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ÍNDICE

LITERATURA

Capítulo Pág.

I. Roma I ........................................................................................................................... 51

II. Roma II .......................................................................................................................... 57

III. Edad media española ....................................................................................................... 65

IV. Edad media italiana ..........................................................................................................


75

V. Renacimiento .................................................................................................................. 83

VI. Poesía del Siglo de Oro .................................................................................................... 93

VII. Narrativa del Siglo de Oro ...............................................................................................


101

VIII. Teatro del Siglo de Oro . 113


.................................................................................................
Roma I

Capítulo I como

El Imperio de Augusto: Apogeo de la


cultura romana

Al finalizar las guerras civiles, Cayo Octavio Julio


César, llamado Augusto (venerable), asciende al trono del
Imperio e inicia una era de estabilidad y prosperidad,
apoyada por la imposición de la severa "pax romana".
El Emperador, reconocido como uno de los gobernantes
más dotados de la historia, se preocupó personalmente
de promocionar las artes y las letras, al punto de animar
a Horacio a cantar alabanzas a la virtud y a los
prohombres del pasado, y acordar con Virgilio la
composición de La Eneida, como gran metáfora de la
gloria de Roma y de las tradiciones del Lacio.

Esta época de apogeo, cuyo ecuador coincide con el


nacimiento de Cristo, presencia un extraordinario
florecimiento de la poesía, que incorpora nuevos temas,
géneros y estilos a través de la creación de notables
poetas. El más insigne de ellos (y quizá de toda la
literatura romana) es Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.),
que escribió la mayor parte de su obra desde su retiro
de Nápoles. Es Virgilio quien introduce la poesía pastoril
con sus Bucólicas o Églogas que, aunque inspiradas en
Teócrito, alcanzan una personal originalidad. Tras las
Geórgicas, hermosa epopeya rural, el poeta inicia la
elaboración de su obra magna, La Eneida, consagrada
como el punto culminante de la poesía latina. Inspirada
claramente en La Ilíada y La Odisea, se aparta de la
sencillez expositiva de éstas, y narra la epopeya del
héroe troyano Eneas en elaborados versos que
armonizan la situación, el paisaje y los sentimientos con
insuperable maestría.

La casi total ausencia de poesía lírica en esta época,


tiene una magnífica excepción en Quinto Horacio Flaco,
que a los 22 años viaja a Atenas para profundizar su
cultura literaria. A su regreso recibe la protección de
Mecenas y se dedica a la producción de una vasta obra
poética. En ella cabe destacar el Canto secular, los
Épodos o Yambos, las Sátiras, y también la Epístola a
los Pisones, llamada Arte Poética por la tradición
humanista. Horacio no sólo encarna al único gran poeta
lírico latino hasta bien entrada la Era Cristiana, sino
también a un agudo teórico y didacta de las formas y
cánones de la poesía.

Los poetas llamados «elegíacos» son los últimos


émulos de la escuela poética alejandrina, que tienen
como precursor a Catulo. En la época de Augusto
destacan Tibulo, Sexto Propercio, y sobre todo el
exquisito Ovidio, que junto a Virgilio y Horacio suele
ocupar el podio de los tres grandes de la poesía latina.
Entre su fecunda y variada obra resalta sin duda Las
Metamorfosis, epopeya en catorce libros que recoge
todos los relatos míticos que implican algún tipo de
transformación, incluyendo algunos de tema romano,
el dedicado a la muerte de César. La notable habilidad
de Ovidio para versificar con increíble belleza y
atractivo, lo ha hecho quizás el poeta clásico de mayor
popularidad hasta nuestros días.

Tras la muerte de Augusto en el año 14 de nuestra


era, sobreviene un largo e irregular periodo que finaliza
con otra muerte, la de Marco Aurelio, en el año 180. En
esos casi dos siglos la literatura latina registra una gran
diversidad y varios autores de gran relevancia, cuya
labor marca el canto del cisne previo a la decadencia de
todo el mundo romano y su cultura. En la poesía épica
destaca Marco Anneo Lucano, a mediados del siglo I, del
que sólo se conserva la extensa Guerra civil o Farsalia,
considerada entre las primeras épicas de tema
totalmente romano, ya que narra la lucha entre César y
Pompeyo, con admirables retratos de sus personajes y
situaciones.

Se cultivó también la sátira, con Persio y Juvenal, de


gran vuelo retórico; y Marco Valerio Marcial alcanzó
fama por sus agudos Epigramas, mientras Fedro
recuperaba las fábulas clásicas y agregaba algunas de su
invención en sus sencillos y claros Apólogos.

La tradición historiográfica tiene todavía una gran


figura en Tácito, que hace de sus obras una suerte de
poemas épicos, como en la Vida de Agrícola, las
Historias y los Anales. Otro historiador apreciable fue
Suetonio, con su detallada y amena Vidas de los
Césares. La segunda mitad del siglo II registra los
nombres de Quintiliano, notable orador y maestro de
retórica, que plasmó su sabiduría en las Instituciones
oratorias; Plinio el joven, con su Panegírico de Trajano y
sus Epístolas; y el africano Apuleyo, autor de El asno de
oro, cuyas andanzas fueron retomadas por escritores
como Boccaccio o Cervantes. Finalmente, pero no en
importancia, debe citarse a Petronio, que con los
divertidos y realistas episodios del Satiricón preanuncia
en cierta forma las mejores obras de la narrativa
medieval.

• VIRGILIO
(70 a.C., Andes, Italia – 19 a.C. Brundisium (actual
Brindisi))

Publio Virgilio Marón ha pasado a la historia como el


más grande de los poetas latinos. En vida su obra gozó
de gran popularidad y poco después de su muerte ya
se consideraba que una buena formación debía basarse
en el estudio de sus poemas. Durante la Edad Media
se le reverenció como poeta y en la transición al
Renacimiento Dante lo eligió como guía y maestro en su
Divina Comedia.

Virgilio nació en Andes, un pequeño pueblo cercano


a Mantua. Su visión y amor por la vida campestre y los
paisajes quedará reflejada en toda su obra. Estudió en
Cremona, Milán y Roma, especializándose en retórica y
filosofía y profundizando en la obra de poetas griegos y
5
LITERATURA AÑO
romanos. En su juventud siguió los conceptos de la en el mundo clásico y la lengua latina.
filosofía epicúrea, pero posteriormente se decantó por el
estoicismo.

De salud delicada, dedicó todo su tiempo a su obra y


al estudio; sin participar en la vida política ni militar,
además de que su naturaleza tímida y retraída lo
alejaba de la actividad pública. Tampoco se casó y vivió
mucho tiempo como un recluso, aunque a medida
que su fama fue creciendo empezó a gozar de la
amistad de poderosos personajes romanos.

Su primera obra conocida son las Églogas, donde


crea la poesía pastoril. Este género ya había sido
introducido por Teócrito en Grecia, pero Virgilio lo dota
de más idealismo, ternura y sentimiento, mejorando el
estilo. En ellas crea un mundo irreal e idílico, donde los
pastores cantan su alegría y su dolor. Algunas sirven de
alegoría a sucesos reales, como en la quinta, donde la
muerte de Dafne es una metáfora de la reciente muerte
de César.

En una de las Églogas el tema central es un niño


que ha de nacer para traer la paz y la prosperidad al
mundo. Durante muchos años este poema ha sido visto
por la cristiandad como una visión de la llegada de
Cristo. Pero es más probable que se refiera al futuro
hijo de Antonio y Octavia (hermana de Augusto) que,
como heredero de los dos gobernantes, podría evitar la
guerra civil.

Su siguiente obra, las Geórgicas, son un canto a la


vida campestre y a la restauración de la Italia agrícola.
En ellas Virgilio explica de forma didáctica el cuidado de
vegetales y animales, pero se trata más de un ejercicio
poético que de una obra con verdaderos fines
instructivos o prácticos. Son una alabanza a Augusto y
a Mecenas, uno de sus ministros. Cuando escribió esta
obra Virgilio formaba parte del círculo de artistas de la
corte, y aunque no se trata de una obra de propaganda,
tampoco se puede separar de la realidad política y social
del momento.

La obra cumbre

En el año 31 a.C. Virgilio emprende su obra más


ambiciosa, La Eneida, un poema épico centrado en la
figura de Eneas, superviviente de Troya y fundador de
Roma. Se trata de una de las grandes obras de la
literatura, donde siguiendo el esquema del poema
épico, introduce unos personajes bien definidos y unas
escenas atractivas. En ellas se unen en armonía el
paisaje y la acción, el relato y la descripción. En esta
obra Virgilio también alaba la labor de Augusto como
pacificador de Roma, además de ensalzar los valores
morales que el emperador deseaba potenciar.

Virgilio inicia un viaje a Grecia en el año 19 a.C.,


parece ser que para documentarse mejor sobre la parte
inicial de La Eneida, pero afectado por unas fiebres
emprendió el regreso a Italia, muriendo poco después
de su llegada a Brundisium. Ha pasado a la historia
como el mayor de los poetas latinos y su obra sigue
vigente y es objeto de estudio para quienes se interesan
realizar una
La Eneida

Tema y estructura

Virgilio dedica los diez últimos años de su vida, del 29


al
19 a.C. a escribir La Eneida, un poema épico en
hexámetros que iba a eclipsar todas las obras épicas
precedentes de escritores romanos e iba a fijar las
características del género para los escritores épicos
posteriores. En este poema se ensalza el origen y
crecimiento del poder romano. Ciertamente por los
años en que Virgilio comienza a escribir La Eneida se
producen los hechos centrales que inician el principado
de Augusto: Octavio regresa victorioso de Accio, la paz
en el imperio es total, se concede el título de "Príncipe" y
de "Augusto" a Octavio; en resumen, Roma vive unos
momentos de gloria que pudieron inducir al poeta a
lanzarse por los caminos de la épica. Al parecer el deseo
de Mecenas y del círculo de intelectuales próximo a
Augusto era que el poema se hubiera centrado en la
figura del propio emperador; el logro de Virgilio fue
prescindir de la glorificación personal y unir los
destinos de Roma y de Augusto en la glorificación de
los orígenes míticos de la ciudad. Para ello se sirve de la
leyenda de Eneas, padre mítico de Roma y, al mismo
tiempo, antepasado divino de Augusto.

El tema central del poema es, pues, la leyenda de


Eneas, el héroe troyano que sobrevivió por mandato de
los dioses a la destrucción de Troya y, tras un largo
viaje, fundó un asentamiento troyano en Italia. La
intencionalidad política de la Eneida es evidente ya en
la elección del tema. Escogiendo la leyenda de Eneas
como fundador de Roma, Virgilio relacionaba ésta
definitivamente con la cultura griega. Por otra parte, se
hacía descender "la gens Iulia", a la que Augusto
pertenecía, de Iulo, el hijo de Eneas; de esta forma,
como según la leyenda Eneas era hijo de la diosa
Venus, se establecían unos orígenes divinos para el
emperador. Virgilio presentaba así el régimen de
Augusto como el heredero natural del glorioso pasado
romano: Roma y Augusto quedaban de esta manera
identificados de forma mucho más sutil y eficaz.

Como obra literaria La Eneida es un poema de una


extraordinaria complejidad. Sin duda Virgilio se inspiró
en los poemas homéricos, pero al mismo tiempo,
abandonando su primera vinculación con los "poetae
novi", se aproxima a la épica arcaica de Ennio y de
Nevio, que habían ensalzado a los héroes de su historia
nacional mezclando hechos históricos con aspectos
legendarios. Virgilio logra unir en el poema el presente y
el pasado, la historia y la leyenda con gran habilidad;
las hazañas de Augusto y los logros y aspiraciones de su
recién nacido Principado aparecen en el poema, no
expuestos directamente como materia narrativa, sino en
forma de disgresión profética o fabulosa: en el libro I,
Júpiter pasa revista a la historia de Roma hasta la época
de Augusto; en el libro VI la sombra de su padre,
Anquises revela a Eneas el destino de Roma como
dominadora y civilizadora de pueblos; por último,
Virgilio aprovecha el recurso épico a la descripción de
las armas, tomado directamente de Homero, para
descripción de la historia de Roma que culmina con la Los seis libros siguientes, de mayor contenido
victoria de Accio y el triunfo de Octavio Augusto. La narrativo y tono épico, narran la llegada a Italia de
Iliada y La Odisea le sugirieron la composición del Eneas y sus compañeros y sus luchas principalmente
poema en dos partes: los seis primeros libros, en los con los Rútulos por el dominio de Italia. Destacan en
que se narra la peregrinación de Eneas desde la estos libros algunos episodios, como el de Niso y Euríalo
destrucción de Troya hasta su llegada a Italia, recogen (libro IX) de gran valor dramático, el ataque de las
el modelo de La Odisea; los otros seis, que recogen las amazonas dirigidas por Camila y, muy especialmente, el
alternativas en la lucha por la conquista de Italia, combate final entre Turno y Eneas que termina con la
recuerdan a la Ilíada. A la influencia homérica se debe victoria de este último.
también la presencia de los dioses y sus interferencias
en la vida humana. Lengua y estilo de la Eneida

Por otra parte, Virgilio se mantiene en La Eneida fiel Desde el punto de vista de la evolución del género
al concepto romano de épica: es un poema nacionalista épico, La Eneida se distancia de todos los poemas
en el que no sólo Roma sino también Italia forma parte anteriores: por primera vez en un poema épico se
de los acontecimientos. Junto a la maquinaria mitológica, insertan en la narración recursos y tonos literarios
tomada del mundo homérico, aparecen en el poema, dramáticos y líricos. El estilo de La Eneida es nuevo;
tratadas con gran respeto, antiguas creencias y prácticas Virgilio varía el tono del poema según los momentos y
religiosas, que estaban profundamente ancladas en la alterna con gran naturalidad la solemnidad épica con el
tradición romana. Es un poema que enaltece los lirismo más puro y con momentos de fuerte dramatismo.
sentimientos de piedad y religión, rasgos característicos Probablemente no alcanza la grandeza de Homero, pero
de la antigua Roma y que Augusto intentaba restaurar. construye una obra de gran humanidad; este es el rasgo
Eneas se nos presenta guiado paso a paso por la más característico de Virgilio: el poeta canta al hombre
voluntad de los dioses en su tarea de establecer los que sufre para obedecer su destino y no al guerrero que
"Penates" troyanos en Italia. Virgilio, aún reconociendo combate. En este carácter lírico de la Eneida, que tan
su deuda con Homero, supo imprimir a su obra un bien se adecua al propio carácter del poeta, se observa
profundo sello de "romanidad": pretendió reflejar los la influencia del "epilio" alejandrino. Aunque Virgilio
principios de la restauración religiosa y moral que se imita a Homero y se inspira en él, su concepción de la
estaba realizando durante el Principado de Augusto. poesía es ya muy distinta. Homero es el representante
paradigmático de una épica primitiva, pensada para
El poema comienza cuando Eneas y sus compañeros ser recitada generalmente con acompañamiento
llevan ya algunos años vagando en busca de la tierra musical; su intención era exclusivamente cautivar y
donde, según el mandato de los dioses, han de fundar entretener. Virgilio, por su parte, es un poeta erudito: su
una nueva ciudad. Eneas, con los Penates de la obra es producto de un intenso estudio de las fuentes y
destruida Troya, con su padre Anquises y su hijo de los modelos tanto griegos como latinos. Uno de los
Ascanio vaga, asistido por su madre Venus, durante aspectos más criticados del poema virgiliano es el
mucho tiempo por el mar, cuando una tempestad los tratamiento de los personajes, en concreto el de Eneas.
arroja a las costas de África. Allí se está levantando Se acusa a Virgilio de crear un personaje excesivamente
Cartago, la futura rival de Roma. Recibido frío, atento solamente a la voluntad de los dioses y con
hospitalariamente por la reina Dido, Eneas hace un poca vida. El rasgo más característico de Eneas es la
relato de la destrucción de Troya y de los "pietas" y es más un héroe humano que un héroe
acontecimientos posteriores. Narra a continuación guerrero como los homéricos. El segundo personaje en
Virgilio los amores de Eneas y Dido, que se ven importancia es Dido, cuyos amores con Eneas son el
obstaculizados por Júpiter, quien recuerda a Eneas la centro del libro IV; este personaje está tomado de la
misión encomendada por los "hados"; Eneas parte y tradición épica latina: Nevio ya la había introducido en
Dido se quita la vida. Estos episodios ocupan los su poema. Virgilio nos la presenta como una víctima de
primeros cuatro libros y destacan de entre ellos la los dioses. La figura de Dido desmiente a quienes
destrucción de Troya, narrada con tono verdaderamente consideran que Virgilio era demasiado blando como para
épico en el libro II, y los amores de Dido y Eneas, que crear caracteres fuertes; es Dido, quizá, la figura más
ocupan todo el libro IV de un gran valor dramático y lograda de la Eneida y está llena de fuerza y pasión
centra- do en torno a la figura de Dido, uno de los humana.
personajes más logrado del poema. La primera parte del
poema termina con el descenso de Eneas al infierno, La Eneida es una obra de extraordinaria perfección
narrado en el libro VI; allí contempla los espíritus de estilística y métrica, aunque su autor pidió en su
personas desaparecidas y recibe de su padre Anquises testamento que se destruyera por considerarla
una visión profética sobre sus descendientes. Es éste un inacabada. A pesar de los deseos del poeta, Augusto dio
libro de una gran belleza formal y dotado, al mismo orden de que se publicara sin añadir nada, por ese
tiempo, de un importante contenido ideológico y motivo encontramos versos incompletos. Virgilio es el
filosófico; en él se exponen las ideas de Virgilio, tomadas creador de un lenguaje poético clásico de extraordinaria
del Neoplatonismo, acerca de la vida de ultratumba y de perfección formal. Su estilo se caracteriza por la ya
la reencarnación. comentada variedad de tonos y por la cuidada selección
de términos: alterna la utilización de neologismos
(términos nuevos) y de arcaísmos del hexámetro a la
lengua latina.
La Eneida clavado a una enorme pira. Eneas llega primero a Sicilia
donde deja a las mujeres y a los hombres menos
Escrita en verso valientes. Continúa su viaje hasta las puertas del
Averno, en la Hesperia donde fue conducido por la sibila
Autor: Virgilio de Cumas. En el campo de los llantos encuentra a Dido,
él llora por haber sido la causa de su muerte, ella le da
Tema Central: La búsqueda que hace Eneas del la espalda, sin decir una palabra.
territorio previsto por el destino, para fundar la nueva
estirpe troyana de la que nacerá Roma. También encuentra a los troyanos muertos en la
guerra. En los Campos Elíseos conversa con su padre
Género: Épica Anquises quien lo anima a seguir describiéndole las
personas de los futuros héroes de Roma. Prosiguiendo
Especie: Epopeya en el viaje, Eneas llega a la desembocadura del Tíber,
siendo recibido por el rey Latino, su esposa Amata y su
Personajes Principales: hija Lavinia. Para cumplir el destino del héroe, se
acuerdan las bodas entre él y Lavinia. Un antiguo
- Eneas : héroe troyano pretendiente de Lavinia, Turno, se levanta con sus
- Creusa : primera esposa de Eneas hombres para enfrentar a Eneas, quien es apoyado por
- Ascanio : hijo de Eneas el rey Evandro y cuatrocientos hombres.
- Anquises : padre de Eneas
- Dido : reina de Cartago Venus le proporciona a su hijo una magnífica
- Latino : rey de Lacio armadura fraguada por Vulcano. Muere el caudillo Turno
- Lavinia : segunda esposa de Eneas, hija de y el rey Latino ofrece la paz a los troyanos. Eneas sabe
Latino que el anciano nunca quiso la guerra y en cambio su
- Turno : prometido de Lavinia esposa Amata quien fuera una de las instigadoras,
- Dioses : Júpiter, Venus, Juno, Mercurio termina ahorcándose.

El poema nos narra las aventuras del troyano Eneas Fragmento de La


quien después de la guerra, abandona su devastada
ciudad y va, por mandato divino, en busca de las tierras Eneida: Libro IV
donde fundará una ciudad que será el origen de la
futura cultura romana. Entonces, aterrorizada por su sino la infeliz Dido
busca la muerte; odia contemplar ya la bóveda del cielo.
Las naves de los troyanos que surcan el mar de
Sicilia son arrojadas a las costas africanas por una Y para más animarse a sacar adelante su plan y
violenta tempestad que Juno les envía. Venus, le abandonar la luz, vio (horrible presagio) al dejar sus
informa a su hijo Eneas que se halla en tierras de la ofrendas sobre las aras donde arde el incienso, que
fenicia Dido, reina de Cartago. Venus para proteger a su negros se ponían los líquidos sagrados y sangre impura
hijo hace que Dido se enamore de él, ella olvida a su
difunto esposo y le ofrece un banquete a Eneas volverse los vinos libados; y a nadie contó lo que había
rogándole que le cuente sus aventuras. El troyano relata visto, ni a su hermana siquiera.
con detalle los últimos días de la guerra de Troya, luego
que los griegos lograron introducir el caballo de madera Y muchas predicciones además de antiguas vates la
en la ciudad; como Héctor le anuncia el desastre y le
pide que escape buscando una nueva muralla para los aterrorizan con terrible advertencia. La persigue fiero
dioses. Narra los muchos peligros que corrió; las plantas Eneas en persona en sus sueños de loca y siempre se
cuyas raíces gotean sangre en la tierra de los tracios; la ve a sí misma sola, abandonada, siempre sin compañía
peste en la isla de Creta, el encuentro con las horrendas marchando por un largo camino y en una tierra desierta
arpías; los escollos de Ítaca; el país de los cíclopes. Dido
escucha maravillada cada palabra del relato, enamorada buscar a los tirios, como Penteo ve en su locura de las
ya del troyano le cuenta su dilema a su hermana Ana: Euménides la tropa y aparecer dos soles gemelos y una
ama al héroe pero respeta la memoria de su difunto doble Tebas, o como aparece Orestes en la escena, hijo
esposo. Ana le reprocha el haber antes rechazado a de Agamenón, cuando huye de su madre armada de
otros pretendientes, Dido ya no duda más. Aprovecha
de una tormenta en un día de caza, para esconderse con antorchas y negras serpientes y en el umbral están
Eneas en una cueva que les sirve de himeneo. sentados las Furias vengadoras.
Instigado por las suplicas de Yarbas, rey de los gétulos
a quien Dido había despreciado, Júpiter envía a Mercurio La reina al fin, levantada la enorme pira al aire en lugar
para que recuerde a Eneas su misión y le reproche su
abandono. Prepara entonces en secreto su partida, apartado con teas de pino y de encina, adorna el lugar
pero Dido lo descubre e intenta convencerlo de mil con guirnaldas y lo corona de ramas funerales; encima
maneras para que no la deje. Al no conseguirlo, la reina las prendas y la espada dejada y un retrato sobre el
se suicida arrojándose con un puñal lecho coloca sin ignorar el futuro. Altares se alzan
alrededor y la
sacerdotiza suelto el cabello, invoca con voz de trueno a sus furores, dijo Eneas: "Divina profetisa, no son para
sus trescientos dioses, y a Erebo y Caos. mí nuevos los trabajos y

Y Hécate trigémina, los tres rostros de la virgen


Diana, y había asperjado líquidos fingidos de la fuente
del Averno, y se buscan hierbas segadas con hoces de
bronce a la luz de la luna, húmedos de la leche del negro
veneno; se busca asimismo el filtro arrancado de la
frente del potrillo mientras nacía, quitándoselo a su
madre. La propia reina junto a los altares, con uno de
sus pies desatado, la harina sagrada en las piadosas
manos y el vestido suelto, pone por testigos a los dioses
de que va a morir y a las estrellas sabedoras del
destino; reza entonces al humen justo y memorioso, si
es que lo hay, que cuida de los amores no
correspondidos.

Libro VI (Eneas en el país de los sueños, en busca de


la sombra de su padre)

"La terrible sibila, no poseída aún totalmente del


espíritu de Apolo, se esfuerza por sacudir su
influencia, revolviéndose como una Bacante en su
caverna, pero tanto más el dios fatiga su espumante
boca, y domando la fiereza de su corazón, la dispone
para proferir los oráculos. Abrense por sí solas las cien
puertas de la gruta, y lanzan al aire estas respuestas de
la profetisa: "Oh, tú que evitaste los inminentes riesgos
del piélago; otros más graves te aguardan en tierra.
Los troyanos penetrarán, sí, en el reino Lavinio; arroja
del corazón este cuidado, pero les pesará de haber
penetrado allí. Veo guerras, hórridas guerras, y al Tíber
espumante lleno de copiosa sangre. No faltarán aquí
tampoco el Simais ni el Xanto, ni los ejércitos griegos;
ya está preparado en el Lacio otro Aquiles, también hijo
de una diosa y en todas partes estará presente Juno la
enemiga de los troyanos. Entonces tú de qué naciones
itálicas y de qué ciudades no implorarás socorro en tus
apuros, la causa de tan profundas calamidades será otra
vez una mujer que dará hospedaje a los Frigios. Pero
tú no cedas a las adversidades, sino al contrario
muéstrate más animoso de lo que permitiría tu fortuna.
Lo que tú menos piensas, una ciudad griega será tu
principal recurso.

Tal fue el oráculo proferido desde el fondo del


santuario por la atronadora voz de la sibila; tales fueron
las terribles verdades por ella auguradas, en términos
oscuros. El dios Apolo, la refrenaba en sus arrebatos y
la agitaba en lo profundo de su pecho. Cuando sus
sentidos recobraron la calma y el silencio reemplazó a
peligros por ti anunciados; todo lo he previsto y a todo e infesta, con su muerte toda la flora, en tanto tú
estoy dispuesto. Una sola gracia te pido; ya que la requieres las respuestas y estás junto a
puerta de los infiernos está, según dicen en lugares en
que el Aqueronte forma un lago, séame permitido
descender a aquellas lóbregas mansiones para ver a mi
caro padre; muéstrame el camino y ábreme las puertas
sagradas. Llevándole sobre mis hombros atravesé las
sagradas llamas y en una lluvia de dardos yo le
arranqué de brazos del enemigo; él me acompañó en
mis viajes y sostuvo impávido todas las fatigas del mar
siendo débil y de extrema vejez, y me exhortó a que
implorase rendido tu protección.

Compadécete, oh, santa virgen, de un padre, y de su


hijo; tú lo puedes todo, y no en vano te confió Hécate la
guarda de los bosques sagrados del averno. Si pudo
Orfeo con su canora citara penetrar hasta los abismos
para evocar los manes de su cara esposa; si Cástor y
Pólux vuelven alternativamente a la tierra y se redimen
recíprocamente;
¿Por qué he de mentar a Teseo y al gran Alcides?
También yo soy descendiente del supremo linaje de
Júpiter".
Esta era la plática de Eneas asido del altar cuando la
sibila empezó a hablar en la siguiente forma: "Oh hijo
de Anquises, descendiente de los dioses; fácil es bajar a
los infiernos; de día y de noche está abierta la puerta del
negro Plutón, pero retroceder y volver a las sublimes
auras es lo difícil, ahí está el trabajo. Pocos hijos de los
dioses amados del justo Júpiter, o elevados hasta el
cielo por su generosa virtud han podido lograrlo. Todo el
centro del averno está ocupado por las selvas, que el
Cócito de negra corriente circuye. Con todo, si tan gran
amor y tan vehemente deseo tienes de atravesar los ríos
estigios y de ver dos veces el negro tártaro, y si te place
emprender un vano trabajo, oye lo que ante todo debes
hacer: Bajo la espesa copa de un árbol se oculta un
ramo, cuyas hojas y flexible tallo son de oro y está
consagrado a la infernal Juno, todo el bosque lo cubre y
las sombras lo encierran entre valles tenebrosos. Nadie
puede penetrar en las entrañas de la tierra sin haber
antes desgajado del árbol esta rama de oro. Este es el
tributo que la hermosa Proserpina dispuso le fuese
ofrecido. Apenas lo arrancan del árbol cuando retoña otro
del mismo metal. Búscalo pues, pon ojos ávidos cuando
le hayas hallado, arráncale con la mano con todo
respeto: porque si los destinos te llaman, él mismo
espontánea y fácilmente se desprenderá de su rama; de
lo contrario no podrás arrancarlo con fuerza alguna, ni
cortarlo con el duro hierro. Además yace insepulto el
cádaver de un amigo tuyo (¡ay, mientras tú lo ignoras!)
mi puerta. Lleva primeramente a éste a su Apenas había pronunciado estas palabras, cuando
correspondiente morada y sepúltalo. Después sacrifica dos palomas que casualmente volaban por el aire,
sobre su sepulcro algunas ovejas negras; sean éstas pasaron delante de él y se posaron en la verde tierra.
las primeras expiaciones. Así verás finalmente las Entonces el insigne héroe reconoce las aves de su
selvas espigias; región inaccesible a los seres vivientes". madre, gozoso exclama: "Oh, guiadme si hay algún
Así habló y cerró los labios. camino y desde el aire dirigid mi rumbo hacia la selva,
donde el precioso ramo sombrea la fecunda tierra; y tú,
Dejando Eneas la caverna, parte con semblante triste oh diosa madre mía, no me desampares de la vida"
y los ojos bajos, y revuelve en su interior los misteriosos
oráculos. A su lado va el fiel Acates preocupado por las Dicho esto, se paró, mirando que indicios le daban y
mismas inquietudes. Los dos iban discutiendo entre sí a dónde dirigían su vuelo. Ellas picoteando entre las
tristemente cual sería el compañero cuya muerte auguró yerbas, se adelantaron tanto como los más perspicaces
la sibila, y cuyo cadáver se había de sepultar. Mas luego ojos podían alcanzar. Después, así que llegaron a la
que se reunieron con los suyos, divisan en la árida orilla del fétido averno, levantándose con ligereza y
ribera del mar el cadáver de Miseno ... deslizándose por las tenues auras, páranse en su lugar
ameno, sobre un árbol de los troncos, desde donde el
Todos en torno se lamentaban con penetrantes resplandor del oro de color diferente se traslucía entre
clamores, más que todos el piadoso Eneas. Ejecutaban las ramas.
llorando las órdenes de la sibila, sin dilación, y a porfía
levantan una hoguera casi tan alta como el cielo. Van a Cual suele en la selva, durante los fríos invernales,
una selva, profunda guarida de fieras; caen los pinos, brotar el muérdago con nuevas hojas entre los árboles a
resuenan los golpes de la segur y la encina y sucumben que crece pegado y circunda los redondos troncos
los fresnos; las copas rompen en endeble roble y los con su fruto amarillo. Tal semejaba el áureo follaje en
altos álamos de la montaña. También Eneas toma activa la copuda encina y crujía el ramo mecido por el blanco
parte en aquellas faenas y ornado con los mismos céfiro. Cógelo al punto Eneas, lo arranca
instrumentos, incita a sus compañeros. Entretanto impacientemente y se apresura a llevarlo a la mansión de
medita esto en su angustiado corazón mirando la la sibila"
espaciosa selva y a solas dice: ¡Oh, si ahora, en esta
dilatada selva se ofreciese a mis ojos el ramo de oro;
puesto que la Sibila, Oh Miseno, ha proferido oráculos
demasiado inciertos en cuanto a ti!
Roma II

Capítulo II
• HORACIO (65 a.C., Venusa, Apulia - 8 a.C.) Roma Picaresca amorosa

Extraordinario poeta lírico y autor de sátiras Sus primeros trabajos los Amores, las Heroidas y
punzantes, Quinto Horacio Flaco se describía a sí mismo Medicamina faciei, le proporcionaron un éxito inmediato
como un hombre irritable pero fácil de apaciguar. Pese y el reconocimiento de la comunidad poética del
a ser hijo de un antiguo esclavo, estudió en Roma y en momento. Todas estas primeras composiciones tratan
Atenas y, a la muerte de César, fue nombrado tribuno sobre el tema amoroso, y en ellas Ovidio refleja la
militar por Bruto. En sus Sátiras, critica los abusos de la sofisticada sociedad ociosa en la que se movía. Los
sociedad romana y en particular de sus gobernantes. Amores narran la vida amorosa del propio poeta, que
Las Odas, caracterizadas por la concisión y la fina ya se había casado tres veces y divorciado dos; y están
sensibilidad poética, son quizá su obra más personal. dedicados a Corina, una mujer que parece más ficticia
Escribió en ella acerca del amor, el vino, la naturaleza y que real. La Medicamina faciei es un ejercicio ingenioso
la amistad. Fue un firme creyente en la moderación sobre la cosmética, que no se ha conservado completo
como camino hacia la sabiduría y, según él mismo, hasta nuestros días; y las Heroidas son supuestas
envejeció antes de su tiempo. Su conocida Arte cartas escritas entre las grandes mujeres de la mitología
poética, integrada por tres epístolas, constituye el y sus maridos o amantes ausentes; entre ellas se
fundamento de la crítica literaria occidental. destaca por su calidad, la correspondencia entre Paris y
Helena de Troya.
Libro de Odas I, 11
Su siguiente poema, el Ars amatoria, es una de las
Tú no preguntes ¡pecado saberlo! (qué fin a mí, cuál grandes obras de Ovidio, donde explica a los ciudadanos
a ti dieron los dioses, Leucónoe, ni las babilonias romanos el arte de la conquista y la seducción. Escribió
cábalas consultes). primero dos libros dedicados al hombre, y la presión
popular le hizo añadir un tercero, dirigido a la mujer. La
¡Cuánto mejor soportar lo que venga, ya si muchos picaresca del texto y el hecho de incitar al adulterio, le
inviernos nos ha concedido Júpiter o si es el último éste valieron la enemistad de Augusto, que abogaba por una
que ahora deja sin fuerzas al mar Tirreno batiéndolo reforma de la moral y de la conducta social. Para algunos
contra los escollos que se le enfrentan! autores actuales ésta es la mejor obra del poeta, aunque
las Metamorfosis fuera su poema más ambicioso.
Sé sabia, filtra el vino y, siendo breve la vida, corta
la esperanza larga. Mientras estamos hablando, habrá En las Metamorfosis, Ovidio toma la mitología griega
escapado envidiosa la edad: aprovecha el día, fiando lo para escribir una serie de historias o mitos donde
menos posible en el que ha de venir. interviene la transformación. Se trata de una obra llena
de ingenio e imaginación, y con una excelente calidad
(Traducción del latín: Vicente Cristóbal literaria. Ovidio abandona los temas picarescos y
López) eróticos de su juventud para centrarse en una
descripción de todas las pasiones humanas, lo que le
• OVIDIO (43 a.C., Sulmona, Italia – 17 d.C.) permite mostrar su gran talento poético.

Tomis, Moesia (Actual Constanza, Rumania) Final en el exilio


Publio Ovidio Naso es uno de los grandes poetas
latinos. Su revisión de la mitología griega y su perfecta Poco después de terminar esta obra, Ovidio es
técnica, dan a su obra una calidad extraordinaria. Ovidio expulsado de Roma por el emperador. Las razones de su
nació en provincias, en Sulmona, pero su familia era lo exilio no son muy claras, el poeta menciona la ofensa
bastante rica como para enviar al poeta y a su hermano producida por el Ars amatoria y "una pequeña
a completar sus estudios en Roma. Allí Ovidio estudió indiscreción, más que un crimen". Se cree que esa
retórica con los mejores maestros, con la intención de indiscreción está relacionada con el adulterio de la nieta
ser un gran orador, pero finalmente se decantó a favor de Augusto, Julia, que fue expulsada en la misma época,
de la poesía, en la que pronto destacó por su enorme y quizás Ovidio hiciera de cómplice de los amantes. El
facilidad para componer versos. Continuó sus estudios destierro a Tomis, en los límites entre Grecia y el mundo
en Atenas, como era costumbre entre las clases altas bárbaro, afectó enormemente a Ovidio, que en sus
romanas. De regreso a Roma inició su carrera política, siguientes obras se lamenta de su suerte, esperando el
empezando por un cargo administrativo judicial, pero perdón imperial; pero ni Augusto ni su sucesor, Tiberio,
pronto descubrió que no deseaba continuar ese olvidaron la ofensa, y el poeta murió en el exilio.
camino y abandonó la vida pública, para dedicarse
completamente a la poesía. La obra de Ovidio ha tenido una gran influencia en la
literatura posterior y su popularidad se mantuvo a pesar
de su exilio y de su muerte. En la Edad Media, con 5 el
LITERATURA AÑO
surgimiento del amor cortés, sus obras fueron muy novela. El arte es sorprendente, la expresión de los
admiradas y emuladas como en el caso del Roman de la sentimientos vacía y afectada. Por esa fecha hay que
Rose y el Libro del Buen Amor. situar también las Heroidas, cartas atribuidas a
heroínas
Autor de El arte de amar, en cuyos versos se
exponen 3 temas:

"Como conquistar y elegir", "Como mantener el amor" y


"Como mantener contentos a los
hombres".

En la Metamorfosis (antecedente griego: La


Teogonía de Hesiodo), se narran temas como: "La
Creación del Mundo y el Origen de los Dioses"

Características

- Liberalidad moral
- Gran conocedor de los temas
mitológicos
- Tópico "Carpe Diem" (aprovecha el
momento)
- Temas amorosos y
satíricos

El arte de amar

Género: Lírica

Ovidio escribió su Ars amandi a los cuarenta años, es


decir, en el año 3-, plagado de licencias en cuanto a las
costumbres; este hecho sirvió de pretexto a Augusto
para desterrarlo; el emperador titulaba el poema
"Arte de cometer adulterios". Pese a ser la más
licenciosa de las obras que salieron de la pluma de
Ovidio, los preceptos que da en el Arte de Amar no
pasan de ser bagatelas. Boileau dice que el poema fue
dictado por el amor, pero no por el verdadero, sino por
el amor impuro hijo de Venus vagabunda y pandemia. El
propio poeta confiesa reiteradas veces, que las mujeres
de que habla en su "Ars" no son las virtuosas matronas
ni las castas doncellas, sino las libertas.

El Arte de Amar se compone de tres libros: en el


primero informa a los hombres sobre los lugares en que
pueden encontrar a las mujeres y la forma de
agradarlas.

En el segundo da consejos para conservar el amor


conquistado. El tercer libro lo dedica a las mujeres a las
que aconseja para agradar a los hombres y mantener
por largo tiempo su amor. El poema no es más que una
parodia de los tratados científicos; de ahí el título de
"Ars". Sin embargo, el género no era nuevo ni inventado
por Ovidio. Ya Tibulo había escrito un manual sobre los
medios de tener suerte con los muchachos y Horacio
otro para uso de los caza-testamentos, en poetas
griegos e incluso latinos anteriores a él y
contemporáneos suyos. En el Arte de Amar no se nota la
ausencia de sinceridad de Los Amores, poema en cinco
libros escrito en el año 15 a.C. que compila una serie de
elegías en torno a una "Corina" cuya fisonomía ha sido
muy generalizada por el poeta. Ovidio en Los Amores
ordena los temas habituales eróticos en una especie de
mitológicas, creación original inspirada en ejercicios empresario, en etapas sucesivas. Obtuvo beneficios
practicados en casa de gramáticos. Las Heroidas forman económicos, pero su ambición lo llevó a probar fortuna
dos libros, de quince y seis cartas respectivamente. en el comercio marítimo, que lo arruinó. Después de un
periodo de miseria, cuando estaba cerca de los
Frente a éstos, dos compilaciones de poemas cincuenta años,
eróticos, el Arte de Amar presenta su fidelidad a la
verdad histórica; atenúa los defectos y por tanto hace
más patentes los aciertos y las buenas cualidades.
Las disgresiones mitológicas subsisten todavía, aunque
con más discresión, y las amplificaciones retóricas, de
las que tanto abusa el poeta en otras obras, se hacen
en este poema más raras. El tono didáctico está
penetrado por doquier de ironía y de parodia alegre, que
refleja un mundillo refinado e ingenioso.

• CICERÓN (106 a.C., Arpino - 43 a.C. Formia (Italia))

Orador, escritor, estadista y filósofo romano, Marco

Tulio
Cicerón fue tanto un intelectual erudito como un político
de
acción. Después de ser educado en Roma y Grecia,
emprendió una carrera pública que alcanzó su cumbre
en el senado romano, con los elocuentes y lacerantes
ataques dirigidos a su adversario Catilina. Fue cónsul,
gobernador de la provincia de Cilicia, en Asia Menor,
defensor de los principios democráticos en medio de la
destrucción de la República, y ejecutado por motivos
políticos durante el triunvirato de Octaviano, Antonio y
Lepidus. Su cabeza y sus manos fueron expuestas en la
rostra, o plataforma de los oradores en el foro romano.

Obra amplia y diversa

Cicerón es autor de libros de retórica, cartas,


discursos y tratados políticos y filosóficos. Entre sus
principales obras están De natura deorum, De oficiis, De
oratore, De legibus, De consolatione, De finibus y De
republica. Esta última termina con el famoso Sueño de
Escipión. Sus cartas, recogidas en cuatro colecciones (Ad
Atticum, Ad Familiares, Ad Brutus y Ad Quintum fratem )
constituyen una importante fuente de información
histórica. Influido por el epicureísmo, el estoicismo y la
Academia, transmitió en Roma el pensamiento griego
a través de sus Diálogos. Es también autor de poemas
como De consulatu suo y De temporibus suis. Refinó el
hexámetro e influyó en la obra de Virgilio.


PLAUTO

T. Maccio Plauto nació en Sarsina, Umbría, hijo de


italianos libres, aunque humildes, entre los años 254 y
250 a.d.n.e. Si tenemos en cuenta el gran dominio que
tenía de los más variados matices de la lengua,
estaremos de acuerdo en afirmar que debió marchar
muy joven a Roma, donde aprendió la lengua de la
ciudad, pues su región natal estaba aún poco latinizada.
Conoció bien el griego y -según se dice- algo de
cartaginés. Trabajó en compañías de cómicos -y
posiblemente representó atelanas y mimos, formas
dramáticas itálicas de largo éxito en Roma- de las que
fue, probablemente, actor, director de escena y
comenzó a escribir comedias, y pronto llegó a ser el más forma de establecer la cronología. Mediante el análisis
popular de los comediógrafos latinos. Fue un autor muy de las características formales de la comedia plautina
fecundo; en tiempos posteriores a su muerte, acaecida y, especialmente, de sus metros, se ha podido presentar
en el 184 a.d.n.e., se le atribuyeron hasta 130 comedias, con relativo acierto, más que una cronología precisa, el
pero el erudito Varrón (e. I a.d.n.e.), que dedicó cinco orden en que debieron componerse las piezas. La
libros a su vasta obra al estudio de Plauto, reconoció hipótesis a partir de la cual se elaboró este
como auténticas sólo las veinte que conocemos y una, la ordenamiento se basa en el criterio de que Plauto fue
Vidularia, de la que quedan algunos fragmentos. haciendo progresivamente más compleja la estructura
métrica de sus obras, a medida que las dotaba de
Durante muchos años los más avezados filólogos han mayor cantidad de partes musicales. Esta hipótesis se
tratado de establecer la cronología de las obras de ve comprobada por el hecho de que aquellas obras
Plauto sin que haya sido posible lograrlo más que en cuyas fechas se habían establecido definitivamente por
casos excepcionales. Se ha podido conocer la fecha las didascalias o las alusiones históricas que contienen,
de representación de dos de sus comedias - Éstico coinciden con el lugar que se les asigna en este
(200 a.d.n.e.) y El embustero (191 a.d.n.e.)- ordenamiento según la complejidad métrica. De acuerdo
porque se conservaron las respectivas didascalias. El con éste, se distinguen tres periodos en la obra plautina,
estudio de alusiones a hechos y personajes históricos no sin que existan profundas discrepancias entre los
que aparecen en las obras ha permitido datar con filólogos:
certeza otras cuatro comedias. La alusión al
encarcelamiento del poeta Nevio en los versos 211 - 212
de El soldado fanfarrón indica que la fecha de esta obra Primer periodo
es el año 205 a.d.n.e., y la referencia a la segunda La comedia de los asnos, El mercader, El soldado
guerra púnica que se contiene en los versos fanfarrón (205 a.d.n.e.), La arquilla (antes del 202
187 - 202 de La arquilla nos permite decir que la misma a.d.n.e.) y El cartaginesito.
fue representada antes del 202 a.d.n.e., fecha en que
terminó el conflicto. Basándose en alusiones a otros Segundo periodo
hechos y personajes, se ha establecido la fecha de La Éstico (200 a.d.n.e.), La olla, El gorgojo, Anfitrión, Los
comedia de los asnos (anterior al 207 a.d.n.e.) y Cásina cautivos, El cable marino, Las tres monedas, Los dos
(185 ó 184 a.d.n.e.). mellizos y La comedia del fantasma.
Como el estudio riguroso de las alusiones contenidas Tercer periodo
en las obras no ha permitido datar la mayoría de las El embustero (191 a.d.n.e.), Las dos Báquides, Cásina
comedias (catorce), en años recientes se ha buscado (185 ó 184 a.d.n.e.), Epídico, El hombre malhumorado y
otra El persa.

Fragmento de Anfitrión

Mercurio Ya sabré reprimir, maldito, esa tu lengua.


Sosia Nada podrás, pues es recatada y
honrada.
Mercurio ¿No dejarás de replicar? ¿Qué es lo que tienes que hacer aquí, junto a la puerta de esta
casa? Sosia ¿Y tú? ¿Qué se te ha perdido a ti?
Mercurio El rey Creón pone aquí su centinela cada noche.
Sosia Está bien que, al parar nosotros en país extraño, haya quien guarde nuestra casa; pero ahora ve y di
que han llegado los familiares.
Mercurio No sé de qué familia serás tú; pero, si no te marchas al momento, verás qué poco familiarmente te
reci- bimos.
Sosia Te digo que yo habito aquí y soy siervo de esta familia.
Mercurio ¿Lo sabes bien? Te elevaré de puesto hoy mismo si no te marchas de
aquí. Sosia ¿Cómo?
Mercurio Te llevarán y no irás por tus pies, si cojo un
látigo. Sosia ¿No te he dicho que estoy aquí sirviendo?
Mercurio Márchate enseguida, si no quieres que al punto comience la
paliza. Sosia Viniendo de fuera, ¿te parece justo impedirme entrar en mi casa?
Mercurio Pero ¿es esta tu casa?
Sosia ¡Ya te he dicho que
sí! Mercurio ¿Quién es tu amo?

* * * * *
Anfitrión En verdad, desde mi partida, no te he visto sino hasta
ahora. Alcmena ¿Por qué lo niegas?
Anfitrión Porque he aprendido a decir la verdad.
Alcmena No está bien que lo que aprendiste lo olvides ahora. ¿Lo haces por saber mis intenciones? ¿Por qué
este brusco regreso? ¿Algún mal presagio te ha traído o te detiene alguna tempestad? ¿No me dijiste
hace un momento que tenías que volver al ejército?
Anfitrión ¿Hace un momento? ¿Yo he dicho eso?
Alcmena Quieres probarme: hace algún tiempo, hace poco, quise
decir. Anfitrión ¿Cómo puede ser, como dices, que te hablase hace poco?
Alcmena ¿Qué piensas? ¿Que siga la broma, pretendiendo que has venido, cuando acabas de
marcharte? Anfitrión Esta mujer delira.
Sosia Espera un poco a que solamente termine su
sueño. Anfitrión ¿Si está soñando despierta?
Alcmena Bien despierta estoy, y despierta cuento lo que ha pasado. Antes de amanecer te he visto a ti y a este
otro. Anfitrión ¿Dónde?
Alcmena Aquí, en tu propia casa.
Anfitrión No es verdad.
Sosia (A Anfitrión con ironía) ¡Cállate! ¿Y si el barco nos ha trasladado del puerto hasta aquí durante el
sueño? Anfitrión ¿También tú le sigues la manía?
Sosia ¿Qué quieres que haga? Si se contraría a una bacante en sus bacanales, de loca se volverá más
loca y redoblará sus golpes. Si cedes con uno, quedarás libre.
Anfitrión No, que estoy resuelto a pedirle que me explique por qué no me ha querido saludar al llegar hoy a
casa. Sosia Excitarás los abejorros.
Anfitrión (A Sosia) Cállate (A Alcmena) Quiero hacerte una
pregunta. Alcmena Y todas las que quieras.
Anfitrión ¿Has perdido la razón, o te domina la soberbia?
Alcmena ¿Cómo puedes, esposo mío, hacerme esa
pregunta?
Anfitrión Porque antes tenías la costumbre de saludarme a mi llegada y de hablarme como hablan a sus
maridos las mujeres honestas. Hoy, al llegar, me encuentro con que has cambiado de costumbres.
Alcmena ¡Por los dioses! ¿No te di la bienvenida a tu llegada, te pregunté por tu salud, y cogiendo tu mano, te
besé? Sosia ¿Tú saludaste ayer a mi amo?
Alcmena Y a ti también, Sosia.
Sosia Anfitrión, esperaba que esta te daría un hijo; pero no es eso lo que tiene
dentro. Anfitrión ¿Qué tiene, pues?
Sosia Locura
Alcmena Yo estoy en mi juicio, y pido al cielo que me conceda un parto dichoso. Tú, en cambio, pagarás
tu atrevimiento, si mi marido cumple con su deber; por tu pre sagio funesto recibirás lo que
mereces.
Sosia Esta clase de fruto conviene dárselo a la embarazada para que tenga que roer si empieza a perder el
seso. Anfitrión (A Alcmena) ¿Tú me viste ayer aquí?
Alcmena ¿Quieres que te lo diga diez
veces? Anfitrión ¿En sueños tal vez?
Alcmena No; los dos estábamos bien
despiertos. Anfitrión ¡Pobre de mí!
Sosia ¿Qué te pasa?
Anfitrión Mi mujer delira.
Sosia Está atacada de bilis negra. No hay cosa que más rapidamente haga delirar a las
personas. Anfitrión Alcmena, ¿cuándo sentiste los primeros ataques de este mal?
Alcmena ¡Por Cástor! Estoy sana y buena.
Anfitrión Entonces, ¿por qué sostienes que me has visto ayer, siendo así que esta noche hemos llegado al
puerto, y en el barco cené y descansé toda la noche? No he venido desde que partí para la guerra
contra los teleboes y los vencí.
Alcmena No es verdad. Tú cenaste y te acostaste
conmigo. Anfitrión ¿Qué dices?
Alcmena La verdad
Anfitrión En eso no, ¡por los dioses! En los demás, no
sé. Alcmena Al amanecer te marchaste a tu ejército.
Anfitrión ¿Cómo?
Sosia Dice las cosas como las recuerda. Es un sueño lo que te cuenta (A Alcmena) Pero, cuando
despiertes, deberás hacer invocaciones a Júpiter, dios de los prodigios, ofrececiéndole tortas
saladas o incienso.
Alcmena ¡Ay de tu cabeza!
Sosia Mejor será que te preocupes de la tuya.
Alcmena He aquí que por segunda vez me insulta impunemente.
Anfitrión (A Sosia) Cállate (A Alcmena) ¿De modo que yo te he dejado hoy al
amanecer? Alcmena Pues ¿quién si no tú me ha contado cómo se desarrolló el combate?
Anfitrión Pero ¿también esto lo sabes?
Alcmena A ti te lo oí; cómo tomaste por asalto una gran ciudad y mataste por tu mano al rey
Pterelas. Anfitrión ¿Yo te dije eso?
Alcmena Tú mismo, estando presente Sosia.
Anfitrión (A Sosia) ¿Tú me has oído contar hoy
eso? Sosia ¿Dónde lo iba a oír?
Anfitrión Pregúntaselo a ella.
Sosia (A Alcmena) En mi presencia, que yo sepa, nunca se ha contado
eso. Alcmena Extraño sería que el siervo desmintiese a su amo.
Anfitrión Sosia, mírame bien.
Sosia Ya te miro.
Anfitrión Quiero que me digas la verdad sin adulaciones. ¿Me has oído decir todo lo que ella afirma?
Sosia Atiéndeme ¿Estás tú también loco al hacerme esta pregunta? ¡Si ahora es la primera vez que la
veo contigo!...
Anfitrión ¿Qué dices, mujer? ¿Lo
oyes? AlcmenaSí, lo oigo mentir.
Anfitrión ¿Ni le crees a él ni a mí, que soy tu marido?
Alcmena No, pues primero me creo a mí misma y sé que las cosas han sucedido según
digo. Anfitrión ¿Dices que yo vine ayer?
Alcmena Y ¿tú niegas haberte marchado esta mañana?
Anfitrión Sí; lo niego, y sostengo que ahora vengo por primera vez.
Alcmena Una palabra. ¿Negarás también que me has dado una copa de oro con la que te habían
recompensado? Anfitrión Ni te la he dado, ni te lo he dicho, aunque tenía la intención de hacerte ese regalo.
Pero ¿quién te ha dicho
eso?
Alcmena Eso lo he oído de ti, y la copa la recibí de tus manos.
Anfitrión ¡Un momento, por favor! Mucho me admiro, Sosia, de que ella sepa que me han regalado una copa de
oro;
a no ser que tú hayas venido antes y se lo hayas contado todo.
Sosia ¡Por Pólux! No le he dicho nada, ni he visto a Alcmena si no es juntamente
contigo. Anfitrión ¿Qué lío será este?
Alcmena ¿Quieres ver la copa?
Anfitrión Sí.
Alcmena Ahora mismo (A su sierva) Tésala, ve y saca esa copa que me ha regalado hoy mi
marido. Anfitrión Sosia, apártate. Lo que más me maravilla es que ella tenga esa copa.
Sosia (Mostrando un cofre) ¿Puedes creer que la tenga, estando cerrada en esta arquita y sellada con tu
sello? Anfitrión ¿Está el sello intacto?
Sosia Míralo
Anfitrión Está como yo lo puse.
Sosia ¿Por qué no mandas curar a esta mujer como a una posesa? Está llena de
duendes. Alcmena ¿Qué necesidad hay de tantas palabras? Aquí está la copa.
Anfitrión Tráela
Alcmena Toma, mírala ahora si quieres. Tú, que niegas los hechos más ciertos, quedarás convencido. ¿Es esta
la copa que te dieron?
Anfitrión ¡Supremo Júpiter! ... ¿Qué es lo que veo? Esta es la copa. Yo desfallezco, Sosia.
Sosia Esta mujer es la mayor hechicera del mundo o la copa está de verdad aquí dentro (Mostrando el
cofre). Anfitrión Pronto, abre el arca.
Sosia ¿Para qué, si está perfectamente sellada? Pero ya se ve: tú has parido otro Anfitrión, yo otro Sosia; si
la copa ha parido otra copa, todo ha salido doble.
Anfitrión Abre el cofre y mira.
Sosia Fíjate primero en el sello. No me eches después la culpa a mí.
Anfitrión Abre de una vez, pues esta mujer, con sus palabras, quiere hacer ver que estamos
delirando. Alcmena ¿De quién puedo tener este regalo si no es de ti?
Anfitrión Eso lo que tengo que
ver. Sosia ¡Oh Júpiter!
Anfitrión ¿Qué te pasa?
Sosia En el cofre no hay ninguna
copa. Anfitrión ¿Qué oigo?
Sosia La verdad
Anfitrión Te pesará si no aparece.
Alcmena Esta es la copa.
Anfitrión ¿Quién te lo ha dado?
Alcmena El que me lo pregunta.
Sosia (A Anfitrión) Me tiendes un lazo, pues tú, sin duda, viniste en secreto del barco, sacaste la copa, se
la entregaste a tu mujer y, también en secreto, volviste a cerrar el cofre.
Anfitrión ¡Ay de mí! ¿También tú das alas a su locura?
(A Alcmena) ¿Dices que ayer vinimos
aquí? Alcmena Si, y al llegar me saludaste y yo te besé.
Sosia (Aparte) Este beso para comenzar no me
agrada. Anfitrión (A Alcmena) Continúa.
Alcmena Te bañaste.
Anfitrión ¿Y después?
Alcmena Te sentaste a la mesa.
Sosia ¡Muy bien! Sigue preguntando
Anfitrión (A Sosia) ¡No interrumpas! (A Alcmena) Continúa.
Alcmena Se sirvió la cena. Cenaste conmigo y yo me recosté a tu
lado. Anfitrión ¿En el mismo lecho?
Alcmena En el mismo.
Sosia ¡Ay! No me gusta ese convite.
Anfitrión Déjala que se explique (A Alcmena) ¿Y después de cenar?
Alcmena Decías que tenías sueño; se levantó la mesa y nos fuimos a
acostar. Anfitrión ¿Dónde te acostaste?
Alcmena En tu cama, en nuestra
alcoba. Anfitrión ¡Me has matado!
Sosia ¿Qué te ocurre?
Anfitrión Este golpe es mi muerte.
Alcmena Por favor, ¿qué te pasa?
Anfitrión No me hables.
Sosia Pues ¿qué te ocurre?
Anfitrión Que estoy perdido: durante mi ausencia han seducido a mi mujer.
Alcmena Te ruego, esposo mío, que me digas cómo es que escucho eso de
ti. Anfitrión ¿Yo tu esposo, mujer falsa? No me des ese falso nombre.
Sosia (Aparte) En esto ha venido a parar, si de varón ha quedado convertido en
mujer. Alcmena (A Anfitrión) ¿Qué he hecho para que me hables así?
Anfitrión Tú misma descubres tus hechos y luego preguntas que en qué has
faltado. Alcmena ¿De qué soy culpable si, siendo tú mi marido, he pasado la
noche contigo?
Anfitrión ¿Tú conmigo? ¿Se ha visto mayor desvergüenza? Si te falta pudor, por lo menos procura aparentarlo.
Alcmena La acción de que me acusas es indigna de mi linaje. Me acusas de haber faltado a mi honor, pero no
podrás
probarlo.
Anfitrión ¡Dioses inmortales! ¿Siquiera tú, Sosia, me reconocerás?
Sosia Supongo que sí.
Anfitrión ¿Cené a bortdo ayer en el puerto pérsico?
Alcmena Yo también tengo testigos que confirmen lo que digo.
Sosia Nada comprendo, a no ser que haya otro Anfitrión que en tu ausencia haga tus veces y cumpla tu
oficio.
Ya es sorprendente lo del otro Sosia supuesto, pero que haya otro Anfitrión, sobrepasa todo
límite. Anfitrión Debe mediar algún encantador que engaña a esta mujer.
Alcmena Juro por el soberano Júpiter y por Juno, su esposa a quien como matrona debo especial
veneración y respeto, que ningún hombre, fuera de ti, ha tocado mi cuerpo con intención
deshonesta.
Anfitrión ¡Ojalá fuese eso verdad!
Alcmena Bien verdadero es lo que digo, pero en vano, puesto que no quieres
creerme. Anfitrión Mujer eres y juras sin temor.
Alcmena Quien no ha pecado puede hacerlo sin miedo y con
orgullo. Anfitrión No te hace falta audacia.
Alcmena Como conviene a una mujer
honesta. Anfitrión Honesta en palabras.
Alcmena No es mi dote lo que genralmente se entiende con esa palabra, sino la honestidad, el pudor, la
tranquilidad de espíritu, el temor de los dioses, el amor a los padres, vivir bien con la familia, ser fieles
al esposo y hacer bien y ayudar a la gente honrada.
Sosia (Aparte) Si cuanto dice es verdad, es la perfección misma hecha mujer.
Anfitrión Tan aturdido estoy, que no sé quien soy.
Sosia Anfitrión eres, no lo dudes; pero ten cuidado de no dejar usurpar tu persona, pues, desde que
hemos regresado extraordinariamente se cambian las personas.
Anfitrión Alcmena, estoy dispuesto a esclarecer lo
sucedido. Alcmena Eso me agrada mucho.
Anfitrión ¿Qué será si traigo a tu primo Naúcrates, que vino conmigo en esta misma nave? Si él desmiente
tus afirmaciones, ¿qué dirás a tu favor? ¿Cómo te opondrás a nuestro divorcio?
Alcmena Si he faltado, de ninguna manera.
Anfitrión Entendido. Tú, Sosia, lleva a éstos dentro; voy a llamar a Naúcrates y lo traeré conmigo. (Sale).
Sosia (A Alcmena) Ya no hay nadie más que nosotros. Dime la verdad: ¿hay dentro algún Sosia que se
me
parezca?
Alcmena ¡Márchate! Eres digno siervo de tal amo.
Sosia Me voy, si así lo mandas. (Sale).
Alcmena Muy extraño es que encuentre placer mi marido en acusarme falsamente de tan perversa acción.
Como quiera que sea, pronto sabré la verdad por medio de mi primo Naúcrates (Sale).

Relación de las obras de Plauto


Nombres latinos y traducciones más usuales en
español

Amphitruo Anfitrión
Asinaria La comedia de los asnos
Aulularia La olla
Bacchides Las dos báquidas
Captivi Los cautivos
Cásina Cásina
Cistellaria La Arquilla
Curculio El gorgojo
Epidicus Epídico
Menaechmi Los dos mellizos
Mercator El mercader
Miles Gloriosus El soldado fanfarrón
Mostellaria La comedia del fantasma
Persa El persa
Poenulus El cartaginesito
Pseudolus El embustero
Pudens El cable marino
Stichus Éstico
Trinummus Las tres monedas
Truculentus El hombre malhumorado

Otros grandes literatos romanos

• LÍRICA Lucrecio, Catulo, Persio, Marcial, Juvenal, Tíbulo

• HISTORIA César, Livio, Tácito, Suetonio, Cornelio, Nepote, Trogo Pompeyo, Fenestella, Fedro.

• TRAGEDIA Accio, Séneca, Livio Andrónico, Pacuvio, Lucio Vario.

• COMEDIA Plauto (Marco Accio), Terencio, Cecilio, Turpillo, Afranio.

• NARRATIVA Petronio, Apuleyo, Salustio.

• ÉPICA Lucano, Nevio, Ennio.

• DIDÁCTICA Plutarco.

• ORATORIA Hortensio, Lactancio


Edad media española

Capítulo III
Literatura europea medioeval principalmente el ciclo carolingio, con los poemas
anónimos del Mainete y de Roncesvalles. Tampoco se
Consolidación de las lenguas europeas conoce el autor de Los Nibelungos, la gran epopeya
germana que, al igual que el Gudrun, recoge a principios
Aunque el latín siguió siendo la lengua culta a lo del siglo XIII los mitos y leyendas fundacionales
largo de la Edad Media, y desde luego la lengua cantadas en la tradición oral.
doctrinal y ceremonial de la omnipresente Iglesia
Católica Romana, poco a poco se va consolidando una Las primeras poesías épicas en España son las
literatura escrita en las lenguas que hablaban los llamadas
pueblos europeos, ya fueran de raíz latina (dialectos «gestas», que más tarde dieron lugar a las crónicas en
romances) o de otro origen, como las utilizadas en el prosa y a los romances viejos, así como a algunas obras
norte y centro de Europa. Esta presencia de las lenguas del teatro del Siglo de Oro. Todas ellas tienen como
vulgares surge en algunos casos por la recopilación de tema las hazañas de los adalides de Castilla y de León,
antiguas sagas y épicas de tradición oral, y en otros por siendo las más antiguas la de Los infantes de Lara,
la creatividad de los poetas y cantores populares, compuesta en el siglo XII y reconstruida por Menéndez
cuyos públicos ignoraban el latín. Pidal; y la de Fernán González, escrita a mediados del
siglo XIII por un monje del monasterio de Arlanza. Pero
Ya en el siglo X aparece el Beowulf, antigua leyenda sin duda la mayor gesta del Medioevo español es el ciclo
danesa vertida en el inglés de la época, antecesor un dedicado al guerrero castellano Ruy Díaz de Vivar,
tanto solitario de la gran eclosión de poemas heroicos llamado el Cid, y que se corresponde con tres momentos
en lengua vulgar que se produciría en toda Europa en la vida de este paladín. Su juventud se trata en la
durante los siglos XI al XIII. Es entonces cuando Crónica rimada de las mocedades del Cid, que es
cobran importancia y creatividad las literaturas en paradójicamente la obra más tardía del ciclo, ya que se
lenguas romances, especialmente el francés y el supone escrita en el siglo XIV o comienzos del XV. Las
castellano, y también en otras como el alemán, el danés, hazañas de su edad adulta se narran en parte en el
el inglés, el finlandés y las lenguas eslavas. Cantar del cerco de Zamora, y en parte en la Gesta de
Sancho II de Castilla; obras anónimas de comienzos del
La poesía épica: epopeyas y gestas siglo XII. Finalmente, sus últimos años triunfales son el
tema del magnífico y muy difundido Cantar de Mío Cid,
Las leyendas heroicas son los temas que más se cuyo ignorado autor debió componerlo hacia 1140.
adecuan a la vida de la época, con sociedades
esencialmente guerreras, cuya mayor preocupación era En el mismo periodo se escriben las primeras
afirmar y defender los valores de cada nacionalidad o epopeyas en lenguas escandinavas, transcribiendo la
región. Surgen así los poemas populares, que narran tradición oral de los antiguos «escaldas», que con sus
epopeyas de héroes más o menos míticos, o de los jefes cantos animaban a los guerreros durante la batalla.
y reyes fundadores, recitados y cantados en la lengua Estos temas legendarios fueron recopilados en dos
del pueblo. En Francia se difunde la Chanson de Roland colecciones denominadas Eddas. La más antigua, escrita
y otras épicas anónimas; en Alemania aparece la saga de en verso, reúne poemas o cantos mitológicos e
los Nibelungos, y en España los ciclos históricos que glosan la épica ancestral escandinava.
castellanoleoneses, como el del rey Rodrigo, el de El Edda nuevo, compuesto alrededor del siglo XIII,
Fernán González, o el tan celebrado del Cid Campeador. reconstruye en prosa toda la leyenda, presentándola
como una narración unitaria. También son de esta
También en Francia los cantares épicos o de gesta se época el Kalevala, gesta finlandesa que narra la lucha
dividen en ciclos, siendo el primero el del rey entre fineses y lapones; y el Poema de Igor, escrito en
Carlomagno, con la ya citada Chanson de Roland, que dialecto eslavo, sobre una expedición bélica que
nace de una hazaña al parecer histórica sucedida en emprende este príncipe de Novgorod.
Roncesvalles. El segundo ciclo corresponde a la epopeya
del rey santo Luis IX, y su poema más famoso, Aliscans, Aparte de estas epopeyas basadas en asuntos más o
narra sus proezas ante los sarracenos. En el tercer y menos históricos, se produce otro tipo de épica
último ciclo, llamado de Don de Maguncia, destaca la protagonizada por héroes imaginarios, generalmente
Chanson de Renaud de Montauban, que añade a la caballeros andantes que buscan amores y aventuras,
épica guerrera escenas novelescas y milagrosas. luciendo su destreza en duelos y torneos. Basadas en el
«roman» francés, estas gestas caballerescas se
Las "chansons" francesas alcanzan gran popularidad extendieron también a Inglaterra, Alemania, España y
en Italia, donde fueron traducidas y recopiladas con el otros países europeos. Sus primeras manifestaciones se
nombre de Reali di Francia ; mientras en España producen en Bretaña en el siglo XII, con los «lais» o
influye relatos en verso como el Jonec de Marie de France,
que alcanzó gran popularidad rebautizado como 5 El
LITERATURA AÑO
pájaro azul. Pero sin duda
la epopeya ficticia más lograda, más arquetípica, y con Latini compuso los conocidos Tesoro y Tesoretto, en los
mayor influencia en el imaginario popular, es la que se que canta a la naturaleza, el amor y la virtud. La poesía
presenta en el Ciclo Artúrico, compuesto en Inglaterra a satírica tiene su cumbre en el Roman du Renard, obra
partir de combinar antiguas sagas celtas con el colectiva escrita por diversos autores entre los siglos XIII
hermetismo cristiano referente al Santo Grial. La corte y XIV, y que gozó de inmensa popularidad; así como en
maravillosa de Camelot y sus caballeros de la Mesa los
Redonda alimentarán infinidad de gestas y relatos «fabliaux» de origen picardo, cuentos divertidos y
desde entonces hasta la actualidad, y han dejado burlones que se mofaban del poder feudal.
personajes modélicos como Lanzarote o Percival. Estos
dos héroes son retomados en el siglo XII por el francés Debe citarse finalmente al género didáctico, que se
Christian de Troyes en sus obras Lanzarote o el manifiesta en los bestiarios, que describen diversos
caballero de la carreta y Percival, quien también animales buscando analogías con vicios y virtudes; y los
protagoniza el Parzival del poeta alemán Wolfram von lapidarios, que enumeran propiedades atribuidas a
Eschenbach. piedras preciosas o exóticas, imitando obras semejantes
de origen oriental.

Otra leyenda de gran arraigo en la literatura Beowulf


medieval es la de Tristán e Isolda (o Iseo), que elogia el
sentimiento amoroso más allá de la adversidad y de la - Anónimo
propia muerte. Se sabe que Christian de Troyes la cantó - Circa 1000
en un texto perdido, basado probablemente en obras del - Poesía épica
siglo IX sobre ese tema, como el Tristán, del poeta
inglés Thomas.
También Marie de France toma un episodio de esa Clopinet, llamado Meun. El florentino Durante trasladó
leyenda en su Chevrefoil. En España se compusieron este Roman al italiano con el título de Fiori, mientras
más tarde cuatro versiones distintas del Romance de que su paisano Brunetto
don Tristán de Leonís y de la reina Iseo, entre fines del
siglo XV y comienzos del XVI.

Frente a esta eclosión de poemas y narraciones


inspirados en las tradiciones y leyendas populares, se
mantiene una corriente de autores eruditos que tratan
temas clásicos griegos, recogidos de las versiones
bizantinas. A esta literatura se la llamó «mester de
clerecía», o sea menester de clérigos, aludiendo por
este nombre a toda persona ilustrada. En Francia
pertenecen a esta escuela obras como el Roman de
Troie y el Roman de Thèbes, donde los héroes griegos
se transforman en paladines franceses, con los
consecuentes anacronismos. Lo mismo ocurre con el
Roman d’Alexandre, de Le Tort y Bernay, que se
inspiraron en antiguos relatos atribuidos a Calístenes,
compañero y biógrafo de Alejandro Magno. En España
se difundió también un Libro de Alexandre, escrito al
parecer por el leonés Juan Segura de Astorga, y un Libro
de Apolonio, sobre el legendario rey de Tiro.

En este renacer literario se producen por otra parte


obras que no responden al género épico, como los
poemas eruditos de tema religioso, que en España
solían imitar a otros semejantes que provenían de
Francia. Tal es el caso de la Vida de santa María
Egipcíaca y del Libro de los tres reyes de Oriente. En
este género destaca el poeta riojano Gonzalo de Berceo,
en especial por sus Milagros de Nuestra Señora,
inspirados en la recopilación francesa de Gauthier de
Coinci. En Italia resalta la figura de san Francisco de
Asís, del que se conserva el bello Cantico delle creature.

En Francia alcanza también gran predicamento la


poesía alegórica, cuyo exponente más notable es el
Roman de la Rose, comenzado por Guillaume de Lorris
hacia 1230 y acabado alrededor de 1270 por Jean
Este poema heroico no sólo es el texto más
importante de la literatura escrita en inglés antiguo, sino
también la primera obra épica europea en lengua
vernácula. Hay datos de versiones orales que ya
circulaban entre los años 700 y
75 0, y s u má s te mp ra na v er si ón e sc ri ta
d at a aproximadamente del año 1000. Sin embargo,
no fue publicado hasta 1815. Su tema proviene de la
tradición heroica germana, pero esa herencia del
folklore nórdico, acusa también la influencia del
cristianismo. Describe la personalidad y narra las
hazañas del héroe escandinavo Beowulf, príncipe sueco
que libera al rey danés Hrothgar del monstruo que
saquea su reino. Beowulf regresa a su patria, donde
reina pacíficamente durante 50 años, hasta que un
dragón amenaza su poder. Tras una esforzada batalla,
el héroe abate al dragón, pero es gravemente herido. El
poema termina con los funerales de Beowulf y las
lamentaciones por su muerte.

La chanson de Roland

- Atribuida a
Turoldo
- Circa 1100
- Poesía épica

Obra maestra del cantar de gesta francés, La


chanson de Roland (Canción de Rolando) fue escrita
probablemente por Turoldo, un autor normando de
quien sólo conocemos el nombre. Está basada en una
escaramuza entre francos y vascos, ocurrida en los
Pirineos en el año 778, y transformada poéticamente
en una batalla épica entre cristianos y sarracenos. Su
protagonista, Rolando, valiente caballero del
emperador Carlomagno, comanda la retaguardia del
ejército franco, que es traicionado por el caballero
Ganelón y emprende una difícil retirada a través del
paso de Roncesvalles. Atrapado entre las montañas y la
vasta tropa enemiga, el héroe lucha hasta el final con
un puñado de fieles, y se resiste a tocar un cuerno para
llamar al emperador, quien acude demasiado tarde y
sólo puede vengar su sacrificio. El poema, que glorifica
así los conceptos
medievales de la lealtad y del honor, es una de las destacando su valor, su piedad, su fidelidad al rey y su
mayores joyas de la literatura épica.

Canción de los
Nibelungos

- Anónimo alemán
- Circa 1200
- Poesía Épica

Se cree que este vigoroso y complejo poema épico


fue escrito por un autor originario de la ribera del
Danubio, en la actual Austria. Su texto narra con gran
fuerza emotiva las hazañas de los héroes Siegfried y
Gunther, los amores de las princesas Kriemhild y
Brunhild, y la furia vengativa de Hage y Atila. La
estructura y el estilo conservan elementos de la
antigua tradición noruega y de las eddas escandinavas.
Su tema ha sido reinterpretado durante siglos,
inspirando a numerosos artistas, entre ellos el
compositor Richard Wagner con su ópera El anillo de los
Nibelungos, estrenada en Bayreuth en 1875.

Cantar del Mio Cid

- Anónimo español
- s.XII-XIII?
- Poesía épica

Se trata del primer cantar de gesta en castellano.


Existen diversas hipótesis sobre su datación. El filólogo
español Menéndez Pidal lo sitúa alrededor de 1140 y
distingue dos autores diferentes en el poema, uno al
que llama poeta de San Esteban, que habría
estructurado la obra y escrito la primera parte; y un
segundo autor sería el llamado juglar de Medinaceli,
creador de las dos últimas partes y de la composición
final de la obra. Pero muchos otros estudiosos están en
desacuerdo con Menéndez Pidal y sitúan el
manuscrito hacia el siglo XII, adaptación de una
transcripción de Per Abbat en 1207.

El cantar del Mio Cid explica la etapa final de la vida


de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador,
caballero castellano destacado por sus acciones en la
Reconquista. En el canto primero se narra que el Cid es
desterrado por el rey Alfonso VI; y cómo el caballero
realiza una serie de conquistas en tierras dominadas por
los árabes para volver a ganarse la confianza del rey.
En el canto segundo se describe el perdón del rey y su
pedido al Cid de que case a sus hijas con los infantes de
Carrión, y los preparativos de esas bodas. En el tercer
canto los infantes de Carrión dan muestras de cobardía y
sufren las burlas de los hombres del Cid. En venganza,
los infantes apalean y abandonan a sus esposas. El Cid
pide justicia al rey y los infantes son retados en lid por
los hombres del Cid. Vencidos y humillados, devuelven
sus dotes y los regalos del Cid. Sus hijas vuelven a
casarse con los infantes de Navarra y Aragón, por lo que
el Cid queda emparentado con los reyes.

Se trata de un cantar de gesta y no de una crónica,


aunque narra hechos históricos que han podido ser
comprobados. La figura del Cid es exaltada como héroe,
amor a su familia. Los personajes se retratan a través preferido rehuir al combate. Le gana la espada Colada,
de sus acciones y los paisajes se describen con gran lo aprisiona y le concede luego la libertad.
detalle, aumentando el efecto de verosimilitud. Uno de
los rasgos destacados del poema es la falta de elementos
fantásticos, que lo diferencia de la épica medieval
francesa.

El Mio Cid

Autor: Anónimo
Género: Épico
Obra: El Mio Cid
Especie: Cantar de Gesta

Contiene tres partes:


- El Destierro
- Las bodas de las hijas del Cid
- La afrenta de Corpes

Compuesta en versos libres, rima asonante y escrito


hacia
1140.
Se ha conservado en un códice copia original, hecha en
1307 por el Per Abad.

Personajes:
- Ruy o Rodrigo Díaz de Vivar (El Cid)
- Doña Jimena (esposa)
- Doña Sol y Doña Elvira (sus hijas)
- Alvar Fañez de Minaya, Pedro Bermúdez, Martín
Antolínez
- Conde García Ordoñez
- Infantes de Carrión (Fernando y Diego)
- Espadas (Colada y Tizona)

Argumento

Primer Cantar: El destierro

El Cid es desterrado por Alfonso VI a consecuencia


de cierta acusación. La ciudad de Burgos, por orden del
rey, le niega todo auxilio. El Cid se encuentra sin
recursos, pero de esta situación viene a sacarle la
astucia de Martín Antolínez, el "burgalés de pro" quien
consigue un préstamo de los judíos Raquel y Vidas,
dándoles en garantía dos arcas llenas de hipotéticas
monedas de oro.

Llega al monasterio de Cerdeña para despedirse de


su familia. Allí se le juntan nuevos hombres de armas,
deseosos de correr su misma suerte.

Tiene que separarse de su mujer e hijas. Traspasa la


frontera de Castilla. La noche anterior ha tenido un
sueño premonitorio en el que "el ángel Gabriel" predice
su buena fortuna. Diversas acciones militares van a
sucederse. Toma el castillo de Castejón por sorpresa,
mientras parte de sus tropas, saquea otras tierras de
moros. No desea tener un encuentro armado con el rey
Alfonso y marcha al territorio de Zaragoza. Mediante un
ardid conquista Alcocer. Gana una gran batalla al pie de
esa fortaleza dividiendo el botín, parte de lo que le
corresponde lo envía como regalo al rey. Vende Alcocer
a sus propios moradores y prosigue sus correrías. Se
enfrenta con el conde de Barcelona, aunque ha
Segundo Cantar: Las bodas de las hijas del Cid. afirma: Ahora los reyes de España todos sus parientes
son.
Va ha hacer el Cid sus incursiones por tierras
valencianas. Conquistar fortalezas, gana batallas. Asedia
Valencia, después de nueve meses se le entrega la
ciudad. Vence a "Un rey de Sevilla". Llega "de la parte
de Oriente - Francia" un clérigo llamado Jerónimo que a
propuesta del Cid, es aclamado como obispo.

Por segunda vez ha salido Minaya al encuentro del


rey con un nuevo regalo y la petición de que permita la
familia del Cid reunirse con él. Accede el rey. Viajan
doña Ximena, sus hijas y damas de Valencia. El Cid las
recibe con gran solemnidad, Yusuf, rey de Marruecos,
acampa con sus tropas junto a la ciudad. El Cid obtiene
la victoria en presencia de su familia, que contempla el
combate desde lo alto del Alcázar. Se reparte el
cuantioso botín. Por tercera vez recibe el rey el presente
del Campeador. Los infantes de Carrión solicitan al rey
Alfonso en matrimonio a las hijas del Cid. El rey concede
al desterrado un encuentro. A orillas del Tajo, Rodrigo
se postra ante Alfonso, que le perdona. Consiente la
boda de sus hijas. Regresa a Valencia con los infantes y
se celebran los matrimonios.

Tercer Cantar: La afrenta de Corpes

Los infantes, educados en la corte lejos de las


batallas, van a portarse en Valencia de una manera
cobarde, huyendo ante los moros y escondiéndose en
una ocasión en el rincón más sucio del palacio al ser
acosados por unos leones que el Cid tenía
domesticados.

Mientras Pedro Bermúdez salva a Fernando de


Carrión, que huía, matando al perseguidor; el Cid mata
al rey Búcar después de una persecución personal,
ganándole la espada Tizona.

Los infantes, objeto de burlas por su cobardía ante el


león y ante los moros, deciden marchar a tierras de
Carrión, en compañía de sus mujeres con el propósito de
afrentarlas. Su primo Félez Muñoz las acompaña.
Después de un viaje acelerado, cuando están solos los
esposos en un monte (Robledo de Corpes), golpean los
infantes a sus mujeres, semidesnudas, con espuelas y
cinchas. Socorridas por su primo van a San Esteban a
reponerse. El padre las recibe en Valencia y determina
vengarse, solicita del rey la convocatoria de corte y
éste la reúne en Toledo.

Se reúnen Cortes en Toledo y el Cid reclama,


primero sus espadas Colada y Tizona, que había dado a
los infantes. Exige después la devolución de la dote y,
por último los reta; acusándolos de "menos valer" lo
que equivale a informarlos. Pedro Bermúdez reta a
Fernando. Martín Antolínez reta a Diego, el otro
infante. Finalmente Asur Gonzáles es retado por Muñoz
Gustioz.

Los del Cid vencen a los infantes y a Asur Gonzáles.


En este momento, se presentan emisarios de los
infantes de Navarra y Aragón pidiendo la mano de las
hijas del Cid. Por lo cual, al final del poema, el juglar
De los sos ojos tan fuertemientre
llorando tornava la cabeça e estávalos
catando,
vio puertas abiertas e uços sin cañados,
alcándaras vazías, sin pielles e sin
mantos e sin falcones e sin adtores
mudados.
Sospiró mio Çid, ca mucho avié grandes
cuidados, fabló mio Çid bien e tan mesurado,
-Grado a ti, Señor, Padre que estás en
alto, esto me an buelto mios enemigos
malos.-
Allí piensan de aguijar, allí sueltan las
riendas, a la exida de Bivar ovieron la
corneja diestra
e entrando a Burgos oviéronla siniestra.
Meçió mio Çid los ombros e engrameó la tiesta,
-¡Albriçia, Álbar Fáñez, ca echados somos de
tierra!- Mio Çid Ruy Díaz por Burgos entrava,
en su conpaña sessaenta pendones, exiénlo ver
mugieres e varones,
burgeses e burgesas por las finiestras
son, plorando de los ojos, tanto avién el
dolor, de las sus bocas todos dizían una
razón,
-¡Dios, qué buen vassallo, si oviesse buen
señor!- Conbidarle ien de grado, mas ninguno
non osava, el rey don Alfonso tanto avié la
grand saña,
antes de la noche, en Burgos d’él entró su
carta con grand recabdo e fuertemientre
sellada,
que a mio Çid Ruy Díaz que nadi nol’ diessen posada,

(Manuscrito de Per Abbat)


género)
Literatura de la Edad Media

ALTA EDAD MEDIA (s. V - VII)

Contexto Histórico
- 476 d.C. Caída de Occidente, s. VII - VIII
- Expansión del Islam 711 d.C. Invasión árabe en
España.

Medioevo (s. IX - XIII)

Contexto Histórico
- Invasiones de eslavos, normandos, piratería árabe.
(s. IX)
- Apogeo del Califato de Córdova (s. X)
- Feudalismo, Cruzadas (s. XIII)

España
1. Lírica: Jarchas mozárabes, poesía arcaica de tipo
popular s. X
Lírica cortesana, culta, escrita en lengua vernácula:
Cataluña (s. XII), Galicia (s. XIII)
2. Épica medieval. Mester de Juglaría: Cantares de
Gesta, transmisión oral, dialecto castellano. Poema del
Mio Cid (1140) anónimo
3. Mester de Clerecía. Literatura culta, didáctica,
religiosa.
Poemas narrativos, estrofa: cuadernavía, Gonzalo de
Berceo (1195 - 1264); Milagros de Nuestra Señora.

Europa
1. Lírica:
a) tradicional, en lengua vulgar: cantigas de amigo,
villancicos, poesía femenina de amor,
b) cortés, culta, en lengua vernácula: lírica
provenzal,
Guillermo de Aquitania (s. X); culta, escrita en latín.
2. Épica medieval. Cantares de Gesta. Canción de
Rolando (Francia, s. XI), Nibelungos (Alemania, s.
XII), Beowulf (Inglaterra, s. IX)

BAJA EDAD MEDIA (s. XIV - XV)

Contexto Histórico
- Afianzamiento de las burguesías y monarquías.
- Humanismo: nueva concepción del hombre y la
naturaleza.
- 1453 caída de Constantinopla.
- 1492 descubrimiento de América

España
Juan Ruíz, Arcipestre de Hita (1283 - 1350) El Libro
del buen amor
1. Narrativa medieval, colecciones de cuentos de afán
moralizante, Juan Manuel (1282 - 1348) Conde
Lucanor.
2. Lírica cortesana. Elegía. Influencia italiana. Jorge
Manrique (1440 - 1479), Coplas por la muerte de su
padre.
3. Humanista, prosa culta. Elio Antonio de Nebrija (1441
-
1522): Gramática castellana (1492)
4. Fernando de Rojas (1465 - 1541); La Celestina o
tragicomedia de Calixto y Melibea. (problema de
Europa
1. Humanismo italiano (s. XIV)
- Dante Alighieri (1265 - 1321): Lírica romance
Dolce Stil Novo, Vita Nuova (autobiográfica y
lírica), Divina Comedia (1314) (épica religiosa)
- Francesco Petrarca (1304 - 1374) Lírica amorosa,
modelos latinos. Cancionero, Triunfos.
- Giovanni Boccaccio (1313 - 1375), narrativa
medieval, colección de cuentos. Decamerón.

Literatura de la Edad Media

La Literatura Medieval Española se prolonga hasta


Jorge Manrique aunque este escritor, junto con el
Marqués de Santillana y Juan de Mena, es uno de los
iniciadores de la literatura en la Edad Moderna.

Cronológicamente, entonces, pertenecen al periodo


medieval, pero por el espíritu y tendencia que enarbolan
en sus obras se les suele considerar iniciadores del
Renacimiento en España.

Tomando como límite a Jorge Manrique (1440 -


1479), la literatura medieval española puede
representarse por los siguientes hitos y momentos:

Siglo X Glosas (980)

Siglo XI Jarchas Mozárabes (1040)

Siglo XII -Mester de Juglaría-


El Cid (1140)

Siglo XIII -Mester de Clerecía-


Gonzalo de Berceo
Poema de Fernán Gonzáles

Siglo XIV El Arcipestre de Hita


El Marqués de Santillana
Juan de Mena
Jorge Manrique

Las Glosas

Se llaman glosas a los primeros testimonios hallados


en la península ibérica escritos en una lengua que ya ha
dejado de ser latín. Se denominan de esta manera
porque se trata de anotaciones hechas al margen de un
texto latino, con las cuales se trataba de aclarar el
significado de algunas construcciones definitivamente
ignoradas por los hablantes del romance (lengua
derivada del latín) que por esa época se empleaba en la
península.

Las glosas a las cuales se les atribuye mayor


importancia son las "SILENSES" (conservadas en el
Monasterio de Silos) y las "EMILIANENSES" (en el
Monasterio de San Millán de la Cogolla), escritas en la
zona de Logroño, lugar de donde empezó a irradiar el
primitivo castellano.
Aunque su carácter no es estrictamente artístico, se juventud
les considera las primeras manifestaciones ni cosa alguna,
artísticas construidas, como se ha dicho antes, en una sino que fue compuesto
lengua que ya ha dejado de ser latín y que evoluciona durmiendo sobre un
velozmente hacia el castellano primitivo. caballo.

Las Jarchas Mozárabes

Mozárabes eran los cristianos que vivían en los


territorios ocupados y dominados por los moros durante
el periodo de la reconquista. Esta denominación se presta
a equívocos, sobre todo debido a las últimas sílabas de
la palabra; sin embargo, la lengua mozárabe no deriva
del árabe sino del latín, como el castellano. El mozárabe,
pues, es un romance que se usó masivamente en
algunas zonas de la península hasta el siglo XIII. Aportó
significativamente en la formación del castellano y las
jarchas mozárabes, descubiertas apenas hace unos
cuarenta años, se consideran las primeras
manifestaciones de la lírica medieval en Occidente.

Las jarchas (o jarshas) son estribillos mozárabes de


uno o dos versos que rematan un poema escrito en
árabe. Los grandes poetas moros de la península
tomaban estos estribillos del acervo popular oral de los
cristianos y los vertían en caracteres semimíticos al final
de sus poemas.
Las primeras jarchas son de 1040; en general se
encuentran hasta la época de Alfonso X y Sancho IV
(siglo XIII). He aquí algunas muestras:

1. Yom si filyol alehui mi non mas adormis a meu


senu
(Anónimo)
Trad.: Como si fueras hijo ajeno, no duermes más en
mi seno.

2. Garid os ay yermanellas kon kontenir a meu male


Sin al-habib no vivireyu advolaray demandare
(Yehuda Halawi), muerto hacia
1140
Trad.: Decid vosotras, ay hermanitas, cómo contener
mi mal. Sin el amigo no viviré; volaré a buscarlo.

3. Vaise meu korayon de mib ya rebbi, si se me


tornerad tan mal me doled lil - habib enfermo
yed kuand sanarad (Todros Abulafia, época de
Alfonso X y Sancho IV)
Trad.: Se va mi corazón de mí, oh maestro, si
volverá a mí. Tanto me duele por el amigo, está
enfermo, cuándo sanará.

LÍRICA PROVENZAL (s.


X)
Lírica Cortesana en Lengua
Romance (Guillermo IX Duque de
Aquitania y VII Conde de Poitiers 1071 -
1127)

IV

I Haré un poema de la pura nada.


No tratará de mí ni de otra
gente. No celebrará amor ni
II No sé en qué hora nací,
no estoy alegre ni estoy triste, no soy
huraño, ni sociable,
y no puedo hacer otra cosa,
que de este modo fui de noche hadado en
una alta montaña

III No sé cuándo estoy dormido


ni cuándo velo, si no me lo dicen. Por
poco se me parte el corazón de un
punzante dolor;
pero no doy a cambio el precio de una hormiga.
¡por San Marcial!

IV Enfermo estoy y temo morir,


y de ello no sé más que lo que oigo decir;
médico buscaré a mi voluntad, y no
sé de uno así.
Buen médico será si consigue curarme, pero
no, si empeoro.

V Amiga tengo, no sé quién es, pues


nunca la vi, por mi fe.
Nada ha hecho, que me agrade o me disguste, y no
me importa en absoluto,
que nunca hubo normando ni francés en mi
casa.

VI Nunca la he visto y mucho la amo, jamás


obtuve de ella favor ni disfavor, cuando no la
veo, hago caso omiso: no doy a cambio un
gallo.
Que sé de una más gentil y hermosa, y que
más vale.

VII No sé en qué lugar habita,


si es en montaña o si es en llano;
no me atrevo a decir la sinrazón que me hace,
prefiero callar;
y mucho me pesa que ella se quede aquí;
por eso me voy.

VIII Mi poema está hecho, no se sobre qué.


Me propongo enviarlo a aquel
que, por medio de otro, lo enviará a
Poitou, de mi parte;
y le ruego que de su estuche me haga llegar la
contraclave.

VIII

I Haré una cancioncilla nueva,


antes que llueva, hiele o sople el viento. Mi
señora me pone a dura prueba
para saber de qué guisa la amo; pero,
por pleitos que me busque, no me
desataré de sus nudos.

II Antes quiero entregarme y rendirme a ella, de


forma que pueda inscribirme en su lista.
Y no me tengáis por enamorado;
borracho si a mi buena a Pánfilo y Nasón yo bien he adoctrinado.
señora amo, pues no puedo
vivir sin ella: 430 Si quieres amar dueña o a otra cualquier
tan hambriento estoy de su amor. mujer, muchas cosas tendrás primero que
aprender para que ella te quiera en su amor
III Es más blanca que el marfil: acoger; sabe, primeramente, la mujer escoger.
por eso a otra no adoro.
Si en breve no recibo ayuda 431 Busca mujer hermosa, muy donosa y
que me haga ver cómo me ama mi buena lozana, que no sea muy alta, pero tampoco
señora, moriré, por la cabeza de San enana;
Gregorio, si pudieres, no quieras amar mujer villana,
a menos que me bese en cuarto o bajo pues no sabe de amor: es como una
rama. bausana.

IV ¿Qué provecho obtendréis, noble


señora, en que vuestro amor me
rechace?
¡Parece que quisierais meteros
monja! Pero sabed que os amo tanto
que temo que el dolor me mate
si no satisfacéis los agravios que os
reclamo.

V ¿Qué provecho obtendréis si me


enclaustro y como vuestro no me
conserváis?
Todo el gozo del mundo es
nuestro, señora, si ambos nos
amamos.
Mando a decirle allí, a mi amigo
Daurostro que canto y me consumo de
deseo.

VI Por ésta me estremezco y


tiemblo, porque la amo con tan
buen amor,
pues cuido que del gran tronco de
Adán nunca ha nacido otra a ella
semejante

Libro del Buen Amor

Juan Ruíz, Arcipestre de Hita


Mester de Clerecía
Poema narrativo, estrofa: cuadernavía
Aquí habla de la respuesta que Don Amor dio al
Arcipestre.

427 Quisiste antes maestro que discípulo ser;


no conoces la maña que tienes que
aprender; escucha mis consejos y sabrás
bien hacer: conseguirás la dueña, sabrás
otras tener.

428 A todas las mujeres tu amor no les conviene;


no quieras amar dueñas a que tu amor no
aviene;
es un amor baldío, de gran locura viene,
siempre será mezquino quien amor vano
tiene.
429 Si leyeres a Ovidio, que fue por mí educado,
encontrarás sentencias que yo bien le he
enseñado; muchas y buenas mañas para el
432 Busca mujer, de talla y cabeza, pequeña;
con los cabellos rubios, no teñidos de Su poesía es de acuerdo a su vida como cortesano
alheña; las cejas, apartadas, largas, altas, pero consciente de lo pasajero de las cosas materiales.
en peña; ancheta de caderas; ésta es talla "COPLAS QUE HIZO DON JORGE MANRIQUE, A LA
de dueña. MUERTE DEL MAESTRE DE SANTIAGO DON RODRIGO
MANRIQUE, SU PADRE", es un conmovedora elegía por
433 Ojos grandes, no hundidos, pintados, la desaparición de su progenitor, considerado por sus
relucientes y de largas pestañas, destacadas, contemporáneos "El segundo Cid". A lo largo de 40 a
salientes; 43 estrofas, Manrique habla del sentido que tiene la
las orejas pequeñas, delgadas, para mientes vida humana.
si tiene el cuello alto; eso quieren las
gentes;

434 La nariz, afilada, los dientes, menudillos,


iguales y muy blancos, un poco
apartadillos; las encías, bermejas; agudos
los colmillos; los labios de la boca
bermejos, angostillos;

435 La boca muy pequeña, así, de buena


guisa; sea su cara blanca, sin pelos, clara y
lisa. Procura hallar mujer que veas sin
camisa, pues la talla del cuerpo te dirá:
esto aguisa.

436 Si una mujer le envías, de ti sea


parienta, que bien leal te sea; no sea su
sirvienta
y lo sepa la dueña porque la otra no mienta:
quien mal casa no hay duda que luego se
arrepienta.

437 Intenta en cuanto puedas que la tu


mensajera sea bien razonada, sutil y muy
artera:
sepa mentir con gracia y seguir la
carrera, pues la olla hierve más si tiene
tapadera.

438 Si parienta no tienes, usa de algunas viejas


que andan por las iglesias y saben las callejas;
grandes cuentas al cuello, saben muchas
consejas; y de Moisés con lágrimas encantan las
orejas.

439 Excelentes maestras son las viejas aquestas;


andan por todo el mundo, por las plazas y
cuestas, alzando a Dios las cuentas y rezando
muy prestas.
¡Ay, cuánto mal que saben las vagabundas éstas!

440 Usa también de viejas en hierbas muy


arteras: andan de casa en casa -y llámanse
parteras- con polvos, con afeites y con
alcoholeras; aojan a la moza y la ciegan, de
veras.

441 Y busca mensajera de esas negras pacatas


que usan mucho los frailes, las monjas y
beatas: son grandes andariegas y merecen
zapatas; estas trotaconventos hacen muchas
baratas.

• JORGE MANRIQUE (1440 - 1478)


Esta obra es uno de los más impresionantes elogios allegados, son iguales
fúnebres de la Literatura Europea y se nota el espíritu las que viven por su
renacentista del autor que destaca los valores del manos y los ricos.
hombre frente a las ideas medievales, que consideraban
a la vida un correr hacia la vida eterna. 4

Manrique escribió también alrededor de 48 poemas Dejo las invocaciones


burlescos, alegóricos y sobre todo amorosos, e incluso de los famosos poetas
cuando murió en el asalto a un castillo, se le encontró y oradores;
una copla "CONTRA EL MUNDO". no curo de sus ficciones
que traen yerbas secretas
Características: sus sabores.
A aquél sólo me
* Estilo directo encomiendo, aquél sólo
* Ideas humanistas (renacentistas) invoco yo
de verdad,
A la muerte del maestre de Santiago que en este mundo
Don Rodrigo Manrique, su padre viviendo, el mundo no
conoció
1 su deidad.

Recuerde el alma dormida, 5


avive el seso y despierte,
contemplando, Este mundo es el camino
cómo se pasa la vida, para el otro, que es morada
cómo se viene la sin pesar;
muerte, tan callando; mas cumple tener buen
cuán presto se va el placer, tino para andar esta
cómo, después de jornada
acordado, da dolor. sin errar;
Cómo, a nuestro parecer; Partimos cuando nacemos,
cualquier tiempo pasado andamos mientras vivimos,
fue mejor. y llegamos
2 al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
Y pues vemos lo descansamos.
presente cómo es un
punto es ido 25
y acabado,
si juzgamos sabiamente, Aquél de buenos
daremos lo no venido abrigo, amado por
por pasado. virtuoso
No se engañe nadie, no, de la gente,
pensando que ha de El Maestre Don Rodrigo
durar lo que espera Manrique, tan famoso
más que duró lo que vio, y tan valiente,
pues que todo ha de sus grandes fechos y claros
pasar por tal manera. no cumple que los alabe,
pues los vieron
3 ni los quiero facer caros,
pues el mundo todo
Nuestras vidas son los sabe cuáles.
ríos que van a dar en la
mar que es el morir; • FERNANDO DE ROJAS (1465 - 1541)
allí van los señoríos
derechos a se acabar Su personalidad ha sido de las más estudiadas de la
y consumir; literatura española, era hijo de judíos conversos, nacido
allí, los ríos caudales, en Puebla de Montalbán, cursando sus estudios en
allí, los otros medianos Salamanca. Maltratado por el conde de Puebla debido a
y más chicos; su condición de hijodalgo, fijó su residencia en
Talavera, población de la que fue alcalde.
La Celestina quitarle los bienes y como ella se opone, la asesinan,
por lo que son ajusticiados.
Su título auténtico es "LA TRAGICOMEDIA DE
CALISTO Y MELIBEA", se le atribuye al bachiller Cuando Calisto va a visitar una noche a Melibea cae
Fernando de Rojas, pero no es nada seguro, es un de la escalera y muere: ella, al saberlo, se suicida,
drama dividido en 21 actos y está en prosa, se le llama arrojándose desde una torre.
LA CELESTINA, por la vieja del mismo apodo que sirve
de enlace entre los enamorados y que lleva influencia de Características:
trotaconventos del Arcipreste de Hita.
* Lenguaje culto y refinado.
Calisto conoce, y se enamora de Melibea y * Liberalidad moral.
aconsejado por el criado Sempronio, decide contactarse * Descripción de las costumbres de su época.
con la Celestina; logra conquistar a la dama y en premio * Exaltación del amor idealizado.
por su ayuda, entrega riquezas a la vieja. Los criados de * Obra agenérica.
Calisto quieren
Edad media italiana

Capítulo IV
Los grandes poetas del siglo XIV En España, el siglo XIV señala el punto más alto del
"mester de clerecía", con la obra de Juan Ruiz,
Dos notables poetas en lengua italiana, Dante y arcipreste de Hita, y de Pedro López de Ayala. El
Petrarca, signaron toda la poesía europea del siglo XIV y arcipreste, considerado el mayor poeta español de este
de buena parte del siguiente. Aunque se siguieron periodo, es autor del extenso y ameno Libro de buen
cultivando composiciones de estilo trovadoresco, amor, en el que narra sus aventuras galantes
religioso o erudito, sus obras maestras influyeron matizándolas con fábulas y consejos sobre diversos
decisivamente en la renovación y el enaltecimiento de temas. López de Ayala, guerrero y político castellano
la lírica. Durante Alighieri, llamado el Dante, nació en que llegó a Gran Canciller, escribió varias poesías
Florencia en 1265. En su juventud vivió una intensa contenidas en el Cancionero de Baena, y el larguísimo
pasión por una joven llamada Beatriz, cuya muerte en sermón titulado Rimado de Palacio, en el que fustiga las
1290 cierra el primer ciclo de su obra poética. Los malas costumbres de la época, tras confesar las suyas
enfrentamientos entre güelfos y gibelinos lo llevaron al propias de juventud.
destierro, del que ya no regresaría. Tras una vida
itinerante murió en Ravena en 1321, dejando la mayor • DANTE ALIGHIERI (1265, Florencia – 1321,
obra poética de la lengua italiana.
Ravena) Dante Alighieri es el más destacado de
Entre las composiciones de Dante se cuentan las
Rimas y la Vita nuova, de tema amoroso y escritas antes los poetas
del destierro; el Convivio, de carácter más elaborado y medievales, que inició con su obra y su pensamiento el
filosófico; y varios tratados escritos en latín, como De transcurso del Medioevo al Renacimiento. El hecho de
vulgari eloquentia y De monarchia. Pero sin duda su que escribiera en italiano su obra maestra, la Divina
obra maestra, y uno de los mayores monumentos de la Comedia, elevó las lenguas romances a la categoría de
poesía universal, es la que él denominó Comedia, y que «cultas», capaces de expresar ideas elaboradas y
más tarde se calificó como Divina Comedia. El poema es hermosos poemas. Dante nació en Florencia en el seno
un extenso canto de amor a Beatriz, cuyo espíritu guía al de una familia de la pequeña nobleza. Su madre murió
poeta, en sucesivos libros, a través del Infierno, el siendo él todavía un niño, y su padre cuando el poeta
Purgatorio y el Paraíso. Aunque se inspira en fuentes contaba 18 años. Se sabe poco de la educación de
clásicas y en antecesores árabes y latinos, en especial Dante, pero en sus obras muestra una gran erudición y
Virgilio, Dante es como poeta un creador absoluto, con se cree que estudió en la universidad de Bolonia. En su
un subyugante estilo que se ajusta de forma brillante a juventud conoció a Beatriz, musa que inspiraría sus
cada tema y momento de su insigne obra. obras, a la que vio en tres ocasiones y con la que nunca
llegó a hablar. Se ha identificado a Beatriz con Bice di
Francesco Petrarca, nacido en Arezzo en 1304, poco Folco Portinari, una joven de la nobleza florentina que
tiene que envidiar a su célebre coetáneo. Verdadero murió a los 20 años.
estudioso de la antigüedad clásica y admirador de
Cicerón y de Virgilio, su versificación es a la vez Durante las luchas políticas que azotaron el norte de
expresiva y perfecta, logrando dominar toda la variedad Italia en la época, Dante se afilió al ejército güelfo,
y dulzura de la lengua italiana. Sus famosas Rimas partidario de la autoridad papal, frente a los gibelinos
vulgares , cumbre de su producción artística, son un que defendían el poder del emperador del Sacro
canto a su amada Laura, pleno de delicada intimidad y Imperio Romano Germánico. Hacia 1289 se casó con
sutiles matices. Petrarca escribió también Los triunfos, Gemma di Manetto Donati, miembro de una destacada
composición alegórica que gira nuevamente en torno a familia güelfa florentina. En este momento escribe la Vita
Laura; y algunos poemas y tratados en latín, entre éstos nuova, donde se intercala la prosa con la poesía, y narra
De viris ilustribus y De contemptu mundi; así como su pasión por Beatriz. Se trata de una obra que sigue
doce Églogas y tres libros de Epístolas poéticas. la tradición de la poesía trovadoresca provenzal y que
se considera la culminación del Dolce stil nuovo, poesía
Junto a estos grandes exponentes de la poesía escrita en lengua florentina.
italiana, destacan en el siglo XIV los franceses Jean
Froissart y Eustaque Deschamps, autor del Paradis Exilio de Florencia
d’amour; el alemán Hadamar von Laber, autor del
poema alegórico La caza; y los ingleses John Gower, Siguiendo con su actividad política, Dante fue elegido
William Langley (o Langland) y, sobre todo, Geoffrey magistrado de Florencia, pero fue expulsado de la
Chaucer. Este último, tras una estancia en Italia, adopta ciudad cuando tomaron el poder los güelfos. Se le
la influencia de Dante y de Bocaccio, cuyo famoso desterró por dos años y se le impuso una elevada multa,
Decameron inspirará su mayor obra, los Cuentos de que le impedía regresar a la ciudad hasta que la pagara.
Canterbury, como se verá en el próximo apartado. Durante su exilio, Dante vivió en diversas ciudades del
norte italiano y en París. Cambió sus ideas políticas
5
LITERATURA AÑO
apoyando la causa gibelina y abogando por una
unificación europea bajo el mandato de Enrique VII,
emperador alemán, y defendiendo una
separación entre la Iglesia y el Estado. En esta época lecturas, desde la literal hasta la moral o mística, y que
Dante intervino muy activamente en la política, y en su ilustra de manera concisa el pensamiento filosófico y
obra Monarchia, explica detalladamente sus ideas y su teológico del Medioevo. Desde un punto de vista más
deseo de la creación de una Italia unificada. amplio también es una alegoría de la purificación del
alma a través de la razón y del amor.
En 1316 Florencia le ofreció la posibilidad de regresar
a la ciudad, en situación de un criminal indultado, debido LA OBRA: LA DIVINA COMEDIA (Epopeya
a lo cual él rechazó la proposición hasta que su dignidad
fuera restituida. Por eso murió en el exilio, en la ciudad religiosa) COMENTARIO
de Ravena, donde pasó los últimos años de su vida.
Es un poema escrito en tercetos. Tiene 3 partes y
La Divina Comedia cada una, consta de 33 cantos. Dante nos narra que se
halla perdido en una selva oscura (es situación
Hacia 1307 había iniciado la que sería su obra pecadora);
maestra, la Divina Comedia, que terminó poco antes de
morir. Escribió esta obra en italiano porque deseaba En medio del camino de la vida
llegar a un público más amplio, y en ella expone sus errante me encontré por selva
ideas políticas y filosóficas, que también son un reflejo oscura, en que la recta vía era
del pensamiento moral de la época. perdida

La obra de Dante ha influido en toda la cultura Al no poder salir, tiene miedo, y más aún cuando se
occidental, tanto por su valor literario como por su le aparecen bestias salvajes como un león y una loba.
pensamiento filosófico y teológico. Su principal poema Para su tranquilidad, aparece en su ayuda el poeta
ha servido de inspiración a diversos artistas, tanto latino VIRGILIO:
literatos como músicos y pintores, ya que numerosas
obras de arte se basan en las detalladas descripciones Poeta fui, canté aquel héroe justo, hijo
que hace Dante de la otra vida. de Anquises, que de Troya vino cuando
el soberbio ilión quedó combusto.

LA DIVINA El poeta latino lo sacará de esa selva, y por su


COMEDIA estado pecaminoso, le ha conocer los tres grandes
- Dante Alighieri estamentos del Universo: Infierno, Purgatorio y Paraíso.
- c. 1307-1317 Virgilio lleva a Dante a las puertas del infierno; allí se
- Poesía épica lee:

Por mí se va a la ciudad doliente;


Es la obra cumbre de Dante y la más importante de la alegórico que permite diversas
literatura medieval e inicios del Renacimiento. En ellas
se describe el viaje imaginario del poeta a través del
Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, y el poema se divide
en estas tres grandes secciones. Cada una de las partes
incluye 33 cantos, excepto la primera, que tiene uno
más como introducción. La obra está escrita en italiano,
para alcanzar a mayor número de lectores, y está
compuesta en terza rima, con una estructura en la que
riman el primer y último verso (ABA, BCB, CDC,... ).

En el Infierno y el Purgatorio, el poeta latino Virgilio,


representante de la razón, le sirve a Dante como guía y
maestro; y en el Paraíso su cicerone es Beatriz,
manifestación de la voluntad divina. Dante llamó a su
obra Comedia, debido a su final feliz, ya que el autor
consigue vislumbrar a Dios y fundirse con la voluntad
divina. En la edición de 1555 de Ludovico Dolce se
incluyó por primera vez el adjetivo Divina.

A lo largo de su viaje Dante se cruza con destacadas


personalidades, tanto de la historia como de la
mitología, así como sus contemporáneos. Cada uno de
ellos ilustra una virtud o defecto, en la religión o la
política, y es castigado o premiado por ello. De esta
manera el autor va exponiendo su pensamiento político y
moral. Se trata de una obra con un gran componente
Por mí se va al eternal tormento,
Por mí se va tras la maldita
gente

Antes de mí no hubo jamás


crianza, sino lo eterno, yo por
siempre duro;
¡Oh, los que entráis, dejad toda esperanza!

Virgilio y Dante ingresan al INFIERNO, el cual es un


abismo cónico, tiene nueve círculos que van
descendiendo en forma de embudo gigantesco y
profundo en el recorrido, van hallando a los diferentes
pecadores de la humanidad: mentirosos, violentos,
falsificadores, injuriosos, etc. Finalmente llegarán al
noveno círculo, donde encuentra a los peores
pecadores: Judas, Casio y Bruto:

"Aquél que sufre la mayor tortura",


dijo el maestro, "es Judas Iscariote,
cabeza adentro y piernas en
soltura..."

Los tres traidores están siendo devorados por una


horrible bestia. La tortura será eterna, ya que por
siempre la bestia los devorará.

Salen del infierno y se hayan con una alta montaña


de siete escalones: EL PURGATORIO. Suben por la
montaña, donde cada escalón, corresponde a cada uno
de los siete pecados capitales. Al llegar a la cima del
Purgatorio, Virgilio
desaparece y aparece Beatriz de Portinari. Esta obra es capitales. Los pecados más graves se expían en los
un CAMINO DE PERFECCIÓN. Virgilio es un alma círculos más bajos, empezando con la soberbia, se
pecadora. Dante recorre todo el camino, porque es un continúa, en ritmo ascendente, por los de la envidia, la
alma pecadora que será purificada a medida que avanza ira,
al Paraíso. Beatriz llevará a Dante a través de los nueve
cielos que forman el Paraíso. En el noveno cielo o
EMPIREO, Dante estará junto a San Bernardo; gracias a
él, Dante podrá ver la humanidad unida a la Divinidad en
la esencia Divina, con lo cual finaliza el famoso poema.
Dante ha sido purificado y ya es un alma en la gracia de
Dios.

ARGUMENTO DE LA DIVINA COMEDIA

Muerta su amada, "en medio del camino de nuestra


vida, me encontré en una selva oscura por haberme
apartado del camino recto"; esto es, Dante se deja
arrastrar por las falsas imágenes del bien y conducir
poco a poco a la ruina de su alma. Una pantera, un león
y una loba le interceptan el paso. Beatriz (la gracia o
sabiduría divina) envía en su ayuda a Virgilio que le
ampara y se le ofrece como guía.


INFIERNO
De la mano de Virgilio, el poeta italiano entra en el
infierno después de pasar el Aqueronte. El infierno esta
representado como un amplio abismo cónico, dividido en
nueve círculos concéntricos, que van estrechándose en
forma de un inmenso embudo. En el primero se
encuentran las almas de los grandes hombres que no
conocieron la verdadera fe, mientras que los ocho
restantes están dispuestos de manera que los cuatro
primeros forman el anteinfierno, en el que se castiga, por
este orden, a los lujuriosos, los golosos, los avaros y
pródigos, y los iracundos y desidiosos.

Los cuatro círculos restantes forman el infierno


propiamente dicho, en el que están las almas de los
herejes, los violentos, los fraudulentos y los traidores. El
florentino contempla en el infierno a las almas de
gentes ilustres u oscuras de caballeros y poetas, de
sabios, papas, reyes y emperadores; habla con ellas, se
compadece o se alegra. En el vértice de este cono
invertido que coincide con el centro de la tierra,
encuentra a Lucifer, parodia grotesca de la Santísima
trinidad.


PURGATORIO
Dante sitúa a la montaña del purgatorio en medio de
las aguas del mar austral, en el hemisferio boreal de
nuestro planeta. Las almas de los penitentes llegan a
ella atravesando el Leteo en una barca movida por la
inteligencia del ángel que la dirige y desembarcan en
una tranquila playa. En ella empieza el antepurgatorio,
dividido en dos círculos, en el primero esperan los
negligentes y los excomulgados al momento de
iniciar su purificación; mientras en el segundo deben
esperar dicho momento quienes sólo se arrepintieron en
el momento de su muerte. Una vez pasado el tiempo
prescrito por la providencia, el alma accede al
purgatorio, dividido en siete círculos o cornisas rocosas
donde se purifican las manchas de los siete pecados
la pereza, la avaricia y la prodigalidad, la gula y la a. Los seductores son fustigados continuamente por
lujuria. Una vez franqueados estos siete círculos, se llega los diablos
al décimo, llamado Paraíso Terrenal.

• PARAÍSO
A la puerta del paraíso terrestre aparece Beatriz, la
cual simboliza a la Divina Sabiduría y el amor Divino; y
huye la sombra del poeta romano, símbolo de la razón y
el amor humanos.

En el paraíso, los bienaventurados que moran en el


empíreo (último cielo) salen al encuentro de Dante,
distribuyéndose en los distintos cielos y clasificados en
espíritus seculares, activos y contemplativos. El paraíso
comprende los nueve cielos del sistema tolomeico,
esferas translúcidas que giran alrededor de la tierra y
más allá de ella. Cada círculo es una esfera que
envuelve otras inferiores. En el octavo cielo ve a los
espíritus triunfantes: La v ir ge n Ma rí a, e l Ar cá
ng el S an G ab ri el , lo s bienaventurados. El
noveno o cristalino representa las jerarquías angélicas.
Luego viene el empíreo, donde todos los
bienaventurados se le muestran juntos, dispuestos en
forma de "cándida rosa", a sus ojos se revela de lleno,
"inefable y dulcísimo", el misterio de la divinidad. Sin
embargo, a Dante le faltaron las fuerzas al querer
expresar directamente la visión de Dios.

ESTRUCTURA DE LA DIVINA

COMEDIA INFIERNO

1. Anteinfierno : Se encuentran los cobardes


picados por avispas y
tábanos.
2. Círculo Primero : El limbo donde se encuentran
los no bautizados privados de
la beatitud (no ver a Dios)
3. Círculo Segundo : Se encuentran los lujuriosos
empujados por tempestades
(símbolo del instinto)
4. Círculo Tercero : Se encuentran los golosos, los
que se excedieron en la
comida y bebida. Están
castigados en suciedad.
5. Círculo Cuarto : Se encuentran los avaros y
los pródigos que son
castigados a empujar
enormes pesos.
6. Círculo Quinto : Iracundos e indolentes se
ensangrentan así mismos.
7. Círculo Sexto : (Ciudad de Dite) Los herejes
se encuentran en sepulcros
ardientes.
8. Círculo Séptimo : Se encuentran los
violentos.
- Los homicidas que se encuentran en sangre
hirviente.
- Los suicidas convertidos en árboles mordidos por
perras negras.
- Los blasfemadores que son expuestos a lluvia de
fuego.
9. Círculo Octavo : Los fraudulentos que se
dividen:
b. Los aduladores están en medio de la basura. 4. Cuarto Planeta : Sol: gobernado por las potestades.
c. Los simoniacos están sepultados en antros En este planeta se hallan los espíritus sabios.
ardientes con la cabeza hacia abajo Teólogos y
d. Los adivinos van caminando hacia atrás en
silenciosa procesión
e. Los barateros son sumergidos en un lago hirviente
f. Los hipócritas están condenados a cubrirse con
pesados mantos de plomo el
exterior.
g. Los ladrones están condenados a transformarse
eternamente en serpientes y de serpientes a
hombres.
h. Los consejeros fraudulentos están encerrados en
llamas animadas.
i. Los diseminadores de discordia son
continuamente heridos con la espada por un
diablo.
j. Los falsarios y alquimistas son ahora leprosos,
escabiosos o paralíticos.

10.Círculo Noveno : Los traidores:


a. A la patria b. A los padres
c. A la amistad d. Al Maestro o Guía

PURGATORIO

1. Antepurgatorio : Al ingresar al purgatorio, un ángel


dibuja en la frente de Dante siete
letras "P" (siete pecados
capitales)
2. Círculo Primero : Los soberbios
3. Círculo Segundo : Los envidiosos
4. Círculo Tercero : Los iracundos
5. Círculo Cuarto : Los perezosos
6. Círculo Quinto : Los avaros
7. Círculo Sexto : Los golosos
8. Círculo Séptimo : Los lujuriosos

PARAÍSO

Dante imagina el paraíso según el sistema cósmico


de Ptolomeo, con un planeta al centro y nueve planetas
más girando a su alrededor.

Dante junto con Beatriz van a visitar estos diez


planetas o cielos, en los cuales habitan los ángeles de
Dios, quienes gozan de la paz y beatitud que les otorga
el creador. Los diez planetas que visita Dante son los
siguientes:

1. Primer Planeta : Luna: Gobernado por los ángeles.


Este planeta es similar al anteinfierno y el
antepurgatorio, aquí se encuentran las almas que
quebrantaron los votos religiosos, por culpa ajena y
gozan de menor luz que los demás espíritus.

2. Segundo Planeta : Mercurio: Gobernado por los


arcángeles. Aquí se encuentran los espíritus activos y
beneficiosos que hicieron obras virtuosas.

3. Tercer Planeta : Venus: Gobernado por los


principados.
En este planeta se encuentran los espíritus que
fueron inflamados por la pasión del amor.
filósofos que practicaron ardientemente el amor al
prójimo. Una de las almas beatas es Santo Tomás de
Aquino.

5. Quinto Planeta : Marte: Gobernado por las virtudes.


En este planeta encontramos a los mártires de la
fe religiosa.

6. Sexto Planeta : Júpiter: Gobernado por los dominios.


Aquí hallamos a los príncipes sabios y justos que
administraron virtuosamente la justicia.

7. Séptimo Planeta : Saturno: Gobernado por los tronos.


En e st e pl an et a en co nt ra mo s a lo s es
pí ri tu s contemplativos.

8. Octavo Planeta : Cielo Estelar: Gobernado por


los querubines. En este cielo hallamos a los
espíritus triunfantes.

9. Noveno Planeta : Cr istalino : Gober nado por


los serafines. Este es el planeta más cercano al
empíreo y en consecuencia el más luminoso. Aquí
Beatriz le explica a Dante la jerarquía de los ángeles
y posteriormente es sustituida por el arcángel San
Bernardo de Claraval, quien lleva al poeta al
Empíreo.

10.Décimo Planeta : Empíreo: En este planeta San


Bernardo muestra a Dante la hermosa gran Rosa
Celestial donde se encuentra distribuidas las almas
de aquellos personajes bíblicos que destacaron por
sus virtudes. Dante ya ha visitado los tres reinos
de ultratumba. Ahora sólo le falta tener la visión de
Dios, la suprema visión divina, que toma el aspecto
de la Santísima Trinidad: Padre, hijo, Espíritu Santo.
El poeta contempla absorto la suprema visión de
Dios. La visión desaparece y Dante se halla feliz de
su renovación espiritual, en armonía con el deseo y
voluntad de Dios, concluyendo con ello esta
maravillosa obra.

• FRANCESCO PETRARCA (Arezzo,1304-1374)

El poeta italiano Francisco Petrarca fue autor de un


célebre Cancionero, donde la poesía lírica muestra la
versatilidad del Endecasílabo (11 sílabas) y lo creativo
del Soneto (Estrofa de 14 versos).

La poesía petrarquista será de gran influencia en la


poesía española. Poetas como el Marqués de Santillana,
Juan Boscán y Garcilaso de la Vega, representarán la
poesía de Petrarca en la España del siglo XVI.

RIMAS VULGARES
- Petrarca
- s.XIV
- Poesía amatoria

Poemas escritos en italiano por Petrarca (1304 -


1374). Su autor revisó y corrigió esta obra durante toda
su vida, tanto tiempo como duró su amor imposible por
Laura, la
mujer que lo inspiró y a la que nunca pudo alcanzar. El imitando claramente sus recursos, Chaucer escribe en
autor los reagrupó muchas veces, mostrando a través Inglaterra sus Cuentos de Canterbury, publicados en
de su orden la historia de su propio crecimiento 1385. Pertenece también a este periodo una literatura
espiritual. Se dividen en Rime in vita di Laura y Rime in narrativa en prosa, generalmente anónima, como El
morte di Laura, y son el primer ejemplo de unidad en caballero Cifar o la primera versión del Amadís de Gaula,
una colección de poemas líricos. Su sensibilidad, sus que inauguran el género de la novela caballeresca.
formas y su lenguaje sintetizaron los saberes clásico y
medieval e influyeron en la poesía europea de los siglos
siguientes.

Obra: Cancionero
Género: Lírica

Si no es amor, ¿qué es esto que yo


siento? Mas si es amor, por Dios, ¿qué
cosa y cuál? Si es buena, ¿por qué es
áspera y mortal? Si mala, ¿por qué es
dulce su tormento?
Si ardo por gusto, ¿por qué, lo
lamento? Si a mi pesar, ¿qué vale un
llanto tal?
Oh viva muerte, oh deleitoso mal
¿por qué puedes en mí, si no consiento?

Y si consiento, error grave es


quejarme. Entre contrarios vientos ya
mi nave
que en altamar me encuentro sin
gobierno tan leve de saber, de error tan
grave,
que no sé lo que quiero aconsejarme
y, si tiemblo en verano, ardo en invierno

La prosa en el siglo XIV: nacimiento del cuento


moderno
Será un gran escritor italiano, Giovanni Boccaccio,
quien en este periodo ha de renovar la narración en
prosa, con su célebre y celebrado Decamerón, escrito
entre 1348 y
1353. El autor utiliza un relato central, situado en la
Florencia de su tiempo, para hilvanar una serie de
historias a la manera de las compilaciones narrativas
orientales. Boccaccio reúne un centenar de cuentos
tomados de diversas fuentes tradicionales, y si por
tanto los temas no son estrictamente originales, sí lo
son sus vivaces descripciones de situaciones y
personajes, vertidas con indudable maestría en un
italiano de difícil parangón. Boccaccio escribió también
numerosas obras en verso, entre las que destacan el
Filostrato, el Ameto, el Ninfale Fiesolano y, sobre todo
el Corbaccio, durísima sátira sobre el
comportamiento de las mujeres. Pero sin duda son las
magníficas narraciones del Decamerón las que lo
consagran como el renovador de la prosa italiana y en
cierta forma el fundador del cuento moderno, al que dota
de gracia e intriga, caracteres atractivos y gran destreza
literaria.

Pero no fue Boccaccio el primer narrador de esa


época, ya que en Castilla el infante don Juan Manuel,
sobrino de Alfonso el Sabio, da a conocer en 1335 su
Libro de Patronio, más conocido como El conde
Lucanor, considerado la primera colección de cuentos
escrita en Europa. Y después del maestro florentino, e
En la prosa histórica resaltan el italiano Dino D quizá tenga utilidad
Compagni y el francés Jean Froissart, ya citado como para los que la
poeta; que dejaron interesantes obras bajo el título -
oyeren,
común de Crónicas, también utilizado por Alfonso X para Bocca
especialmente
sus compilaciones de la historia española. Abundan ccio
asimismo los trabajos religiosos, morales o didácticos, - quienes van
como los de fray Domingo Cavalca y santa Catalina de 1348 caminando por los
Siena en Italia; o el Libro de la Desolación Divina, del - dudosos parajes del
dominico Johannes Eckhart, en Alemania. 1353 amor, parajes en los
- que quien muchas
• GIOVANNI BOCCACCIO (París, 1313-Florencia, Prosa
veces no haya
narrati
1375) El nacimiento del futuro fundador de la prosa va rezado el
padrenuestro de san
narrativa Julián, aunque buen
italiana fue consecuencia de una aventura galante de su lecho tenga mal
padre, un banquero toscano, durante una estancia de s
negocios en París. Giovanni creció en Certaldo, cerca de e
Florencia, y más tarde la familia lo envió a Nápoles para
que aprendiera las artes del comercio. Pero el joven a
prefirió dedicarse al estudio del derecho canónico y a l
desarrollar su afición por la poesía. Su intensa e o
infortunada relación amorosa con María de Aquino, hija j
natural del rey Roberto de Nápoles, llenó todo ese a
periodo de su vida e inspiró la mayor parte de sus obras .
poéticas. Primera gran obra en aristocráticos, tres
prosa de la literatura caballeros y siete damas,
Es probable que al regresar a Florencia en 1341 italiana, el Decamerón refugiados en una quinta
hubiera ya terminado los poemas Filoloco y Filostrato, y ha disfrutado de más florentina para protegerse
emprendido la elaboración de la Teseida, clara imitación de seis siglos de de la peste que azota a
de la Eneida de Virgilio, compuesta en octava rima, un popularidad, para Italia. Boccacio toma sus
metro que se considera invención suya. De regreso en la alcanzar nuestros días con argumentos de diversas
ciudad paterna compone el Aneto, una novela alegórica la misma frescura y fuentes, tanto egipcias y
en la que ya utiliza la prosa, combinada con el relato atractivo que admiraron a persas como hindúes o
versificado; la Amorosa visione, una extensa y los florentinos del siglo griegas, de algunos
desenfadada oda pasional; y la Fiammeta, postrer XIV. Este milagro de pasajes de la Gesta
aliento lírico inspirado por su añorada María de Aquino. supervivencia literaria se Romanorum y anécdotas
El Ninfale fiesolano, última obra de este primer periodo debe sin duda a la de los fabliaux franceses,
florentino y quizá su poema más logrado, es un relato maestría de su autor, así como de sucesos
pastoril que ya anuncia una nueva orientación en su Giovanni Boccacio, en la escandalosos de su propio
obra. hilación de historias tan entorno florentino, ya
amenas como atrevidas, fueran recientes o
Esplendor del Decamerón algunas abiertamente tradicionales. Pero estos
licenciosas, en las que se préstamos temáticos se
Con el Decamerone o Decamerón, escrito entre 1348 reconocen los vicios, ven transfigurados por el
y debilidades y tapujos de arte narrativo del autor,
1353, Boccacio no sólo se arriesga a componer cualquier comunidad que les imprime un sello
exclusivamente en prosa italiana, sino que pasa de las humana que debe vivir inconfundible de
historias de amor a los relatos picarescos y atrevidos, sujeta a falsas normas de amenidad y gracia,
que no eluden el tosco erotismo de la época. Los cien conveniencia. También los siempre salpimentado con
cuentos que componen el libro son una soberbia muestra personajes reflejan perfecto estilo.
de dominio de las anécdotas y sus personajes, y arquetipos casi eternos, o
constituyen sin duda la obra maestra de su autor. Éste por lo menos muy Sátira y tolerancia
escribirá luego el Corbaccio , burla exageradamente frecuentes, como el
feroz del género femenino; estudiará humanismo con seductor incansable, la En el trasfondo del
Petrarca; elaborará algunas obras eruditas y una doncella ruborosa, el Decamerón subyace una
biografía del Dante; y propiciará la primera traducción marido engañado, el amarga sátira contra las
de Homero. Pero su nombre queda indisolublemente clérigo libertino, y las instituciones establecidas,
ligado al Decamerón , obra magistral que inaugura la casadas fieles o infieles. vertida con ácida ironía y
ficción moderna en prosa, influye decisivamente en toda amable tolerancia hacia
la narrativa posterior, y se lee aún con verdadera La obra se compone de las debilidades humanas y
admiración y placer en todo el mundo. cien cuentos, que son el disfrute de los placeres
relatados por diez jóvenes de la vida. Este enfoque
crítico se expresa en una a ñ
prosa inimitable, que En tiempos del m a
marcará toda la narrativa i n
marqués Azzo Ferrara, un
europea posterior y, en lo n
mercader llamado a
inmediato, inspirará los o
Cuentos de Canterbury Reinaldo de Asti había ido ? ,
escritos por el inglés por sus asuntos a Bolonia, A lo que Reinaldo
Chaucer al finalizar el y habiéndolos acabado y respondió: ¿
siglo XIV. retornando a su casa, o
-En verdad, hombre,
ocurrió que, al salir de soy apegado a las cosas r
N
A Ferrara y cabalgar hacia materiales y tosco, y a
R Verona, dio con unos que pocas oraciones me andan s
R le parecieron por el caletre, porque vivo t
A comerciantes, aunque no a la antigua y soy de los e
C lo eran, sino bandoleros y que dejan pasar dos i
I gente de mala vida y sueldos por veinticuatro s
Ó
condición. Platicando con dineros. Con todo, cuando ?
N
ellos, incautamente se voy de camino, tengo la
S dejó de ellos acompañar. costumbre, por las R
E Los bandidos, viéndole mañanas, al salir de la e
G mercader y presumiendo venta, de rezar un s
U que debía llevar dinero padrenuestro y un p
N consigo, deliberaron avemaría por el alma del o
D
robarle a la primera padre y la madre de San n
A
ocasión, y para que él no Julián, después de lo cual d
"Reinaldo de Asti, tras entrase en sospecha le ruego a Dios y a él que a i
ser despojado, llega a hablaban como personas la noche me deparen un ó
Castel Guiglielmo, donde de condición modesta y buen albergue. Y muchas
le alberga una viuda buena, haciéndose ante él veces me he visto en el R
hasta que, indemnizado tan llanos y bondadosos camino en grandes e
por sus daños, regresa a como supieron. Así que peligros, de todos los i
su casa sano y salvo." Reinaldo diputaba gran cuales me he librado, n
ventura haberlos topado, encontrándome a la a
Rieron ya que viajaba sin más noche en buen lugar y l
desaforadamente las compañía que un criado a albergue, por lo que d
mujeres las incidencias caballo. Y, según abrigo firme creencia de o
que de Martellino contara caminaban, pasando de que San Julián, en su :
Neifile, y entre los jóvenes un razonamiento a otro, honor sea dicho, me ha -Sí, a fe.
ninguno se holgó tanto como suele suceder, impetrado de Dios esa Y el otro, que sabía lo
como Filóstrato, al cual, vinieron a razonar de las gracia. Y no me parecería que iba a ocurrir, dijo
por sentarse al lado de oraciones que los bien partir y llegar a salvo para sí: "pues bien vas,
Neifile, mandó la reina hombres hacen a Dios, y a la noche siguiente, si no que, si el caso no se nos
que le sucediese en el uno de los bandoleros, rezo esa plegaria por la tuerce, entiendo que esta
narrar. Y él, sin demora que eran tres, dijo a mañana. noche te alojarás mal". Y
alguna, comenzó: Reinaldo: El que le había después le dijo:
-Y vos, hombre de bien, preguntado, dijo:
-Bellas mujeres, -También yo he viajado
contaros quiero una ¿qué oración soléis rezar -
mucho y nunca dije esa
novela de cosas cuando Y
v oración, aunque a otros la
católicas en la que se he oído encomiar mucho,
mezclan infortunios y a
e y jamás me sucedió dejar
amores y que i
s s de alojarme bien; de
t suerte que esta noche
d a
e
m
c a
veremos quién se alberga mejor, si vos que dijisteis la acostarse, y allá fue.
plegaria, o yo, que no la dije. Verdad es que, en lugar
de ello, yo uso el Dirupisti, o la Intemerata, o el De
Profundis, que son, según solía decirme una abuela mía,
de grandísima virtud.
Y hablando de varias cosas y su camino siguiendo,
en espera de tiempo y lugar donde llevar a cabo su
perversa obra, aconteció que, siendo ya tarde y estando
allende la hora tardía y el paraje solitario y aislado,
asaltaron al mercader, le robaron y, dejándole a pie y en
camisa, dijeron:
-Ve y mira si tu san Julián te da buen albergue esta
noche; que a nosotros sí nos lo dará bueno.
Y, pasando el río, se alejaron. El criado de Reinaldo,
viendo asaltar a su amo, ninguna cosa en su ayuda
intentó, como cobarde que era, sino que hizo tornar
grupas al caballo que montaba y no paró de correr
hasta Castel Guiglielmo, donde habiendo entrado ya
la noche, se hospedó sin curarse de otra cosa.
Reinaldo, en camisa y descalzo, viendo que hacía mucho
frío y nevaba recio, no acertaba qué hacer y, como la
noche sobrevenía y él tiritaba y le castañeteaban los
dientes, miró a su alrededor por si hallaba algún reposo
donde refugiarse para no morir de frío. Mas no vio
ninguno, porque poco antes había el país estado en
guerra y todo había sido quemado. Así, incitado por la
frialdad, se dirigió a Castel Guiglielmo, ignorando que
allá había huido su criado y pensando en qué socorro le
mandaría Dios si podía pasar intramuros. Pero la oscura
noche le alcanzó a obra de una milla del castillo, de
suerte que llegó tan tarde que estaban las puertas
cerradas y los puentes levadizos alzados; y no pudo
penetrar. Llorando con doloroso desconsuelo, miraba a
su alrededor por si hallaba algún lugar donde al menos
no le cayese la nieve encima; y quiso su suerte que
divisase una casa que, adosada al castillo, de sus
muros sobresalía. Resolvió ampararse bajo aquel techo
hasta el día y, llegándose, vio que la puerta estaba
cerrada y, hacinando junto a ella alguna paja que cerca
había, contristado y adolido permaneció allí quejándose
repetidamente de san Julián, que así defraudara la fe que
tenía en él. Pero san Julián, que le miraba bien, sin
tardanza le proporcionó buen albergue. Había en aquel
castillo una viuda, tan bella de cuerpo como ninguna, a
la que el marqués Azzo amaba como a su vida, por lo
que, para tenerla cerca, la hacía morar en la casa bajo
cuyo pórtico se había acogido Reinaldo. Acaeció que el
día antes había ido allí el marqués para yacer con su
amiga y mandando disponer un baño y una opípara
cena; pero, estando todo presto, llegó a la puerta un
sirviente que dio al marqués ciertas noticias que le
obligaron a montar a caballo sin dilación. Dijo, pues, a
la mujer que no le aguardase y marchose a toda prisa.
La mujer, un tanto desconsolada, determinó entrar en el
baño dispuesto para el marqués y después de cenar y
Estaba el baño cerca de la puerta donde el cuitado siguiente. Y, como estaba servida la mesa, cuando a la
Reinaldo se había refugiado, acurrucándose en tierra, y mujer le pareció; Reinaldo, después de lavarse las
así, estando bañándose la mujer, oyó el llanto y tiritar
de Reinaldo, y llamando a una doncella le dijo:
-Anda y mira quién hay junto al muro y qué hace.
Salió la criada y, a favor de la claridad de la nieve, vio
sentado a un hombre descalzo y en camisa, todo
estremecido, y le preguntó qué hacía. Reinaldo, tan
tembloroso que apenas podía articular palabra, tan
concisamente como pudo le dijo quién era y cómo y por
qué se hallaba allí, y luego, lastimeramente, le rogó
que, si podía, no le dejase morir de frío durante la
noche. La criada, compadecida, volvió junto a su señora
y se lo contó todo; y la mujer, también apiadada,
recordó que tenía la llave de la puerta utilizada por el
marqués en sus encubiertas visitas, y dijo:
-Vete y ábrele, que esta cena no hay quien la coma
sola, y en cuanto a alojamiento, de sobra
tenemos.

La doncella alabó mucho la humanidad de su dueña,


y abrió e hizo pasar a Reinaldo. Viéndole la viuda casi
helado, le dijo:
-Entra, buen hombre, en ese baño, que está caliente
todavía.
Él, sin esperar más invitación, obedeció y,
reconfortado por el calor, le pareció haber pasado de la
muerte a la vida. La mujer le hizo llevar algunos
vestidos de su marido, fallecido poco antes, y aquellas
ropas resultaron como hechas a la medida de Reinaldo.
El cual, en espera de lo que la mujer le mandase,
comenzó a dar gracias a Dios y a San Julián que le
habían librado de la pésima noche que aguardaba y que
a buen albergue, por lo que le parecía, le habían
conducido. La mujer, tras dejarle reposar un rato, hizo
encender un gran fuego en una chimenea, y pasando
junto a ella, preguntó qué hacía Reinaldo. La criada
respondió:
-Señora, ya se ha vestido y es hombre apuesto y le
juzgo persona de bien y educado.
-Pues vete y llámale -dijo la mujer-, y dile que se
acerque al fuego y cenará; que sé no ha cenado.
Pasó Reinaldo junto a la chimenea, y viendo a la
mujer,
diputola por muy de pro, y la saludó con reverencia, y
con las palabras más vehementes que pudo le
agradeció el beneficio recibido. La mujer mirábale y
oíale, y abundaba en la opinión de su criada, por lo que
le recibió con agrado y le hizo sentarse familiarmente a
su lado junto al fuego, preguntándole acerca de su
percance. Reinaldo explicó por su orden todo. Ya había la
mujer oído hablar algo del lance, a causa de la llegada
del criado de Reinaldo al castillo, de suerte que creyó
cuanto el mercader le decía y le manifestó que tenía
nuevas de su críado, al que podría buscar a la mañana
manos, aplicose a cenar. Era él hombre corpulento, de complaceros. Contentad, pues, vuestro deseo de
rostro bien parecido y de maneras muy mesuradas y abrazarme y besarme, que yo os abrazaré y besaré con
graciosas, y andaba en el comedio de su edad. Le no menos agrado.
contempló la mujer muchas veces con aprobación, y No fueron menester más palabras. La mujer, que
como la idea de que el marqués fuese a yacer con ardía
ella había despertado su concupiscente apetito, de amorosos deseos, lanzósele prontamente a los
mentalmente le acogió ya; y después de cenar, alzados brazos y, después de que, estrechándole mil veces, le
los manteles, se aconsejó con su criada, preguntándole hubo besado y sido besada por él, levantáronse de allá
si le parecía que, pues el marqués le había desairado, y fueron a la alcoba y, acostándose sin tardar,
usase aquel bien que le deparaba la fortuna. La plenamente y muchas veces, antes de que llegara el
doncella, conociendo el deseo de su dueña, la animó día, satisficieron sus ansias. Y cuando a aparecer
cuanto pudo y supo a que lo ejecutase, por lo que la comenzó la aurora, por deseo de la mujer levantáronse
mujer, volviendo junto al fuego donde había dejado a y, para que nadie pudiera presumir lo ocurrido, ella le
Reinaldo solo, le empezó a mirar amorosamente y le dio unas ropas en bastante mal uso, y le llenó de
dijo: dineros la bolsa, rogándole que callese lo pasado y
-¿Por qué estáis tan pensativo, Reinaldo? ¿No creéis diciéndole dónde podría encontrar a su criado. Y, tras
poder resarciros de un caballo y unas cuantas ropas que salir por la puertecilla por la que penetrara, él, con
habéis perdido? Consolaos y satisfaceos, que estáis en talante de venir de lejos, cuando las puertas se abrieron
vuestra casa; y aun os digo que, viéndoos con esas entró en el castillo y encontró a su criado. Vistiose con
prendas, que de mi difunto marido fueron, cien veces los trajes que en su maleta llevaba y cuando iba a montar
esta noche me han venido deseos de abrazaros y en el caballo de su sirviente, como por divino milagro
besaros y, de no temer que ello os disgustara, lo habría ocurrió que los tres bandoleros que la tarde antes le
hecho. robaron, aparecieron, conducidos al castillo por otro
Reinaldo al oír aquellas palabras y advertir el delito que habían cometido. Y en virtud de la confesión
relampagueo de los ojos de la mujer, como no era nada que ellos mismos hicieron, le fueron restituidos su
mentecato, fue al encuentro de ella con los brazos caballo, ropas y dineros, sin que se perdiesen más que
abiertos y dijo: unos cintillos de los que los malhechores ignoraban qué
-Bien puedo, señora, afirmar que gracias a Dios vivo, se había hecho. Por lo cual, Reinaldo, dando gracias a
por lo que, mirando de lo que me sacasteis, sería gran Dios y a San Julián, montó a caballo y sano y salvo
villanía que no me esforzase en hacer cuanto pueda regresó a su casa, mientras los tres bandoleros, al día
siguiente, fueron a dar puntapiés en el aire.
El Renacimiento

Capítulo V
El Renacimiento antidogmático del humanismo y los principios
fundamentales de la ciencia y la ética de la cultura
Hacia fines del siglo XV, la expansión económica y occidental forman parte del legado de este siglo brillante
política de Florencia y otras ciudades italianas da lugar que inaugura la historia moderna europea.
en Italia al florecimiento artístico y cultural que se
conoce como el renacimiento. Los orígenes de esta era El redescubrimiento de la
de esplendor, que a lo largo de cien años ve antigüedad
renacer, efectivamente, el pensamiento, las letras y
las artes y sella el final del feudalismo y la religiosidad Hacia fines del siglo XV, Florencia y algunas otras
medieval, se remontan al interés de algunos literatos ciudades italianas se convierten en escenarios de un
italianos del siglo previo en la cultura de los antiguos florecimiento cultural sin igual en la historia de
griegos y romanos. Dante, Petrarca y Boccaccio Occidente. Los orígenes de esta era de esplendor, que
figuran entre los precursores que, bajo el influjo de los sella el fin del medioevo feudal del escolasticismo, se
textos clásicos, anticipan en el XIV la nueva concepción remontan al interés de algunos literatos del siglo
renacentista del mundo, centrada esencialmente en el anterior en el mundo de los antiguos griegos y romanos.
hombre y en sus posibilidades creadoras. Sus sucesores, Dante, Petrarca y Boccaccio figuran entre los
los célebres humanistas, desarrollan a partir de precursores que, bajo el influjo de los textos clásicos y
mediados del XV esta concepción en las artes y en del espíritu renovador de san Francisco de Asís, anticipan
las letras, impulsados por mecenas ilustrados y por el en el XIV una nueva concepción del mundo centrada en
contacto con estudiosos bizantinos que traen a Italia las el hombre y en sus posibilidades creadoras. A través del
enseñanzas de la tradición griega. En tanto que los XV, sus sucesores, conocidos como humanistas,
modelos latinos predominan en su expresión, el desarrollan esta concepción en las artes y en las letras,
nuevo pensamiento humanista echa raíces impulsados por mecenas ilustrados y por el contacto con
efectivamente en la filosofía griega y, en particular, en numerosos estudiosos que, a la caída de Constantinopla,
las enseñanzas de Platón y de las escuelas llevan a Italia manuscritos y enseñanzas de la tradición
neoplatónicas. En contraste con el escolasticismo griega. Los filósofos Marsilio Ficino, Pico della Mirandola
medieval, para el que el hombre es relativamente y el retórico Lorenzo Valla se destacan entre los
insignificante, el neoplatonismo renacentista afirma el protagonistas de este fenómeno cultural, en tanto que,
carácter divino de su alma, asignándole el papel en las artes, Filippo Brunelleschi y Donatello reviven los
trascendental de vínculo entre lo terreno y lo espiritual, principios clásicos de la arquitectura y la escultura. Los
y revaloriza el potencial de la experiencia y las obras ideales humanistas tienen expresión literaria en la prosa
humanas como herramientas para conocer y dominar la latina de Leon Battista Alberti y en la poesía de Angelo
naturaleza. El nuevo ideal del hombre aparece así como Poliziano, y, a semejanza de Florencia, Nápoles y Roma
la encarnación de un universo creado a su imagen y se convierten en centros de estudio y metrópolis
semejanza, a cuyos secretos es posible acceder a través artísticas. Aunque se producen pocas obras
de la filosofía, la teología, el arte, la magia y la estrictamente literarias, el siglo XV ve renacer en Italia,
astrología y el ejercicio de todos los oficios y las a tenor del antropocentrismo humanista, el mundo y la
ciencias. Comerciantes y pintores, poetas y soldados, cultura de la antigüedad, y, gracias a la imprenta, los
pensadores y gobernantes, los individuos del clásicos y las nuevas doctrinas se propagan hacia el
renacimiento procuran hacer realidad en su propia vida resto de Europa. Las obras maestras de Leonardo y
este ambicioso ideal, entre cuyos máximos exponentes Miguel Ángel, no menos que los escritos de Erasmo y el
figuran el filósofo Pico della Mirandola, el arquitecto protestantismo de la Reforma, serán fruto de este
Leon Battista Alberti, Miguel Ángel Buonaroti y el genial redescubrimiento de modelos remotos en los albores de
Leonardo da Vinci. En el ámbito propiamente la historia moderna.
literario, el resurgimiento espléndido de la cultura que
presiden estos creadores produce nuevos clásicos de la • ERASMO DE
poesía caballeresca y el poema pastoril y, ya en el siglo ROTTERDAM
XVI, ve reverdecer la lírica bajo el influjo de Petrarca y (Rotterdam, 1466-Basilea, 1536)
la épica a manos de Ludovico Ariosto y Torquato Tasso.
La herencia de Boccaccio fructifica entre tanto en la Precursor de las ideas humanistas en el norte de
prosa laica de Lorenzo Valla y la novedosa ciencia Europa, Erasmo de Rotterdam ha pasado a la historia
política de Maquiavelo, y alcanza su máxima cumbre como un símbolo del amor por el saber, la crítica
narrativa con los influyentes relatos de Matteo Bandello. inteligente y el respeto universal. Hijo ilegítimo de un
Gracias a la imprenta, tanto los clásicos griegos y latinos sacerdote, se educó en colegios monásticos y, tras
como los nuevos modelos italianos se difunden con una ordenarse en 1492, estudió filosofía en París y acabó
rapidez sin precedentes en otros países, junto con las pidiendo una dispensa papal para vivir como 5laico,
LITERATURA
doctrinas humanistas que abanderará fuera de Italia el hastiado de la institución sacerdotal. A partir deAÑO
1499,
gran Erasmo de Rotterdam. El espíritu libre y llevó una vida errante, enseñando y escribiendo, y
entró en contacto con humanistas de diversos países,
entre ellos Inglaterra, donde contribuyó a establecer
la enseñanza de los clásicos. Reconocido por su imaginación y un manejo magistral del lenguaje, el
erudición y por su elegante maestría del latín, atacó el autor abarca en ella desde las
escolasticismo y la inmoralidad de la Iglesia y abogó por
el retorno a la ética cristiana en su célebre sátira
Elogio de la locura, dedicada al humanista inglés
Tomás Moro. Su traducción crítica del Nuevo
Testamento, realizada en 1516 sobre la base de nuevos
manuscritos, le valió, junto con el Elogio y otras críticas
al clero, el epíteto de padre de la Reforma, pese a que,
tras el cisma luterano, siguió siendo católico y llegó a
sostener álgidas disputas con Martín Lutero.
Enemigo, sencillamente, de la ignorancia y la
superchería y autor de textos pioneros de pedagogía,
Erasmo proponía que el latín se enseñara
coloquialmente a los niños y defendía la educación
física y la importancia de interesar a los pupilos. Sus
obras, que incluyen numerosas ediciones de los padres
de la Iglesia y una prolífica correspondencia, fueron
prohibidas por el catolicismo y atacadas por muchos
protestantes. Así y todo, han servido de fuente de
inspiración, en los siglos siguientes, a un sinnúmero de
pensadores europeos, desde Voltaire hasta Bertrand
Russell.

• FRANÇOIS RABELAIS (Poitou, 1494, París,1553)

Escritor y humanista francés, célebre por su obra


Gargantúa y Pantagruel. Siguió la carrera religiosa como
franciscano y fue reconocido por su entorno como un
humanista de prodigioso saber. Su humor satírico, que
en ocasiones atañe al ámbito eclesiástico, lo hizo víctima
de la intolerancia y la persecución y lo obligó a
buscar la protección de personajes poderosos como
Guillaume du Bellay y Margarita de Navarra. Se
integró a la Orden Benedictina, y tras romper sus
votos, estudió y enseñó medicina, preparó ediciones de
las obras de Hipócrates y Galeno y tuvo dos hijos.
Mientras ejercía como médico, asumió su vocación
literaria y publicó bajo seudónimo su primera novela,
Les horribles et épouvantables faits et prouesses du
très renommé Pantagruel, roi des Dipsodes (1532),
donde demostró su desbordante fantasía, su
magistral arte narrativo, su genio cómico y la riqueza de
su lenguaje. Aunque condenada por la Sorbona como
obscena, esta obra que satirizaba la fanfarronería de su
época gozó de gran éxito entre el público. En 1534 dio a
la imprenta La vie inestimable du grand
Gargantúa y, luego de reincorporarse a la Orden
Benedictina y tras once años de silencio, publicó su Tiers
livre des faits et dits héroiques du noble Pantagruel, un
trabajo que volvió a ser tildado de hereje. En 1548
aparecería el Quart livre des faits et dits héroiques du
noble Pantagruel, condenado de nuevo por la Sorbona y
también censurado por el Parlamento de París.

Gargantúa y Pantagruel

La obra maestra de François Rabelais consta de


cuatro libros: Les horribles et épouvantables faits et
prouesses du très renommé Pantagruel, roi des Dipsodes
(1532), La vie inestimable du grand Gargantua (1534),
Tiers livre des faits et dits héroiques du noble Pantagruel
(1545) y Quart livre des faits et dits héroiques du noble
Pantagruel (1548). Con agudo ingenio, fantasiosa
posibilidades humorísticas más groseras y escatológicas un continuo
hasta la más lúcida sátira, burlándose de instituciones,
fanfarrones, abogados, médicos, académicos, ocultistas
y religiosos. También integra el legado de las letras
medievales, clásicas e italianas al ilustrar la experiencia
humana por medio de la exuberancia del lenguaje y de
las situaciones, mientras hace gala, asimismo, de una
gran erudición a lo largo de sus variadísimas parodias,
que describen episodios heroicos y caballerescos,
viajes, batallas, sucesos personales, eventos
históricos y encrucijadas morales. Trata, por lo demás,
temas como la educación ideal, el carácter del príncipe
renacentista y el matrimonio. Enmarcando sus
narraciones en un relato de viajes, Rabelais refiere los
acontecimientos, búsquedas, batallas, reinos,
instituciones e intoxicantes vidas del rey Pantagruel, de
su compañero Panurge y del gigante Gargantúa,
padre de Pantagruel. El texto, pese a ser condenado
en su época por la Universidad de la Sorbona y el
Parlamento de París, fue inmensamente popular.
Gargantúa y Pantagruel ha influido de manera singular
en la formación de la novela, en la experimentación
narrativa y en la concepción del humor literario.

Pantagruel

Pantagruel es el hijo gigante del también desaforado


rey Gargantúa que protagoniza con éste los libros de
Rabelais englobados bajo el título común de Gargantúa
y Pantagruel. Para la creación de este personaje, el
autor francés se inspiró en la figura de un diablillo que
se divertía en dar sed a los hombres. Pero Pantagruel
no posee sed de agua sino de conocimientos, algo
inherente al espíritu de la época renacentista de que
data la obra, aunque en los textos no se caracterice
tampoco por su frugalidad. Todo lo contrario,
pantagruélico ha pasado a ser un sinónimo de excesivo
en lo que se refiere a la comida y la bebida.

• MICHEL EYQUEM
DEMONTAIGNE
(Château de Montaigne, Périgord, 1533 - 1592)

Creador, con sus Ensayos, del género literario así


llamado, Michel Eyquem de Montaigne es uno de los
escritores más influyentes de la literatura y de la historia
de las ideas en Occidente. Miembro de la nobleza
administrativa de Francia, aprendió latín antes que
francés, estudió derecho y fue miembro del Parlamento
de Burdeos, ciudad de la que más adelante sería
nombrado alcalde, caracterizándose en este cargo por
su eficiente mediación entre católicos y protestantes. La
amistad con el humanista y escritor La Boétie, iniciada a
los veinticuatro años de edad, le resultaría
intelectualmente enriquecedora y determinante en su
vida. Tras la publicación de su primer trabajo literario,
una traducción de la Teología natural del monje español
Ramón Sebond, Montaigne se retiró para dedicarse al
estudio, la meditación y la escritura. Comenzó a escribir
entonces sus Ensayos, textos en los que testimoniaba la
actividad, los movimientos y los descubrimientos de su
propio ser y de la relación de éste con los otros y con el
mundo. Hasta su muerte, Montaigne no dejaría de
dedicarse a estas piezas, reveladoras de su integridad y
esfuerzo de autoconocimiento. Como testimonia su Los Lusíadas
nombre, los Ensayos, ajenos a dogmatismos, connotan
una actitud intelectual centrada en el planteamiento de Este poema épico de Luís Vaz de Camões es la
preguntas y el intento de responder a ellas. Montaigne principal obra de la literatura portuguesa. Publicado en
examina en estas páginas numerosos aspectos de la 1572 y dedicado al rey Sebastián, deriva su título de
vida y la realidad de la diversidad de la educación, la Lusitania, el nombre latino de Portugal. Consta de diez
anatomía o los habitantes del Nuevo Mundo. Tras la cantos compuestos por mil ciento dos estrofas que
primera entrega de los Ensayos en 1580, su espíritu narran el viaje de Vasco da Gama, descubridor de la
inquieto y su curiosidad natural llevaron al autor a viajar ruta marítima hacia la India. La trama arranca situando
por Francia, Alemania, Suiza, Austria e Italia. Su Journal a los exploradores lusos en las costas orientales de
de voyage sería publicado póstumamente en 1774. África y con los dioses olímpicos discutiendo el
Respetado por los reyes Enrique III y Enrique IV, porvenir de estos aventureros, con Venus a su favor y
Montaigne tuvo asimismo detractores y atacantes en Baco en su contra. La expedición pasa entonces algunos
medio de la intolerancia religiosa que vivía su país, días en Melinde, donde Vasco da Gama cuenta al rey del
llegando a ser arrestado por la Liga Protestante y a ser país la historia de su patria y le describe la muerte de
leído, apropiado y malentendido durante siglos por Inés de Castro, la batalla de Aljubarrota, la visión del rey
diferentes bandos ideológicos. Pascal se opuso a su Manuel I, el fuego de san Elmo y la amenaza del gigante
supuesto escepticismo, Diderot y Voltaire lo vieron Adamstor. Con el favor de la diosa del amor, los
como un precursor de la Ilustración, Rousseau admiró portugueses logran llegar a la India, y acompañados por
su arte del autorretrato y escritores como Shakespeare, las ninfas que cantan las futuras glorias de su nación,
Flaubert o Huxley exploraron sus textos con fruición. vuelven por fin a casa. Camões exalta el heroísmo de
Portugal frente a la naturaleza, los hombres y los dioses,
• LUIS VAZ DE CAMÕES (Lisboa, 1524/25 - mientras entreteje el saber clásico con su vasto
1580) conocimiento empírico y su aguda percepción. Sobresale
la delicadeza de su verso, que hace fascinantes sus
Autor de algunos de los pasajes mejor logrados de la descripciones. Esta obra que combina mitología, historia
poesía renacentista, Luís Vaz de Camões está y ficción ha sido un fenómeno lingüístico de
considerado el mayor poeta de la historia literaria de incomparable influencia en las letras portuguesas y
Portugal. Su vida, conocida a través de biógrafos del brasileñas desde el siglo XVI hasta el presente.
siglo XVII, menciones de otros autores, documentos
hallados en el siglo XIX e información que se deduce de
su obra, sigue presentando misterios a la crítica actual. La Inglaterra isabelina
Camões fue testigo y personaje de la expansión imperial
portuguesa hacia las tierras y los mares de Oriente, y Durante el reinado de Isabel I, Inglaterra vivió
se cree que era miembro de la aristocracia portuguesa profundas transformaciones sociales, religiosas y
empobrecida. Pudo haber estudiado en la Universidad de políticas que afectaron la vida pública y privada de sus
Coimbra. Su profundo conocimiento de las culturas súbditos. La concepción de la autoridad y de los vínculos
antigua y coetánea no tuvo par entre sus que unían los distintos estamentos de la sociedad se vio
contemporáneos. Se presume que siendo joven viajó a trastornada, y circunstancias como el aumento en la
Marruecos y que se desplazaría posteriormente a la población, el empobrecimiento de las clases bajas, la
India al servicio del rey Juan III, tras obtener el perdón consolidación de la Iglesia anglicana y un alto índice de
del monarca por su participación en una riña. Recorrió el criminalidad se integraron en la revolución intelectual
mundo durante diecisiete años y en sus travesías por la del renacimiento, generando una profusa actividad
India y África adquirió experiencias valiosas y un artística en medio de grandes tensiones. La influencia
conocimiento exacto de las culturas extranjeras, aunque del humanismo y de las refinadas letras italianas
la fortuna no siempre le fue propicia, según sus incentivó en la isla la necesidad de ponerse al día con
propios lamentos. Participó en expediciones navales y los avances estéticos y filosóficos del continente, dando
naufragó en el delta del Mekong. En 1570 regresó a paso, con el tiempo, a un nuevo público, muy
Portugal, donde dos años más tarde publicaría su gran heterogéneo y cada vez más consciente de las
obra Los Lusíadas, épica que con incomparable riqueza posibilidades del lenguaje. La tendencia a las fuentes
léxica y estilística narra el viaje de Vasco da Gama. clásicas y al racionalismo se vio punteada por la
Camões cultivó la lírica en sonetos, sextetos, odas, persistencia de formas literarias populares. El uso
octetos, églogas, elegías, canciones, redondillas, coloquial del idioma contribuyó de este modo a la lengua
motos, esparsas y glosas, en las que expresó su literaria, que vivía una intensa maduración. Los distintos
genuino sentimiento, marcado por tonos de añoranza, géneros se fecundaron entre sí y su desarrollo se
angustia y soledad y a veces punteado por brotes enriqueció con la práctica de la traducción, cultivada con
espontáneos de alegría. Fue también autor de las entusiasmo por los autores de la época. La evolución de
comedias Anfitriões, adaptada de Plauto; El rei Seleuco, la imprenta, sumada a importantes reformas en la
basada en Plutarco, y Filodemo. Camões gozó de una educación, cimentó una vasta producción en prosa y
pensión de la Corona y murió envejecido poesía. A través de la prosa se explotó el poder de las
prematuramente. Su influencia en las literaturas letras en la vida pública y se tomó consciencia de la
portuguesa y brasileña es incalculable. posibilidad expositiva de la lengua inglesa,
posteriormente afianzada con la obra de Francis Bacon.
Proliferaron la
escritura teórica y vertientes alternativas a la prosa Ovidio, Séneca, Marlowe, Philip Sidney, la Biblia y de
literaria como los libros de viajes, la sátira y la crónica. diversas tradiciones
En cuanto a la ficción, aparecieron varias colecciones
de relatos importados de Francia e Italia. La poesía,
impulsada por la adaptación de modelos italianos, la
traducción, la música renacentista, y las obras seminales
de Spenser y Sidney, e xp er im en tó a n iv el es d
e fo rm a y co nt en id o caracterizándose por la
espontaneidad, la suavidad y la economía de las
imágenes. El soneto marcó una importante tendencia con
autores como Shakespeare y Gleville, mientras que la
poesía bucólica ganaba adeptos y la sátira se
convertía en una de las artes inglesas por excelencia.
Sería el teatro, sin embargo, accesible a todos los
públicos y sintetizador de todos los géneros, el espacio
más propicio para representar las transformaciones
individuales, nacionales e históricas que vivía la
Inglaterra isabelina. La escena recibió la influencia del
drama clásico, las tradiciones autóctonas y la mascarada
de la corte, y fue un laboratorio para la reflexión, la
lengua y las formas literarias. Entre los muchos
dramaturgos de calidad del período, se destacaron
Christopher Marlowe, Ben Jonson y el genial William
Shakespeare, quien armonizó en su verso belleza e
inteligencia y llevó a las tablas el dilema del hombre en
sus pasiones, sentimientos y dudas, provocando una
revolución ligüística y estética.

• WILLIAM
SHAKESPEARE
(Stratford-upon-Avon, 1564 - 1616)

Considerado el mayor dramaturgo de todos los


tiempos y el principal escritor en lengua inglesa, William
Shakespeare logró, como era su intención manifiesta,
que el teatro sostuviera un espejo frente a la
naturaleza. Su representación de los conflictos del ser
humano fue tan sublime en su forma y su visión poética
como en su alcance intelectual e intuitivo. El cisne de
Avon exploró en su producción las pasiones del alma, el
reverso de situaciones cotidianas e históricas y,
eminentemente, el poder del lenguaje. Poco se conoce
sobre su existencia como individuo, y cuanto se ha
podido establecer acerca de él se basa en escuetos
documentos oficiales y algunas alusiones de sus
contemporáneos. Se sabe que fue hijo del funcionario
burgués de Stratford-upon-Avon John Shakespeare y de
Mary Arden, ésta proveniente de un antiguo linaje. No
concurrió a la universidad y, según consta en los
registros, contrajo matrimonio a los dieciocho años con
Ann Hathaway, con la que tuvo tres hijos: Susanna y los
gemelos Judith y Hamnet, el último de los cuales
había de morir en la infancia. Shakespeare trabajó en el
teatro desde su juventud bajo el patrocinio del conde de
Southampton, a quien dedicó sus primeros poemas
publicados, Venus y Adonis y El rapto de Lucrecia. En
Londres triunfó rápidamente gracias a su papel como
actor protagonista, autor y ocasionalmente director de
la Lord Chamberlain’s Company of Players, una
compañía llamada también The King’s Men y que se
desempeñaba tanto ante el gran público como ante la
corte. Maestro sublime del idioma inglés, William
Shakespeare experimentó con los sonidos, significados y
ritmos de su lengua natal; recibió la influencias de Plauto,
escénicas, y basó casi todos sus argumentos en piezas
ajenas, por ejemplo originadas en Boccaccio,
Montemayor, Plutarco, cronistas de la antigüedad e
historiadores británicos, enriqueciendo la literatura
universal con su amplísimo vocabulario, su talento
incomparable para el planteamiento dramático y su
genio inagotable para la creación de personajes
arquetípicos. Sus obras tempranas incluyen La comedia
de las equivocaciones, Tito Andrónico, Los dos
caballeros de Verona, Romeo y Julieta y Trabajos de
amor perdidos. Entre sus dramas históricos figuran
Ricardo II, La tragedia del rey Ricardo III, Enrique IV,
Julio César, Antonio y Cleopatra y Pericles, así como
entre sus comedias, famosas por su fantasía,
transformaciones y juegos de ingenio y ambigüedad, se
destacan El mercader de Venecia, Mucho ruido y pocas
nueces, Como gustéis, Las alegres casadas de Windsor
y Sueño de una noche de verano. Sus tragedias
principales son: Hamlet, Otelo, Macbeth, El rey Lear y
Timón de Atenas, y de su repertorio tardío sobresalen La
tempestad, Cymbeline y Cuento de invierno. Además de
estos monumentos del teatro mundial, Shakespeare
escribió una exquisita colección de sonetos, poemas
líricos en ocasiones desencantados y crípticos,
caracterizados por su profundo análisis de los
sentimientos amorosos y por su excelencia estilística.
La escasa información disponible sobre la vida del gran
bardo, por ejemplo el hecho de que no haya sobrevivido
hasta nuestros días ningún manuscrito suyo, ha llevado
a la crítica, sobre todo a partir del siglo XIX, a barajar la
posibilidad de que sus creaciones fueran de la autoría
de Francis Bacon, Christopher Marlowe, el sexto conde
de Derby o de un colectivo formado por las plumas de
Ben Jonson, Marlowe, Kyd, Beaumont, Greene,
Chapman y otros escritores isabelinos.

El rey Lear

Obra maestra del tercer período creativo de William


Shakespeare, El rey Lear es una de las tragedias más
pesimistas y conmovedoras de la literatura occidental.
Fue estrenada en 1605, publicada en 1608 sobre la base
de un dudoso manojo de papeles, y luego reeditada en
formato folio, utilizando como fuente el guión abreviado
de un actor. Su argumento, asumido como histórico por
la audiencia isabelina, gira en torno a la tragedia de
Lear, un tiránico monarca que decide dividir su reino
entre tres hijas, de acuerdo con el amor que éstas
sepan profesarle de viva voz. Tras recompensar la
elocuencia de las mayores, Goneril y Regan, Lear es
traicionado por ellas y se ve abocado a buscar refugio al
lado de Chordelia, la tercera, a quien ha castigado por
rehusarse a hacer tales declaraciones. Sumido por esta
traición en la locura, el soberbio y desgraciado Lear
recobra el juicio gracias al amor verdadero de
Chordelia, y comprende progresivamente su fracaso
como gobernante y como padre. Su dramática
transformación en hombre cuerdo, sin embargo, no le
evita perder su reino a manos de un hijo malvado del
duque de Gloucester, quien se ha separado a su vez
ciegamente de otro hijo cuerdo y bondadoso. Cuando
intenta restaurar a su padre en el trono, Chordelia muere
ahorcada. Goneril también perece, en una demostración
del carácter autodestructivo del mal, al
suicidarse después de envenenar por celos a Regan, y mantienen apartado de la vida a su
asimismo el usurpador de Gloucester encuentra un fin
trágico. El nihilismo radical de El rey Lear, obra en la que
la fuerza del amor no alcanza a paliar la catástrofe final
del protagonista, ha contribuido a hacer de ella un
clásico intemporal sobre el destino de los hombres
esclavos de sus pasiones.

Hamlet

Representada por primera vez en 1600 y publicada


en
1603, esta obra de gran éxito en su día es uno de los
clásicos del canon occidental y quizá la pieza más
afamada de las letras inglesas y del teatro universal. Su
protagonista se ha convertido en uno de los mayores
mitos literarios y en un enigma para la psicología.
Hamlet, príncipe de Dinamarca se basa en un relato
aparecido en la Gesta Danorum de Saxo Grammaticus y
que fue traducido al francés por F ra nç oi s de B el
le fo re st e n H is to ir es t ra gi ques ,
probablemente la fuente de inspiración de Shakespeare.
Algunos han buscado sus orígenes en una saga
islandesa extraviada y otros en el Shah-nameh del
poeta persa Ferdowsi. El argumento cuenta la historia
de la venganza que el príncipe Hamlet debe consumar
contra su madre Gertrude y su tío Claudius, quien se ha
casado con ella poco después de la muerte del rey. Tras
la aparición del fantasma de su padre, que asegura
haber sido envenenado por su hermano Claudius,
Hamlet cae en la melancolía y la incertidumbre. Los
miembros de la corte piensan que está volviéndose
loco, circunstancia que él aprovecha para acercarse a
su destino. Después de hacer, para probar las
reacciones de los regicidas, que una compañía de
actores represente ante Gertrude y Claudius una historia
semejante a la del asesinato del monarca, el príncipe
confronta a su madre con su descubrimiento y mata en
medio de su confusión a Polonio, quien espía el
encuentro detrás de una cortina. Hamlet es entonces
enviado a Inglaterra con Rosencrantz y Guildenstern,
portadores en secreto de la sentencia de muerte de
éste, que astutamente revierte la situación para que los
letales mensajeros sean las víctimas en su lugar. De
regreso en Dinamarca, Hamlet encuentra que la hija de
Polonio, Ophelia, su novia, se ha suicidado y que el
hermano de ella, Laertes, busca vengar esta muerte y la
de su padre. El príncipe y Laertes, entonces, se baten
en duelo y mueren heridos por la espada envenenada
que Claudius había destinado a la carne de Hamlet. El
príncipe agonizante mata al rey usurpador, la reina
Gertrude se suicida y Horacio, amigo de Hamlet,
sobrevive como depositario de la trágica historia.

Hamlet (personaje)

William Shakespeare concibió este personaje, cuyo


nombre da título a la tragedia que protagoniza,
inspirado en textos medievales escandinavos. Hamlet,
que por un lado encarna el ideal renacentista al ser un
príncipe lúcido y educado en todas las artes, incluidas
las del teatro y la guerra, es por otro un ser
visceralmente melancólico, cuya mente deambula sin
descanso en pensamientos existenciales que lo
alrededor. Esta honda crisis metafísica se la ha de Julieta Capuleto y Romeo Montesco, dos jóvenes
provocado la muerte de su padre, cuyo fantasma se le veroneses, bellos e inocentes, unidos por el amor y
ha aparecido para contarle que fue asesinado por su separados por una querella
propio hermano, el tío de Hamlet, que ha usurpado tanto
el trono de Dinamarca como el lecho conyugal del
difunto al haberse casado con su viuda, la madre del
joven. Hamlet fingirá estar loco para poner en evidencia
a su tío llegado el momento, pero intentando hacer
justicia se convertirá él mismo en un asesino. Este
príncipe atormentado, cuya alma se disputan la razón y
la fe, fue uno de los modelos más estudiados por la
literatura romántica. Personaje de un sinfín de matices,
ha llegado hasta nuestros días sin perder un ápice de
actualidad. Es suya la línea más famosa de la
dramaturgia universal: “Ser o no ser, ésa es la
cuestión”.

Otelo, el moro de
Venecia

Representada por primera vez en 1604 y publicada en


1622, esta tragedia de William Shakespeare cuenta en
cinco actos la historia de Otelo, un general moro de la
Armada veneciana íntegro y valiente, pero enajenado por
los celos, pasión que se sobrepone a su razón llevándolo
a matar a su fiel esposa Desdémona, a quien ama
profundamente. Los celos de Otelo han sido inducidos
por su compañero de luchas Iago, quien, víctima de la
envidia ante la prosperidad del moro y celoso del
nombramiento con que éste ha honrado a Cassio,
inventa que Desdémona y Cassio son amantes. Iago
prueba sus rumores haciendo que un pañuelo que Otelo
había regalado a Desdémona aparezca entre las
pertenencias de Cassio. El moro, tras matar enceguecido
a Desdémona, se da cuenta de la inocencia de ésta y
se suicida tras un brillante lamento. Esta tragedia,
basada en un argumento de Giambattista Girardi, es una
de las piezas del teatro isabelino más adaptadas y
representadas en la actualidad, además de haber
inspirado óperas memorables de Rossini, Verdi y otros
compositores.

Otelo

El protagonista de la tragedia homónima de William


Shakespeare es la referencia obligada de la literatura en
el tema de los celos. Modelo de guerrero valiente, lúcido,
noble y con alma de poeta, su oratoria es tan filosa y
contundente como su espada, a pesar de lo cual es un
hombre muy influenciable. Ama a su mujer,
Desdémona, sobre todas las cosas; sin embargo, eso no
constituye un obstáculo para que el calumniador Iago lo
lleve a desconfiar de ella. Movido por estos celos
inducidos, el moro, como lo llaman en Venecia, su
patria adoptiva, termina matando a Desdémona
injustamente. Otelo es uno de los personajes más
complejos del repertorio shakespeariano desde el punto
de vista psicológico.

Romeo y Julieta

Considerada la más lograda de las obras tempranas


de Shakespeare, Romeo y Julieta es quizá la tragedia
amorosa más conocida de Occidente. Cuenta la historia
entre sus familias. A través de este romance, el autor Vivirás mientras alguien vea y
recrea en el escenario un complejo universo dramático sienta y esto pueda vivir y te dé
en el que el amor convive con el odio, la venganza y la vida.
picaresca. La obra, que culmina con la muerte de sus
(Versión de Manuel Mujica Lainez, 1963)
protagonistas, causó gran impacto entre el público
isabelino y se convirtió pronto en un clásico de la
literatura amorosa.

Romeo (personaje)

Protagonista del célebre drama de Shakespeare


Romeo y Julieta, Romeo representa el ideal del galán
apuesto y enamorado. Sus declaraciones ardientes bajo
el balcón de Julieta son un clásico de todos los amantes.
Su carácter impulsivo y pasional da paso, a través de la
obra, a la construcción de un personaje más maduro
pero no menos enamorado. La impaciencia de su
juventud triunfa al final sobre la razón, y desencadena
su final trágico y el de su amada.

WILLIAM
SHAKESPEARE
SONNETXVIII

Shall I compare thee to a summer’s day?


Thou art more lovely and more temperate:
Rough winds do shake the darling buds of
May, And summer’s lease hath all too short a
date: Sometime too hot the eye of heaven
shines, And often is his gold complexion
dimm’d;
And every fair from fair sometime declines,
By chance or nature’s changing course intrimm’d;

But thy eternal summer shall not fade


Nor lose possession of that fair thou ow’st;
Nor shall Death brag thou wanders’t in his
shade, When in eternal lines to time thou
grow’st:

So long as men can breath or eyes can


see, So long lives this, and this gives life to
thee.

XVIII

¿A un día de verano compararte? Más


hermosura y suavidad posees, Tiembla
el brote de Mayo bajo el viento y el
estío no dura casi nada.

A veces demasiado brilla el ojo


solar, y otras su tez de oro se apaga;
toda belleza alguna vez declina,
ajada por la suerte o por el
tiempo.

Pero eterno será el verano tuyo.


No perderás la gracia, ni la Muerte
se jactará de ensombrecer tus pasos
cuando crezcas en versos
inmortales.
XVIII From sullen earth, sings hymns at heaven’s gate;
For thy sweet love remember’d such wealth
¿A un día de verano habré de compararte? brings That then I scorn to change my state with
Tú eres más dulce y temperado: un kings.
ramalazo de viento los capullos de Mayo
desparte,
y el préstamo de estío vence a corto plazo;

tal vez de sobra el ojo de los cielos


arde, tal vez su tez de oro borrones
empañan, y toda gracia pierde pronto o
tarde,
que ya accidente o cambio natural la dañan.

Mas tu verano eterno ni jamás se agota


o pierde prenda de esa gracia en que floreces, ni
Muerte ha de ufanarse que a su negra costa
vagues, que cara al tiempo en línea eterna
creces.

En tanto aliente un hombre o ver el ojo


pida, vivo estará este verso, y te dará a ti
vida.

(Versión de Agustín García Calvo, 1974)

18

¿He de compararte a un día de verano?


Tú eres más hermoso y tanto más templado
Duros vientos mueven los dulces brotes de
mayo, Y es breve el plazo que nos da el verano.
A veces es intenso el ojo de los cielos,
Y a menudo se oscurece su dorada
tez; Y todo lo bello declina en su
belleza,
Por azar o curso de natura
despojado. Pero no declinará tu
eterno verano,
Ni perderás la propia belleza que posees,
Ni la muerte se jactará que andes en su sombra,
Cuando en eternas líneas crezcas con el tiempo;
Mientras alienten hombres y hayan ojos que miren,
Tanto vivirá esto, y esto te dará vida.

(Versión de Jorge Capriata, 1999)

WILLIAM SHAKESPEARE SONNET XXIX

When, in disgrace with fortune and men’s


eyes, I all alone beweep my outcast state
And trouble deal heaven with my bootless
cries And look upon myself and curse my
fate, Wishing me like to one more rich in
hope,
Featured like him, like him with friends
possess’d, Desiring this man’s art and that
man’s scope,
With what I most enjoy contented least;
Yet in these thoughts myself almost
despising, Haply I think on thee, and then
my state,
Like to the lark at break of day arising
XXIX pensamiento, Felizmente pienso en ti, y así mi
condición, Como la alondra que al amanecer
Cuando hombres y Fortuna me surge de la Oscura tierra, en las puertas del cielo
abandonan, lloro en la soledad de mi canta; Pues tal riqueza trae tu amor en el
destierro recuerdo
y al cielo sordo con mis quejas
canso y maldigo al mirar mi
desventura,

soñando ser más rico de esperanza, bello


como éste, como aquél rodeado,
deseando el arte de uno, el poder de
otro, insatisfecho con lo que me queda;

a pesar de que casi me desprecio,


pienso en ti y soy feliz y mi alma
entonces, como al amanecer la alondra,
se alza
de la tierra sombría y canta al cielo:

pues recordar tu amor es tal fortuna


que no cambio mi estado con los
reyes.

(Versión de Manuel Mujica Lainez, 1963)

XXIX

Cuando, en desgracia con Fortuna y con el


mundo, lloro a solas mi sola condición de paria
y el sordo cielo en vano con mis gritos
hundo y me miro y maldigo mi estrella
contraria,

deseándome igual a otro de más largo


favor, con sus amigos, con su parecido,
envidiándole el arte a éste, a aquél el
cargo, con lo que más disfruto menos
avenido,

ya en ésas casi odiándome, al fin por ventura


pienso en ti, y al momento mi suerte de un
vuelo, como alondra al romper el día, de la
oscura
tierra se alza y canta a las puertas del cielo.

Pues tu amor recordado aporta tal tesoro


que cambiarme con reyes tengo ya a desdoro.

(Versión de Agustín García Calvo, 1974)

29

Si caído ante Fortuna y los ojos del


mundo, Solitario lamento mi condición de
paria,
Y al sordo cielo turbo con estéril grito,
Y viéndome a mí mismo maldigo mi suerte,
Queriendo ser cual uno más rico en
esperanza, Semejante a él, como él rodeado
de amigos, Deseando el arte de éste, de
aquél la gama, Siendo infeliz con lo que más
me satisface;
Y casi despreciado en mi propio
Que así desdeño cambiar mis bienes con los singulares
y cómo hace hermosura hermoso el viejo
reyes. (Versión de Jorge verso que loa damas muertas y gentiles pares,

Capriata, 1999) allí, en la flor de la belleza y la ufanía


de mano o pies o labios, ojo o frente,
intuyo que aquella antigua pluma dibujar
WILLIAM SHAKESPEARE quería belleza tal como ésa que hoy es
SONNET CVI feudo tuyo.

When in the chronicle of wasted time Así, no son sus loas más que profecía
I see descriptions of the fairest de nuestro tiempo, todas a
wights, And beauty making prefigurarte; que al que con ojos de
beautiful old rhyme adivino te veía, para cantar tus gracias
In praise of ladies dead and lovely le faltaba parte;
knights, Then, in the blazon of sweet
beauty’s best, Of hand, of foot, of lip,
of eye, of brow,
I see their antique pen would have express’d
Even such a beauty as you master
now. So all their praises are but
prophecies Of this our time, all you
prefiguring;
And, for they look’d but with divining
eyes, They had not skill enough your
worth to sing: For we, which now behold
these present days, Had eyes to wonder,
but lack tongues to praise.

C
V
I

Cuando en las crónicas de tiempos


idos veo que a los hermosos se
describe
y a la Belleza embellecer la rima
que elogia a damas y señores muertos,

observo que al pintar de sus dechados


la mano, el labio, el pie, la frente, el
ojo, trataba de expresar la pluma
arcaica
una belleza como la que tienes.

Así, sus alabanzas son presagios


de nuestro tiempo, que te
prefiguran, y pues no hacían
más que adivinarte, no podían
cantarte cual mereces.

En cuanto a aquellos que te


contemplamos con absorta mirada,
estamos mudos.

(Versión de Manuel Mujica Lainez,


1963)

C
V
I

Cuando en las crónicas del tiempo ido


inmerso los retratos de bellezas
y hoy, que vemos venido el día ya, nos enterraban a sus familiares; Fray Lorenzo envía
mengua, para alabar lo que los ojos ven, la entonces, a un
lengua.

(Versión de Agustín García Calvo, 1974)

106

Cuando en la crónica de agotados tiempos


Veo descripciones de los más hermosos
seres, Y a la belleza recrear antiguas rimas
Loando damas muertas y tiernos
caballeros, En el perfecto encomio de la
dulce belleza
De manos, de pies, de labios, de ojos y
frentes, Sé que la vieja pluma habría reflejado
La exacta belleza que ahora has
domeñado. Pero esas loas, aun
prefigurándote,
No son más que profecías sobre nuestro
tiempo, Y como vieron sólo con ojos proféticos,
No bastó su destreza para cantar tu valer.
También nosotros que contemplamos el
presente Miramos pasmados, mas sin lenguas
para loar.

(Versión de Jorge Capriata, 1999)

ROMEO Y

JULIETA Género Literario: Teatral


Partes: Está escrito en cinco actos
Tema:
Trata de los amores de dos jóvenes: Romeo y
Julieta, quienes se aman por encima de los odios y
rivalidades de sus familias, triunfando más allá de la
muerte.

Argumento:
Romeo, único descendiente de la familia Montesco,
de Verona, entra enmascarado en un baile de los
Capuleto, familia rival de la suya, y conoce a Julieta, hija
única de los dueños de casa.
Ambos jóvenes se enamoran y con ayuda del ama de
Julieta y Fray Lorenzo, amigo de Romeo, son
desposados por aquél, con la esperanza de que
pronto puedan reconciliarse sus respectivas familias.
Romeo, momentos más tardes, se encuentra con
Teobaldo, sobrino de Capuleto, el cual lo insulta y se ve
obligado a batirse en duelo, matando al ofensor; por lo
cual el príncipe lo condena al destierro. Romeo se
despide de Julieta y de acuerdo con Fray Lorenzo se
refugia en Mantua.
Mientras tanto el señor de Capuleto ignorando el
matrimonio secreto resuelve casar a Julieta con Paris,
mancebo perteneciente a la familia del príncipe, Julieta
al enterarse, corre a pedir consejo a Fray Lorenzo, y
éste le da un narcótico que le hará dormir cuarentaidós
horas y podrá pasar por muerta, ofreciéndose a ir a
sacarla de su panteón, para que se reuna con su esposo
Romeo, a quien el franciscano se compromete avisar.
Julieta toma el narcótico, el que hace su efecto y
teniéndole por difunta es llevada al lugar donde
compañero a Mantua para que le lleve el aviso a teniendo que alejarse de sus
Romeo. A consecuencia de una peste que había en puestos, por merced solicitan de sus
aquella ciudad, no dejan entrar al mensajero y en ojos
cambio Romeo se entera por su criado, de la muerte de que ocupen su lugar en la alta
Julieta, que él cree cierta. Dominado por la esfera. Mientras estén ausentes, si
desesperación, compra un violento veneno y parte por dicha estuvieran sus ojos en el
aquella misma noche para Verona encaminándose al cielo,
cementerio.
Allí se tropieza con Paris que llevaba flores a la
tumba de Julieta e insultado por él, se ve obligado a
darle muerte, y se dirige enseguida al panteón en que
estaba depositado el cuerpo de Julieta; creyéndola
privada de vida, toma sin vacilar el veneno y muere a su
lado.
A los pocos momentos, pasado el efecto del
narcótico, recobra Julieta el sentido, y al ver el cadáver
de su adorado y la copa que tiene en la mano, adivina el
fatal error de que había sido víctima y desesperada,
bebe los residuos del tóxico que quedaban en los labios
de Romeo y muere junto a él.
Cuando llegaba Fray Lorenzo en busca de Romeo
para ponerle al corriente de la simulada muerte de
Julieta, se encontró con la doble tragedia.
El príncipe reprochó a los padres por las querellas
entre familias, que habían sido la causa de la muerte de
los dos amantes.
Montesco erigió una estatua de oro a la "Fiel y
cándida Julieta" y Capuleto tributó a Romeo el mismo
honor; así acabó el odio y la rivalidad entre las dos
familias.

ESCENA II
EL JARDÍN DE
CAPULETO
(entra Romeo)

ROMEO : Aquel que nunca tuvo herida


alguna se burla alegre de la llaga
ajena.

(Julieta se asoma a una ventana)

¡Calla! Qué luz es la que allí


despunta ese balcón es el balcón de
oriente
Y Julieta es el Sol. Sube radiante
¡Oh hermoso Sol! y con tus rayos
mata a la envidiosa Luna, quien de
pena pálida y triste está, porque una
ninfa
de su coro la vence en
hermosura. Por envidiosa de
servirle deja: Tristes y
amarillentas son tus galas y
necios lo que de ellas se revisten
deséchalas mi bien. ¿Ella es! ¡Mi vida!
¡Es mi amor que se asoma! ¡Qué no
diera porque supiese que es de mi alma
dueña! Habla, más nada dice. Mas ¡Qué
importa! Hablan sus ojos; les daré
respuesta.
Asaz osado soy; no habló conmigo.
Del cielo dos de lo más bellos astros,
Dos astros en sus órbitas clavados, ¿Montesco qué es? A fe no es pie, ni
El vivo resplandor de sus mejillas mano, Ni brazo rostro, ni otra parte
Oscureciera el brillo de esos astros, alguna
Como la luz del sol la de una tea: Del ser humano. ¿Oh, sé tú de otro nombre!
Sus ojos desde el cielo derramaran ¿Qué importa el nombre? lo que llaman
tal torrente de luz, que a rosa, Con otro nombre aroma igual tuviera
medianoche las aves despertaran, y Del mismo modo mi gentil
a la aurora Saludarían con su voz Romeo, Aunque Romeo nunca se
canora. llamara, Los raros dotes
¡Ahora en la mano apoya su mejilla! conservara todos Que suyos son
¡Quién fuera el guante que esa mano sin título ninguno,
cubre, Para poder tocar esa mejilla! Desecha, pues, tu nombre, mi Romeo;
y en cambio de ese nombre que no es
JULIETA: ¡Ay! ¡ay de mí! parte de tu persona alguna, toma, ¡Oh
toma
ROMEO: ¡Habló! ¡Habla de nuevo, todo mi ser!
Angel divino! estando tú allá
arriba, Radiante te pareces a la ROMEO: Te cojo la palabra:
noche Dame de amante tuyo el dulce nombre;
Cual mensajero alado de los cielos ¡Me juzgaré de nuevo bautizado!
A los abiertos, deslumbrados, ojos De hoy más, mi bien, no quiero ser Romeo ...
De los mortales, que ávidos le
miran Bibliografía
Echando atrás el cuerpo, cuando raudo
Huella las tardas, perezosas Shakespeare, William. Sonetos. Barcelona. Hyperión. 2001
nubes, y flota sobre el seno de los . Obras completas
aires. Madrid: Espasa Calpe
2002
JULIETA: ¡Romeo! ¡Romeo! ¿Por qué, eres tú Romeo?
reniega de tu padre y de tu nombre:
Si a tanto no te atreves, sé mi
amante, y ya no me tendré por
Capuleto.

ROMEO: ¿Que hacer? ¿Sigo escuchando, o le hablo

ahora? JULIETA: No tú, tu nombre es sólo mi enemigo;


El mismo fueras aunque no un Montesco
Poesía del Siglo de Oro

Capítulo VI
SIGLO DE ORO ESPAÑOL Lope de Vega y llevado a su cúspide por las grandes
(s. XVI - s. XVII) obras de Tirso de Molina y Pedro Calderón de la Barca.
Los metros italianos fueron adaptados a la lírica
castellana por Juan Boscán y Garcilaso de la Vega, y la
AUGE DE ESPAÑA COMO POTENCIA temática del Siglo de Oro se vio marcada por una nueva
reflexión sobre el amor. En medio de la doble búsqueda
del hecho poético en la complejidad de los recursos
literarios y en la penetración de las ideas, aparecieron
EDAD DE ORO ESPAÑOL las escuelas de Salamanca y Sevilla, y posteriormente
las tendencias enfrentadas del culteranismo y el
conceptismo, representadas por Luis de Góngora y
Francisco de Quevedo, respectivamente. La narrativa de
estos tiempos, cuya novedad fuera anunciada por la
Tragicomedia de Calisto y Melibea de Fernando de
Renacimiento Barroco Rojas, reemplazó al héroe por el antihéroe y al
(s. XVI) (s. XVII) idealismo por el realismo en la picaresca, tendencia que
incluyó el texto anónimo Lazarillo de Tormes y el popular
Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán. Con el Quijote,
LA LÍRICA EN LA EDAD DE ORO Miguel de Cervantes representó el diálogo entre realidad
y fantasía, dando nacimiento a la novela moderna.
Mientras que los cronistas de Indias forjaban una nueva
ESCUELA ITALIANA
Primera mitad del
historiografía y ampliaban el léxico castellano con su
• Juan Boscán
(Iniciador) siglo XVI esfuerzo por nombrar y describir un mundo flamante, los
1500 - 1550
• Garcilaso de la Vega místicos llevaron el idioma a sus límites expresivos. La
(Representante)
pureza del estilo de Fray Luis de León, la intensidad de
los poemas de san Juan de La Cruz y la fluida prosa de
Santa Teresa de Jesús
ESCUELA SALMANTINA ESCUELA SEVILLANA
crearon un simbolismo religioso a través de cuya lectura
Segunda
• Fray Luis de León mitad del • Fernando de Herrera puede vislumbrarse el espíritu que animó la grandeza de
siglo XVI "El Divino" las letras españolas en el Siglo de Oro.
1550 - 1600

• GARCILASO DE LA
ESCUELA CONCEPTISTA ESCUELA CULTERANISTA VEGA
• Francisco de Quevedo Barroco • Carrillo Sotomayor
y Villegas siglo XVII (Iniciador)
1600 - 1680 • Luis de Góngora y Argote 1503, Toledo, España
(Representante) 1536, Niza, Francia

Considerado el primer gran poeta del Siglo de Oro,


de la filosofía barroca. Fruto de este empeño fue el
Poesía del Siglo de Oro
teatro, deudor de las innovaciones de
español

El llamado Siglo de Oro de la literatura española


comprende en realidad casi dos siglos, extendiéndose
desde el comienzo del XVI hasta fines del XVII.
Constituye la época de mayor gloria de las letras
hispanas y uno de los períodos más productivos en la
historia universal de las letras. Su inicio coincide con la
unificación de España, la fijación de la lengua castellana,
el descubrimiento de América y el influjo del
humanismo italiano. Los autores del Siglo de Oro
crearon una literatura consciente de sí misma y de las
posibilidades y límites del lenguaje, que con ellos se
enriquecería en formas y vocabulario. Se interesaron por
la recuperación del pasado heroico de la península, al
tiempo que se esforzaron por comprender y
representar el complejo entramado de la sociedad
ibérica del renacimiento y por atender a las inquietudes
5
LITERATURA AÑO
Garcilaso de la Vega es una de las figuras más
influyentes de la lírica española. Nació en el seno de
una familia de letrados, y tras destacarse como soldado
del emperador Carlos V en Túnez y en Italia, fue
encarcelado a causa de una intriga cortesana y enviado
luego a luchar en Saboya, donde murió en el frente de
batalla. Tras entrar en contacto a través de Juan Boscán
con la obra de Petrarca, Boccaccio y otros autores
renacentistas, introdujo en su poesía hallazgos de la
métrica italiana como el verso endecasílabo o la
estructura del soneto, con los que renovó decisivamente
la tradición lírica castellana, basada en el octosílabo y el
romance, entre otras formas. La melancolía y los
infortunios del amor fueron temas centrales de su
producción, en la que trabajaba incesantemente,
puliendo y corrigiendo, en busca del perfecto equilibrio
entre pensamiento y emoción. La renovación estilística
iniciada con su obra, publicada póstumamente en 1543
y consistente en apenas treinta y ocho sonetos y una
veintena de poemas más, maduraría en la lírica del Siglo
de Oro, a través de la cual dejaría su impronta en la
literatura posterior.
EGLOGA I 8
Por ti el silencio de la selva
AUTOR: GARCILASO DE LA VEGA umbrosa por ti la esquividad y
apartamiento del solitario monte
ESPECIE: ÉGLOGA
me agradaba
GÉNERO: LÍRICA por ti la verde hierba, el fresco
viento, el blanco lirio y colorida rosa
Al Virrey de Nápoles y dulce primavera deseaba
¡Ay cuanto m'engañaba!
1 ¡Ay cuán diferente era
El dulce lamentar de dos pastores y cuán d'otra manera
Salicio juramento y Nemoroso, lo que en tu falso pecho se
ha de cantar, sus quejas escondía! Bien claro con su voz me
imitando, cuyas ovejas al cantar lo decía
sabroso estaban muy atentas, los la siniestra corneja, repitiendo
amores de pacer olvidadas, la desventura mía
escuchando. Tú, que ganaste Salid sin duelo lágrimas corriendo.
obrando
20
un nombre en todo el
Nemoroso:
mundo y un grado sin
¿Dó están aquellos ojos claros
segundo,
que llevaban tras sí, como colgada,
agora estés atento solo y
mi alma, doquier que ellos se volvían?
dado al ínclito gobierno del
¿Dó está la blanca mano delicada
estado
llena de vencimientos y despojos
Albano, agora vuelto a la otra parte,
que de mí mis sentidos
resplandeciente, armado
l'ofrecían? Los cabellos que vían
representando en tierra el fiero
con gran desprecio al oro
Marte.
como a menor tesoro
¿adónde están, adónde el blanco pecho?
3
¿Dó la columna que'l dorado
En tanto que este tiempo que adivino
techo con proporción graciosa
viene a sacarme de la deuda de un
sostenía? Aquesto todo agora, ya
día que se debe a tu fama y a tu
s'encierra, por desventura mía
gloria (que's deuda general, no sólo
en la oscura, desierta y dura tierra.
mía,
mas de cualquier ingenio 21
peregrino que celebra lo digno de ¿Quién me dijera, Elisa, vida mía,
memoria), el árbol de victorio cuando en aqueste valle al fresco
que ciñe viento andábamos cogiendo tiernas
estrechamente tu flores,
gloriosa frente que había de ver, con largo
dé lugar a la hiedra que se planta apartamiento, venir el triste y solitario
debajo de tu sombra y se levanta día
poco a poco, animada a tus que diese amargo fin a mis
loores, y en cuanto esto se canta, amores? El ciego en mis dolores
escuche tú el cantar de mis pastores. cargó la mano tanto
que a sempiterno llanto
5 y a triste soledad me ha condenado;
y lo que siento más es verme
Pastores: Salicio, Nemoroso NOTA: atado a la pesada vida y enojosa,
solo, desamparado,
Salicio: ciego, sin lumbre en cárcel tenebrosa.
¿Oh más dura que mármol a mis
quejas y el encendido fuego en que me
quemo más helada que nieve Galatea!
Estoy muriendo, y aún la vida temo,
témola con razón, pues tú me dejas, ¿D'un alma te desdeñas ser señora donde
que no hay sin ti el vivir para qué siempre moraste, no pudiendo della salir un
sea. Vergüenza he que me vea hora?
ninguno en tal Salid sin duelo lágrimas corriendo.
estado de ti
desamparado
y de mi mismo me corro agora.
En la Égloga I el tema principal es el
lamento de dos
pastores, Salicio se queja porque Galatea lo
ha dejado, mientras que Nemoroso recuerda a
su amada Elisa, que ha muerto.
La Égloga está dedicada al Duque de Alba
quien ayudó a Garcilaso durante algún tiempo.
Salicio y Nemoroso encarnan a Garcilaso
en dos momentos de su vida, mientras que
Galatea y Elisa a una mujer: Isabel Freyre, de
quien el poeta se enamoró. Los versos de esta
égloga deja entrever una efectividad que
supone la creación de todo un lenguaje.
• FRAY LUIS DE
LEÓN ¡Qué descansada vida
(1527, Belmonte, Cuenca, España - 1591, Madrigal la del que huye
de las Altas Torres, España) del mundanal
ruïdo, y sigue la
Poeta, traductor, hombre de letras y místico español, escondida
fue uno de los personajes más notables del Siglo de senda, por donde han ido
Oro. Se educó en la Universidad de Salamanca, donde los pocos sabios que en el mundo
también enseñó eventualmente. Se hizo monje y fue han sido;
denunciado ante la Inquisición por criticar el texto de la
Vulgata. Víctima de las sospechas de la Iglesia por ser,
además, nieto de una mujer judía, pasó cinco años en
prisión. Fray Luis de León, hombre de carácter
eminentemente honesto y combativo, se pasó la vida
debatiéndose entre la turbulencia de su entorno,
plagado de intrigas eclesiásticas e intelectuales, y su
inclinación hacia una vida tranquila, contemplativa y
moderada. Políglota de gran erudición, tradujo y
comentó el Cantar de los cantares de Salomón y el Libro
de Job, además de verter al castellano obras en griego,
latín e italiano. De los nombres de Cristo (1583-
1585) es su principal obra en prosa. En ella demuestra
la nobleza, la elegancia y la claridad de su pluma. Su
amor a la belleza y a la naturaleza y la honestidad y
transparencia de su verso brillaron, por su parte, en
sus poemas, publicados póstumamente por Francisco de
Quevedo. Los más conocidos son "Vida retirada" (1557) y
"Noche serena" (1571). Escribió, de igual manera, La
perfecta casada (1538), un comentario al Libro de
los proverbios, y comentarios en latín a los Salmos y
otros textos bíblicos. Su poesía es ejemplo de la llamada
Escuela de Salamanca, caracterizada por su énfasis en el
contenido sobre la forma.

LA VIDA RETIRADA

(1557) GÉNERO :

Lírico
ESPECIE : Oda
COMPOSICIÓN : 17 Liras Verso (11 S.M. 7
S.M.)
TEMA : La vida apacible del pastor frente al
ruido y la intranquilidad de la vida de la
ciudad. (Beatus ille)
ESTILO : Sentencioso, a través del cual quiere
dar una enseñanza moral.
LENGUA :
Culta

• En cuanto a la forma es Horaciana pero en su


contenido hay notorio espíritu Platónico
• El poeta refleja un grito o queja desgarrada de
quien, envuelto en el torbellino de las pasiones y
turbulencias del mundo, ansía recogerse a la soledad
para vivir consigo mismo y en Paz.

Oda a la vida
retirada
(Oda
filosófica)

Fray Luis de León


Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado, ni del dorado
techo
se admira, fabricado
del sabio Moro, en jaspe sustentado!

No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera, ni cura si
encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado;
si, en busca deste viento, ando
desalentado
con ansias vivas, con mortal cuidado?
¡Oh monte, oh fuente, oh río,!
¡Oh secreto seguro, deleitoso! Roto casi el
navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso. Un no rompido
sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño vanamente
severo
de a quien la sangre ensalza o el dinero. Despiértenme
las aves
con su cantar sabroso no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
el que al ajeno arbitrio está atenido. Vivir quiero
conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo, a solas, sin
testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo. Del monte en la
ladera,
por mi mano plantado tengo un huerto, que con la
primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto. Y como
codiciosa
por ver y acrecentar su hermosura, desde la
cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura. Y luego,
sosegada,
el paso entre los árboles torciendo, el suelo de
pasada
de verdura vistiendo
y con diversas flores va esparciendo. El aire del
huerto orea
y ofrece mil olores al sentido;
los árboles menea con un manso
ruïdo
que del oro y del cetro pone olvido. Téngase su
tesoro
los que de un falso leño se confían;
no es mío ver el lloro de los que
desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
La combatida antena Inés de la Cruz se destacarían también como grandes
cruje, y en ciega noche el claro
día se torna, al cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a
porfía. A mí una pobrecilla
mesa de amable paz bien
abastada me basta, y la vajilla,
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme
airada. Y mientras miserable-
mente se están los otros
abrazando con sed insacïable
del peligroso mando,
tendido yo a la sombra esté
cantando. A la sombra tendido,
de hiedra y lauro eterno
coronado, puesto el atento oído
al son dulce, acordado,
del plectro sabiamente meneado.

Fray Luis de León. Poesía completa. Madrid:


Al- tea, Taurus, Alfaguara,
1990.

El Barroco

Concebido usualmente como período cultural que


sucedió al renacimiento, el barroco brindó testimonio de
la inquietud y la melancolía de los hombres y mujeres
del siglo XVII. Tanto como una edad histórica,
representó el espíritu de una Europa asolada por crisis
políticas, sociales y religiosas, en la que artistas y
escritores tomaron conciencia de la pequeñez del
hombre y la fragilidad vertiginosa de lo terreno. La
colonización del Nuevo Mundo y la aceptación de las
tesis de Copérnico, que desechaban la Tierra como eje
del cosmos, incidieron en esta relativización del
antropocentrismo renacentista, así como revolucionaron
las concepciones políticas y religiosas sostenidas
hasta entonces junto con el surgimiento de monarcas
absolutos como Luis XIV o la implementación de la
Contrarreforma como respuesta al protestantismo. La
teatralidad, la vitalidad, la exuberancia y la disolución de
los límites entre la realidad y la ilusión dominaron las
manifestaciones artísticas de esta época compleja. El
Bosco, Brueghel, Velázquez, Zurbarán, Bernini y
Rembrandt se contarían entre las principales figuras de
las bellas artes barrocas, cuyo estilo se propagaría
desde Italia hacia el resto de Europa a través del siglo
XVII, y perduraría aún en el XVIII en los países
protestantes y en América del Sur.

La búsqueda de lo bizarro y lo sorprendente, el cultivo


del artificio y el enigma y la visión del mundo como un
laberinto espejeante de locura y guerra caracterizaron
entre tanto el barroco literario, que alcanzaría su
máximo brillo en el Siglo de Oro español con los sonetos
de Garcilaso de la Vega, el culteranismo de Góngora, el
conceptismo de Quevedo, el misticismo de san Juan de
la Cruz, la prosa de Cervantes, las sátiras de Gracián, las
comedias de Lope de Vega o los dramas de Calderón de
la Barca. Fuera de la península, el italiano Giambatttista
Marino, el inglés John Donne o la mexicana sor Juana
exponentes literarios del barroco, entre una rica pléyade Lorca, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Rafael Alberti y otros
de escritores europeos e hispanoamericanos. jóvenes poetas se proclamaron sus discípulos en un
homenaje realizado en el tercer centenario de su
Culteranism muerte, que definiría la generación más vital de la
o poesía española del siglo XX.

Tendencia lírica del barroco desarrollada a partir de


la corriente literaria llamada conceptismo, el
culteranismo se caracterizó por la cuidadosa selección
del léxico, la introducción de neologismos en el lenguaje,
el uso excesivo del hipérbaton, las metáforas
intrincadas y la temática mitológica. Este estilo de
formas caprichosas y oscuras, generalmente en
detrimento de la fluidez y la inteligibilidad del texto, pero
de todos modos exquisitas, halló su máxima expresión
en la obra de Luis de Góngora. El término
conceptismo se atribuye a los poetas Luis Carrillo
Sotomayor y Bartolomé Patón.

• LUIS DE GÓNGORA Y ARGOTE (Córdova, 1561 -

1672) Restablecido por los poetas de la generación del

27 como
uno de los autores más insignes de las letras
castellanas,
Don Luis de Góngora y Argote representa el pináculo de
la vertiente culterana de la poesía del Siglo de Oro. De
familia ilustre, se educó en la biblioteca de su padre
y en la Universidad de Salamanca, e hizo votos
religiosos en su juventud con el propósito de percibir
una pensión eclesiástica, que le fue adjudicada a los
cincuenta y cinco años tras una vida de penurias y
privaciones. Se hizo, sin e mb ar go , te mp ra na me
nt e po pu la r en tr e su s contemporáneos como
autor de romances amorosos, moriscos y pastoriles y
de ingeniosas letrillas de inspiración popular. La
sencillez de estas piezas menores, que constituyen la
faceta más accesible de su obra, contrasta con la
complejidad del estilo culterano que, a partir de 1610,
dominaría ambiciosas obras de madurez como la Fábula
de Polifemo y Galatea y las Soledades, que circularon en
manuscrito en 1613. La sofisticación lírica, la gramática
latinizante, las alusiones mitológicas y eruditas de este
estilo culterano, presente también en muchos sonetos y
canciones del autor, fueron objeto en su día de
imitaciones profusas y críticas feroces. Emulado por
numerosos imitadores que llevaron el culteranismo
hasta el último extremo del retruécano, el poeta
padeció el vilipendio de Lope de Vega y de Quevedo,
quien ridiculizó sus composiciones como incomprensibles
y fútiles. No obstante, aun en el clímax del
antigongorismo, el maestro siguió siendo admirado por
la belleza elemental de letrillas como Lloraba la niña y
No todo son ruiseñores, romances como Servía en Orán
el rey y poemas burlescos como Ande yo caliente y
Ahora que estoy despacio, al igual que por sus sonetos,
que figuran entre los más brillantes de la lengua
castellana. La valoración prejuiciosa de sus obras más
complejas y difíciles se prolongó hasta fines del siglo XIX,
cuando los simbolistas franceses y los poetas
modernistas redescubrieron en ellas un intento por
recrear la poesía pura. La rehabilitación definitiva de su
legado tuvo lugar en 1927, cuando Federico García
Fábula de Polifemo y cuanto las cumbres ásperas cabrío
Galatea de los montes esconde: copia
bella
Brillante composición, este poema escrito en octavas que un silbo junta y un peñasco sella.
reales es una de las obras imperecederas de Góngora y
un claro ejemplo de la literatura culterana del Siglo de
Oro. Retoma una de las leyendas más favorecidas a lo
largo de los tiempos, la historia del cíclope Polifemo y la
bella ninfa Galatea. La contrapartida del monstruoso
personaje es el apuesto Acis, a quien Galatea ama
perdidamente. El cíclope, en su oscura caverna, canta su
amor no correspondido a la ninfa. Al escucharlo, Galatea
y Acis, que en ese momento se encuentran juntos,
huyen para salvar sus vidas. Pero el cíclope los halla y
da muerte al joven. Entonces los dioses, atendiendo a
los ruegos de la ninfa, convierten la sangre de Acis en
un arroyo cristalino. Una primera versión de esta fábula
aparece ya en la Odisea de Homero, y Eurípides y Ovidio
la incluyen también entre sus obras. Durante el
renacimiento y el barroco, el redescubrimiento de los
clásicos impulsó adaptaciones como ésta de Góngora. El
extenso poema fue dedicado al duque de Niebla, y si
bien es hermético y oscuro, con su exquisitez verbal
aportó una nueva dimensión al mito.

Fábula de Polifemo y
Galatea
(Fragmento)

IV

Donde espumoso el mar siciliano


el pie argenta la plata al Lilibeo,
bóveda o de la fraguas de
Vulcano a tumba de los huesos
de Tifeo, pálidas señas cenizoso
un llano, cuando no del sacrílego
deseo,
del duro oficio da. Allí una alta
roca mordaza es una gruta de su
boca.

Guarnición tosca de este escollo


duro tronco robustos son, a cuya
greña menos luz debe, menos aire
puro
la caverna profunda, que a la
peña, caliginoso lecho, el seno
oscuro
ser de la negra noche nos lo
enseña infame turba de nocturnas
aves, gimiendo tristes y volando
graves.

VI

De este, pues, formidable de la


tierra bostezo, el melancólico vacío
a Polifemo, horror de aquella
sierra, bárbara choza es, albergue
umbrío
y redil espacioso donde encierra
VII Cervantes y Lope de Vega, el joven Quevedo decidió,
sin embargo, hacer carrera en la política y, tras el
Un monte era de miembros nombramiento de su protector, el duque de Osuna,
eminente este que -de Neptuno hijo como
fiero-
de un ojo ilustra el orbe de su
frente, émulo casi del mayor lucero,
cíclope a quien el pino más
valiente bastón le obedecía tan
ligero,
y al grave peso junco tan
delgado, que un día bastón y otro
cayado.

Soneto

Mientras por competir con tu cabello, oro


bruñido al sol relumbra en vano; mientras
con menosprecio en medio el llano mira tu
blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel
temprano; y mientras triunfa con
desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad
dorada oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o viola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

Conceptismo

Corriente literaria surgida en el barroco. Otorgó una


especial importancia a la idea o concepto, de ahí su
nombre, al igual que a la exposición de esta reflexión. El
teórico y crítico por excelencia del conceptismo fue
Baltasar Gracián, pero sus mayores representantes
literarios fueron Lope de Vega y Francisco de Quevedo.
Valiéndose de recursos de la retórica clásica, por
ejemplo, de la metáfora, la elipsis, la antítesis, la
alegoría o el paralelismo, así como de ingeniosos
juegos de palabras y retruécanos, los conceptistas
dieron preponderancia a la agudeza intelectual y al
contenido de las obras sobre cualquier otro criterio.

FRANCISCO DE QUEVEDO Y
VILLEGAS
(Madrid, 1580 - Villanueva de los infantes, 1645)

Satírico implacable, moralista estoico, novelista de la


picaresca, poeta del amor ardiente y de la
contemplación metafísica, Francisco de Quevedo y
Villegas es quizá la figura más compleja y contradictoria
del Siglo de Oro. De familia aristocrática, estudió con los
jesuitas en Madrid y en la Universidad de Alcalá, y, entre
1601 y 1606, también en Valladolid, a raíz del traslado
de la corte a esta ciudad. La novela picaresca El
buscón , en la que critica cáusticamente a la
sociedad decadente de su época, data de estos años, en
los que también se hizo popular como autor de letrillas
satíricas y burlescas como Poderoso caballero es don
Dinero. Alabado como poeta por figuras de la talla de
virrey de Nápoles, viajó a Italia en 1613 y se Él era un clérigo cerbatana, largo sólo en el talle, una
desempeñó durante siete años como su consejero y cabeza pequeña, pelo bermejo (no hay más que decir
agente diplomático. En 1620, el duque perdió el favor
real, y el poeta fue confinado en su casa de La Torre de
Juan Abad, por la que libraba un largo y costoso pleito
de posesión. Luego fue encarcelado brevemente en
Uclés. Junto con numerosas diatribas satíricas y diversas
obras políticas y morales de corte estoico, las cinco
piezas en prosa de Los sueños (1605-
1622) reflejan sus desengaños en esta accidentada
etapa de su vida. La marginación de la política, a la que
se añadió una profunda crisis religiosa y espiritual,
dieron paso en los años siguientes a un prolífico período
poético, dominado temáticamente por la veleidad del
mundo material, el paso del tiempo, el amor
trascendente y la urgencia metafísica. Sonetos amorosos
como Amor constante más allá de la muerte y algunos
de los salmos o poemas metafísicos del autor figuran
entre lo más destacado de su producción de esta época
de infortunio y contemplación. Acusado de conspirar
contra el trono en 1639, fue encarcelado una vez más
este año en San Marcos de León. A su liberación, en
1643, era ya un hombre viejo, sin alegría ni salud. Los
volúmenes Parnaso español (1648) y Las tres musas
(1670) recogen cerca de mil de sus poemas, que
representan la cúspide de la concisión, la agilidad y la
brillantez verbales de la escuela conceptista, de la que
fuera el más excelso representante. Quevedo, en vida, se
había ocupado menos de publicarlos que de atacar por
escrito a sus enemigos políticos y rivales literarios y,
especialmente, a Luis de Góngora, la gran figura del
rival movimiento culterano. El sátiro burlón, el moralista
profundo y el poeta excelso conviven en este magnífico
legado, uno de los tesoros más apreciados de las letras
castellanas.

Historia de la vida del buscón llamado don


Pablos

Novela escrita hacia 1613 y cuya primera edición fue


realizada en Zaragoza en el año 1626, su título original
es Historia de la vida del buscón llamado don Pablos,
ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños. Concebida
en la estela del Lazarillo de Tormes, aunque redactada
en el complejo, concentrado y sugerente estilo
quevedesco, el autor describe en ella una extensa serie
de personajes típicos de la picaresca, ladrones,
tahúres, mujeres de vida ligera, juristas corruptos y
verdugos, con los que construye un retrato satírico y
decadente de la sociedad del siglo XVII. Don Pablos es un
buscavidas que comienza la narración de sus propias
aventuras hablando de sus padres, gente de mala
reputación, para relatar luego las peripecias que
atraviesa desde que deja el hogar. Estas andanzas lo
llevan, por calles, tabernas, mansiones y prisiones,
desde su Segovia natal a Madrid, Toledo y Sevilla,
donde terminará embarcándose con rumbo a América y
dejando la promesa, incumplida, de proseguir el cuento
de sus avatares una vez pruebe fortuna en el Nuevo
Mundo.

Fragmento del Capítulo III


(Descripción del Dómine Cabra)
para quien sabe el refrán), los ojos avecinados en el Y pues quien le trae al
cogote, que parecía que miraba por cuévanos, tan lado
hundidos y oscuros, que era buen sitio el suyo para es hermoso, aunque sea fiero,
tiendas de mercaderes; la nariz, entre Roma y Francia, Poderoso Caballero
porque se le había comido de unas búas de resfriado, es don Dinero.
que aún no fueron de vicio porque cuestan dinero; las
barbas descoloridas de miedo de la boca vecina, que,
de pura hambre, parecía que amenazaba a comérselas;
los dientes, le faltaban no sé cuántos, y pienso que por
holgazanes y vagabundos se los había desterrado; el
gaznate largo como de avestruz, con una nuez tan
salida, que parecía se iba a buscar de comer forzada de
la necesidad; los brazos secos, las manos como un
manojo de sarmientos cada una. Mirado de miedo abajo,
parecía tenedor o compás, con dos piernas largas y
flacas. Su andar muy espacioso; si se descomponía
algo, le sonaban los huesos como tablillas de San
Lázaro. La habla ética; la barba grande, que nunca se
la cortaba por no gastar, y él decía que era tanto el
asco que le daba ver la mano del barbero por su cara,
que antes se dejaría matar que tal permitiese; cortábale
los cabellos un muchacho de nosotros.

Amor constante más allá de la


muerte

Cerrar podrá mis ojos la postrera


sombra que me llevare el blanco
día, y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la


ribera dejará la memoria en donde
ardía: nadar sabe mi llama la agua
fría
y perder el respeto a la ley severa.

Alma a quien todo un Dios prisión ha


sido, venas que humor a tanto fuego han
dado, médulas que han gloriosamente
ardido.

Su cuerpo dejará, no su cuidado;


serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán mas polvo
enamorado.

Poderoso caballero es don Dinero

Madre, yo al oro me humillo;


él es mi amante y mi
amado, pues, de puro
enamorado,
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o
sencillo, hace todo cuanto
quiero, Poderoso Caballero
es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,


donde el mundo le
acompaña; viene a morir en
España
y es en Génova enterrado.
Es galán y es como un Y es tanta su majestad
oro, tiene quebrado el (aunque son sus duelos
color, persona de gran hartos), que con haberle hecho
valor, cuartos, no pierde su
tan cristiano como moro. autoridad;
Pues que da y quita el pero, pues da calidad
decoro y quebranta cualquier al noble y al pordiosero,
fuero, Poderoso Caballero Poderoso Caballero
es don Dinero. es don Dinero.

Son sus padres principales, Nunca vi damas


y es de nobles descendiente, ingratas a su gusto y
porque en las venas de afición;
Oriente todas las sangres son que a las caras de un
Reales: doblón hacen sus caras
y pues es quien hace baratas;
iguales al duque y al y pues las hace baratas
ganadero, Poderoso desde una bolsa de cuero,
Caballero Poderoso Caballero
es don Dinero. es don Dinero.

Mas ¿a quién no maravilla Más valen en cualquier tierra


ver en su gloria, sin tasa, (mirad si es harto sagaz)
que es lo menos de su sus escudos en la paz
casa doña Blanca de que rodelas en la guerra.
Castilla? Pero, pues da al Y pues al pobre le
bajo silla entierra y hace propio al
y al cobarde hace guerrero, forastero, Poderoso
Poderoso Caballero Caballero
es don Dinero. es don Dinero.

Sus escudos de Armas nobles Último sentimiento del amante


son siempre tan principales,
que sin sus Escudos Reales No me aflige morir, no he
no hay Escudos de armas rehusado acabar de vivir, ni he
dobles. y pues a los mismos pretendido halagar esta muerte
robles que ha nacido
da codicia su minero, a un tiempo con la vida y el cuidado;
Poderoso Caballero siento haber de dejar deshabitado
Es don Dinero. cuerpo de amante espíritu ha ceñido;
desierto corazón siempre encendido
Por importar en los tratos donde todo el amor reinó hospedado;
y dar tan buenos señas me da mi amor de fuego
consejos, en las Casas de eterno, y de tan larga y congojosa
los viejos gatos le guardan historia
de gatos. Y pues él rompe sólo será escritor mi llanto tierno;
recatos Lisi, estáme diciendo la memoria
y ablanda al juez más que, pues tu gloria la padezco
severo. Poderoso Caballero infierno, que llame al padecer
es don Dinero. tormentos gloria.
Narrativa del Siglo de Oro

Capítulo VII
• MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA Persiles y Segismunda, publicada póstumamente en
(1547, Alcalá de Henares, - 1616, Madrid) 1617, lo ocupó hasta tres días antes de su muerte,
acaecida el veintidós de abril de 1616.
Inmortalizado como el genial autor de la primera
novela moderna, Miguel de Cervantes Saavedra es el Don Quijote de la
escritor más influyente y universal de las letras Mancha
castellanas. Acerca de sus primeros años, se sabe que
nació probablemente el veintinueve de septiembre de El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, como
1547 en Alcalá de Henares, y que transitó con su familia se llamó la primera parte de esta obra llamada a erigirse
por varias ciudades españolas antes de viajar a Roma en uno de los monumentos imperecederos de la
en torno a 1567, a las órdenes del cardenal Acquaviva. literatura universal, nació durante una temporada que
Tras recorrer Italia y enrolarse en la Armada española, Cervantes pasó en prisión. El libro fue publicado en 1605
luchó heroicamente en la decisiva batalla contra los y, poco después, ya era reeditado y traducido a varias
turcos en Lepanto y perdió en ella el uso del brazo lenguas europeas. Desde entonces hasta el presente,
izquierdo, lo que le valdría el sobrenombre de «el no ha dejado de ser leído y disfrutado por toda clase de
manco de Lepanto». De camino a España, fue públicos. Su segunda parte, dada a la imprenta en 1615
capturado en 1575 por una banda de corsarios y tras la aparición de un Quijote falso, debido al mediocre
permaneció cautivo durante cinco años en Argel. imitador Alonso Fernández de Avellaneda, fue titulada El
Después de ser finalmente liberado, encontró a su ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha. La
familia en Madrid sumida en la pobreza. Abrazando el historia de éste, escrita originalmente, según
oficio de las letras ante el fin de su carrera en las armas, Cervantes, por el árabe Cide Hamete Benengeli, encierra
empezó a escribir poesía y obras de teatro de diversos niveles de composición y comprensión, y
concepción clásica, entre las que se conservan El trato está considerada la primera novela moderna.
de Argel y La destrucción de Numancia, y compuso Constituye tanto un estudio sobre el sentido y las
también la novela pastoril La Galatea, su primer libro posibilidades de la literatura como una exploración de la
publicado. La renovación arrolladora del drama español psique del ser humano y su conocimiento de la realidad.
por parte de Lope de Vega frustró su carrera como Cuenta las aventuras de Alonso Quijano, un hidalgo
dramaturgo, y, en 1587, se mudó a Sevilla para ganarse manchego de escasa hacienda que, enajenado por la
la vida como comisario de abastos de la armada y, más lectura voraz de libros de caballería, decide hacerse
tarde, como recaudador de impuestos. Encarcelado por caballero andante. Abandona, así, su terruño para partir
problemas de contabilidad, comenzó a escribir al encuentro de hazañas reales e imaginarias, las cuales
posiblemente en prisión la primera parte de La historia emprenderá al amparo espiritual de su amada Dulcinea
del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, del Toboso y en compañía del caballo Rocinante y el
considerada no sólo la primera novela moderna, sino escudero Sancho Panza, cuyo saber práctico servirá de
también la más brillante y recordada de todos los contraste a la noble demencia de Don Quijote. A través
tiempos. Su publicación, en 1605, lo llevó a la fama, a de los viajes del paladín y su asistente, Cervantes se
pesar de no sacarlo de la pobreza, e impulsó en 1613 la interna en el perspectivismo renacentista. Incluye en
de sus Novelas ejemplares, una colección de novelas su relato numerosos diálogos y episodios de gran
breves escritas entre 1590 y 1612 que confirmarían su riqueza simbólica, como el de la cueva de Montesinos y
maestría como pionero de un nuevo arte de narrar. En el del retablo del Maese Pedro, así como cuentos de
1614, el gran éxito del Quijote dio lugar a una varias tradiciones literarias, discursos teóricos como el
continuación apócrifa, firmada por Alonso Fernández de de las armas y las letras, y pasajes eminentemente
Avellaneda, y estimuló al novelista a concluir la segunda cómicos. En la segunda entrega del Quijote, tanto el
parte de la obra, titulada El ingenioso caballero Don campeón y su leal escudero como otros personajes, por
Quijote de la Mancha. Cervantes, que en la primera parte ejemplo los duques, conocen la primera parte de la
había demostrado además de su dominio de la novela, con lo que las proezas del Caballero de la Triste
novelística un talento inigualado para la ironía, arremetió Figura, cada vez más vertiginosas, deambulan entre la
indignado contra el falso Quijote en la segunda, de ficción y la realidad en un juego de espejos prodigioso.
estructura más abierta y talante más filosófico. La Don Quijote, finalmente, es retado a combate singular
publicación de las dos partes juntas en 1617 en por otro varón con armadura, un misterioso
Barcelona dio inicio a una serie inacabable de enmascarado que le advierte que, si vence, lo hará
reediciones y traducciones que harían del Quijote uno regresar a casa. En efecto, el paladín embozado, en
de los libros más leídos del mundo. El autor, que había verdad su amigo el bachiller Sansón Carrasco, da por
publicado entre tanto el poema Viaje al Parnaso (1614) tierra con el anciano y alucinado héroe, que entonces no
y la colección teatral Ocho comedias y ocho tiene más remedio que cumplir su promesa de volver al
entremeses (1615), continuó padeciendo, sin embargo, hogar, donde lo esperan los suyos, la cordura5 y la
LITERATURA
amargas dificultades económicas. La redacción de la muerte. AÑO

fantasiosa epopeya Los trabajos de


Don Quijote tipo de vida. Por otra parte, los

Protagonista de una de las obras culminantes de la


literatura española y universal, Don Quijote de la
Mancha es el nombre de batalla que adopta el modesto
hidalgo Alonso Quijano cuando, con la mente
enturbiada por la lectura incesante de libros de
caballerías como Amadís de Gaula, parte a la aventura a
enderezar entuertos para bien de la cristiandad y mayor
gloria de su dama, la imaginaria Dulcinea del Toboso.
Sin embargo, su condición de héroe de carne y hueso le
depara un destino muy diferente al de los grandes
modelos a los que emula. Las hazañas y las palabras de
Don Quijote, realizadas y pronunciadas en el mundo
real, más pedestre que el de las letras, convierten en
una caricatura de sus propias ideales a este hombre
honorable, valiente, justo y soñador. Creación inmortal
de Miguel de Cervantes Saavedra, el Caballero de la
Triste Figura, como también se lo llama, con doble
intención, en las dos entregas de su historia, es uno de
los arquetipos literarios por excelencia, sólo
parangonado por Hamlet y Fausto.

Sancho Panza

El leal escudero de Don Quijote de la Mancha fue


concebido por Cervantes como un sencillo hombre de
pueblo de figura rotunda. Su sensatez, su sabiduría de
refranero, su humildad y su no poca ambición lo
convierten en el contrapeso ideal del Caballero de la
Triste Figura. Sancho Panza, de hecho, es la única
conexión con la realidad de ese paladín medio loco y
melancólico que es su amo. Precisamente, su función
radica en hacerle ver a Don Quijote las cosas tal como
son, aunque no lo consiga a menudo y reciba, en
cambio, manteadas y palos por su fidelidad a su amigo y
señor.

ORGANIZACIÓN DEL CONTENIDO DE EL


QUIJOTE

El crítico español Joaquín Casalduero señala que la


estructura interna de El Quijote responde al esquema
barroco, donde en medio de un aparente desorden se
puede encontrar el orden propuesto por el artista. El
mismo Cervantes lo dice en al capítulo I de la primera
parte: "Orden desordenada ... de manera que el arte,
imitando a la naturaleza, parece que allí la vence". El
Quijote, como novela, responde al ideal estético de su
autor, quien sostenía que la unidad compositiva era la
base de todo desarrollo narrativo. Los elementos que
aparecen en la novela, a pesar de hallarse trabados en
forma complicada, responden a una concepción
estructural sencilla, apoyada en un movimiento
circular: a) Salida de Don Quijote de su casa; b)
Búsqueda de aventuras y su realización, c) Vuelta al
punto de partida. Este movimiento circular se vincula
con la idea del destino y del ciclo vital (nacimiento -
vida - muerte). Las tres salidas de don quijote están
concebidas de este modo, una en función de las otra: la
primera presenta el destino del héroe y su nacimiento
como caballero andante; la segunda, desarolla sus
aventuras en forma más compleja; la tercera prepara los
distintos acontecimientos que prefiguran el fin de ese
personajes más significativos que aparecen en cada una Cervantes.
de estas salidas (Dulcinea, Sancho y el Bachiller).
Parecerían corroborar este esquema. Cervantes publica Capítulo VII : "De la segunda salida de nuestro
su novela en dos partes de 52 y 74 capítulos, buen caballero Don Quijote de la Mancha". Busca sus
respectivamente, organizadas en episodios sucesivos. libros,

EL INGENIOSO HIDALGO DON


QUIJOTE DE LA MANCHA

"Don Quijote" puede considerarse como el desarrollo de


un conflicto central: El ideal vs. la realidad. Las novelas
de caballería en aquella época (S.XVI - XVII),
construyeron un mundo ideal, de valores sublimes. Sin
embargo la época era caótica (barroca), estaba en
descomposición, de ahí que Don Quijote sea un
personaje cómico, pues, para su época, ya resultaba
absurdo pretender vivir con “valores caballerescos” en
medio de una sociedad que más bien los negaba
constantemente, debido a la corrupción que originó la
crisis económico - social en la que estaba sumida España
por aquel entonces.

Por todo lo anterior, “Don Quijote” es


considerado:

a. Una obra barroca: refleja el conflicto de la época (el


desengaño)
b. También como un ataque hacia los libros de
caballería.
Quienes hablaban de cuestiones “ideales” y pasaban
por alto la trágica "realidad" española del s. XVI -
XVII. Cervantes, al escribir esta obra, logró la
liquidación de las novelas de caballería mediante su
parodia.

TÍTULOS Y SÍNTESIS DE ALGUNOS


CAPÍTULOS DE LA OBRA

• PARTE I
(1605):
"Que trata de la primera salida que de su tierra hizo
el
Ingenioso Don
Quijote".
Llega a una venta (posada) montado en su caballo
Rocinante, la identifica como un castillo y asimismo,
confunde a los venteros con nobles.

Capítulo III : "Donde se cuenta la graciosa manera


que tuvo Don Quijote en armarse caballero". El
dueño de la posada arma caballero a Don Quijote.

Capítulo IV : "De lo que le sucedió a nuestro


caballero cuando salió de la venta". Pelea con unos
mercaderes. Don Quijote es apaleado.

Capítulo V : "Don Quijote vuelve a su aldea en un


borrico y tirado por un labrador".

Capítulo VI : El Cura y el barbero repasan los


libros de Don Quijote, quemando la mayoría de ellos.
Entre los que se salvan: Amadís de Gaula, Tirante el
Blanco (novelas de caballería), La Araucana de Ercilla
(épica), La Galatea novela pastoril del propio
su sobrina le dice que un encantador se los llevó. Él detiene a dos hombres que
responde que debe ser así. Don Quijote solicita a un
labrador, vecino suyo, como "escudero", Sancho
Panza. Éste acepta, lleva un asno.

Cree a Don Quijote cuando éste le promete hacerlo


gobernador de una "isla" en futuras conquistas.

Capítulo VIII : "Del buen suceso que el valeroso


Don Quijote tuvo en la espantable y jamás
imaginada aventura de los molinos de viento, con
otros sucesos ajenos de feliz recordación".

Capítulo IX : Hasta ahora Cervantes ha fingido ser


una especie de erudito que recopilaba datos de otros
autores y de los archivos de la Mancha para ordenar
la Historia de Don Quijote. Pero en este capítulo dice
hallar una Historia de Don Quijote de la Mancha,
escrita por Cide Hamete Benengeli, historiador
arábigo de quien desde ahora, retoma la historia que
había venido narrando. Por supuesto, este historiador
también es un personaje inventado por Cervantes.

Capítulo XXI : Don Quijote y Sancho se encuentran


con un barbero que llevaba una vasija de lata sobre
la cabeza para protegerse de la lluvia. Don Quijote
cree que esa vasija es el yelmo de Mambrino (Rey
moro, célebre en las novelas de caballería. Su yelmo
o casco encantado le hacía invulnerable, fue este un
talismán codiciado por todos los caballeros de la
cristiandad). A Don Quijote, le parece que el yelmo ha
sido transformado en vasija de barbero, debido a la
codicia de quienes quisieron aprovechar su oro y
fundieron una mitad de él dejando la otra en forma
de vasija.

• PARTE II (1615)
Nota: En la dedicatoria hecha al Conde de Lemos,
Cervantes afirma que con esta continuación de la
historia pretende "quitar el amago y la imagen que
ha causado otro Don Quijote (el famoso 'Quijote
Apócrifo' atribuido a Avellaneda) que con nombre de
segunda parte se ha disfrazado y corrido por el
orbe".

Capítulo I : Tratan de curar a Don Quijote que ha


retornado a su casa.
Conversaron con él sus amigos: el barbero y el cura
.

Capítulo II : Sancho viene a visitar a su amo.


Empieza a conversar acerca de la primera parte de
"El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha".
Aparece un nuevo personaje, el Bachiller Sansón
Carrasco, con quien también comenta críticamente
esa primera parte que, como ya se dijo, Cervantes
atribuye al árabe Cide Hamete. Don Quijote anuncia
a Sansón Carrasco la tercera (será la última) salida
en pos de aventuras .

Capítulo XVII : "De donde se declaró el último


punto y extremo a donde llegó y pudo llegar el
inaudito ánimo de Don Quijote con la felizmente
acabada aventura de los leones". Don Quijote
transportaban leones, y les fuerza a que abran la de la caballería. Con este pensamiento guió a Rocinante
jaula en que éstos se hallan. Don Quijote los espera hacia su aldea, el cual, casi conociendo la
para hacerles frente, pero uno de los leones asoma la
cabeza y luego vuelve a recostarse en su jaula.

Don Diego de Miranda, que acompaña a Don Quijote


y Sancho desde el capítulo XVI, invita a Don Quijote
a descansar en su casa. Este acepta la invitación
del Caballero del Verde Gabán, como le dice.

Capítulo LXXIV : "De cómo Don Quijote cayó malo,


y del testamento que hizo, y su muerte".

De vuelta a casa, Don Quijote cae enfermo, al


parecer del médico, de "melancolías y desanimientos".
Y muere Don Quijote o, como dice el cura, "Alonso
Quijano El Bueno". Muere arrepentido de sus locuras,
reconociendo que erró al creer que "hubo y hay
caballeros andantes en el mundo".

Fragmento del Quijote

Diálogo entre Babieca y


Rocinante
(Soneto)

Babieca ¿Cómo estáis, Rocinante, tan delgado?


Rocinante Porque nunca se come, y se trabaja.
Babieca Pues, ¿Qué es de la cebada y de la
paja? Rocinante No me deja mi amo ni un bocado.
Babieca Andá, señor, que estáis muy mal criado,
Pues vuestra lengua de asno al amo
ultraja. Rocinante Asno se es de la cuna a la
mortaja,
¿Queréislo ver? Miradlo
enamorado. Babieca ¿Es necedad amar?
Rocinante No es gran
prudencia. Babieca Metafísico
estáis. Rocinante Es que no
como. Babieca Quejaos del
escudero. Rocinante No es
bastante.
¿Cómo me he de quejar en mi
dolencia si el amo y escudero o
mayordomo
son tan rocines como Rocinante?

(De: El ingenioso Hidalgo Don Quijote de la mancha. I


parte. ED. Facsimilar. 1986)

DE LO QUE LE SUCEDIÓ A NUESTRO


CABALLERO CUANDO SALIÓ DE LA VENTA

La del alba sería cuando Don Quijote salió de la


venta tan contento, tan gallardo, tan alborozado por
verse ya armado caballero, que el gozo le reventaba por
las cinchas del caballo, Mas viniéndole a la memoria los
consejos de su huésped cerca de las prevenciones tan
necesarias que había de llevar consigo, especial la de los
dineros y camisas, determinó volver a su casa y
acomodarse de todo y de un escudero, haciendo cuenta
de recibir a un labrador vecino suyo, que era pobre y
con hijos, pero muy a propósito para el oficio escuderil
querencia, con tanta gana comenzó a caminar, que -Bien está todo esto -replicó Don Quijote-, pero
parecía que no ponía los pies en el suelo. quédense los zapatos y las sangrías por los azotes que
No había andado mucho, cuando le pareció que a su sin culpa le habéis dado; y que si él rompió el cuero de
diestra mano, de la espesura de un bosque que allí los zapatos que vos pagasteis, voz le habéis rompido el
estaba, salían unas vacas delicadas, como de persona de su cuerpo; y si le sacó el barbeto la sangre estando
que se quejaba, y apenas las hubo oído cuando dijo: enfermo, vos en sanidad se la habéis sacado; así que,
-Gracias doy al cielo por la merced que me hace, por esa parte, no os debe nada.
pues tan presto me pone ocasiones delante donde yo -El daño está, señor caballero, que no tengo aquí
pueda cumplir con lo que debo a mi profesión, y donde dinero; véngase Andrés conmigo a mi casa, que yo se lo
pueda coger el fruto de mis buenos deseos. Estas voces, pagaré un real sobre otro.
sin duda, son de algún menesteroso o menesterosa, que -¿Irme yo con él- dijo el muchaho- más? ¡Mal año!
ha menester mi favor y ayuda. No, señor, ni por pienso; porque viéndose solo, me
Y, volviendo las riendas, encaminó a Rocinante hacia desollará como a un San Bartolomé.
donde le pareció que las voces salían. Y a pocos pasos -No hará tal -replicó Don Quijote-: basta que yo se lo
que entró en el bosque, vio atada una yegua a una mande para que me tenga respeto; y con que él me lo
encima, y atando en otra a un muchacho desnudo de jure por la ley de caballería que ha recibido, le dejaré ir
medio cuerpo arriba, hasta de edad de quince años, que libre y aseguraré la paga.
era el que las voces daba y no sin causa por que le -Mire vuestra merced, señor, lo que dice -dijo el
estaba dando con una pretina muchos azotes un muchacho-; que este mi amo no es caballero ni ha
labrador de buen talle, y a cada azote le acompañaba de recibido orden de caballería alguna; que es Juan
una reprensión y consejo. Porque decía: Haldudo, el rico, el vecino de Quintanar.
-La lengua queda y los ojos -Importa poco eso -respondió Don Quijote-: que
listos. Y el muchacho respondía: Haldudos puede haber caballeros; cuanto más, que
-No lo haré otra vez, señor mío; por la pasión de cada uno es hijo de sus obras.
Dios que no lo haré otra vez, y yo prometo de tener de -Así es verdad -dijo Andrés-; pero este mi amo, ¿de
aquí en adelante más cuidado con el hato. qué obras es hijo, pues me niega mi soldada y mi sudor
Y viendo Don Quijote lo que pasaba, con voz airada y trabajo?
dijo: -No niego, hermano Andrés -respondió el labrador-;
-Descortés caballero, mal parece tomaros con quien y hacédme placer de veniros conmigo; que yo juro por
defender no se puede; subid sobre vuestro caballo y todas las órdenes que de caballería hay en el mundo de
tomad vuestra lanza -que también tenía una lanza pagaros, como tengo dicho, un real sobre otro, y aún
arrimada a la encima adonde estaba arendada la yegua-, sahumado.
que yo os haré conocer ser de cobardes lo que estáis -Del sahumerio os hago gracia -dijo Don Quijote-;
haciendo. dádselos en reales, que con eso me contento; y mirad
El labrador, que vio sobre sí aquella figura llena de que lo cumpláis, como lo habéis jurado; si no, por el
armas blandiendo la lanza sobre su rostro, túvose por mismo juramento os juro de volver a buscaros y a
muerto, y con buenas palabras respondió: castigaros, y que os tengo que hallar, aunque os
-Señor caballero, este muchacho que estoy escondáis más que una lagartija. Y si queréis saber
castigando es mi criado, que me sirve de guardar una quien os manda esto, para quedar con más veras
manada de ovejas que tengo en estos contornos, el obligados a cumplirlo sabed que soy yo el valeroso Don
cual es tan descuidado, que cada día me falta una; y Quijote de la Mancha, el desfacedor de agravios y
porque castigo su descuido, o bellaquería, dice que lo sinrazones, y a Dios quedad, y no se os parta de las
hago de miserable, por no pagarle la soldada que le mientes lo prometido y jurado so pena de la pena
debo, y en Dios y en mi ánima que miente. pronunciada.
-¿Miente delante de mí, ruin villano? -dijo Don Y en diciendo esto, picó a su Rocinante y en breve
Quijote- Por el sol que nos alumbra que estoy para espacio se apartó de ellos. seguiole el labrador con los
pasaros de parte a parte con esta lanza. Pagadle luego ojos y cuando vió que había transpuesto del bosque y
sin más réplica; si no, por el dios que nos rige, que os que ya no parecía volviose a su criado Andrés, y díjole:
concluya y aniquile en este punto. Desatadlo luego. -Venid acá, hijo mió; que os quiero pagar lo que os
El labrador bajó la cabeza y, sin responder palabra, debo, como aquel deshacedor de agravios me dejó
desató a su criado, al cual preguntó Don Quijote que mandado.
cuánto le debía su amo. El dijo que nueve meses, a -Eso juro yo-, -dijo Andrés-; ¡cómo que andará
siete reales cada mes. Hizo la cuenta Don Quijote y halló vuestra merced acertado en cumplir el mandamiento de
que montaban sesenta y tres reales y díjole al labrador aquel buen caballero, que mil años viva; que según es
que al momento los desembolsase, sino quería morir por de valeroso y de buen juez, vive Roque, que si no me
ello. Respondió el medroso villano que para el paso en paga que vuelva y ejecute lo que dijo!
que estaba y juramento que había hecho -y aún no -También lo juro yo -dijo el labrador-; pero por lo
había jurado nada-, que no eran tantos; porque se le mucho que os quiero, quiero acrecentar la deuda por
habían de descontar y recibir en cuenta tres pares de acrecentar la paga.
zapatos que le había dado, y un real de dos sangrías Y asiéndole del brazo le tornó a atar a la encina,
que le habían hecho estando enfermo. donde le dio tantos azotes que lo dejó por muerto.
-Llamad, señor Andrés, ahora -decía el labrador- al Mira, Sancho; si tomas por medio a la virtud y
desfador de agravios; veréis como no desface aqueste. precias de hacer hechos virtuosos, no hay para qué
Aunque creo que no está acabado de hacer, porque me tener envidia a lo que tienen príncipes y señores;
viene gana de desollaros vivo, como vos temíades. porque la sangre se hereda y la virtud se aquista, y la
Pero al fin le desató y le dio licencia que fuese a virtud vale por sí sola, lo que la sangre no vale.
buscar a su juez para que ejecutase la pronunciada Siendo esto así como lo es, que si acaso viniere a
sentencia. Andrés se partió algo mohino, jurando de ir a verte cuando estés en tu ínsula alguno de tus parientes,
buscar al veleroso Don Quijote de la Mancha y contarle no le aseches ni le afrentes, antes le has de acoger,
punto por punto lo que había pasado, y que se lo había agasajar y regalar; que con ese satisfarás al cielo que
de pagar con la setenas. Pero, con todo esto, él se gusta que nadie se desprecie de lo que él hizo, y
partió llorando y su amo se quedó riendo. Y de esta corresponderás a lo que debes a la naturaleza bien
manera deshizo el agravio el valeroso Don Quijote: el concertada.
cual, contentísimo de lo sucedido, pareciéndole que Si trujeres a tu mujer contigo (porque no es bien que
había dado felicísimo y alto principio a sus caballerías, los que asisten a gobiernos de mucho tiempo estén sin
con gran satisfacción de sí mismo iba caminando las propias) enséñala, doctrínala, debástala de su
hacia su aldea, diciendo a media voz: natural rudeza; porque todo lo que suele adquirir un
-Bien te puedes llamar dichosa sobre cuantas hoy gobernador discreto, suele perder y derramar una mujer
viven sobre la tierra, ¡Oh sobre las bellas bella Dulcinea rústica y tonta.
de Toboso! pues te cupo en suerte tener sujeto y Si acaso enviudares (cosa que puede suceder) y con
rendido a toda tu voluntad e talante a un tan valiente y el cargo mejorares de consorte, no la tomes tal, que te
tan nombrado caballero como lo es y será Don Quijote sirva de anzuelo y de caña de pescar y del no quiero de
de la Mancha, el cual, como todo el mundo sabe, ayer tu capilla, porque en verdad te digo, de todo aquello que
reció la orden de caballería, y hoy ha desfecho el mayor la mujer del juez recibiere ha de dar cuenta al marido en
tuerto y agravio que formó sinrazón y cometió la la residencia universal, donde pagará con el cuatro tanto
crueldad: hoy quitó el látigo de la mano a aquel en la muerte, de las partidas de que no se hubiere
despiadado enemigo que tan sin ocasión vapuleaba a hecho cargo en su vida.
aquel delicado infante. Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener
mucha cabida con los ignorantes que presumen de
CAPÍTULO agudos.
XLII Hallen en ti más compasión las lágrimas del pobre,
DE LOS CONSEJOS QUE DIO DON pero no más justicia que las informaciones del rico.
QUIJOTE A SANCHO PANZA Procura descubrir la verdad por entre las promesas y
ANTES DE QUE FUESE A GOBERNAR LA dádivas del rico, como por entre los sollozos e
ÍNSULA, CON OTRAS COSAS BIEN importunidades del pobre.
CONSIDERADAS Cuando pudiere y debiere tener lugar la equidad, no
cargues todo el rigor de la ley al delincuente; que no es
"Primeramente, ¡Oh hijo! has de temer a Dios: mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo.
porque en el temerlo está la sabiduría y siendo sabio no Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el
podrás errar en nada. peso de la dádiva sino con el de la misericordia.
Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, Cuando te sucediere juzgar algún pleito de algún
procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil enemigo, aparta las mientes de tu injuria y ponlas en la
conocimiento que pueda imaginarse. Del conocerte verdad del caso.
saldrá el no hincharle como la rana, que quiso igualarse No te ciegue la pasión propia en la causa ajena; que
con el buey; que si esto haces, vendrá a ser feos pies los yerros que en ella hicieres, las más veces serán sin
de la rueda de tu locura, la consideración de haber remedio y si le tuvieren, será a costa de tu crédito y
guadado puercos en tu tierra. aun de tu hacienda.
-Así es verdad -respondió Sancho- pero fue cuando Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia,
muchacho; pero después algo hombrecillo, gansos quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus
fueron los que guardé, que no puercos. Pero esto, gemidos y considera despacio la sustancia de lo que te
paréceme que no hace el caso; que no todos los que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y
gobiernan vinen de casta de reyes. tu bondad en sus suspiros.
-Así es verdad -replicón Don Quijote-; por lo cual los Al que has de castigar con obras, no trates mal con
no de principios nobles deben acompañar la gravedad del palabras, pues le basta al desdichado la pena del
cargo que ejercitan con una blanda suavidad, que suplicio, sin la añadidura de las malas razones.
guiada por la prudencia lo libre de la murmuración Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción,
maliciosa de quien no hay estado que se escape. considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones
Haz gala, Sancho, de la humildad de tu linaje y no te de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto
desprecies de decir que vienes de labradores; porque fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria,
viendo que no te corres, ninguno se pondrá a correrte; y muéstrate piadoso y clemente, porque aunque los
préciate más de ser humilde virtuoso que pecador atributos de Dios son todos iguales, más resplandece y
soberbio. Imnumerables son aquellos que de baja campea a nuestro ver, el de la misericordia que el de la
estirpe nacidos, han subido a la dignidad pontificia e justicia.
imperatoria, y desta verdad te pudiera traer tantos Si estos preceptos y estas reglas sigues, Sancho,
ejemplos que te cansaran. serán luengos tus días, tu fama será eterna; tus
premios
colmados; tu felicidad indecible; casarás tus hijos como TRATADO SEGUNDO:
quisieres; títulos tendrán ellos y tus nietos; vivirás en Cómo Lázaro se asentó con un clérigo y de las cosas
paz y beneplácito de las gentes y en los últimos pasos que con él pasó.
de la vida te alcanzará el de la muerte en vejez suave y
madura y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas Desde el principio el lector ya sabe que "Las cosas
manos de tus terceros netezuelos. que con él pasó" le parecen a Lázaro peores que las que
Esto que hasta aquí te he dicho, son documentos pasó el ciego por su comportamiento: "Escape del trueno
que han de adornar tu alma; escucha ahora los que han e di en el relámpago" ya que si el ciego era avaro, el
de servir para adorno del cuerpo". clérigo lo era mucho más, de tal modo que "en toda la
casa no había cosa de comer" y Lázaro se "finaba de
ARGUMENTO DE EL LAZARILLO DE hambre". Es de nuevo ésta la causa de que el chico
TORMES Prólogo desarrolle la astucia para remediar la adversidad,
usando de sus "mañas", ya experimentadas con el
El narrador hace una serie de consideraciones antes ciego, para matar el hambre. Y Lázaro cuenta la historia
de empezar a relatar un determinado caso, en su del arcaz viejo, en la que se pone de manifiesto tanto su
"caso" primero, expone unas cuantas reflexiones astucia como la avaricia del clérigo. El final de la
generales sobre el acto de escribir para un público: misma, cuya narración presenta trazos constantes de
motivaciones del que escribe (por un lado, dar a comicidad, prueba, por un lado, la crueldad de su amo,
conocer a muchos las cosas señaladas y por otro su y la desdicha inevitable de Lázaro por otro.
deseo de "alabanza" y efectos del libro sobre sus
lectores), segundo, indica sus motivaciones personales y TRATADO TERCERO:
concretas para el relato que va a hacer en el que se De cómo Lázaro se asentó con un escudero, y de lo
verá cómo "vive un hombre con tantas fortunas, que le aconteció con él.
peligros y adversidades", al dar el narrador "entera
noticia de su persona". Después de haber sido puesto en la calle por el
clérigo, Lázaro flaco y hambriento, va a dar otra vez a
TRATADO Toledo, ciudad donde reside en el momento de escribir
PRIMERO: su relato. Allí vive de limosnas durante algún tiempo
Cuenta Lázaro su vida y cuyo hijo hasta que, forzado por la gente a buscarse un amo,
fue. después de mucho buscar, se topó "con un escudero
que iba por la calle con razonable vestido, bien peinado,
Lázaro protagonista y narrador en primera persona, su paso y compás en orden" el cual le cogió como
empieza a contar una serie de hechos que han servidor.
configurado su vida. En una primera parte nos
enteramos de su nacimiento en medio de una familia de Sin embargo cuando Lázaro piensa que finalmente
muy pocos recursos económicos; de la prisión de su ha encontrado el amo que "Había meanester" se da
padre (por robo) y muerte, y de los posteriores cuenta de que aquél vive miserablemente, sin nada que
amancebamiento y servidumbre de la madre como comer y tan solo con una pobre y "negra cama" donde
medio de supervivencia. dormir. Rabiando de hambre y dando vueltas a su "ruin
fortuna" Lázaro se ve forzado a pedir limosna, medio a
A esta primera parte que termina con las través del cual busca alimento no sólo para él mismo,
significativas palabras de la madre "Criado te he y con sino también para su amo.
buen amo te he puesto. Válete por ti", le sigue una
segunda parte en la que Lázaro cuenta lo que le ocurrió El mozo da cuenta de que éste parte de ese grupo
con ese primer amo: un ciego. de hidalgos arruinados que, aunque muertos de
hambre, sin embargo llenos de presunción la pasen "por
Lázaro narra, entre otras, algunas de las "historias la negra que llaman honra". Pero una vez más, Lázaro
sus desastres", como él dice que ha sufrido en su se encuentra sin amo cuando el escudero huye al verse
relación con el ciego: la del jarro de vino, la del racimo perseguido por no pagar el alquiler de su casa.
de uvas y la de la longaniza.
LAZARILLO DE TORMES
A través de la sucesión de las mismas, de sus causas
y consecuencias se ve caracterizando al ciego, a la vez (Fragmento)
que se va construyendo la psicología del chico y se
enseña y justifica su comportamiento: la astucia, la Tratado primero
avaricia y la crueldad de su amo llevan a Lázaro,
motivado sobre todo por el hambre, pero también por Cuenta Lázaro su vida y cúyo hijo fue
los malos tratos, a desarrollar un comportamiento Pues sepa vuestra merced, ante todas cosas, que a
igualmente astuto encaminado a matar el hambre, y mí llaman Lázaro de Tormes, hijo de Tomé González y
por fin, a vengarse del ciego, la historia final el de Antona Pérez, naturales de Tejares, aldea de
cabezazo del ciego en el poste de piedra cumple este Salamanca. Mi nacimiento fue dentro del río Tormes, por
objetivo a la vez que permite a Lázaro liberarse del
la cual causa tomé el sobrenombre; y fue de esta
primer amo.
manera: mi padre, que Dios perdone, tenía cargo de
proveer una molienda de
una aceña que está ribera de aquel río, en la cual fue sábanas de los caballos hacía perdidas; y, cuando otra
molinero más de quince años; y, estando mi madre una cosa no tenía, las bestias desherraba, y con todo esto
noche en la aceña, preñada de mí, tomóle el parto y acudía a mi madre para criar a mi hermanico. No nos
parióme allí. De manera que con verdad me puedo decir maravillemos de un clérigo ni fraile,
nacido en el río.
Pues siendo yo niño de ocho años, achacaron a mi
padre ciertas sangrías mal hechas en los costales de los
que allí a moler venían, por lo cual fue preso, y confesó
y no negó, y padeció persecución por justicia. Espero en
Dios que está en la gloria, pues el Evangelio los llama
bienaventurados. En este tiempo se hizo cierta armada
contra moros, entre los cuales fue mi padre (que a la
sazón estaba desterrado por el desastre ya dicho), con
cargo de acemilero de un caballero que allá fue. Y con
su señor, como leal criado, feneció su vida.
Mi viuda madre, como sin marido y sin abrigo se
viese,
determinó arrimarse a los buenos por ser uno de ellos, y
vínose a vivir a la ciudad y alquiló una casilla y metióse
a guisar de comer a ciertos estudiantes, y lavaba la ropa
a ciertos mozos de caballos del comendador de la
Magdalena, de manera que fue frecuentando las
caballerizas.
Ella y un hombre moreno de aquellos que las bestias
curaban vinieron en conocimiento. Éste algunas veces
se venía a nuestra casa y se iba a la mañana. Otras
veces, de día llegaba a la puerta en achaque de
comprar huevos, y entrábase en casa. Yo, al principio de
su entrada, pesábame con él y habíale miedo, viendo el
color y mal gesto que tenía; mas, de que vi que con su
venida mejoraba el comer, fuile queriendo bien, porque
siempre traía pan, pedazos de carne y en el invierno
leños a que nos calentábamos.
De manera que, continuando la posada y
conversación,
mi madre vino a darme un negrito muy bonito, el cual
yo brincaba y ayudaba a calentar. Y acuérdome que,
estando el negro de mi padrastro trebejando con el
mozuelo, como el niño vía a mi madre y a mí blancos y
a él no, huía de él, con miedo, para mi madre, y,
señalando con el dedo, decía:
-¡Madre, coco!

Respondió él riendo:

-¡Hideputa!
Yo, aunque bien mochacho, noté aquella palabra de
mi hermanico, y dije entre mí: «¡Cuántos debe de haber
en el mundo que huyen de otros porque no se ven a sí
mismos!».
Quiso nuestra fortuna que la conversación del Zaide,
que así se llamaba, llegó a oídos del mayordomo, y,
hecha pesquisa, hallóse que la mitad por medio de la
cebada, que para las bestias le daban, hurtaba, y
salvados, leña, almohazas, mandiles, y las mantas y
porque el uno hurta de los pobres y el otro de casa para cornada, y díjome:
sus devotas y para ayuda de otro tanto, cuando a un -Necio, aprende, que el mozo del ciego un punto ha de
pobre esclavo el amor le animaba a esto. saber más que el diablo.
Y probósele cuanto digo, y aún más; porque a mí con Y rió mucho la burla.
amenazas me preguntaban, y, como niño, respondía y
descubría cuanto sabía con miedo: hasta ciertas
herraduras que por mandado de mi madre a un herrero
vendí.
Al triste de mi padrastro azotaron y pringaron, y a mi
madre pusieron pena por justicia, sobre el
acostumbrado centenario, que en casa del sobredicho
comendador no entrase ni al lastimado Zaide en la suya
acogiese.
Por no echar la soga tras el caldero, la triste se
esforzó y cumplió la sentencia. Y, por evitar peligro y
quitarse de malas lenguas, se fue a servir a los que al
presente vivían en el mesón de la Solana; y allí,
padeciendo mil importunidades, se acabó de criar mi
hermanico hasta que supo andar, y a mí hasta ser buen
mozuelo, que iba a los huéspedes por vino y candelas y
por lo demás que me mandaban.
En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el
cual, pareciéndole que yo sería para adestralle, me pidió
a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndole cómo
era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe,
había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en
Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le
rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era
huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía,
no por mozo, sino por hijo. Y así le comencé a servir y
adestrar a mi nuevo y viejo amo.
Como estuvimos en Salamanca algunos días,
pareciéndole a mi amo que no era la ganancia a su
contento, determinó irse de allí; y cuando nos hubimos
de partir, yo fui a ver a mi madre, y, ambos llorando, me
dio su bendición y dijo:
-Hijo, ya sé que no te veré más. Procura de ser
bue- no, y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo
te he puesto; válete por ti.

Y así me fui para mi amo, que esperándome estaba.

Salimos de Salamanca, y, llegando a la puente, está

a
la entrada de ella un animal de piedra, que casi
tiene
forma de toro, y el ciego mandóme que llegase cerca
del animal, y, allí puesto, me dijo:
-Lázaro, llega el oído a este toro y oirás gran ruido
dentro de él.
Yo simplemente llegué, creyendo ser así. Y como
sintió que tenía la cabeza par de la piedra, afirmó recio
la mano y diome una gran calabazada en el diablo del
toro, que más de tres días me duró el dolor de la
Parecióme que en aquel instante desperté de la mejor. Para esto le hacía burlas endiabladas, de las
sim- pleza en que, como niño, dormido estaba. Dije cuales contaré algunas, aunque no todas a mi salvo.
entre mí:
«Verdad dice éste, que me cumple avivar el ojo y
avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer».

Comenzamos nuestro camino, y en muy pocos días


me mostró jerigonza. Y, como me viese de buen
ingenio, holgábase mucho y decía:

-Yo oro ni plata no te lo puedo dar; mas avisos para


vivir muchos te mostraré.

Y fue así, que, después de Dios, éste me dio la


vida, y, siendo ciego, me alumbró y adestró en la
carrera de vivir.
Huelgo de contar a vuestra merced estas niñerías,
para mostrar cuánta virtud sea saber los hombres subir
siendo bajos, y dejarse bajar siendo altos, cuánto vicio.
Pues, tornando al bueno de mi ciego y contando sus
cosas, vuestra merced sepa que, desde que Dios crió el
mundo, ninguno formó más astuto ni sagaz. En su oficio
era un águila: ciento y tantas oraciones sabía de coro;
un tono bajo, reposado y muy sonable, que hacía
resonar la iglesia donde rezaba; un rostro humilde y
devoto, que, con muy buen continente, ponía cuando
rezaba, sin hacer gestos ni visajes con boca ni ojos,
como otros suelen hacer.
Allende de esto, tenía otras mil formas y maneras
para
sacar el dinero. Decía saber oraciones para muchos y
diversos efectos: para mujeres que no parían; para las
que estaban de parto; para las que eran malcasadas,
que sus maridos las quisiesen bien. Echaba pronósticos
a las preñadas: si traían hijo o hija. Pues en caso de
medicina decía que Galeno no supo la mitad que él
para muelas, desmayos, males de madre. Finalmente,
nadie le decía padecer alguna pasión, que luego no le
decía:
-Haced esto, haréis esto otro, cosed tal yerba,
tomad
tal raíz.
Con esto andábase todo el mundo tras él,
especialmente mujeres, que cuanto les decía creían. De
éstas sacaba él grandes provechos con las artes que
digo, y ganaba más en un mes que cien ciegos en un
año.
Mas también quiero que sepa vuestra merced que,
con
todo lo que adquiría y tenía, jamás tan avariento ni
mezquino hombre no vi; tanto, que me mataba a mí de
hambre, y así no me demediaba de lo necesario. Digo
verdad: si con mi sutileza y buenas mañas no me
supiera remediar, muchas veces me finara de hambre;
mas, con todo su saber y aviso, le contaminaba de tal
suerte que siempre, o las más veces, me cabía lo más y
Él traía el pan y todas las otras cosas en un fardel la cera, por ser muy poca, comenzaba la
de lienzo, que por la boca se cerraba con una argolla de
hierro y su candado y llave; y al meter de las cosas y
sacallas, era con tanta vigilancia y tan por contadero,
que no bastara todo el mundo a hacerle menos una
migaja. Mas yo tomaba aquella lacería que él me daba,
la cual en menos de dos bocados era despachada.
Después que cerraba el candado y se descuidaba,
pensando que yo estaba entendiendo en otras cosas,
por un poco de costura, que muchas veces del un lado
del fardel descosía y tornaba a coser, sangraba el
avariento fardel, sacando, no por tasa pan, más buenos
pedazos, torreznos y longaniza. Y así, buscaba
conveniente tiempo para rehacer, no la chaza, sino la
endiablada falta que el mal ciego me faltaba.
Todo lo que podía sisar y hurtar traía en medias
blancas, y, cuando le mandaban rezar y le daban
blancas, como él carecía de vista, no había el que se la
daba amagado con ella, cuando yo la tenía lanzada en
la boca y la media aparejada, que, por presto que él
echaba la mano, ya iba de mi cambio aniquilada en la
mitad del justo precio. Quejábaseme el mal ciego,
porque al tiento luego conocía y sentía que no era
blanca entera, y decía:
-¿Qué diablo es esto, que, después que comigo
estás, no me dan sino medias blancas, y de antes una
blanca y un maravedí hartas veces me pagaban? En ti
debe estar esta desdicha.
También él abreviaba el rezar y la mitad de la
oración no acababa, porque me tenía mandado que, en
yéndose el que la mandaba rezar, le tirase por cabo del
capuz. Yo así lo hacía. Luego él tornaba a dar voces
diciendo:
-¿Mandan rezar tal y tal oración? -como suelen decir.
Usaba poner cabe sí un jarrillo de vino cuando
comíamos, y yo muy de presto le asía y daba un par de
besos callados y tornábale a su lugar. Mas duróme
poco, que en los tragos conocía la falta, y, por reservar
su vino a salvo, nunca después desamparaba el jarro,
antes lo tenía por el asa asido. Mas no había piedra
imán que así trajese a sí como yo con una paja larga de
centeno que para aquel menester tenía hecha, la cual,
metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino, lo
dejaba a buenas noches. Mas, como fuese el traidor tan
astuto, pienso que me sintió, y dende en adelante mudó
propósito y asentaba su jarro entre las piernas y
atapábale con la mano, y así bebía seguro.
Yo, como estaba hecho al vino, moría por él, y
viendo que aquel remedio de la paja no me
aprovechaba ni valía, acordé en el suelo del jarro hacerle
una fuentecilla y agujero sutil, y, delicadamente, con
una muy delgada tortilla de cera, taparlo; y, al tiempo
de comer, fingiendo haber frío, entrábame entre las
piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla
lumbre que teníamos, y, al calor de ella luego derretida
fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de tal tal ruindad!
manera ponía, que maldita la gota se perdía. Cuando el Y reían mucho el artificio y decíanle:
pobreto iba a beber, no hallaba nada. Espantábase, -¡Castigadlo, castigadlo, que de Dios lo
maldecíase, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo habréis! Y él, con aquello, nunca otra cosa
qué podía ser. hacía.
-No diréis, tío, que os lo bebo yo -decía-, pues no le
quitáis de la mano.
Tantas vueltas y tientos dio al jarro, que halló la
fuente
y cayó en la burla; mas así lo disimuló como si no lo
hubiera sentido.
Y luego otro día, teniendo yo rezumando mi jarro
como
solía, no pensando el daño que me estaba aparejado ni
que el mal ciego me sentía, sentéme como solía;
estando recibiendo aquellos dulces tragos, mi cara
puesta hacia el cielo, un poco cerrados los ojos por
mejor gustar el sabroso licor, sintió el desesperado ciego
que agora tenía tiempo de tomar de mí venganza, y con
toda su fuerza, alzando con dos manos aquel dulce y
amargo jarro, le dejó caer sobre mi boca, ayudándose,
como digo, con todo su poder, de manera que el pobre
Lázaro, que de nada de esto se guardaba, antes, como
otras veces, estaba descuidado y gozoso,
verdaderamente me pareció que el cielo, con todo lo
que en él hay, me había caído encima.
Fue tal el golpecillo, que me desatinó y sacó de
sentido, y el jarrazo tan grande, que los pedazos de él
se me metieron por la cara, rompiéndomela por muchas
partes, y me quebró los dientes, sin los cuales hasta hoy
día me quedé.
Desde aquella hora quise mal al mal ciego, y,
aunque
me quería y regalaba y me curaba, bien vi que se había
holgado del cruel castigo. Lavóme con vino las roturas
que con los pedazos del jarro me había hecho, y,
sonriéndose, decía:
-¿Qué te parece Lázaro? Lo que te enfermó te sana
y da salud -y otros donaires que a mi gusto no lo eran.
Ya que estuve medio bueno de mi negra trepa y
cardenales, considerando que, a pocos golpes tales, el
cruel ciego ahorraría de mí, quise yo ahorrar de él; mas
no lo hice tan presto, por hacello más a mi salvo y
provecho. Y aunque yo quisiera asentar mi corazón y
perdonalle el jarrazo, no daba lugar el maltratamiento
que el mal ciego dende allí adelante me hacía, que sin
causa ni razón me hería, dándome coscorrones y
repelándome.
Y si alguno le decía por qué me trataba tan mal,
luego
contaba el cuento del jarro,
diciendo:
-¿Pensaréis que este mi mozo es algún inocente?
Pues oíd si el demonio ensayara otra tal hazaña.
Santiguándose los que lo oían, decían:
-¡Mirad quién pensara de un muchacho tan pequeño
Y en esto yo siempre le llevaba por los peores sazón estábamos, en casa de un zapatero había muchas
caminos, y adrede, por hacerle mal y daño; si había sogas y
piedras, por ellas; si lodo, por lo más alto; que, aunque
yo no iba por lo más enjuto, holgábame a mí de quebrar
un ojo por quebrar dos al que ninguno tenía. Con esto,
siempre con el cabo alto del tiento me atentaba el
colodrillo, el cual siempre traía lleno de tolondrones y
pelado de sus manos. Y, aunque yo juraba no hacerlo
con malicia, sino por no hallar mejor camino, no me
aprovechaba ni me creía, mas tal era el sentido y el
grandísimo entendimiento del traidor.
Y porque vea vuestra merced a cuánto se extendía el
ingenio de este astuto ciego, contaré un caso de
muchos que con él me acaecieron, en el cual me parece
dio bien a entender su gran astucia. Cuando salimos de
Salamanca, su motivo fue venir a tierra de Toledo,
porque decía ser la gente más rica, aunque no muy
limosnera. Arrimábase a este refrán: «Más da el duro
que el desnudo». Y vinimos a este camino por los
mejores lugares. Donde hallaba buena acogida y
ganancia, deteníamonos; donde no, a tercero día
hacíamos San Juan.
Acaeció que, llegando a un lugar que llaman Almorox
al tiempo que cogían las uvas, un vendimiador le dio un
racimo de ellas en limosna. Y como suelen ir los cestos
maltratados, y también porque la uva en aquel tiempo
está muy madura, desgranábasele el racimo en la mano.
Para echarlo en el fardel, tornábase mosto, y lo que a él
se llegaba. Acordó de hacer un banquete, así por no
poder llevarlo, como por contentarme, que aquel día
me había dado muchos rodillazos y golpes.
Sentámonos en un valladar y dijo:
-Agora quiero yo usar contigo de una liberalidad, y
es que ambos comamos este racimo de uvas y que
hayas de él tanta parte como yo. Partillo hemos de esta
manera: tú picarás una vez y yo otra, con tal que me
prometas no tomar cada vez más de una uva. Yo haré
lo mismo hasta que lo acabemos, y de esta suerte no
habrá engaño.
Hecho así el concierto, comenzamos; mas luego al
segundo lance, el traidor mudó propósito, y comenzó a
tomar de dos en dos, considerando que yo debería
hacer lo mismo. Como vi que él quebraba la postura, no
me contenté ir a la par con él, mas aún pasaba
adelante: dos a dos y tres a tres y como podía las
comía. Acabado el racimo, estuvo un poco con el
escobajo en la mano, y, meneando la cabeza, dijo:
-Lázaro, engañado me has. Juraré yo a Dios que has
tú comido las uvas tres a tres.
-No comí -dije yo-; mas ¿por qué sospecháis eso?
Respondió el sagacísimo ciego:
-¿Sabes en qué veo que las comiste tres a tres? En
que comía yo dos a dos y callabas.
A lo cual yo no respondí. Yendo que íbamos así por
debajo de unos soportales, en Escalona adonde a la
otras cosas que de esparto se hacen, y parte de ellas goloso, habiéndoseme puesto dentro el sabroso olor de la
dieron a mi amo en la cabeza. El cual, alzando la mano, longaniza, del cual solamente sabía que había de gozar,
tocó en ellas, y viendo lo que era díjome: no mirando qué me podría suceder, pospuesto todo el
-Anda presto, muchacho; salgamos de entre tan mal temor por cumplir con el deseo, en tanto
manjar, que ahoga sin
comerlo.
Yo, que bien descuidado iba de aquello, miré lo que
era y, como no vi sino sogas y cinchas, que no era cosa
de comer, díjele:
-Tío, ¿por qué decís
eso? Respondióme:
-Calla, sobrino; según las mañas que llevas, lo sabrás
y verás cómo digo verdad.
Y así pasamos adelante por el mismo portal y
llegamos
a un mesón, a la puerta del cual había muchos cuernos
en la pared, donde ataban los recueros sus bestias, y
como iba tentando si era allí el mesón adonde él rezaba
cada día por la mesonera la oración de la emparedada,
asió de un cuerno, y con un gran suspiro dijo:
-¡Oh, mala cosa, peor que tienes la hechura! ¡De
cuántos
eres deseado poner tu nombre sobre cabeza ajena y de
cuán pocos tenerte ni aun oír tu nombre por ninguna
vía!
Como le oí lo que decía, dije:
-Tío, ¿qué es eso que decís?
-Calla, sobrino, que algún día te dará éste que en la
mano tengo alguna mala comida y cena.
-No le comeré yo -dije- y no me la dará.
- Yo te digo verdad; si no, verlo has, si vives.
Y así pasamos adelante hasta la puerta del mesón,
adonde pluguiere a Dios nunca allá llegáramos, según lo
que me sucedió en él.
Era todo lo más que rezaba por mesoneras y por
bodegoneras y turroneras y rameras y así por
semejantes mujercillas, que por hombre casi nunca le vi
decir oración.
Reíme entre mí y, aunque muchacho, noté mucho la
discreta consideración del
ciego.
Mas, por no ser prolijo, dejo de contar muchas
cosas, así graciosas como de notar, que con este mi
primer amo me acaecieron, y quiero decir el
despidiente y, con él, acabar.
Estábamos en Escalona, villa del duque de ella, en
un
mesón, y diome un pedazo de longaniza [41] que le
asase. Ya que la longaniza había pringado y comídose
las pringadas, sacó un maravedí de la bolsa y mandó que
fuese por él de vino a la taberna. Púsome el demonio el
aparejo delante los ojos, el cual, como suelen decir,
hace al ladrón, y fue que había cabe el fuego un nabo
pequeño, larguillo y ruinoso, y tal que, por no ser para la
olla, debió ser echado allí. Y como al presente nadie
estuviese, sino él y yo solos, como me vi con apetito
que el ciego sacaba de la bolsa el dinero, saqué la fiesta; mas con tanta gracia y donaire contaba el ciego
longaniza y muy presto metí el sobredicho nabo en el mis hazañas, que, aunque yo
asador, el cual, mi amo, dándome el dinero para el vino,
tomó y comenzó a dar vueltas al fuego, queriendo asar
al que, de ser cocido, por sus deméritos había escapado.
Yo fui por el vino, con el cual no tardé en despachar la
longaniza y, cuando vine, hallé al pecador del ciego que
tenía entre dos rebanadas apretado el nabo, al cual aún
no había conocido por no haberlo tentado con la mano.
Como tomase las rebanadas y mordiese en ellas
pensando también llevar parte de la longaniza, hallóse
en frío con el frío nabo. Alteróse y dijo:
-¿Qué es esto, Lazarillo?
-¡Lacerado de mí! -dije yo-. ¿Si queréis a mí echar
algo?
¿Yo no vengo de traer el vino? Alguno estaba ahí y por
burlar haría esto.
-No, no -dijo él-, que yo no he dejado el asador de la
mano; no es
posible.
Yo torné a jurar y perjurar que estaba libre de aquel
trueco y cambio; mas poco me aprovechó, pues a las
astucias del maldito ciego nada se le escondía. Levantóse
y asióme por la cabeza y llegóse a olerme. Y como
debió sentir el huelgo, a uso de buen podenco, por
mejor satisfacerse de la verdad, y con la gran agonía
que llevaba, asiéndome con las manos, abríame la boca
más de su derecho y desatentadamente metía la nariz.
La cual él tenía luenga y afilada, y a aquella sazón, con
el enojo, se había aumentado un palmo; con el pico de
la cual me llegó a la golilla.
Y con esto, y con el gran miedo que tenía, y con la
brevedad del tiempo, la negra longaniza aún no había
hecho asiento en el estómago; y lo más principal: con el
destiento de la cumplidísima nariz, medio cuasi
ahogándome, todas estas cosas se juntaron y fueron
causa que el hecho y golosina se manifestase y lo suyo
fuese vuelto a su dueño. De manera que, antes que el
mal ciego sacase de mi boca su trompa, tal alteración
sintió mi estómago, que le dio con el hurto en ella, de
suerte que su nariz y la negra mal mascada longaniza a
un tiempo salieron de mi boca.
¡Oh gran Dios, quién estuviera aquella hora
sepultado, que muerto ya lo estaba! Fue tal el coraje
del perverso ciego, que, si al ruido no acudieran, pienso
no me dejara con la vida. Sacáronme de entre sus
manos, dejándoselas llenas de aquellos pocos cabellos
que tenía, arañada la cara y rascuñado el pescuezo y la
garganta. Y esto bien lo merecía, pues por su
maldad me venían tantas persecuciones.
Contaba el mal ciego a todos cuantos allí se
allegaban mis desastres, y dábales cuenta una y otra
vez, así de la del jarro como de la del racimo, y agora
de lo presente. Era la risa de todos tan grande, que
toda la gente que por la calle pasaba entraba a ver la
estaba tan maltratado y llorando, me parecía que hacía -Lázaro, esta agua es muy porfiada, y cuanto la
sinjusticia en no reírselas. noche más cierra, más recia. Acojámonos a la posada
Y en cuanto esto pasaba, a la memoria me vino una con tiempo.
cobardía y flojedad que hice, por que me maldecía, y Para ir allá habíamos de pasar un arroyo, que con la
fue no dejalle sin narices, pues tan buen tiempo tuve mucha agua iba grande. Yo le dije:
para ello, que la meitad del camino estaba andado; que -Tío, el arroyo va muy ancho; mas si queréis, yo veo
con sólo apretar los dientes se me quedaran en casa, y, por donde travesemos más aína sin mojarnos, porque
con ser de aquel malvado, por ventura lo retuviera mejor se estrecha allí mucho y, saltando, pasaremos a pie
mi estómago que retuvo la longaniza, y, no pareciendo enjuto.
ellas, pudiera negar la demanda. ¡Pluguiera a Dios que lo Parecióle buen consejo y dijo:
hubiera hecho, que eso fuera así que así! -Discreto eres, por esto te quiero bien; llévame a ese
Hiciéronnos amigos la mesonera y los que allí lugar donde el arroyo se ensangosta, que agora es
estaban, y, con el vino que para beber le había traído, invierno y sabe mal el agua, y más llevar los pies
laváronme la cara y la garganta. Sobre lo cual mojados.
discantaba el mal ciego donaires, diciendo: Yo que vi el aparejo a mi deseo, saquéle de bajo de
-Por verdad, más vino me gasta este mozo en los portales y llevélo derecho de un pilar o poste de
lavatorios piedra que en la plaza estaba, sobre el cual y sobre
al cabo del año, que yo bebo en dos. A lo menos, otros cargaban saledizos de aquellas casas, y dígole:
Lázaro, eres en más cargo al vino que a tu padre, -Tío, éste es el paso más angosto que en el arroyo
porque él una vez te engendró, mas el vino mil te ha hay.
dado la vida. Como llovía recio y el triste se mojaba, y con la
Y luego contaba cuántas veces me había priesa que llevábamos de salir del agua, que encima de
descalabrado y harpado la cara, y con vino luego nos caía, y, lo más principal, porque Dios le cegó
sanaba. aquella hora el entendimiento (fue por darme de él
-Yo te digo -dijo- que, si hombre en el mundo ha de venganza), creyóse de mí, y dijo:
ser -Ponme bien derecho y salta tú el arroyo.
bienaventurado con vino, que serás Yo le puse bien derecho enfrente del pilar, y doy un
tú. salto y póngome detrás del poste, como quien espera
Y reían mucho los que me lavaban con esto, aunque tope de toro, y díjele:
yo renegaba. Mas el pronóstico del ciego no salió -¡Sus, saltad todo lo que podáis, porque deis de este
mentiroso, y después acá muchas veces me acuerdo de cabo del agua!
aquel hombre, que sin duda debía tener espíritu de Aun apenas lo había acabado de decir, cuando se
profecía, y me pesa de los sinsabores que le hice, abalanza el pobre ciego como cabrón y de toda [46] su
aunque bien se lo pagué, considerando lo que aquel fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida
día me dijo salirme tan verdadero como adelante vuestra para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste,
merced oirá. que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza,
Visto esto y las malas burlas que el ciego burlaba de y cayó luego para atrás medio muerto y hendida la
mí, determiné de todo en todo dejalle, y, como lo traía cabeza.
pensado y lo tenía en voluntad, con este postrer juego -¿Cómo, y olisteis la longaniza y no el poste? ¡Oled!
que me hizo afirmélo más. Y fue así que luego otro día ¡Oled! -le dije yo.
salimos por la villa a pedir limosna, y había llovido Y dejéle en poder de mucha gente que lo había ido a
mucho la noche antes; y porque el día también llovía, y socorrer, y tomo la puerta de la villa en los pies de un
andaba rezando debajo de unos portales que en aquel trote, y, antes de que la noche viniese, di comigo en
pueblo había, donde no nos mojamos, mas como la Torrijos. No supe más lo que Dios de él hizo ni curé de
noche se venía y el llover no cesaba, díjome el ciego: saberlo.
Teatro del Siglo de Oro

Capítulo VIII
El teatro: del drama español al espejo del mundo teatral del Siglo de Oro. Extraordinariamente prolífico,
de sus obras escénicas han sobrevivido hasta nuestros
A fines del siglo XV, Juan del Encina inició la días más de cuatrocientas y de sus autos
secularización del teatro español con sus diálogos sacramentales, cuarenta y dos. Lope estudió en su
dramáticos, reflejo de la experimentación del infancia latín y castellano bajo la tutela de Vicente
renacimiento. El precursor directo del teatro del Siglo de Espinel y posteriormente obtuvo de los jesuitas una
Oro sería, sin embargo, Lope de Rueda, quien viajó con completa educación humanística que alimentaría con
su compañía a lo largo y ancho de España deleitando a lecturas misceláneas. En 1577 se trasladó a Alcalá de
todos los públicos, desde el rey Felipe II hasta sus más Henares para seguir la carrera eclesiástica, pero sería
humildes súbditos. Especialmente influyentes fueron sus disuadido por el querer de una mujer casada, la primera
breves y cómicos pasos. Su aporte y el de Juan de la de las numerosas y fuertes pasiones que habían de
Cueva fundarían el drama nacional español. En cuanto al marcar su vida. Su legendario amor frustrado por la
montaje escénico, el teatro del Siglo de Oro se actriz Elena Osorio le inspiró venenosos libelos contra
caracterizó por la simplicidad, aunque hubo importantes ésta y su familia, que lo llevarían a pasar una
avances en el arte de la tramoya, así como en la temporada en prisión y a exiliarse de Castilla durante
utilización de construcciones efectistas para diversas ocho años. Siendo aún un hombre joven, comenzó a
representaciones, entre ellas los carros de algunos a ut ganar renombre por sus comedias y a vivir de las
os s ac ra me nt al es . El m od el o es ce no gr áf ganancias que éstas le reportaban. Se enamoró de
ic o pr ed om in an te f ue a qu el d e lo s co rr Isabel de Urbina, de dieciséis años, y tras casarse con
al es , co n representaciones a cielo abierto y ella por obligación, partió con la Armada española a
rodeadas por edificaciones. El Arte nuevo de hacer luchar contra Inglaterra. Vivió luego en Valencia
comedias en este tiempo (1609) de Lope de Vega escribiendo poesía y recibiendo importantes influencias
impulsó una estética que se apartaba de los cánones para su dramaturgia. Se desempeñó como secretario de
clásicos. La fundición de la tragedia y la comedia, la varios nobles, entre ellos del duque de Alba, y de
variedad métrica en los diálogos, la concepción del regreso en Madrid, ya viudo, protagonizó un nuevo
gusto del público como generador del criterio de calidad, escándalo amoroso y un nuevo proceso legal a raíz de
el interés por la relación entre las distintas clases de la su concubinato público con la viuda Antonia Trillo de
sociedad y la dramatización del problema individual del Armenta. Se casó en segundas nupcias con la hija de un
honor crearon un nuevo teatro de tramas intrincadas y rico carnicero y mantuvo durante veinte años un amor
compleja técnica poética. Tanto los dramas históricos de apacible con Micaela Luján, la Camila Lucinda de
Lope como sus comedias de capa y espada muchos de sus poemas. Trabajó para el duque de
constituyeron un estudio del tejido social e ilustraron el Sessa, fue empleado por la Iglesia y, en la primera
carácter español. La proclividad a la interconexión entre década del siglo XVII, ya se le reconocía como el
los miembros de diversos estamentos se vio ingenio más agudo de su época por sus populares piezas
materializado en el personaje del criado, identificado escénicas. En 1609 publicó su Arte nuevo de hacer
en numerosas ocasiones con el gracioso, que adquiriría comedias en este tiempo, donde rechaza las normas
relevancia como duplicador, crítico y catalizador del dramáticas clásicas, profundiza y modifica el
argumento. Sucesores de Lope de Vega fueron Tirso de tratamiento de las unidades espacio-temporales del
Molina, diestro en el aprovechamiento de situaciones y teatro, expone las virtudes de la variedad métrica en el
confusiones y en la representación de la tensión entre mismo y transfiere al gusto del público el criterio de
los sexos, y Calderón de la Barca, quien supo crear calidad. Después de que su existencia diera un giro
obras metafísicas formulando las preguntas más trágico con la muerte de varios de sus seres
urgentes de la filosofía barroca: la búsqueda de lo real queridos, Lope buscó refugio en diversas órdenes
y del conocimiento de sí mismo, y la pugna entre la eclesiásticas y escribió obras de corte religioso, por las
razón y las pasiones. Así lo demostraría su pieza más que obtuvo distinciones como la Cruz de Malta o un
emblemática, La vida es sueño. Con Calderón, la doctorado en teología por La corona trágica, que dedicó
representación escénica ganó profundidad y abstracción. al papa Urbano VII. A la hora de su fallecimiento, a los
Arte del símbolo, la metáfora y la alegoría, el drama del setenta y dos años, el Fénix había dado complejidad a la
Siglo de Oro quiso ser un gran teatro del mundo. comedia de capa y espada a niveles de trama y
personajes, había examinado y actualizado los valores e
LOPE DE VEGA (Madrid, España: 1562 - 1635) instituciones de España y había creado, en suma, un
universo escénico que reflejaba conscientemente todo el
Llamado el Fénix de España y considerado por el espectro social de su siglo. Sus dramas han sido
propio Cervantes un prodigio de la naturaleza, Lope de divididos en clásicos, históricos, mitológicos,
Vega es para muchos el autor ibérico que mejor entendió religiosos, pastorales, caballerescos, fantásticos y
a la agitada patria de sus tiempos. Transformó el arte de contemporáneos. De su ingente repertorio teatral
la comedia y definió los criterios que sentarían la base despuntan Peribáñez y el comendador de Ocaña; El
del esplendor mejor alcalde, el rey; Fuenteovejuna; El caballero 5 de
LITERATURA AÑO
Olmedo; El perro del hortelano; La dama boba y El
villano
en su rincón. Lope de Vega escribió, además, los oídos de los Reyes Católicos
innumerables piezas líricas, hagiografías, poemas
épicos, relatos en prosa, el renombrado Laurel de Apolo
y la autobiográfica e inclasificable obra en diálogo La
Dorotea.

Fuenteovejuna

Publicada por primera vez en 1619, esta obra de


teatro de Lope de Vega es una de las piezas escénicas
clásicas del Siglo de Oro español. Se interesa en asuntos
metafísicos y socio-políticos, desarrollando los temas del
honor, la obediencia, la cortesía, la armonía, el amor
falso y el verdadero, el desamor y el amor loco. En
su métrica, variada, predomina el octosílabo. El drama,
basado en hechos reales ocurridos en la población de
Fuente Ovejuna en 1476, cuenta la historia de un
pueblo que, deshonrado por los desmanes y abusos de
poder de su comendador, hombre soberbio y esclavo de
sus instintos, decide rebelarse contra su autoridad. El
señor, enfrentado a sus vasallos por su desbocada
seducción de las mujeres de la villa y su afrenta al
alcalde, se insolenta también con los reyes al
desobedecerles participando en la toma de Ciudad Real.
Tras raptar a la recién casada Laurencia, que es hija del
alcalde, el comendador es asesinado en su residencia
por los villanos y villanas que la han asaltado entre vivas
a los reyes y mueras a la tiranía. Un juez acude al pueblo
después de consumada la rebelión, para investigar los
hechos, pero los participantes han decidido no confesar
el nombre de los autores del crimen. Aun bajo tortura,
niños, mujeres, hombres adultos y ancianos responden
una y otra vez con las mismas palabras a la pregunta
de quién mató al comendador: «Fuenteovejuna,
señor». Sólo la Corona, Isabel de Castilla y Fernando de
Aragón, pueden dirimir el conflicto. Perdonar la villa
entera o masacrarla. Los Reyes Católicos optan por lo
primero, dando una magnánima lección de justicia a
todos sus súbditos, nobles y plebeyos.

Género literario: Teatral


(Comedia).

Tema:
La venganza de todo un pueblo contra el poder
abusivo de un Comendador.
En esta obra se plantea la lucha del pueblo contra
los nobles y la de éstos contra los reyes. El pueblo
manifiesta su derecho no a la libertad pero sí al trato
digno. “Fuenteovejuna es el primer drama
multitudinario, una verdadera anticipación del teatro de
masas, no hay más héroe que el demos, el Concejo de
Fuenteovejuna”. (Guillermo La Torre).

Argumento:
Don Fernán Gómez de Guzmán, Comendador Mayor
de Calatrava, residente en Fuenteovejuna, villa de
su Encomienda, hizo tantos y tan grandes agravios a los
vecinos de aquél pueblo, que no pudiendo ya sufrirlos ni
disimularlos, determinaron todos alzarse contra él y
matarlo. Con esta determinación de pueblo airado, con
voz de Fuenteovejuna, se juntaron una noche y con
mano armada entraron por fuerza en la casa donde el
Comendador estaba y le dieron muerte. El hecho llega a
quienes envían a un juez para castigar al culpable. El como cobardes pastores.
pueblo conjura no dar nombres y ante las torturas más ¿Qué dagas no vi en mi pecho?
crueles responden siempre culpando a toda la ¡Qué desatinos enormes,
población. El Rey comprendiendo el significado de tal qué palabras, que amenazas,
reacción suspende el proceso y acoge al pueblo bajo su y qué delitos atroces,
protección. para rendir mi castidad
a sus apetitos torpes!
Acto III
(Sala del Concejo en Fuenteovejuna)
* **
*

Laurencia: Dejadme entrar, que bien


puedo, En consejo de los
hombres;
Que bien puede una mujer,
Si no a dar voto, a dar voces.
¿Conocéisme?

Esteban: ¡Santo
cielo!
¿No es mi hija?

Juan: ¿No conoces a

Laurencia? Laurencia: Vengo tal,


Que mi diferencia os pone
En contingencia quién soy.

Esteban: ¡Hija mía!

Laurencia: No me nombres
Tu hija

Esteban: ¿Por qué, mis


ojos?
¿Por qué?

Laurencia: Por muchas


razones,
y sean las principales:
porque dejas que me roben
tiranos sin que me vengues,
traidores sin que me cobres.
Aún no era yo de Frondoso,
para que me digas que
tome, como marido,
venganza;
que aquí por tu cuenta corre;
que en tanto que de las
bodas no haya llegado la
noche,
del padre, y no del
marido, la obligación
presupone;
que en tanto que no me
entregan una joya, aunque la
compren,
no han de correr por mi
cuenta las guardas ni los
ladrones. Llevome de vuestros
ojos
a su casa Fernán Gómez:
la oveja al lobo dejáis
mis cabellos ¿No lo dicen?
¿no se ven aquí los golpes oye.
De la sangre y las señales? ¡Ah mujeres de la villa!
¿vosotros sois hombres nobles? ¡Acudid, por que se cobre
¿vosotros padres y deudos? Vuestro honor, acudid todas!
¿vosotros, que no se os
rompen las entrañas de
dolores?
Ovejas sois, bien lo dice
de Fuenteovejuna el nombre.
Dadme unas armas a mí.
pues sois piedra, pues sois
bronces, pues sois jaspes, pues
sois tigres... tigres no, porque
feroces
siguen quien roba sus
hijos, matando los
cazadores antes que entren
por el mar y por sus ondas
se arrojen liebres cobardes
nacisteis;
bárbaros sois, no españoles.
...
...

Esteban: Yo, hija, no soy de aquéllos


que permiten que los
nombres con esos títulos
viles.
Iré solo, si se pone
Todo el mundo contra mí.

Juan: Y yo, por más que me


asombre la grandeza del
contrario.

Regidor: Muramos todos.


Descoge
Un lienzo al viento en un
palo, Y mueran estos
inormes.

Juan: ¿Qué orden pensáis

tener? Mengo: Ir a matarle sin orden.


Juntad el pueblo a una voz;
Que todos están conformes
En que los tiranos mueran.

Esteban: Tomad espadas,


lanzones, Ballestas,
chuzos y palos.

Mengo: ¡Los reyes nuestros señores


Vivan!

Todos: ¡Vivan muchos años más!

Mengo: ¡Mueran tiranos traidores!

Todos: ¡Traidores tiranos mueran!

Laurencia: Caminad, que el cielo os


S comedia de capa y espada se caracterizaba por su
o vitalidad y por el ingenioso y espontáneo personaje del
n gracioso. Enemigo enconado de la afectación, Tirso logró
e una gran perfección y naturalidad en la dicción teatral.
t
o El burlador de Sevilla y convidado de
piedra
Un soneto me manda hacer Violante
que en mi vida me he visto en tanto aprieto; Escrita en verso, esta comedia es la primera
catorce versos dicen que es soneto; plasmación literaria que se conoce del mito del
burla burlando van los tres delante. seductor por antonomasia, Don Juan. Tirso de Molina
adaptó la historia partiendo, probablemente, de
Yo pensé que no hallara romances y canciones populares. El origen exacto de
consonante, y estoy a la la leyenda del tenorio se
mitad de otro cuarteto; mas
si me veo en el primer
terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,


y parece que entré con pie
derecho, pues fin con este
verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aun


sospecho que voy los trece
versos acabando; contad si
son catorce, y está hecho.

TIRSO DE MOLINA (Madrid, 1584 -


Soria, 1648)

Uno de los más originales, agudos e


influyentes dramaturgos del Siglo de Oro
español, Tirso de Molina, seudónimo de Gabriel
Téllez, explotó los principios escénicos que Lope
de Vega desarrollara para la comedia y creó
obras cómicas y trágicas de incomparable
virtuosismo. Se caracterizó por dar
individualidad y profundidad psicológica a sus
personajes y por la maestría y el ritmo con que
condujo las tramas más complejas. Estudió en
la Universidad de Alcalá, fue miembro de la
Orden Mercedaria, para la que escribió en 1637
la Historia general de la Orden de la Merced;
viajó por España, Portugal y las Indias
Occidentales y llegó a ser un respetado teólogo.
Su inquietud filosófica, su aguda percepción, su
singular ironía, su impecable manejo de la
contradicción y sus significativas imágenes
acompañaron la variedad de tonos de su poesía.
Cigarrales de Toledo, obra publicada en 1621,
ofreció un retablo literario misceláneo que
incluía algunos de sus dramas, de los que han
sobrevivido ochenta. En El burlador de Sevilla,
Tirso presentó al seductor Don Juan, personaje
que pronto sería adoptado en el resto de
Europa, inspirado, por ejemplo, a Mozart la
ópera Don Giovanni . Entre sus principales
creaciones se cuentan Antonia García , El
condenado por desconfiado, La prudencia en la
mujer, La venganza de Tamar, Don Gil de las
calzas verdes y El vergonzoso en palacio. Su
desconoce y es, aún hoy, material de estudio. La pieza Fue admirado a través de todo el siglo XVIII y
abarca tres jornadas. Comienza cuando el protagonista recuperado luego por Goethe y por los románticos
logra introducirse en la alcoba de la duquesa de ingleses
Nápoles, Isabela, haciéndose pasar por su prometido. A
partir de allí, se suceden en una vertiginosa serie los
enredos y los engaños. Las víctimas de Don Juan son
siempre jóvenes inocentes, de todos los estratos
sociales. El seductor encontrará la muerte en manos de
una estatua de piedra, la del conde Don Gonzalo, a
quien, insolente, había invitado a cenar en el
cementerio. Aunque hay noticias de que la obra fue
estrenada en 1616, la primera edición de El burlador
de Sevilla data de 1630 y fue realizada en
Barcelona, curiosamente como parte de las Doce
comedias nuevas de Lope de Vega y sin ninguna
mención a Tirso de Molina.

PEDRO CALDERÓN DE LA
BARCA

Sucesor de Lope de Vega en el trono de la


dramaturgia del Siglo de Oro, Pedro Calderón de la
Barca es la última gran figura de este período glorioso de
las letras castellanas. Se educó en un convento jesuita
de Madrid, estudió en las universidades de Alcalá y de
Salamanca, y, tras renunciar a la carrera religiosa,
empezó a escribir obras para la corte en 1623 y pronto
encabezó el círculo de dramaturgos de Felipe IV. Las así
llamadas comedias «de capa y espada» La dama duende
y Casa con dos puertas, mala es de guardar se destacan
dentro de su primera producción, que, a la muerte de
Lope en 1635, lo había consagrado como la máxima
figura del drama palaciego en el recién inaugurado
teatro del palacio del Buen Retiro. Ajeno a las disputas
entre los literatos de la época, el autor refrendó su
prestigio en los años siguientes con trascendentales
dramas de honor como El médico de su honra (1635) y
El alcalde de Zalamea (1640) y penetrantes comedias
morales como No hay cosa como callar (1639) y No
siempre lo peor es cierto (1640). La ambivalencia entre
realidad y ficción y la lucha de la libertad contra el
destino constituyen el tema central de La vida es sueño
(1636), su obra maestra, considerada el texto más
relevante de la literatura castellana después del Quijote.
Al igual que sus tragedias y sus comedias, este drama
filosófico proyecta un complejo universo moral, que
deposita en la vida ulterior la esperanza de la felicidad.
Asimismo, pone de manifiesto el barroquismo del teatro
de Calderón, que concibe la obra como una unidad
temática, desarrollada a través de patrones
argumentales que cobran significado vistos como un
todo. Responsable de diversas zarzuelas y óperas
representadas espléndidamente en el Buen Retiro, el
autor escribió también cerca de ochenta dramas
religiosos conocidos como autos sacramentales, que
materializaron durante años las abstracciones de la
teología católica en las fiestas madrileñas del Corpus
Christi. A pesar de su enorme popularidad, en 1651
renunció a escribir para el público y, poco después, se
ordenó como sacerdote tras haber procreado un hijo
ilegítimo. Capellán de la catedral de Toledo durante
varios años, fue nombrado capellán honorario del rey en
1663, y vivió sus últimos años en la corte en la que
había conquistado la gloria en su impetuosa juventud.
del siglo XIX. Hoy se lo considera el autor canónico del
drama barroco español.

El alcalde de Zalamea

Esta comedia en tres actos escrita en verso es uno


de los ejemplos más brillantes del teatro del Siglo de
Oro. La obra se basa en un hecho verídico, acaecido
durante maniobras militares de las tropas del duque de
Alba en la campaña de Portugal que tuvo lugar bajo el
reinado de Felipe II. Algunos soldados españoles deben
permanecer en Zalamea de la Serena, un pueblo
extremeño. Allí son generosamente alojados por don
Pedro Crespo, un terrateniente plebeyo y padre de la
bella Isabel, a quien el capitán Álvaro de Ataide quiere
seducir. Como no logra su cometido, el fogoso
aristócrata decide raptar a la muchacha, pero ésta
consigue huir y lo delata. El pueblo, indignado, ajusticia
al capitán, con lo que se genera una grave tensión entre
Zalamea y el ejército. El rey Felipe II soluciona el
conflicto entre la humilde comunidad civil y la orgullosa
militar al llegar al lugar, estudiar los hechos y nombrar
al padre ofendido alcalde de la localidad.

La vida es sueño

Escrita en verso en tres actos por Pedro Calderón de


la Barca, esta obra de teatro es una de las más vigentes
del Siglo de Oro y una de las piezas literarias españolas
más conocidas y estudiadas en sus aspectos
ontológicos, morales, teológicos y políticos. El interés
barroco en la relación entre la fantasía y la realidad, en
el destino del hombre, el libre albedrío y el triunfo de la
razón es expresado magistralmente en los monólogos
del drama. La acción cuenta la historia del príncipe
polaco Segismundo, quien ha sido encerrado desde su
nacimiento en una torre, después de que diversos
signos indicaran que llegaría a ser un rey cruel. A punto
de morir, su padre, el rey Basilio, decide retar los hados
al hacer que el príncipe salga de la torre y sea su
sucesor. Antes, sin embargo, lo pondrá a prueba:
Segismundo ha de salir de su prisión dormido mediante
un brebaje y, una vez despierto en la corte, su conducta
será observada por el rey. En el caso de que se muestre
irracional y peligroso, deberá regresar a su prisión,
también dormido, y pensará, así, que su cambio de
estado ha sido un sueño. Tras numerosos giros en la
trama y algunos de los versos más felizmente
escritos de la dramática española del barroco,
triunfan la razón, la proporción y el buen juicio.

Primer Acto

Descúbrese SEGISMUNDO con una cadena y la luz


vestido de pieles

SEGISMUNDO: ¡Ay mísero de mí, y ay infelice!


Apurar, cielos,
pretendo, ya que me
tratáis así, qué delito
cometí
contra vosotros naciendo.
Aunque si nací, ya
entiendo
qué delito he cometido; En llegando a esta pasión, un
bastante causa ha volcán, un Etna hecho,
tenido vuestra justicia y quisiera sacar del pecho pedazos
rigor, pues el delito del corazón.
mayor ¿Qué ley, justicia o razón
del hombre es haber nacido.
Sólo quisiera saber
para apurar mis desvelos
-dejando a una parte,
cielos, el delito del nacer-,
¿qué más os pude
ofender, para castigarme
más?
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás
nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
que no yo gocé jamás?
Nace el ave, y con las
galas que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma,
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que dejan en calma;
¿y teniendo yo más
alma, tengo menos
libertad?
Nace el bruto, y con la
piel que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas
-gracias al docto pincel-,
cuando, atrevido y
cruel, la humana
necesidad
le enseña a tener
crueldad, monstruo de su
laberinto;
¿y yo, con mejor
instinto, tengo menos
libertad?
Nace el pez, que no
respira, aborto de ovas y lamas,
y apenas bajel de escamas
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes
gira, midiendo la
inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío;
¿y yo, con más albedrío,
tengo menos libertad?
Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas sierpe de plata,
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad
del campo abierto a su huida;
¿y teniendo yo más
vida, tengo menos
libertad?
negar a los viendo que ha de despertar
hombres sabe en el sueño de la muerte?
privilegios tan Sueña el rico en su riqueza,
suave que más cuidados le ofrece;
excepción tan sueña el pobre que
principal, padece su miseria y su
que Dios le ha dado pobreza;
a un cristal, a un sueña el que a medrar empieza,
pez, a un bruto y a sueña el que afana y pretende,
un ave? sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en
Y el segundo acto concluye con otro famoso conclusión, todos sueñan lo
monólogo de que son, aunque ninguno lo
SEGISMUNDO: entiende.
Yo sueño que estoy
CLOTALDO: (...) aquí de estas prisiones
Como habíamos hablado cargado,
de aquella y soñé que en otro
águila, dormido, estado más lisonjero me
tu sueño vi.
imperios han ¿Qué es la vida? Un frenesí
sido; mas en ¿Qué es la vida? Una
sueños fuera ilusión, una sombra, una
bien entonces ficción,
honrar a quien y el mayor bien es pequeño;
te crió en tantos que toda la vida es
empeños, sueño, y los sueños,
Segismundo, que aun sueños son.
en sueños no se
pierde el hacer bien.
(Vase
CLOTALDO)

SEGISMUNDO: Es verdad; pues


reprimamos esta
fiera condición,
esta furia, esta
ambición, por si
alguna vez
soñamos; y sí
haremos, pues
estamos en
mundo tan
singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña
que el hombre que
vive, sueña lo que
es, hasta
despertar.
Sueña el rey que
es rey, y vive con este
engaño mandando,
disponiendo y
gobernando;
y este aplauso,
que recibe
prestado, en el
viento escribe, y
en cenizas le
convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Qué hay quien
intente reinar,
LOS CUATRO GRANDES PERÍODOS DE LA
LITERATURA CASTELLANA

PRIMER RENACIMIENTO (1519 - 1558)


Reinado Carlos V: Máxima expansión del imperio español
Importación de formas italianas (Garcilaso) e ideas erasmistas
(A. de Valdés)
ADOLESCENCIA PRIMAVERA

XVI SEGUNDO RENACIMIENTO (1558 - 1598)


Reinado de Felipe II: Inicio de la decadencia
Derrota de la armada invencible
Incorporación de lo italiano
a. Castilla (Luis de León)
b. Andalucía (Herrera)
SIGLO REFORMA CATÓLICA: Santa Teresa, San Juan de la Cruz
DE JUVENTUD ESTÍO
ORO

PERÍODO DE PLENITUD (1598 - 1621) Reinado de Felipe III


Creadores máximos: Miguel de Cervantes, Lope de Vega
MADUREZ OTOÑO

PERÍODO BARROCO (1621 - 1700)


XVII Reinado de Felipe IV y Carlos III
Grandes autores barrocos:
Culteranos: Góngora, Calderón
Conceptistas: Quevedo
SENECTUD INVIERNO

RENACIMIENTO ESPAÑOL (s. XVI) "La perfecta casada" (Poema)


"De los nombres de Cristo" (Prosa)
CARLOS V (1516 - 1556)
• Reforma FELIPE II (1556 - 1599)
Escuela Italiana: • Contrarreforma
Escuela Sevillana:
- Juan Boscán (1492 - 1542)
Tradujo El Cortesano - Fernando de Herrera (1534 - 1597) ("El
(Narrativa) Sonetos (Lírica) Divino") "Oda a la Batalla de Lepanto" (Lírica)
Canciones (Lírica)
- Garcilaso de la Vega (1501 - 1536)
40 sonetos (Lírica) • Tribunal de la Santa Inquisición
3 églogas (Lírica) Poesía Mística:
"Oda a la flor de Gnido" (Lírica)
- S an t a Te re s a d e Je s ús (1515 - 1582) (Orden
Escuela Salmantina: Carmelita)
Las Moradas (Prosa poética)
- Fray Luis de León (1527 - 1591) (Orden Camino de perfección (Prosa poética)
Agustina) "Oda la vida retirada" (Lírica)
"Oda a Salinas" (Lírica) - San Juan de la Cruz (1542 - 1591) (Orden
"La noche serena" Carmelita) "Llama de amor viva" (Lírica)
(Lírica)
Cántico espiritual - Miguel de Cervantes (1547 - 1616)
La noche oscura del alma (Prosa poética) La Galatea
- Lope de Vega (1562 -
NARATIVA DEL RENACIMIENTO (s. XVI - 1635) La Arcadia
XVII) La Dorotea

• NOVELA DE • NOVELA PICARESCA


CABALLERÍA Anónimo
Anónimo
Lazarillo de Tormes
- Amadís de Gaula (1508)
- Las Sergas de Esplandián (1511) Inicios del Barroco:
- Johanot Martorell (1410 - 1468) - Mateo alemán (1547 - 1614)
- Tirante el Blanco (1511) Guzmán de Alfarache
- Palmerín de Oliva (1511) - Francisco de Quevedo (1580 - 1645)
- Amadís de Grecia (1530) Historia de la vida del buscón llamado Don Pablos

• NOVELA PASTORIL

- Jorge Montemayor (1520 - 1561)


Los siete libros de Diana
- Gaspar Gil Polo (1529 - 1584)
Diana enamorada

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