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El fin de la vida:

¿derecho
a decidir?
Nazario de Oleaga

L
os tiempos evolu- ¿Deberían penalizarse este tipo de conductas?
GUREGAIAK

cionan. Al menos,
así nos parece, Podríamos plantearnos otras muchas inte-
o nos gusta que rrogantes, pero para reflexionar acerca del tema
parezca. Pero hay que da título a este artículo, hemos encontrado ya
ciertas cuestiones, la primera de las figuras cuyo estudio puede cau-
de honda raíz cultural, en las sarnos un cierto malestar. La eutanasia.
que nos resulta mucho más Médicamente, entendemos la eutanasia
difícil mudar los principios que como muerte sin sufrimiento físico. ¿Quién no
desde siempre se encuentran quisiera una muerte así para sus seres queridos, o
arraigados en nosotros. Cuán- incluso para sí mismo? Sin embargo, esta figura,
to más, cuando la reflexión que en el diccionario se define como acción u
se nos presenta sobre la vida omisión que, para evitar sufrimiento a los pacientes
misma, el fin de la misma, o desahuciados, acelera su muerte con su consenti-
los derechos que cualquiera miento o sin él, presenta, como se desprende de la
de estas situaciones pueda propia definición, distintas variantes, alguna de las
comportar, porque si hablamos cuales nos mueve sin duda a la preocupación.
del derecho a decidir el fin de
la vida, más que de un derecho Podemos estar hablando de la figura del sui-
a vivir, ni tan siquiera de un cidio que, por supuesto, no se encuentra penado.
derecho a decidir, estaríamos No tendría sentido que lo estuviera, por cuanto que
planteándonos algo tan serio desaparecido el autor, desaparece la responsabili-
como el derecho a morir. dad penal.

¿Es lícito no sólo plan- Podríamos hablar también de las figuras de


tearse la cuestión, sino yendo la inducción o de la cooperación al suicidio, figuras
más allá, considerar si tene- éstas que se encuentran castigadas en el art. 143
mos como derecho propio el de nuestro Código Penal, con la pena de prisión
derecho a morir? ¿Qué po- de 4 a 8 años para los inductores, o con la pena
sición deben adoptar los po- de prisión de 6 a 10 años si la cooperación llegara
deres públicos ante este tipo hasta el punto de ejecutar la muerte.
de situaciones? ¿Son todas
iguales? O ¿alguna de ellas Sin embargo, en nuestros textos legales, y
merece un tratamiento distinto? en el propio art. 143 del Código Penal, ya vemos
¿Qué ocurre con la eutanasia? que se trata de dar una respuesta más benévola al

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Decano del Ilustre Colegio de Abogados del Señorío
Nazario de Oleaga de Bizkaia y Presidente del Consejo Vasco de la
Abogacía.

problema que tratamos de suscitar. ¿Qué es lo que el derecho a rechazar


debe ocurrir con aquellos que causen o cooperen un tratamiento médico Médicamente,
activamente con actos necesarios y directos a la (bien sea el derecho a entendemos
muerte de otro, por la petición expresa, seria e rechazar un tratamien- la eutanasia
inequívoca de éste, en el caso de que la víctima to médico, bien sea la como muerte sin
sufriera una enfermedad grave que condujera ayuda de un respirador sufrimiento físico.
necesariamente a su muerte, o que produjera gra- para mantenerse con ¿Quién no quisiera
ves padecimientos permanentes y difíciles de vida, o la quimioterapia una muerte así
soportar? para luchar contra el
para sus seres
cáncer, o incluso una
Pues nuestro legislador lo tiene claro. Son transfusión sanguínea). queridos, o incluso
conductas que se mantienen tipificadas como de- para sí mismo?
lito, si bien que castigadas con penas atenuadas, La idea que se Sin embargo,
menos graves. regula en la Ley de 2002 esta figura, que
no es nueva. Ya venía en el diccionario
Y hemos llegado ya al momento en el que recogida en la Ley Ge-
debemos preguntarnos si realmente tenemos de- se define como
neral de Sanidad del
recho a decidir el fin de la vida, y si consecuen- acción u omisión
año 1986, si bien que
temente tal decisión debe ser respetada por las entonces se sentaba que, para evitar
leyes que emanen de nuestro Parlamento. que el paciente debía sufrimiento a
solicitar el alta volunta- los pacientes
En otras palabras, ¿debe ser punible la ac-
tuación del cooperador en la muerte del paciente, ria. desahuciados,
cuando éste lo solicite? Aquí es donde el debate acelera su
Sin embargo, la
queda centrado. muerte con su
Ley de 2002 reafirma
la autonomía del pa-
consentimiento o
¿Qué interés debe prevalecer? Mantener sin él, presenta,
a toda costa que la vida siga su curso, con la ciente en el derecho a
rechazar el tratamiento como se
utilización de medios no naturales, terapéuticos,
por mor de los avances técnicos, incluso, cuando médico, sin necesidad desprende de la
ello es posible, a pesar de la decidida voluntad del de motivarlo, ni tan si- propia definición,
paciente de dar fin a dicha situación. quiera de justificarlo. distintas variantes,
alguna de las
¿Qué posición pueden ocupar los parientes En este sentido, cuales nos mueve
del paciente, cuando éste no es capaz de mostrar parece que podemos sin duda a la
su parecer? hablar de que cierta- preocupación.
mente, cuando menos
Está claro que hablamos de situaciones
en ciertas situaciones y
en las que se conjugan diversos factores: una
bajo determinadas cir-
enfermedad incurable o extraordinariamente grave
cunstancias, contamos con el derecho a decidir el
en cuanto a padecimientos y, por supuesto, la
fin de nuestra vida.
inequívoca voluntad del paciente en este sentido.
Pero de nuevo, y al margen de la ética,
¿Cómo se regula en el Estado español el
que obviamente estará presente en la adopción
derecho a decidir la propia muerte, el derecho a
de todo este tipo de decisiones, nos encontramos
morir?
con un problema jurídico, concretamente de lo
En virtud de la Ley de Autonomía del Pa- que los juristas llamamos un “problema de tipo”, o
ciente, de 14 de noviembre de 2002, y que rige de tipificación del delito, o lo que es lo mismo, de
en todas las Comunidades Autónomas, se regula definición del delito.

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Debemos distinguir en qué que mataría a una persona sana, en cuyo caso el
casos se produce ese rechazo del supuesto estaría conceptuado como un homicidio.
tratamiento, que ya hemos visto que
no es punible, de otros supuestos en Por el contrario, en el rechazo terapéutico se
los que podría hablarse de eutanasia o toma en consideración a una persona que muere
asistencia al suicidio. por dejar de luchar contra su enfermedad, por su
propia voluntad.
Estos dos supuestos, según se
ha desarrollado más arriba, se en- El rechazo terapéutico es obviamente una
cuentran tipificados, y castigados, en situación y una decisión de muy difícil adopción, y
nuestra legislación (Art. 143 CP). que habremos de asegurarnos que se adopta con
un criterio sano, al margen de presiones y que sea
No es punible el hecho, por ejemplo, de la refrendado por los Comités de Ética Asistencial, en
retirada del respirador, como ocurrió en Granada cuya participación han de tener papel preponde-
en marzo de 2007 con la paciente Inmaculada rante los médicos y familiares más cercanos que
Echevarría, por la sencilla razón de que la muerte asistan al enfermo.
no fue provocada por esa retirada, sino por su
propia enfermedad. Para cuando el paciente no se encuentre
en situación de decidir, se ha ideado el llamado
De hecho podemos añadir que, por el testamento vital, que consiste en un documento
contrario, lo que sería ilegal en nuestro país sería que todos los ciudadanos pueden dejar por escrito
mantener a alguien co-
nectado a un aparato
contra su voluntad. Cuando no es posible una muerte digna
Sería ilegal en
sin ayuda, cuando ya se ha decidido
nuestro país Conocemos
además que éste, el de claramente la voluntad de acabar, ¿la ayuda,
mantener a alguien
mantener a alguien co- la eutanasia, debería estar despenalizada?
conectado a un
nectado a un aparato ¿Debería existir reproche penal para la
aparato contra su
contra su voluntad, es tercera persona que ayuda a cumplir la
voluntad.
un debate abierto en voluntad del paciente?
otros países. Pense-
mos en el caso de
Eluana Englaro, fallecida en Italia en febrero de para que se respete su voluntad en el caso de
este año, que motivó que el Senado italiano dictase llegar a una situación en la que hayan perdido su
una Ley, el 26 de marzo, que aún aprobando el capacidad de juicio.
llamado testamento vital, lo despojó de todo senti-
do, al disponer que la voluntad escrita del paciente Tan relativo es su valor, recordemos el
no sería vinculante para el médico y que prohíbe asunto Eluana en Italia, que de entrada por mu-
renunciar a la hidratación y alimentación artificial. chos especialistas, mayoritariamente médicos, se
defiende que el papel de los Comités de Ética (o
Es chocante, porque esta Ley conculca el Bioética) Asistencial es incluso más importante que
Art. 32 de la Constitución italiana, que sanciona el llamado testamento vital.
que todos los pacientes tienen derecho a renunciar
a las terapias médicas, tal y como ocurre en el Y ello, arguyen, porque la función de los
resto de los países de nuestro entorno. Comités no es permitir o no permitir, dejar o no
dejar, sino valorar caso por caso, en tanto que el
Pero las leyes españolas no permiten la testamento vital se otorga en unas condiciones
eutanasia, porque ésta supone hacer algo que determinadas, generalmente de buena salud, y
mata directamente a la persona, por ejemplo, estos especialistas, con los que comparto opinión,
mediante una inyección letal, de la misma manera estando a favor de que se respete la autonomía

3~4. El fin de la vida ¿Derecho a decidir?. Nazario de Oleaga

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del paciente, también defienden que tal decisión Pero antes de finalizar, nos
debe ejercerse en condiciones en las que la queda dar respuesta a una última
autonomía y capacidad de juicio del paciente no pregunta: cuando no es posible una
estén alteradas. muerte digna sin ayuda, cuando
ya se ha decidido claramente la
Estas voluntades anticipadas, para las que voluntad de acabar, ¿la ayuda, la
existe un registro, llamado Registro de las Volun- eutanasia, debería estar despena-
tades Anticipadas, deben expresarse por escrito. lizada? ¿Debería existir reproche
Hace cinco años que tenemos la oportunidad de penal para la tercera persona que
acceder a este Registro. ayuda a cumplir la voluntad del
paciente?
En cualquier caso, entiendo que no debe-
mos olvidar que la primera norma del testamento Es ciertamente difícil dar una respuesta
vital es la libertad individual. Nunca debe presio- para todos los supuestos, pero teniendo en cuenta
narse al otorgante, y menos si ya es “paciente”. que éste es el modo en el que en otros supuestos
Cada uno debe decidir mientras pueda, estando obra la ley, dando respuestas generales a distintos
bien informado. asuntos particulares y teniendo en cuenta que
en otros países que han venido estudiando la
La asociaciones defenso- cuestión y que han despenalizado
ras del Derecho a Morir Digna- estas conductas, como Holanda,
mente hacen hincapié en que Bélgica, Luxemburgo, Suiza, no
el testamento vital permite dejar se ha producido un repunte de
constancia por escrito del tra- En cualquier caso, entiendo supuestos de eutanasia activa,
tamiento médico que se quiera que no debemos olvidar sino que incluso, por el contrario,
recibir, con anticipación a alguna que la primera norma parece que han disminuido, creo
situación en la que el otorgante del testamento vital es la que no se debe dar una respuesta
no se encuentre ya en situación libertad individual. Nunca desde el Código Penal y que, en
de poder expresarlo. debe presionarse al definitiva, tales conductas deben
otorgante, y menos si ya es ser despenalizadas.
Se evitarán así discusio-
“paciente”. Cada uno debe
nes entre médicos, familiares, Junto a esta despenaliza-
decidir mientras pueda,
e incluso jueces, a la hora de ción, por supuesto, deben desa-
decidir sobre los cuidados que estando bien informado. rrollarse perfeccionarse y hasta
debe recibir un paciente irrecupe- mimarse los Comités de Ética
rable, si bien no podrán añadirse Asistencial y la información que
en estas “voluntades anticipadas” todos los ciudadanos debemos te-
las figuras, los tipos, que vayan ner para ayudarnos a decidir sobre
contra la ley, de tal modo que, por ejemplo, no po- nuestras vidas, ya sea sobre su preservación, ya
dría añadirse la eutanasia aunque fuere voluntad sobre la ocasión de poner fin a la misma.
del paciente.

Estas voluntades anticipadas pueden otor-


garse bien ante Notario bien ante tres testigos
mayores de edad, también capaces y por voluntad
propia.

Naturalmente, como cualquier testamento,


en el que no se deja sino constancia de una
voluntad personal unilateral, el llamado testamento
vital o voluntades anticipadas puede modificarse
en cualquier momento.

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