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Paula Gamboa (323098)

American Factory

Una de las características del panorama internacional es la diversidad cultural,


la cual es fuente de inspiración y riqueza cultural para la humanidad. De la forma en
que existen características particulares dentro de un país, así mismo entre Oriente y
Occidente. Pero, si bien las diferencias culturales pueden ser beneficiosas, también
pueden generar choques culturales que desembocan conflictos más complejos.

Este fue el caso de la sede que Fuyao Glass Industry Group abrió en Dayton,
Ohio. El choque de la cultura norteamericana y la cultura china, además de las
diferentes percepciones de cada una con respecto a temas como: compromiso,
remuneración justa, ambiente laboral seguro, entre otros, dejó varios estragos con
respecto a la eficiencia de la compañía.

Como se mencionó antes, uno de los choques culturales fue la concepción que
ambas culturas tenían de compromiso y trabajo duro. Por un lado, los chinos creían
que debían permanecer el mayor tiempo posible en la empresa con el fin de hacer el
mejor trabajo posible, así arriesguen en cierta medida su integridad física y emocional.
Al contrario de la perspectiva americana, la cual defendía que era necesario mantener
un horario que permitiera desenvolvimiento social fuera del trabajo, una paga más alta
debido al tipo de trabajo que se realizaba, a parte, también mantiene la postura de que
es necesario que existan condiciones de trabajo más seguras para el personal.

Además, es importante recalcar que, si bien la empresa se encontraba en un


país cuyo sistema permite la libertad de expresión y que cuenta con políticas de
protección a los trabajadores (haciendo referencia a despidos injustificados), las
cabezas de la compañía decidieron idear estrategias para; tanto despedir a quienes
estaban actuando a favor de un sindicato, como para evitar reuniones entre sus
trabajadores. Esto puede deberse a el sistema que se maneja en su país de origen,
recordando que en China se maneja un sistema autoritario no solo por parte del
gobierno, sino en grandes empresas, como en este caso Fuyao.

En conclusión, considero que por más iniciativa y voluntad que se tenga con
respecto a formar un espacio donde ambas culturas puedan cohabitar, tomará mucho
tiempo antes de que ambos lados cedan al otro lado, de que rompan los prejuicios y
respeten sus límites. Hasta que eso no pase, van a ser necesarias varias
negociaciones oficiales y acuerdos legales para evitar altercados, con el fin de primar
(o al menos hacer el intento) el bien de la compañía.

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