La retroalimentación como medio de unificación en un contexto académico postpandemia

La pandemia del covid-19 ha ido afectando a la población en diversos aspectos nivel

mundial. A partir de su identificación como emergencia internacional de salud pública por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) en enero del 2020 se tomaron medidas de
bioseguridad a nivel mundial para salvaguardar la vida de las personas. El distanciamiento
social fue una de las medidas que ha provocado un cambio radical en la forma en la que la
gente solía relacionarse, limitando las muestras de afecto. En lo que respecta a este cambio,
en un contexto académico postpandemia como es el retorno a las aulas, se han tenido que
proponer estrategias para que los estudiantes puedan volver a entablar vínculos afectivos
tras dos años de virtualidad y en esto, se introduce la retroalimentación entre estudiantes.
Una estrategia que busca tanto un aprendizaje estructurado, que puede ser autónomo o en
este caso compartido, mediante el manifestar ideas y puntos de vista de todos los
participantes, socializando, opinando, escuchando y manteniendo respeto entre sí, para
finalmente consensuar sus ideas en una conclusión.

En relación a la estrategia planteada, la retroalimentación es un medio por el cual los

estudiantes pueden mejorar sus aprendizajes colectivamente reconociendo sus errores y
aciertos, pero que a la vez requiere de sinceridad y autonomía, a diferencia de una
calificación numérica o alfabética que no llega a reconocer totalmente el grado de logro de
aprendizaje, siendo algo vacío. Según lo referido por UMC Minedu (2016) indica: “Lo valioso
en una evaluación es que el estudiante sepa qué es lo que está logrando y qué no ha
logrado todavía. A partir de esta afirmación, el docente debe conducir al estudiante hasta
conseguir que él mismo supere las dificultades que tenía y construya de manera autónoma
su propio aprendizaje. A este proceso le llamamos “retroalimentación” (p.5)
Entonces, la retroalimentación entre estudiantes también se puede entender como la
“comunicación educativa” la cual explícitamente se comprende como un proceso de
comunicación en el cual los estudiantes comparten activamente información y
conocimientos para generar un aprendizaje. Dicho término fue usado por primera vez por la
UNESCO (1972) en su primer informe mundial sobre la educación, presidida por el ex primer
ministro Edgar Fauré.

En la comunicación educativa antes mencionada, se encuentra evidentemente el diálogo,

que en este contexto conlleva al asertividad y el respeto mutuo, dos factores que influyen
en la construcción de una amistad y en sí, en la capacidad de socializar. La manera principal
de relacionarse con los demás ha estado siempre en el diálogo, ya sea viéndolo desde un
enfoque transversal como dependiendo del idioma. El diálogo siempre será el medio
principal para poder relacionarnos. Con el diálogo se forman los vínculos afectivos ya que se
llega a conocer mucho más del individuo con quien se pueda entablar una conversación.
Así como menciona la Federación de enseñanza de CC. OO Andalucía. (2010) en el contexto
académico tratado: “La escuela es una gran institución socializadora en la que se dan
numerosas relaciones en distintos niveles, las cuales a menudo se ven debilitadas y sufren
contradicciones, dando lugar a numerosos y variados conflictos.”
Concluyendo en que el socializar y relacionarse mediante el diálogo que brinda la
comunicación educativa es algo tan esencial, parte del ser humano y parte de su desarrollo.
Aquello que se encuentra en todas partes y, que se da constante y necesariamente en
espacios de contextos académicos.
En conclusión, la retroalimentación se entiende como una estrategia funcional gracias al
aprendizaje construido y autorregulado que ofrece siendo utilizado como estrategia actual
en el contexto postpandemia. La retroalimentación y la comunicación educativa que se
sirven en base del diálogo son otro factor importante, pero el diálogo y la interacción entre
estudiantes que se han visto afectadas por el contexto de pandemia en el que se ha estado,
hoy se presenta como alternativa de solución al en el retorno a la presencialidad y se ha
fusionado dando un método de aprendizaje eficaz.
La retroalimentación unifica tanto a las ideas que se comparten entre los partícipes como a
los mismos participes entre ellos.

Referencias bibliográficas:

UMC. Minedu. (2016). La importancia de la retroalimentación en el proceso de evaluación.

Federación de enseñanza de CC. OO Andalucía. (2010). RELACIONES ENTRE EL GRUPO-

CLASE. PRINCIPALES CONFLICTOS Y ESTRATEGIAS PARA SU RESOLUCIÓN PACÍFICA.

Fauré, E., & Paredes de Castro, C. (2011). Aprender a ser: la educación del futuro.

Rayo, J. T. (2005). Convivencia escolar y resolución pacífica de conflictos.