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ALFONSO XI.

EL JUSTICIERO
(1311-1350)
ALFONSO XI. EL JUSTICIERO (1311-1350)
(Salamanca, 1311 – Gibraltar (Cádiz), 27.III.1350).
Rey de Castilla y León.
Alfonso XI, hijo del monarca castellano-leonés Fernando IV y de su
esposa Constanza de Portugal, fue rey de Castilla y León entre los
años 1312 y 1350.
Al morir Fernando IV, Alfonso tenía un año de edad, lo que explica
que se constituyera una regencia que concluyó en el año 1325,
fecha en la que alcanzó la mayoría de edad a los 14 años.
Entre sus tutores destacaba su abuela, María de Molina, esposa del
rey Sancho IV y madre de su sucesor, Fernando IV. La reina María
poseía gran prudencia y llegó a ocupar, en el año 1319, la regencia
unipersonal, aunque falleció dos años después, el día 30 de junio
del año 1321, poco antes de que se reunieran las Cortes en la
ciudad de Palencia.
Otro personaje destacado de su minoridad de edad fue el noble y
brillante escritor don Juan Manuel, autor de “El Conde Lucanor”.
También intervinieron en aquellas disputas los infantes don Juan,
hijo de Alfonso X y Violante de Aragón, y su tío don Pedro, hijo de
María de Molina.
La pugna mantenida entre los infantes Pedro y Juan explica que
María de Molina interviniera como mediadora y que en 1318 se
convocaran Cortes separadas de los reinos de Castilla y de León,
las primeras en la villa de Valladolid y las segundas en la de Medina
del Campo.
En esos años se llevó a cabo una campaña militar contra los
nazaríes de Granada, en la cual fallecieron los infantes don Juan y
don Pedro, en el año 1319.
En las Cortes celebradas en Burgos, en 1315, los procuradores de
las ciudades y villas de Castilla y León crearon una Hermandad con
la finalidad de defenderse de la actitud agresiva de la nobleza. La
Hermandad buscaba su reconocimiento institucional y que se
cumplieran los fueros de la tierra.

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MARÍA TERESA GARCÍA PARDO ALFONSO XI. EL JUSTICIERO
En el año 1325 Alfonso XI, antes de cumplir los catorce años,
accedió a la mayoría de edad. Su minoría de edad había sido muy
dura, pero tuvo la fortuna de contar con el cariño y apoyo de su
abuela, María de Molina.
Las crónicas le presentan como un monarca serio, apuesto y muy
preocupado por el cumplimiento de la justicia. De ahí su calificativo
de justiciero. Además fue muy generoso con las personas que le
fueron fieles.

El INFANTE JUAN, EL TUERTO

(s. XIII – Toro, Zamora, 1326). Tutor real.


Era nieto de Alfonso X, al ser hijo menor del infante Juan y de María
Díaz de Haro, señora de Vizcaya, entró en el escenario político
castellano tras la muerte de su padre cerca de Granada en 1319.
Al haberse producido la muerte de los dos tutores de Alfonso XI,
Pedro, su primo, y Juan, su padre, optó a convertirse en nuevo tutor
real, cargo al que también aspiraron don Juan Manuel y el infante
don Felipe. Cada uno basaba sus aspiraciones en sus posesiones,
estando concentradas las de don Juan en Burgos y en León.
Tras la muerte de María de Molina, en 1321, se incrementó la
rivalidad entre los tres personajes, que actuaron como tutores de
hecho, pero manteniendo continuas rivalidades, dando lugar a la
alianza entre don Juan Manuel y don Juan el Tuerto contra don
Felipe, con múltiples encuentros armados en Zamora en 1324.
Juan el Tuerto protagonizó todo tipo de atropellos y asaltos por la
fuerza, incluso en la propia ciudad de Zamora, haciendo caso omiso
de los llamamientos del rey para cesar en la violencia que
caracterizó muchas de sus acciones, para las que contó con el
apoyo de los poderosos linajes de los Haro, de la Cerda y los Lara.
Esta situación favoreció que en 1325, con tan sólo catorce años,
Alfonso XI diera inicio a su reinado, con el objetivo principal de
terminar con los excesos de sus tutores y, en especial, de don
Juan el Tuerto y de su aliado don Juan Manuel.
Con el reconocimiento de la mayoría de edad de Alfonso XI se sitúa
como privado y hombre de la máxima confianza del rey Alvar Núñez
de Osorio, lo que fortaleció inicialmente la alianza de don Juan el

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Tuerto y don Juan Manuel, considerados en ese momento como los
dos nobles más poderosos de todo el reino.
A fin de romper esa alianza, Alfonso XI pactó con don Juan Manuel
casarse con su hija Constanza Manuel, otorgándole el
importantísimo cargo de adelantado mayor de la Frontera, con lo
que don Juan el Tuerto se vio solo.
Ante tales hechos, Juan el Tuerto entró en negociaciones con el rey
de Aragón, con el rey de Portugal y con Alfonso de la Cerda, a
quien le ofreció la Corona de Castilla, para consolidar su
enfrentamiento con Alfonso XI.
En Belver, fortaleza de Juan el Tuerto cercana a Toro, negoció con
el privado real, Alvar Núñez de Osorio, quien le prometió
conseguirle el matrimonio con Leonor, hermana de Alfonso XI.
Ante esta nueva situación, don Juan el Tuerto aceptó entrevistarse
con el rey en Toro. Alfonso XI le recibió fuera de la villa y concertó
una comida de reconciliación para el día siguiente.
Ese día, fecha de Todos los Santos de 1326, entró don Juan el
Tuerto en Toro en compañía de dos de sus principales caballeros,
Garci Fernández Sarmiento y López Aznares, dando el rey orden de
matar a los tres como en efecto se ejecutó, sentándose luego el
monarca en un estrado desde el que relató a la gente reunida
“todas las cosas en las que avia sabido en que andaba don Juan en
su deservicio”, tal como apunta la crónica del reinado.
Alfonso XI contrajo matrimonio, en el verano del año 1328, con
María de Portugal. Allí “firmaron los reyes sus pleytos e posturas
de amistad el uno con el otro, aquellas que entendieron que les
convenía afirmar por que se guardasen amistad para adelante”.
Como garantía de sus pactos Alfonso XI y María de Portugal se
entregaron recíprocamente diversos castillos y alcázares.
Pero el monarca castellano fue muy conocido por sus amores con
una dama de la nobleza andaluza, Leonor de Guzmán, con la que
tuvo una amplia descendencia.
Su relación con el infante don Juan Manuel, nieto de Fernando III y
sobrino de Alfonso X, no fue buena, aunque en los últimos años el
noble y escritor combatió a las órdenes de Alfonso XI.

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Alfonso XI, al igual que sus antecesores, contó con la presencia de
judíos en la Corte. Pero los grandes linajes de la nobleza
castellano-leonesa de su época fueron los Lara, los Haro y los
Meneses.
En el año 1332 tuvo lugar la incorporación a la Corona de Castilla
de la tierra de Álava y el objetivo de Alfonso XI era restaurar el
poder real, muy debilitado durante el reinado de su padre Fernando
IV y su minoría de edad.
En 1332 tuvo lugar un solemne acto en el monasterio burgalés de
las Huelgas, en el cual, tras ser coronado rey Alfonso XI, fueron
armados caballeros 22 ricos hombres y más de 100 caballeros.
También conviene señalar que Alfonso XI decidió poner fin a las
Hermandades Generales, constituidas diez años antes de su
acceso al trono, pues entendía que podían suponer un grave riesgo
para la paz de sus reinos.
Las Hermandades en la Edad Media castellana designan a las
reuniones de personas, ciudades o entidades sociales, unida por un
juramento de fidelidad y ayuda mutua en defensa de unos intereses
comunes.
Es un fenómeno general en toda Europa pero en los reinos
hispánicos se convierten en instrumentos políticos. Surgen por
iniciativa de nobles, eclesiásticos o ciudades y su unión se
constituye sin la autorización real, incluso en ocasiones contra su
voluntad, aunque generalmente son toleradas e incluso promovidas
por los monarcas.
Pueden estar integradas por nobles o municipios, o bien por unos y
otros. Igualmente varía el área geográfica. Puede ser una región o
un grupo de concejos y otras incluyen a todo un reino.
El vínculo que une a estos asociados se basa en la fuerza, por la
cual se imponen a los demás y se hacen efectivas las decisiones
tomadas por la asociación. De ahí su carácter temporal.
Alfonso XI impulsó la participación de los letrados en las tareas de
gobierno. Eran expertos en cuestiones jurídicas, que se habían
formado en las nacientes universidades de la época (Salamanca en
1218 y Valladolid en 1292).

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En 1348, las Cortes celebradas en Alcalá de Henares, aprobaron el
Ordenamiento de Alcalá, basado en el Derecho Romano, lo que a
su vez se traducía en el triunfo definitivo del derecho de la Corona,
que se hallaba siempre por delante de las normas específicas de
cada núcleo local, es decir, de sus Fueros.
Los juristas utilizaron muchas fuentes, entre ellas:
 los Ordenamientos de Burgos (1338),
 Villarreal (1346) y Segovia (1347),
 las Partidas y
 el Fuero Real de Alfonso X el Sabio,
De gran importancia fue la puesta en marcha del sistema del
Regimiento, término que aludía al gobierno de los núcleos locales.
El regimiento estaba integrado por los regidores, que eran
designados directamente por los monarcas, aunque solían aceptar
las propuestas que les hacían desde las propias ciudades y villas.
Los regidores tenían carácter vitalicio, por lo que dichos cargos
solían recaer en las familias más poderosas de las ciudades y villas.
El número de regidores variaba de una ciudad a otra: en Sevilla
había 24, en Burgos 16 y en Valladolid 14.
Alfonso XI luchó contra los nazaríes granadinos, apoyados por los
benimerines del norte de África. Los acuerdos alcanzados con el
Reino de Aragón para lanzar una ofensiva conjunta contra los
musulmanes de Granada (pactos de Ágreda y de Tarazona del año
1328) no resultaron positivos.
En 1340 un ejército benimerín cruzó el estrecho de Gibraltar y puso
sitio a Tarifa. Alfonso XI, el rey de Castilla, salió al encuentro de los
musulmanes y los derrotó en la decisiva Batalla del Salado (30 - X
- 1340)
La batalla del Salado o del Estrecho (Cádiz) fue un gran triunfo para
Castilla, pues a partir de esas fechas se pudo abrir la comunicación
marítima directa entre el mar Mediterráneo y el océano Atlántico, lo
que tuvo importantes consecuencias políticas y económicas.
La máxima de Alfonso XI fue la destrucción del enemigo. La batalla
del Salado, librada el 30 de octubre de 1340, fue una de las
mayores en la historia de guerras entre cristianos y musulmanes en
la España medieval.

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Para conmemorar la victoria, el rey Alfonso XI amplió el monasterio
de Guadalupe, una de cuyas salas sería decorada en el siglo XVII
con un cuadro sobre la batalla.
Alfonso XI tomó Algeciras en 1344. Este triunfo fue fundamental
para las armas castellanas. El rey nazarí de Granada, Yusuf, no
sólo aceptó la entrega de Algeciras al monarca Alfonso XI, sino que
además pactó la entrega de una importante cantidad de dinero,
unas 12.000 doblas de oro, en concepto de parias, un impuesto que
pagaban los reinos de taifas (1031–1492) a los reyes cristianos,
En política exterior, Alfonso XI fue neutral durante la “Guerra de los
Cien Años”, entre las coronas de Francia y de Inglaterra. La guerra
duró 116 años (24 de mayo de 1337 - 19 de octubre de 1453).
Su propósito era resolver una cuestión feudal, sobre quién
controlaría las tierras que los monarcas ingleses habían acumulado
desde 1154 en territorios franceses, cuando ascendió al trono de
Inglaterra Enrique II Plantagenet, conde de Anjou. La guerra se
saldó con la victoria de Francia y la retirada de las tropas inglesas
de territorio francés.
La decisión inglesa de prohibir la venta de lana a las ciudades
flamencas fue aprovechada por la Corona de Castilla para exportar
en grandes cantidades lana a la región de Flandes.
El principal núcleo desde donde se preparaba la exportación era la
ciudad de Burgos. La lana salía de las tierras hispanas por los
puertos del Cantábrico oriental, sobre todo, por el de Bilbao. El auge
del comercio exterior castellano se tradujo en la creación de
diversas colonias, de las cuales la más importante fue la de Brujas.
La ganadería ovina (ovejas o cabras) creció espectacularmente en
el siglo XIV, frente al retroceso del mundo agrario, debido a la gran
mortandad que causó la peste negra, lo que supuso que muchas
tierras quedaran sin cultivar.
La ganadería ovina fue hija de la peste, mientras la agricultura se
hallaba en una mala situación. Esta situación fue terrible para los
sectores populares de los reinos de Castilla y León.
Alfonso XI falleció el 27 de marzo de 1350 víctima de la peste
negra, originaria de Oriente Medio y traída a Europa por marinos
genoveses, y que años antes se había propagado por los territorios
de la Península Ibérica.

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Pedro I fue el heredero de Alfonso XI, nacido de su matrimonio con
doña María de Portugal. Pero los amores de Alfonso XI con la dama
sevillana, Leonor de Guzmán, generaron un elevado número de
hijos bastardos. Uno de ellos, Enrique, mató a Pedro I y ocupó el
trono como el primer Trastámara.

REAL COLEGIATA DE SAN HIPÓLITO DE CÓRDOBA

En 1343, Alfonso XI, funda una iglesia como parte de un monasterio


y panteón real. Años más tarde, Clemente VI la nombra Real
Colegiata. El templo se termina en 1726 y en 1728 los restos reales
conservados en la Catedral de Córdoba fueron trasladados aquí.
Una colegiata es una iglesia de importancia en la que se celebra el
culto como en las catedrales, aunque no es sede del obispo u
arzobispo; se compone de abad y canónigos seculares.

Destacan la iglesia y el patio. La portada principal se decora con


una imagen de San Hipólito en el interior de una hornacina y es la
primera construcción cordobesa en utilizar estípites.

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Los estípites son un elemento arquitectónico decorativo vertical con
forma piramidal invertida y aspecto de columna o de pilastra
adosada. Aparece con frecuencia en los retablos barrocos y
enmarcando puertas y hornacinas.
El templo es de una sola nave y conserva la cabecera gótica. En el
presbiterio se encuentran los sepulcros de los reyes Fernando IV el
Emplazado y el de su hijo Alfonso XI el Justiciero.

BIBLIOGRAFÍA
M.ª del C. de León-Sotelo y E. González Crespo, “Notas para el
itinerario de Alfonso XI en el período de 1344 a 1350”, en Estudios
en memoria del Profesor Don Claudio Sánchez Albornoz, t. I,
Madrid, 1986 (col. En la España Medieval, vol. V);
I. Ostolaza, Administración y documentación pública castellano-
leonesa durante el reinado de Sancho IV-Alfonso XI (1282-1350).
Organismos, atribuciones, tipología documental, Madrid,
Universidad Complutense, Facultad de Geografía e Historia,
Departamento de Ciencias y Técnicas Historiográficas, 1991;
J. Sánchez-Arcilla Bernal, Alfonso XI. 1312-1350, Palencia,
Diputación Provincial de Palencia, 1995 (Colección Reyes de
Castilla y León, vol. V);
J. Victorio Martínez, Alfonso XI el Justiciero, Madrid, Ediciones
Nowtilus, 2008.
Las grandes batallas de la Reconquista. Ambrosio Huici.
Universidad de Granada, 2000. Alfonso XI (1312-1350). J. Sánchez-
Arcilla. Trea, Gijón, 2008.
Real Academia de la Historia
Fotografía de Alfonso XI en Algeciras tomada de Internet

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