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LAS BACTERIAS
Profesor: Alumno:
Lcdo. MÉNDEZ Rolando ALARCÓN Andrés
Estos datos nos dan una idea de la importancia que tienen estos microorganismos en la
vida del planeta, dada su participación en el reciclaje de muchos elementos en los
procesos biogeoquímicos. Por ejemplo, en la fijación del nitrógeno atmosférico, por
mencionar uno. El ser humano no es la excepción en cuanto a la presencia de bacterias,
pues posee una gran cantidad de éstas en la piel y tracto digestivo. El sistema inmune
hace que la mayoría de estas bacterias no sean perjudiciales, siendo incluso benéficas
para la salud; sin embargo, algunas bacterias patógenas aún pueden causar
enfermedades, como son cólera, sífilis, lepra, tifus y difteria, entre otras. Si bien no
todas resultan ser dañinas, es importante ampliar nuestro conocimiento sobre ellas.
Las bacterias más antiguas de las que se tiene registro, gracias a la evidencia de restos
fósiles, se remontan hasta aproximadamente 3,500 millones de años. Durante la
evolución de la Tierra, las bacterias no fueron la excepción a los numerosos cambios y
adaptaciones que demandaban las nuevas condiciones del planeta. Varias de esas
adaptaciones permanecen hoy en día y son el objeto de una infinidad de hipótesis sobre
las razones que pudieron dar origen a tales cambios. Algunos de éstos son la presencia
de una doble membrana en ciertas bacterias, por mencionar alguna característica
predominante, misma que ha resultado muy útil en la clasificación de las bacterias y ha
despertado un gran interés con respecto a su formación.
Concepto
Las bacterias son organismos procariotas unicelulares, que se encuentran en casi todas
las partes de la Tierra. Son vitales para los ecosistemas del planeta. Algunas especies
pueden vivir en condiciones realmente extremas de temperatura y presión. El cuerpo
humano está lleno de bacterias, de hecho se estima que contiene más bacterias que
células humanas. La mayoría de bacterias que se encuentran en el organismo no
producen ningún daño, al contrario, algunas son beneficiosas. Una cantidad
relativamente pequeña de especies son las que causan enfermedades.
Clasificación
La mayoría de las bacterias pueden clasificarse en tres categorías de acuerdo a su
respuesta al oxígeno.
Por su forma y por el aspecto que adoptan cuando se reúnen en grupo se pueden
clasificar principalmente en:
1. Cocos
Este tipo de bacterias se caracteriza por tener una envoltura celular de forma esférica. Es
decir, cuando son observadas por el microscopio son células circulares. De esta manera
son fácilmente identificables, y resulta sencillo distinguir entre ellas como individuos y
el entorno.
Los subtipos que existen dentro de esta categoría se basan en cómo se agrupan las
células, el modo en el que adoptan una disposición las unas junto a las otras.
Las bacterias esféricas solitarias se conocen como forma coco. Sin embargo, si en vez
de una son dos células redondas unidas, entonces es son conocidas como diplococos.
Hay uniones más complejas que originan una cadena (estreptococos) o formas
irregulares que parecen un racimo de uvas (estafilococos).
2. Bacilos
La característica principal en este tipo de bacterias es que presentan forma de
bastoncillos alargados. Al igual que pasaba en los cocos, los subtipos parten de cómo se
agrupan las células.
La forma solitaria es lo que se llama como bacilo. Si se encuentran dos células unidas,
entonces se trata de un diplobacilo. En las uniones más multitudinarias pueden ser
diferenciadas según si se unen por las puntas formando una cadena (estreptobacilos) o
por los laterales, formando un muro (empalizada).
Existe una forma que se encuentra entre las dos primeras que se ha visto; no es tan
esférica como un coco pero tampoco llega a ser tan alargada como un bacilo. Esta recibe
el nombre de cocobacilo.
3. Helicoidales
En este último tipo de bacterias se agrupan distintas formas que presentan curvaturas en
su estructura. Pueden ser entendidas como si fuesen bacilos que se han retorcido sobre
sí mismos, alcanzando una forma de hélice. Así, se trata de otro de esos tipos de
bacterias que son fácilmente reconocibles usando el microscopio, debido a su
apariencia.
Principalmente se dividen en dos, espirales rígidas (espirilos) o espirales flexibles
(espiroqueta). La diferencia está en si las espirales que dibujan su envoltura celular se
mantienen iguales o pueden cambiar con el tiempo (la espiral se mueve).
Curiosamente hay otra forma que pertenece a este tipo: el vibrio. Esta clase de bacterias
presentan una silueta parecida a una semilla de judía pinta. A pesar de no dibujar
espirales, se considera que este tipo de bacterias está dentro de este grupo, ya que la
curvatura de su envoltura celular es representativa de un género de bacteria (“Vibrio”) y
no son temporales, como puede ocurrir en los bacilos o cocos.
Metabolismo de la bacteria
El término metabolismo se refiere al conjunto de reacciones químicas que se producen
en la célula y tiene tres funciones específicas. La primera es obtener energía química del
entorno y almacenarla, para luego usarla en diferentes funciones celulares. La segunda
es convertir los nutrientes exógenos en unidades precursoras de los componentes
macromoleculares de la célula bacteriana. Y la tercera función es formar y degradar
moléculas necesarias para cumplir funciones celulares específicas, por ejemplo:
movilidad y captación de nutrientes. El metabolismo se produce por secuencias de
reacciones catalizadas enzimáticamente y se divide en anabolismo y catabolismo. El
proceso por el cual la célula bacteriana sintetiza sus propios componentes se conoce
como anabolismo y resulta en la producción de nuevo material celular; también se
denomina biosíntesis. La biosíntesis es un proceso que requiere energía, por lo tanto las
bacterias deben ser capaces de obtenerla de su entorno para crecer y, eventualmente,
multiplicarse. El conjunto de reacciones degradativas de los nutrientes para obtener
energía o para convertirlos en unidades precursoras de la biosíntesis, se conoce como
catabolismo.
1. El bajo contenido de agua retarda o altera las reacciones químicas que afectan al
DNA. Este menor contenido de agua disminuye la tasa de depurinización y la
fotoquímica del DNA frente al UV respecto a las de una célula vegetativa. La
radiación UV no genera dímeros de timina en el DNA de una espora sino un
producto denominado SP (spore photoproduct) que es un compuesto similar a
una timinil-timina.
Las esporas presentan una elevada concentración de ácido dipicolínico que permite
complejar grandes cantidades de calcio iónico (Ca2+). El ácido dipicolínico es una
sustancia característica de la espora pero no se encuentra en la célula vegetativa.
.
Germinación de las Endosporas
La germinación de una espora que lleva a la formación de una célula vegetativa consiste
de tres fases secuenciales:
La euglena
Podemos decir que las euglenas son organismos protistas unicelulares; su
importancia como posible organismo de transición se basa en que este es capaz
de ser autótrofo o heterótrofo dependiendo las circunstancias.
Autótrofos: son aquellos organismos que pueden producir sus propios alimentos,
por ejemplo las plantas.