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Inconstitucionalidad de una ley en lo administrativo

Contencioso administrativo

La inconstitucionalidad de leyes es una garantía constitucional que protege el ordenamiento


jurídico, en aquellos casos en que una ley o norma jurídica contradiga a otra norma
constitucional, basado en el principio de supremacía jurídica.

Cuando en casos concretos se aplicaren leyes o reglamentos inconstitucionales en actuaciones


administrativas, que por su naturaleza tuvieren validez aparente y no fueren motivo de
amparo, el afectado se limitará a señalarlo durante el proceso administrativo correspondiente.
En estos casos, la inconstitucionalidad deberá plantearse en lo contencioso-administrativo
dentro de los treinta días siguientes a la fecha en que causó estado la resolución, y se
tramitará conforme al procedimiento de inconstitucionalidad de una ley en caso concreto. Sin
embargo, también podrá plantearse la inconstitucionalidad en el recurso de casación, en la
forma antes indicada, si no hubiere sido planteada en lo contencioso-administrativo.

Competencia para el trámite En casos concretos, la persona a quien afecte directamente la


inconstitucionalidad de una ley puede plantearla ante el tribunal que corresponda según la
materia. En estos casos el tribunal asume el carácter de tribunal constitucional. En caso se
planteara una inconstitucionalidad en un proceso seguido ante un juzgado menor, éste se
inhibirá inmediatamente de seguir conociendo y enviará los autos al superior jerárquico que
conocerá de la inconstitucionalidad en primera instancia.

Trámite de la inconstitucionalidad como única pretensión En la acción de inconstitucionalidad


en casos concretos, interpuesta la demanda, el tribunal debe audiencia al Ministerio Público y
a las partes por el plazo de nueve días. Vencido este plazo podrá celebrarse vista pública, si
alguna de las partes lo pidiere. El tribunal resolverá dentro de los tres días siguientes. La
resolución es apelable ante la Corte de Constitucionalidad.

Tributario

La competencia de un tribunal constitucional se encuentra delimitada por la Constitución


Política de la República de Guatemala y desarrollada por una norma especifica como ya se
mencionó en el apartado anterior, siendo necesario indicar que en cuanto a la competencia de
dicho órgano constitucional se encuentran las siguientes características:

a) La competencia es otorgada por la propia Constitución.


b) La competencia se encuentra delimitada a los asuntos que señala la constitución.
c) La competencia es improrrogable e indelegable.
d) La competencia atiende a un principio de especialidad. (Artículo 268 de la
Constitución Política de la República de Guatemala).
e) La competencia se rige por la hermenéutica de la constitución. Con relación a la
competencia funcional del órgano constitucional en cuanto al control de
constitucionalidad de disposiciones normativas puede ejercerse de las siguientes
formas:

Control preventivo También es conocido como control a priori, tiene su origen en Francia y
se ejercita cuando la normativa sometida al examen de constitucionalidad no se encuentra
vigente, siendo que se plantea la acción cuando la misma se encuentra en el decurso del
proceso de emisión hasta antes de su sanción y publicación, teniendo como finalidad
esencial la de prevenir futuras inconstitucionalidades (Artículo 163 incisos e) y f) de la
Constitución Política de la Republica de Guatemala y Artículo 164 incisos a) y b) de la Ley
de Amparo, Exhibición Personal y de Constitucionalidad).

El Artículo 86 del Código Tributario, norma que se señala de ser inconstitucional, contiene
el procedimiento por el cual la administración tributaria realiza mediante una
comprobación administrativa una posible infracción a las normas tributarias que
determina el Artículo 85 del mismo cuerpo legal, como son:

1. Realizar actividades comerciales, agropecuarias, industriales o profesionales, sin haberse


registrado como contribuyente o responsable en los impuestos a que esté afecto,
conforme a la legislación especifica de cada impuesto.

2. No emitir o no entregar facturas, tiquetes, notas de débito, notas de crédito, recibos o


documentos equivalentes, exigidos por las leyes tributarias específicas, en la forma y plazo
establecidos en las mismas.

3. Emitir facturas, tiquetes, notas de débito, notas de crédito, recibos u otros documentos
equivalentes, exigidos por las leyes tributarias específicas, que no estén previamente
autorizados por la administración tributaria.

4. Utilizar máquinas registradoras, cajas registradoras u otros sistemas, no autorizados por


la administración tributaria, para emitir facturas, tiquetes u otros documentos
equivalentes; o utilizar máquinas registradoras, cajas registradoras u otros sistemas
autorizados, en establecimientos distintos del registrado para su utilización.

Estas causales inician o activan el procedimiento regulado por la norma citada, siendo
necesario señalar que el proceso se encuentra formado por dos etapas, una administrativa
o comprobadora y otra judicial o sancionadora, resultando particular la formación del
procedimiento debido a su composición en cuanto a las vías de conocimiento tanto
administrativa como judicial. En tal sentido es necesario analizar la etapa administrativa
que conforma este procedimiento.

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