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TEMA 10 - MATERIALES CERÁMICOS

Los materiales cerámicos se definen como materiales inorgánicos y no metálicos. La mayoría


de las cerámicas son compuestos formados por elementos metálicos y no metálicos cuyos
enlaces interatómicos pueden ser de carácter totalmente iónico, o bien de carácter
predominantemente iónico con algún carácter covalente.

MATERIALES REFRACTARIOS

En términos generales se denominan cerámicos refractarios a todos los materiales cerámicos


que resisten sin ablandarse calentamientos a temperaturas hasta de 1350º.

La materia prima utilizada para la elaboración de los materiales refractarios son las arcillas.
Éstas son rocas sedimentarias y desde el punto de vista mineralógico engloba a un grupo de
minerales, filosilicatos en su mayor parte (presentan una estructura basada en el apilamiento
de planos de iones oxígeno e hidroxilos)

Estructura de los Filosilicatos: Propiedades físico-químicas

• Su extremadamente pequeño tamaño de partícula (inferior a 2 μm).


• Su morfología laminar (filosilicatos).
• Las sustituciones isomórficas, que dan lugar a la aparición de carga en las láminas y a la
presencia de cationes débilmente ligados en el espacio interlaminar.

a) Superficie específica: Se define como el área de la superficie externa más el área de la


superficie interna (en el caso de que esta exista) de las partículas constituyentes, por
unidad de masa, expresada en m2/g. Las arcillas poseen una elevada superficie
específica.
b) Capacidad de Intercambio catiónico: Es una propiedad fundamental de las esmectitas.
Son capaces de cambiar, fácilmente, los iones fijados en la superficie exterior de sus
cristales, en los espacios interlaminares, o en otros espacios interiores de las
estructuras, por otros existentes en las soluciones acuosas envolventes.
c) Capacidad de absorción: La capacidad de absorción está directamente relacionada con
las características texturales (superficie específica y porosidad) y se puede hablar de
dos tipos de procesos que difícilmente se dan de forma aislada:
- absorción (cuando se trata fundamentalmente de procesos físicos como la
retención por capilaridad) y
- adsorción (cuando existe una interacción de tipo químico entre el adsorbente, en
este caso la arcilla, y el líquido o gas adsorbido, denominado adsorbato).
d) Hidratación e hinchamiento: La absorción de agua en el espacio interlaminar tiene
como consecuencia la separación de las láminas dando lugar al hinchamiento.
e) Plasticidad: Las arcillas son eminentemente plásticas. Esta propiedad se debe a que el
agua forma una envuelta sobre las partículas laminares produciendo un efecto
lubricante que facilita el deslizamiento de unas partículas sobre otras cuando se ejerce
un esfuerzo sobre ellas.
La elevada plasticidad de las arcillas es consecuencia, nuevamente, de su morfología
laminar, tamaño de partícula extremadamente pequeño (elevada área superficial) y
alta capacidad de hinchamiento.
f) Tixotropía: fenómeno consistente en la pérdida de resistencia de un coloide, al
amasarlo, y su posterior recuperación con el tiempo. Se convierten en liquido al ser
amasadas y si se las deja en reposo recuperan la cohesión así como el comportamiento
solido.

Arcillas Industriales
- Arcillas comunes: compuestas por dos o mas minerales de la arcilla.
- Arcillas especiales: constituidas fundamentalmente por un sólo tipo de mineral de
la arcilla, y sus propiedades dependen esencialmente de las características de ese
mineral. Las arcillas especiales se pueden dividir en caolines y arcillas caoliníferas,
y bentonitas, sepiolita y paligorskita.

Refractarios.
La mayor parte de los refractarios son arcillas cerámicas fabricadas generalmente por cocción
y están constituidos por óxidos de elevada temperatura de fusión, como son la sílice (SiO2), la
alúmina (Al2O3) y la magnesia (MgO).

se clasifican en tres grupos principales: ácidos, básicos o neutros, según la naturaleza de los
óxidos que contienen.

Ácidos (silice y silico-aluminosos):

• El principal constituyente de los refractarios ácidos es la sílice.


• Refractarios típicamente ácidos son los ladrillos de sílice y la arena siliciosa. Ambos
tienen un contenido en sílice superior al 95 %.
• Los ladrillos silico-aluminosos, que son muy importantes por ser los de mayor
consumo, suelen contener 32 a 45% de Al2O3 y el resto sílice y pequeñas cantidades
de impurezas.

Básicos (dolomía, magnesia, cromo-magnesia):

• Los principales constituyentes de los refractarios básicos son la cal (CaO) y la magnesia
(MgO) que se obtiene calcinando la magnesita (MgCO3).
• La dolomía tiene carácter básico y se emplea siempre después de ser calcinada. En esa
forma sus principales constituyentes son CaO y MgO, empleándose generalmente en
forma de granulado para preparar la solera de los hornos.

Ensayos de refractarios

Los ensayos más importantes son:


- 1º Examen visual.-> Sirve para conocer si hay uniformidad general en el material.
- 2º Examen de dimensiones. -> Control de exactitud
- 3º Temperatura de fusión.
- 4º Resistencia a la compresión a diversas temperaturas.
- 5º Temperatura de reblandecimiento.
- 6º Resistencia al desmoronamiento bajo carga a elevada temperatura.
- 7º Coeficientes térmicos de dilatación o contracción.
- 8º Resistencia al choque térmico, es decir, a los cambios bruscos de temperatura.
- 9º Resistencia a la acción química de escorias y cenizas.
- 10º Densidad absoluta y densidad global o total.
- 11º Porosidad abierta y porosidad global o total.
- 12º Conductibilidad térmica.
- 13º Composición química.

Ladrillos siliciosos
Propiedades:

• Gran resistencia a la compresión a elevada temperatura (1550 a 1650ºC), muy próxima


a su punto de fusión.
• toleran concentraciones relativamente elevadas de cal y de óxido de hierro, que con
frecuencia se depositan sobre los ladrillos.
• No sufren variaciones de volumen al variar la temperatura, de esta manera son muy
pequeños los movimientos de la estructura y bóveda de los hornos durante los
procesos de fabricación de acero.

Usos: Últimamente su empleo ha quedado reducido a las paredes de las cámaras de los hornos
de coque casi exclusivamente.

Ladrillos silico – aluminosos


• Son los refractarios de mayor consumo y los que tienen mayores aplicaciones en
industrias metalúrgicas y siderúrgicas.
• Son más baratos que todos los demás ladrillos de uso industrial, resisten muy bien sin
agrietarse calentamientos y enfriamientos sucesivos, pero no pueden utilizarse a
temperaturas tan elevadas como los ladrillos siliciosos o los de magnesia.
• Los ladrillos silico - aluminosos tiene una resistencia muy inferior a la magnesia o la
dolomía, frente a la acción del acero fundido y las escorias.

Usos: Para construir revestimientos refractarios, que en ocasiones deben sufrir variaciones
sucesivas de temperaturas. Son muy empleados en hornos de laminación, hornos de recocido,
revestimientos de cucharas, etc.

Ladrillos de alúmina
• En esta denominación se incluyen los ladrillos refractarios con contenidos en Al2O3
variables entre 50 a 95%. Se fabrican utilizando como materias primas bauxitas y
gibbsita (Al2O3 3H2 O), diásporo (Al2O3 H2O), etc.
• Tienen una muy alta temperatura de fusión, buena resistencia a la acción de las
escorias y resisten bien altas temperaturas bajo carga. Además tienen también alta
resistencia a los choques térmicos.

Por ser todas estas propiedades importantísimas a pesar de su precio elevado, son cada día
más utilizados.

Usos: Se emplean en lugares de hornos o instalaciones, sometidos a condiciones muy


desfavorables, donde las temperaturas son muy elevadas y donde deben sufrir la acción de
escorias o compuestos que ocasionan gran erosión o desgaste.
Se emplean mucho en las bóvedas de los hornos eléctricos de arco para fabricación de acero,
en las que han sustituido a los ladrillos siliciosos. También se emplean en los apilados de las
recámaras de los hornos Siemens y en las soleras de los hornos de recalentar.

Refractarios básicos
Dolomita

Reciben este nombre, ciertas rocas relativamente abundantes en la naturaleza, constituidas


principalmente por carbonato de cal y carbonato de magnesio.

Cuanto mayor es el contenido de magnesia, mejor se considera la calidad de una dolomía para
utilizarla como refractario. La dolomía se puede utilizar en su forma natural, pero antes deben
separase los productos volátiles, agua y anhídrido carbónico mediante calcinación. Es
importante que la dolomía esté perfectamente calcinada porque así será menor su porosidad y
ofrecerá menos superficie de ataque a la escoria, al metal y a los óxidos.

Usos: El empleo más importante de la dolomía calcinada molida a tamaño fino, es la


reparación de revestimientos de los hornos básicos. Se pueden mezclar con alquitrán para
aglomerar la masa. También se fabrican ladrillos y bloques.

Magnesia

Su principal constituyente es el óxido de Magnesio, MgO (periclasa) cuyo punto de fusión es


muy elevado 2800º. Se obtiene generalmente por la calcinación de la magnesita (carbonato de
magnesio CO3Mg), o del hidrato de magnesio Mg(OH)2 obtenido a partir del agua de mar.

Además de su elevada temperatura de fusión, tiene buena resistencia al ataque de escorias. La


magnesita al calcinarse pierde su facultad de hidratación y respecto de la dolomía es menos
susceptible de absorber agua a temperatura ambiente y se puede conservar almacenada
mucho más tiempo.

Usos: La magnesia se usa en forma de ladrillos para la construcción de la base de las soleras de
los hornos y parte inferior de las paredes hasta la línea de escoria.

Ladrillos de cromita
Los ladrillos de cromita están constituidos principalmente por óxido de cromo (Cr2O3= 40%
aprox.) que es un óxido raro y difícil de encontrar en la naturaleza.

Son refractarios típicamente neutros y sirven para fabricar ladrillos que se comportan bien en
contacto con los ladrillos ácidos y los básicos. Tienen un peso específico elevado.

Su resistencia bajo carga y a los cambios térmicos es baja.

Materiales aislantes
El ladrillo refractario aislante IFB (Insulating Fire Brick), que permite trabajar por encima de los
3000ºF (1649ºC) tiene como ventaja que acumula una menor cantidad de calor en las paredes
y techo que en las paredes con ladrillos densos.

El IFB no es útil cuando está en contacto con escorias o vidrios fluidos, primero porque los
poros se llenan y su capacidad aislante desaparece, y segundo porque se ataca rápidamente la
estructura relativamente frágil que poseen.
El ladrillo IFB se fabrica de arcilla expandida mediante distintos procesos, pero el método
generalmente aceptado consiste en mezclar aserrín de madera con arcilla y moldearlo en la
forma deseada. El producto se cuece, con lo que la madera se quema totalmente y la arcilla se
sinteriza, convirtiéndose en una masa rígida.

Propiedades:

• Baja conductividad térmica. A mayor temperatura, mayor será la densidad media


global.
• Capacidad de retención del calor, la cual es aproximadamente proporcional a la
densidad media global. Para el caso de hornos de funcionamiento intermitente
constituye una gran ventaja.
• Los materiales aislantes tienen una resistencia a la compresión y a la abrasión inferior
a la de los ladrillos pesados.

Morteros refractarios
Se utilizan para unir los diversos ladrillos y piezas especiales refractarias y cumplen las
siguientes finalidades:

• Enlazar el paramento de ladrillos para convertirlo en una unidad sólida, con lo cual
será más resistente a los choques y tensiones mecánicas.
• Producir una mayor trabazón entre las superficies irregulares de los ladrillos, de modo
que cada hilada tenga un apoyo firme en la hilada inferior. Es importante que la junta
sea lo más estrecha posible.
• Hacer herméticas las paredes frente a los gases o bien impedir la penetración de
escoria en las uniones.

Cementos refractarios
Se componen de un agregado grueso de ladrillo pulverizado o de chamota aglomerado con
polvo fino de chamota, utilizándose para tres finalidades:

• Fabricar moldeados refractarios que se colocarán en verde en los hornos.


• Formar paredes monolíticas uniformes.
• Reparar y parchear el paramento desgastado.

Se han construido soleras muy grandes a base de cemento refractario monolítico con buenos
resultados. Debe señalarse que estos endurecen por cocción sólo en la superficie caliente, y
poseen una capa más débil y más flexible en el lado más frío.

Hormigones refractarios
Contienen un agregado y un material de unión, como por ejemplo cemento hidráulico, que
permite el fraguado en frío. El agregado puede ser arcilla calcinada, que proporcionará al
hormigón una alta densidad, o bien chamota porosa, tierra de diatomeas, vermiculita o
cualquier otro material poroso, que proporcionará al hormigón resultante un peso ligero y una
baja conductividad calorífica.
Vidrio
El vidrio es una sustancia inorgánica que se halla en un estado asimilable al líquido, del que es
prolongación, pero que, como resultado de un cambio reversible experimentado durante el
enfriamiento, alcanza un grado tan alto de viscosidad que puede considerarse sólido.

ASTM define al vidrio como “producto inorgánico de fusión enfriado hasta un estado rígido no
cristalino”.

Los vidrios forman un grupo familiar de cerámicas. Son silicatos no cristalinos que contienen
otros óxidos principalmente: CaO, Na2O, K2O, y Al2O3, los cuales influyen en las propiedades
del vidrio. Un vidrio típico de cal y sosa está formado por aproximadamente 70% en peso de
SiO2 el resto es principalmente Na2O (sosa) y CaO (cal).

Al enfriar el vidrio la viscosidad incrementa gradualmente sin cristalizar en un amplio intervalo


de temperaturas hasta que adopta su característica dureza y su forma frágil.

Conformado del vidrio.

El vidrio se produce calentando las materias primas a temperaturas elevadas por encima de la
temperatura de fusión. La mayoría de los vidrios comerciales son de la variedad: sílice- sosa-
cal. La sílice se aporta normalmente como arena de cuarzo común, mientras que el Na2O y el
CaO se añaden en forma de ceniza de sosa (Na2CO3) y piedra caliza (CaCO3). Para muchas
aplicaciones

Para muchas aplicaciones, especialmente cuando la transparencia óptica es importante, es


esencial que el producto de vidrio sea homogéneo y sin poros. La homogeneidad puede
alcanzarse por fusión completa y por mezclado de las materias primas. La porosidad se forma a
partir de pequeñas burbujas que se producen; éstas deben absorberse en el material fundido o
ser eliminadas, lo cual requiere el adecuado ajuste de la viscosidad del material fundido.

Existen cuatro métodos distintos para fabricar productos de vidrio: prensado, soplado,
estirado y formación de fibras.

La mayoría de los vidrios comerciales se dividen en tres tipos principales y presentan una
amplia diversidad de composiciones químicas.

• Vidrios de sílice-cal-sosa: son los más importantes en términos de cantidad producida


y variedad de uso, pues comprenden casi todos los vidrios planos, envases, vajilla
económica producida en masa y bombillas eléctricas.
• Vidrios de sílice-potasa-plomo: contienen una proporción variable, pero normalmente
alta, de óxido de plomo. En el material óptico se valora su elevado índice de refracción;
la cristalería decorativa y doméstica soplada a boca, su facilidad de corte y de pulido;
en las aplicaciones eléctricas y electrónicas, su elevada resistividad eléctrica y la
protección frente a las radiaciones.
• Vidrios de boro silicato: su baja dilatación térmica los hace resistentes al choque
térmico y por ello son ideales para hornos domésticos, material de vidrio de
laboratorio y producción de fibra de vidrio para reforzar plásticos.
Vidrios tratados térmicamente

Recocido

Cuando un material cerámico es enfriado desde una temperatura elevada, pueden originarse
tensiones internas, también denominadas tensiones térmicas, como resultado de Ia diferencia
en Ia velocidad de enfriamiento y contracción térmica entre las regiones superficiales y las del
interior. Estas tensiones térmicas son importantes en cerámicas frágiles, especialmente en
vidrios, puesto que pueden debilitar el material y en casos extremos, producir Ia fractura, lo
cual se denomina choque térmico. Normalmente, se intenta evitar las tensiones térmicas, lo
cual puede Lograrse enfriando la pieza a una velocidad suficientemente lenta. Sin embargo,
una vez que estas tensiones han sido introducidas, su eliminación o al menos su reducción es
posible mediante un tratamiento térmico de recocido en el cual el objeto de vidrio es
calentado hasta una temperatura de recocido, y entones es lentamente enfriado hasta
temperatura ambiente.

Temple del vidrio

La resistencia de una pieza de vidrio puede aumentarse introduciendo de forma intencionada


tensiones residuales superficiales de compresión. Esto se consigue mediante un tratamiento
térmico denominado temple térmico del vidrio. En esta técnica, la pieza de vidrio se calienta
hasta una temperatura superior a la temperatura de transición vítrea, aunque inferior a Ia
temperatura de ablandamiento. Entonces se enfría hasta temperatura ambiente en un
chorro de aire o, en algunos casos, en un baño de aceite. Las tensiones residuales se originan
debido a las diferencias en las velocidades de enfriamiento de las regiones superficiales y de
las regiones del interior.

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