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UNIDAD 1:
f) La reparación del daño debe ser realizada en las condiciones que fija
el ordenamiento jurídico. Se trata de determinar cuándo, cómo y
conforme a qué criterios opera el fenómeno resarcitorio.
Relacion de
causalidad
RESPONSABILIDAD
Antijuricidad CIVIL Factor de atribucion
Daño resarcible
Siguiendo este gráfico, se supone que todo aquello que esté dentro del cuadrado
que forman los requisitos, es resarcible, pudiendo darse incluso la posibilidad de que
una de las “paredes” se extienda, por lo que se agranda el cuadrado, significando
mayor aquello resarcible. Dicho esto, el cuadrado que vemos hoy es mucho más
amplio que el cuadrado existente hace unos años ya que situaciones que antes no
significaban un daño resarcible, hoy sí lo son.
1. Neminem Laedere: Este principio significa no dañar a otro, es decir que en toda
relación hay un deber genérico preexistente, es un principio a partir del cual se genera
la obligación de resarcir el daño así como también prevenirlo. Ese “otro” al que no se
debe dañar puede ser incluso una persona que aún no existe, pues se admite la
reparación a otras generaciones.
7. Relatividad de los derechos subjetivos: Todos los derechos subjetivos, son relativos,
por ende, susceptibles de limitaciones. Esas limitaciones son componentes esenciales
de la libertad de los derechos constitucionales, pudiendo ser restricciones intrínsecas
(surgen del propio derecho) o extrínsecas (surgen de la coexistencia con otros
derechos o impuestas por el bien general). Es la determinación de esas limitaciones lo
que permite formular el juicio de antijuricidad de una conducta.
11. Principio pacta sunt servanda: Lo pactado entre las partes en los contratos tiene fuerza
obligatoria equivalente a la de la ley general. El contenido ético del principio es que se
debe hacer honor a la palabra y evitar que se dañe a otro dando cumplimiento exacto a
lo pactado. Obviamente es un principio que rige siempre y cuando se mantengan las
mismas condiciones existentes a la hora de pactar, sin perjuicio de las posibles
excepciones que nos ofrezca el derecho.
Para calibrar la cuestión habrá que complementar dichas normas, esa complementación se
dará con: la parte general de obligaciones, parte general de contratos y leyes especiales.
En algún momento, todas estas normativas podrán contradecirse, por eso, para dar una
solución justa y razonable se establece en el art. 1709 un orden de prelación:
1. Normas indisponibles del código y leyes especiales
2. Autonomía de la voluntad
3. Normas supletorias de la ley especial
4. Normas supletorias del Código
En primer lugar, las normas de orden público, primando las de leyes especiales por sobre
las del código por más de que en el inciso estén al revés, en caso de no haber, se sigue la
autonomía de las partes pero siempre y cuando no contraríen el orden público, en defecto
las normas supletorias.
El anteproyecto contenía una regulación sobre la responsabilidad del estado, parte que fue
denegada y suprimida por el Poder Ejecutivo cambiando estos artículos por otros que
básicamente impiden la aplicación de esas normas sobre el Estado, dejando la misma en
manos del derecho administrativo.
Los artículos son el 1764, 1765 y 1766 que sostienen:
1764: Inaplicabilidad de normas. Las disposiciones de este título no son aplicables a la
responsabilidad del estado de manera directa ni subsidiaria.
1765: Responsabilidad del Estado. … se rige por normas y principios del derecho
administrativo…
1766: Responsabilidad del funcionario y empleados públicos. Los hechos y omisiones de los
empleados públicos en el ejercicio de sus funciones … se rigen por las normas y principios
del derecho administrativo.
Estos tres artículos fueron convertidos en ley por el congreso nacional, sin posibilidad de
debate y con la sola mayoría del oficialismo, por más de haber sido muy criticada por todo el
mundo, sin duda se ve la inconstitucionalidad de dichas normas.
Diferencias entre responsabilidad civil y responsabilidad penal:
● Mientras que la responsabilidad civil tiene por fin prevenir o reparar daños y
perjuicios causados por un ilícito (interés privado), la penal, está orientada a la
prevención y represión de los mismos (interés público).
● La RC puede ser por hecho propio o ajeno, en cambio la RP solo se da por hecho
propio.
● En materia penal la prueba de los hechos delictivos pesa sobre el estado y nunca
puede ser desplazada al imputado, en la RC la acreditación de los extremos de la
pretensión resarcitoria recaen sobre el actor.
UNIDAD 2:
La responsabilidad civil cuenta con distintos tipos de funciones, como lo son la función
resarcitoria, sancionatoria o punitiva y preventiva.
A) Función resarcitoria:
Se trata de la reparación del daño, cuando se causa un daño injusto, se genera la
obligación de resarcir. La reparación del daño es justamente la prestación de esta
obligación que busca reponer al damnificado la situación similar a la cual se encontraba
antes de la producción del hecho dañoso.
La reparación tiene una finalidad marcadamente RESARCITORIA que procura reparar el
menoscabo más que sancionar, una parte de la doctrina sostiene que también existe la
parte sancionatoria ya que el hecho de que el dañador deba responder, se trasluce en una
desaprobación comunitaria. Sin embargo, la función es resarcir el daño causado, no la de
sancionar, aunque en algunos supuestos el propio ordenamiento permite esta función
sancionatoria por así decirlo al permitir la presencia de indemnizaciones punitivas que estén
por encima del valor real del daño producido, pero en esos casos se trata de una institución
diversa, no es un resarcimiento sino una pena privada.
Las formas no son incompatibles, sino que al contrario, se pueden complementar para
alcanzar la reparación plena.
La indemnización pecuniaria:
Se trata de una suma de dinero que se paga como equivalente del daño sufrido por el
damnificado o para dar satisfacción jurídica al perjuicio moral por el padecido. Se trata de
obligaciones de valor. Se trata de una indemnización que en general se trata del
damnificado en concreto, no uno abstracto, por lo que se estudia caso por caso. Dando
lugar al principio de interés, es decir, la relación particular que la persona tenía con una
cosa, situación o el daño. (daño pat. directo = valor de mercado + relación del damnificado
con la cosa, daño pat. indirecto = circunstancias particulares del damnificado para calibrar
bien el daño sufrido, daño extrapatrimonial = la indemnización es totalmente subjetiva)
B) Función preventiva:
Es la función que supone el principio de no dañar a otro, que beneficia al damnificado, por el
hecho de que en general, cuando se sufren daños morales, la indemnización no tiene
entidad como para colocarlo en una situación similar a la anterior a producirse el daño.
Beneficia también al dañador, ya que la prevención es útil para no caer en una situación que
por las contingencias se vea ajustado económicamente por el pago de las indemnizaciones
y por último, beneficia a la comunidad, ya que todo daño incide negativamente en la
sociedad y más aún, cuando lo que se daña son derechos de incidencia colectiva.
En Argentina:
Existe el principio de prevención conforme al cual los daños deben ser evitados, sea que
provengan de hechos ilícitos o incumplimiento contractual, afecten intereses
supraindividuales, individuales o colectivos.
El CCyC consagra un deber general de prevención, que a primera vista seduce por su
finalidad, evitar la producción de un daño o aminorarlo, sin embargo, hay que tener en
cuenta que se sujeta a parámetros muy flexibles y subjetivos (“en cuanto de ella dependa”
“adoptar de buena fe y conforme a las circunstancias” “medidas razonables”). Eso conducirá
al intérprete a ser sumamente precavido para poder interpretar la norma razonablemente,
más aún teniendo en cuenta el art 19 de la CN (nadie está obligado a hacer lo que la ley no
manda ni prohibido de hacer lo que la ley no prohíbe). Este deber recae sobre todas las
personas, incluyendo al estado.
Acción preventiva:
La acción preventiva es aquella que procede cuando una acción u omisión antijurídica hace
previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es exigible la
concurrencia de ningún factor de atribución.
Es una acción de carácter autónomo e inhibitorio que puede plasmarse de distintos modos
sea como acción autónoma independiente o por vías procesales de tutela inhibitoria (acción
de amparo, hábeas data, medidas cautelares)
● Una acción u omisión con razonable aptitud causal para generar un peligro de daño
no justificado. Es decir, buscar que el demandado haga o deje de hacer algo que
pueda ocasionar un daño no justificado, exigiendo que esa acción u omisión sea
actual y el daño, futuro. Quien demanda debe demostrar la vinculación entre la
actividad o inactividad y el posible daño.
● La conducta riesgosa debe ser antijurídica. Es razonable ya que sino, se avanzaria
sobre derechos y libertades que se reconocen a las personas, cuyo ejercicio regular
podría generar perjuicio a terceros. Hay distintas doctrinas, una sostiene que solo se
tiene en cuenta la antijuricidad formal (esta doctrina entiende la conducta abusiva
como antijuricidad formal). Otra, sostiene que nada impide que también se tome la
antijuricidad material, siendo antijurídica la omisión sólo si existe deber de actuar
(pensamiento de Pizarro). Otros piensan que incluso los daños provenientes de un
acto licito dañoso pueden ser susceptibles de la acción.
La antijuricidad importa la conducta, no el resultado, toda actividad que genera daño
es antijurídica, salvo que haya una justificación, en cambio, la sola amenaza de daño
no es antijurídica, si no habria acción preventiva contra cualquier actividad licita por
la mera posibilidad de que pueda generar un daño. Hay que analizar en cada caso
concreto si corresponde o no actuar, teniendo en cuenta que los estándares de
valoración serán más flexibles en unos casos (cuando la amenaza de daño es de
lesión a intereses ligados con la vida, la integridad psicofísica y espiritual, protección
ambiental y derecho del consumidor) en otros casos, los estándares son mas
estrictos (medidas preventivas orientadas a impedir publicación de noticias que
dañen el honor).
● Razonable previsibilidad de la producción, continuidad o agravamiento del resultado
nocivo, ponderada en base a estándares de causalidad adecuada. Es decir que el
demandante debe probar la posibilidad del daño en caso de que se continúe con el
curso normal y ordinario de las cosas.
● Amenaza de un interés no ilegítimo, patrimonial o extrapatrimonial, individual o
colectivo del accionante. Básicamente sólo procede cuando la acción u omisión
signifique una amenaza a un interés legítimo de otro.
● Posibilidad material de detener el efecto lesivo. Solo procede si el daño aún no se
produjo o no se haya completado, de ser así solo queda la función resarcitoria.
La última parte del artículo sostiene que no es necesario un factor de atribución, sea
objetivo o subjetivo, ya que lo que importa aquí es la función de prevenir el daño, provenga
de quien provenga, haya obrado o no con culpa, es lo mismo, busca prevenir.
El juez, va a contar con amplias facultades a la hora de resolver y no está obligado a seguir
los planteos de las partes, pudiendo actuar de oficio. Sin embargo, el juez deberá actuar
prudentemente evitando que se generen situaciones abusivas. La ley ordena al juez utilizar
los criterios menos restrictivos posible debiendo tener en cuenta la relación entre los medios
y los fines de las medidas.
C) Función punitiva:
Existe una pena privada cuando por disposición de la ley o de las partes, sin acudir a los
principios, normas y garantías del derecho penal, se sancionan a las graves inconductas
mediante la imposición de una suma de dinero en favor de la víctima.
Están asociadas a la idea de prevenir los daños y de desmantelar los efectos de los ilícitos,
pero que se diferencian de las indemnizaciones resarcitorias porque implican una carga un
tanto mayor.
Punición Excesiva:
El artículo 1714 dispone: Si la aplicación de condenaciones pecuniarias administrativas,
penales o civiles respecto de un hecho provoca una punición irrazonable o excesiva, el juez
debe computarse a los fines de fijar prudencialmente su monto..
El artículo 1715: Facultades del juez. En el supuesto previsto en el artículo 1714 el juez
puede dejar sin efecto, total o parcialmente, la medida.
Ambos artículos permiten inferir que el juez encargado de aplicar condenas pecuniarias de
tipo sancionatorio puede morigerar los montos resultantes de ellas, atendiendo a las
circunstancias del caso. Para ello deberá ponderar no solamente las sanciones civiles que
puedan corresponder, sino también las de otra índole. La finalidad es evitar una punición
excesiva.
c) Daño resarcible.
d) Relación causal: la necesaria conexión fáctica que debe existir entre la acción humana y
el resultado dañosos producido se denomina relación de causalidad.
Dispensa anticipada del dolo:
En el artículo 1743 establece que son inválidas las cláusulas que liberan anticipadamente
en forma total o parcial del daño sufrido por el dolo del deudor o de las personas por las
cuales debe responder. Se justifica la prohibición ya que de lo contrario se establecería una
tutela normativa para conductas contrarias a la buena fe, la moral y las buenas costumbres.
No solo recaerá sobre el deudor sino también por todos los que hayan sido introducidos por
él para cumplir, pues se los considera una prolongación del deudor.
La invalidez recae únicamente sobre la cláusula de la dispensa anticipada, por lo tanto no
afecta al resto de la convención, es una nulidad parcial y relativa.
Con respecto a la ley 24.240 (LEY DEL CONSUMIDOR), esta logró un avance con su
artículo 37, estableciendo que para todo contrato de consumo, se tendrán por “no
convenidas” las cláusulas que desnaturalizan las obligaciones, limiten la responsabilidad por
daños, y las que importen restricción o renuncia de los derechos del consumidor o amplíen
las de la otra parte. Lo mismo sucede con los contratos de consumo, en el artículo 988, que
guarda una gran similitud con esta ley.