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TEXTO VIGENTE
Última reforma publicada DOF 28-05-2021
Capítulo IV
Del Poder Judicial
Además del juez o titular del órgano jurisdiccional y de las partes, también son
sujetos procesales todos los demás terceros que de alguna forma intervienen en el
desenvolvimiento del proceso. Al referirnos a la noción de proceso dijimos que está
constituido por un conjunto complejo de actos de las partes interesadas, del estado a
través del desarrollo de la función jurisdiccional, y de los terceros ajenos a la relación
sustancial, actos todos que están proyectados a la aplicación de la ley general a un
caso concreto controvertido, a efecto de dirimirlo.
Los jueces doctos o letrados son los titulares de los órganos judiciales que son
estudiosos y profesionales del derecho, que han recibido el título de alguna
universidad y que cuentan con la autorización estatal para ejercer las profesiones
jurídicas. Frente a éstos se encuentran los juristas legos o profanos, que no son
profesionales autorizados del derecho y que no cuentan con el reconocimiento
universitario ni con alguna autorización gubernamental para el ejercicio de las
profesiones jurídicas.
1. Jueces integrantes del jurado popular, que está compuesto por personas
comunes y corrientes que no son profesionales del derecho.
Finalmente, el hecho de que un tribunal esté situado en una zona muy alejada
de los grandes centros de población, tampoco es razón de peso suficiente para que
sea nombrado como titular de ese órgano jurisdiccional el carnicero, el peluquero o el
boticario. Si esto llega a hacerse, implica un defecto y un aspecto de mala
organización judicial, porque la verdad de las cosas es que se nombran jueces legos
porque el poder judicial no tiene presupuesto para pagar un sueldo decoroso a un
jurista que vaya a encargarse del órgano jurisdiccional de esa pequeña población.
Por su parte, hay órganos de primera instancia que tienen una integración
pluripersonal o colegiada, como es el caso de las Juntas de Conciliación y Arbitraje,
que están compuestas por un representante patronal, un representante obrero y un
representante gubernamental.
Por otra parte, la designación de todos los jueces por el poder legislativo
implica que el poder judicial pierde su autonomía, ya que está subordinado al
legislativo. Nombramiento por el poder judicial En la práctica, este sistema parece ser
el menos negativo, porque si el propio poder judicial es el que designa a los jueces,
conserva una verdadera independencia y una genuina autonomía.
Como distrital, con los que es deseable que se dé un sesgo más institucional
a la designación de jueces y funcionarios judiciales.
Por esto creemos que el juez debe ser ajeno a los juegos de la militancia
política; no hay nunca compatibilidad entre la política y la función que un juez debe
desempeñar.
Esta legislación secundaria está compuesta por las llamadas leyes orgánicas
de los poderes judiciales. Así, cada ley orgánica de un poder judicial de una entidad
detalla y estructura la organización, además de que establece las regulaciones que
rigen la integración y el funcionamiento de los órganos del poder judicial respectivo.
5. Forma en que debe funcionar este tribunal, ya sea con integración unitaria o
colegiada de las salas o con funcionamiento en pleno del respectivo tribunal.
13. Obligaciones de los sujetos procesales auxiliares, como los abogados, los
albaceas, los notarios, los peritos oficiales, los síndicos, los registradores, etcétera.
A partir de la reforma constitucional publicada en el Diario Oficial del 17 de
marzo de 1985, debe tenerse en cuenta el texto de los arts. 17 y 116, fracc. III, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que postula reglas claras y
precisas sobre la independencia de los tribunales, magistrados y jueces, y establece
las condiciones para el ingreso, formación y permanencia de quienes sirvan a los
poderes judiciales de los estados.
TEXTO VIGENTE
Última reforma publicada DOF 28-05-2021
Sección III
De las Facultades del Congreso
Los Magistrados sólo podrán ser removidos de sus cargos por las causas
graves que señale la ley.