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origen y desarrollo puramente naturales del pensamiento, así

como en las referencias a la experiencia de todos los días que, al


historia de dos niñas que crecieron entre
parecer, confirmadlos razonamientos aludidos, se oculta una . fieras
circunstancia a la que hasta ahora no hemos prestado atención. Esto sucedió en 1920. Un pequeño grupo de personas
Se trata de que, por lo común, el niño no crece en la naturaleza realizaban un viaje por unos apartados distritos de la India donde
como tal, sino entre otras personas que, además de alimentarle y los escasos poblados se hallan esparcidos por la inhóspita jungla.
vestirle, le- enseñan y educan. La simple comparación de niños Figuraba en el grupo un hombre llamado Singj, misionero y
qué se educan en condiciones distintas y: que, en virtud de ello, director de un albergue infantil. Singj recorría periódicamente las
se diferencian sensiblemente por el grado de desarrollo, ya aldeas de la zona que se hallaba a su cargo, recogía a los niños
induce ¿ pensar que el medio social, ¡las personas entre las que abandonados y los llevaba al albergue donde, con la ayuda de su
crece y se forma el hombre, desempeñan un papel enorme en el mujer, los alimentaba y los educaba. Cuando los niños habían
desarrollo del mismo. Y surge un problema: ¿cuál es la parte de crecido, Singj los ayudaba a colocarse, a encontrar casa y trabajo,
influencia que corresponde a los factores naturales, por un lado, y se iba en busca de otros niños abandonados.
y cuál» la de los factores sociales, por otro, en la formación del A comienzos de octubre, Singj y sus compañeros de viaje
hombre en general y en la formación del niño en particular? Para llegaron a la aldea de Godamur y se alojaron en casa de uno de
elucidar la cuestión resultaría en alto grado deseable llevar a cabo los habitantes de la localidad. Ya descendía la noche cuando el
un experimento que, al final, >pusiera a nuestra disposición un dueño de la casa se precipitó en la habitación y, temblando de
hombre crecido en la naturaleza pero... (en este “pero’ radica lo miedo, empezó a contar que en la jungla vagaban espectros. Los
más importante) sjn ja.iñíLuen- cia de otros seres humanos. habían visto a unas siete millas de la aldea. Tenían cuerpo hu-
Según parece a primera vista, la condición que nuestro “pero”
mano y una cabeza horrible, de aspecto repugnante. El dueño dé
exige,, excluye por principio la posibilidad del experimento: un
la casa suplicó a Singj que les salvara de aquellos espectros.
recién nacido confiado a la naturaleza está condenado a perecer
Singj procuró calmar al asustado anfitrión y le prometió aclarar
si nadie ¡ cuida de él, ante todo si no le alimentan, Cierto,
aquel fenómeno.
¡ •cabe suponer que del recién nacido cuiden fieras i y no
personas. Pero una cosa es el. principio «general y otra es el Ai día siguiente y por indicación suya, unas personas de la
hecho real. Por lo visto ha -. llegado el momento de contar al aldea montaron un gran tablado de caza en unos árboles
lector la próximos al lugar en que se había visto a los espectros. Singj, sus
compañeros y un hombre de la localidad se acomodaron en aquel
tablado para observar. La vivienda de los aparecidos formaba un
pequeño montículo que recordaba las construcciones de los ter-
mes; el montículo tenía varias entradas y salidas.

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niños y se fue para cumplir su cometido. Cuando regresó unos
Transcurridas veinticuatro horas, cerca de las cinco de la tarde,
días después, tuvo la impresión de entrar en una aldea muerta. Y,
en una de las entradas de la madriguera apareció un lobo adulto.
en efecto, la aldea estaba desierta. Todos sus habitantes, teme-
Le seguía los pasos una loba, y, tras ella, salieron dos lobeznos.
rosos de los “espectros”, habían huido. Con ellos había huido el
Luego, a través de sus gemelos, Singj vio salir de la madriguera
hombre encargado de velar por los niños, quienes se hallaban
un “espectro”, el cual seguía a los lobeznos avanzando a gatas.
moribundos en su rincón, desfallecidos de hambre y de sed. Con
Acto seguido apareció aun otro “espectro”, aunque sensiblemente
gran trabajo logró Singj salvarlos y conducirlos al albergue. Allí
menor que el primero. Con los gemelos se veía muy bien que no
los lavaron y les cortaron el cabello. Resultó que eran niñas.
sólo eran humanos los cuerpos de los “espectros”, sino, además,
Consideró Singj que una de ellas tendría cosa de año y medio, y
sus rasgos faciales. A juzgar por la estatura, se trataba de niños.
la otra, probablemente, unos ocho años. Llamaron a la pequeña
Había que decidir lo que se debía hacer. “Son niños —pensaba
Amala, y a la mayor Kamala. En el albergue, únicamente el
Singj—. Mi misión consiste en ayudar a todos los

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misionero y su esposa sabían de donde procedían aquellas niñas
desdichados y desamparados. He de llevar conmigo a
y qué niñas eran. Así pues, la idea abstracta de que un niño puede
estos niños y tratarlos como trato a todos los demás”.
crecer entre las fieras halló su confirmación práctica en la
El plan de captura de los “espectros” era sencillo:
realidad.
había que arrojar de su refugio a los lobos adultos y
Kamala y Amala eran criaturas humanas. Pero la vida con
recoger a los niños. Singj pudo conseguir que la gente
los lobos había dejado su impronta en la estructura de sus
de la aldea le ayudara. Al día siguiente, rodearon el cubil de los
cuerpos. Esto concernía sobre todo y en primer lugar a las
lobos y empezaron a destruirlo con grandes palas metálicas. El
particularidades de su alimentación y al modo de desplazarse.
lobo fue el primero en salir disparado y se escondió en la jungla.
Viviendo con los lobos, las niñas se alimentaban regularmente de
La loba se arrojó contra las personas y hubo que matarla a tiros.
carne cruda. Sus maxilares, especialmente en la niña mayor,
Después de ensanchar una de las entradas, unos hombres
habían alcanzado un desarrollo mucho más acentuado que en
entraron en la cueva. En el fondo, enlazados en apretado ovillo,
niños y niñas de la misma edad; también eran,
yacían las dos criaturas y los dos lobeznos.
correspondientemente, muy fuertes los músculos masticatorios.
En una de las casas de la aldea arreglaron un rincón y
Asimismo se observaban cambios en los dientes.^Kamala
colocaron a los dos niños tras una firme valla de tablas, a modo
acababa fácilmente con grandes pedazos de carne cruda y
de jaula. Acechar y capturar a los “espectros”, requirió varios
fibrosa, y sin recurrir a la ayuda de las manos dejaba los huesos
días. Singj y sus compañeros debían proseguir su camino sin
pérdida de tiempo. El misionero encargó a uno Ho 'o» «i-1 tan mondos

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y Amala llevaban un género de vida
típicamente crepuscular y nocturno,
rehuían por todos los medios la luz, sobre
todo la del sol. Durante el día buscaban el
amparo de rincones oscuros y dormían, o
bien permanecían sentadas, de cara a la
pared, indiferentes a lo que las rodeaba.
Dormían como las fieras, muy apretadas
Para desplazarse Kamala y Amala se valían de dos una contra la otra o tumbada una sobre la
procedimientos: o se arrastraban de rodillas apoyándose con las
manos o caminaban y corrían a gatas. Eran totalmente incapaces otra.
de man-, tenerse verticales sosteniéndose sobre los pies. Las Al atardecer empezaban a desplegar una notable actividad.
articulaciones de la cadena y de las piernas se les habían Se levantaban, comenzaban á arrastrarse y a andar (a gatas,
adaptado hasta tal punto para desplazarse a gatas que de desde luego). Cuando estaban hambrientas, olfateaban el aire en
momento no podían enderezarse para hacer posible la marcha el lugar en que habitualmente les daban de comer. Antes de
erecta. Los brazos fuertes, bien desarrollados, algo más largos probar bocado, olisqueaban sin falta el alimento y el agua.
que lo habitual, realizaban la función de extremidades de apoyo Tenían extraordinariamente desarrollados tanto el olfato como
y no prensoras, aunque las niñas trepaban fácilmente a los el oído. A gran distancia percibían los olores más sutiles. No
árboles. Durante el desplazamiento a gatas, los músculos del bebían en el propio sentido de esta palabra, sino que tomaban a
cuello mantenían sin esfuerzo la cabeza erguida. lengüetadas la leche o el agua de una taza puestas a cuatro
Mas los rasgos externos puramente animales, condicionados patas. Del mismo modo, a cuatro patas, comían el alimento
por haber imitado a los lobos, poco dicen acerca del nivel de sólido.
desarrollo de la conciencia. Lo más sorprendente para los obser- Al principio, antes de que empezaran a enseñarles
vadores no era, precisamente, el aspecto de las dos criaturas, activamente a familiarizarse con otros niños y a hablar, no se les
sino el tipo general de su conducta. Cuando las niñas hubieron escuchó más que una señal acústica. Baja y ronca inicialmente,
recobrado las fuerzas y se les concedió cierta libertad, no iba convirtiéndose en un aullido alto, penetrante y prolongado.
tardaron en revelarse las particularidades aludidas. Kamala Al principio, las niñas repetían con toda regularidad dicha señal,
reproduciéndola con gran exactitud a unas mismas horas: a las
diez de la noche, a la una y a las tres de la ma drugada. Es
probable que llamaran a sus educadores, los lobos. Se resistían
tenazmente a cuantas tentativas se hacían para atraerlas a los
juegos de otros niños, no manifestaban el menor interés por
aquello a que se dedicaban quienes se encontraban a su
alrededor ni le prestaban

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encima cuantas ropas les


ponían, de modo jue, al fin, la
atención alguna. Si las señora Singj se vio obligada a
llevaban al campo procuraban con- leccionarles unas fajas
apartarse de la gente, y a veces ceñidas a las caderas de ,al
retozaban y jugaban entre sí modo que no se podían quitar
como animalitos jóvenes. Un si no era corándolas. Según las
día intentaron huir. Cuando observaciones de los esposos
una de las educandas del Singj, que casi nunca perdían
albergue procuró retenerlas, de vista a Amata
las dos niñas se arrojaron a la ¡ , V„, ------1_
vez contra la muchacha y la
mordieron y arañaron
fuertemente. Costó gran tra-
oajo capturarlas entre la
maleza y volverlas a su ugar.
En general, Amala y Kamala
se movían ;on gran rapidez
tanto en campo abierto
como ;ntre breñas. Tenían
miedo al agua, no querían de
ningún modo que las lavaran,
siempre se resistían a ello.
También protestaban
vivamente ;ontra las tentativas
de vestirlas. Se arrancaban de
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brió en ellas señal alguna de
conciencia, de pensamiento o
de emociones en el sentido ha-
bitual de estas
palabras aplicadas a
las personas.
Unicamente la
necesidad de
alimento ponía
inquietas a las dos
niñas; la comida les
proporcionaba un
manifiesto placer,
pero ello sólo
mientras satisfacían
esa necesidad. El
embotamiento
mental, la
indiferencia por
todo cuanto sucedía
durante las horas
diurnas, y la
actividad nocturna,
típicamente animal,
constituyen los
rasgos que
caracterizaron, en
líneas generales, la
conducta de
aquellas niñas
durante los primeros
meses de vivir entre
seres humanos.
Aquellas criaturas,
aunque nacidas de mujer, no
eran niñas en el sentido propio
de la palabra. Tanto por el tipo
de alimentación como por el
modo de desplazarse y,
además, por el carácter de su
conducta, por su actitud frente
al medio, que ya era social,
humano, eran niñas-lobos,
animales sin destello alguno
de conciencia humana.
Los datos reales que
acabamos de exponer, aunque
muy escasos, bastan ya para
poder formular un juicio de
valor acerca de la tesis princi-
pal de los materialistas
anteriores a Marx, la de que
“el hombre es hijo de la
naturaleza”. Según las teorías
de muchos pensadores
progresivos del pasado, en
Amala y Kamala deberíamos
de encontrar seres racionales,
quizás un poco atrasados, por
el nivel de su desarrollo, en
comparación con los niños que
viven en el medio habitual,
humano. La verdad es, sin
embargo, que por su nivel
mental no es posible
considerar a las dos niñas
como seres humanos, como
criaturas racionales T ~ —*—’
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capital, se desploman como castillos de naipes todas las intencionadamente 27
teorías, por lógicas y seductoras que parezcan, según las cuales la situaciones en que Kamala se al cabo de tres años, por el
conciencia humana es un producto de la naturaleza como lo son veía obligada a sostenerse tipo de su conducta y por el
los cabellos, los dientes, los ojos o las orejas. sobre los pies. Para ayudarla nivel de su desarrollo,
No obstante, prosigamos un poco más nuestro relato. El fin a cambiar de movimientos, la Kamala comenzó a parecerse
que se proponían alcanzar los esposos Singj era hacer de las dos señora Singj le masajeaba el a un niño de año y medio
niñas seres humanos cabales. Y resultó que la mayor dificultad cuerpo con toda regularidad,
con que chocaban para alcanzar tal objetivo consistía en el como máximo (1).
dos veces al día. Al mismo
sistema de reflejos, sólidamente formados ya, sobre todo en tiempo hablaba con Kamala, En tres años, Kamala
Kamala, a lo largo del tiempo en que las niñas habían vivido con le nombraba las diversas aprendió a comprender lo
los lobos. Desde los primeros días de su estancia en el albergue, que le decían, empezó a no
partes del cuerpo, le hacía
Singj y su esposa se pusieron a trabajar tenazmente para
preguntas que ella misma rehuir el trato de los demás
familiarizar a las niñas con el lenguaje y el trato humanos. La
contestaba enseguida. niños, se encariñó con la
señora Singj, que cuidaba de las niñas, hablaba sin cesar con
ellas, aunque en esencia aquello era un monólogo que duró Sólo transcurridos trece señora Singj. Un día en que
varios años. Cuando se acercaba para dar de comer a Amala y a meses se logró, por primera la señora Singj se ausentó
Kamala, siempre las llamaba por sus nombres, les preguntaba si vez, obtener de Kamala una (era en 1924), Kamala se
deseaban comer, pronunciaba cuidadosamente el nombre de la respuesta muda a una negó a comer. Se le acercó el
comida que les había llevado. Como quiera que Kamala y Amala pregunta formulada con señor Singj y le dijo:
rehuían el trato humano y se encerraban en sí mismas en palabras. Ello sucedió un día “¿Esperas a mamá, Kama-
presencia de otras personas, la señora Singj procuraba en que, a la hora de la comi- la?” La muchacha le miró.
obstaculizar tal inclinación por todos los medios. Gradualmente da, la señora Singj preguntó “Se ha ausentado, más
fueron acostumbrando a las niñas a la vida diurna para sim- a Kamala, como de volverá pronto”, prosiguió el
plificar la organización de sus contactos con otros La costumbre, si quería comer. señor Singj. Entonces,
señora Singj organizaba adrede En respuesta, la niña movió Kamala comió todo lo que le
juegos y pasatiempos colectivos en las estancias donde se afirmativamente la cabeza. habían ofrecido.
encontraban las muchachas. Gracias a los esfuerzos Los primeros sonidos,
Lo único por lo que las niñas-lobos manifestaban un interés tenaces e ininterrumpidos de que significaban “sí” y “no”,
inconmovible era la comida. De ahí que los esposos Singj. los Singj, tendientes a los pronunció Kamala a
procuraran establecer contacto con ellas y desarrollar sus facul-

desarrollar las facultades de finales del tercer año de su


tades humanas apoyándose, precisamente, en ese interés y vida en el albergue. Luego
en esa atención por la comida. A menudo, a la habitación en que
aprendió a articular un
se encontraban Amala y Kamala, la señora Singj llevaba una
sonido que pronunciaba
serie de diversos alimentos. Colocaba verduras, fruta, carne y
dulces cerca de las niñas que, como de costumbre, permanecían cuan-
sentadas en un rincón', llamaba a otros niños y, por orden, les
hacía nombrar varias veces en voz alta y clara todos aquellos
alimentos, a la vez que los señala- ! ban. Del mismo modo
actuaba cuando distribuía los alimentos entre los niños. Si
Kamala y Amala daban a entender, como fuese, que deseaban
recibir una manzana, una banana, un bizcocho,
I carne, etc., la señora Singj les daba lo que apetecían
acompañando siempre el gesto con la palabra correspondiente.
Poco a poco logró atraer a i las niñas a la participación regular en
esta clase de juegos. Sólo a los nueve meses de permanecer en el
albergue, las niñas tomaron por sí mismas

26 se arrastraba, pero empezaba


la comida de manos de la ya a sostenerse de pie. Los
señora Singj cuando ésta la Singj esperaban que las niñas
distribuía sentada en medio le imitaran y que, poco a
de la habitación. poco, en vez de arrastrarse y
Cierto tiempo después, andar a gatas, aprendieran a
Kamala aprendió a señalar andar erguidas. Mas no fue
con la mano lo que deseaba así. Durante cierto tiempo las
recibir. niñas jugaron con el
Los Singj se esforzaron pequeñuelo, pero una vez le
enseguida por enseñar a las asustaron y le pegaron. Hubo
niñas a caminar y a hacer que aislarle. Resultó evidente
más uso de las manos. La que el simple contacto con
primera tentativa, sin los niños y la simple
embargo, resultó infructuosa. imitación no conducirían al
Colocaron a Amala y éxito. Con el tiempo, los
Kamala con ün niño que aún Singj provocaron

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