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El documento discute la diferencia entre la actitud y las aptitudes de un empleado. La actitud se refiere a cómo un empleado percibe su trabajo, mientras que las aptitudes son las habilidades que tiene para desempeñar su rol. Ambos son importantes durante el proceso de contratación, ya que los reclutadores deben evaluar tanto la capacidad del candidato como su actitud hacia el trabajo. Tanto la actitud como las aptitudes son necesarias para el éxito a largo plazo, aunque las aptitudes pueden desarrollarse mientras que la actitud
El documento discute la diferencia entre la actitud y las aptitudes de un empleado. La actitud se refiere a cómo un empleado percibe su trabajo, mientras que las aptitudes son las habilidades que tiene para desempeñar su rol. Ambos son importantes durante el proceso de contratación, ya que los reclutadores deben evaluar tanto la capacidad del candidato como su actitud hacia el trabajo. Tanto la actitud como las aptitudes son necesarias para el éxito a largo plazo, aunque las aptitudes pueden desarrollarse mientras que la actitud
El documento discute la diferencia entre la actitud y las aptitudes de un empleado. La actitud se refiere a cómo un empleado percibe su trabajo, mientras que las aptitudes son las habilidades que tiene para desempeñar su rol. Ambos son importantes durante el proceso de contratación, ya que los reclutadores deben evaluar tanto la capacidad del candidato como su actitud hacia el trabajo. Tanto la actitud como las aptitudes son necesarias para el éxito a largo plazo, aunque las aptitudes pueden desarrollarse mientras que la actitud
Gracias a los estudios desarrollados en el campo laboral, actualmente se marca una
diferencia entre la actitud de un empleado y las aptitudes del este. La actitud del empleado es la forma en la que percibe si trabajo, de qué forma lo aborda de manera cognitiva, emocional y conductual. Mientras que las aptitudes es el conjunto de habilidades y herramientas que tiene un trabajador para desempeñar su rol en una compañía. Esta distinción en muy importante durante el proceso de contratación. Gracias a estas investigaciones, las empresas o departamentos de reclutamiento, puede enfocarse en los requerimientos de un puesto y en la forma en la que ellos evalúan a candidatos y postulantes de este, ya que al momento de abrir una oferta laboral los reclutadores pueden evaluar si el trabajador está capacitado para desempeñar las tareas, pero también si la forma en la que percibe el trabajo es la adecuada. La actitud y las aptitudes siempre van de la mano en el proceso de contratación, es muy importante poner atención a ambas. Con esto podrán encontrar a un candidato que desempeñe sus tareas de una forma sobresaliente y que también disfrute la posición y desempeñar dichas tareas. Si bien la empresa puede tener un candidato muy bien capacitado, con toda la experiencia y los conocimientos para desempeñar un rol, pero este no disfruta realizar este trabajo, tiene una mala percepción del empleo, de la empresa o simplemente no se siente cómodo con el puesto, podría ser muy eficiente a corto plazo para desarrollar las tareas del rol, pero a largo plazo no será optimo pues perderá el incentivo, se sentirá desmotivado o se desgastará y su desempeño empezará a decaer. De la misma forma la fuerza de ventas puede tener un candidato que se presente con toda la disposición para desempeñar el puesto, que tenga todas las ganas y que desee aprender y desarrollar sus conocimientos en el área, pero si no está capacitado, la empresa tendrá que incurrir en esfuerzos adicionales para capacitar y desarrollar al aplicante en su área de interés. Sin embargo, es importante notar que es este escenario, el aplicante será más eficiente a largo plazo pues este se mantendrá motivado e incentivado y podrá desarrollar las aptitudes y habilidades requeridas pues solo es necesario entrenamiento y práctica. En conclusión, es importante atender y hacer caso a ambos valores en las rubricas de contratación pues la empresa debe encontrar lo más eficiente y óptimo a largo plazo, sabiendo así que las aptitudes se pueden desarrollar, mientras que la actitud depende del aplicante y por medio de incentivos y valor agregado la empresa puede mejorar la percepción del trabajador y así el mejorará su actitud.