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UNIDAD VIII: RESISTENCIA DE MATERIALES

Conceptos
Las deformaciones de los cuerpos, debido a la acción de cargas, en realidad
son pequeñas y en general pueden ser detectadas solamente con
instrumentos especiales. Las deformaciones pequeñas no influyen
sensiblemente sobre las leyes del equilibrio y del movimiento del sólido, por
lo que la Mecánica Teórica prescinde de ellas. Sin embargo, sin el estudio de
estas deformaciones sería imposible resolver un problema de gran
importancia práctica como es el de determinar las condiciones para las cuales
puede tener lugar la falla de una pieza, o aquellas en las que la misma puede
servir sin tal peligro.
Entenderemos por falla de un sistema o de determinadas partes del mismo a
la rotura, o sin llegar a ello, a la existencia de un estado inadecuado. Esto
último puede ocurrir por varios motivos: deformaciones demasiado grandes,
falta de estabilidad de los materiales, fisuraciones, pérdida del equilibrio
estático por pandeo, abollamiento o vuelco, etc. Nosotros limitaremos el
estudio a la falla por rotura, deformaciones excesivas o pandeo.
La Resistencia de Materiales es la disciplina que estudia las solicitaciones
internas y las deformaciones que se producen en el cuerpo sometido a cargas
exteriores. La diferencia entre la Mecánica Teórica y la Resistencia de
Materiales radica en que para ésta lo esencial son las propiedades de los
cuerpos deformables, mientras que en general, no tienen importancia para la
primera.
La Resistencia de Materiales tiene como finalidad elaborar métodos simples
de cálculo, aceptables desde el punto de vista práctico, de los elementos
típicos más frecuentes de las estructuras o sistemas, empleando para ello
diversos procedimientos aproximados.
Los problemas a resolver haciendo uso de esta ciencia son de dos tipos:
a) Dimensionamiento
b) Verificación
En el primer caso se trata de encontrar el material, las formas y dimensiones
más adecuadas de una pieza, de manera tal que ésta pueda cumplir su
cometido:
▪ Con seguridad
▪ En perfecto estado
▪ Con gastos adecuados
El segundo caso se presenta cuando las dimensiones ya han sido prefijadas y
es necesario conocer si son las adecuadas para resistir el estado de
solicitaciones actuantes.
Hipótesis fundamentales
a) El material se considera macizo (continuo): el comportamiento real de
los materiales cumple con esta hipótesis aun cuando pueda detectarse
la presencia de poros o se considere la discontinuidad de la estructura
de la materia, compuesta por átomos que no están en contacto rígido
entre sí, ya que existen espacios entre ellos y fuerzas que los mantienen
vinculados, formando una red ordenada. Esta hipótesis es la que
permite considerar al material dentro del campo de las funciones
continuas.
b) El material de la pieza es homogéneo: el acero es un material altamente
homogéneo; en cambio, la madera, el hormigón y la piedra son bastante
heterogéneos. Sin embargo, los experimentos demuestran que los
cálculos basados en esta hipótesis son satisfactorios.
c) El material de la pieza es isótropo: esto significa que admitimos que el
material mantiene idénticas propiedades en todas las direcciones.
d) Las fuerzas interiores, originales, que preceden a las cargas, son nulas:
las fuerzas interiores entre las partículas del material, cuyas distancias
varían, se oponen al cambio de la forma y dimensiones del cuerpo
sometido a cargas. Al hablar de fuerzas interiores no consideramos las
fuerzas moleculares que existen en un sólido no sometido a cargas. Esta
hipótesis no se cumple prácticamente en ninguno de los materiales.
e) Es válido el principio de superposición de efectos: ya se ha hecho uso de
este principio en la ESTATICA, para el caso de sólidos indeformables. Al
tratarse de sólidos deformables este principio es válido cuando:
- Los desplazamientos de los puntos de aplicación de las fuerzas son
pequeños en comparación con las dimensiones del sólido.
- Los desplazamientos que acompañan a las deformaciones del sólido
dependen linealmente de las cargas. Estos sólidos se denominan
“sólidos linealmente deformables”.
Por otro lado, siendo que las deformaciones son pequeñas, las
ecuaciones de equilibrio correspondientes a un cuerpo cargado pueden
plantearse sobre su configuración inicial, es decir, sin deformaciones. Lo
que hemos enunciado es válido en la mayoría de los casos, no obstante,
cuando analicemos el problema del pandeo de una barra elástica
veremos que este criterio no puede ser aplicado.
f) Es aplicable el principio de Saint – Venant: este principio establece que
el valor de las fuerzas interiores en los puntos de un sólido, situados
suficientemente lejos de los lugares de aplicación de las cargas, depende
muy poco del modo concreto de aplicación de las mismas. Merced a este
principio en muchos casos podremos sustituir un sistema de fuerzas por
otro estáticamente equivalente, lo que puede conducir a la
simplificación del cálculo.
g) Las cargas son estáticas o cuasi-estáticas: las cargas se dicen que son
estáticas cuando demoran un tiempo infinito en aplicarse, mientras que
se denominan cuasi-estáticas cuando el tiempo de aplicación es
suficientemente prolongado. Las cargas que se aplican en un tiempo
muy reducido se denominan dinámicas.
Método
Al realizarse el estudio de un objeto o sistema real se debe comenzar por la
elección de un esquema de cálculo. Para realizar el cálculo de una estructura
o sistema se debe, ante todo, separar lo importante de lo que carece de
importancia, es decir, se debe esquematizar la estructura prescindiendo de
todos aquellos factores que no influyen significativamente sobre el
comportamiento del sistema como tal. Este tipo de simplificación es en todos
los casos absolutamente necesario, puesto que la solución del problema que
considere todas las propiedades de la estructura es imposible debido a que,
en general éstas son inagotables.
Supongamos, por ejemplo, que deseamos calcular la resistencia del cable de
un ascensor. Debemos considerar ante todo el peso de la cabina, su
aceleración y, en el caso de que se eleve a gran altura, el peso
del cable. Simultáneamente, podremos dejar de lado algunos
factores de poca importancia como la resistencia
aerodinámica que ofrece al ascensor, la presión barométrica a
distintas alturas, la variación de la temperatura con la altura,
etc.
Un mismo cuerpo puede tener esquemas de cálculo
diferentes, según la exactitud pretendida y según el aspecto
del fenómeno que interesa analizar. Por otro lado, un hecho muy importante
a tener en cuenta es que a un mismo esquema de cálculo pueden
corresponderle muchos objetos reales.
Al escogerse el esquema de cálculo se introducen ciertas simplificaciones en:
a) La geometría del objeto: así un sólido muy alargado se puede idealizar
con una barra.
b) Los vínculos: usualmente se consideran ideales.
c) Los sistemas de fuerzas aplicadas: es conocido, por ejemplo, que las
cargas concentradas prácticamente no existen en la realidad, sino que
son las resultantes de fuertes presiones localizadas en zonas pequeñas.
d) Las propiedades de los materiales: en el ítem anterior hemos hecho
consideraciones al respecto.
El paso siguiente a la elaboración del esquema de cálculo corresponde a la
resolución numérica del problema, para lo cual, las bases fundamentales de la
Resistencia de Materiales se apoyan en la Estática, la que resulta sumamente
importante en la determinación de las solicitaciones internas y de las
deformaciones.
Debemos tener muy presente que lo que se ha resuelto no es el sistema real
sino un modelo matemático. Esto significa que los resultados deben ser
adecuadamente interpretados, y eventualmente corregidos para acercarse lo
más próximo posible a la solución real.
Finalmente, y a modo de resumen, podemos decir que el método de la
Resistencia de Materiales, que no es sino el de la Mecánica Aplicada puede
enunciarse de la siguiente manera:
1) Elección de un esquema de cálculo (elaboración de un modelo
matemático).
2) Resolución matemática del problema.
3) Interpretación de los resultados en función del sistema físico real.
CONCEPTOS DE TENSIÓN Y DE DEFORMACIONES ESPECÍFICAS
Como introducción al tema observemos la máquina, la función de esta prensa
es la de ensayar muestras de materiales sometidos a esfuerzos de
compresión. Para ello se coloca la muestra sobre el piso de la base y se
aprieta el extremo del tornillo contra ella haciendo girar el volante del
extremo superior. Esta acción somete así a la porción inferior del tornillo
(4) a compresión axial y a las barras laterales (1) a tracción axial. Se
observa también que la cruceta de cabeza (3) está sometida a flexión y
corte, y la parte superior del tornillo (2) a torsión.
Si consideramos los componentes de la prensa, vemos que los mismos
están sometidos a diferentes tipos de solicitaciones, las que como ya se
ha estudiado en ESTÁTICA, generan esfuerzos internos. Por ejemplo,
podríamos trazar los diagramas característicos correspondientes a momentos
flectores y corte en la cruceta de cabeza (3).
Si tomamos ahora una de las barras laterales y le realizamos un corte como el
a-a indicado, veremos que para que la parte superior se encuentre en
equilibrio, en esta sección debe aparecer una fuerza F que en
realidad representa la acción de la otra parte eliminada. Ahora
bien, ¿debemos suponer que en la sección indicada aparece en
realidad una fuerza concentrada F? La intuición nos dice que eso
no parece lógico, lo razonable es que aparezcan solicitaciones en
cada punto de la sección considerada, que no son otra cosa que los
esfuerzos que actúan en cada partícula manteniendo la
continuidad del cuerpo. La ley matemática que podría corresponderle a estas
solicitaciones podría ser la que se indica en la figura de la derecha, aunque no
lo podemos afirmar rigurosamente si no hacemos un buen estudio del
problema.
Observemos a continuación el tornillo (2), vemos que en la sección indicada
aparece un momento torsor. Nuevamente, es de suponer que este esfuerzo es
en realidad el resultante de un conjunto de solicitaciones que actúan punto a
punto, y con una ley semejante a la indicada en la
figura. También podemos observar que en este caso
las solicitaciones no son similares a las anteriores, ya
que antes teníamos fuerzas distribuidas
uniformemente y perpendiculares a la sección,
mientras que ahora las fuerzas son tangentes a la
sección, con intensidades y sentido cambiantes.
A partir de todas las consideraciones anteriores podemos formular una
hipótesis: “Los esfuerzos internos en una sección cualquiera de un cuerpo se
desarrollan punto a punto”. Esta hipótesis será de gran importancia y pueden
demostrarse experimentalmente.
Si consideramos un cuerpo sometido a cargas exteriores en equilibrio, y lo
dividimos en dos partes mediante la intersección con un plano cualquiera,
sabemos que en la sección originada aparecerán fuerzas que mantienen el
equilibrio de la porción (Fig. siguiente). Si en la sección tomamos un punto P y
un entorno de área ∆Ω, sobre dicha área existirá una fuerza elemental ∆F.
Haciendo el cociente de ∆F/∆Ω, con ∆Ω tendiendo a cero, definiremos como
“vector tensión total o tensión resultante en el punto P”, al siguiente límite.

La tensión es una magnitud vectorial, por lo tanto, queda definida mediante


tres parámetros: intensidad, dirección y sentido. Por otro lado, la dimensión
que tiene es la de una fuerza por unidad de área, y puede medírsela, por
ejemplo, en Kg/cm2 (KN/cm2).
El vector tensión total puede descomponerse según dos direcciones, una
normal al plano de la sección y otra contenida en el mismo, obteniéndose así
dos componentes de tensión denominadas tensión normal (σ) y tensión
tangencial (τ).
Volviendo nuevamente al caso de la barra lateral de la prensa, cuando más gira
el volante superior mayor es la fuerza que debe absorber la barra. Se observa,
así mismo, que la barra se estira ligeramente de modo que para cada valor de
F se produce un pequeño alargamiento δ.
Como el esfuerzo F es constante en toda la barra, todas las fibras
longitudinales están estiradas uniformemente. Podemos entonces establecer
el cociente entre el desplazamiento δ y la longitud L de la barra cuando está
descargada, a este cociente lo denominamos “deformación unitaria o
específica”
Observamos que ésta no tiene unidades, es decir, es una magnitud
adimensional. Ahora bien, si todas las fibras se han alargado igual, cada punto
del cuerpo está caracterizado por tener la misma deformación
específica, aunque en otros casos esto podría no ser así, con lo que
cada punto tendría un valor distinto de ɛ.
De las consideraciones anteriores podemos deducir que cada punto de la barra
tiene una tensión y una deformación. Cabe entonces una pregunta ¿las
tensiones y las deformaciones están relacionadas entre sí?
Supongamos ahora que quisiéramos graficar la variación Carga -
Desplazamiento (F – δ):
Para nuestro análisis, consideremos la posibilidad de combinar las variables
sección y longitud; manteniendo las características del material constante.

Aun cuando se trata del mismo material, la representación Carga –


Desplazamiento va a variar si tomamos en cuenta la sección o la longitud de la
barra. La conclusión que se puede obtener del siguiente gráfico es que: ante
una misma carga, y un mismo material, las deformaciones mayores se
obtienen en barras de menor sección y mayor longitud.

ALGUNAS PROPIEDADES DE LOS MATERIALES


Elasticidad y Plasticidad
Si retomamos nuevamente el ejemplo de la barra traccionada, podemos ver
que, si la fuerza F cesa, el alargamiento δ desaparece completa o
parcialmente, es decir, la barra tiende a recuperar su longitud
original L. Esta propiedad que posee un material de volver parcial o
completamente a su forma inicial una vez que desaparece la carga
es lo que se llama elasticidad. Si la barra recupera completamente
su longitud inicial, se dice que el material es “perfectamente
elástico”; de lo contrario se dice que es “parcialmente elástico”.
La plasticidad es una propiedad opuesta, un material es “perfectamente
plástico” cuando al dejar de actuar la carga que lo deforma mantiene su
configuración deformada.
En la realidad ningún material resulta perfectamente elástico o perfectamente
plástico. Algunos materiales como el acero, aluminio, goma e incluso la
madera y el hormigón pueden ser considerados como perfectamente elásticos
dentro de ciertos límites, es decir, si no están excesivamente cargados. Otros
materiales como la arcilla y la masilla pueden considerarse como
perfectamente plásticos.
Ley de Hooke
La denominada Ley de Hooke constituye la base de la Resistencia de Materiales
y es válida dentro de lo que se denomina régimen lineal elástico (Fig.
siguiente). Esta ley establece que, si la tensión normal σ se mantiene por
debajo de un cierto valor σp, llamado tensión de proporcionalidad, las
deformaciones específicas y las tensiones son directamente proporcionales.

E recibe el nombre de Módulo de Elasticidad Longitudinal, o módulo de Young.


El valor de E es una característica de cada material.
Diagrama tensión - deformación (σ - ε) del acero común
Al resolver los problemas de la Resistencia de Materiales nos encontramos con
la necesidad de tener ciertos datos experimentales previos sobre los cuales se
pueda basar la teoría.
Para obtener los datos antes mencionados se pueden realizar distintos tipos
de ensayo, de los cuales uno muy difundido es el de tracción. Para este ensayo
usualmente se emplean probetas especiales (Fig. siguiente), que consisten en
barras de sección circular, las cuales son estiradas en una máquina
especialmente diseñada para el ensayo. Cuando una barra está sometido a un
esfuerzo axial P, aparecen internamente tensiones normales σ calculables a
través de la siguiente expresión:
Dónde Ω es el área de la sección transversal de la barra. Sabemos también que
se originan desplazamientos δ. Si entonces se miden los valores (P; δ) para
cada escalón de carga, se pueden graficar los valores (σ; ɛ), que se evalúan
mediante las expresiones ya conocidas.
Para el caso del acero común, también llamado acero dulce, que es de bajo
contenido de carbono, el diagrama tenso-deformación resulta como el de la
figura siguiente.

En este diagrama pueden distinguirse ciertas zonas con determinadas


características:
a) Período elástico
Este período queda delimitado por la tensión σe (límite de elasticidad). El límite
de elasticidad se caracteriza porque, hasta llegar al
mismo, el material se comporta elásticamente, es
decir que, producida la descarga, la probeta recupera
su longitud inicial. En la práctica, este límite se
considera como tal cuando en la descarga queda una
deformación especifica remanente igual al 0.001 %.
Este período comprende dos zonas: la primera, hasta
el σp (límite de proporcionalidad), dónde el material verifica la ley de Hooke.
La segunda entre σp y σe, si bien es elástica, no manifiesta proporcionalidad
entre tensiones y deformaciones.
b) Período elasto-plástico
Para valores de tensión superiores al límite elástico, si la pieza fuera
descargada no recobraría su dimensión original,
apreciándose una deformación remanente acorde con
la carga aplicada. A medida que aumenta la solicitación,
la gráfica representativa es la de una función para la
cual disminuye el valor de su tangente, tendiendo a
anularse en el tramo final del período, al cual se llega
con un valor de tensión que se indica como σf (tensión de fluencia).
c) Período plástico (fluencia)
Una vez arribado al valor de tensión σf (límite de fluencia), el material fluye, es
decir, aumentan las deformaciones sin que exista
aumento de tensión. En realidad, este fenómeno no
es tan simple, ya que puede verse que la tensión
oscila entre dos valores límites y cercanos entre sí,
denominados límites de fluencia superior e inferior,
respectivamente.
La tensión de proporcionalidad resulta ser aproximadamente el 80% de la
tensión de fluencia.

Las investigaciones demuestran que durante la fluencia se producen


importantes deslizamientos relativos entre los cristales. Como consecuencia
de estos deslizamientos, en la superficie de la probeta aparecen las llamadas
líneas de Chernov - Lüders, que forman con el eje de la misma un ángulo de
45º. Como se observan en líneas de trazos en la siguiente figura:
d) Período de endurecimiento y de estricción
Como consecuencia de un reacomodamiento cristalográfico, luego de la
fluencia el material sufre un re-endurecimiento,
que le confiere la capacidad de incrementar la
resistencia, es decir, puede admitir un incremento
de carga. Sin embargo, en este período las
deformaciones son muy pronunciadas. La tensión
aumenta hasta alcanzar un valor máximo σR,
denominado “tensión de rotura”, a partir del cual
la tensión disminuye hasta que alcanza una determinada deformación de
rotura, produciéndose la rotura física.
La tensión σR no es en realidad la máxima tensión que se origina en la
probeta sometida a carga. En efecto, alcanzado el valor de la deformación
específica correspondiente a σR,
comienza a manifestarse en la
probeta un fenómeno denominado
estricción.
Este consiste en la reducción de una
sección central de la pieza. Esta
reducción, progresiva con el
aumento de la carga, hace que las tensiones aumenten y que, en realidad, el
diagrama efectivo en lugar de presentar su concavidad hacia abajo muestra
un punto de inflexión en las vecindades de σR y cambia su curvatura
presentando una rama creciente hasta alcanzar la deformación de rotura ɛR.
Ver Fig. 1.15
Debido a lo que hemos mencionado recientemente el diagrama que
acabamos de ver suele denominarse “diagrama convencional σ - ɛ”, ya que
los cálculos de las tensiones se realizan siempre sobre la base de suponer la
sección transversal constante, con área igual a la inicial.
Una valoración cuantitativa del fenómeno de estricción está dada por el
“coeficiente de estricción lateral”, el cual se define según la siguiente
expresión:
Si al realizar el ensayo de un acero común, una vez alcanzado un punto tal
como el M de la gráfica de la Figura 1.16, se descarga la probeta, se llega a una
tensión nula a través de una recta paralela a la que define el período elástico,
quedando una deformación remanente. Si la probeta vuelve a cargarse retoma
la curva en el punto N, pero con un nuevo recorrido donde ya no existe el
período de fluencia. Así mismo, la zona recta se prolonga hasta un valor σ'p >
σp.

El fenómeno anterior de denomina endurecimiento mecánico o por trabajo en


frío, y también puede lograrse por laminado en frío, trefilado o torsión. El
trefilado se utiliza para endurecer alambres o barras circulares finas, y el
torsionado especialmente para barras redondas (en general, con
conformaciones superficiales), para hormigón armado.
Para estos aceros endurecidos mecánicamente o los de dureza
natural, logrado por un mayor contenido de carbono o mediante
aleaciones especiales, el diagrama σ - ɛ resulta ser substancialmente
distinto del que hemos visto hasta este punto. Las características más
importantes son las siguientes:
▪ Sus límites de proporcionalidad y elasticidad son más elevados
que los aceros comunes.
▪ No poseen un límite de fluencia definido ni tampoco zonas de
escurrimiento plástico.
▪ La deformación de rotura se reduce considerablemente.
▪ Como consecuencia de no existir un límite de fluencia definido, este se
determina en forma convencional como la tensión para la cual la
deformación especifica remanente alcanzan al 0.2 %.
Los materiales como el acero dulce, que presentan una gran capacidad de
deformación antes de alcanzar la rotura, se denominan dúctiles. Podemos
decir que estos materiales avisan la rotura física, ya que antes de alcanzarse la
misma las deformaciones son tan grandes, que el sistema llega a la falla por
este motivo. Los materiales como el acero duro, para los cuales la rotura se
produce bruscamente, sin grandes deformaciones previas, se denominan
frágiles.
Diagrama tensión – deformación para otros materiales
Hay algunos materiales para los cuales se observa que el diagrama σ - ɛ es
una curva continua sin tramos rectos, es decir, que prácticamente en ningún
momento verifican la ley de Hooke. Un ejemplo clásico es el hormigón, para
el cual en general interesa su curva σ - ɛ en compresión.
En estos casos no puede hablarse de un módulo de elasticidad único. Caben
distinguir tres valores del módulo de elasticidad:
a) Módulo al origen:
b) Módulo instantáneo o tangente: su valor lo da la pendiente a la curva σ
- ɛ en cada punto:

c) Módulo secante: que viene dado por la tangente trigonométrica del


ángulo α1.
Para estos materiales, Bach, sobre la base de numerosos ensayos, propuso
como relación entre σ y ɛ una ley de tipo exponencial que lleva su nombre:

donde el coeficiente k depende del material (valor medio, ya que depende de


muchas variables):

En el caso particular en que se toma k = 1,0 se obtiene la ley de Hooke. Ciertos


materiales presentan además la particularidad de tener un comportamiento
diferente en compresión que, a tracción, tal es el caso del hormigón.
Diagramas ideales
El diagrama ideal correspondiente a un material dúctil se compone de dos
tramos rectos: uno inclinado, correspondiente al período elástico; el otro
horizontal, materializando el período de fluencia. El período de
endurecimiento no interesa porque la deformación al final de la fluencia es tan
significativa que el material está en falla antes de llegar a la rotura.

En los materiales frágiles el límite de proporcionalidad es muy próximo a la


tensión de rotura, prescindiéndose entonces del tramo curvo.
Para los materiales plásticos el diagrama es una recta horizontal, lo que
significa que, sometidos a una carga, se deforman indefinidamente sin
incremento de tensión.
CONSTANTES ELÁSTICAS
El comportamiento lineal elástico de los sólidos, permite determinar valores
característicos o constantes elásticas, para cada material, agrupando entre
ellos a los llamados módulos de elasticidad.
Módulo de elasticidad longitudinal (E)
Consideremos una barra de longitud inicial L sometida a la acción de fuerzas
axiales. Esta pieza por acción de la fuerza sufre un alargamiento ∆L.

La relación ∆L/L, deformación especifica unitaria, la identificamos con ɛ.


Admitiendo para el material el cumplimiento de la ley de Hooke:
La tensión será proporcional a la deformación ɛ.

La constante E, llamada módulo de elasticidad longitudinal, es también


conocida como módulo de Young. Es la más importante de las cuatro
constantes elásticas.
Módulo de elasticidad transversal (G)
Sea un paralelepípedo fijo en su parte inferior y de baja altura lo sometemos
a una fuerza P en su cara superior.
La deformación que se produce, muy pequeña, es una distorsión (deformación
angular); al ángulo lo llamamos γ. La tensión (coincidente con el plano de la
sección) la designamos como τ, siendo:

De la misma forma que se grafica la relación σ - ɛ, puede hacerse con la de τ -


γ. Para el caso del acero común la gráfica representativa, es similar a la ya vista
para las tensiones normales.
Dentro del campo lineal elástico, la constante que vincula la tensión tangencial
con la deformación angular, es llamada módulo de elasticidad transversal (G).

Módulo de elasticidad de volumen (K)


Se define como el módulo de elasticidad de volumen (K), a la constante que
permite obtener la deformación cúbica específica de un paralelepípedo
elemental sometido a presión uniforme.
Sea un paralelepípedo inicialmente de lados ∆x, ∆y, ∆z,
sometidos a una presión hidrostática p; cada una de las aristas
experimentará un acortamiento, lo cual se traduce en una
variación de volumen ∆V = Vf - Vi.
La deformación específica volumétrica está dada por:

Esta deformación se vincula a la presión actuante mediante una constante de


proporcionalidad, el módulo K.

Siendo ɛv adimensional, la unidad de K será (Kg/cm2). Este módulo de


elasticidad volumétrica no es independiente de los dos vistos anteriormente.
Coeficiente de Poisson
Al someter a una barra a un esfuerzo axial, además de experimentar
deformación según la dirección de la fuerza, el cuerpo también deforma en las
direcciones normales a ella.

Llamando con ɛL el alargamiento específico en dirección de la fuerza y ɛt la


deformación específica transversal, se define como coeficiente de Poisson (o
módulo de Poisson) a la relación entre:

El valor de μ es función del material, aunque su variación es pequeña. En


general para materiales isótropos, μ varía entre 0,25 y 0,33. En cualquier caso
μ < 0,50. Los valores de la constante eléctrica μ se encuentran tabulados en
tablas según el material.
CONCEPTOS DE COEFICIENTES DE SEGURIDAD, DE TENSIÓN ADMISIBLE Y DE
CARGA ADMISIBLE
Al realizar el dimensionamiento debemos crear seguridad contra todas las
clases de falla posible, la cual puede producirse por coincidir varias
circunstancias desfavorables, por ejemplo, un crecimiento no previsto de las
cargas que gravitan en las secciones, cuya resistencia se ha debilitado por la
existencia de vicios ocultos.
La teoría de probabilidades nos enseña que no se puede lograr una seguridad
absoluta, lo único que puede hacerse es mantener reducidas las
probabilidades de falla.
“La seguridad de una construcción siempre estará amenazada por
incertidumbres, será satisfactoria cuando las probabilidades de falla queden
por debajo del valor considerado como admisible”.
Existen numerosas causas de incertidumbres:
▪ Las hipótesis de cargas
▪ Las hipótesis de cálculo
▪ Los errores de cálculos
▪ Defectos del material
▪ Errores de las dimensiones
▪ Errores de ejecución
El método de cálculo fundamental y más difundido de los Coeficientes de
Seguridad es el basado en las tensiones. Según este método, el cálculo de la
resistencia se realiza controlando el valor de la tensión máxima que se produce
en cierto punto de una estructura. La tensión máxima de trabajo no debe
superar cierto valor.

Para el caso de materiales dúctiles el valor límite σL es el límite de fluencia, en


el caso de materiales frágiles σL es el límite de resistencia o tensión de rotura.
La relación σ/ν recibe el nombre de tensión admisible.
La elección del coeficiente de seguridad depende del mayor o menor grado de
incertidumbre que exista en un problema, y se realiza basándose en toda una
serie de criterios, en general probabilísticos, que escapan a los alcances de esta
materia. Existen reglamentos que establecen los criterios de
dimensionamiento del coeficiente de seguridad, pero, para los casos más
frecuentes ya existen valores establecidos de dichos coeficientes de seguridad.
Podemos hacer referencia a disposiciones reglamentarias que tratan sobre
construcciones de acero; indican valores que varían entre 1.25 y 1.60 según
los recaudos constructivos, el destino de las estructuras y los estados de carga
considerados.
En los materiales que tienen un período lineal elástico, la tensión admisible se
encuentra en dicha zona, por lo tanto, puede considerarse como válida la ley
de Hooke, ya que la tensión de trabajo resulta menor o igual que la admisible.
Para los materiales donde no existe un período elástico bien definido, también
puede considerarse válida la ley de Hooke ya que, para valores bajos de las
tensiones, el diagrama σ - ɛ se aproxima bastante a una recta.

Al criterio utilizado para determinar el valor del coeficiente de seguridad


basado en relación de tensiones lo llamaremos criterio elástico. Además de
este existe otro al cual lo llamaremos plástico. La denominación utilizada para
identificar a cada criterio, está relacionada al método de cálculo empleado
para establecer valores de solicitaciones en la estructura: es decir que un
método de cálculo elástico, y método de cálculo plástico.
El coeficiente de seguridad a través del criterio plástico se establece en base a
relación de cargas. Entenderemos como máxima carga estructural, el límite del
valor de carga que puede soportar una estructura sin dejar de cumplir
satisfactoriamente los fines constructivos a que está destinada. En este caso el
valor del coeficiente de seguridad viene dado por:
Para comprender mejor el concepto de Coeficiente de Seguridad vemos el
siguiente ejemplo:

Mediante el ejemplo anterior tratamos de diferenciar el concepto de tensión


admisible, respecto del de tensión de trabajo o de servicio. En el primer caso
se determina un valor de referencia, al cual se llega adoptando un coeficiente
de seguridad (1,71), que se estima razonable. En tanto los de tensión de
trabajo corresponderían a los valores reales que tendría el sistema
proyectado, de acuerdo al material utilizado.
PRINCIPIO DE SUPERPOSICION DE EFECTOS
Muchas veces nos vamos a encontrar con elementos sometidos a sistemas de
fuerzas en donde el análisis de efectos es complejo. En estos casos contamos
con un recurso que es el Principio de Superposición de Efectos que nos permite
analizar el efecto que produce cada fuerza (por ejemplo, el esfuerzo que
produce), por separado, y luego sumar dichos efectos para obtener el
comportamiento general que se producen en un punto por cada fuerza
actuando aisladamente.
Si tenemos un sólido elástico lineal al cual aplicamos un sistema de fuerzas
(causa) se producirán distintos efectos, como, por ejemplo: reacciones de
apoyo, tensiones, deformaciones, solicitaciones, etc.(efectos). Si pensamos en
una estructura podemos decir: “El efecto que produce un conjunto de fuerzas
que actúan en forma simultánea es igual a la suma de los efectos que produce
cada una de las fuerzas por separado”. En su expresión más general dice: “La
relación entre causa y efecto es lineal”. Como consecuencia de ello:
A una causa C1 le corresponde un efecto E1 y a una causa C2 le corresponde
un efecto E2 a una causa C = α . C1 + β . C2, con α y β constantes, le
corresponderá un efecto E = α . E1 + β . E2.
El principio implica una absoluta linealidad entre las cargas y las
deformaciones, esfuerzos o solicitaciones.
Esta linealidad no se da principalmente en los siguientes casos:
a) Cuando no se cumple la ley de Hooke, o sea, no existe linealidad entre
tensiones y deformaciones.
b) Cuando la geometría de la estructura cambia en forma apreciable, y
para el equilibrio es necesario tomar en cuenta la modificación sufrida
por el sistema.
En la mayor parte de la materia se utilizará el principio de Superposición de
efectos para la resolución de problemas (análisis elástico y campo de las
pequeñas deformaciones).
ENERGÍA POTENCIAL DE DEFORMACIÓN (Trabajo interno de deformación)
Vamos a analizar el proceso de deformación de un sólido elástico desde el
punto de vista energético. Las fuerzas exteriores aplicadas al cuerpo elástico
realizan cierto trabajo que designaremos con la letra W. Como resultado del
trabajo realizado, en el cuerpo se acumula cierta energía potencial U del sólido
deformado. Al mismo tiempo, parte del trabajo sirve para transmitir ciertas
velocidades a la masa del sólido, es decir, se transforma en energía cinética K.
El balance de la energía, en el supuesto que no haya pérdidas por fricción,
calor, etc., es el siguiente:

Si la carga se aplica lentamente, la velocidad del desplazamiento de las masas


del cuerpo será pequeña, con lo que la energía cinética será despreciable,
luego:

Al descargar el cuerpo, debido a la energía potencial, se realiza cierto trabajo,


el necesario para devolver al cuerpo su forma original.
En este sentido, un sólido es un acumulador de
energía, comportándose como un resorte.
Si consideramos, por ejemplo, el caso de una barra
traccionada mediante una fuerza que varía en forma
estática, para un valor de carga P´ la misma tendrá un
desplazamiento δ´. Si a partir de ese instante se realiza
un incremento de la carga, el alargamiento δ´ tendrá un incremento dδ´. La
fuerza P realizará en consecuencia un trabajo, el que producirá un incremento
de la energía de deformación acumulada.

Como el término ½ dP' dδ' tiende a cero por ser infinitésimo de orden superior,
podemos afirmar:
Para un determinado valor de P, la energía acumulada será:

Podemos ver que el trabajo de la fuerza se obtiene tomando la mitad del


producto de la fuerza por el desplazamiento correspondiente. Si la relación
entre fuerza y desplazamiento no es lineal, el coeficiente ½ es otro. Si la carga
mantiene su valor constante desde el comienzo, el coeficiente se hace igual a
la unidad.
En algunas aplicaciones es de importancia la energía de deformación por
unidad de volumen, también denominada “energía específica de
deformación”.

Podemos ver que la energía de deformación por unidad de volumen resulta


ser igual al área encerrada por el diagrama σ - ɛ. Si la tensión se encuentra
dentro del período lineal elástico:

SOLICITACION NORMAL
Cuando en las secciones transversales de las barras actúan solamente
tensiones normales, éstas se distribuyen uniformemente en la misma. Por
razones de equilibrio debe entonces ocurrir:
Aplicaciones

Ejemplo: dimensionar las barras del reticulado de la figura


Influencia del peso propio en la solicitación axial
Estudiaremos el caso de barra de sección constante sometida a una carga
exterior y a su propio peso.

Permite establecer el límite de utilización de la barra de sección constante.


Cuando σadm = γ . L, el denominador se anula y Ω adquiere un valor infinito.

La longitud límite resulta ser:


A partir de esa longitud es necesario recurrir a las barras de sección variable.
Desplazamiento máximo producido cuando además de una carga
exterior actúa el peso propio
Si la distancia x del borde inferior consideramos un elemento de longitud dx,
el mismo tendrá aplicada una carga que viene dada por la ecuación:

La cual producirá un alargamiento Δx


Sólido de igual resistencia, tensión constante en todas las secciones

Para la construcción del elemento la ley exponencial de la última ecuación se


puede aproximar como se indica en la siguiente figura:

Deformaciones térmicas
Los cambios de temperatura producen deformación en los materiales. En el
caso de materiales homogéneos e isótropos, un cambio de ΔT grados origina
una deformación lineal uniforme en todas las direcciones. Las deformaciones
térmicas lineales se calculan mediante:

Donde α es el coeficiente de variación de la temperatura.


Problemas hiperestáticos en tracción y compresión
Como ya sabemos, un sistema resulta hiperestático cuando la cantidad de
grados de libertad (g) del mismo resulta menor que la cantidad de
restricciones de vínculo (r) impuestas.
𝑔<𝑟
Desde el punto de vista estático, la condición de hiperestaticidad viene dada
por el hecho de que la cantidad de ecuaciones (E) que surgen de los planteos
de equilibrio de la Estática es menor que la cantidad de incógnitas reactivas
planteadas (I).
𝐸<𝐼
Para poder resolver estas estructuras es necesario agregar a las
ecuaciones mencionadas, (I - E) ecuaciones de compatibilidad.
Estas reciben este nombre precisamente porque tratan de expresar
la compatibilidad entre las deformaciones y la vinculación
existente, que como hemos dicho, resulta superabundante.
SOLICITACIÓN POR CORTE PURO
El problema de corte puro se presenta cuando en una sección de
una pieza actúa exclusivamente un esfuerzo de corte. En este caso
puede suponerse que solamente se desarrollan tensiones
tangenciales, y que las mismas se distribuyen uniformemente.

Esto es correcto en cuanto a suponer que el esfuerzo de corte


genera tensiones tangenciales; sin embargo, la suposición de que estas
son constantes es irreal; por lo que la fórmula anterior debe solo
considerarse como representativa del valor medio de las tensiones
tangenciales.
En los siguientes casos podemos admitir esfuerzos de corte puro:
• Vigas de muy pequeña luz donde la rotura se produce por corte puro, ya
que el efecto de flexión es despreciable.
• El corte en una plancha metálica mediante el empleo de una cizalla
(Guillotina).
• Punzonamiento, por ejemplo, la perforación de hojas.
• Uniones con remaches, bulones, soldadura, pernos, etc.
Aplicaciones al cálculo de elementos de unión
Ejemplo 1
Dimensionamiento de la chaveta de unión entre un eje y una polea

Consideremos que el motor que mueve al eje tiene una potencia P, y que el
eje gira a una velocidad angular ω, el momento torsor originado se calcula
como:

Al querer arrastrar el eje a la polea, el momento torsor produce un esfuerzo


de corte Q en el plano medio de la chaveta.

Ejemplo 2
Dimensionamiento de la unión del esquema mediante remaches o bulones.
Si llamamos n a la cantidad de bulones a colocar:
Luego de elegidos los bulones, dado que tenemos un esfuerzo de tracción,
deberá verificarse:

Ejemplo 3
En la siguiente figura está representada una junta soldada de dos planchuelas,
unidas por cordones de soldadura. Se trata de soldaduras en ángulo
compuestas por dos cordones laterales y dos frontales.

La carga admisible correspondiente a la costura será:

Para conseguir una junta resistente, será necesario que la resistencia total
admisible de la costura no sea inferior a la fuerza que actúa sobre la junta. Es
decir:
UNIDAD IX: ESTADOS DE DEFORMACION SIMPLE, DOBLE Y
TRIPLE
DEFINICION DE LOS ESTADOS TRIPLES, DOBLES Y SIMPLES DE TENSIONES
Consideremos el caso de un sólido en equilibrio bajo la acción de cargas
exteriores…

…y aislemos del interior del cuerpo un cubo elemental de aristas dx, dy y dz,
de manera que las cargas pueden orientarse según el sistema de referencia.
Al aislar el cubo elemental, a manera de cuerpo libre, se ponen de manifiesto
las fuerzas actuantes sobre cada cara del cubo. Estas fuerzas evidentemente
dependen del sistema de fuerzas activas.
Entonces; sobre cada una de las caras existirá un vector tensión (fuerza
unitaria o fuerza por unidad de superficie) total de manera tal que el cubo
elemental se encuentre en equilibrio.
Estos vectores pueden proyectarse según los ejes de referencia de manera que
en cada una de las seis caras tendremos en general una tensión normal y dos
tensiones tangenciales perpendiculares entre sí. Un estado de tensiones de
estas características se dice que es un “estado triple o espacial”.
En determinadas circunstancias las cargas actuantes sobre el cuerpo hacen
que las tensiones sobre el cubo elemental queden ubicadas dentro de un
plano. Este estado se denomina “doble o plano”.

Cuando los vectores tensión son paralelos a un eje, el estado se denomina


“simple o lineal”.

Dependencia de las tensiones generadas


En realidad, la definición de un estado como simple, doble o triple no solo
depende de estado de cargas actuante sino de la orientación del cubo
elemental. Como veremos más adelante, el estado simple puede pasar a ser
un estado doble si el elemento diferencial tiene una rotación, inclusive puede
convertirse en un estado triple. El proceso al revés no siempre es factible. Es
decir, si tenemos un estado doble, por ejemplo, es probable que no
encontremos, por rotación del elemento, una posición para el cual el estado
sea lineal.
Convención
σi: el subíndice i indicará al eje respecto del cual las tensiones
normales son paralelas (σx, σy, σz). Serán positivas cuando
produzcan tracción.
τij: el subíndice i indicará el vector normal al plano donde actúan
las tensiones tangenciales, y el subíndice j indicará el eje al que
resultan paralelas (τxy, τxz, τyz, τyx, τzx, τzy).
EQUILIBRIO DE UN PRISMA ELEMENTAL
Dado un cubo elemental, donde se observan las tensiones actuantes en todas
sus caras

El prisma elemental estará sometido a fuerzas actuantes en sus caras como


consecuencia de las tensiones, además existirá una fuerza de masa que
supondremos aplicada en el baricentro. Llamaremos X, Y, Z a las
componentes de dicha fuerza por unidad de volumen.
Si planteamos el equilibrio del prisma elemental tendremos:
ECUACIONES DIFERENCIALES DEL EQUILIBRIO
Continuando con las ecuaciones de momento, para lo cual suponemos
trasladada la terna de ejes al baricentro del elemento, tendremos:

Ley de Cauchy
Resumiendo:
Estas últimas ecuaciones reciben el nombre de “LEY DE CAUCHY o LEY DE
RECIPROCIDAD DE LAS TENSIONES TANGENCIALES”, cuyo enunciado es: “En
dos planos normales cualesquiera, cuya intersección define una arista, las
componentes normales a ésta de las tensiones tangenciales que actúan en
dichos planos, son de igual intensidad y concurren o se alejan de la arista”.
Determinación del estado tensional
Las ecuaciones diferenciales del equilibrio tienen nueve incógnitas, las que
considerando la ley de Cauchy se reducen a seis. Ahora bien, siendo que sólo
disponemos de tres ecuaciones, el número de incógnitas excede el número de
ecuaciones, con lo que concluimos que este problema resulta ESTATICAMENTE
INDETERMINADO.
Las ecuaciones que faltan pueden obtenerse sólo si se estudian las
CONDICIONES DE DEFORMACIÓN y se tienen en cuenta las propiedades físicas
del cuerpo dado (por ejemplo, la ley de Hooke).
La determinación del estado tensional de un cuerpo siempre resulta
indeterminada por condición interna e implica la consideración de ecuaciones
de compatibilidad, las cuales establecen relaciones entre las deformaciones,
en forma similar a como las ecuaciones diferenciales del equilibrio relacionan
a las tensiones entre sí.
Hay dos ciencias que tratan de resolver este problema:
❖ La Teoría de la Elasticidad
❖ La Resistencia de Materiales
En la primera aparecen otras ecuaciones diferenciales aparte de las de
equilibrio, se agregan ecuaciones de contorno y se trata de obtener la solución
mediante la integración de las ecuaciones diferenciales. El proceso es
complejo y en muchos casos es muy difícil de encontrar la solución rigurosa
del problema, recurriendo a métodos numéricos.
En el ámbito de la Resistencia de Materiales, en cambio, se hacen hipótesis
aproximadas, aplicables a distintos casos particulares, y que se verifican
experimentalmente.
Cuando se estudia el problema de la solicitación normal, sin mencionarlo
específicamente, se utiliza una ecuación de compatibilidad: la Ley de Bernoulli.
En efecto, esta ley permite establecer que las deformaciones específicas
deben permanecer constantes, con lo que en correspondencia con la Ley de
Hooke resulta que las tensiones normales también deben ser constantes en la
sección transversal.
Si hubiésemos intentado resolver el problema sólo a partir de las tensiones, se
podrían haber encontrado numerosas leyes de variación s(x,y) cuya integral en
el área de la sección transversal diera como resultado el valor P. Sin embargo,
ninguna de estas leyes daría ε=cte., que es lo que se observa
experimentalmente.
Para resolver otros problemas como los de torsión, flexión, etc., debemos
seguir un camino similar al indicado, ya que como hemos visto, las ecuaciones
de la Estática no resultan suficiente para determinar el estado tensional de un
cuerpo.
Deformaciones en el estado triple
La experiencia demuestra que cuando se produce el estiramiento de una
barra, el alargamiento longitudinal va acompañado de acortamientos
transversales que son proporcionales al longitudinal. Si en un cubo diferencial
actúa solamente sx tendremos:

si además actúa sy tendremos un valor adicional:

En consecuencia, podemos establecer las siguientes leyes:

Puede demostrarse que las tensiones tangenciales no provocan


alargamientos ni acortamientos, sólo cambios de forma, de modo tal
que puede establecerse:

Más adelante veremos que las tres constantes elásticas E, µ y G no son


independientes, sino que están relacionadas:
Las seis leyes anteriores, constituyen la denominada “Ley Generalizada de
Hooke”.
ESTADO DOBLE
Variación de las tensiones en el punto según la orientación del plano
Un elemento definido por tres planos normales entre sí, está sometido a un
estado plano, cuando las tensiones en dos de sus caras son nulas. Analicemos
el elemento de la siguiente figura:

Adoptamos las siguientes convenciones de signos:


• Tensiones normales: serán positivas cuando produzcan tracción.
• Tensiones tangenciales: serán positivas cuando produzcan un giro de
momento con sentido horario respecto a un punto interior del prisma.
• Ángulo α: el ángulo se mide a partir del plano vertical y se considera
positivo cuando es antihorario.
El plano definido mediante el ángulo α es paralelo al eje z.
Los tres planos determinados por los ejes x, y, y el ángulo α pasan por el mismo
punto; de allí que no tenemos en cuenta fuerzas de masa sobre dicho
elemento.
Recordamos por Cauchy: Y que:

Tomando en profundidad una distancia unitaria (dz = 1) y planteando


proyecciones de fuerzas sobre la dirección 1, por razones de equilibrio
tenemos:
Operando matemáticamente:

Similar a lo anterior, proyectamos fuerzas sobre la dirección 2:

Las tensiones vinculadas a dos planos perpendiculares se denominan tensiones


complementarias.
Para calcularlas podemos reemplazar en las ecuaciones anteriores, que son
válidas para cualquier ángulo α, por (α+90º).

Si analizamos la siguiente suma:


podemos ver que la suma de las tensiones normales correspondientes a dos
planos ortogonales se mantiene constantes, por lo que a esta suma se la
denomina invariante de tensiones.
Valores máximos y mínimos
En el ítem anterior hemos visto la manera de poder calcular el valor de las
tensiones cuando el prisma elemental tiene una rotación; ahora vamos a tratar
de determinar la rotación que debería tener para que las tensiones alcancen
valores extremos. Para obtener máximos y mínimos, derivamos e igualamos a
cero.

Observando esta última ecuación, podemos ver que la misma queda satisfecha
por dos valores de α, los cuales difieren entre sí 90º.
Reemplazando entonces en la ecuación
Por estos valores llegamos a obtener las expresiones correspondientes a las
tensiones normales máximas y mínimas. Para ello nos apoyamos en la
construcción grafica de la figura, de donde resulta muy simple obtener los
valores de cos 2ασ y sen 2ασ.
Si calculamos el valor de τα para ασ

podemos ver que las tensiones máximas y mínimas, no sólo se producen


simultáneamente en planos ortogonales, sino que al mismo tiempo en dichos
planos las tensiones tangenciales son nulas. Las tensiones máximas y mínimas
se denominan “tensiones principales” y los ejes perpendiculares a los planos
donde actúan, “ejes principales”.
A continuación, vamos a tratar de determinar las tensiones tangenciales
máximas y mínimas.

Los planos donde se producen las tensiones principales difieren 45º de


aquellos donde las tensiones tangenciales son máximas y mínimas.

Calculemos el valor de σατ para ατ, siendo


CÍRCULO DE MOHR PARA TENSIONES
Trazado y justificación en el estado doble
Si consideramos las ecuaciones,

y las reordenamos, elevamos al cuadrado y sumamos miembro a miembro


tendremos:

Esta última expresión resulta ser la ecuación de una circunferencia con centro
sobre un eje asociado a las tensiones normales σ, y de abscisa (σx + σy)/2. El
radio de la circunferencia es:

La propiedad fundamental de esta circunferencia es que cada punto de ella


está asociado a un par de valores (s, τ) correspondiente a un plano.
Desde el punto de vista práctico el trazado de la circunferencia es muy simple:
Primero ubicamos los puntos A y B de coordenadas
Si por el punto A trazamos una paralela a la dirección del eje τ y por el punto B
trazamos una paralela a la dirección del eje s, dichas rectas se cortan en el
punto P, el cual presenta propiedades muy importantes. Este punto P se
denomina “punto principal de Mohr”.
Si por el punto principal de Mohr trazamos una recta
paralela al plano respecto del cual deseamos evaluar
las tensiones actuantes, la misma corta a la
circunferencia en el punto M.
A continuación, vamos a demostrar que las
coordenadas de ese punto (OT; MT) se
corresponden con los valores de sα y τα.
Para ello, previamente justificaremos las siguientes
relaciones trigonométricas entre ángulos presentes
en la figura, que utilizaremos para la referida demostración.

Una vez demostradas ambas relaciones, definimos el ángulo β


El círculo de Mohr no sólo resulta práctico para determinar las tensiones
presentes en un plano cualquiera, sino que a partir
del mismo pueden obtenerse las tensiones
principales y sus planos principales, o las tensiones
tangenciales máxima y mínima.
En el círculo de la figura de la derecha hemos
representado las tensiones recientemente
mencionadas y sus correspondientes planos de
actuación.
En el mismo también puede verse que en correspondencia con las tensiones
principales existen tangenciales nulas.
A través del círculo de Mohr podemos analizar algunos casos particulares que
nos interesan.
a) Corte puro
En este estado vemos que existe un elemento girado a 45º con respecto al
solicitado por corte puro, tal que sus caras están sometidas a tensiones
normales de tracción y compresión, iguales en valor absoluto y
numéricamente iguales a la tensión tangencial.

b) Tracción simple
CONCEPTOS COMPLEMENTARIOS SOBRE ENERGÍA ESPECÍFICA DE
DEFORMACIÓN
Para poder establecer la relación entre las constantes elásticas entre E, G, y µ;
debemos ampliar conceptos sobre la energía de deformación. Sobre todo,
considerar el análisis de la energía de deformación para elementos sometidos
a esfuerzo tangencial, que aún no ha sido estudiado.
Deformación por corte, energía de deformación
Si en una pieza que está sometida a un esfuerzo de corte puro consideramos
una tajada de longitud Δl, comprobaremos que las dos secciones que la
definen se desplazan una distancia Δh, como consecuencia del esfuerzo Q.

Los ensayos demuestran que, en el caso de muchos materiales, hasta ciertos


límites de solicitación, se verifica una relación lineal entre las tensiones
tangenciales y las deformaciones angulares.
Esta relación puede expresarse de la siguiente manera:
Dónde G recibe el nombre de módulo de elasticidad transversal. La ley anterior
resulta ser la ley de Hooke para el caso de tensiones tangenciales. Los valores
de G dependen del material. (Ejemplo: Acero -> G ≅ 810 tn/cm2)
El valor de la tensión tangencial admisible (τadm) no es único para cada material,
sino que depende de varios factores:
• De la forma en que se manifiesta el esfuerzo de corte dentro de la pieza.
• De si está combinado o no con otras solicitaciones
• Del tipo de elemento de que se trate.
En cuanto a la energía específica de deformación, podemos decir que, en
forma análoga a lo estudiado para el caso de tensiones normales, la misma
puede calcularse como el área que encierra el diagrama τ - γ.
Si el material se encuentra en el período elástico lineal, tenemos:
Si deseamos obtener el valor de la energía de deformación debemos
multiplicar estas expresiones por el volumen del elemento.

Energía total de deformación


La energía específica de deformación en un punto (representado por ʯ) de un
sólido sujeto a un estado de tensión cualquiera, es una función tanto de las
tensiones actuantes como de las deformaciones. La energía de deformación
por unidad de volumen para algunos casos simples:

Las expresiones anteriores surgen de la consideración del comportamiento del


material como elástico lineal, es decir, que vale la Ley de Hooke.
En el caso más general de un estado triple tendremos que considerar la energía
específica de deformación correspondiente a cada tensión.

En el caso particular de un estado doble, la expresión anterior se reduce a la


siguiente:
y en el estado lineal

Relación entre las constantes elásticas


Si en un cuerpo sometido a tensiones consideramos un elemento diferencial
en una determinada posición, la energía de deformación por unidad de
volumen correspondiente al mismo deberá mantenerse si lo suponemos
rotado.
Si tenemos un prisma elemental sometido a corte puro, sabemos que a 45º de
esa posición nos encontraremos que el elemento estará sometido a tensiones
de tracción y compresión, las que en valor absoluto serán iguales entre sí e
iguales a la tensión tangencial.

Si evaluamos la energía de deformación por unidad de volumen en ambos


casos obtendremos:

Como en el cubo elemental girado existe un estado plano de tensiones dado


por σ1 y σ2 (siendo, para ese estado la tensión tangencial nula); la energía de
deformación será:

De esta manera hemos encontrado la relación existente entre E, G, y µ,


relación de la que ya habíamos hablado anteriormente.
UNIDAD XII: SOLICITACIÓN POR TORSIÓN
Introducción
Podemos decir que un cuerpo está sujeto en una sección a torsión simple,
cuando la reducción de las fuerzas actuantes sobre éste, a un lado de la
sección, da como resultado una cupla que queda contenida en el plano de la
misma.
El problema de torsión simple se presenta muy pocas veces, ya que en general
aparece la torsión combinada con flexión y corte, llamado caso de torsión
compuesta.

Aplicando el principio de superposición de efectos, a partir del problema de


torsión simple puede llegarse a otros casos de torsión compuesta.
SECCION CIRCULAR
Para esta sección es válida la hipótesis de Coulomb, la cual se verifica
experimentalmente tanto en el caso de secciones circulares macizas como
huecas. La hipótesis referida establece que las secciones normales al eje de la
pieza permanecen planas y paralelas a sí misma luego de la deformación por
torsión. Además, luego de la deformación, las secciones mantienen su forma.
Como consecuencia de lo enunciado resulta que las secciones tienen
rotaciones relativas, de modo que las rectas trazadas sobre ellas continúan
siendo rectas y los ángulos mantienen su medida. Por otro lado, las
generatrices rectilíneas de la superficie lateral del cilindro se transforman en
hélices.
Deseamos saber qué tipo de tensiones genera la torsión simple y cuál es su
distribución.
En el problema de torsión aparecen únicamente tensiones tangenciales. Para
que las tensiones constituyan un sistema estáticamente equivalente al
momento torsor Mt, debe ocurrir que:

Resulta evidente que, si tomamos un elemento diferencial en coincidencia con


el borde de la sección, la tensión tangencial τ deberá ser tangente a la
circunferencia, ya que de no ser así existirá una componente de τ radial, la que,
por Cauchy, originaría una tensión tangencial aplicada sobre una generatriz del
cilindro; la cual produciría una deformación en la sección transversal
incompatible con la hipótesis de Coulomb.
Esto que ocurre en el borde puede admitirse que también acontece en el
interior, con lo que las tensiones tangenciales deberían ser normales al radio.
Además, para que puedan cumplirse las ecuaciones:

debe ocurrir que las tensiones tangenciales sean antimétricas a lo largo de los
diámetros de la sección. O sea, con el mismo valor absoluto de tensión
tangencial, pero con distinto signo.
De lo visto podemos obtener algunas conclusiones:
• Sólo existen tensiones tangenciales (t).
• Su distribución a lo largo de un diámetro es antimétrica.
• Su dirección es normal al radio

Trataremos de establecer la ley de distribución de las tensiones.


Para ello consideramos que aislamos de una barra torsionada una
tajada de longitud unitaria. El ángulo que giran ambas secciones será
θ, y como la separación entre las secciones es la unidad, a este ángulo
la denominaremos “ángulo específico de torsión”.
El ángulo γ resulta ser el “ángulo de distorsión” de la sección.
Debemos tener presente que si el ángulo θ es pequeño entonces los
arcos se confunden con las tangentes, lo que permite establecer γ ≅
tg γ.
De acuerdo a la ley de Hooke:
De la expresión anterior se puede apreciar que las tensiones tangenciales
varían linealmente con el radio, alcanzando su valor máximo en el borde de la
sección:

El ángulo de torsión específico θ resulta directamente proporcional al


momento torsor e inversamente proporcional al producto G x Ip que recibe el
nombre de “Rigidez a la torsión” y que mide la resistencia a dejarse retorcer.
Para el dimensionamiento debemos tener acotado el valor de la tensión
tangencial máxima.

En determinadas circunstancias interesa conocer el valor de la rotación


relativa de las secciones extremas de una barra circular sujeta a torsión.
Este ángulo se denomina “ángulo de torsión” y resulta ser la suma de todos los
ángulos específicos de torsión entre todas las tajadas elementales de la pieza.

Para el caso particular en que Mt = cte. en todo el cuerpo entonces:


Para comprender mejor lo observado anteriormente vemos el siguiente
ejemplo:

SECCIÓN ANULAR
El análisis de este tipo de sección se efectúa partiendo de las fórmulas
deducidas para la sección circular llena. La única condición es que debe
limitarse la variación de r entre el radio exterior y el interior.
SECCIONES RECTANGULARES
En barras de sección no circular, durante la torsión las secciones no
permanecen planas, sino que se curvan (se alabean).

Si el alabeo no es restringido, entonces en las secciones transversales no


aparecen tensiones normales. Esta torsión se denomina torsión pura o libre.

Al estar impedido el alabeo en el apoyo, en las alas se generarán tensiones


normales (por flexión) y tangenciales (debidas a la torsión propiamente dicha).
El alma no resulta afectada

Consecuencia de la aplicación de un Mt en un Perfil doble T. En lo que sigue,


se considera el estudio para alabeo no restringido.
El cálculo de las tensiones tangenciales en las barras de sección no circular
representa un problema bastante complicado que se resuelve por los métodos
de la Teoría de la Elasticidad.
Si la teoría desarrollada por Coulomb para la sección circular fuera válida
para la rectangular, en un punto como el A de la figura debería existir una
tensión tangencial τA, perpendicular al radio vector rA, lo que daría
componentes τzx y τzy no nulas, apareciendo tensiones τxz y τyz exteriores que
contradicen la hipótesis de torsión simple. La hipótesis de Coulomb no es
entonces aplicable a la sección rectangular ni a otros tipos de secciones que
difieren a la circular.

La solución exacta del problema, atribuida a Saint Venant, como mencionamos


antes, pertenece al dominio de la Teoría de la Elasticidad. En la figura siguiente
se indica la ley de variación de las tensiones tangenciales, pudiendo apreciarse
que la tensión tangencial máxima tiene lugar en el centro del lado mayor.
Exponemos a continuación los resultados fundamentales para barras de
sección rectangular cuando a > b.
Las tensiones tangenciales máximas y el ángulo específico de torsión pueden
calcularse mediante las siguientes fórmulas. Los coeficientes α, β y γ, que son
funciones de la relación de lados a/b, pueden obtenerse de la tabla.

SECCIONES ABIERTAS DE PARED DELGADA


Para encontrar la solución a este problema se aplica un método denominado
de la Analogía de la Membrana, el cual no lo desarrollaremos en este curso.
Para este tipo de secciones se puede suponer una distribución lineal de
tensiones a través del espesor. Además, la teoría mencionada muestra que las
tensiones varían muy poco si se suponen enderezados los perfiles de modo de
transformarse en rectángulos muy alargados.
Para rectángulos muy alargados resulta:

Las secciones abiertas pueden considerarse como un conjunto de rectángulos


que absorben, cada uno de ellos, una parte del momento torsor Mt. Como
estos rectángulos forman parte de una única pieza, todos tendrán el mismo
giro específico de torsión.

Donde Mti corresponde al momento torsor que absorbe un rectángulo i


cualquiera que constituye la sección.

Usualmente el término
se denomina Momento de inercia torsional.
En el caso de perfiles laminados, el momento de inercia torsional resulta
mayor que el calculado mediante la expresión anterior.
Esto se debe a que los contornos redondeados
incrementan la rigidez de la sección.
Los perfiles abiertos no tienen una buena capacidad para resistir torsión.
Vamos a tratar de evidenciar esto comparando las rigideces de dos secciones
huecas, una cortada y otra entera (tubo de pared delgada).
Para comprender mejor lo visto observamos el siguiente ejemplo:
TUBOS DE PARED DELGADA
SECCIÓN TUBULAR CERRADA DE PEQUEÑO ESPESOR
Los esfuerzos cortantes τ que actúan sobre una sección transversal del tubo se
representan en la figura, en donde se muestra un elemento del tubo cortado
entre dos secciones transversales que esta separadas una distancia dx.

Los esfuerzos actúan paralelos a los límites de la sección transversal y “fluyen”


alrededor de esta. La intensidad de los esfuerzos varia tan ligeramente a través
del espesor del tubo (debido a que el tubo se supone delgado) que podemos
suponer que τ es constante en esa dirección. Sin embargo, si el espesor t no es
constante, los esfuerzos variaran en intensidad de sección en sección.
Para determinar la magnitud de los esfuerzos cortantes consideraremos un
elemento rectangular abcd obtenido a partir de dos cortes longitudinales ab y
cd.
Este elemento está aislado del cuerpo libre en la figura. Actuando sobre la cara
transversal bc están los esfuerzos cortantes τ que se muestran. Suponemos
que estos varían en intensidad al moverse a lo largo de la sección transversal
de b a c; por lo tanto, el esfuerzo cortante en b lo denominamos τb y el esfuerzo
en c lo denominamos τc.
Como sabemos del equilibrio, esfuerzos idénticos actúan en la dirección
opuesta sobre la cara transversal opuesta ad y esfuerzos cortantes con la
misma magnitud también actúan sobre las caras longitudinales ab y cd. Por
tanto, los esfuerzos cortantes que actúan sobre las caras ab y cd son iguales a
τb y τc, respectivamente.
Los esfuerzos que actúan sobre las caras longitudinales ab y cd producen
fuerzas Fb y Fc. Estos factores se obtienen multiplicando los esfuerzos por las
áreas sobre las que actúan:

Además, las fuerzas F1 se producen por los esfuerzos que actúan sobre las
caras bc y ad. Del equilibrio del elemento en la dirección longitudinal (la
dirección x), observamos que Fb = Fc, ó:

En virtud de que las ubicaciones de los cortes longitudinales ab y cd se


seleccionaron arbitrariamente, se deduce de la ecuación anterior que el
producto del esfuerzo cortante τ por el espesor t del tubo es el mismo en cada
punto en la sección transversal. Este producto se conoce como flujo cortante
y se denota con la letra f:
Fórmula de la torsión para tubos de pared delgada
El siguiente paso en el análisis es relacionar el flujo cortante f (y de aquí el
esfuerzo cortante τ) con el par de torsión T que actúa sobre el tubo. Para ese
fin, examinemos la sección transversal del tubo, como se representa en la
figura siguiente:

La línea central (también llamada línea mediana o línea media) de la pared del
tubo se muestra como una línea discontinua en la figura. Consideramos un
elemento de área con longitud ds (medida a lo largo de la línea central) y
espesor t. La distancia s que define la ubicación del elemento se mide a lo largo
de la línea central desde algún punto de referencia elegido arbitrariamente.
La fuerza cortante total que actúa sobre el elemento de área es f.ds y el
momento de esta fuerza con respecto a cualquier punto O dentro del tubo es

en donde r es la distancia perpendicular desde el punto O hasta la línea de


acción de la fuerza f.ds. (Obsérvese que la línea de acción de la fuerza f.ds es
tangente a la línea central de la sección transversal en el elemento ds). El par
de torsión total T producido por los esfuerzos cortantes se obtiene integrando
a lo largo de la línea central de la sección transversal:

en donde Lm denota la longitud de la línea central.


La integral en la ecuación puede ser difícil de resolver mediante medios
matemáticos formales, pero por fortuna se puede evaluar con facilidad
dándole una interpretación geométrica simple. La cantidad r.ds representa el
doble del área del triángulo sombreado que se muestra en la figura (Observe
que el triángulo tiene una longitud en su base ds y una altura igual a r). Por
tanto, la integral representa dos veces el área Am contenida hasta la línea
central de la sección transversal:

Entonces, T = 2.f. Am y por tanto el flujo


cortante es:

Ahora podemos eliminar el flujo cortante f y obtener una fórmula de torsión


para tubos de pared delgada:

(Recordatorio: el área Am es el área contenida hasta la línea central, no es el


área de la sección transversal del tubo).
Ángulo de torsión
Si deseamos conocer el ángulo especifico de torsión, podemos calcularlo a
través de consideraciones energéticas:

Si tomamos una porción del tubo de longitud unitaria, el giro relativo entre las
dos secciones extremas será igual al ángulo específico de torsión.
De la teoría de Tensiones y Deformaciones, en la parte de conceptos
complementarios sobre energía específica de deformación; se obtenía que

Para la energía total de deformación se tendrá:


Trabajando la primera igualdad:

Energía total de deformación


El trabajo externo será según la teoría:

Para un tubo de pared delgada, la constante de torsión (denominada con la


letra I) se define así:

En el caso especial de una sección transversal con espesor constante e, la


expresión para I se simplifica a:

A continuación, se comparará las deformaciones que se producen en una


sección abierta y otra cerrada
Los perfiles abiertos no tienen una buena capacidad para resistir torsión.
Vamos a tratar de evidenciar esto comparando ángulos específicos de dos
secciones huecas, una cortada y otra entera.

De este ejemplo puede verse que una sección hueca es mucho más rígida que
una sección abierta. Por esto se debe evitar que las barras de sección abierta
trabajen a torsión.
Para comprender mejor estos conceptos de torsión en tubos de pared delgada
vemos el siguiente ejemplo:
Ejemplo 2:

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