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Antes de nada, consideramos que existe una sensación popular de impunidad

hacia los delitos que cometen los adolescentes, y esta nace a partir de una
ignorancia sobre el sistema de responsabilidad penal de los y las adolescentes,
puesto que este si bien busca proteger su desarrollo, no trata de hacerlo mediante
el desistimiento de sus actos, ni restándole relevancia a los daños que esa acción
pudo generar, sino más bien, a través del despliegue de una red de apoyo
integrada por el órgano judicial, la familia del adolescente y la comunidad que le
acompañarán en el cumplimiento de las sanciones que el Juez de Ejecución
considere necesarias. Por eso, antes de comenzar a abordar el tema que nos
interesa, queremos explicar que si bien en nuestro ordenamiento jurídico
contamos con una norma penal por excelencia como lo es el Código Penal, la Ley
Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes como ley penal
indirecta es la que contiene las disposiciones aplicables a los adolescentes que
comenten hechos delictivos y por consiguiente su estudio en el siguiente proyecto
de investigación es de gran relevancia para poder llegar a las conclusiones más
optimas sobre la información recogida dentro de este texto formativo.
Parte I: Antecedentes
El predecesor legal más reciente de la Ley Orgánica para la Protección de
Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA) en nuestro ordenamiento jurídico es la
Ley Tutelar de Menores (vigente desde 1980 hasta 02 de Octubre de 1998), la
cual tenía sus bases en la antigua doctrina, llamada Situación Irregular, que entre
sus características más resaltantes consideraba a los menores como objeto de
compasión-represión, con nula capacidad moral y material que lo hacía vulnerable
de las influencias externas y que generaba que tuviera unas necesidades
especiales. Ya que históricamente, se tenía la percepción de que los niños y
adolescentes eran débiles jurídicos y dependientes, quienes junto con las mujeres
y las personas con discapacidad eran considerados más como objeto de
regulación jurídica que como sujetos de derechos. No es hasta la segunda mitad
del siglo XX que se establecen nuevos paradigmas en relación a estos grupos de
personas.
En ese sentido, la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1989,
luego de varios avances y de conquistas significativas, aprobó por unanimidad, la
Convención Internacional Sobre Los Derechos del Niño (CISDN), un
acontecimiento de capital importancia que le dio una gran preeminencia a los
derechos de la infancia y de la adolescencia, y donde por primera vez, los niños,
niñas y adolescentes fueron considerados sujetos de derechos. Este cambio
trascendental es lo que dio el paso histórico en muchas legislaciones del mundo
para la adición de la nueva Doctrina de la Protección Integral.
Seguidamente, gracias al CISDN surge la Convención de los Derechos del Niño
en el mismo año, y se convierte en el tratado de derecho público internacional con
el número más alto de ratificaciones hasta la fecha (196 ratificaciones). Una vez
que nuestro país Venezuela ratificó su contenido, por disposición expresa del
artículo 23 de la Carta Magna este tratado pasó a ser parte integrante de nuestro
ordenamiento jurídico, por lo cual se dice que en el país se vivió una situación
jurídica anómala, al estar en vigencia dos leyes antagónicas regulando el mismo
tema. Por una parte, la Ley Tutelar de Menores que como hemos establecido se
basaba en la doctrina de la Situación Irregular, y por otra parte, la Convención de
los Derechos del Niño fundamentada en la doctrina de Protección Integral la cual
le otorga al niño la exigibilidad de sus derechos, la potestad de ser escuchado, a la
vez que le exige una serie de deberes, originando un intercambio entre el niño o
adolescente y el Estado.
Por lo tanto, la Convención de los Derechos del Niño, implica que por primera
vez el niño o adolescente pase a ser considerado como un ciudadano pleno, con
sus derechos y con sus obligaciones. No se trata de proteger la infancia y la
adolescencia, sino de proteger los Derechos de la infancia y la adolescencia.
En otro punto, la aplicación de la Ley Tutelar de Menores traía consigo un
método desigual a los niños o adolescentes, e implicaba una discriminación
aplicada por el Juez de Menores, el cual era la figura protagónica de Tutela del
Menor. En los asuntos de delincuencia juvenil implicaba la judicialización de los
casos, e impulsiva la Institucionalización de los niños o adolescentes, sin
comprobación del nivel de gravedad de los casos, mostrando con esto la
utilización de una especie de Ley Salomónica para aquellos niños o adolescentes
que hubiesen incurrido en faltas menos graves.
Posterior a esto, no es hasta que es aprobada en el año 1998 con el nombre de
Ley Orgánica para la Protección del Niño y Adolescente (LOPNA) y su entrada en
vigencia en el 2000 que en Venezuela se crea una ley que desarrolle y le de vida a
los Derechos consagrados en la Convención de los Derechos del Niño (CDN),
dándole además, rango constitucional tal como lo establecen los artículos 75, 76,
77 y 78 de la Constitución. La LOPNA desarrollaba los principios fundamentales
de la CDN, muy especialmente, el pilar sobre el cual ella se fundamenta: la
Doctrina de la Protección Integral. En ella se establecen los principios, valores y
criterios que inspiraron el contenido de la nueva ley, que están presentes en todas
las Instituciones Familiares, en el Sistema de Responsabilidad Penal del
Adolescente, en el Sistema de Protección del Niño, Niña y del Adolescente y en
las normas referidas a los Derechos, garantías y deberes.
En este sentido, la Ley Orgánica para la Protección del Niño y Adolescente
(LOPNA), dio un giro de ciento ochenta grados al tratamiento de la conducta
delictual del Adolescente, quien era considerado como un irresponsable penal y
desembocaba en la institucionalización del mismo en la mayoría de los casos, sin
ser debidamente consideradas otras alternativas de medios sancionatorios, con la
entrada en vigencia de la LOPNA pasa a ser calificado como un sujeto de
derecho, y en consecuencia, puede ser imputable, dentro de este nuevo sistema
penal los Adolescentes gozan los mismos derechos procesales y deberes
ciudadanos que los adultos, con las limitaciones propias del ciudadano en
formación. En este sistema penal, el Adolescente es responsable penalmente por
sus actos delictivos, sometido a juicio y condenado en sentencia definitivamente
firme. Sin embargo, La LOPNA promueve la búsqueda de los factores
problemáticos que llevaron al adolescente a delinquir, y colabora de alguna
manera con la solución de problemas a través de diferentes planteamientos.
Buscando así, la rehabilitación del adolescente para su desarrollo pleno y su
evolución en un adulto funcional y miembro activo de la comunidad, en lugar, de
sólo centrarse en la pena que este merece.
Parte II: Base Teoríca
Así las cosas, para continuar con el desarrollo del presente trabajo es
imprescindible aclarar los conceptos de ciertos términos de interés para la
presente investigación. Primero, aunque parezca algo de conocimiento general
queremos asentar que, con la reforma del 2015 de la actualmente llamada Ley
Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA) la
responsabilidad penal del adolescente se elevó de 12 a 14 años de edad y menos
de 18 al momento de cometer algún hecho punible.
También, queremos traer la definición de la Real Academia Española sobre la
palabra maltratar: “1. tr. Tratar con crueldad, dureza y desconsideración a una
persona o a un animal, o no darle los cuidados que necesita”. Por lo que, podemos
inferir que un maltratador es la persona que trata con crueldad, dureza y
desconsideración a otra persona de forma reiterada.
Parte III: Base Legal.
De ahí que, en la LOPNNA vigente específicamente en el Título V nos
encontramos con lo concerniente al SISTEMA PENAL DE RESPONSABILIDAD
DE LOS Y LAS ADOLESCENTES, en su Capítulo I desglosa las disposiciones
generales sobre este sistema de responsabilidad penal, en su Capítulo II aborda el
procedimiento y su método particular de aplicabilidad en contraste con el que le
corresponde a los adultos, pero es en el Capítulo III que estipula lo relacionado
con las sanciones.
Con relación al artículo 528 de la prenombrada Ley expresa:
El adolescente que incurra en la comisión de hechos punibles, responde por
el hecho en la medida de su culpabilidad, de forma diferenciada del adulto.
La diferencia consiste en la jurisdicción especializada y en la sanción que
se le impone.
Por tanto, el articulo antes citado da a entender que la diferencia más marcada
entre el régimen legal aplicable a los adolescentes que incurran en algún delito y
el aplicable a los adultos, es que los primero responden ante una jurisdicción
especial para ellos y que sus sanciones son diferentes. Ahora bien, sin duda esas
diferencias que menciona el artículo anterior son las más resaltantes, sobre todo,
si las concatenamos con el artículo 527 que nos presenta la creación de una
sección de adolescentes en el Tribunal Penal, un Ministerio Público especializado
en la materia, un Ministerio del Poder Popular con competencia en materia de
protección integral de niños, niñas y adolescentes, una sección de la Policía de
Investigación y servicios de policías especializadas y la incorporación de los
Consejos Comunales y demás formas de organización popular, así como las
autoridades legítimas de los pueblos y las comunidades indígenas en los procesos
en que sean partes los y las adolescentes indígenas, entre otros entes a los que
se les exige que tengan una sección especializada para esta competencia.
Al mismo tiempo, aunque sea el artículo 620 de la LOPNNA el que mencione
los seis tipos de sanciones aplicables a los adolescentes que hayan sido
declarados responsables de un hecho punible, las cuales son: la orientación verbal
educativa, la imposición de reglas de conducta, los servicios a la comunidad, la
libertad asistida, la semi-libertad y la privación de libertad. Consideramos que es el
artículo 622 de la misma Ley el que hace notorio el contraste con el régimen penal
que se les aplica a los adultos, puesto que, no sólo prohíbe expresamente la
dosimetría penal prevista en nuestro Código Penal vigente, sino que para
determinar la medida aplicable nos presenta ocho litorales a tomar en cuenta por
los Jueces:
a. La comprobación del acto delictivo y la existencia del daño causado.
b. La comprobación de que él o la adolescente ha participado en el hecho
delictivo.
c. La naturaleza, gravedad y violencia en los hechos.
d. El grado de responsabilidad del o la adolescente.
e. La proporcionalidad e idoneidad de la medida.
f. La edad del o la adolescente y su capacidad para cumplir la medida.
g. Los esfuerzos del o de la adolescente por reparar los daños.
h. Los resultados de los informes clínicos y psico-social.
Parte IV: Conclusión
En definitiva, para hablar de la Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas
y Adolescentes (LOPNNA) primero debemos explicar un poco el contexto histórico
que originó su creación, y como gracias a la Convención de los Derechos del Niño
(CDN) se pudo eliminar el sistema que contemplaba a los niños y adolescentes
como objetos de tutela por parte del Estado y le daba el monopolio de la decisión
sobre la culpabilidad y la sanción a aplicar (generalmente la institucionalización) al
Juez de Menores, sin considerar el grado de gravedad del delito cometido, con la
LOPNNA pudimos llegar al sistema de responsabilidad penal de los y las
adolescentes, donde se toma en cuenta los hechos de violencia doméstica y las
situaciones irregulares que pueden generar que el adolescente tome actitudes
auto dañinas y también hacia otros, y aun así, lo hace responsable de sus actos y
despliega su equipo multidisciplinario para lograr el pleno desarrollo de las
capacidades del o de la adolescente y la adecuada convivencia con su familia y su
entorno social.
Referencias Bibliograficas
Bracho, C., Carrión, E., González, N., Rodríguez, C. sd. Ensayo Ley Orgánica
para la Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA). Disponible en:
http://www.geocities.ws/cbrachog/uc/Clase_LOPNA.htm [consulta: 2023, abril]
Delgado, J. (10-Jul-2015). Funcionarios de la DdP actualizan conocimientos sobre
Sistema de Responsabilidad Penal de los y las Adolescentes. Defensoría del
Pueblo. Disponible en: http://www.defensoria.gob.ve/index.php?
option=com_content&view=article&id=221:funcionarios-de-la-ddp-actualizan-
conocimientos-sobre-sistema-de-responsabilidad-penal-de-los-y-las-
adolescentes&catid=13&Itemid=113
Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y del Adolescente. (2015)
Lucena, F. (2020). Aquí Se Habla Derecho. ¿Cómo surge la Ley Orgánica para la
Protección de Niños, Niñas y Adolescentes (LOPNNA) en Venezuela? Disponible
en: https://aquisehabladerecho.com/2020/03/30/como-surge-la-ley-organica-para-
la-proteccion-de-ninos-ninas-y-adolescentes-lopnna-en-venezuela/
Real Academia Española. [Página web en línea]. Disponible en:
https://dle.rae.es/maltratar [consulta: 2023, abril].
Valera, E. (2017). Aquí Se Habla Derecho. Responsabilidad Penal Del
Adolescente. Disponible en:
https://aquisehabladerecho.com/2017/07/03/responsabilidad-penal-del-
adolescente/

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