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Materia: Lógica y epistemología de las ciencias humanas - Profesor: Gabriel García – 2° EVALUACIÓN 2022
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Criterios de Evaluación:
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Diario El Pais, España.
Los científicos han vivido históricamente afanados por catalogar el mundo que nos rodea:
las rocas y los minerales, las galaxias y las estrellas, las plantas, los animales o los fósiles.
Y cuando nos referimos a la clasificación de la vida se genera un intenso debate a la hora de
decidir si dos organismos pertenecen o han pertenecido a la misma especie. Un ejemplo
clásico que suscita gran curiosidad es el de si nosotros, Homo sapiens, y los neandertales
pertenecimos a la misma especie; ¿tenemos que hablar de Homo sapiens neanderthalensis o
de Homo neanderthalensis?
Al definir una especie, los genetistas lo tienen claro: si dos individuos pueden generar
descendencia fértil, pertenecen a la misma especie. La progenie entre perro y lobo o entre
burro y caballo es viable pero estéril, y la mezcla de sus genes termina ahí; son especies
diferentes. Conforme a esta definición, si no hay un aislamiento reproductivo prolongado,
persiste el flujo genético que mantiene las poblaciones de la misma especie conectadas,
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impidiéndose la especiación [la formación de nuevas especies].
Este concepto de especie no es sencillo de aplicar cuando hablamos del estudio de los
organismos fósiles y no parece que pueda ayudarnos a responder a las dudas sobre los
neandertales. Una buena parte de la comunidad de paleo antropólogos apuntaba a que lo
más factible era que constituyeran una rama extinta más de homínidos arcaicos, e intuía
que, dadas las diferencias físicas, Homo sapiens y neandertales habitaron áreas solapadas,
pero nunca se llegaron a cruzar. A esto se añade el misterio que rodea a su desaparición
hace unos 50.000 años y que ha dado lugar a numerosas fantasías, novelas y especulaciones
sin resolver que hablan de mezcla o de extinción.
Las técnicas más punteras de análisis genético han irrumpido en la paleontología para
arrojar luz al puzle de la evolución humana.
Las técnicas más punteras de análisis genético han irrumpido en la paleontología para
quedarse y arrojar algo de luz al puzle de la evolución humana más reciente. La sorpresa
fue mayúscula cuando en 2010 se publicaron en la prestigiosa revista Science los resultados
de la primera secuenciación de ADN genómico procedente de fósiles neandertales: el
trabajo dirigido por Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Leipzig, demostró que en
torno a un 1%-3% del ADN de las poblaciones actuales procede de los neandertales. Y la
sorpresa fue aún mayor cuando el pasado noviembre, también en Science, publicaron las
conclusiones del análisis de ADN procedente de un conjunto fósil más reciente, que arroja
un porcentaje del 10%-20%; un incremento del porcentaje en restos más modernos
implicaría que los encuentros entre poblaciones se hicieron frecuentes. Esta sería la prueba
definitiva de que hubo mezcla genética, reavivando la discusión de si los neandertales eran
o no una especie diferente al Homo sapiens.
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reducidos de neandertales con los amplios grupos humanos procedentes de África; la
contribución genética de los neandertales se diluyó en las poblaciones, pero no desapareció.
De hecho, han encontrado que el ADN neandertal está ausente en el África subsahariana,
confirmando el relato clásico de que hubo diversos movimientos migratorios desde el
continente africano; pero ahora además sabemos que, una vez mezcladas con los
neandertales, estas poblaciones no regresaron a África, sino que se extendieron por el resto
del planeta. A medida que dispongamos de más información genética, podremos desvelar
con mayor precisión muchos detalles sobre nuestro origen.
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Respuestas:
Racionalidad u objetividad. Quiere decir que, debe ser ajeno a sentimientos, intereses y
opiniones, pues intenta obtener conclusiones sobre las leyes que rigen el universo.
(De hecho, han encontrado que el ADN neandertal está ausente en el África subsahariana,
confirmando el relato clásico de que hubo diversos movimientos migratorios desde el
continente africano; pero ahora además sabemos que, una vez mezcladas con los
neandertales, estas poblaciones no regresaron a África, sino que se extendieron por el resto
del planeta. A medida que dispongamos de más información genética, podremos desvelar
con mayor precisión muchos detalles sobre nuestro origen)directa (experimentos) o con las
explicaciones que incluyan argumentos lógicos.
(Conclusiones del análisis de ADN procedente de un conjunto fósil más reciente, que arroja
un porcentaje del 10%-20%; un incremento del porcentaje en restos más modernos
implicaría que los encuentros entre poblaciones se hicieron frecuentes. Esta sería la prueba
definitiva de que hubo mezcla genética, reavivando la discusión de si los neandertales eran
o no una especie diferente al Homo sapiens).
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Comunicabilidad y precisión. Cada conclusión científica debe ser precisa, concreta y
específica. Además, entendible y explicable, esto es, comunicable totalmente.
(La sorpresa fue mayúscula cuando en 2010 se publicaron en la prestigiosa revista Science
los resultados de la primera secuenciación de ADN genómico procedente de fósiles
neandertales: el trabajo dirigido por Svante Pääbo, del Instituto Max Planck de Leipzig,
demostró que en torno a un 1%-3% del ADN de las poblaciones actuales procede de los
neandertales. Y la sorpresa fue aún mayor cuando el pasado noviembre, también en
Science, publicaron las conclusiones del análisis de ADN procedente de un conjunto fósil
más reciente, que arroja un porcentaje del 10%-20%; un incremento del porcentaje en
restos más modernos implicaría que los encuentros entre poblaciones se hicieron
frecuentes. Esta sería la prueba definitiva de que hubo mezcla genética, reavivando la
discusión de si los neandertales eran o no una especie diferente al Homo sapiens.)
Este tipo de conocimiento busca leyes y las aplica, intentando llegar a la raíz de cada
interrogante.
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Es un conocimiento predictivo, pues pone a prueba hipótesis. Asimismo, controla y
modifica el curso de los acontecimientos.
En síntesis, estas características del conocimiento científico nos muestran que el mismo
debe ser crítico, bien fundamentado, obtenido mediante procedimientos metódicos y
sistemáticos. Asimismo, cada conclusión debe ser verificable; arrojando un saber ordenado,
unificado y universal.