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DIFERENCIAS ENTRE HOMÍNIDO Y HOMBRE

Bipedestacion: que es la capacidad que adquirió el genero homo para caminar erguido y sobre 2
extremidades en lugar de en 4.
- Capacidad craneal: Se considera homo a partir de que se tiene una capacidad craneal de 600m^3,
osea el tamaño de su cerebro. Cualquiera por debajo de esta medida se considera hominido.
- Creación de una cultura: Esto mas que en lo biológico se basa mas en lo filosófico, ya que se deriva
de la capacidad craneal. Se sabe que los únicos que tienen una cultura bien definida y compleja son
los seres humanos, y aquí también entran las 3 principales características para formar cultura, que son:
creación (de herramientas), comunicación (de ideas o conocimiento) y aprendizaje (de todas las
técnicas y características de la propia cultura).
"Algunas de las diferencias en los patrones epigenéticos afectan a genes relacionados con el desarrollo
de los huesos y podrían explicar las diferencias entre el esqueleto de esas especies antiguas y los
humanos actuales", comenta Fernández Fraga.

Otras afectan a genes relacionados con el sistema cardiovascular y el sistema nervioso, los cuales se
han asociado con enfermedades como el alzhéimer o la esquizofrenia.

Aunque se desconocen los factores que han dado lugar a esas diferencias, dado que los patrones
epigenéticos están influidos tanto por las propias características genéticas como por las condiciones
ambientales, como dice Riancho, “surge el interrogante de si esos trastornos, tan frecuentes en la
sociedad actual, reflejan una predisposición inherente a nuestra especie o son, por el contrario,
consecuencia de la forma de vida y el entorno en el que discurre nuestra existencia”.

geralmente nuestra especie se diferencia del resto de especies animales por una serie de
características evidentes tales como el habla o la elaboración de herramientas. Dentro de estas
diferencias que nosotros las catalogamos como humanas, se encuentran de tipo psicomotor, psicológico
y social. Es decir, la manera en que nos movemos, nuestro desarrollo cognitivo y nuestra compleja
estructura social.

Y hay algunas características comunes que nos diferencia de nuestros antepasados antropoides y que
para los principales investigadores son las más diferenciadoras: mayor capacidad craneana,
bipedismo, el habla o la capacidad de elaborar herramientas complejas.

Nuestras manos también son muy características por su capacidad de pinzar objetos. Nos valemos de
pulgar para asir piezas con mayor habilidad y mejor precisión, lo que nos permite modificar objetos
con mayor eficacia.

Otra cuestión es el de la cultura. Transmisión de conocimiento y tradiciones que pasan de generación


en generación a través de la cultura. Y esto conlleva una estructura social en la que un grupo convive
y se organiza en benefició común. No somos los únicos animales que viven en comunidad pero
ninguna otra especie tiene una cultura y organización tan compleja como la humana.
EL HOMINIDO PUEDE SER CONSIDERADO HOMBRE

El mundo actual está habitado por una sola especie de homínido: nuestra especie, Homo
sapiens sapiens. Pero resulta fácil olvidar la lección de un pasado que va más alla de la
historia escrita. En la percepción de público, sólo ha existido una humanidad; los
paleoantropólogos saben que a lo largo de la evolución humana, hubo varias “clases” de
humanidades, a veces coexistiendo entre ellas. Entre 2,5 y 1,5 millones de años atrás,
existieron seis especies de ancestros humanos en áfrica y en Asia. En la isla de Java se
conocen ejemplares de Homo erectus de hace 700.000 años; el hombre de Pekín, un Homo
erectus de gran cerebro, vivió en China hace 420.000 años. Y hace 35.000 años, los
neandertales coexistieron con poblaciones de seres humanos modernos en lugares como
España.
A pesar de esta asombrosa variedad, vivimos prácticamente una época única, en la que el
Homo sapiens domina el planeta. El cráneo de un chino es prácticamente igual al de un
europeo, un americano, un pigmeo africano o un esquimal, con diferencias sutiles que sólo
pueden ser identificadas por el ojo del experto. ¿De dónde procede esa homogeneidad?, o en
otras palabras, ¿De dónde venimos?
Hay básicamente dos hipótesis. El modelo multirregional defiende que hubo cruzamiento
entre las diversas poblaciones de Homo erectus en todo el mundo, que habría proporcionado
una evolución en la que los rasgos se habrían homogeneizado para formar a Homo sapiens.
Esto explicaría a priori las similitudes entre un cráneo chino o el de un esquimal, o el hecho
de que no existan ahora “distintas humanidades” poblando distintas zonas del planeta.
Pero el hecho puede igualmente ser explicado de otra forma. Hace 150.000 años, un nuevo
tipo de homínido salió de áfrica y colonizó gradualmente Europa y Asia, “desplazando” a las
antiguas poblaciones humanas. Estos representantes serían las poblaciones genuinamente
“humanas” que a la postre desembocarían en la humanidad actual, visión que tiene una más
amplia aceptación en la comunidad científica.
El “Enigma Neandertal” podría intervenir aquí añadiendo “genes” a estas poblaciones
humanas en Europa, quizá hace 30.000 años, mediante cruzamientos entre neandertales y
humanos. ésta es la tesis defendida por Trinkaus, un reputado especialista de la Universidad
de Washington en Missouri (Estados Unidos), reforzada, en su opinión, por el hallazgo del
“niño híbrido” en Portugal. Para Trinkaus, los neandertales eran esencialmente “humanos”
como nosotros, a pesar de ser anatómicamente diferentes.
Se comprende de inmediato porqué los neandertales tienen esta carga emocional que va
mucho más allá del simple análisis antropométrico. “Yo veo a los neandertales mucho más
humanos que antes”, opina el paleoantropólogo José María Bermúdez de Castro, responsable
del equipo de Atapuerca en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. “En ese
sentido, estoy de acuerdo con Trinkaus”. Aunque Bermúdez de Castro no descarta la
posibilidad técnica de cruzamientos entre neandertales y antiguos seres humanos, lo cierto es
que, de producirse, habría sido como añadir unas “gotas de neandertal” a una inmensa piscina
de Homo sapiens. “Los neandertales no son extraterrestres, y básicamente comparten con
nosotros el mismo acervo genético”, indica este experto.

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