Está en la página 1de 1

MENORES – EQUIPARACION ENTRE INTERNACION Y

PRISION PREVENTIVA

L., L. A.
Corte Suprema de Justicia de la Nación
18/12/2007
No aplicar las prescripciones de la ley 24.390 (Adla, LIV-D, 4423) a los menores de
edad, además de constituir un trato desigual ante la ley entre adultos y menores, en
perjuicio de estos últimos, contraviene la normativa contenida en los instrumentos
internacionales suscriptos por el Estado argentino, tal el caso de lo normado en los arts.
37, inc. b y 40.2.III de la Convención sobre los Derechos del Niño —art. 75, inc. 22 de
la Constitución Nacional—; arts. 19.1 y 28.1 de las Reglas Mínimas de las Naciones
Unidas para la Administración de la Justicia de Menores y art. 1° y II punto 11 "b" del
anexo de las Reglas de Naciones Unidas para la Protección de Menores Privados de
Libertad.

El régimen especial establecido por la ley 22.278 (Adla, XL-C, 2573) para los
imputados menores, en modo alguno puede calificarse como más benigno respecto del
sistema penal de adultos, ya que no se trata de situaciones comparables en términos de
similitud, pues, un sistema de justicia de menores, además de reconocer iguales
garantías y derechos que a un adulto, debe contemplar otros derechos que hacen a su
condición de individuo en desarrollo, y se violaría el principio de equidad, si se colocara
en igualdad de condiciones a un adulto cuya personalidad ya se encuentra madura y
asentada, con la de un joven, cuya personalidad no se encuentra aún definitivamente
consolidada.

A los fines de la aplicabilidad de la ley 24.390 (Adla, LIV-D, 4423), la situación de


privación de libertad no se diferencia, más allá de su denominación, entre la sufrida por
el adulto durante la etapa del proceso y la soportada por un menor durante el período de
tratamiento tutelar, resultando la institucionalización de los últimos, más deteriorante
aún, pues interrumpe su normal evolución.

Dado que el texto de la ley 24.390 en su art. 10 enumera taxativamente los casos
excluidos del alcance de esa ley, y entre ellos no se encuentra la calidad de menor de
edad del imputado, no existe razón suficiente para afirmar que a las causas relativas a
menores que han cometido delito, no les son aplicables sus previsiones.

A los fines de su aplicación a los menores de edad, el alcance que la ley 24.390 (Adla,
LIV-D, 4423) —reglamentaria del art. 7°, punto 5° de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos— da al término prisión preventiva es más amplio que el instituto
procesal regulado en el Cód. Procesal Penal de la Nación y se aproxima más a su uso
como sinónimo de privación de libertad, abonando dicha interpretación el hecho de que
ante la privación de la libertad de un adulto, el tiempo transcurrido en detención previo
a la imposición de la prisión preventiva, también se toma en cuenta para el cómputo de
la pena.

También podría gustarte