a cada
uno lo que puede tomar, y sólo en tanto que pueda conservarlo […] Al carecer de
un gobierno y vivir en estado bestial, el derecho natural es reducido a dos normas:
mantener la promesa hecha a sus iguales y en cuanto a los más fuertes, hay
necesidad de obedecer sus órdenes. De esta manera se sigue y se logra la paz
[…] Pero esta paz no es permanente, de ahí que se requiera algo más que un
convenio constante y obligatorio: ese algo es un poder común que los mantenga a
raya y dirija sus acciones hacia el beneicio colectivo.., que sea capaz de defender
contra la invasión de extranjeros y contra las injurias ajenas, es [necesario]
conferir todo su poder y fortaleza a un hombre o a una asamblea de hombres,
todos los cuales por pluralidad de votos, puedan reducir sus voluntades a una
voluntad […] la multitud así unida a una persona se denomina Estado, en latín,
civitas. Ésta es la generación de aquel gran Leviatán, o más bien (hablando con
más reverencia) de aquel dios mortal al cual debemos, bajo el Dios inmortal,
nuestra paz y nuestra defensa”.17
Cicerón (106 a.C.-43 d.C.) señala que es erróneo considerar como justo aquello
que se ha plasmado en las costumbres o en las leyes de los pueblos; si así fuera
el robo y el asesinato también se justificarían en una sociedad malvada. La justicia
no es algo que pueda determinarse por el consenso o la mera voluntad de los
ciudadanos, pues existe una predisposición particular hacia la justicia, dada la
naturaleza humana que se inclina constantemente hacia el bien y el mal; esto es,
la justicia no se funda en las leyes positivas sino en la ley natural que es suprema,
igual en todos los tiempos, anterior a cualquier ley escrita y al Estado; sin ésta
sería imposible distinguir entre una ley justa y una injusta. La justicia es natural en
el hombre, viene captada por la recta razón que cada uno de nosotros posee, lo
cual hace posible un derecho natural universal y común a todos los seres
humanos.
Aunque estos pensadores siguen direcciones especulativas diferentes respecto
del origen del Estado, su punto en común es que todo conocimiento del mundo
exterior parte de la razón y no de los sentidos, y por ello afirman que no puede
concebirse justicia sin ley y ésta sin el Estado. La importancia de esta escuela
radica en que sus pensadores creyeron resolver el problema de la justicia a través
de un principio fundamental único: la justicia está dentro del ser humano, en la
propia naturaleza humana. De esta manera, el derecho natural se desprendió de
la teología la cual postulaba que desde la creación del universo los seres humanos
poseen una justa razón, para distinguir entre el bien y el mal. Al apoyarse
exclusivamente en la razón humana, sin buscar apoyo en Dios, sino en su propio
razonamiento, este grupo dentro de la tradición jurídica tomó el nombre de
Escuela del Iusnaturalismo Racional para diferenciarse de aquella clásica del
Derecho Natural Teológico. El introductor d
Caja de derecho
La ley hay que seguir perfeccionandola

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