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Derecho Social

Cátedra II
Comisión 5 Plan 5 2020
Profesora Elisabet Liliana Muziani

REQUISITOS ESENCIALES DEL CONTRATO DE TRABAJO:

POR LA LEY N° 26579 DEL 21-12-2009 se modifican los arts. 126 Y SS del Código
Civil (CCI) respecto a la Capacidad de las personas y la mayoría de edad pasó a ser a
partir de los 18 años

(Síntesis de doctrina) El régimen de capacidad en el nuevo Código Civil y Comercial


de la Nación
Fernández, Silvia Eugenia
Publicado en: Sup. Especial Nuevo Código Civil y Comercial 2014 (Noviembre) , 25

1. El régimen de capacidad de la persona

En el Libro Primero —Parte General— y dentro del Título I —Persona Humana—, el


nuevo
Código Civil y Comercial —en adelante, CCyC— regula en su Capítulo 2do., el
régimen de
"Capacidad". Define claramente la capacidad de derecho (5) y la capacidad de
ejercicio,
estableciendo en lo que a esta última respecta: "Capacidad de ejercicio. Toda persona
humana
puede ejercer por sí misma sus derechos, excepto las limitaciones expresamente
previstas en
este Código y en una sentencia judicial." (art. 23). Claramente el principio general es la
capacidad (6), con las únicas excepciones que prevé el Código y las que determine
una
sentencia judicial —referencia que alude al supuesto de restricción al ejercicio de la
capacidad
en relación a mayores de edad, en las condiciones establecidas por la legislación (art.
24 inc.
c), art. 31 y ss.).
El Código derogado calificó liminarmente la condición de capacidad de las personas
desde
una primera perspectiva: la edad. Mayores y menores de edad han sido, en la
estructura
tradicional, definidos como capaces e incapaces respectivamente (art. 54, 56, 57 y
concs.). Por
excepción, ciertos actos específicos fueron autorizados a otorgar en favor del menor
de edad
(art. 56). De tal modo, para estas personas, el principio lo fue la incapacidad, con
puntuales y
escasas excepciones de reconocimiento de capacidad. A su turno, respecto de las
personas
mayores de edad, el Código originario diseñó un criterio mixto —biológico/jurídico—
conforme el cual calificar a las personas con discapacidad mental —"dementes" en la
terminología de Vélez— cuya capacidad de hecho se limitaba en su "protección",
sustituyendo su actuación jurídica en forma absoluta y genérica por la figura de un
curador.
Tratándose de dos universos y situaciones diversas —la de las personas menores de
edad y de
los adultos con discapacidad mental— las analizaremos en forma separada.
2. La persona menor de edad en el nuevo Código Civil y Comercial
En primer lugar corresponde señalar que el CCyC reemplaza las tradicionales
nociones
relativas a la minoridad púber e impúber (art. 54 Código derogado); haciéndose cargo
de la
evolución de nuestros niños y niñas en la sociedad contemporánea y siguiendo los
lineamientos de legislaciones comparadas (7) distingue entre "niños" y "adolescentes",
siendo
la línea demarcatoria la edad de 13 años (art. 25) Recordamos que el Código Civil
estableció el discernimiento para los actos lícitos a partir de los 14 años, derivando allí
las
categorías de niños acordes a la condición de "pubertad".
En el nuevo Código en cambio, la edad es tan sólo una pauta a considerar, atendiendo
la
norma más especialmente al concepto empírico-jurídico de madurez suficiente —
suficiente
para el acto concreto de que se trate—. ¿Por qué en la nueva legislación no basta la
consideración rígida de edad? Sencillamente porque el nuevo Código, observando las
normas
constitucionales cumple el mandato que deriva de la obligación estatal de control de
convencionalidad referida y, en consecuencia, regula el sistema de capacidad jurídica
de
niños, niñas y adolescentes a la luz del principio constitucional de autonomía
progresiva (art.
5 CDN; OC-17 Corte IDH).
La noción de autonomía progresiva en el ejercicio de derechos traslada el eje desde el
concepto rígido de capacidad determinado a partir de la pauta etaria, hacia la noción
más
empírica que deriva del campo bioético, de competencia.
De tal modo, la autonomía progresiva se constituye en el nuevo Código en la pauta
que define
a contrario sensu a las personas "incapaces de ejercicio"; así el art. 24 enumera entre
ellas a
"...b) la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez suficiente, con el
alcance
dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo...". Se excluye así del concepto de
incapacidad al
menor que sí cuente con las condiciones que allí menciona: la edad y el grado de
madurez
suficiente.
Las dos pautas mencionadas —edad y grado de madurez— predeterminan entonces
inicialmente el límite entre la noción de incapacidad y de autonomía progresiva.
El nuevo sistema, reiteramos, exige "edad y madurez suficiente" para validar la
actuación
autónoma de niños y niñas. Ello quiere decir, que iguales edades no significan
"capacidades
iguales" y que un mismo niño presentará capacidad suficiente para ciertos actos y no
para
otros.

"Personas incapaces de ejercicio. Son incapaces de ejercicio: a. la


persona por nacer; b. la persona que no cuenta con la edad y grado de madurez
suficiente, con
el alcance dispuesto en la Sección 2ª de este Capítulo; (...)" (art. 24). El artículo 26
aporta la
consecuencia legal, herramienta necesaria para el ejercicio de la capacidad: "La
persona
menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes legales (...)."
Ahora bien. La discriminación sí se configuraría en el caso de no atender, justamente,
a
aquellas "desigualdades de hecho" o "distinciones objetivas y razonables" (OC17 cit.),
que se
aprecian, claramente, frente a la situación de niños y adolescentes. Claramente, y en
palabras
de la misma Corte Interamericana, " (...) La capacidad de decisión de un niño de 3
años no es
igual a la de un adolescente de 16 años (...)" y ello debe ser tenido en consideración a
los fines
de determinar su interés superior. (pto 101, OC 17 cit.). Acorde esta distinción
fácilmente
aprehensible además desde la experiencia de vida, el Código distingue la situación de
"niños"
y "adolescentes", estableciendo una pauta etaria delimitatoria, que no es azarosa sino
coincidente con la presunción de adquisición de un cierto grado de madurez.
Así entonces, el Código Unificado diferencia claramente la condición de niño y
adolescente,
conforme la pauta etaria de los 13 años de edad (art. 25): "Menor de edad y
adolescente.
Menor de edad es la persona que no ha cumplido dieciocho años. Este Código
denomina
adolescente a la persona menor de edad que cumplió trece años."
El Código mantiene el régimen de emancipación: "Emancipación. La celebración del
matrimonio antes de los dieciocho años emancipa a la persona menor de edad. La
persona
emancipada goza de plena capacidad de ejercicio con las limitaciones previstas en
este
Código. La emancipación es irrevocable. La nulidad del matrimonio no deja sin efecto
la
emancipación, excepto respecto del cónyuge de mala fe para quien cesa a partir del
día en que
la sentencia pasa en autoridad de cosa juzgada. Si algo es debido a la persona menor
de edad
con cláusula de no poder percibirlo hasta la mayoría de edad, la emancipación no
altera la
obligación ni el tiempo de su exigibilidad." (art. 27). Por su parte, adecua la situación
de la
persona menor de edad que cuenta con título habilitante para ejercer profesión en los
siguientes términos: "Persona menor de edad con título profesional habilitante. La
persona
menor de edad que ha obtenido título habilitante para el ejercicio de una profesión
puede
ejercerla por cuenta propia sin necesidad de previa autorización. Tiene la
administración y
disposición de los bienes que adquiere con el producto de su profesión y puede estar
en juicio
civil o penal por cuestiones vinculadas a ella." (art. 30).
3. El régimen de capacidad de mayores de edad

Dispone el art. 32 del Código: "Persona con capacidad restringida y con incapacidad.
El juez
puede restringir la capacidad para determinados actos de una persona mayor de trece
años que
padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de suficiente
gravedad, siempre que estime que del ejercicio de su plena capacidad puede resultar
un daño a
su persona o a sus bienes. (...)" En cuanto a la incapacidad total, ella es subsidiaria,
excepcional y sujeta a un estricto test de pertinencia: "(...) Por excepción, cuando la
persona
se encuentre absolutamente imposibilitada de interaccionar con su entorno y expresar
su
voluntad por cualquier modo, medio o formato adecuado y el sistema de apoyos
resulte
ineficaz, el juez puede declarar la incapacidad y designar un curador."
En el supuesto de restricción a la capacidad, no procede la tradicional figura sustitutiva
del
curador, sino la designación de persona/s de apoyo, cuya función es "promover la
autonomía
y favorecer las decisiones que respondan a las preferencias de la persona" (art. 43).
En efecto
"(...) En relación con dichos actos (36) , el juez debe designar el o los apoyos
necesarios que
prevé el artículo 43, especificando las funciones con los ajustes razonables en función
de las
necesidades y circunstancias de la persona. El o los apoyos designados deben
promover la
autonomía y favorecer las decisiones que respondan a las preferencias de la persona
protegida."
Es importante destacar que la capacidad restringida supone que la persona conserva
su
capacidad, la cual es limitada solo para determinado/s acto/s. La excepcionalidad de la
restricción no se fundamenta en una característica de la persona (criterio subjetivo),
sino en
una situación que requiere de la conjunción de dos presupuestos (criterio objetivo). El
código
establece expresamente que la restricción a la capacidad solo puede ser en beneficio
de la
persona (art. 31 inc. b).
Es que el concepto de "salud mental" es mucho más amplio que el de ausencia de
enfermedades mentales; por lo demás el escenario social exhibe una multiplicidad de
condiciones de las personas que alejan las calificaciones de las puras determinaciones
médicas; hoy ya no se habla de "personas con enfermad mental" sino de personas con
discapacidad intelectual o psicosocial. Esta concepción es acorde al modelo social de
la
discapacidad propuesto por la CDPD, que ubica a la discapacidad, no ya como una
condición
personal del sujeto, sino como el resultado de su interacción con las diferentes
barreras que
ofrece o presenta el medio (arts. 1 y 2 CDPD). Así, la salud mental es entendida como
un
proceso determinado por componentes históricos, socio-económicos, culturales,
biológicos y
psicológicos, cuya preservación y mejoramiento implica una dinámica de construcción
social
vinculada a la concreción de los derechos humanos y sociales de toda persona. (conf.
art. 3°
ley 26.657) (37) (38).
No es tarea sencilla determinar el sistema conforme el cual debieran regularse los
mecanismos
jurídicos dirigidos a garantizar "el apoyo en el ejercicio de la capacidad jurídica" de las
personas con discapacidad mental (art. 12 CDPD). Más lineal y "fácil" es sin duda
mantener
una solución uniforme, como la interdicción que previó la regulación civil. Sin embargo,
esta
respuesta viola los derechos humanos de las personas con discapacidad y
compromete al
Estado Argentino en su responsabilidad internacional. Necesariamente entonces, los
operadores jurídicos deben aprehender este contexto normativo como un cambio de
paradigma frente a la visión decimonónica de las personas con padecimientos
mentales, como
una válvula de escape del concepto biológico-jurídico de incapacidad latente en el
Código
Civil (39) y también en los diseños procesales provinciales.
En este sentido, el art. 152 ter, en el contexto de una reforma altamente ansiada,
anunciante de
un "nuevo régimen de salud mental", se conformó con acercarse —tímida y
confusamente
(44)— a un ya sólido andamiaje jurisprudencial-doctrinario, al disponer que "las
declaraciones de inhabilitación o incapacidad" deberán "especificar las funciones y
actos que
se limitan, procurando que la afectación de la autonomía personal sea la menor
posible". No
se visualiza la compatibilidad de esta regla de capacidad con la dualidad
insania/inhabilitación
que se mantuvo; más aún cuando en la inhabilitación el principio era ya la capacidad
(45).

El Primer requisito esencial del Contrato de trabajo que menciona la LCT es la


siguiente:

1) CAPACIDAD: arts. 32 y ss LCT


La capacidad de una persona para celebrar un contrato de trabajo presupone
CAPACIDAD JURIDICA, que es la aptitud para adquirir derechos y contraer
obligaciones, la que a su vez puede ser de derecho (titularidad) o de hecho (ejercicio).
La de derecho puede ser sólo RELATIVA, en cambio, la de obrar puede ser absoluta o
relativa.
Reforma de la ley N° 26390 del 25-6-2008
ARTICULO 3º — Sustitúyase el artículo 32 de la Ley 20.744, el que quedará redactado
de la siguiente manera:
Artículo 32: Capacidad. Las personas desde los dieciocho (18) años, pueden celebrar
contrato de trabajo.
Las personas desde los dieciséis (16) años y menores de dieciocho (18) años, pueden
celebrar contrato de trabajo, con autorización de sus padres, responsables o tutores.
Se presume tal autorización cuando el adolescente viva independientemente de ellos.
ARTICULO 4º — Sustitúyase el artículo 33 de la Ley 20.744, el que quedará redactado
de la siguiente manera:
Artículo 33: Facultad para estar en juicio. Las personas desde los dieciséis (16) años
están facultadas para estar en juicio laboral en acciones vinculadas al contrato o
relación de trabajo y para hacerse representar por mandatarios mediante el
instrumento otorgado en la forma que prevén las leyes locales, debiéndose cumplir en
cualquier circunstancia las garantías mínimas de procedimiento en los procesos
judiciales y administrativos establecidos por el artículo 27 de la Ley 26.061, que crea el
sistema de protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
ARTICULO 5º — Sustitúyase el artículo 119 de la Ley 20.744, el que quedará
redactado de la siguiente manera:
Artículo 119: Prohibición de abonar salarios inferiores. Por ninguna causa podrán
abonarse salarios inferiores a los que se fijen de conformidad al presente capítulo,
salvo los que resulten de reducciones para aprendices o para trabajadores que
cumplan jornadas de trabajo reducida, no impuesta por la calificación, de acuerdo con
lo dispuesto en el artículo 200.
ARTICULO 6º — Sustitúyase el artículo 187 de la Ley 20.744, el que quedará
redactado de la siguiente manera:
Artículo 187: Disposiciones generales. Capacidad. Igualdad de remuneración.
Aprendizaje y orientación profesional. Las personas desde los dieciséis (16) años y
menores de dieciocho (18) años podrán celebrar toda clase de contratos de trabajo, en
las condiciones previstas en los artículos 32 y siguientes de esta ley. Las
reglamentaciones, convenciones colectivas de trabajo o tablas de salarios que se
elaboren, garantizarán a estos trabajadores igualdad de retribución, cuando cumplan
jornadas de trabajo o realicen tareas propias de trabajadores mayores.
El Régimen de Aprendizaje y Orientación Profesional aplicable a los trabajadores
desde los dieciséis (16) años hasta los dieciocho (18) años estará regido por las
disposiciones respectivas vigentes, o que al efecto se dicten.
ARTICULO 7º — Sustitúyase el artículo 189 de la Ley 20.744, el que quedará
redactado de la siguiente manera:
Artículo 189: Menores de dieciséis (16) años. Prohibición de su empleo. Queda
prohibido a los empleadores ocupar personas menores de dieciséis (16) años en
cualquier tipo de actividad, persiga o no fines de lucro.
ARTICULO 8º — Incorpórase como artículo 189 bis a la Ley 20.744, el siguiente:
Artículo 189 bis: Empresa de la familia. Excepción. Las personas mayores de catorce
(14) y menores a la edad indicada en el artículo anterior podrán ser ocupados en
empresas cuyo titular sea su padre, madre o tutor, en jornadas que no podrán superar
las tres (3) horas diarias, y las quince (15) horas semanales, siempre que no se trate
de tareas penosas, peligrosas y/o insalubres, y que cumplan con la asistencia escolar.
La empresa de la familia del trabajador menor que pretenda acogerse a esta
excepción a la edad mínima de admisión al empleo, deberá obtener autorización de la
autoridad administrativa laboral de cada jurisdicción.
Cuando, por cualquier vínculo o acto, o mediante cualquiera de las formas de
descentralización productiva, la empresa del padre, la madre o del tutor se encuentre
subordinada económicamente o fuere contratista o proveedora de otra empresa, no
podrá obtener la autorización establecida en esta norma.
ARTICULO 9º — Sustitúyase el artículo 190 de la Ley 20.744, el que quedará
redactado de la siguiente manera:
Artículo 190: Jornada de trabajo. Trabajo nocturno. No podrá ocuparse a personas de
dieciséis (16) a dieciocho (18) años en ningún tipo de tareas durante más de seis (6)
horas diarias o treinta y seis (36) semanales. La distribución desigual de las horas
laborables no podrá superar las siete (7) horas diarias.
La jornada de las personas menores de más de dieciséis (16) años, previa
autorización de la autoridad administrativa laboral de cada jurisdicción, podrá
extenderse a ocho (8) horas diarias o cuarenta y ocho (48) semanales.
No se podrá ocupar a personas menores de dieciocho (18) años en trabajos
nocturnos, entendiéndose como tales el intervalo comprendido entre las veinte (20) y
las seis (6) horas del día siguiente. En los casos de establecimientos fabriles que
desarrollen tareas en tres turnos diarios que abarquen las veinticuatro (24) horas del
día, el período de prohibición absoluta en cuanto al empleo de personas menores,
estará regido por este título, sustituyéndose la prohibición por un lapso comprendido
entre las veintidós (22) y las seis (6) horas del día siguiente, pero sólo para las
personas menores de más de dieciséis (16) años.
ARTICULO 10. — Sustitúyase el artículo 191 de la Ley 20.744, el que quedará
redactado de la siguiente manera:
Artículo 191: Descanso al mediodía. Trabajo a domicilio. Tareas penosas, peligrosas o
insalubres. Remisión. Con relación a las personas menores de dieciocho (18) años
que trabajen en horas de la mañana y de la tarde rige lo dispuesto en el artículo 174
de esta ley; en todos los casos rige lo dispuesto en los artículos 175 y 176 de esta ley.
ARTICULO 11. — Deróganse los artículos 192 y 193 de la Ley 20.744.
ARTICULO 12. — Sustitúyase el artículo 194 de la Ley 20.744, el que quedará
redactado de la siguiente manera:
Artículo 194: Vacaciones. Las personas menores de dieciocho (18) años gozarán de
un período mínimo de licencia anual, no inferior a quince (15) días, en las condiciones
previstas en el Título V de esta ley.
ARTICULO 13. — Sustitúyase el artículo 195 de la Ley 20.744, el que quedará
redactado de la siguiente manera:
Artículo 195: Accidente o enfermedad. En caso de accidente de trabajo o de
enfermedad de una persona trabajadora, comprendida en el presente título, si se
comprueba ser su causa alguna de las tareas prohibidas a su respecto, o efectuada en
condiciones que signifiquen infracción a sus requisitos, se considerará por ese solo
hecho al accidente o a la enfermedad como resultante de la acción u omisión del
empleador, en los términos del artículo 1072 y concordantes del Código Civil, sin
admitirse prueba en contrario.
Si el accidente o enfermedad obedecieren al hecho de encontrarse
circunstancialmente el trabajador en un sitio de trabajo en el cual fuere ilícita o
prohibida su presencia, sin conocimiento del empleador, éste podrá probar su falta de
responsabilidad.

CAPACIDAD DEL TRABAJADOR:


Principio: la edad mínima de admisión al trabajo se establece en los 16 años (según
ley 26.390), quedando prohibida la ocupación de menores de esa edad en cualquier
tipo de actividad, persiga o no fines de lucro (189 1°p). Se exceptúa de la prohibición,
previa autorización del ministerio pupilar, a los menores ocupados en las empresas en
que sólo trabajen los miembros de la misma familiar y siempre que no se trate de
ocupaciones nocivas, perjudiciales o peligrosas (art. 189 2p). Esta restricción es a la
capacidad jurídica del menor y no puede ser suplida por la autorización de sus
representantes legales.
Los menores entre los 14 y 18 años son incapaces de hecho relativos, pues su
capacidad de obrar es limitada. Su voluntad debe ser completada por la autorización
de sus representantes legales. (32 párr 3 LCT-283 CCI), y se presumen también
suficientemente autorizados para todos los actos concernientes al contrato.
Pueden contratar libremente los menores independientes (32 p2lct).
A partir de los 18 años, o antes si se han emancipado por matrimonio, gozan de la
plena capacidad laboral (32-34-35 LCT)
a) INCAPACES DE HECHO ABSOLUTOS: son los incapaces que potencialmente
tiene aptitud para trabajar, aunque ella se presente alterada. Son los menores
impúberes-dementes y sordomudos que no saben darse a entender por escrito y
declarados tales en juicio.
Respecto de impúberes, sus representantes legales no podrán por ellos comprometer
su labor, según el art. 190 LCT, pero con referencia a los dementes, en cambio,
pueden trabajar en intervalos lúcidos, y en laborterapia.
b) INCAPACES DE HECHO RELATIVOS: son los menores adultos, que tienen
sólo aptitud para los actos que las leyes les autorizan a otorgar (arts. 33-35 LCT).
Desde la sanción de la ley 17711, la mujer casada, puede contratar libremente su
trabajo.
Con relación a la capacidad de los menores de 18 años cumplidos, se admite su plena
capacidad con la reforma (art. 128 Código Civil CCI).
En cuanto a quienes no han cumplido los 18 años, pero superan los 14 pueden estar
comprendidos en distintas situaciones:
1) plena capacidad: quienes contrajeron matrimonio y se han emancipado (124
CCI y 35 LCT)- lo que con conocimiento de sus padres o tutores, viven independiente
de ellos (32 parr 2 lct) – menores que tienen titulo profesional habilitante (128 cci)
2) capacidad relativa: se refiere a los menores que viven con sus padres, entre los
14 y 18 años, fijando en concreto la tesis de la autorización presunta (art. 32 lct) (arts.
283 a 293 cci). Otros incapaces: penados-extranjeros (los extranjeros que se hallan
ilegalmente en el país y los que hubieran ingresado y permanecido en calidad de
residentes temporarios, sin estar habilitados por la autoridad migratoria para
desarrollar actividad remunerada, sufren una prohibición que acarrea la nulidad del
CT-art. 40).

CAPACIDAD DEL EMPLEADOR: la LCT NO contiene normas específicas al respecto,


por lo cual rigen las de derecho común.
Por lo que son incapaces de hecho para contratar como empleador los menores de 18
años, salvo que hubiesen obtenido la emancipación por matrimonio o habilitación de
edad (131ci,10 a 12 comercio), y los dementes y sordomudos en las condiciones
fijadas. La inhabilitación judicial, en principio, no limita la facultad de celebrar CT. En
cuanto a los fallidos, no se trata de incapaces, pues los contratos que redicen antes de
su rehabilitación son válidos, aunque inoponible a la masa (109 24522,1160cci). Si el
empleador es una persona de existencia ideal, su capacidad jurídica se rige también
por el derecho común. La lct establece en el art. 36...
• LA CAPACIDAD LABORAL DE HECHO COMO APTITUD DE OBRAR
VALIDAMENTE POR SI MISMO SUPONE DISCERNIMIENTO.

2) CONSENTIMIENTO: arts. 45-46 y ss LCT- 1144 y ss CCI (Código Civil)


Opone el trabajo libre al obligatorio (ver historia del trabajo).
No es necesario que el consentimiento se extienda a todo el contenido de la RT, sino
basta con que las partes se pongan de acuerdo en celebrar un CT con determinado
objeto y quedando sujeto el resto de su contenido a lo que al respecto determinen las
leyes, CCt y usos y costumbres.
Según Gastón Tobeñas es el alma del contrato, debe ser siempre formal.
ES EL ACUERDO DELIBERADO, CONSCIENTE Y LIBRE DE LA VOLUNTAD
RESPECTO DE UN ACTO EXTERNO QUERIDO ESPONTEAMENTE Y NECESITA 3
ELEMENTOS: INTELIGENCIA QUE DELIBERA-CONCIENCIA QUE JUZGA Y
VOLUNTAD QUE RESUELVE.
Según Cabanellas tiene 5 elementos: pluralidad de sujetos-capacidad- voluntad-
declaración expresa o tácita-concordancia entre la voluntad interna y la declarada.
REQUISITOS INTERNOS QUE HACEN A LA EXISTENCIA DE LA VOLUNTAD:
1) Discernimiento: es un elemento Fundamental del consentimiento, e implica una
aptitud natural que permite distinguir lo justo de lo injusto, lo verdadero de lo falso, lo
favorable del desfavorable (arts. 32-33-34-39/40-128-187LCT).
Facultad de conocer
Distinción entre discernimiento, como aptitud natural, se aprecia en concreto, según
las circunstancias personales y la capacidad, como problema de imputabilidad, no
jurídico, aptitud legal para obrar, y se gradúa por categoría abstractas.
Causas obstatitvas: inmadurez-minoridad/insanidad (920cci)
2) Intención: Propósito de la voluntad en la realización de actos conscientes. Acto
incondicionado que se manifiesta por la discordancia entre el propósito del acto y el
resultado del mismo (art. 920 cci).
López Olaciregui dice que el discernimiento consiste en saber lo que se quiere y la
intención en querer lo que se sabe.
El discernimiento es una aptitud del ser genérica de conocer, insusceptible de
calificación moral y la intención consiste en el ejercicio del discernimiento y admite
calificación moral.
Causas obstativas: error o ignorancia (art. 923 cci). Es error sobre las cualidades
esenciales de un sujeto y en cuanto esa circunstancia fue motivo determinante del
CT(cajero, título habilitante)( tiene que ver con el carácter intuitu personae de la
calidad de trabajador).Debe ser excusable, o sea, no puede provenir de la negligencia
del empleador. El error sobre la persona del empleador no tiene importancia.
Dolo: es toda aserción del o falso o disimulación de lo verdadero, cualquier artificio,
astucia o maquinación que se emplee con ese fin. (antecedentes penales
incompatibles con el cargo).
3) Libertad: según Carnelutti la libertad no es el poder que uno tiene de dominar a
otro, sino de dominarse a sí mismo
Es la espontaneidad de la determinación de la gente, o facultad de poder elegir.
No existe libertad absoluta, sino la suficiente para comprender y querer.
Según alumnos: capacidad de obrar según íntima convicción, actuar libre no
condicionado dentro del marco legal
Causas obstativas: fuerza o violencia (art. 936cci)- temor o intimidación (937cci)
La fuerza es la coerción grave e irresistible e injusta ejercida sobre una persona para
determinar contra su voluntad a la realización de un acto. Puede ser física o moral.
El temor es toda amenaza de sufrir un mal futuro inminente (hipnotismo-sugestión).
CON RESPECTO A LA EXTERIORIZACION DEL CONSENTIMIENTO NOS
OCUPARECMOS AL EXAMINAR LA FORMA DEL CT

3) OBJETO:
Es la materia sobre la cual recae la voluntad del sujeto en el CT. En DT el objeto son
prestaciones, nunca cosas
Debe ser posible, lícito y determinado (tanto en su cantidad como en su especie). Por
Ej. la cantidad se vincula con la extensión de la jornada y su rendimiento y la especie
con el tipo de tareas comprometidas, pero en general la determinación es poco clara,
limitándose el contrato a fijar una cierta categoría o función o calificación
Do UT des: permuta
Do ut facias: locación de obra o servicio
Facio ut des:contrato de trabajo-prestación de un hacer personal-actividad humana
Facio ut facias: prestaciones recíprocas entre socios
El CT es una actividad personal infungible, intransferible, siempre se está haciendo
aún no haciendo. No es transmisible por sucesión, es insucesible.
El CT tiene un objeto en el sentido de los arts. 953, 1167 a 1169 cci referida a LA
PRESTACIÓN A CARGO DEL TRABAJADOR y los arts. 21-22-26-74-103 LCT se
refieren A LA REMUNERACIÓN.
El artículo 37 se refiere a la actividad personal e infungible que constituye el objeto del
CT que puede ser indeterminada o determinada, y también alude a la duración, a la
modalidad de contratación o al contenido general del CT, y a la categoría o
especialidad del trabajador.
Art. 38: SERVICIOS EXCLUIDOS: nulidad del CT- servicios ilícitos o prohibidos
Art. 39: TRABAJO ILICITO: objeto ilícito-efectos del trabajo ilícito ( 41 LCT-1626 CCI)
Art. 40: TRABAJO PROHIBIDO: la prohibición del objeto del CT está siempre dirigida
al empleador. (953cci -189-176-177-190lct). PROHIBICIÓN DE TRABAJO DE
INMIGRANTES ILEGALES (30 22439-D 1434/87 modif. por dec 1023/94)
Art. 41: NULIDAD POR ILICITUD DEL OBJETO relacionado con el art. 39 lct-1047 cci
Art. 42: NULIDAD DEL CONTRATO DE OBJETO PROHIBIDO: Art. 40
Art. 43: PROHIBICIÓN PARCIAL: relación con art. 13-197 últ. Parte lct
Art. 44: NULIDAD POR Ilicitud O PROHIBICIÓN: remisión arts. 41-42lct-declaración de
nulidad: 1047cco

4) CAUSA LICITA
Se identifica con el objeto
Es la finalidad económico social que cumple el contrato
El CT se perfecciona de consuno, para exteriorizar el objeto del CT basta exponer el
contenido esencial (46 lct).
El CT es un acuerdo de voluntades, hay mínimos y máximos inderogables.
Hay un pequeño espacio librado a la autonomía de la voluntad, que está limitado por el
orden público.
La existencia de la causa como elemento esencial del CT es discutida y para quienes
la admiten disienten acerca de su significado (tesis objetiva o subjetiva).
Para la tesis OBJETIVA, la causa es la finalidad económica social que cumple el
contrato y que es reconocida por el ordenamiento jurídico, constituida por el cambio de
servicios por remuneración.
En un sentido SUBJETIVO, la causa es el fin real y práctico que las partes se
proponen al contratar.
LA ILICITUD DE LA CAUSA (al igual que la del objeto) TRAE LA NULIDAD DEL
CONTRATO.

NULIDAD DEL CONTRATO DE TRABAJO


Es la sanción legal que priva de sus efectos normales a un acto jurídico, en virtud de
una causa existente en el momento de la celebración.
Las causas de nulidad pueden ser: a) ausencia o defecto de alguno de sus elementos
esenciales, b) la presencia de infracciones a las normas imperativas.

Cátedra Derecho Social


Profesora Elisabet Liliana Muziani
Actividad N 2
Tema Elementos del contrato de trabajo

Actividad
Responder:
1. Si el objeto de trabajo es bilateral, oneroso y sinalagmático. ¿Cuántos
objetos tiene?
2. ¿Cuáles son las pautas que determinan el límite entre la noción de
incapacidad y autonomía progresiva?
3. ¿Qué elemento de la voluntad se refiere a la exteriorización de actos
conscientes?
4. Cite ejemplos de contratos de objeto ilícito y prohibido.
5. ¿Cómo procede la autoridad administrativa frente a los contratos de objeto
ilícito y prohibido?

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