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La Organización Judicial
A. La Organización Judicial
1. Definición
a. En atención al número
Los tribunales únicos son aquellos de los cuales existe una sola categoría, tal
es el caso del Tribunal Supremo de Justicia, de igual modo, la Corte Marcial se
considera como un tribunal único en la competencia militar.
Los tribunales múltiples son aquellos que son de un mismo tipo en razón de la
competencia en la misma materia. Ejemplo los tribunales regionales con
competencia en materia civil y mercantil.
b. En atención a la duración
Esto es, al tiempo para el cual está previsto su funcionamiento para la
prestación del servicio de administración de justicia. Se clasifican en permanentes
o accidentales.
Los tribunales unipersonales son aquellos integrados por una sola persona que
cumple con la función de juez, en tanto que los tribunales colegiados están
constituidos por más de un juez cuyo número variará dependiendo del tribunal que
se trate.
B. El Juez
a. Imparcialidad e independencia
La imparcialidad no sólo es un rasgo característico de los jueces sino que
constituye también un deber; por tal se entiende el hecho de que los jueces no se
deben a una de las partes, es decir, no pueden tener interés directo o indirecto en
que resulte favorecida una de las partes en el proceso.
b. Autonomía
3. La carrera judicial
La carrera se inicia con el ingreso del juez y el ascenso a través de los diversos
grados de la jurisdicción para lo cual se ha diseñado tanto en la Ley de Carrera
Judicial como en el Proyecto de Código de Ética del Juez Venezolano, tanto un
sistema de ingreso, evaluación de permanencia aunque carece de un sistema de
profesionalización adecuado. La Constitución prevé la participación ciudadana en
el sistema de selección de jueces y los Tribunales Disciplinarios como órgano de
control y disciplina.
El primer deber del juez es también su facultad: administrar justicia, esto es,
conocer, tramitar y decidir las causas que se le someten a su conocimiento en el
marco del procedimiento que establezca la ley. El juez no puede sustraerse del
cumplimiento de este deber que, por virtud de lo establecido en el artículo 19
Código de Procedimiento Civil, se convierte en una verdadera obligación.
c. La responsabilidad
Sobre la base de que el juez debe poseer “conciencia social” (Carnelutti) y que
el juez no es menos órgano del Pueblo que el resto de los que forman el Poder
Público (Bachoff), desde hace medio siglo se viene construyendo la idea de un
juez más participativo en la tramitación de los procesos. Se trata de la visión del
juez como “director” del proceso.
Así entonces que al lado del principio dispositivo que consagra que el proceso
le pertenece a las partes y está a su servicio, se le han otorgado a los jueces
facultades inquisitivas para intervenir, con su poder de imperio, en muchas
situaciones indispensables para una mejor administración de justicia (artículo 12 y
14 del Código de Procedimiento Civil).
Por impulso procesal se entiende aquella actividad que tiende a hacer avanzar el
proceso a través de cada uno de los momentos de tiempo, trámites, períodos,
fases, que lo componen.
En otras palabras, por vía excepcional, la ley permite al juez recabar alguna
prueba que se considere necesaria para cumplir con su labor jurisdiccional.
3) Poder disciplinario
Consiste en la posibilidad que tiene el juez de mantener el orden en la sede del
tribunal y de garantizar la majestad de la justicia. Los artículos 91, 93 y 94 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) establecen facultades disciplinarias para
ser aplicadas a todas las personas que incurran en desacato o irrespeto al Poder
Judicial.
C. El Secretario de Tribunal
2. Atribuciones de la secretaría
El secretario debe firmar junto con el juez las sentencias que dicta el tribunal
así como la realización de actos procesales de suma importancia: firmar con el
juez los actos de contestación, recusación, declaraciones, aceptaciones,
experticias y los demás que deban concurrir las partes o terceros llamados por la
ley (artículo 104 del Código de Procedimiento Civil). Debe igualmente escribir en el
expediente los actos del tribunal bajo el dictado o instrucciones del juez.
c. Funciones de autenticación
La firma del secretario en los escritos y documentos que presenten las partes
da fe en cuanto a la fecha de presentación y la persona que los presenta (artículo
107 del CPC).
Expedir por secretaría las copias certificadas que conforme al artículo 112
eiusdem soliciten cualquiera de las partes en el proceso y puede certificar,
igualmente, los días de despacho que hubiesen transcurrido y se requiera para
cualquier cómputo legal.
D. El Alguacil
1. Nombramiento e incompatibilidades
El alguacil es otro funcionario público que colabora con las labores del juez y
secretario en la prestación del servicio jurisdiccional. Igual que todo funcionario
público tiene las atribuciones y responsabilidades que la ley le indica, sobre todo,
responsabilidad administrativa, civil y penal por el abuso en el ejercicio de sus
funciones.
2. Atribuciones y responsabilidad
El alguacil es el guardián del orden dentro del local del tribunal y ejecuta las
órdenes que, en uso de sus atribuciones, impartan el juez o el secretario.
Para cumplir con las labores que se requieren en la prestación del servicio, los
órganos jurisdiccionales se sirven de un conjunto de personas, profesionales o no,
que se dedican a la realización de tareas específicas durante el desarrollo del
proceso. Estos funcionarios pueden ser permanentes u ocasionales.
Por otro lado, en todo los tribunales (sean unipersonales o colegiados) funciona
un ”archivo” que es el lugar donde se guardan y custodian los expedientes y
correspondencias del tribunal. El archivista es el encargado de facilitar a los
usuarios del servicio el préstamo de los expedientes así como la distribución de
los expedientes asignados en los tribunales colegiados.
Desde luego, todos los tribunales creados tienen jurisdicción y nunca la pierden
salvo que el caso a resolver le corresponda a jueces extranjeros o que la cuestión
a dilucidar sea atribución de la Administración Pública. Tradicionalmente, se ha
dicho que la competencia es la “medida” o el “límite” de la jurisdicción para indicar
que todos los tribunales tienen jurisdicción aunque no todos tengan competencia,
pero deben tenerla en, al menos, alguna materia.
En tal sentido, la competencia es “la aptitud que tiene un órgano del Estado
para actuar”, pero no solamente se trata de una “facultad” sino también es una
“obligación” y un “límite” dentro del cual puede actuar el órgano. Entre otras
características de la competencia, como potestad de Derecho público,
encontramos:
2) Las normas que regulan la competencia son de estricto orden público, lo que
implica que no pueden relajarse ni derogarse por convenios particulares ni por
voluntad del funcionario;
2. La competencia procesal
Para Hernando Devis Echandía la competencia se define como “la facultad que
cada juez o magistrado de una rama jurisdiccional tiene, para ejercer la
jurisdicción en determinados asuntos y dentro de cierto territorio”.
B. Clasificación de la Competencia
Es necesario señalar que éstos no son los únicos criterios para ello, pues
también tenemos el criterio funcional (previsto en la Ley Orgánica de Amparo
sobre Derechos y Garantías Constitucionales) o el campo de las competencias
exclusivas. Igualmente, lo relativo a las figuras procesales de la recusación e
inhibición que conforman la competencia subjetiva del juez para decidir una causa
determinada.
a. Definición
La competencia por el territorio puede ser prorrogada por las partes con entera
autonomía de voluntad, salvo limitaciones específicas establecidas en la ley.
4. Competencias específicas
Se trata de competencias que, por política legislativa, rompen con las reglas
generales y ordinarias; tales son los casos de la competencia funcional en materia
de amparo constitucional y las llamadas competencias exclusivas.
C. Caracteres de la Competencia
Ahora bien, este carácter de orden público genera que las normas sobre la
determinación de la competencia son inderogables, indelegables, prorrogable con
las limitaciones del caso y de aplicación oficiosa, sin embargo lo “relativo” se
evidencia porque no toda incompetencia puede alegarse en cualquier estado y
grado de la causa (como ocurriría si se tratara de “orden público absoluto”) sino
que el legislador establece unas modalidades específicas de tal alegación.
2. Obligatoriedad e irrenunciabilidad
3. Inderogabilidad o improrrogabilidad
b) Las otras formas de prórroga son: Por sumisión expresa, cuando opuesta la
incompetencia territorial como cuestión previa, la otra parte se adhiere a la
competencia indicada por el demandado (art. 60 in fine); y por sumisión tácita
cuando el demandado no hace valer la incompetencia territorial dentro del lapso
fijado para la contestación de la demanda; en consecuencia no podrá alegarse la
incompetencia por el territorio en ningún otro momento del juicio.
4. Indelegabilidad
También es posible que los jueces exhorten a otros tribunales del mismo rango
para la práctica de alguna diligencia (pruebas, citación, notificación, etc.), en cuyo
caso estamos ante la figura del exhorto judicial. De igual manera, es posible que
un juez inferior le pida a uno superior (en caso de no haber tribunales inferiores en
la región) o a un tribunal extranjero, la práctica de tales actos, en cuyo caso
estamos ante la figura de la rogatoria.
5. Aplicación oficiosa
1. Definición
Para Giuseppe Chiovenda la competencia del juez una vez iniciada la causa,
queda insensible a cualquier cambio sobrevenido de las circunstancias que la
habían determinado (per citacionem perpetuatur iurisdictio). Base legal: Artículo 3
del Código de Procedimiento Civil.
por el Valor:
El valor del asunto controvertido, es tomado en cuenta para determinar el
conocimiento entre un tribunal inferior y otro de mayor jerarquía, no se atiende a la
calidad de la relación controvertida, sino al aspecto cuantitativo de la misma, y en
base al valor se distribuye el conocimiento entre los diferentes jueces ordinarios.
Demanda con varios puntos: si depende del mismo título las distintas
reclamaciones, tales como el daño material, daño moral y lucro cesante se
sumarán para determinar el valor de la demanda. Si las causas no se provienen
de la misma causa petendi debe entenderse que son pretensiones autónomas, no
sumables, pero acumuladas inicialmente en la demanda, lo cual puede hacerse
por disposición del articulo 77 ejusdem.
Demandas no estimadas:
La Competencia Funcional:
Es necesario vincular a las partes o al objeto del litigio con una circunscripción
judicial o territorio donde el juez ejerce su función. Los territorios en Venezuela
están delimitados por las Circunscripciones Judiciales, que responden
normalmente a la división político-territorial de la República.
1. El Fuero General: determina cual es tribunal ante el cual puede ser demandada
una persona por su domicilio a menos que el conocimiento de la causa haya sido
asignado especialmente a otro tribunal.
· Contra los albaceas, con tal que la intenten antes de la división, y si esta no es
necesaria dentro de un bienio a contar de la apertura de la sucesión.
La elección de domicilio debe constar por escrito, pero podría haber una prorroga
tácita, cuando demandado no hace valer en la contestación de la demanda como
cuestión previa la incompetencia por el territorio, conforme al ordinal 1º del Artículo
346 del C.P.C.
MODIFICACIÓN DE LA COMPETENCIA
Fundamento:
En todo asunto litigioso podemos diferenciar tres elementos: los sujetos, el objeto
y el título. Y puede ocurrir que entre varias causas o asuntos litigiosos coincidan
todos o algunos de los elementos, de tal manera que, a través de la continencia,
de la conexión y de la litispendencia, vamos a determinar que aquellas causas
propuestas ante tribunales diferentes, que tengan en común uno, o dos elementos,
sean decididas por un solo tribunal en una misma sentencia.
La Litispendencia:
Entre las causas que están siendo conocidas por jueces diferentes puede existir
una identidad absoluta entre sujetos, objeto y título. A este supuesto se le conoce
como litispendencia. Es el supuesto de proponer una demanda dos veces, y en
este caso el legislador aspira que no sean decididas por jueces diferentes.
Este asunto es resuelto por el art. 61 del C.P.C., al establecer que cuando una
misma causa sea promovida ante dos autoridades igualmente competentes, el
tribunal que haya citado con posterioridad declara la litispendencia. Esta norma
está relacionada con el art. 51 ejusdem, que atribuye al tribunal prevenido, es
decir que haya practicado primero la citación del demandado. En caso de causas
idénticas el juez que cita posteriormente debe declarar la litispendencia y ordenar
archivar el archivo del expediente quedando extinguida la causa.
La Continencia:
Hay una causa continente y otra contenida; hay una relación de parte a todo.
La característica fundamental es que en la continencia hay una identidad parcial
entre los sujetos.
Los sujetos son iguales, porque si son distintos sería un supuesto de conexión y
no de continencia.
La Conexión:
La genérica consiste en que dos o más causas tienen en común uno o dos de sus
elementos.
La norma general que regula la conexión es el primer aparte del art. 51 del C.P.C.,
que establece: “cuando una controversia tenga conexión con una causa ya
pendiente ante otra autoridad judicial, la decisión competerá a la que haya
prevenido”.
El tribunal que haya citado primero, decide las causas conexas luego de la
acumulación de autos. Además, el art. 52 ejusdem, establece la existencia de
conexión entre varias causas en los siguientes casos:
La Conexión especifica:
Accesoriedad:
La relación entre dos causas se presenta cuando una causa llamada accesoria se
encuentra subordinada por el título a la otra causa llamada principal. La causa
llamada accesoria no se declara con lugar, sino que se declara con lugar al
principal, pero esto no es reciproco porque la principal si puede ser declarada con
lugar y la accesoria negada.
Fiadores o Garantías:
Se asemejan las de garantía con las accesorias, en que ambas tienen como
presupuesto que sea declarada con lugar la demanda principal.
Compensación:
Prejudicialidad:
2. Competencia objetiva:
Porque puede suceder que, delimitado el criterio conforme a las pautas anteriores,
aún existan, dentro de un mismo grado, diferentes órganos a los que atribuirla,
entrando entonces en juego la materia objeto del pleito, o en su caso, la cuantía.
Como es natural, suele plantearse más en sedes de primera instancia el reparto
de los diferentes asuntos que a ella corresponden.
3. Competencia territorial:
A. LA COMPETENCIA SUBJETIVA
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 260 y 261.
1. Definición
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 262.
2. Fundamento constitucional
· “Derecho procesal civil”. Tomo II. Autor: Humberto Cuenca. Pág.: 155.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 263.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 264.
B. La Inhibición
1. Generalidades
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 265.
a. Definición
b. Características
1) Carácter jurisdiccional:
Para el Dr. Rengel Romberg “es un acto judicial y no de parte, porque lo realiza
el juez y produce su efecto en el proceso, originando una crisis subjetiva del
mismo, que se traduce en la separación del juez del conocimiento del asunto”. Sin
embargo, para el Dr. Ortíz Ortíz se trata de una institución que tiende a hacer
posible la transparencia, imparcialidad e independencia de los órganos
jurisdiccionales con base en el fundamento constitucional y alejándolo desde el
único punto de vista del deber por parte del juez.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 267.
2) Naturaleza potestativa:
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 268.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 269 y 270.
Deben existir fundadas razones calificadas por la ley, de manera taxativa (no
enunciativa), para que proceda la inhibición o la recusación. Recordemos que el
principio básico de cualquier ordenamiento procesal es establecer (como una
verdadera obligación) que los jueces deben dictar sentencias, resolver los asuntos
que le competan sin que, por ningún motivo, puedan absolver la instancia.
Si ello se consagra como un “deber” es lógico suponer que los motivos por los
cuales un juez pueda no decidir, es decir, apartarse de su cumplimiento, deben
estar expresamente previstos en la ley procesal; para el Estado siempre queda el
deber de administrar justicia por lo cual, el asunto o la causa, debe ser remitido a
“otro juez” para que dicte la decisión correspondiente.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 271.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 271.
b. Clasificación
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 272.
Es decir, se trata de causas fundadas en una excesiva unión del juez con
alguna de las partes o con un tercero. Esta vinculación excesiva puede ser, a su
vez, de dos (2) tipos:
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 272.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 272 y 273.
b) Vinculación de distancia:
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 273.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 273.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 273.
a) Interés directo en el pleito por parte del recusado, su cónyuge o alguno de sus
consanguíneos o afines dentro de los grados indicados (art. 82, ordinal 4º),
b) Interés en cuestión idéntica que deba decidirse en otro pleito (art. 82, ordinal
5º),
f) o bien haber emitido opinión sobre lo principal del pleito antes de la sentencia,
siendo el recusado juez en la causa (art. 82, ordinal 15º).
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 273 y ss.
· “Teoría General de la Acción Procesal en la tutela de los intereses jurídicos”.
Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 446 y ss.
3. Aspectos procesales
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 275.
a. Legitimación
2) El secretario de tribunal;
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 275 y 276.
b. Oportunidad y forma
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 276 y 277.
4. Procedimiento
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 277.
a. El allanamiento
1) Precisiones conceptuales
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 278.
2) La contradicción
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 278.
3) El allanamiento inverso
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 279 y ss.
b. La incidencia de inhibición
Frente al allanamiento, el funcionario allanado puede manifestar que no está
dispuesto a seguir conociendo del asunto, y si no lo hace, queda obligado a
continuar conociendo de la causa; siempre y cuando no se encuentre en la
limitación que establece la última parte del artículo 85 del Código de
Procedimiento Civil.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 288 y 289.
c. Sanción disciplinaria
La ley dispone como única sanción: Multa que podrá alcanzar hasta mil
bolívares (Bs. 1.000,00), al funcionario que incurso en una causal de inhibición no
se separe de la causa (no lo haga) o retarde el pronunciamiento respectivo.
Artículo 84, primer aparte del CPC. En otras palabras, si el juez retrasare su
inhibición y con ello hiciere más gravosa la situación de la parte, ésta podrá pedir
al Juzgado Superior que le imponga la multa que señala esa disposición legal.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 290.
d. Decisión y efectos
La decisión corresponde a los funcionarios que indique la Ley Orgánica del
Poder Judicial en su artículo 48.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 290 y 291.
C. La Recusación
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 291.
1. Generalidades
a. Definición
“Es el acto de la parte por el cual exige la exclusión del juez del conocimiento
de la causa, por encontrarse en una especial posición o vinculación con las partes
o con el objeto de ella y no haber dado cumplimiento a su deber de inhibición”
(Rengel Romberg).
Las causas o motivos de recusación son exactamente las mismas que operan
como motivo de inhibición, la diferencia está en que la inhibición es un acto
unilateral del funcionario judicial y la recusación es un derecho de las partes.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 291.
b. Características
2. Cuestiones procesales
a. Legitimación
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 292 y 293.
b. Forma y oportunidad
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 293.
3. La incidencia de la recusación
a. Procedimiento
Se dan dos (2) situaciones en caso de que la recusación se dirija contra el juez
de la causa:
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Pág.: 294.
Llegados los autos ante el funcionario judicial que debe resolver la recusación,
éste deberá oír, dentro de un lapso de tres (3) días siguientes, las observaciones
que quieran formular las partes y, si alguna de éstas lo pidiere, abrirá una
articulación probatoria de ocho (8) días y decidirá dentro de los tres (3) días
siguientes.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 294 y 295.
c. Costas y sanciones
Guasp (citado por Mario Pesci Feltri) define las costas como “aquella porción
de gastos procesales, cuyo pago recae sobre las partes que intervienen en un
proceso determinado y reconocen a este proceso como causa inmediata o directa
de su producción”.
Siguiendo lo expuesto por Ortíz Ortíz, las normas del CPC reguladoras de la
incidencia de recusación no prevén la imposición de “costas” pero sí el sistema de
multas (es decir, sanciones). Sin embargo, de lo establecido en la parte final (in
fine) del artículo 98 del CPC cabe preguntarse: ¿coexiste el sistema de multas con
las costas? ¿A favor de quién proceden las costas: a favor del juez recusado, en
beneficio de la otra parte o, en definitiva, a favor del Estado?
En ese orden de ideas, el Prof. Ortíz Ortíz nos ofrece dos conclusiones
diferentes y contradictorias:
2) Las costas proceden siempre porque, como regla general, toda incidencia y
todo aquel que provoque una incidencia sin razón, debe ser condenado a resarcir
los gastos ocasionados por la otra “parte” en la incidencia; lo que establece el
artículo 98 in fine (CPC) es la posibilidad de acumular costas con el sistema de
multas cuando se hubieren causado. Con base en esta posición se afirmará que
las costas no benefician a la parte procesal y material del juicio principal sino a la
parte del incidente que es la finalidad natural de las costas.
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 295 y 296.
Según el artículo 101 del CPC, no se oirá recurso alguno contra las sentencias
que se dicten en la incidencia de recusación e inhibición. La Sala Político
Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia desaplicó este artículo por resultar
lesivo a la garantía del debido proceso y el derecho a la defensa (violación al
principio de la doble instancia).
· “Teoría General del Proceso”. Autor: Rafael Ortíz Ortíz. Págs.: 296 y 297.
a) Recusación sin motivo legal: Los motivos para intentar la recusación son
taxativos y previstos en el artículo 82 del CPC, fuera de los cuales cualquier
circunstancia que se pueda aducir es irrelevante para provocar la separación del
funcionario judicial de su intervención en la causa.