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Tribunal: Cámara Nacional de Casación Penal, sala IV(CNCasacionPenal)(SalaIV)
Fecha: 19/09/2006
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SUMARIOS:
A los efectos del cómputo previsto en el art. 7 de la ley 24.390 (Adla, LIV-D, 4423),
corresponde que se compute la totalidad del plazo que el menor permaneció privado de
su libertad sin sentencia firme en esta causa, sumándole aquel en el cual no pudo gozar
efectivamente de su libertad por encontrarse detenido a disposición de un Tribunal Oral
Criminal en otro proceso, pues la libertad que le fuera otorgada como menor de edad fue
sólo ficta, y lo contrario implicaría que la concesión de la excarcelación en estas
circunstancias lo perjudique, porque, además de que no puede gozar de ella, tampoco se
le computará como tiempo sufrido de detención.
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PLENARIO
Cámara Nacional de Casación Penal, en pleno, "C. F., M. R.", 29/06/2006, Sup. Penal
2006 (julio), 47 - LA LEY, 07/07/2006, 5 - DJ 12/07/2006, 790 - DJ, 23/08/2006, 1174,
con nota de Sebastián A. Rey
VER TAMBIEN
Cámara Nacional de Casación Penal, sala IV, "Yáñez, Fabián A. s/rec. de casación",
20/06/2003, LA LEY, 2004-B, 590
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(*) Información a la época del fallo
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TEXTO COMPLETO:
Buenos Aires, septiembre 19 de 2006.
II. Que a fs. 303/306 vta. la señora Defensora Pública Oficial doctora M. I. Q.,
asistiendo al nombrado, interpuso recurso de casación (fs. 303/306 vta.), el que fue
concedido a fs. 307 y mantenido a fs. 312; sin adhesión del señor Fiscal General doctor
Ricardo Gustavo Wechsler (fs. 311 vta.).
Entendió que corresponde aplicar las disposiciones de la ley 24.390 a todo el lapso de
detención que cumplió C. F., pues si bien permaneció internado en calidad de menor
dispuesto hasta el 4 de diciembre de 1998, luego fue nuevamente detenido con relación
a la causa Nro. 1410 del Registro del tribunal mencionado, cuya sanción se unificó.
Afirmó que no cabe duda de que la libertad que le fue otorgada como menor de edad fue
sólo ficta, a partir de su detención con relación a la causa citada, desde que, si bien
formalmente no se encontraba detenido a disposición del Tribunal Oral de Menores,
tampoco se encontraba en libertad.
Consideró que al dictarse pena única comprensiva de ambas causas, debe también
unificarse el tiempo de detención. Y si, como en el caso, la suma de ambos excede los
dos años, han de aplicarse los artículos 7 y 8 de la ley 24.390. Que, así, deben
considerarse los períodos de detención sufridos en forma interrumpida, pues si bien
parte de ese lapso corresponde a la causa que tramitó en la justicia criminal, no es
menos cierto que en el fallo de fs. 274/281 vta. se unifican ambas condenas.
Finalmente solicitó que se deje sin efecto la resolución recurrida y se ordene realizar
nuevo cómputo de vencimiento de la pena impuesta, de conformidad con lo propiciado
en su recurso.
III. Que durante el término de oficina previsto por los arts. 465, primera parte, y 466 del
C.P.P.N., se presentó a fs. 314/316 el señor Fiscal General ante esta Cámara doctor
Ricardo Gustavo Wechsler, quien dejando a salvo su posición personal respecto del
cómputo del tiempo de internación con fines tutelares, reconociendo la jurisprudencia
mayoritaria entre las Salas de este tribunal, sostuvo que, de considerarse aplicable el
artículo 7 de la ley 24.390, esa norma debe abarcar la totalidad de los períodos de
detención de C. F. cumplidos con relación a las causas que se unifican hasta el dictado
de la sentencia definitiva. Que resulta sujeto a esa normativa no sólo el lapso que
cumplió como menor de edad, sino también el que fue privado de su libertad en el
proceso paralelo en trámite ante el Tribunal Oral en lo Criminal (fs. 314/316).
IV. Que no habiendo comparecido las partes a la audiencia prevista por el art. 468 del
C.P.P.N., de lo que se dejó constancia a fs. 323, quedaron las actuaciones en estado de
ser resueltas. Que, efectuado el sorteo de ley para que los señores jueces emitan su voto.
El Hornos dijo:
Por otra parte, obvio es también que en virtud de la unificación prevista en el artículo 58
del C.P. —que admite diferentes supuestos—, el sentenciante debe computar todos los
períodos de privación de la libertad padecidos en las causas en las que recayeron las
condenas objeto de unificación, tal como tuviera oportunidad de sostenerlo desde el
precedente "Fermi, Ricardo Luis s/recurso de casación" —causa nro. 801, Reg. Nro.
1198, rta. el 26/3/98—, entre varios otros anteriores al citado por el señor Fiscal General
de la instancia —Reg. Nro. 6487—.
Sin embargo, claro está que esta regla no implica que, de ese período total, el plazo de
prisión preventiva cumplido en los diferentes procesos pueda ser indiscriminadamente
abarcado con el objeto de computarlo doble en cuanto esa suma final exceda de dos
años, pues no es eso lo dispuesto en los artículos 1 y 7 de la ley 24.390.
Ese es el marco teórico al cual debe ajustarse el análisis del caso en estudio, y resulta ser
la doctrina cuya aplicación fue solicitada asimismo por la defensa de C. F. tanto al
observar el cómputo efectuado (fs. 291/294 vta) como al interponer el recurso de
casación en cuanto específicamente adujo que las disposiciones de la ley 24.390 debían
extenderse más allá del 4 de diciembre de 1998 —fecha hasta la cual el nombrado
permaneció internado en calidad de menor dispuesto—, pues la libertad que le fuera
otorgada como menor de edad fue sólo ficta, al haber sido nuevamente detenido con
relación a la causa Nro. 1410 del Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 15, proceso en el
que se dictó una condena que se unificó con la impuesta en esta causa.
En virtud de todo lo expuesto considero que a los efectos del cómputo previsto en el
artículo 7 de la ley 24.390, corresponde que se compute la totalidad del plazo en el que
C. F. permaneció privado de su libertad sin sentencia firme en esta causa: sumando al
lapso en tal sentido padecido en este proceso, aquél en el cual no pudo gozar
efectivamente de su libertad por encontrarse detenido a disposición del Tribunal Oral
Nro. 5, en la causa mencionada —desde el 8 de mayo de 2002 (fs. 288 penúltimo
párrafo)—.
A su vez, dicho período, como se dijo, y respecto del beneficio contenido en la ley en
cuestión, debe abarcar la prisión cautelar sufrida hasta que la sentencia condenatoria
dictada en la presente causa adquirió firmeza: esto es el 29 de noviembre de 2005, fecha
en la cual venció el plazo de diez días para interponer el recurso de casación, contados
desde la notificación de la misma; pues no debe olvidarse que cuando la sentencia
condenatoria adquiere firmeza —título ejecutivo en los términos de la normativa de
forma—, cesa la calidad de "procesado" que venía revistiendo hasta entonces el
imputado, para pasar a convertirse en "condenado" (cfr. esta Sala IV: causa nro. 554:
"Guattini, Julio César s/rec. de casación", Reg. nro. 841, rta. el 29 de mayo de 1997; y
causa nro. 1154: "Barrientos, Ricardo Daniel s/recurso de casación", Reg. nro. 1620, rta.
el 27 de noviembre de 1998; entre muchas otras).
Por lo demás, claro está que a la luz de la unificación de condenas pronunciada, y por
aplicación del artículo 24 del Código Penal, a ese período deberá sumársele el restante
tiempo de prisión sufrido por C. F. —desde el 30 de noviembre de 2005— en aquella
causa Nro. 1410 —no el ya considerado, y que en virtud de lo dispuesto en el artículo
24 del C.P. no puede computarse dos veces—, hasta la actualidad, tal como también lo
señala la defensa a fs. 291/vta.
Propicio entonces que se haga lugar al recurso de casación interpuesto, sin costas, que
se case la resolución recurrida, y que se remita la presente al tribunal de origen a los
fines de que practique un nuevo cómputo de pena de conformidad con las pautas que
resultan de la doctrina precedentemente señalada.
Que por coincidir sustancialmente con mi colega que antecede, adhiero a su solución
propuesta. Así voto.
Por ello, en mérito del acuerdo que antecede, el tribunal resuelve: Hacer lugar al recurso
de casación interpuesto a fs. 303/306 vta. por la señora Defensora Pública Oficial
doctora M. I. Q., asistiendo a F. E. C. F., sin costas, y consecuentemente REVOCAR la
resolución de fs. 295/295 vta.; debiendo el Tribunal de origen practicar un nuevo
cómputo de pena de conformidad con las pautas que resultan de la doctrina
precedentemente señalada (arts. 471, 530 y 531 del C.P.P.N.).
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