Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Carnet: 202109228
Curso: platón.
Trabajo final.
Decidí realizar este trabajo respecto al origen del conocimiento en platón por ser este uno
de los temas que como estudiante de filosofía más me atrapa. El conocimiento, así como el
dilucidar su origen es algo que representa una gran importancia dentro de la filosofía y los
otros campos del conocimiento donde esta interrogante y lo que podamos decir de ella
representa un factor importante para su metodología.
Me interesa tratar este tema de la filosofía de platón, particularmente por ser uno de los
filósofos que más influencia han tenido sobre la historia de la filosofía y lo que eso implica.
Para empezar a tratar este tema dentro de la filosofía platónica, debemos de partir por lo
que su maestro pensaba sobre este tema. Sócrates pensaba que dentro de nuestra mente
tenemos ya los conceptos del conocimiento que aplicamos a acciones o cosas concretas,
conceptos como la bondad, la justicia o la belleza. Defiende dentro de eso la existencia de
conceptos universales, siendo que el hombre es capaz de conocer la verdad, alcanzando el
conocimiento autentico, universal y necesario por medio del ejercicio de la razón. Al ser el
que existen conceptos universales y estos se pueden descubrir por medio de la razón
Sócrates consideraba que el conocimiento de uno mismo llevaba a descubrir nuestro
verdadero bien y a la larga las normas morales que eran válidas para todos.
De aquí es donde partimos con platón, pues para entender lo que platón nos tiene que decir
sobre el conocimiento es de suma importancia entender lo que platón platea dentro de su
teoría de las ideas, puesto que esta representa el núcleo de su filosofía. Con Sócrates
habíamos visto su exposición sobre la existencia de conceptos universales y por lo tanto
inmutables, pero es en platón y su teoría de las ideas donde esta acepción toma más vuelo.
Las ideas o conceptos universales tienen el carácter deben de tener una esencia real y
objetiva, y estas existen en estado puro en otro mundo, cumpliendo el papel de modelos o
arquetipos de las cosas de este mundo, en este sentido estas deben de ser incorruptibles,
ingénitas , inmutables y perfectas, cosa que no se puede encontrar dentro del mundo
sensible, los entes de este mundo son contingentes cambiantes y perecederos, esto los
imposibilita ser objetos de conocimiento verdadero, esto debido a que es imposible obtener
un conocimiento verdadero de algo que es contantemente sometido a un cambio, esto solo
nos proporcionaría datos contingentes, algo que solo nos podrá servir en el momento y en el
futuro será inútil como objeto de conocimiento. El mundo de las ideas será entonces el
verdadero ser, el objeto de episteme o autentico conocimiento, mientras que el mundo
sensible será el de la doxa o la mera opinión. De esa manera debe de existir un mundo de
realidades metafísicas, donde puedan existir las esencias de los conceptos universales
presentes en nuestras mentes. Pero dentro de esto debe de existir para platón un ser que
ordene el mundo sensible dentro de los parámetros de las ideas perfectas e inmutables. Este
ser es el demiurgo, que fascinado por la perfección de las ideas, las toma como molde y
produce las cosas del mundo material, introduciendo dentro del mundo el orden y la
finalidad en el mundo.
Entonces hace falta mencionar eso capaz de almacenar esas verdades perfectas dentro del
mundo material, eso para platón es el alma, esta pertenece al mundo de las ideas y está
unida accidentalmente al cuerpo, esta es el sujeto de conocimiento, pues por tener
semejanza con las ideas puede llegar a conocerlas. Estas de esa manera tienen una
existencia previa a su en carnación corpórea, que al abandonar el híper-uranio, donde
convivía con las esencias del conocimiento y por ende las podía conocer, en la caída hacia
el mundo material olvida todo lo conocido anteriormente. Es así como al llegar al mundo
no tiene recuerdos de las esencias, y es por medio del contacto sensible con las cosas
materiales, que como recordaran es producto imperfecto de las ideas esenciales, esta va
recordando las esencias del mundo de las ideas, este proceso es el llamado reminiscencia,
pero ello no es un proceso únicamente sensible, sino que el alma debe de buscar cultivarse
en su búsqueda por la verdad, y no dejarse arrastrar por las sombras del mundo material
pues el conocimiento sensible es relativo y esto lo imposibilita como conocimiento.
Platón así llega a lo que ya había mencionado, los grados de conocimiento la doxa y la
episteme. La doxa siendo el nivel más bajo, pues esta responde únicamente a lo que los
sentidos no pueda decir, algo completamente contingente, por encima de la doxa se
encuentra la episteme, que a su vez está dividida en dos: la diánoia, que es el conocimiento
de los entes matemáticos, y en el nivel más alto la nóesis, que es la ciencia de las ideas.
Siendo así para platón es necesario cultivar el alma, pues dejarnos guiar por los sentidos
puede resultar engañoso.
Esto se puede ver reflejado con lo sucedido en el siglo XVIII, con el empirismo de Hume.
Que al estudiar la misma posibilidad del conocimiento desestabiliza la posibilidad de la
metafísica y resalta como única fuente del conocimiento verdadero a lo que los sentidos nos
proveen, algo que se contrapone con lo que platón escribió. Para hume solo tenemos
impresiones del mundo y las ideas que tenemos no son más que recuerdos de dichas
impresiones, y las ideas que no sean un producto de dichas impresiones son carentes de
contenido y por ende de existencia, el conocimiento se agota en nuestra experiencia
sensible.
Polanco, M . (2016). historia de la filosofía antigua (Vol.1). Miami, florida USA: ARJE.
Polanco, M. (2016). historia de la filosofía moderna I (Vol. 3). Miami, florida USA: ARJÉ.