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El espejo

especial
Noveno sábado 2 de marzo

Propósito del Programa


Recordar la enseñanza de lo importante que es guardar los mandamientos de Dios como
estilo de vida del pueblo de Dios en la tierra.

Al director
Este programa es dramatizado. El drama requiere de seis participantes y un narrador. lleva
un oto escenario en el cual habrá dos sillas y una mesita simulando una sala de una casa.
Cuatro de los participantes son ángeles y deben ir vestidos de blanco y tener una hoja de
papel y una pluma para escribir. Coloque un espejo en la plataforma, pero que no quede de
frente a la congregación.

Sugerencias
 Los diez consejos prácticos pueden ser presentados por varias personas
40 PROGRAMAS PARA LA ESCUELA SABÁTICA

Introducción
Hoy vamos a presenciar el desarrollo de un interesante relato de lo que puede ocurrir a la puesta de sol
de un día cualquiera. Este programa tiene una hermosa enseñanza para cada uno de nosotros.

Himno
(Entra la persona piadosa y se sienta teniendo en sus manos su Biblia, su matinal y el folleto de Escuela
Sabática. Empieza a hojear uno con mucho interés.)

Narrador: Un día normal en la vida de Piadoso inicia con su acostumbrado encuentro con Dios. Tiene una
agenda corta que dice de la siguiente manera: «Nutrirme con la Palabra en la mañana. Comunión con Dios
todo el día. Predicar a alguien en cualquier oportunidad que se me presente. Mirarme al espejo justo
antes de la puesta de sol». Todas las demás acciones de su vida. quedan enmarcadas en estas cuatro
actividades.

Piadoso: Otro día que inicio en el nombre del Señor. Cantemos con mucho gozo el himno 383: «Habla a tu
Dios de mañana».

Lectura bíblica
Narrador: El ángel de la guarda de Piadoso está muy complacido con el informe que está escribiendo y
que llevará a la puesta de sol. Le encanta llevar buenos informes al trono del Señor.

Primer ángel: ¡Qué alivio tan grande y qué placer es acompañar a alguien que pone a nuestro Señor en
primer lugar! ¡Cuántas bendiciones veo descender sobre esta personal ¡Qué ambiente tan agradable se
respira en este hogar! Me recuerda una porción de las Escrituras que dice: « Bienaventurados los íntegros
de camino, los que andan en la Ley de Jehová. Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con
todo el corazón lo buscan, pues no hacen maldad los que andan en sus caminos» (Salmo 119: 1-3).

Oración
Narrador: Todo resultó perfecto durante el día y cuando llegó la puesta del sol nuestro amigo se preparó
para su última actividad: mirarse en el espejo. Pia oso sabía que en ese momento el día finalizaba, y
aunque no veía a su ángel, sabía que estaba pronto a llevar el informe al trono de Dios. Se acercó al espejo
y empezó a revisar muy cuidadosamente lo que veía en el espejo. Luego concluyó de rodillas con una
oración.

Piadoso: Es el momento de orar de rodillas.

Intervención musical
(Entra sin anunciar.)

Narrador: Otro ángel llega para relevar a su compañero y quedarse con Piadoso. El primer ángel está
muy feliz por el informe que llevará. ¡Ha sido un día exitoso!

Primer ángel (leyendo su informe): Hoy Piadoso se alimentó con la Palabra temprano en la mañana.
Predicó el evangelio a varias personas con las cuales tuvo contacto. Consultó sus decisiones con el Señor.
Dio un buen testimonio en su trabajo. Mantuvo una canción en su corazón. Agradeció al Señor por las
bendiciones recibidas, y lo más importante, se ha visto nuevamente al espejo y la verdad es que ha
mejorado bastante. De hecho, creo que cada día mejora más.
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Segundo ángel: ¡Qué gran noticia! Esto merece que elevemos una oración cantada al trono de la gracia!
Escuchemos una parte musical.

Informe secretarial
(Sale el primer ángel a llevar su informe).

Narrador: Mientras Piadoso se está preparando para ir a la iglesia llega Ligero seguido de su ángel, que
luce muy triste y abatido. El ángel mira el informe que tendrá que llevar al trono de Dios

Ligero: ¡Hola, Piadoso, bendiciones! ¿Vas a la iglesia?

Piadoso: Si, ya me estoy preparando para salir.

Ligero: ¡Qué pena! Yo te necesito para un trabajo que tengo que terminar.

Piadoso: Si, no hay problemas. Te ayudaré tan pronto termine el culto de hoy. Vamos juntos a la iglesia y
luego terminaremos tu trabajo.

Ligero: No, está bien. No puedo esperar tanto. Voy a ir avanzando mientras llegas.

Segundo ángel: (Dirigiéndose al tercer ángel:) ¿Por qué Ligero no quiere ir a la iglesia? Se perderá la
bendición de escuchar un mensaje de Dios.

Tercer ángel: Así es. Ahora estoy esperando mi relevo y tengo uno de los peores informes que me ha
tocado llevar. Hace mucho que Ligero no se mira en el espejo y mi trabajo es cada vez más triste. No toma
en cuenta la voluntad de Dios a la hora de tomar decisiones y lleva un cristianismo muy ligero. Quisiera
que fuera frío o caliente, pero es tibio. Según mi informe de hoy ha quebrantado cuatro de los Diez
Mandamientos. Ayer fueron tres y así ha sido desde hace un tiempo.

(Entra el cuarto ángel a relevar al tercero.)

Cuarto ángel (dirigiéndose al tercer ángel): Por tu rostro veo que hoy también tenemos un mal informe.
Espero que sea mejor que el que llevaste ayer. Es decepcionante llevar esta clase de informes y ver a
nuestro Dios escucharlos. ¡Qué desánimo siento al relevarte!

Tercer ángel: Esto no puede seguir así, debemos buscar una estrategia para que se mire en el espejo. No
podemos quedamos sin hacer nada. Voy ahora a llevar este informe con mucho pesar

Segundo ángel: Yo puedo ayudarles, tengo vasta experiencia. Les voy a decir lo que vamos a hacer,
mientras tan-, to, la congregación e cuchará el avance de la obra local a través del informe secretaria! del
sábado anterior

(El primer y el tercer ángel salen con sus informes en la mano por un lado. El segundo y el cuarto ángel salen
conversando en mímica detrás de Piadoso y Ligero, que también salen conversando en mímica)

Narrador: Han pasado varios días y los ángeles, como ministros ayudadores, han llevado a cabo un plan
para hacer que Ligero se mire en el espejo.-Esto es por su propio bien, ya que de no hacerlo, no podrá ver
sus imperfecciones.

Ligero: (Hablando consigo mismo.) No encuentro mis llaves, ¿donde las habré puesto? ¡Ah, están aquí!
¿Cómo llegaron a este lugar? No recuerdo haberlas puesto dentro de este libro, parece como que quería
marcar algo, pero yo no pongo mis llaves dentro de un libro. Qué curioso ... el libro tiene una lectura
marcada: «La Ley de Dios es la regla por la cual serán probados los caracteres y las vidas de los hombres
en el juicio. Dice el Sabio: "Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es la suma del deber
humano. Pues Dios traerá toda obra a juicio". Y el apóstol Santiago amonesta a sus hermanos: "Así hablad y
así obrad, como hombres que van a ser juzgados por la ley de libertad"» (Cristo en su santuario, cap. 9, p.
114).
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Narrador: Esta lectura le hizo pensar en sus acciones diarias y en cómo Dios lo juzgaría por ellas. En ese
momento se sintió al descubierto y el ángel aprovechó la ocasión para ponerlo delante del espejo especial.

Ligero: (Frente al espejo.) ¡Qué mal estoy¡ Cuántas imperfecciones y debilidades Si Dios me juzgara hoy
estaría desaprobado. ¿Cómo no vi esto antes? Pensé que todo estaba bien. Me sentía seguro dentro de mi
rutina diaria. Tengo que buscar apoyo, iré a ver a Piadoso. (Sale.)

Cuarto ángel: Así es, hermanos y amigos. El espejo especial de los Diez Mandamientos nos muestra
nuestro carácter a la luz del estándar de Dios. Nos permite medir qué tanto hemos crecido a la estatura de
Cristo. Ese espejo especial debe estar diariamente en nuestros hogares, hemos de enseñárselo a nuestros
hijos y tenerlos siempre en nuestras mentes.

Ahora vamos a escuchar un interesante relato misionero, seguido por el Nuevo Horizonte.

Piadoso: Me siento muy bien de que hayas venido a buscar consejo. Yo he estado orando por ti desde
hace algún tiempo. Lo que has dicho sobre el espejo es algo que lo vivo a diario, pero no como un
tormento, sino que para mí es un placer al terminar el día ver cómo mi vida es un reflejo de la voluntad de
Dios.

Ligero: Pues eres la persona indicada para instruirme en ese sentido. Quiero también vivir esa
experiencia con el espejo especial todos los días.

Piadoso: Muchas de las ideas que he implementado en mi diario vivir las he aprendido del estudio de la
Biblia. Aquí tengo anotados los consejos prácticos para que te los lleves a tu casa. Son sencillos y efectivos
y los puedes poner en práctica cada día (lee).

Vive un día a la vez, cada día tiene su propio afán (Mateo 6: 34).

«Lo primero que deberíamos hacer, cada mañana al levantamos, es dirigimos a Dios en oración para
decirle: "Tómame, ¡oh Señor!, como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en
tu servicio. Mora conmigo, y que todo lo que yo vaya a hacer hoy pueda ser aprobado por ti"» (El camino a
Cristo, cap. 8, p. 104).

Mantén una canción en el corazón de alabanza y adoración a Dios.

Ninguna decisión es tan insignificante como para no consultarla con Dios. Él conoce la mejor manera de
hacer las cosas y sabe cuál camino nos conviene más. «Confía en Jehová con todo tu corazón y no te
apoyes en tu propia prudencia» (Proverbios 3: 5).

Que tu día no termine sin haber hablado de Cristo a alguien. Da de gracia lo que de gracia recibiste.

Usa sabiamente el tiempo. Cultiva la lectura de libros edificantes, aunque sea en pequeñas porciones.
Desecha actividades que no contribuyen a tu crecimiento espiritual.

Busca motivos al final del día para agradecer a Dios. La lista será extensa.

Deleítate en la ley de Jehová, medita en ella de día y de noche. En otras palabras, mírate al espejo: Cuando
trabajes observa tu integridad y honestidad. Al hablar observa tu veracidad y tu bondad. Al relacionarte
con los demás observa si estás llevando dignamente· el nombre de Dios. Revisa, al final del día, si Dios
ocupó el lugar más importante aun en medio de los muchos afanes y situaciones que se presenten.

Si no sales bien frente al espejo, no te desanimes, quiere decir que el Espíritu Santo está mostrándote lo
que debe corregir en tu vida.

Por último, nunca desaproveches la oportunidad de venir a recibir la bendición de Dios y el calor de la
hermandad en su casa. Como en esta ocasión especial en la que vamos a compartir lo que aprendimos en
la semana en nuestra Guía de estudio de la Biblia.
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División de clases
Vamos a dividimos en clases.

Conclusión
«Dı́a tras dı́a que pasa a la eternidad lleva consigo su caudal de anotaciones para los libros del cielo. Las
palabras pronunciadas, los actos realizados, jamás pueden ser revocados. Los ángeles tomaron nota tanto de lo
bueno como de lo malo. [ ... ) Tristes son las anotaciones que los ángeles llevan al cielo. Seres inteligentes, que
profesan ser seguidores de Cristo, están enfrascados en la adquisición de bienes mundanos o en el goce de los
placeres terrenales. El dinero, el tiempo y las energías son sacrificados a la ostentación y al egoísmo; pero pocos
son los momentos dedicados a orar, a investigar las Escrituras, a humillar el alma y a confesar los
pecados» (Cristo en su santuario, cap. 9, pp. 119-120).

Que esta declaración no se aplique a nuestras vidas, sino que proclamemos como el salmista: «Enséñame,
Jehová, el camino de tus estatutos y lo guardaré hasta el fin. Dame entendimiento, guardaré tu Ley y la cumpliré
de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad. Inclina mi
corazón a tus testimonios y no a la avaricia. Aparta mis ojos para que no se fijen en cosas vanas; avívame en tu
camino. Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme. Quita de mí el oprobio que he temido, porque buenos son
tus juicios. Puesto que he anhelado tus mandamientos; vivifícame en tu justicia» (Salmo 119: 33-40).
Concluyamos esta programación con el himno

Himno final
Himno 488: «Al andar con Jesús».

Oración final

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