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El 

debate1 es el resultado de un acto de comunicación en el que dos o más personas opinan


acerca de uno o varios temas y en la que cada uno expone sus ideas y defiende sus opiniones e
intereses. El que sea más completo se logra a medida que los argumentos expuestos vayan
aumentando en cantidad y en solidez de sus motivos; al final de todos los argumentos
expuestos por cada una de las personas que participan en el debate, el intermediario deberá
llegar a un acuerdo fijo lo cual evitará una discusión sin fin y sin ganadores.

Funciones y virtudes de un debate

 Ejercicio para el intelecto ya que sirve para desarrollar múltiples habilidades.


 Para reforzar y mejorar la personalidad, en aspectos como la autoestima, seguridad,
confianza, expresión verbal y corporal.
 Eleva el criterio para tomar una decisión ya que enseña a exponer las ventajas y
desventajas de un punto de vista.
 Como medio para alcanzar la pluralización en cuanto a ideas.
 Como medio informativo/expositivo ya que como espectador de un debate se puede llegar
a clarificar mucho acerca del tema tratado o a debatir.
Así mismo se ejercitan habilidades específicas como:
 Dialéctica
 Escucha crítica.  Conversación
 Razonamiento y pensamiento crítico.  Falacia
 Estructuración de ideas.  Prejuicio cognitivo
 Respuesta rápida y adecuada.  Pensamiento crítico
 Expresión oral efectiva.  Controversia
1. Plantearlo como un juego o actividad familiar

El objetivo es que motivante para los hijos. Para ello es importante el tema a elegir. Debe ser
de interés para todos los miembros de la familia, además de dispone de información previa
para poder hablar con conocimiento.

2. Realizar grupos

Es más divertido hacerlos en grupos para sentirse apoyados. Sobre todo, cuando son pequeños
de cara a poder ayudarles a generar ideas. Es interesante que sean grupos heterogéneos en los
que combinar padres con niños y niños mayores con más pequeños.

3. Elegir un moderador

Se recomienda que sea un adulto para que dirija el debate, dando importancia a los turnos de
palabra,  puesto que siempre hay personas tendentes a monopolizar las conversaciones y
pueden eclipsar a otros con ideas muy buenas.

4. Dedicar tiempo a una reflexión previa

Esta una de las ventajas de la actividad. Enseña a pensar antes de hablar y no actuar de modo
tan impulsivo como están acostumbrados los niños.
5. Fomentar la argumentación de las ideas

Las ideas que cada grupo o persona exprese deben estar muy argumentadas. Esta será la clave
para que realmente el debate sea interesante y aprendan a explicar y justificar sus posturas.

6. Gestionar el conflicto o las emociones

Enfado, frustración, impotencia… Cuando se establece una conversación o debate no siempre


se está de acuerdo en lo que el otro o los otros dicen. Esto puede generar tensiones o
conflictos que hay que saber gestionar.

En este caso, el moderador puede calmar a las personas, pedirles un tiempo para salir del
debate hasta tranquilizarse y volver cuando hayan logrado gestionar la tensión o la emoción.

Esta parte es muy importante porque en la mayoría de las ocasiones en las que hay diferencias
se pierde el rumbo del debate por las discrepancias.

7. Crear conclusiones

Una vez que el debate finalice es muy importante ofrecer conclusiones  para ver lo que ha
aportado.

Con esta actividad, no solo aprenden a dialogar, sino que están implícitos procesos
fundamentales para la vida como son la reflexión, la argumentación, la capacidad de generar
conclusiones, la escucha, la paciencia y, lo más importante, disfrutar en familia y mejorar
la comunicación familiar.

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