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Aunque sus cambios fueron lentos y rigurosos, finalmente se logró el cometido y hubo un cambio
significativo en el arte, transformación que brindó innovación y progreso, consecuentemente, al
campo social y científico.
Leonardo da vinci
(1452/04/15 - 1519/05/02)
Arquitecto, inventor y artista italiano
–Quien piensa poco, se equivoca mucho–
Considerado uno de los más grandes genios de la humanidad.
Obras: Mona Lisa, La última cena, El hombre de Vitruvio...
Alumno de: Andrea del Verrocchio
Movimiento: Renacimiento italiano
Padres: Caterina Buti del Vacca y Piero Fruosino di Antonio da Vinci
Nombre: Leonardo di ser Piero da Vinci
Familia
Hijo ilegítimo y primogénito del notario Piero Fruosino di Antonio da Vinci, y de Caterina Buti
del Vacca, una campesina. Su bautismo tuvo lugar en la cercana iglesia parroquial de Santa
Croce, pero tanto el padre como la madre no asistieron al no estar casados.
Leonardo da Vinci no tuvo apellido en el sentido actual, y "da Vinci" simplemente significa
"de Vinci": su nombre de nacimiento completo fue "Lionardo di ser Piero da Vinci".
Muerte
Leonardo murió el 2 de mayo del mismo año en Amboise, Reino de Francia. Fue enterrado
en el claustro de la iglesia de Saint-Florentin en Amboise. Cincuenta años más tarde se violó
la tumba y sus restos fueron esparcidos durante la lucha religiosa entre católicos y hugonotes.
Miguel ángel
Uno de los grandes maestros del Renacimiento
Obras: El David; La cúpula de San Pedro; Frescos en la Capilla Sixtina...
Áreas: Arquitectura, escultura, pintura
Época: Renacimiento italiano
Escuela: Manierista
Nombre: Michelangelo Buonarroti - Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni - Miguel
Ángel Buonarroti
Miguel Ángel nació el 6 de marzo de 1475 en Caprese, cerca de Arezzo, Italia.
Padres
Fue el segundo de los cinco hijos del cantero florentino Ludovico di Leonardo Buonarroti di
Simoni y de Francesca di Neri del Miniato di Siena. La madre de Miguel Ángel murió cuando él
tenía seis años.
Siendo niño fue aprendiz de Domenico Ghirlandaio, un pintor florentino. Después de un año, fue
trasladado al taller de Bertoldo di Giovanni, donde aprendió escultura.
Con trece años, Miguel Ángel fue invitado a vivir y estudiar en el palacio de los Medici, donde
permaneció durante cuatro años.
Se sintió atraído por la escultura en el jardín de San Marcos, lugar al que acudía con frecuencia
para estudiar las estatuas antiguas de la colección de los Medici.
Conoció a los Medici más jóvenes, dos de los cuales llegaron a ser papas (León X y Clemente
VII); y también a humanistas como Marsilio Ficino y a poetas como Angelo Poliziano.
Su obra cumbre como arquitecto fue la Basílica de San Pedro. La dirección de las obras, iniciadas
por Donato Bramante y continuadas, entre otros, por Antonio da Sangallo y Rafael, le fueron
encomendadas por el Papa en 1546.
Siguiendo el esquema de Bramante, diseñó un templo de planta de cruz griega coronado por una
espaciosa y monumental cúpula sobre pechinas de 42 metros de diámetro. Posteriormente, Carlo
Maderno modificó la planta original y la transformó en una planta de cruz latina.
Muerte
Michelangelo Buonarroti falleció el 18 de febrero de 1564 a los 88 años, en su residencia de
Macel de Corvi, en Roma.
Donatello
(Donato di Betto Bardi; Florencia, 1386 - id., 1466) Escultor italiano. Junto con los arquitectos Leon
Battista Alberti y Filippo Brunelleschi y el pintor Masaccio, Donatello fue uno de los creadores del
estilo renacentista y uno de los artistas más grandes del Renacimiento. Su formación junto a Lorenzo
Ghiberti le dejó un importante legado técnico pero casi ningún vestigio estilístico, ya que desde sus
comienzos desarrolló un estilo propio basado en la fuerza emocional, y en un singular sentido del
movimiento. Su revolucionaria concepción de la escultura resulta evidente ya en las grandes
estatuas para nichos destinadas a Orsanmichele y la catedral de Florencia. La gravedad y el
realismo de estas monumentales figuras de mármol contrastan vivamente con la gracia y el
decorativismo del gótico internacional, el estilo vigente en Europa hasta entonces. Donatello
comenzó esta serie en 1411 con el San Marcos y la concluyó en 1436 con el llamado Zuccone. A
esta serie pertenece también el San Jorge, su primera obra famosa, de la que Giorgio Vasari afirmó:
«Posee el maravilloso don de moverse dentro de la piedra».
Tras asociarse con su aprendiz Michelozzo, Donatello emprendió a partir de 1427 la realización en
Pisa de la tumba del cardenal Brancacci, en la que esculpió en relieve el tema de la Asunción de la
Virgen. Poco después, la tumba de Baldasare Coscia para el baptisterio de Florencia permitió al
artista dar sus primeros pasos en el difícil arte de la fundición en bronce.
El viaje a Roma que realizó el escultor hacia 1430-1432 condicionó de manera decisiva toda su
producción posterior, ya que le brindó la oportunidad de conocer en directo el arte de la Antigüedad.
A su regreso a Florencia comenzó la famosa Cantoría para la catedral, en la que recreó libremente
algunos de los motivos clásicos admirados en Roma. Poco posterior es su escultura exenta más
famosa, el David en bronce, comparable en ciertos aspectos al San Jorge de su etapa anterior.
En la misma ciudad obró el retablo mayor del santuario de San Antonio, en el cual combinó siete
estatuas y cuatro relieves, en una disposición que fue modificada en el siglo XVI. En estos relieves,
que representan los milagros de San Antonio, son por igual magistrales el sentido dramático y la
organización del espacio. Donatello volvió en 1454 a Florencia, donde esculpió sus obras de mayor
fuerza emocional, en las que trabajó las posibilidades expresivas de la deformación. A este período
corresponden Judit y Holofernes y la sublime María Magdalena, en madera. Aunque no tuvo un
heredero directo, Donatello influyó de forma decisiva en la escultura florentina hasta comienzos del
siglo XVI.
Rafael Sanzio.
(Raffaello Santi, también llamado Rafael Sanzio o Rafael de Urbino; Urbino, actual Italia, 1483 -
Roma, 1520) Pintor y arquitecto italiano. Por su clasicismo equilibrado y sereno basado en la
perfección de la luz, la armonía en la composición y el dominio de la perspectiva, la obra de Rafael
Sanzio constituye, junto con la de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarrotti, una de las más
excelsas realizaciones de los ideales estéticos del Renacimiento.
Su padre, que fue el pintor y humanista Giovanni Santi, lo introdujo pronto en las ideas filosóficas de
la época y en el arte de la pintura, pero falleció cuando Rafael contaba once años; para ganarse la
vida, a los diecisiete años trabajaba ya como artista independiente. No se conoce con exactitud qué
tipo de relación mantuvo Rafael con Perugino, del que unos lo consideran discípulo y otros socio o
colaborador. Sea como fuere, lo cierto es que superó rápidamente a Perugino, como se desprende
de la comparación de sus Desposorios de la Virgen con los de este último. Desde 1504 hasta 1508
trabajó fundamentalmente en Florencia, en donde recibió la influencia del arte de Leonardo da
Vinci y Miguel Ángel.
De entre sus obras de este período (El sueño del caballero, Las tres Gracias), las más celebradas
son sus variaciones sobre el tema de la Virgen María y la Sagrada Familia. Los personajes sagrados,
dotados de cautivadores toques de gracia, nobleza y ternura, están situados en un marco de
paisajes sencillos y tranquilos, intemporales. En estas telas, Rafael da muestras de su inigualable
talento para traducir a un lenguaje sencillo y asequible los temas religiosos. Su maestría en la
composición y la expresión y la característica serenidad de su arte se despliegan ya en plenitud en
la Madona del gran duque, La bella jardinera o La Madona del jilguero, entre otras obras.
En 1508, el papa Julio II lo llamó a Roma para que decorara sus aposentos en el Vaticano. Aunque
contaba sólo veinticinco años, era ya un pintor de enorme reputación. En las habitaciones de Julio II,
conocidas en la actualidad como Estancias del Vaticano, Rafael pintó uno de los ciclos de frescos
más famosos de la historia de la pintura.
Entre 1509 y 1511 decoró la Estancia de la Signatura, donde pintó las figuras de la Teología, la
Filosofía, la Poesía y la Justicia en los cuatro medallones de la bóveda, para desarrollar de forma
alegórica estos mismos temas en cinco grandes composiciones sobre las paredes: El triunfo de la
Eucaristía, La escuela de Atenas, El Parnaso, Gregorio IX promulgando las Decretales y Triboniano
remitiendo las pandectas a Justiniano, estas dos últimas alusivas a la justicia. En un espacio de gran
amplitud, organizado con un perfecto sentido de la perspectiva, Rafael dispone una serie de grupos y
figuras, con un absoluto equilibrio de fuerzas y una sublime elegancia de líneas. No se puede pedir
mayor rigor compositivo ni un uso más magistral de la perspectiva lineal.
En la Estancia de Heliodoro, decorada de 1511 a 1514, Rafael desarrolló cuatro temas históricos,
acentuando en cada uno de ellos un rasgo plástico determinado: el claroscuro en La liberación de
San Pedro, la riqueza del colorido en la Misa de Bolsena, etc. En la estancia del Incendio del Borgo
(1514-1517) predomina ya la aportación de los discípulos sobre la del maestro, lo mismo que en la
Estancia de Constantino, donde sólo la concepción del conjunto corresponde a Rafael.
El pintor simultaneó la decoración de las Estancias del Vaticano con la realización de otras obras,
como los frescos de El triunfo de Galatea para la Villa Farnesina. A este período corresponden
también numerosos cuadros de la Virgen con el Niño, algo más solemnes y menos cautivadores que
los de la etapa florentina. Los retratos romanos, en cambio, superan en veracidad y penetración
psicológica a los florentinos. En ambos casos, el dibujo es de una calidad inigualable y el colorido,
discreto, servidor de la forma.
A partir de 1518, Rafael se ocupó de la decoración de las Logias del Vaticano con pequeñas
escenas del Antiguo Testamento envueltas en paneles de grutescos. La Transfiguración, última obra
del artista, es considerada por algunos el compendio perfecto de su arte. Sus trabajos
arquitectónicos, de menor importancia que los pictóricos, incluyeron la dirección de las obras de San
Pedro del Vaticano.
Sandro Botticelli
(Alessandro di Mariano Filipepi; Florencia, 1445 - id., 1510) Pintor italiano. Muy valorado en la
actualidad, Sandro Botticelli no se cuenta entre los grandes innovadores del Renacimiento, sino que
se inscribe más bien en un grupo de pintores que rehuyó el realismo a ultranza y se inclinó por un
estilo basado en la delicadeza, la gracia y un cierto sentimentalismo. Uno de ellos fue Filippo Lippi,
maestro e inspirador de la obra de Botticelli. La trayectoria artística de Sandro Botticelli se inició con
obras de temática religiosa, en particular con vírgenes que, como la Virgen del Rosal, denotan un
gran vigor compositivo. En 1470, cuando contaba ya con un taller propio, se introdujo en el círculo
de los Médicis, para los que realizó sus obras más famosas. Un primo de Lorenzo el Magnífico, Pier
Francesco de Médicis, le encargó la alegoría de La primavera y también, al parecer, El nacimiento
de Venus y Palas y el centauro.
Realizar obras de gran formato ajenas a la temática religiosa fue toda una novedad en aquella
época, y se debió seguramente a la vinculación de su mecenas con la filosofía neoplatónica, cuyo
carácter simbólico debían reproducir las obras encargadas. De ellas se han realizado
interpretaciones de enorme complejidad, que van mucho más allá de su gracia evocadora.
A la misma época corresponden también La adoración de los Reyes Magos y el Díptico de Judit,
obras igualmente emblemáticas. El hecho de que, en 1481, fuera llamado a Roma para decorar al
fresco la Capilla Sixtina (junto con otros tres grandes maestros) hace suponer que ya gozaba de un
gran prestigio. A su regreso a Florencia realizó obras más solemnes y redundantes, como
la Natividad mística, probablemente influido por la predicación tremendista de Girolamo Savonarola.
Se le deben también bellísimos dibujos para un manuscrito de la Divina Comedia de Dante.
Eclipsado por las grandes figuras del siglo XVI italiano (Leonardo, Miguel Ángel y Rafael), Botticelli
permaneció ignorado durante siglos, hasta la recuperación de su figura y su obra a mediados del
siglo XIX. Su estilo se perpetuó en cierto modo a través de los artistas formados en su taller, entre
ellos el hijo de Filippo Lippi, Filippino Lippi.
Tiziano
Tiziano Vecellio
(Pieve di Cadore, actual Italia, h. 1490 - Venecia, 1576) Pintor italiano. Aunque Tiziano alimentó
durante los últimos años de su vida la idea de que había nacido en 1475, para hacer creer que era
un anciano venerable e inspirar respeto y compasión, la crítica moderna ha establecido casi con total
seguridad que nació en 1490 y que murió a una edad más que respetable, con ochenta y seis años.
Recibió su primera formación en el taller de Giovanni Bellini, del que salió a los dieciocho años para
integrarse en la escuela de Giorgione.
La concepción poética de la pintura de éste dejó una profunda huella en Tiziano, como resulta
evidente en todas sus obras de juventud, y muy especialmente en la enigmática alegoría Amor
sagrado y amor profano, lienzo con el que se consagra ya como un maestro del desnudo femenino,
además de manifestar un talento natural en la plasmación del paisaje. Con anterioridad había
colaborado con Giorgione en la realización de los frescos de la fachada del Fondaco dei Tedeschi y
había realizado en Padua los Milagros de San Antonio para la Scuola del Santo. No tardó en
convertirse en el artista más importante de Venecia y fue nombrado, en consecuencia, pintor oficial
de la República.
Aunque sus obras más conocidas y admiradas en el presente son las de tema alegórico y mitológico,
el artista comenzó la parte más brillante de su carrera con una serie de retablos de colores fuertes y
contrastados y figuras poderosas, como La Asunción o el Retablo Pesaro para Santa Maria dei Frari.
Son obras de composición enérgica que muestran una gran vitalidad. Los mismos esquemas
dinámicos se repiten en las obras mitológicas de este período, como La bacanal o Baco y Ariadna.
Por entonces, Tiziano se reveló también como un gran retratista, con obras como el llamado Ariosto,
en las que establece un esquema nuevo: el protagonista aparece reproducido de medio cuerpo, con
las manos visibles y unos rasgos reales pero idealizados, captados en ocasiones por medio de un
golpe de intuición.
Hacia 1530 perdió a su esposa, y seguramente como consecuencia del impacto emocional que ello
le causó, su estilo pictórico evolucionó hacia composiciones menos dinámicas, más pausadas, y
hacia colores mucho más claros y complementarios en lugar de contrastados. Por entonces, la fama
del pintor llegaba a todas las cortes europeas, lo que le permitió recibir encargos de Carlos I de
España y Francisco I de Francia, monarcas a los que retrató en obras magistrales. Después del
primer retrato de Carlos I, el emperador quedó tan entusiasmado con el arte de Tiziano que lo
nombró pintor de la corte. También los príncipes italianos solicitaron sus servicios: para el duque de
Urbino pintó la famosa Venus de Urbino, de una sensualidad nueva en el arte del Renacimiento.
En 1545-1546, Tiziano, que sólo había abandonado Venecia en 1511 para trabajar en Padua, realizó
un viaje a Roma que supuso el punto de partida hacia un nuevo tratamiento del color a base de
pinceladas largas y atrevidas, y de manchas y toques que deshacen las formas y dan una apariencia
ligera y agradable a las pinturas, lo cual esconde el gran trabajo subyacente. Entre 1548 y 1562 fue
reclamado por Carlos I y luego por su hijo Felipe II, para quien, además de retratos, realizó una serie
de cuadros de tema mitológico denominados por el propio pintor «poesías» por su carácter idílico y
distante.
Su última obra documentada es la Piedad de Venecia, que presenta ciertas afinidades con el
manierismo. La grandeza de Tiziano como pintor, su fama de artista inimitable y la gran influencia
que ejerció sobre sus coetáneos y sucesores contrastan con su carácter de hombre avaricioso, que
siempre se quejaba de ser pobre pese a las grandes riquezas que había acumulado, y que se servía
en ocasiones del engaño para obtener ventajas.