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CARACTERES
1. Es régimen supletorio a la voluntad de los contrayentes (art 148 C.C.V)
2. El haber común de los esposos está limitado en principio a las ganancias o
beneficios adquiridos a título oneroso por cualquiera de los cónyuges o por ambos
durante el matrimonio. Los bienes adquiridos antes del matrimonio corresponden al
adquirente. Por esta razón se die que hay tres tipos patrimonios: 1. El de la esposa;
2. El del esposo: y 3, EL común de ambos. Conviene aclarar que solo hay dos
patrimonios: el del esposo y el de la mujer y el tercero se ha denominado como un
tercer patrimonio para comprender mejor la estructura. Los bienes comunes en
realidad no forman una entidad patrimonial distinta a la del marido y la mujer y los
bienes que la integran deben estar a nombre de uno o de otro y a cada uno de ellos le
pertenece la mitad de esos bienes.
3. Comienza precisamente el día de la celebración del matrimonio y cualquier
estipulación en contrario es completamente nula, según el artículo 149 C.C.V.
4. Se disuelve únicamente por las causas taxativamente determinadas por el legislador
y es absolutamente nulo todo pacto en contrario.
BIENES DE LA COMUNIDAD
Se consideran en principio comunes todos los bienes que los esposos adquieren conjunta
o separadamente durante el matrimonio por actos a título oneroso.
Artículo 156
Son bienes de la comunidad:
1º Los bienes adquiridos por título oneroso durante el matrimonio, a costa del caudal
común, bien se haga la adquisición a nombre de la comunidad o al de uno de los cónyuges.
2º Los obtenidos por la industria, profesión, oficio, sueldo o trabajo de alguno de los
cónyuges.
3º Los frutos, rentas o intereses devengados durante el matrimonio, procedentes de los
bienes comunes o de los peculiares de cada uno de los cónyuges.
Artículo 158.- El derecho de usufructo o de pensión, forma parte de los bienes propios del
cónyuge a quien pertenece; pero las pensiones y frutos correspondientes a los primeros
veinte años del matrimonio, corresponden a la comunidad en los cuatro quintos. De los
veinte años en adelante todos los frutos y pensiones corresponden a la comunidad.
Artículo 160.- Los frutos de los bienes restituibles en especie, pendientes a la disolución
del matrimonio, se prorratearán, aplicándose a la comunidad lo que corresponda al número
de días que haya durado en el último año, el cual se comenzará a contar desde el aniversario
de la celebración del matrimonio
Artículo 161.- Los bienes donados o prometidos a uno de los cónyuges, por razón del
matrimonio, aun antes de su celebración, son de la comunidad, a menos que el donante
manifieste lo contrario.
Artículo 162.- En el caso del artículo anterior, el donante está obligado al saneamiento de
los bienes y debe intereses por ellos desde el día en que debió hacerse la entrega, y, a falta
de plazo, desde la celebración del matrimonio.
Artículo 163.- El aumento de valor por mejoras hechas en los bienes propios de los
cónyuges, con dinero de la comunidad, o por industria de los cónyuges, pertenece a la
comunidad.
Artículo 164.- Se presume que pertenecen a la comunidad todos los bienes existentes
mientras no se pruebe que son propios de alguno de los cónyuges
Artículo 153.- Los bienes donados o dejados en testamento conjuntamente a los cónyuges
con designación de partes determinadas, les pertenecen como bienes propios en la
proporción determinada por el donante o por el testador, y, a falta de designación, por
mitad.
DE LA CARGA DE LA COMUNIDAD
Son aquellas obligaciones que deben ser soportadas de por mitad entre ambos cónyuges,
aunque la deuda respectiva sea contraída por uno solo de ellos. Constituyen un pasivo
común que genera obligaciones compartidas entre los cónyuges. Se encuentran
determinadas expresamente en los artículos165y166 del código civil.
Son también llamadas Cargas Comunes y se refieren a las obligaciones o deudas que
hayan sido adquiridas por la pareja o por uno sólo de los cónyuges, pero que por su origen,
carácter o fines deben ser sufragadas, de por mitad, por ambos cónyuges
Son cargas de la comunidad:
1.- Todas las deudas y obligaciones contraídas por cualquiera de los cónyuges en los casos
en que puede obligar a la comunidad.
2.- Los réditos caídos y los intereses vencidos durante el matrimonio, a que tuvieren
afectos, así los bienes propios de los cónyuges como los comunes
6.- Los alimentos que cualquiera de los cónyuges esté obligado por la ley a dar a sus
ascendientes, siempre que no puedan hacerlo con el producto de sus bienes propios
(Art.165 C.C.)
También son de cargo de la comunidad las donaciones hechas por cualquier causa, a los
hijos comunes, de mutuo acuerdo, por los cónyuges. Si los bienes gananciales no
alcanzaren, los cónyuges responderán de la diferencia, con sus bienes propios, de por
mitad..
La responsabilidad civil por acto ilícito de un cónyuge no perjudica al otro en sus bienes
propios ni en su parte, de los comunes (Art. 167C.C.)
Cada cónyuge podrá administrar por sí solo los bienes de la comunidad que hubiere
adquirido con su trabajo personal o por cualquier otro título legítimo; la legitimidad en
juicio para los actos relativos a la misma, corresponderá al que los haya realizado. Se
requerirá el consentimiento de ambos cónyuges para enajenar a título gratuito u oneroso
para gravar los bienes gananciales, cuando se trate de inmuebles, derechos o bienes
muebles sometidos al régimen de publicidad, acciones, obligaciones y cuotas de compañías,
así como aportes de dichos bienes a sociedades. En estos casos la legitimación en juicio
para las respectivas acciones corresponderá a los dos, en forma conjunta.
En estos supuestos se configura un litisconsorcio necesario, que de acuerdo con la
doctrina es aquél que se presenta cuando existe una sola causa o relación sustancial con
varias partes sustanciales activas o pasivas, que deben ser llamadas todas a juicio para
integrar debidamente el contradictorio, pues la cualidad activa o pasiva, no reside
plenamente en cada uno de ellos, sino en ambos.
Para el caso de que alguno de los cónyuges se encuentre imposibilitado para manifestar
su voluntad para los actos cuya validez requiera el consentimiento de ambos, el Juez podrá,
previa solicitud, y comprobación, autorizar a uno de los cónyuges para que realice por si
solo el acto.
Ahora bien, los actos cumplidos por el cónyuge sin el necesario consentimiento del otro
y no consentido por éste, son anulables cuando quien haya participado en un acto de
disposición con el cónyuge actuante tuviere motivo para conocer que los bienes afectados
por dichos actos pertenecen a la comunidad conyugal.-
La acción para intentar la nulidad del acto corresponde al cónyuge cuyo consentimiento
era necesario, y caducará a los cinco años contados desde la fecha de la inscripción del acto
en el Registro Inmobiliario sí trata de inmuebles o en los de la sociedad sí se trata de
acciones, obligaciones o cuotas de participación. Esta acción se trasmitirá a los herederos
del cónyuge legitimado si este fallece dentro del lapso útil para intentarla.
Para el caso de no proceder la nulidad, el cónyuge afectado sólo tendrá acción contra el
otro por los daños y perjuicios que le hubiere causado. Esta acción caducará al año de la
fecha en que ha tenido conocimiento del acto, y, en todo caso, al año después de la
disolución de la comunidad conyugal.-