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Platón y la perfección inalcanzable

Emiliano 4/06/2021

La lectura comienza de forma curiosa, hablándonos de conceptos, generalidades y como


Platón filosofando, cuestionó dichos conceptos. La sociedad, los humanos y su papel en la
vida, su felicidad y la política estrechamente relacionada con la pedagogía, les cuestionó no
con ejemplos sino con conceptos, con una idealización, con un sueño de perfección casi que
completamente onírico, una realidad inalcanzable y prácticamente inexistente. Para Platón,
discípulo del ya fallecido Sócrates, muerto por una sociedad injusta, las cosas debían
cambiar; una realidad en la que nada sea un error, una utopía creada a partir de la
frustración de un filósofo por no encontrar su realización absoluta, de ahí comienza todo, de
ahí se propone todo lo que nos indica el libro.

He decidido la trayectoria a la que quiero llevar este texto, no quiero algo tan técnico sino
una especie de serie de ideas más desarrolladas con respecto a la lectura, dicho esto podrá
sentirse más desorganizado, pero será más genuino, al fin y al cabo, deberían de ser solo
apuntes en forma de lluvia de ideas.

Habiendo leído las páginas que se nos mandó a leer un total de dos veces sigo un tanto
confundido, no confusión de no haber entendido la forma de escritura, las propuestas o al
mismo Platón, sino una confusión un poco más personal. Siento que al escribir esto me
cuesta un tanto gesticular las palabras, aunque sea un escrito y no un dialogo; no logro
ubicarme del todo bien, cabe recalcar que estoy escribiendo después de la lectura, no
durante, lo prefiero de esa forma ya que así siento que lo que escribo es mi opinión y no
una suerte de amarillismo mediocre.

Necesitamos darle un debido comienzo a las ideas que quiero tratar, pero sin saber muy
bien por dónde empezar, he de inventar un principio primordial de los hechos; ¿Quién es el
ser humano más importante en nuestras vidas? [Vidas, no mundo ni universo porque eso es
ya demasiado narcisista] La respuesta varía dependiendo de a quien le preguntes, el
religioso podrá responder con el nombre de una deidad, el amoroso (¿Platónico quizá?) con
su pareja; Les respondo a dicha pregunta con una muy simple respuesta “No existe persona
más importante que uno mismo” Sí, es así, soy humano, un hombre, uno que acepta con
hipocresía su narcisismo, acepto todo lo que digan de mí, pero en todos los casos la
existencia queda reducida al conceptualismo.
Habiendo aceptado mis errores como ser imperfecto que soy, sigo y seguiré hablando
verdades, mis verdades. No soy ni somos seres perfectos, venimos de lo mismo que vienen
todas las cosas en el universo, un cero absoluto, que desencadena en lo que hoy conocemos
como existencia, más específicamente, en la tierra; si todos venimos de lo mismo, es solo
cuestión de lógica intrínseca, el saber que todos terminaremos en lo mismo. Venimos de los
animales, vienen de la tierra, vida y muerte.
La sociedad ideal de platón
No es necesario que la describa ya que está perfectamente explicada en el libro, así que solo
daré mis pensamientos. Nuevamente, no pienso que seres imperfectos puedan alcanzar tan
añorada perfección, o más bien, un concepto creado por nosotros mismos sin una definición
exacta ni siquiera dentro de nuestros propios términos. Para Platón la sociedad ideal busca
una perfección similar a la que propone el comunismo (siendo este sistema propuesto
décadas más tarde) y pasa algo similar entre esas dos preposiciones: un caso hipotético en
el que la sociedad de Platón o el comunismo ideal de Marx se llegase a concretar, dentro de
sus términos, de forma perfecta, a excepción de un percance, aunque todos los hombres
estén dispuestos a colaborar, ¿Qué pasa si yo no? Eso no haría que todo se desmorone, yo
solo soy una pieza mínima del rompecabezas de la sociedad, pero la perfección deja de
serlo cuando yo no pongo de mi parte, y si siendo un caso hipotético, solo yo me opongo,
¿Qué pasa entonces en la vida real? Que proposiciones como la de Platón no son posibles, y
si lo fueran, ni si quiera se le llamaría utopía, se le llamaría totalitarismo o puede que
incluso alguien lo llame dictadura, mientras sí estoy de acuerdo con Platón acerca de la
importancia de a educación, yo como ser imperfecto que soy, no me veo en la capacidad de
dejar mi vida como es para aceptar algo como lo que él propone, me gustan mis bienes, mi
privacidad, y si de ahí nace la maldad, entonces tenemos que preguntarnos si los anímeles
que nosotros los hombres tachamos de ser criaturas sin razón, si son o no son malvados, ya
que ellos también les gusta sus bienes animales como bien podría ser el territorio, si luego
ellos se pelean por dicho territorio entonces ¿son malvados? No lo creo, pero en nuestra
sociedad y términos si alguien asesina, independientemente de las circunstancias es un
villano, que puede o no ser esclavo de esas mismas circunstancias.
Puede que esté criticando mucho a Platón, pero yo mismo admiro más que nadie como tuvo
la capacidad de pensar en algo tan elaborado, pero la misma existencia de su propuesta
demuestra la imposibilidad de esta. El texto habla de otros temas como los del apego
terrenal, la felicidad y el verdadero mundo, todos estos (junto a con la republica) tienen un
mismo fin, uno de os saberes que trascienden, la felicidad; es un poco difícil elaborarlo de
forma concisa, pero no podemos olvidar fue el maestro de Platón, Sócrates, el también
buscaba ese fin que se haya fuera del mundo de las apariencias, un fin que usa Platón para
reafirmar muchas de las cosas que dice. Solo el sabio puede hallar la felicidad, pero el fin y
al cabo, todos vivimos en cierta ignorancia, lo que significa también que vivimos en una
distopía infeliz, pero yo no me considero alguien sin felicidad, no me veo como un humano
capaz de alcanzar lo llamado sabiduría, soy incapaz de trascender, y quedándome con los
bienes de la casta más baja de la republica de Platón, soy feliz.

El amor

Me siento como Sócrates al hablar de este tema, “Yo solo sé que nada sé” y de amor
menos. Es sobretodo interesante ver lo que piensa otra gente del amor, yo en lo personal no
me he puesto a reflexionar sobre ello, especialmente si hablamos del amor romántico o el
amor platónico, así que no me extenderé mucho; pienso que de cierta forma existe toda
clase de amor o no hay ninguno, es complicado de ponerlo en palabras, pero el amor que
propone Platón es solo uno de muchos existentes, cientos de definiciones para la misma
palabra, infinitas interpretaciones también, y todas reales. Hablando más específicamente
del amor platónico, no es algo que yo busque, porque no le veo un fin, pero tampoco evito
que curra de forma natural, supongo que ser humano tiene sus consecuencias, pero sí
consideraría un verdadero amor romántico ese que trasciende y busca la felicidad mutua,
pero para este tema soy un negado, me quedo con seguir leyendo.

Eso es todo.

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