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APRENDER EN SIGLO 21 MODULO 1

Autorregulación del Aprendizaje


Etapas en el proceso autorregulado
Planificación: es el momento previo a la realización de las actividades académicas. En
esta fase, se establecen metas, planifica el tiempo y esfuerzo que puede llevar cada
actividad, y se tratan de anticipar dificultades que puedan aparecer.
Ejecución: esta fase comprende la puesta en práctica de estrategias de aprendizaje, la
habilidad para direccionar el esfuerzo y la motivación necesaria para cumplir con las
tareas académicas.
Monitoreo: en esta fase, se evalúa y reflexiona sobre los resultados alcanzados,
analizando aspectos que pueden mejorarse para el futuro o la necesidad de pedir
ayuda.
Fases en la autorregulación del aprendizaje: la planificación
Durante la fase de planificación, los estudiantes analizan las características de las
actividades que van a realizar. En esta fase, se establecen las metas y se planifica
cómo alcanzarlas, es decir, no solo se debe planificar qué quiero hacer, sino también
cómo debo hacerlo. Tener metas claras de resultados y de las acciones que voy a
realizar es clave para lograr una adecuada planificación del proceso de aprendizaje.
Además de adecuadas metas, se debe realizar una adecuada gestión y distribución
del tiempo. El establecimiento de una agenda de trabajo será clave para transitar con
éxito la fase de planificación del aprendizaje.

Fases en la autorregulación del aprendizaje: la ejecución


Muchos estudiantes logran planificar adecuadamente su proceso de estudio, pero
presentan otro tipo de dificultades. Las dificultades más frecuentes suelen ser dos. La
primera es cumplir con la agenda que armaron y la segunda refiere a usar estrategias
superficiales de estudio, centradas en la repetición y el repaso. Ambos tipos de
dificultades llevan a que el estudiante no transite adecuadamente por la fase de
ejecución del aprendizaje. Ejecutar adecuadamente el proceso de aprendizaje requiere
que tengamos la capacidad de regular nuestro comportamiento para cumplir las metas
que habíamos planificado, incluso cuando no tengamos ganas de hacerlo. Esto suele
ser muy difícil, ya que tenemos la tendencia a posponer las actividades que no nos
resultan agradables. Esta acción de posponer se denomina procrastinación y es uno
de los principales responsables de que no cumplamos nuestras metas académicas.
Por otra parte, puede que seamos muy disciplinados y que cumplamos de forma
estricta con todas las actividades que planificamos. Pero ¿qué ocurre si, al momento
de estudiar, no estamos utilizando las estrategias adecuadas de estudio? De hecho,
es muy común que los estudiantes abusen de estrategias simples de estudio,
centradas en la repetición y el repaso, y no utilicen métodos de estudio más profundas
que permitan un mejor aprendizaje de los contenidos. Los estudiantes que no utilizan
estrategias profundas de estudio tienen dificultades para comprender los textos, para
recordar lo que estudian y, finalmente, para lograr una buena calificación.

Fases en la autorregulación del aprendizaje: el monitoreo


La capacidad para autorregular el aprendizaje implica un proceso de mejora continua,
es decir, no existe un techo para poder mejorar tu manera de aprender. Mes a mes,
año a año, puedes ir logrando que tu proceso de aprendizaje sea más efectivo y más
eficiente. Sin embargo, para lograr una mejoría sustantiva se requiere de tiempo y
reflexión. Es importante que monitorees tu proceso de aprendizaje. Los alumnos que
son reflexivos sobre su proceso de aprendizaje, que sistemáticamente dedican tiempo
a pensar cómo están estudiando y cómo pueden mejorar su proceso de estudio, son
aquellos que continuamente mejoran su capacidad de autorregulación. Es por ello que
la fase de monitoreo es esencial para mejorar el proceso de autorregulación del
aprendizaje. Es natural que, en un proceso de aprendizaje, los estudiantes se
enfrenten a desafíos nuevos o tengan que aprender contenidos con los que no están
familiarizados. En estos casos, es importante aprender a reconocer cuándo necesito
ayuda.

¿Qué demuestra la investigación sobre la autorregulación del aprendizaje?


La autorregulación del aprendizaje es algo que puede desarrollarse. En efecto, se
analizaron diferentes programas y actividades que podían desarrollar los alumnos para
mejorar su proceso de aprendizaje. Se observó que la práctica de actividades muy
simples permitía que se organizaran mejor, pudieran entender los contenidos
académicos con más facilidad, presentaran menores niveles de estrés y mayores
niveles de satisfacción académica. Los resultados indican que el 92,3% de los
alumnos que realizaron dichas actividades presentaron un buen rendimiento
académico. Más interesante aun fue el hecho de observar que esta mejoría en el
rendimiento se mantenía en los semestres posteriores. Esto indica que el resultado de
entrenar tu capacidad de autorregulación del aprendizaje no solo posee un efecto a
corto plazo, sino que impacta a lo largo de toda la carrera.

No lo dejes para después


La falta de planificación suele ser el primer error que cometen los alumnos que tienen
dificultades para autorregularse. El tiempo es limitado y, necesariamente, debemos
aprender a gestionarlo para usarlo eficientemente. Sin embargo, planificar el tiempo no
es una tarea tan sencilla como muchas veces se supone. Implica muchos
comportamientos y habilidades que con la práctica se pueden aprender a desarrollar.
A continuación, vamos a analizar algunas pautas para hacer un buen uso del tiempo y
planificar adecuadamente tu proceso de aprendizaje.
Paso 1. Formular metas claras para planificar tu tiempo
Para hacer una buena gestión del tiempo es muy importante saber cómo formular
buenas metas. Tener metas claras no solo sirve para organizarnos, sino también para
saber que son cruciales para que nos sintamos motivados.
¿Por qué es tan importante contar con metas claras para autorregular nuestro
aprendizaje? Las metas son las que otorgan dirección a nuestro comportamiento.
¿Imaginas un auto sin volante? ¿O un GPS que sistemáticamente nos da direcciones
equivocadas? Sin metas claras corremos el riesgo de que nuestro proceso de estudio
sea desordenado. A pesar de esforzarnos y trabajar mucho, es probable que
terminemos cansados y sin lograr un buen rendimiento por no haber direccionado
adecuadamente nuestro comportamiento.
¿Cómo hacemos para establecer metas claras? Las buenas metas se caracterizan por
tener cuatro propiedades:
1) Factibles: Es importante que las metas que nos plantemos sean alcanzables.
Proponernos metas muy difíciles solo logrará frustrarnos y desmotivarnos. En
lugar de comenzar por metas difíciles que luego no cumpliremos, es preferible
comenzar con metas simples y alcanzables para ir poco a poco aumentando su
dificultad. Así, podremos ir aumentando la cantidad de tiempo hasta alcanzar la
meta más adecuada. La “descomposición paso a paso” es un ejercicio que
puede ayudarte para volver más factibles y alcanzables tus metas. Aprender a
gestionar la factibilidad de las metas es importante. De lo contrario, corremos el
riesgo de frustrarnos y bloquearnos.
2) Centrar las metas en acciones: Las metas no solo deben centrarse en el
resultado, sino que deben considerar fundamentalmente las acciones
necesarias para alcanzar dicho resultado. De hecho, es importante diferenciar
las metas de resultados (que quiero lograr) y las metas de proceso (qué cosas
debo hacer para alcanzar dichos resultados). Las metas centradas en el
proceso brindan a las personas un mayor sentido de control. Cuando nos
proponemos metas centradas en las acciones, lo que hacemos es direccionar
la mirada a nuestro propio comportamiento. Simplemente, debemos confiar en
que si logramos las acciones que nos hemos propuesto, obtendremos los
resultados que deseamos.
3) Temporales: Es importante que las metas u objetivos que nos propongamos
tengan una fecha de inicio y una fecha de finalización. Si no lo hacemos,
corremos el riesgo de ir posponiendo el objetivo y dejarlo sin cumplir. Es muy
útil usar una agenda o un sistema de alarma que te avise si te estás acercando
a la fecha límite para cumplir el objetivo. También es importante que seamos
realistas y nos planteemos tiempos razonables para cumplir nuestras metas.
De lo contrario, estaremos incumpliendo la propiedad número 1 de Factibilidad.
El establecimiento de una agenda puede ser de mucha utilidad.
4) Medibles: Es importante que desarrolles algún método para poder medir el
cumplimiento del objetivo. también podemos desarrollar alguna metodología
para determinar si hemos cumplido con el objetivo. Por ejemplo, “poder explicar
a otra persona los contenidos que estudié”, “poder desarrollar un cuadro
sináptico con las cosas que aprendí hoy”, entre otras. La medición permite ver
si estoy progresando o no en la meta. Sin una medición de metas, corro el
riesgo de pensar que estoy avanzando, cuando en realidad no lo estoy
haciendo. Es útil que cada semana te plantees objetivos y que en el cierre de la
semana analices el grado de cumplimiento. Esto puede ayudarte a planificar tu
agenda semanal.
Paso 2. Establece una agenda
Pocas cosas generan tanto estrés como la sensación de no llegar a tiempo. La
sensación de que las actividades nos desbordan y que el tiempo no nos alcanza es
muy habitual. Los problemas asociados a la sobrecarga pueden deberse a dos
motivos. El primero es que efectivamente tienes muchas actividades y el tiempo del
que dispones no es suficiente. El segundo motivo es que dispones del tiempo
suficiente, pero no logras organizarlo bien. En ambos casos, la capacidad para hacer
una buena gestión del tiempo es indispensable.
Lo ideal es que, al momento de gestionar el tiempo, seamos de los que “miran para
adelante”, es decir, que pasan sus semanas trabajando en tareas que están por llegar
en las próximas semanas. Esto nos permitirá anticiparnos a trabajar con cierto margen
de control y tranquilidad. De lo contrario, corremos el riesgo de tener una gestión del
tiempo típica de los que “miran para atrás”, es decir, personas que dedican su tiempo
a resolver las tareas que no pudieron terminar la semana anterior.
No hay personas que sean 100% de “mirar para atrás” o que el 100% de las veces
“miren para adelante”. La mayor parte de las veces tenemos un porcentaje de ambos
estilos. Sin embargo, debemos tratar que el porcentaje más elevado sea el de “mirar
para adelante”
Para lograr una gestión de tiempo adecuada, es importante que primero tengamos una
“visión panorámica” de nuestras metas u objetivos. En lo posible, poder visualizar las
metas de las próximas 4 semanas. Tener una visión de las tareas más importantes
que tendremos que hacer el siguiente mes brinda una sensación de control y minimiza
la probabilidad de que tareas importantes se nos pasen por alto.
Para hacer nuestra planificación semanal, es muy útil disponer de una agenda en
papel o utilizar alguna aplicación que nos permita escribir nuestros objetivos
semanales y diarios. Lo ideal es cerrar la semana haciendo una planificación de lo
realizado la semana anterior, sin perder de vista los objetivos planificados para la
semana próxima.
Al momento de incluir las metas que vas a realizar en la semana, recuerda las cuatro
características de las metas claras: 1) factibles, 2) centradas en acciones, 3)
temporales y 4les.
Además de la agenda semanal, es útil disponer de una agenda diaria. Antes de
empezar el día, debes tener un plan, tener claridad de cuáles serán los momentos que
vas a destinar a estudiar y descansar. Para ello, es muy útil trabajar en Bloques de
Tiempo (BT). Cada bloque de tiempo debe incluir un momento para hacer la tarea que
tenías prevista, más un momento para descansar y recuperarte del desgaste que
implica haber realizado dicha tarea.
El uso de BT te permite focalizarte en una tarea concreta y hacer un uso eficiente del
tiempo. Si me planteo “en los próximos 40 minutos, voy a leer la unidad 3”, esto te
permite centrarte únicamente en esa tarea y dejar de lado otras actividades pendientes
o tareas que pueden desviar tu foco de concentración. Durante ese bloque de tiempo,
es importante que no revises tu mail, no veas que ocurre en tus redes sociales y no te
pongas a revisar otros temas que llamen tu atención. Los BT también te permiten
hacer un uso más eficiente de tu tiempo de descanso. Es importante tener en claro
que el descanso forma parte del estudio.
Lo verdaderamente importante es que cada bloque contemple el tiempo de estudio y
descanso, y que te permitan hacer un uso eficiente del tiempo. Organizar tu agenda
diaria usando BT te permitirá aprovechar mejor el tiempo del que dispones.

Cuando el resultado sí importa.


Sin dudas, planificar el aprendizaje es clave para poder gestionarlo adecuadamente.
Sin embargo, luego de la fase de planificación se inicia la fase de ejecución, etapa en
la que suelen aparecer dos obstáculos que pueden afectar el proceso de aprendizaje:
1) incumplir con la planificación y 2) usar estrategias superficiales de estudio. En la
presente unidad se brindarán algunas pautas para afrontar ambos obstáculos.

Pautas para superar las dificultades para incumplir la agenda de estudio


La procrastinación hace referencia al hábito de postergar actividades o tareas
importantes. Generalmente el estudiante se autoconvence de que solo está
posponiendo por un breve tiempo la tarea que debe realizar. Sin embargo, el tiempo
se va acumulando y los días van pasando, llevando a que el estudiante cada vez
tenga menos tiempo para cumplir con sus metas académicas.
A continuación, se proponen dos pautas de comportamiento que pueden ayudarte a
combatir la procrastinación: a) aprender a gestionar tus pensamientos, y b) gestionar
la energía.
Gestionar tus pensamientos
La procrastinación puede dividirse en dos tipos:

 Procrastinación ansiosa, refiera a la tendencia a posponer cosas por miedo. El


miedo al fracaso y el perfeccionismo son actitudes que alientan la postergación
y aunque es natural experimentar miedo, solemos tener pensamientos que
aumentan el miedo de forma exagerada y poco productiva. ¿Y si no logro
hacerlo?, ¿qué van a pensar de mí si fracaso?, ¿y si no estoy lo
suficientemente preparado?
 Procrastinación hedonista, la cual hace referencia a posponer actividades que
no tenemos ganas de realizar. Nos autoconvencemos de que no es tan grave
si posponemos un poco la tarea con la que nos habíamos comprometido.
PENSAMOS QUE HAY COSAS MEJORES PARA REALIZAR
Tanto para superar la procrastinación hedonista, como la procrastinación ansiosa, es
importante aprender a gestionar los pensamientos que las acompañan.
Generalmente quienes tienen una procrastinación hedonista suelen tener
“pensamientos permisivos”, es decir, pensamientos que los convencen de que no es
grave dejar las cosas para después. Estos pensamientos se caracterizan por
“minimizar” las consecuencias de no hacer la tarea de forma inmediata y “maximizar”
tu capacidad para resolver estos problemas a futuro
Para superar la postergación hedonista debes aprender a identificar y modificar estos
pensamientos. A continuación, presentamos un ejemplo que puede servir de ejercicio.
La idea es que cada vez que aparezca un pensamiento permisivo utilices un
“pensamiento antídoto”, que te ayude a superar la procrastinación.
Por otra parte, para vencer la procrastinación ansiosa es importante gestionar los
“pensamientos amenazantes”, es decir, pensamientos que te convencen de que no
eres capaz, que no te va a salir bien y que no eres lo suficientemente bueno. Estos
pensamientos generalmente se caracterizan por “catastrofizar”, es decir, transformar
pequeñas fallas en graves problemas. Estos pensamientos te llevan a que dudes de
tus capacidades y te convencen de que nos estás listo, anticipando consecuencias
negativas.
Para superar la postergación ansiosa debes aprender a identificar y modificar estos
pensamientos. A continuación, presentamos un ejemplo que puede servir de ejercicio
para que practiques. La consigna es que cada vez que aparezca un pensamiento
amenazante, utilices un “pensamiento antídoto” que te ayude a superar la
procrastinación.
Gestionar tu energía
Otro aspecto que puede ser problemático, es la gestión inadecuada de la energía, que
puede llevar a que tu comportamiento se vuelva caótico y desordenado. Realizar
muchas actividades al mismo tiempo puede ser semejante a no realizar ninguna. Es
importante disminuir la dispersión y darle foco a tu comportamiento, para ello no solo
necesitas tener metas claras, sino también una adecuada gestión de tu energía. Si tu
energía se dispersa, es probable que no llegues a alcanzar tus objetivos.
En primer lugar, es importante que reconozcas los horarios más productivos del día.
Para identificar el momento más productivo, debes reconocer en qué momento te
sientes con más energía o, al menos, con la energía suficiente para hacer las
actividades que habías planificado.
Durante el período de estudio debes evitar dichas actividades, por lo tanto, es
conveniente que alejes el celular de tu alcance, y avises a tus familiares que es tu
momento de estudio, para poder focalizar tu energía en las actividades planificadas.
Pautas para superar el uso de estrategias simples de estudio
Aunque cumplamos de forma estricta la agenda que establecimos, si al momento de
estudiar apelamos solo al uso de estrategias simples de estudio es probable que no
logremos los resultados que estamos buscando. Estas, centradas en la repetición y el
repaso, son necesarias y no tiene nada de malo que las utilicemos. Sin embargo, el
uso excesivo de dichas estrategias en detrimento de otras más complejas, puede
derivar en que no obtengamos los resultados que queremos a pesar de dedicar mucho
tiempo y trabajo.
Es importante tratar de utilizar estrategias de aprendizaje que nos permitan hacer un
procesamiento más profundo de la información. Presentamos algunos ejemplos y
ejercicios que pueden resultar de utilidad.
Resumir información
Una de las primeras estrategias de aprendizaje es realizar resúmenes, que son textos
abreviados que contienen las ideas principales. En estos debemos anotar las ideas
más importantes, manteniendo el orden en el que aparecen en el texto original. De
esta forma, reducimos el texto a la información básica, lo que nos será de gran utilidad
para comprender los contenidos y recordar lo aprendido.
Representaciones gráficas
Los esquemas, cuadros y diagramas son muy útiles para lograr un mejor aprendizaje
de los contenidos. Al igual que el resumen, en estos casos también nos valemos de
las ideas principales del texto, aunque la ventaja principal de las técnicas gráficas es
que parte de la información es sustituida por trazos o disposiciones espaciales (ej.,
flechas, llaves o corchetes) para indicar las relaciones o conexiones entre las ideas.
Esto permite, por un lado, identificar de un “vistazo” las ideas importantes y sus
relaciones y, por el otro, elaborar una imagen mental o representación visual que sin
dudas nos será útil para recordar la información.
El esquema y el diagrama
El esquema consiste en una representación que pretende mostrar la estructura lógica
de las ideas principales del texto.
Un aspecto básico del esquema es que las ideas deben estar organizadas según su
nivel de generalidad, de esta forma comenzamos introduciendo el tema general y
luego avanzamos desde las ideas o conceptos más generales hacia los más
específicos.
Esta forma de presentar la información permite una percepción más directa de las
distintas partes del texto, ofreciéndonos una visión integrada de los conceptos e ideas
que nos será de gran ayuda para lograr un mejor recuerdo.
Los diagramas también permiten representar ideas y sus relaciones, aunque en estos
casos generalmente se trata de relaciones de causa-efecto o condicionales.
En este caso, ya no se trata –como en el esquema– de ordenar las ideas según su
nivel de generalidad, sino de representar diferentes tipos de relaciones entre los
conceptos o ideas, que pueden ser de causa-efecto. La utilización de diagramas
puede ser muy útil para representar conceptos o ideas que refieren a procesos, pasos
o etapas, acontecimientos históricos o cronológicos.
El cuadro comparativo
Los cuadros comparativos constituyen representaciones que permiten identificar
mediante un “golpe de vista” las semejanzas, diferencias y/o diferencias entre dos o
más datos, hechos, o situaciones. Por este motivo, son muy útiles para resumir y
visualizar ideas contrapuestas.
¿Cómo se elabora un cuadro comparativo?

 Identificar los elementos que se quieren comparar (artesano y obrero).


 Señalar los parámetros a comparar (trabajo).
 Identificar las características de cada objeto o evento.
 Construir afirmaciones donde se mencionen las afirmaciones más relevantes
de los elementos comparados.
Lectura comprensiva
Para llegar a comprender realmente las ideas contenidas en los textos de estudio, es
necesario que te animes a ir un poco “más allá” de las ideas que aparecen en estos.
Por ello, es importante que al leer el texto intentes vincular los conceptos e ideas que
allí se plantean con los conocimientos que ya posees, con experiencias previas o
hechos que ya conozcas. Son estos conocimientos los que deberás activar mientras
estudias, ya que te ayudarán a comprender el texto para poder darle un sentido.
Al leer un texto, es importante articularlo con ideas que provienen de ti, preguntas que
te formulas. Esa es la diferencia entre leer y mirar el texto. Al mirar solo estamos
inspeccionando las palabras, repitiendo sin otorgarle un significado, mientras que el
proceso de lectura implica contrastar lo que dice el texto con lo que nosotros sabemos
o creíamos sobre ese tema. No hace falta que el conocimiento previo que poseas sea
el “correcto”. Lo importante es ir contrastando lo que tú ya sabes con lo que estás
leyendo.

Monitorear el aprendizaje
Siempre puede mejorarse la capacidad para aprender y volver más eficiente el
proceso de estudio. Por eso se habla de un proceso de mejora continua, ya que
siempre podemos ir perfeccionando nuestra manera de aprender. Pero mejorar
nuestro proceso de aprendizaje no significa reprocharnos de que lo podríamos haber
hecho mejor, el reproche continuo solo nos va a llevar a sentirnos frustrados y
desmotivados. La mejora continua de nuestro proceso de aprendizaje implica que
podamos desarrollar nuestra capacidad de auto-monitoreo.
El auto-monitoreo es la última fase del “proceso de autorregulación del aprendizaje”.
Es una fase a menudo dejada de lado, pero que en realidad posee un valor clave ya
que es la que permite que el proceso de autorregulación del aprendizaje siga
mejorando de forma continua.
La falta de monitoreo del propio aprendizaje conlleva otro problema. Las personas que
no se percatan de sus déficits generalmente no solicitan ayuda, y la búsqueda de
apoyo es una variable crítica para mejorar el proceso de autorregulación del
aprendizaje. En esta última lectura analizaremos:

 Las estrategias para la búsqueda de apoyo.


 Las pautas para lograr la mejora continua de nuestro proceso de aprendizaje.
Búsqueda de apoyo
A menudo el proceso de aprendizaje se ve como una actividad que uno desarrolla en
solitario. Sin embargo, son muchas las personas que directa o indirectamente pueden
ayudarte para que logres alcanzar tus metas académicas. El apoyo hace referencia a
todo tipo de ayuda y consuelo proporcionado por los demás; contar con personas que
estén dispuestas a ayudarte o que simplemente valoren tu esfuerzo, constituye una
gran ventaja. Sin embargo, no es suficiente con contar con apoyo, también es
importante saber pedir ayuda cuando lo necesitas.
Existen diferentes tipos de apoyo

 Apoyo socio-emocional: es cuando otras personas te hacen sentir valorado,


contenido. Son personas que reconocen tus esfuerzos, te ayudan a sobrellevar
obstáculos y te hacen sentir más tranquilo.
 Apoyo práctico: es cuando las personas te ayudan a enfrentarte a problemas
cotidianos como cuidar a los niños, cocinar o resolver problemas vinculados a
tu vida diaria.
 Apoyo informativo: proviene generalmente de los docentes o tutores, que
pueden brindarte información, orientación o consejo para tomar decisiones o
resolver algún problema académico.
En general, necesitamos los tres tipos de apoyo, pero en ocasiones hay algunos que
son más importantes que otros, dependiendo de cada persona y cada circunstancia.
Cada tipo de apoyo requiere de personas específicas. Algunas solo podrán proveerte
algún tipo de apoyo, mientras que otras pueden ayudarte en más de un tipo.
Cinco pautas para la mejora continua
Es importante tener en claro que el proceso de aprendizaje no siempre será adecuado,
aunque nos hayamos entrenado para mejorarlo. En ocasiones, podemos atravesar
semanas más complicadas o con cierta sobrecarga de actividades que nos lleven a
recaer en viejos hábitos. Presentamos una serie de pautas que pueden ayudarte a
que mejores de forma continua tu proceso de autorregulación:

 Toma conciencia de las “señales de advertencia”.


 Desarrolla hábitos.
 Fortalece tus creencias de autoeficacia.
 Experimenta emociones positivas.
 Comprométete con tus objetivos.
Toma conciencia de las “señales de advertencia”
Recaer en viejos hábitos no es algo automático, suele darse de a poco. Por este
motivo es que debes estar atento a las primeras “señales de advertencia”. Si
comienzas a observar algunas de estas señales o comportamientos, significa que
debes re-activar los nuevos hábitos y competencias aprendidas.

Algunos ejemplos de “señales de advertencia” son:

 Dejar tareas inconclusas.


 No organizar tu tiempo.
 Posponer actividades o dejar tareas inconclusas.
 Retrasarte con tu plan de estudio.
 No utilizar estrategias profundas de estudio.
 Leer y repetir de forma excesiva.
 Recibir notificaciones o quejas de profesores o tutores.
 Sensación de estrés o agobio.
Desarrolla hábitos
Tal como se ilustra en la situación problemática, aprender a autorregular el aprendizaje
puede llevar considerable esfuerzo, pero afortunadamente a medida que repites las
nuevas conductas, se van transformando en hábitos y el esfuerzo que te demandan
cada vez es menor. Recuerda que el esfuerzo disminuye cuando se convierte en
hábito. Todos tenemos hábitos (algunos buenos y otros no tanto...) que se forman
mediante la repetición y la práctica.
Aunque la repetición de conductas inadecuadas puede llevarnos a desarrollar “malos
hábitos”, podemos usar estos mismos patrones a favor para desarrollar “buenos
hábitos”. La pregunta que debes hacerte es ¿qué hábitos te gustaría crear? Una vez
que hayas seleccionado estas conductas la clave está en la repetición. Sin una
repetición constante, metódica y disciplinada no hay creación del hábito.
Fortalece tus creencias de autoeficacia
La autoeficacia refiere a las creencias que posees sobre tus propias capacidades para
llevar a cabo exitosamente alguna conducta o tarea. Este es un concepto desarrollado
por el psicólogo Albert Bandura, y para muchos constituye el factor de mayor impacto
en la vida cotidiana. Solo si las personas creen que pueden alcanzar determinados
efectos mediante sus acciones, poseen los incentivos necesarios para actuar. En otras
palabras, las personas guían sus vidas en función de sus creencias de autoeficacia
Existe una marcada diferencia entre disponer de capacidades y ser capaz de utilizarlas
en diversas circunstancias. De hecho, para un rendimiento adecuado, la persona
requiere tanto habilidades objetivas como creencias fuertes acerca de su eficacia
personal para llevar a cabo la tarea.
Los estudiantes con fuertes creencias sobre sus propias capacidades optan por
afrontar nuevos desafíos, mientras que los estudiantes con débiles creencias de
autoeficacia tienden a evitar desafíos por pensar que no podrán afrontarlos
exitosamente. Sumado a ello, cuando aparece un obstáculo los estudiantes que
poseen más confianza en sus capacidades tienden a aumentar el esfuerzo, mientras
que los estudiantes con baja confianza tienden a debilitar su esfuerzo y abandonar la
tarea.
Por todo ello resulta crucial fortalecer las creencias en nuestras propias capacidades.
Aprender a confiar en nosotros mismos es un factor crítico e indispensable para el
desarrollo saludable y exitoso en la carrera académica.
Las creencias de autoeficacia se nutren de diferentes fuentes. La primera fuente son
las experiencias previas de éxito las que aumentan las creencias de eficacia, mientras
que fracasos repetidos tienden a disminuirlas.
Para fortalecer tus creencias de autoeficacia también es importante que mejores tus
habilidades. No somos buenos en todas las cosas que hacemos, los motivos pueden
ser diversos, hay veces que no hemos tenido la oportunidad de desarrollar esa
capacidad, es algo que hemos evitado, o simplemente no entrenamos lo suficiente.
Experimenta emociones positivas
Diversos estudios científicos indican la importancia de experimentar emociones
positivas en nuestras actividades cotidianas. Investigaciones realizadas por la
Universidad Siglo 21 indican que las personas que experimentan con mayor frecuencia
emociones positivas tienen menor estrés, mejor rendimiento y mayor compromiso con
las tareas que realizan. Las emociones positivas no solo aumentan nuestro bienestar y
motivación, también actúan como protectores del estrés.
Es preferible experimentar pequeños niveles de emociones positivas con frecuencia,
que un único pico de emociones positivas. Esto quiere decir que no hace falta que
hagas cosas extraordinarias para sentir niveles extraordinarios de emociones
positivas, es preferible que experimentes pequeñas dosis de emociones positivas los
365 días del año. No subestimes las emociones positivas que experimentas en tu día a
día.
Experimentar emociones positivas no es algo simple, muchas personas no conocen
cuáles son las actividades que le generan emociones positivas. En otros casos, ocurre
que las personas sí saben cuáles son las actividades que les generan emociones
positivas, pero no les dedican el tiempo suficiente a estas actividades porque siempre
tienen algo más importante o urgente para realizar.
Aumenta tu compromiso
El esfuerzo y el compromiso son claves para cualquier actividad que te propongas. Es
fácil hacer una actividad cuando te sientes entusiasmado, pero el reto es poder
sostener tu comportamiento en el tiempo. Para lograr una motivación a largo plazo es
necesario que tengas una visión a largo plazo. Las actividades del día a día pueden
llevarnos a que olvidemos los motivos que nos hicieron decidir que queríamos hacer
una carrera y acceder a un título. Por ello suele ser muy útil para tu motivación que de
cada tanto recuerdes cuáles son esos motivos.
Las expectativas intrínsecas y las extrínsecas; éstas últimas hacen referencia a las
consecuencias positivas que esperas obtener al hacer una carrera universitaria
vinculada con aspectos externos a la propia persona. Por ejemplo, obtener mejor
salario, conseguir un mejor trabajo o tener un mayor reconocimiento de mis pares o
familiares. Por otra parte, están las expectativas intrínsecas, las cuales hacen
referencia a expectativas positivas que tenemos relacionadas con nuestra experiencia
personal. Por ejemplo, sentirme autorrealizado, poder hacer algo que me gusta, sentir
que contribuyo a la comunidad
Es importante que siempre tengas en consideración estas expectativas, sobre todo en
momentos donde sientes que te cuesta mantener tu esfuerzo o que sientes que estás
bajando los brazos. Recordar estas expectativas puede inspirarte y darle un sentido de
trascendencia a tus actividades cotidianas

REVISION DEL MODULO


Autorregulación del aprendizaje
Para aprender a volverte dueño de tu proceso de aprendizaje necesitas desarrollar tu
capacidad de autorregulación. Para ello debes conocer las fases implicadas en la
autorregulación y analizar tu propio proceso de autorregulación.

No lo dejes para después


La autorregulación del aprendizaje se inicia con una fase de Planificación. Durante
esta fase los estudiantes se formulan metas factibles, medibles, temporales y
centradas en acciones. Asimismo, establecen una agenda de trabajo para ordenar su
proceso de estudio.

Cuando el resultado sí importa


La ejecución es una fase de la autorregulación que involucra fundamentalmente dos
desafíos: 1) combatir nuestra tendencia a procrastinar y posponer el proceso de
estudio, y 2) utilizar estrategias profundas de estudio que permitan un mejor
aprendizaje de los contenidos.

Monitorear el aprendizaje
El monitoreo es una fase de la autorregulación necesaria para mejorar continuamente
nuestro proceso de aprendizaje. Sin esta etapa corremos el riesgo de cometer
continuamente los mismos errores, sin percibirlos o solicitar ayuda.

APRENDER EN SIGLO 21 MODULO 2


Jerarquizar y priorizar para un aprendizaje exitoso
El aprendizaje no es una construcción lineal, por el contrario, se nutre de diversas
vertientes. Si analizamos las distintas formas de aprendizaje que hemos practicado
durante nuestra vida/existencia, nos damos cuenta de ello rápidamente. Podemos
distinguir los siguientes tipos.
Un aprendizaje por imitación: Hoy sabemos que nuestro cerebro a través de las
células espejo, nos hacen imitar lo que vemos. Por ejemplo: imitar una coreografía
diseñada por otros, un paso, etc. Otras veces lo hacemos y no somos realmente
conscientes de ello. Nos damos cuenta de ello, por ejemplo, cuando cambiamos
nuestro sistema cultural: cuando viajamos a otra ciudad o país, cambiamos de trabajo
o carrera. Allí nos damos cuenta que las normalidades no eran tales. Este tipo de
aprendizaje tiene gran importancia en nuestra niñez, pero se mantiene a lo largo de la
vida. Al tomar consciencia de este tipo de aprendizaje, podemos identificar el impacto
de nuestros comportamientos en los demás. Además, nos hacemos conscientes de lo
que observamos y tomamos de otros al imitar comportamientos que no
necesariamente nos son saludables y mucho menos responsables. Asimismo, algunos
hábitos en nuestras modalidades de organizar el material de estudio, así como los
tiempos que planificamos y las técnicas que adoptamos, también son imitaciones
heredadas del sistema.
Un aprendizaje por enseñanza: Algunos aprendizajes requieren apoyarse en algo
más contundente que la imitación. En este punto aparecen los procesos específicos
que aseguran la adquisición de determinadas competencias y conocimientos. La
educación formal es uno de ellos. Por lo tanto, las áreas disciplinares que en adelante
recogerás cursando tu carrera guardan estrecha relación con este modelo. Es posible
que este tipo de aprendizaje guarde en ti la expectativa de centrarse solo en el
contenido. Si esto ocurriese, posiblemente los textos de formación integral, como el
presente contenido, te resulten más dificultosos de consumir, ya que no buscan que
repitas, grabes o reproduzcas, sino que pretenden que actives reflexiones más
profundas, capaces de producir en el tiempo otra forma de aprendizaje que la
llamaremos la opción del aprendizaje autónomo.
Aprendizaje autónomo: Esta forma de aprendizaje no descarta las anteriores, sino
que las integra como parte de sí misma. Parte de la formación de un individuo es
procurar, en la universidad y la vida que deviene hasta la adultez, que la autonomía
sea producto no solo de acumular saber, sino que devenga de la corresponsabilidad
de construir el propio criterio. Parece tal vez obvio, pero no se da tan
espontáneamente que el devenir de la adultez traiga un despertar a la
corresponsabilidad de pensar con libertad responsable para uno mismo y otros con el
fin de devenir en seres humanos más íntegros y felices. Debemos entender esta última
expresión, no como una construcción de anhelo carente de realidad o solo sustentada
en la magia de la actitud y la buena intención, sino como la importancia de conocerse
a sí mismo y trabajar con esfuerzo en convertirse en el adulto que nos gustaría ser.
Entonces, el aprendizaje autónomo descansa en el proceso de reflexión que nos
animemos a emprender. Este puede tener, de alguna manera, 3 ciclos que se
desarrollan seguidamente.

 Pensar en los resultados.


 Planificar y ejecutar acciones capaces de modificar los resultados cuando no
son efectivos ni son satisfactorios. La responsabilidad de que estas acciones
sean viables es una expresión de conexión con lo posible y esto nos
compromete al hacernos actores protagonistas.
 Evaluar lo que obtuvimos y volver a comenzar. Se debe hacer uso de diversas
competencias profesionales, personales y disciplinares. Las últimas remiten a
conocimientos y cambiarán constantemente a mayor velocidad en estos
tiempos. Además, es importante comprender que no podemos absorber todo y
otros poseen otras partes del saber, pero no por ello tenemos que descuidar la
importancia de dominar saberes que, en rigor, serán fundamentales para
resolver problemas. Contar con el conocimiento adecuado para resolver
dilemas o problemas es uno de los desafíos que afrontamos como seres
humanos.

Hemos dicho entonces que aprendemos a lo largo de la vida, ese aprendizaje no es


lineal, e identificamos varias formas de aprender. Por lo tanto, no hay una fórmula
exacta de cómo ser un universitario. Esto es también algo que se aprende y hay dos
factores claves que deben ser constantes: tener motivación para el estudio que
estamos emprendiendo y la capacidad de adaptarse a las exigencias del mundo
académico.
Ahora veamos de qué se trata la motivación. Para encontrarla debemos buscar algo
por fuera de nuestro foco de atención. Proponernos metas desconectadas de un
propósito hará que rápidamente sea delgada la membrana que nos contenga y
desviarnos de objetivos o metas esperados, lo cual nos empujará al abandono de la
actividad que nos propusimos. Es importante comprender que la motivación al menos
tiene implícita dos variables: el foco y la energía dirigida.
Por tanto, para propiciar una motivación adecuada, en especial cuando cuesta digerir
material que no es de nuestro mayor interés, puede servir recuperar el propósito por el
que hacemos lo que hacemos, además de alejar distracciones que suelen ser caza
bobos de nuestra atención, para poder sobreponernos con voluntad y forzar las
tentaciones.
Finalmente, la energía está relacionada al vigor, ese resto de pila que dispones para
hacer algo. Cuidar el cuerpo e identificar las cosas que me hacen ganar energía es
parte de nutrirnos, entre algunos ejemplos encontramos la alimentación, el descanso,
la recreación, el disfrute, etc. Es tal vez el primer plan que todo ser humano, estudiante
o profesional en actividad se debe a sí mismo planificar y garantizar.
De cara a afrontar el aprendizaje formal de contenidos, al menos vale destacar que
uno de los primeros desafíos será el de jerarquizar la información que se recibe
Cuando nos referimos a la palabra jerarquizar, podemos inferir que es usada para una
cantidad infinita de posibilidades, sin embargo, aquí la tomaremos para referirnos a la
acción de ordenar cosas, contenidos, programas, rutinas, etc. Siempre se mantendrá
un criterio que respeta de lo más trascendente a lo menos trascendente. De esta
manera, la jerarquización, tal como la llamamos, es el proceso de ordenar o dejar
ordenada la cosa en cuestión.
Implica el proceso de selección, organización y priorización de datos e información en
función de los objetivos a alcanzar en una materia.
Cuando miramos por primera vez un contenido que nos disponemos a estudiar, es
vital diseñar una ruta de recorrido que nos proponga un orden alineado con los
objetivos planteados de la materia que abordaremos. Es vital reconocer lo que
debemos alcanzar, el nombre con el que lo identificamos y dónde o cómo lo
obtendremos. Retener conceptos claves o ideas claves y establecer un orden es una
ruta de primer trazo para ganar coherencia en el ordenamiento de lo que estamos
aprendiendo o lo que queremos trasmitir.
Si nos posicionamos en una materia particular, lo fundamental será conocer y
reconocer las reglas de cursado y las condiciones para aprobar una materia, pues será
el primer criterio a considerar para orientar los esfuerzos, especialmente cuando el
tiempo no juega a favor o aparecen contingencias. Conocer las reglas del juego se
convierte en el criterio regente para usar bien la selección de una planificación y
autogestionar la disciplina.
En la estructura de una materia tipo, identificar los objetivos ayuda a centrar y
seleccionar el foco de contenido, es decir, seleccionar aquello que no me puedo
saltear porque será evaluado o es condición para resolver un problema. De esta
forma, preguntarnos qué problemas resuelve el contenido de la materia que estoy
estudiando es útil, ya que nos ubica para iniciar el proceso de poner foco a lo
importante.
La jerarquía no solo será a nivel de contenidos, sino que traerá de la mano la
competencia del manejo del tiempo. A su vez, esta competencia trae consigo 3
competencias genéricas básicas:

 saber decir que no;


 saber delegar;
 tener sentido de prioridad.
Repasemos los siguientes tips prácticos.
1) Identificar objetivos que debemos lograr con el contenido propuesto y la
bibliografía obligatoria. Esto permite encontrar el foco y realizar una selección
de unidades, modelo de lectura, resúmenes, etc.
2) Planificar. Algunos alumnos suelen utilizar la fecha de examen como fecha de
vencimiento. A partir de ella planifican las horas de las lecturas de acuerdo con
los días que faltan y cómo sería mejor destinar para lograr ver todo el material
antes. Esta estrategia contribuye a distribuir tiempo de trabajo, estudio y
descanso.
3) Consultar las inquietudes a tiempo. Anotar preguntas, dudas y buscar ayuda
a tiempo evita que entres en pánico y tengas pensamientos negativos acerca
de tu autoeficacia.
4) Utilizar el intercambio y chequear comprensión sobre el abordaje amplía tu
capacidad de relacionar.
5) Revisar con qué herramientas/ técnicas te sientes más cómodo, por ejemplo,
observar qué modalidad para sintetizar material te permite una rápida
explicación y comprensión de los temas. El material de consulta de esta
materia te presenta una serie de técnicas de estudio que pueden ser útiles.
6) Considerar las reglas y condiciones de acuerdo con la modalidad para lograr
sortear dificultades, ya que, si no sabes las condiciones, eliges mal tus
estrategias.
7) Todo lo que sabes, te sirve. No descartes, recicla y ábrete a soltar
conocimientos que han quedado obsoletos o son insuficientes. Humildad como
virtud para aprender.
8) Conocer la forma y el mejor momento en el que se rinde para aprender
mejor. Para poder abordar los materiales teóricos, críticos, científicos, es
importante desarrollar estrategias de lectura para poder comprender aquello
que se lee y estrategias de escritura para cumplir con un registro formal, un
vocabulario adecuado y una redacción académica. A su vez, dedicar horas a la
lectura y el estudio supone un hábito que es necesario crear, cuanto más me
acostumbro a estas actividades, más sencillo me va a resultar el camino.
9) Conformar comunidades de aprendizaje. Otro aspecto importante de la vida
universitaria es la socialización. Relacionarse con otras personas que están
compartiendo la misma experiencia resulta fundamental para sentirnos
acompañados, buscar ayuda, resolver dudas y llevar a cabo un trabajo en
forma colaborativa. Se pueden conformar grupos de estudio para abordar los
temas vistos en clase, ponerlos en discusión, evacuar dudas e intercambiar
opiniones. Poder hablar sobre los temas contribuye a su mayor comprensión y
adquisición. Además, tener un grupo de estudio puede ser un sostén para los
momentos difíciles porque compartir con otros siempre beneficia la experiencia
personal y profesional.
Pensamiento lógico y pensamiento holístico
Hemisferios cerebrales

Características de alumnos lógicos y holísticos


Herramientas para cada tipo de alumno

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR


Aprendiendo a elegir estratégicamente: diseñar el cursado
personal
Lo central para poder jerarquizar es conocer las reglas del juego de acuerdo con la
modalidad en la que se transita el aprendizaje. Luego queda la disposición y selección
de las fortalezas que cada uno cuenta para afrontar con confianza la disposición para
adquirir un nuevo saber, haciendo uso de otros que ya traigo de la vida.
Todo sistema, ya sea una organización o institución, posee límites y restricciones que
hacen que sus partes operen de una forma particular. Dentro de estas condiciones hay
algunas visibles y otras no tan visibles, aun así, ambas delimitan el mundo de
posibilidades. Esto implica que serán posibles algunas cosas y otras no. Si bien esto
parece una obviedad y seguramente lo sea, hacerlo explícito es una forma de revelar
su impacto en la cotidianeidad, dado que en reiteradas ocasiones solo avanzamos sin
considerar esta premisa, lo que puede activar estados emocionales limitantes para
autogestionarse.
Algunas instituciones o grupos usan diversas formas de hacer conocer sus
condiciones que permitirán y excluirán posibilidades. De la misma manera ocurre con
nuestras elecciones, pocas veces se calculan las consecuencias.
Cada vez que tengas un problema o afrontes la necesidad de elegir/decidir, tendrás
varios dilemas por delante, pero en todos ellos, la gestión emocional será central y te
convertirá en corresponsable de una experiencia efectiva en relación con los fines que
persigas, aun cuando las respuestas que obtengas no sean las que esperabas.
Aunque parezca tedioso leer un sinfín de páginas sobre algunas reglamentaciones, se
convierte en algo necesario para tomar decisiones que serán vitales en el transcurso
de la vida universitaria. Por ello, conocer el alcance de cada modalidad y los atajos
posibles permitidos dentro del sistema será importante a la hora de tomar decisiones
de toda índole: el cursado de una materia, planificar finales, hacer experiencias con los
centros, etc.
Ahora bien, ¿cómo asumimos la gestión del saber? No somos meras cajas que se
pueden llenar o vaciar como si nada, el saber condiciona y habilita al mismo tiempo,
por lo que aprender a desaprender aquellas cosas que traemos del viejo equipaje
comienza a ser una competencia genérica de valor. Esta competencia central que se
apalanca de un aprendizaje autónomo se llama aprender a aprender.
La universidad se encarga de la gestión del sistema al habilitar nuevas posibilidades y
restringir otras. Estas habilitaciones y restricciones se hacen a través del reglamento
institucional. Primer lugar donde encontramos las reglas del juego, derechos y
obligaciones. Aquí también podrás encontrar la información relevante en relación a las
condiciones de aprobación de cada asignatura que curses, que será de suma utilidad
para que determines tus prioridades, tus metas y construyas una planificación que
contemple los hitos de cursado para tu planificación estratégica.
Asimismo, en él la disponibilidad de saberes (contenidos básicos o guías,
interacciones con docentes, etc.) se encuentra mediada por el sistema de aprendizaje
multimedial (SAM), plataforma donde a través de la tecnología, interactúas o
completas tu experiencia de aprendizaje. De esta manera, el segundo elemento a
conocer y dominar es el SAM-LMS (sistema de aprendizaje multimedial).
Los distintos escenarios de aprendizaje, las relaciones nutritivas que deberán
construirse a partir de la interacción entre pares, con los compañeros de estudio y
entre el equipo docente y el alumnado requieren especial atención por parte de
quienes asumen el desafío de formarse.
Uno de los dilemas más frecuentes es creer que cursar materias basta para acelerar el
paso por la universidad. Cursar y rendir es la forma de asegurar un avance
sustentable. Por lo tanto, una de las primeras cosas a resolver es erradicar la idea de
que si solo curso, avanzo.
Los planes de estudio han incorporado una categorización de materias que permita
hacer intervenciones particularizadas conforme al nivel de desarrollo de competencias
que cada programa determine deben alcanzarse. Esta categorización es fruto de la
interacción de tres grandes ejes:

 El período de cursado, entendiendo que los desarrollos de habilidades de


mayor complejidad requieren una temporalidad diferente.
 La relación docente – alumno, a fin de permitir un seguimiento personalizado y
en permanente vínculo e interacción.
 Escenarios de evaluación más amplios, que permitan desarrollar habilidades
relacionadas con competencias específicas del futuro ejercicio profesional.
MEC (Materias de Exploración y Conceptualización), para que cuando abordes los
contenidos del programa, puedas desarrollar habilidades asociadas al comprender,
entender y recordar. Este grupo de materias promueven la aproximación paulatina a
contenidos disciplinares iniciales y fomentan la inmersión profesional en la carrera, por
lo que cuentan con una serie de recursos didácticos en correspondencia: matrices de
información, guías conceptuales, debates, mapas mentales, etc.
MIA (Materias de Integración y Aplicación), que hacen particular foco en el desarrollo
de competencias asociadas al examen de situaciones problemáticas, aplicación y
análisis de las mismas. Este grupo de materias promueven la inmersión en los
contenidos disciplinares nodales de la carrera y su aplicación en contextos específicos
(saber hacer y saber ser), por lo que cuentan con una serie de recursos didácticos en
correspondencia: Trabajan con las didácticas del Aprendizaje Basado en Problemas y
el Aprendizaje Basado en Casos. Con estas materias podrás vincular contenidos con
tus expectativas al elegir determinada carrera, ya que serán “orientadoras” de tu
proyección como profesional, por la especificidad que entrañan.
MIP (Materias de Intervención Profesional), que encontrarás en tu plan de estudios y
que hacen particular foco en el desarrollo de competencias asociadas a la evaluación
y creación de soluciones innovadoras a problemas complejos. Este grupo de materias
promueven la intervención profesional tomando en base los contenidos disciplinares
de toda la carrera y comprendiendo todos los ejes de la competencia (saber, saber
hacer y saber ser), por lo que cuentan con una serie de recursos didácticos en
correspondencia: Trabajan con las didácticas del Aprendizaje Basado en Casos, el
Aprendizaje Basado en Proyectos y el Aprendizaje Basado en Retos, con fuerte
cercanía con las áreas de Investigación y Extensión.
Competencias en juego para gestionar las elecciones
Aprender a pedir algo requiere que realicemos una mirada personal para identificar
con qué cosas no podemos solos, a quién debemos pedir ayuda y tener claridad en lo
que pedimos. Esta capacidad es una competencia genérica que nos asegura no
empobrecer nuestras vidas.
Pedir es una competencia genérica que hace que nuestras posibilidades se vean
nutridas de oportunidades. Para pedir es importante saber:

 qué se pide;
 a quién se pide;
 cómo se pide;
 para cuándo se pide.
En resumen, veremos algunos recursos disponibles prácticos para avanzar. Así,
debemos reconocer para una orientación y decisión asertiva:

 al director de la carrera que se cursa;


 el plan de estudios;
 las condiciones de la modalidad que curso;
 los tiempos de cada desafío, calendarios académicos, hitos centrales o
condiciones;
 las herramientas de la plataforma SAM;
 material de lectura básico.
Por su parte, para completar una elección consciente, deberás también reconocer
cómo y por cuáles canales gestionar estos recursos:

 cómo y por dónde me inscribo;


 costos de materias que adhiero;
 descuentos y promociones;
 vencimientos claves;
 financiamiento;
 mesas de gestión de alumnos;
 gestiones que puedo hacer solo;
 gestiones en las que debo recurrir a alguien de la universidad.
Una elección consciente trae implícito no solo lo que eliges, sino además lo que queda
afuera, cómo lo eliges y cómo lo gestionarás. El plan puede ser perfecto, pero
asegúrate de poder cumplirlo y contar con los recursos para hacerlo, si no corres el
riesgo de quedar solo en un buen plan.

Aprender haciendo. Decidir: simulación de escenarios posibles


para discernir estratégicamente
EXPERIMENTAR
1) Conocer para diseñar una estrategia efectiva
Avanzar sin estrategia pensando que solo ir será condición suficiente es en ocasiones
incurrir en la ingenuidad de que todo lo podremos hacer exitosamente. El éxito no es
algo que suceda por acto mágico, sino que requiere de una actitud de esfuerzo y
superación.
Podemos preguntarnos: ¿cómo hacemos para no frustrarnos? La respuesta es la
imposibilidad de hacerlo, solo nos queda revisar las expectativas, ya que allí reside
gran parte de nuestras frustraciones.
Para ajustar las expectativas, es necesario revisar nuestros deseos y desconfiar de
ellos, pues suelen ser hermosas trampas ilusorias. Es frecuente observar a personas
que solo anhelan tener el éxito de otras, sin preguntarse siquiera qué hay detrás de
ese éxito o qué fórmula, además del factor suerte al que se le suele adjudicar la
magia, existe.
El principal desafío para afrontar una planificación y echarle mando a andar es
alimentar la paciencia. Esto implica combatir la pereza.
Cuando uno inicia una estrategia, es porque primero ya tiene claro cómo, a dónde ir,
qué obtener y cómo le gustaría al menos asegurar algunas cosas. Debes comenzar
por identificar desde dónde partes, con quiénes cuentas, con qué cuentas, etc. Estos
elementos en la vida universitaria serán centrales y los aplicarás en adelante durante
toda tu vida profesional. Además, conforman una competencia que deberás ganar,
porque te harán ganar plenitud y bienestar. Así, la competencia de la autogestión
puede ser aplicada a diversos temas personales; es una competencia de efectividad y
alimenta la competencia de la autonomía: hacer las cosas sin necesidad de que
alguien me indique todo el tiempo qué hacer.
1) La autogestión con el sistema y las relaciones interpersonales. Busca ser tan
efectivo como eficiente. Eficacia y eficiencia orientadas a lo que quieres hacer, con lo
que cuentas y los riesgos que puedes asumir.
La contextualización, tomar dimensión de lo que nos rodea, lo que ocurre, ordena de
alguna manera cómo usar el saber. El conocimiento, si bien no lo es todo, permite
diseñar los caminos y atajos o alternativas posibles. La jerarquización de la
información siempre ayudará a priorizar lo que queremos alcanzar. Pensar en
formas de escenarios ayuda a calcular contingencias. Lo contrario es especulación
y cuando esta tiene gran vuelo, es posible aumentar la falla y el fracaso.
2) Autogestión emocional para conversaciones que destraben dificultades. Se
deben gestionar las emociones para afrontar la frustración de las malas decisiones o
fallos. Miraremos como posibilidades aquellas situaciones que debemos afrontar.
Elegir el tipo de respuesta que nos gustaría dar, pero también la más adecuada. No se
trata de usar el mismo método para responder frente a todas las demandas igual, sino
de ajustar formas e intensidades.
Entonces, la autogestión emocional es la capacidad de reconocer y comprender las
propias emociones. Es la competencia más crítica de la inteligencia emocional, va más
allá del autoconocimiento e implica la capacidad de ser consciente del efecto que las
propias emociones y los estados de ánimo causan en las emociones de las otras
personas.
atraviesan desde los primeros años de vida y de alguna manera, nos definen como
personas. Gestionar las emociones restrictivas no significa necesariamente no darles
lugar, sino gestionar que su persistencia no sea más que la necesaria. En otras
palabras, significa manejar estrategias de recuperación emocional normalizada.
3) Un ciclo de éxito requiere de esfuerzo, saber y compromiso con uno mismo
El esfuerzo, dijimos, no es lo mismo que los sacrificios. El esfuerzo requiere una
sobrecarga de tareas y, a veces, acciones que tienen que ver con comprender que se
tendrá un final en beneficio de una gratificación mayor. Esta etapa suele demandarnos
mayor energía que la que requerimos en procesos más automáticos o donde hemos
ganado cierta maestría para resolver dificultades.
Por su parte, el sacrificio guarda más afinidad con ciertas cosas que solemos hacer,
no son gustosas y en ocasiones nos traen dolor e insatisfacción. Con esto no estamos
diciendo que el sacrificio sea malo, sino que muchas veces hacemos elecciones sin
pensar demasiado si lo que elegimos forma parte del esfuerzo o sacrificio.
Estudiar guarda relación con saber, esforzarse y comprender que estamos
comprometiendo nuestro presente de gratificaciones inmediatas por un futuro que es
por lejos más esperanzador y completa un sentido. Cuando lo vemos así, la carrera
elegida puede ser entendida como un recorrido para alcanzar un propósito, pero no es
el propósito, sino el medio.
¿Cómo es entonces alcanzar el ciclo exitoso? Si plantear el éxito con cero fracasos es
la respuesta, es falaz. Las fases de adquisición de nuevos saberes o enfoques
reflexivos demandan esfuerzo mental extra. Cuando uno se encuentra en periodos de
esfuerzo al aprender nuevo contenido o una actividad nueva, la demanda de energía
suele ser superior, el agotamiento se hace presente y aumentan, si no es una
actividad que disfrutemos, las tentaciones de abandono. Lo cierto es que cuando
hemos ganado ciertas habilidades para llevar adelante una tarea, la energía que
requerimos para hacerla al principio va disminuyendo y posiblemente comencemos a
ver cierto disfrute

 Teoría, hábito y prácticas son etapas que requieren mayor esfuerzo mental,
combate de la pereza-disciplina y atención.
 Experiencia y maestría son etapas en las que podemos experimentar el
disfrute, ya que hemos ganado habilidades que potencian nuestro talento.
Cuando uno adquiere un saber y este es solo teórico, aún guarda potencial la fuerza
para resolver. Incorporarlo y comenzar a hacer uso de él requiere ganar un hábito. Sin
embrago, tener el hábito no resuelve el dilema, es necesario practicar y practicar, ya
que nos hace ganar experiencia y la experiencia nos permite enseñar sobre ese
conocimiento alguna vez adquirido. Esa enseñanza entonces es la maestría. Cuando
hemos llegado a la maestría de algo, nos damos cuenta de que debemos volver a
comenzar.
El éxito llega de la mano de la disciplina, la apertura y la humildad para aprender
aquello que nos conducirá a disfrutarlo. Una vez que lo alcanzamos, emprendemos la
dura tarea de sostenerlo, entendiendo que no es un estado de euforia continua sino de
satisfacción y plenitud de haber logrado algo.

Autoliderazgo: las habilidades personales y profesionales que


demanda el mundo actual
El autoliderazgo, con el que podemos rescatar la importancia del aprendizaje de
competencias interpersonales que permitan un autodesarrollo saludable que brinde
respuestas mejor adaptadas al entorno y que garanticen bienestar individual
¿Por qué las personas solemos actuar como víctimas en lugar de protagonistas? Es
posible que consideremos que la seguridad y la felicidad se consiguen mediante la
aprobación del otro y pensemos que el bienestar y el éxito se derivan de la inocencia y
el complacer a los demás.
Desde una edad temprana aprendemos a igualar la responsabilidad con culpabilidad.
Por eso, hablamos de ser responsables de algo. En nuestra mente infantil, ser
responsable era igual a ser el causante o culpable de algo y ser culpable implicaba
algo malo. Hay un refrán que dice que el éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es
huérfano
Cada vez que nos erradicamos de la explicación de la situación, solemos perder todo
poder de influir positivamente en ella. Si no podemos vernos parte del problema, es
posible que tampoco seamos parte de la solución. Con el devenir de la vida, vamos
comprendiendo la diferencia. Aun así, en ocasiones, algunos aprendizajes nos quedan
instalados sin haber sido reconfigurados y se hace difuso comprender la diferencia y,
en consecuencia, seguimos adjudicando la causa de nuestros problemas a otros
Cada vez que nos erradicamos de la explicación de la situación, solemos perder todo
poder de influir positivamente en ella. Si no podemos vernos parte del problema, es
posible que tampoco seamos parte de la solución. Con el devenir de la vida, vamos
comprendiendo la diferencia. Aun así, en ocasiones, algunos aprendizajes nos quedan
instalados sin haber sido reconfigurados y se hace difuso comprender la diferencia y,
en consecuencia, seguimos adjudicando la causa de nuestros problemas a otros
La gestión de las emociones es el primer capítulo a transitar como aprendizaje en el
camino del autodesarrollo y con ello poder autoliderarnos
Si hablamos de la inteligencia social y emocional, ¿cuál es la revolución de este
cambio? Guarda relación con la capacidad de regular las emociones negativas para
que no persistan más de lo necesario y asegurar así el bienestar. De instalarse lo que
surge como daño, no podríamos aprender.
Por lo tanto, comprender que tendremos tendencia a llevar adelante tareas que
nuestro cerebro automatice o tenga ya en piloto automático será vital para tomar
conciencia. Pero para tomar consciencia es necesario entrenar el foco y trabajar en
cuidar la salud de nuestro cerebro.
Revaluar la realidad es algo central, ya que pensar y sentir están vinculados. Una vez
que asumimos que podemos gestionar nuestras propias emociones, descubrimos que
podemos ser mejores ciudadanos, mejores personas, y por lo tanto, no ponemos en
riesgo nuestras relaciones interpersonales.
Las reacciones automáticas tienen valor para la supervivencia: hacen escapar del
peligro o atacar a una presa. Pero el proceso emocional humano no concluye en los
cambios corporales o instintivos. En cambio, formamos el ciclo continuo con el
sentimiento (autoconciencia) de la emoción y lo que inferimos entre la emoción y la
causa. Esto nos permite explorar la situación y aprender a evitar en el futuro aquello
que causa miedo, aunque puede permitir sobregeneralizar en forma patológica y
desarrollar fobia. Esta capacidad de sentir las propias emociones, es decir, de ser
consciente de ellas, permite flexibilizar la respuesta basada en la historia de todas las
interacciones que tuvimos como individuos en nuestro medio
Esta interacción entre pensamiento y emoción es clave para la madurez emocional. La
madurez requiere de la acción mancomunada del cerebro autónomo y el voluntario.
Por lo tanto, el primer paso para adueñarse de las emociones es responsabilizarse de
ellas. A cierto nivel, la emoción es una decisión (consciente o inconsciente). Así como
decidimos cómo comportarnos de cierta forma, también decidimos tener pensamientos
que promuevan determinadas acciones. Los pensamientos negativos (ideológicos e
inútiles) son siempre causa de emociones autodestructivas y los pensamientos
positivos (lógicos y útiles, aunque no siempre alegres) son causa de emociones
constructivas.
Cuando las emociones no desembocan en acción, sino en pensamientos negativos,
las personas entramos en un círculo vicioso. Los pensamientos generan emociones
estancadas y las emociones estancadas generan pensamientos negativos.
Finalmente, producirán un estado de ánimo negativo que no podremos explicar.
La emoción es un flujo, un movimiento, mientras que el estado de ánimo es un reposo.
No obstante, hay algunas cosas que nos complican el proceso de aprender a gestionar
nuestras emociones. Estas complicaciones son conocidas como distorsiones
cognoscitivas emocionales. Veamos 10 posibilidades frecuentes a continuación.

 Irresponsabilidad: Asumir el 100 % de la responsabilidad. Comprender que los


estados emocionales dependen de nuestras interpretaciones. Uno puede verse
como protagonista o como víctima. El ser humano no está determinado por su
entorno, sino que puede elegir cómo responder a cada situación.
 Confusión: Confundir un pensamiento y una opinión, ya que usamos el verbo
sentir de manera indiscriminada para describir emociones (miedo, tristeza,
alegría), sensaciones (frío, hambre) y pensamientos (creo que María no me
ama).
 Extremismos: Tendencia a evaluar las cosas como todo o nada, blanco o
negro.
 Sobregeneralización: Tener conclusiones al estilo de esto malo que pasó una
vez, ya pasó y pasará siempre.
 Tremendismo: Una tendencia a potenciar sesgos negativos.
 Descalificación: Transformar las cosas positivas en negativas. En lugar de
tocar las cosas y convertirlas en oro, las convertimos en plomo
 Percepciones extrasensoriales: Inferir y atribuir a los demás pensamientos
negativos con seguridad y sin comprobar nada. Tendencia a proyectar
situaciones negativas o apocalípticas en el futuro.
 Razonamiento emocional: Considerar que las emociones son pruebas de las
opiniones sobre uno mismo y los demás.
 Deber ser: Reglas implícitas internas, términos y obligaciones que imponemos
en lugar de evaluarlos como posibilidades. Interpretar en términos de esto se
debe o no se debe hacer, se tiene o no se tiene que decir.
 Rotular: Tendencia a aplicar etiquetas a uno mismo o a los demás.
Retomemos la importancia de incorporar herramientas que nos permitan disciplinar la
mente con el objetivo de aprender a prestarnos atención sin descuidar el entorno. En
este asunto, la ciencia comenzó hace dos décadas a incorporar algunas prácticas
milenarias de otras comunidades como la budista. Así, seleccionó la práctica de la
meditación.
Asimismo, otra herramienta difundida en los últimos tiempos, pero milenaria, es el
mindfulness
Mente clara para poder sentirnos vivos
Desarrollar solo la capacidad de aumentar la información no alcanza para sentirnos
felices. Una fase fundamental del conocimiento es la atención. Una mente siempre
distraída va de aquí para allá, como si tuviese muchos grillos alrededor
Para ganar claridad y estabilidad mental, necesitamos incorporar un objeto de
concentración, puede ser una flor o un lápiz, aunque resulta muy útil concentrarnos en
nuestra respiración. Al no verla, acapara toda nuestra atención, porque la máxima
atención está puesta en la sensación del ingreso del aire y su salida. Con solo 5
minutos diarios, es suficiente para obtener los mejores resultados.

RESUMEN DEL MODULO


Jerarquizar y priorizar para un aprendizaje exitoso: En esta lectura aprendimos
que, al momento de elegir, no es lo mismo jerarquizar y priorizar para alcanzar un
aprendizaje exitoso. Se presentaron diferentes casos que nos permitieron jerarquizar
la información de la vida universitaria, particularmente en la “cultura Siglo 21”.
Entendimos, además, la importancia de la información, ya que, en función de esta, es
posible tomar decisiones. Finalmente, comprendimos las facilidades que nos ofrece la
ruta del aprendizaje personal y colectivo.
Aprendiendo a elegir estratégicamente: diseñar el cursado personal: En este
apartado, identificamos los aspectos centrales que nos permiten jerarquizar la
información. Aprendimos, además, a conocer las reglas del juego de acuerdo con la
modalidad de aprendizaje. En este sentido, disponer y seleccionar las fortalezas nos
permitirá afrontar con confianza el aprendizaje de un nuevo saber haciendo uso de
otros aprendizajes previos.
Aprender haciendo. Decidir: simulación de escenarios posibles para discernir
estratégicamente: En esta lectura, analizamos un caso que nos permitió comprender
cómo planear estratégicamente el cursado. También, por medio de este caso,
comprendimos cuáles son las consecuencias de no planear estratégicamente el
cursado. Por último, conocimos las herramientas de autogestión con las que contamos
para que el camino de aprendizaje sea eficiente.
Autoliderazgo: las habilidades personales y profesionales que demanda el
mundo actual: En la última lectura, conocimos las competencias que serán
requeridas en el futuro y las habilidades personales y profesionales más buscadas en
el mercado laboral. Además, aprendimos aspectos relacionados con la gestión de las
emociones.
PREGUNTAS DE EXAMEN
Micaela debe seleccionar en su cursado materias electivas pero, ¿que son?
Seleccione las respuestas correctas.

 Materias que el alumno debe cursar para cumplimentar 8 créditos exigidos,


antes del octavo semestre.
 Materias a elección del alumno.
Marcelo viene de una universidad distinta pero posee materias que le podrían servir.
¿Cuál es el trámite que debe solicitar y qué debe tener en cuenta como requisitos?

 Deberá solicitar reconocimiento de equivalencias. Y presentar la


documentación formal requerida que incluye los dictámenes de aprobación de
las materias hechas.

Si Cintia o Micaela quisieran cambiar de modalidad, ¿cuántas veces se pueden


cambiar?

 Indefinidamente entre sub modalidades / de distancia a presencial (o viceversa)


2 veces.
¿Qué son los Centros de Exclencia que posee la universidad? (Internacionalización,
Emprendimientos e Innovación, Sustentabilidad y Centro de Egresados y
Empleabilidad).

 Centros que se dedican a la extensión Universitaria, abocados a intercambios,


apoyo en emprendimientos del alumno, bolsa de empleo, vinculación con ONG,
etc.
Marcelo está muy motivado, quiere hacer el mayor número de materias posibles.
¿Cuántas materias se pueden promocionar a lo largo de la carrera?

 Todas las materias de la carrera a excepción del Trabajo Final de Grado.


Si Marcelo quisiera acceder a una beca de alumnos siendo alumno regular, ¿cuáles de
estas opciones debe tener en cuenta?

 Cursar materias del segundo al octavo semestre.


 No contar con más de 2 (dos) aplazos.
 Haber cursado y regularizado todas las materias del semestre anterior.
¿Cuáles son los canales y lugares que Micaela, Cintia y Marcelo pueden utilizar para
evacuar sus inquietudes no académicas? Hay mas de una respuesta correcta.

 CASA a través del 0800.


 Canvas, porque ahí esta todo lo que necesitas
Todos les indican a Cintia y Micaela que "el reglamento dice tal o cual cosa" pero,
¿qué es el reglamento en Siglo21?

 El único documento reconocido como declaración de condiciones para el


alumno que estudia en Siglo 21.
¿Con qué nota se aprueban los parciales y los finales?

 Los parciales se aprueban con nota 5 (Cinco) de acuerdo a la escala Aritmética


y los finales con nota 4 (Cuatro) de acuerdo a la escala Logarítmica.
¿Cómo se conoce en Siglo 21 el área que ofrece oportunidades de emprendimiento,
internacionalización, bolsa de trabajo, etc?

 Centros de excelencia
¿Cómo se conoce la práctica que materializará las intenciones futuras de Micaela?

 Práctica solidaria, porque incluye actividades no rentadas a disponibilidad de la


sociedad.
¿Cuantas veces al año deben abonar matrícula Cintia y Micaela?

 Dos veces al año, una por semestre.


Cintia es alumna de la carrera de comercio internacional, modalidad PH. Se inscribió
correctamente en el primer semestre, pero al querer hacerlo por segunda vez no
puede porque no figuran las materias a cursar. ¿Por qué no figura inscripta en las
materias de segundo semestre, si cuando apenas se inscribió aparecieron las materias
en Canvas?

 Porque la primera inscripción es automática, la segunda ya queda en manos


del alumno desde su campus virtual.
Si Marcelo tiene alguna dificultad para organizar cómo seguir en su carrera, haciendo
buenas elecciones de cursado, ¿con quién cuenta en Siglo21?

 Con directores de carrera, porque son los que más conocen como llevarla y
administrarla.
¿Dónde verifican Cintia y Micaela las condiciones, derechos y responsabilidades como
alumno?

 En el reglamento institucional.
¿Qué porcentaje de asistencia a clases tiene que tener Cintia para poder promocionar
una materia?

 75% de asistencia
Micaela debe seleccionar en su cursado materias electivas pero, ¿que son?
Seleccione las respuestas correctas.
Podemos decir que las actividades propuesta por Vida21 corresponden a una
actividad de Siglo, ¿de qué tipo?
 Extracurriculares, porque no corresponden al cursado académico pero lo
complementan.
¿Qué son los Centros de Exclencia que posee la universidad? (Internacionalización,
Emprendimientos e Innovación, Sustentabilidad y Centro de Egresados y
Empleabilidad).

 Centros que se dedican a la extensión Universitaria, abocados a intercambios,


apoyo en emprendimientos del alumno, bolsa de empleo, vinculación con ONG,
etc.

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