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Por el año 2011, luego de haber trabajado varios años como director de Formación de la Red de
Colegios de la SSVP en Chile, y haber terminado un magister en Ciencias para la Familia, me
preguntaba cómo continuaría mi carrera profesional. Era muy consciente, que si bien la psicología
educacional había sido mi primer enfrentamiento real con mi profesión, quedaba pendiente en mi
el anhelo por la clínica. Sin embargo el recuerdo de esos seis años de pregrado en que había
tenido que sostener mis creencias, frente a una escuela agnóstica donde muchas de mis creencias
chocaban con las enseñanzas de la academia, y que por defecto o virtud personal me veía obligado
a rebatir y me generaban cierto rechazo a comenzar un nuevo proceso de formación con el
desgaste asociado.
Mi percepción coincidía con la Pedro Meseguer, quien señala: “La psicoterapia de los últimos
setenta años en su mismo empeño por curar al hombre ha pecado mucho contra lo humano y
precisamente por querer ser demasiado humana, aunque paradójicamente se limita a una parte
del hombre, una parte del hombre que se proclama todo el hombre… 1” más adelante citando a
Caruso continúa: “El hombre se perdió, porque en sus relaciones imprescindibles, con el mundo de
los valores, ni los admitió todos ni respetó su jerarquía…” ,y prosigue, “La ciencia o es
conocimiento de los Verdadero o no es nada, por tanto en lo que aporta de positivo, bienvenida;
pero en su obstrucción al ulterior conocer, incumple su misión y se sale de sus fueros… 2”
Con esta concepción, se hacía particularmente difícil encontrar un enfoque adecuado, que no
violentara mis más profundas creencias sobre la verdad y la naturaleza.
Fue en esta búsqueda que tuve la oportunidad de viajar a Buenos Aires y conocer al Dr.
Zanmartino, entonces decano de psicología de la UCA, quien me habló de una técnica que parecía
responder a mis necesidades. Esta técnica se venía gestando en Argentina hace ya algunos años y
su creadora aún vivía, lo que la hacía especialmente atractiva, la idea de aprender el arte de la
psicoterapia de su creadora era una motivación más para conocer esa escuela. En ese mismo viaje
1
Cfr. Meseguer P., en Caruso, I. (1954) “Análisis psíquico y síntesis existencial” (p.7) Ed. Herder, Barcelona.
2
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tuve la oportunidad de conocer a la Dra. Ennis y a la Dra. San Juan 3, la primera había sido la
creadora del método y la segunda quien lo había adaptado para niños.
A partir del 2012 comencé la formación en la Fundación Argentina de Psicoterapia Simbólica, con
una beca otorgada por la Fundación de Cultura Nacional y además tuve el honor de realizar mis
años de terapia con la misma Dra. Ennis.
A fines de 1960, gracias a una beca otorgada por National Catholic Welfare de U.S.A., pudo
estudiar bajo la dirección de la Dra. Magda Arnold en la universidad de Loyola, en Chicago. Fue ella
quien le enseñó personalmente, a la Dra. Ennis, el punto de partida de esta psicoterapia que
básicamente respondía a los anteriores planteos”.
Este método se basa en una concepción realista del hombre, donde existe “un orden fundamental
objetivo establecido por la naturaleza de las cosas, por la naturaleza de los seres5. Al señalar que
es un “orden establecido de las cosas”, podemos deducir que este orden esta pronto a ser
descubierto y no es un orden que pueda ser creado por ningún hombre más que por su creador” 6.
3
La Dra. Irma San Juan, dejó el fruto de su desarrollo terapéutico en niños, en su único libro escrito sobre
este tema “Psicoterapia Simbólica en Niños y Psicopatología de la Infancia” Ed. Virtudes.
4
En el prólogo de su libro, “Psicoterapia Simbólica, bases y conceptos”, Ed. EUCA, la Dra. María Ana Ennis
explica en detalle estas preguntas que dieron origen a este nuevo enfoque psicoterapéutico.
5
Cfr. Ennis, Maria Ana. (1981) “Psicoterapia Simbólica, fundamentación y metodología” Ed.Libreros, p.15,
Buenos Aires, Argentina.
Este método toma el material dado por el paciente, por medio del ensueño despierto, y respeta la
interpretación que este quiera darle al material que ha surgido de su ensueño. El terapeuta deberá
acompañar y guiar en el proceso de interpretación, cuidándose de interpretar el material
elaborado por el paciente. “El que presenta lo elaborado es el paciente, y su elaboración resulta
así “objeto” de descubrimiento para el terapeuta, quien con su técnica debe objetivar cada vez
más, la propia interpretación de paciente 7”
Podemos señalar, brevemente, que este proceso, se podría dividir en tres etapas:
c) Proceso de Integración a la vida: Analizadas cada una de las partes, se relee todo lo
interpretado a fin que el paciente reconozca los problemas a resolver. Si el problema se
solucionó simbólicamente durante el trabajo imaginativo, le será más fácil solucionarlo en
6
Al respecto se sugiere revisar “Arnold Magda y Gasson Jhon (1954), The Human Person, Cap, 16,
Logotherapy and existential analysis, Edit. The. Ronald Press Co., New York, USA.
7
Cfr. Ennis, Maria Ana. (1974) “Psicoterapia Simbólica” Ed. Hachette, p.5, Buenos Aires, Argentina.
8
Cfr. Ennis, Maria Ana (2008) “Psicoterapia Simbólica Bases y Conceptos” Ed. EDUCA, p.25, Buenos Aires,
Argentina.
la realidad, ya que la imaginación precede al acto 9. “Este dialogo entre paciente y
terapeuta, a propósito de lo interpretado, constituye una verdadera logoterapia 10”
Al encuentro del paciente con la verdad más profunda de quien es, irá conociéndose en lo más
auténtico y aceptándose. El símbolo lo confronta entre lo que el paciente cree ser y aquello que
es. Así por ejemplo un paciente que se siente indefenso y sin recursos, al confrontarlo con
un símbolo que lo representa, ha escogido un tigre encerrado en una jaula. Frente a esto el
paciente puede reconocer aspectos de su verdadera identidad, más agresiva y energética,
identificando rasgos o temores que limitan la expresión se su ser más íntimo y que ha podido
identificar en la jaula. En esta misa línea Grün (2008 11) señala que cuando hay cambios en nuestros
sentimientos, en nuestros sueños, en nuestro cuerpo, se modifican nuestras relaciones y se
produce una transformación en nuestro interior. Esta transformación es liberadora, ya que
modifica nuestra relación de dependencia con los demás, influyendo nuestro proceso de
crecimiento y maduración.
Mi experiencia es que esta técnica permite acercarse a lo más intimo de los pacientes y que ellos
mismos puedan ir develando aspectos íntimos de sí mismos, para hacerse cargo y comprometerse,
según sus propios valores, en determinaciones que orientarán sus vidas.
El año 2021, desarrollamos en la Universidad Finis Terrae una formación destinada a dar a conocer
esta y otras técnicas psicoterapéuticas que utilizan al símbolo como herramienta de trabajo. En
dicha oportunidad contamos con estudiantes de México, Colombia, Perú, Argentina y Chile,
quienes manifestaron quedar muy satisfechos.
que tienen a la imaginación como herramienta principal. Para el 2023 tenemos pensada una
segunda versión que esperamos sea tan o mas exitosa que la primera.
Desde ya dejamos abierta la invitación para esta segunda versión del Diplomado en Psicoterapia
por Medio de Símbolos.
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Grün, Anselm (2008) “Transformación, una dimensión olvidada de la espiritualidad” Ed. Lumen, Buenos
Aires, Argentina.
Ps. Mg. Christian Schnake F.
Director