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Son divertículos por pulsión originados en Son los menos frecuentes. Son 2° a
esófago inferior, en la mayoría de los casos inflamaciones ganglionares, por lo general de
asociados a otra patología esofágica (hernia etiología TBC o micótica, y se originan a nivel
hiatal, acalasia, espasmo difuso). La mayoría de ganglios traqueobronquiales (T4-T5).
son asintomáticos. Si adquieren gran tamaño
ocasionan disfagia, regurgitaciones y
broncoaspiración. Habitualmente el cuello diverticular es amplio
y se sitúa debajo de la bolsa, por lo que la
retención alimentaria es mínima. El divertículo
El diagnóstico se realiza con el tránsito puede inflamarse y ocasionalmente perforarse
baritado, y se realiza endoscopía y en un bronquio. Solo en contadas ocasiones se
manometría para descartar otras patologías. tratan con diverticulectomía.
Se tratan los casos sintomáticos con
diverticulectomía + miotomía distal.
Tumor más frecuente. Puede Tumor raro, de Infrecuente, Crece como un 2° en frecuencia. Puede
ser vegetante, estenosante o crecimiento similar al de gran pólipo originarse del epitelio
ulcerado. La ulceración es al exofítico y pulmón. endoluminal y metaplásico (esófago de
principio longitudinal, y escasa Altamente se caracteriza Barret), en mucosa gástrica
tardíamente circular. En su infiltración, agresivo por su aspecto ectópica o en glándulas
evolución pasa por la displasia similar al (habitualmente sarcomatoso. submucosas. Es similar
(alteraciones malignas sólo en papiloma se halla Su pronóstico macroscópicamente al
capa basal), el carcinoma in escamoso. De diseminado es favorable epidermoide, y
situ (alteraciones malignas en mejor cuando se microscópicamente los
todo el espesor) y carcinoma pronóstico que diagnostica). originados en epitelio de Barret
superficial (alteraciones la variedad y mucosa gástrica ectópica son
malignas comprometen epidermoide. similares a los
mucosa y submucosa). adenocarcinomas gástricos de
origen intestinal.
N0 Ganglios negativos
M0 Sin MTS
Tratamiento:
Cirugía: es el único tratamiento que ofrece posibilidades de curación. Alrededor del 70%
de los tumores son resecables. Aún en los enfermos que no van a curar la cirugía es el
mejor método paliativo de la disfagia.
Los principales limitantes de la cirugía son la edad, el deterioro del estado general, la
coexistencia de patología cardíaca o pulmonar severa, la extensión local y general del
tumor.
Procedimientos: la esofagectomía puede ser más o menos extensa de acuerdo a la
localización del tumor y el criterio del cirujano.
La esofagectomía total está especialmente indicada en tumores del 1/3 medio. El esófago
puede ser extirpado por vía transtorácica o transhiatal. El tránsito se restablece a nivel del
cuello mediante anastomosis del estómago movilizado con un cabo proximal de esófago o
hipofaringe.
La esofagectomía por vía transhiatal tiene menos complicaciones respiratorias en el
postoperatorio inmediato pero tiene mayor frecuencia de dehiscencia y recidivas locales.
Esta técnica tiene limitaciones ya que la disección es a ciegas, lo cual expone a lesión de
elementos vecinos e impide disección ganglionar adecuada.
El vaciamiento ganglionar de los 3 territorios (cervical, mediastínico y abdominal)
disminuye las recidivas locales y aumenta la supervivencia.
Tumores de 1/3 medio e inferior también pueden ser extirpados mediante esofagectomía
parcial con anastomosis intratorácica. En los de tercio medio se hace la operación de Ivor-
Lewis, y en los de tercio inferior la de Sweet.
Cuando se realiza esofagectomía parcial el cirujano debe asegurarse de que los márgenes
sean suficientes (10 cm en sentido proximal y 5 cm en sentido distal).
Complicaciones: las pulmonares son la causa más frecuente de mortalidad postoperatoria
(60%, incluyen atelectasia, neumonía, TEP), y el resto (40%) muere por falla CV y sepsis
por dehiscencia.
RT: el carcinoma epidermoide es radiosensible, por lo que la radioterapia podría ser una
alternativa comparable a cirugía, pero las dosis curativas de rayos se asocian a neumonitis,
fístula traqueoesofágica y estenosis. La RT postoperatoria disminuye la recurrencia local.
QT: se utiliza 5-FU, cisplatino, mitomicina C y MTX. La combinación con rayos mejora la
supervivencia a 5 años.
Paliativo: es importante aliviar la disfagia/afagia y la sialorrea que genera. Con este
propósito se implementan la cirugía, RT, BT, colocación de prótesis por endoscopía o
permeabilización por láser. La cirugía es la que mejor resultado brinda, pero la mortalidad
operatoria es del 10-30%.
6) HERNIAS HIATALES: son hernias adquiridas que se producen por el pasaje de las
vísceras abdominales hacia el tórax a través del hiato esofágico. Hay 3 tipos de hernias
hiatales: hernia por deslizamiento, hernia por rodamiento o paraesofágica y hernia mixta.
a) Hernia por deslizamiento: se caracteriza por el pasaje del esófago a través del hiato
esofágico al mediastino posterior. Por lo general no existe saco peritoneal, y si existe, el
esófago forma parte de él.
Etiopatogenia: está vinculada con el deterioro estructural de la membrana frenoesofágica,
que se produce por la edad y el estiramiento del esófago por los movimientos deglutorios
y la diferencia de presión toracoabdominal. Presenta su pico máximo a los 50 años.
Representa el tipo más frecuente de hernia hiatal.
Clínica: sólo el 5% presenta síntomas atribuibles a ésta. La hernia sintomática produce
pirosis, dolor retroesternal, disfagia, tos nocturna y melena, síntomas atribuibles a ERGE.
MC: la SEGD es el método diagnóstico más apropiado. La endoscopía puede demostrar
una zona de separación entre el cambio mucoso esofagogástrico y los límites del hiato
esofágico. La manometría pone en evidencia la infompetencia del EEI, responsable del
reflujo gastroesofágico.
Tratamiento: cuando este tipo de hernia no presenta reflujo, no debe ser tratada. Cuando
existe éste, se trata con operaciones antirreflujo.
b) Hernia paraesofágica: se caracteriza por el pasaje a través del hiato esofágico de una
porción o la totalidad del estómago, que se extiende en forma paralela al esófago y se
sitúa por encima del EEI, el cual conserva su posición.
Etiopatogenia: la hernia paraesofágica se produce a partir de la existencia de una zona de
debilidad en la región anterior del hiato. El esófago abdominal permanece en su posición
infradiafragmática por el ligamento frenoesofágico. La herniación del estómago a través
del hiato se halla cubierta por saco peritoneal, y debido a la diferencia de presión
toracoabdominal, esta hernia crece con el tiempo, y a medida que aumenta su volumen,
se ensancha el diámetro del hiato y puede ocurrir una rotación del estómago (vólvulo
gástrico intratorácico).
Representa el 3,5% de las hernias hiatales y su mayor incidencia es a partir de los 60 años.
Clínica: existe disfagia y plenitud posprandial por la compresión del esófago adyacente y
por el estómago herniado. Otros síntomas que pueden presentarse son hematemesis,
neumonitis aspirativa, y en otros casos pueden ocurrir complicaciones graves que
requieren cirugía de urgencia como ser infarto gástrico agudo y perforación por la
isquemia 2° a la torsión de los vasos gástricos.
MC: la radiografía de tórax permite sospechar la hernia parahiatal cuando existen uno o
más niveles hidroaéreos en el área cardíaca. La SEGD tiene mayor precisión diagnóstica y
diferencia los tipos de hernias. Es útil como complemento la endoscopía, manometría y
pHmetría esofágica para investigar la presencia de reflujo.
Tratamiento: se indica cirugía electiva ya que el índice de complicaciones es del 25%. El
procedimiento consiste tanto en la reparación del defecto diafragmático como en la
realización de algún procedimiento antirreflujo.
7) ENFERMEDAD POR REFLUJO GASTROESOFÁGICO: se denomina así a la presencia de
síntomas clínicos y/o lesiones AP como consecuencia del reflujo del contenido gástrico al
esófago.
Patogenia: los principales mecanismos involucrados en la ERGE son:
Incompetencia del EEI: el esfínter puede ser mecánicamente incompetente por
relajaciones transitorias de sus fibras o por disminución de su presión de reposo. Las
relajaciones transitorias son responsables del reflujo fisiológico, y son desencadenadas
por estímulos faríngeos y distensión del fondo gástrico, son de carácter breve. En los
pacientes con ERGE se observa un aumento en la frecuencia de las relajaciones
transitorias.
Algunos autores consideran que la hipotensión del EEI es la causa más importante de su
incompetencia mecánica. La presencia de una hernia hiatal puede afectar la presión de
reposo, ya que el hiato funciona como un segundo esfínter (ZAP), y en este caso el esfínter
diafragmático no actuaría sobre esófago sino sobre estómago.
Depuración esofágica ineficaz: esto puede facilitar el desarrollo de esofagitis aún con un
esfínter competente. Esto ocurre en personas que por hipo o aperistalsis del esófago no
pueden eliminar el reflujo fisiológico. Normalmente una onda peristáltica elimina gran
parte del reflujo, y el remanente es neutralizado por la saliva. Cuando hay trastornos
motores del cuerpo esofágico o producción insuficiente de saliva, la depuración fracasa. La
hernia hiatal puede contribuir al fracaso de la depuración esofágica.
Alteraciones del reservorio gástrico: como hipersecreción ácida, dilatación gástrica y
vaciamiento inadecuado. Un contenido gástrico con mayor concentración de ácido tiene
un efecto más dañino sobre el esófago, aún si el tiempo de contacto es corto.
La dilatación gástrica acorta la longitud del EEI y disminuye su resistencia al reflujo. La
aerofagia es una causa común de dilatación gástrica y se observa en ansiosos y
mascadores de chicle.
El retraso en el vaciamiento gástrico aumenta la presión intragástrica, y ésta puede vencer
la resistencia del EEI. Las causas más frecuentes son la EUGD, gastroparesia DBT,
vagotomía troncular y medicación anticolinérgica.
AP: la lesión inicial consiste en hiperplasia de la capa basal epitelial, formación de papilas y
dilataciones vasculares en su interior. Con la progresión del daño aparecen ulceraciones y
finalmente la estenosis con fibrosis en toda la pared.
El esófago de Barrett es la metaplasia del epitelio esofágico originado por la esofagitis. En
este caso, por causas que se desconocen, el epitelio epidermoide lesionado es
reemplazado por epitelio columnar. La importancia de esta metaplasia deriva de su
capacidad para evolucionar a adenocarcinoma esofágico.
Existen 3 tipos de metaplasia columnar: de tipo fúndico (similar al epitelio de cuerpo o
fondo gástrico), de tipo cardial (con acúmulos de glándulas mucosas) y de tipo intestinal
(con células caliciformes dispersas entre células cilíndricas).
El 90% de los adenocarcinomas originados del epitelio de Barrett se originan en
metaplasia intestinal.
El grado de displasia es el marcador preneoplásico del epitelio de Barret. Existen 3 grados:
grado I o displasia negativa, grado II o displasia indefinida/de bajo grado y grado III o
displasia de alto grado.
Diagnóstico: comienza con la presunción clínica, se refuerza con el hallazgo de hernia,
esofagitis por endoscopía y esfínter hipotenso, pero se confirma con la demostración de
reflujo (tránsito baritado, pHmetría de 24 horas o centellograma).
Clínica: el reflujo patológico puede provocar síntomas típicos, ser asintomático o provocar
síntomas atípicos.
Los síntomas típicos son la pirosis y la regurgitación (ascenso y/o expulsión por boca de
contenido gástrico de sabor ácido o amargo).
La disfagia es menos frecuente y puede ser resultado de un espasmo secundario al reflujo,
edema mucoso por esofagitis o por complicaciones avanzadas como estenosis cicatrizal o
adenocarcinoma.
Los síntomas atípicos son consecuencia del efecto del reflujo sobre órganos
extraesofágicos (erosión o pérdida del esmalte dental, tos crónica y ronquera por
laringitis, faringitis, bronquitis o tos crónica, asma, neumonía recurrente, otitis).
El globo histérico es una sensación opresiva en la garganta relacionada, sin relación con
deglución o alteraciones anatómicas. Puede existir dolor anginoso desencadenado por
reflujo.
Radiología: la SEGD identifica al reflujo sólo en 25-70% de los casos. Puede demostrar una
hernia hiatal, y puede mostrar signos de úlcera.
Endoscopía: de elección para diagnosticar esofagitis. La toma de biopsia confirma el
diagnóstico y permite identificar o descartar lesiones preneoplásicas. Clasificación
endoscópica:
Grado 1 Erosiones únicas o múltiples (eritematosas o eritematoexudativas) en un solo pliegue
Para el estudio del esófago de Barret se utiliza la IHQ (determinación del tipo de mucinas
presentes) y la citometría de flujo.
pHmetría de 24 horas: es el mejor método para confirmar la presencia de reflujo (95% de
eficacia). Especialmente indicada en pacientes con síntomas atípicos o extradigestivos
compatibles con reflujo.
Manometría: de elección para investigar hipo o aperistaltismo del cuerpo esofágico.
Estudio de función gástrica: el centellograma puede identificar la presencia de reflujo pero
es útil para evaluar malvaciamiento gástrico. Cuando existe reflujo con EEI normal se
indica acidimetría para descartar causas de hipersecreción gástrica.
Tratamiento: los pacientes con ERGE sin esofagitis pueden ser manejados con medidas
higiénico-dietéticas (masticar muy bien los alimentos, evitar tabaco, alcohol, chocolate,
menta, alimentos muy grasos) y tratamiento farmacológico (neutralizantes como
sucralfato, IBP o bloqueantes H2 y procinéticos como cisaprida).
En pacientes con ERGE y esofagitis el objetivo es eliminar los síntomas, curar la
inflamación y prevenir complicaciones. En estos casos se prefiere el uso de IBP antes que
bloqueantes H2.
Se considera que el tratamiento médico fracasó cuando con todas las medidas
mencionadas no se obtiene respuesta satisfactoria o se requieren elevadas dosis de IBP
para evitar la recaída.
Indicaciones quirúrgicas: imposibilidad de realizar tratamiento médico, hipo o
aperistaltismo asociado, jóvenes con incompetencia severa del EEI, patología respiratoria
o extradigestiva con regurgitaciones persistente, estenosis esofágica recidivante, úlcera
penetrante, pacientes asintomáticos con esofagitis severa, esófago de Barret con displasia
de alto grado.
Procedimientos: el 85-90% de los pacientes pueden ser tratados satisfactoriamente con
algún procedimiento antirreflujo o valvuloplastia. La técnica más empleada es la
fundoplicatura de Nissen.
Las complicaciones postoperatorias son la disfagia, desgarro de la sutura y la recidiva
herniaria. Existen variantes de la técnica para evitar algunas complicaciones, como la
valvuloplastia parcial de Nissen-Rossetti o la de Lind modificada para la hipercompetencia
valvular.
En caso de esófago acortado e imposible de elongar para obtener longitud intraabdominal
suficiente (4 cm), está indicado realizar la técnica de Collis-Nissen (crear un neoesófago
intraabdominal a expensas de la curvatura mayor y agregar fundoplicatura).
Para el reflujo posquirúrgico está indicada la derivación duodenal total (antrectomía +
vagotomía troncular + valvuloplastia). La desviación duodenal total también se puede
indicar en estos casos si se desea conservar estómago y píloro.
Se indica esofagectomía en ERGE cuando existen úlceras circunferenciales que no
epitelizan, úlceras penetrantes en mediastino, fracaso de procedimientos antirreflujo con
esófago acortado, estenosis recidivante e hipomotilidad severa, fracaso de tratamiento
conservador, displasia de alto grado.