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CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS BACTERIAS

Las bacterias son los organismos más exitosos sobre el planeta. Han vivido en este planeta
por dos mil millones de años antes que las primeras células eucariotas y, durante ese
tiempo, evolucionaron en millones de especies distintas.

Son unicelulares
Absolutamente todas las bacterias son unicelulares, es decir, están formadas por una
única célula que, por sí sola, es capaz de desarrollar todas las funciones fisiológicas
necesarias para la supervivencia de la misma.

Son procariotas
Las bacterias, como formas primitivas de vida que son, son procariotas. Esto significa
que carecen tanto de núcleo delimitado como de orgánulos celulares, por lo que el ADN
se encuentra libre en el citoplasma y todas las reacciones metabólicas no están
compartimenta izadas en orgánulos, sino que tienen lugar también en el citoplasma. Las
células eucariotas, en cambio, disponen de un núcleo donde poder guardar el material
genético y también de orgánulos celulares más complejos, por lo que el grado de
complejidad morfológica que pueden adquirir, empezando por la posibilidad de dar lugar
a organismos pluricelulares, es menor. De todos modos, estos organismos procariotas
tienen la ventaja de que esta sencillez estructural les permite mayor adaptabilidad al
medio.

Se reproducen asexualmente
Las bacterias, al ser procariotas, no pueden dividirse jamás por reproducción sexual. Es
decir, la reproducción bacteriana se realiza de forma asexual. Una bacteria realiza una
mitosis, es decir, una replicación de su material genético para posteriormente separarse
en dos, dando como resultado dos clones. No hay tanta variabilidad genética, pero la
eficacia reproductiva es altísima.

Son los seres más abundantes de la Tierra Los


números hablan por sí solos. Y es que pese a que es imposible determinarlo con exactitud,
se estima que, dado que habitan absolutamente todos los ecosistemas, desde nuestros
intestinos hasta los océanos, pasando por los suelos de los bosques o la superficie de las
fuentes hidrotermales, podría haber más de 6 millones de millones de trillones de
bacterias en la Tierra. Es, sencillamente, inimaginable.
Tienen un tamaño de entre 0,5 y 5 micrómetros
Las bacterias son seres vivos microscópicos con un tamaño promedio que oscila entre los
0,5 y los 5 micrómetros. Dos bacterias muy típicas como por ejemplo Escherichia
coli y Lactobacillus miden ambas 2 micrómetros. Son más grandes que los virus (el de la
gripe, por ejemplo, tiene un tamaño de 0,10 micrómetros) pero más pequeños que las
células eucariotas. De hecho, una de las células más pequeñas, los glóbulos rojos, miden 8
micrómetros. Y una célula de la piel, por ejemplo, 30 micrómetros. Incluso si lo
comparamos con otros microorganismos celulares, son muy pequeños. Y es que las
amebas (no son bacterias, sino protozoos), por ejemplo, suelen medir unos 0,5
milímetros. O lo que es lo mismo, 500 micrómetros.

Tienen una pared celular


La morfología bacteriana es muy variada, pero hay unas características que todas
comparten. Y es que todas las bacterias disponen de una pared celular, una estructura por
encima de la membrana plasmática y que les da rigidez y protección y permite la
comunicación con el medio.

Pueden disponer de estructuras de movilidad


Muchas bacterias son inmóviles, es decir, para desplazarse dependen de los movimientos
del medio en el que se encuentran. Otras, en cambio sí que han desarrollado estructuras
de movilidad como los flagelos (de forma similar a los espermatozoides, con uno o unos
pocos en la parte trasera) o los pili (unas prolongaciones similares a los flagelos pero más
cortos y que, a diferencia de estos, recubren toda la pared celular).

 No todas toleran el oxígeno


Las bacterias surgieron en una edad de la Tierra en la que no solo no había oxígeno en la
atmósfera, sino que era tóxico. Por ello, hasta que hace unos 2.400 millones de años las
cianobacterias (los primeros organismos fotosintéticos) provocaron la Gran Oxidación, las
bacterias no toleraban el oxígeno. Tras este incremento de la cantidad de oxígeno, la
inmensa mayoría de bacterias se extinguieron y quedaron aquellas que resistían el
oxígeno. Por ello, gran parte de las bacterias actuales son aerobias, lo que significa que
pueden crecer perfectamente en presencia de oxígeno. Pero hay otras que siguen sin
tolerarlo, por lo que solo pueden crecer en ambientes donde no haya oxígeno, las cuales
se conocen como anaerobias. También hay aerobios facultativos, que pueden crecer tanto
en presencia de oxígeno como en ausencia. A diferencia del resto de seres vivos, cuya vida
depende de una forma u otra del oxígeno, hay bacterias que no lo toleran
Pueden desarrollar cualquier tipo de metabolismo
Este viaje evolutivo de más de 3.800 millones de años y la adaptación a todo tipo de
ambientes ha hecho que las bacterias sean capaces de desarrollar cualquier tipo de
metabolismo. Esto no significa que una bacteria pueda realizarlos todos, sino que hay
distintas especies capaces de realizar uno de los muchos que hay. En este sentido,
tenemos bacterias fotoautótrofas (realizan la fotosíntesis), quimioautótrofas (obtienen la
energía de la degradación de compuestos inorgánicos) y heterótrofas (obtienen la energía
de la degradación de materia orgánica).

Unas 500 especies son patógenas para el ser humano


De las 1.000 millones de especies de bacterias que existen, solo 500 son patógenas para el
ser humano. Es decir, solo 500 son capaces de colonizar alguno de nuestros órganos o
tejidos y hacernos enfermar. Y de estas, solo 50 son realmente peligrosas.

Pueden comunicarse entre ellas


Algunas especies de bacterias han desarrollado una forma de comunicación conocida
como quorum sensing. Gracias a ella, las bacterias de una comunidad son capaces de
sintetizar y liberar al medio distintas sustancias químicas que son asimiladas por otros
organismos que, tras procesarlas, reciben información de las condiciones del medio. Esto
les permite comunicarse para, por ejemplo, formar estructuras de protección

 Forman parte de nuestro microbioma


Muchas especies de bacterias, lejos de ser una amenaza, son beneficiosas para nuestra
salud. Prueba de ello es que nuestro cuerpo es hogar de 100 millones de millones de
bacterias. Teniendo en cuenta que de células humanas hay 3 millones de millones,
podemos afirmar que, en realidad, somos más “bacteria” que “humano”.

Pueden adoptar formas muy variadas


La morfología es increíblemente variada. En este sentido, las bacterias pueden ser cocos
(de forma esférica), bacilos (de forma alargada), vibrios (ligeramente curvados, en forma
de coma), espirilos (con forma de tirabuzón) e incluso espiroquetas (con forma
helicoidal).

Se encuentran en ambientes extremos


La sencillez fisiológica ha permitido a las bacterias adaptarse, sobrevivir y crecer sin
problemas en ambientes donde cualquier otra forma de vida moriría al instante, pues
las condiciones de temperatura, salinidad, sequedad, etc, son extremas.
Tamaño y forma
Son tan pequeñas que solo se pueden observar en un microscopio. Se pueden observar
tres formas distintas. Estas se pueden identificar y clasificar por su forma:

1. Bacilos tienen forma de barra.


2. Cocos tienen forma de esfera.
3. Espirilos tienen forma de espiral.

Similitudes con las eucariotas


Al igual que las células eucariotas, las células bacterianas poseen:
1. Citoplasma, el fluido dentro de la célula.

2. Un plasma o membrana celular, la cual funciona como una barrera que rodea a la
célula.

3. Ribosomas, en los que las proteínas se agrupan.

4. ADN. A diferencia de las eucariotas, el ADN bacteriano es contenido en un hilo largo y


circular. Este cromosoma único se localiza en una región de la célula
llamado nucleoide. Muchas bacterias poseen también pequeños anillos de ADN
conocidos como plásmidos .

Rasgos únicos
Las bacterias carecen de muchas estructuras que las células eucariotas sí poseen. Por
ejemplo, no poseen un núcleo. Además, carecen de orgánulos unidos a la membrana,
como las mitocondrias o cloroplastos. El ADN de una célula bacteriana también es
diferente al de las células eucariotas. El ADN bacteriano está contenido en un cromosoma
circular, ubicado en el citoplasma. Las eucariotas tienen muchos cromosomas lineales. Las
bacterias, además, poseen dos rasgos únicos adicionales: una pared celular y flagelos.

Pared celular
Las bacterias son rodeadas por una pared celular que consiste de un peptidoglucano . Esta
compleja molécula consiste de azúcares y aminoácidos. La pared celular es importante
para proteger a las bacterias. Es tan importante que algunos antibióticos, como la
penicilina, destruyen bacterias previniendo que se forme la pared celular. Algunas
bacterias dependen de un organismo huésped para obtener energía y nutrientes. Estas
bacterias se conocen como parásitos . Si el huésped comienza a atacar a la bacteria
parasítica, esta produce una capa de mucosa que rodea la pared celular, dando una capa
de protección extra.

Flagelos
Algunas bacterias poseen una estructura con forma de cola llamada flagelo.
El Flagelo permite a la bacteria moverse. A medida que el flagelo rota, gira a la bacteria y
la impulsa hacia adelante. Aunque algunas células eucariotas poseen flagelo, esto es muy
raro.
CURVA DE CRECIMIENTO BACTERIANO

Se define como crecimiento el aumento de la cantidad de constituyentes y estructuras


celulares, cuando hay crecimiento en ausencia de división celular hay aumento en el
tamaño y peso de la célula. Mientras que cuando el crecimiento es seguido de división de
células hay un aumento en el número de células.
El crecimiento de una población es el aumento del número de células como consecuencia
de un crecimiento individual y posterior división. Esto ocurre de una manera exponencial.
El crecimiento exponencial es una consecuencia del hecho de que cada célula se divide
dando dos células. La velocidad del crecimiento exponencial se expresa como el tiempo de
generación “G”, y este se define como el tiempo que tarda una población en duplicarse,
los tiempos de generación varían ampliamente entre los distintos microorganismos.

La curva del crecimiento de una población bacteriana se divide en 4 fas

Fase de latencia
Cuando una población bacteriana es inoculada en medio fresco, el crecimiento
usualmente no comienza de inmediato sino después de un tiempo llamado de latencia,
que puede ser corto o largo dependiendo de las condiciones. La fase de latencia
representa un periodo de transición para los microorganismos cuando son transferidos a
una nueva condición. En esta fase se producen las enzimas necesarias para que ellos
puedan crecer en un nuevo medio ambiente. En esta fase no hay incremento en el
número de células, pero hay gran actividad metabólica, aumento en el tamaño individual
de las células, en el contenido proteico, ADN y peso seco de las células. Si un cultivo que
está creciendo en fase exponencial es inoculado al mismo medio de cultivo bajo las
mismas condiciones de crecimiento, no se observa fase de latencia y el crecimiento
exponencial sigue a la misma velocidad. Si el inóculo se toma de un cultivo viejo (fase
estacionaria) y se inocula en el mismo medio, generalmente se presenta la fase de latencia
esto se debe a que las células generalmente agotan una serie de coenzimas esenciales u
otros constituyentes celulares y se requiere cierto tiempo para su resíntesis. También se
observa latencia cuando el inóculo está formado por células que han sido dañadas pero no
muertas, bien sea por tratamiento con calor, radiaciones o sustancias químicas, puesto
que requieren reparar dicho daño. En el caso de que una población se transfiera de un
medio de cultivo rico a un medio pobre, se observa latencia puesto que es necesario que
las células para poder seguir creciendo tengan una serie de enzimas para poder sintetizar
algunos metabolitos esenciales que no están presentes en el medio.

Fase exponencial o fase logarítmica


Es el período de la curva de crecimiento en el cual el microorganismo crece
exponencialmente, es decir que cada vez que pasa un tiempo de generación la población
se duplica. Bajo condiciones apropiadas la velocidad de crecimiento es máxima. Las
condiciones ambientales (temperatura, composición del medio de cultivo, etc.) afectan a
la velocidad de crecimiento exponencial.

Fase estacionaria
En cultivos en recipientes cerrados una población no puede crecer indefinidamente en
forma exponencial. Las limitaciones del crecimiento ocurren ya sea por agotamiento de
algún nutriente esencial, por acumulación de productos tóxicos, porque se alcance un
número de células elevado para el espacio disponible o por una combinación de las causas
anteriores. Este periodo durante el cual cesa el crecimiento se conoce como fase
estacionaria.

Fase de muerte Si la incubación continúa después de que una población microbiana


alcanza la fase estacionaria, las células pueden seguir vivas y continuar metabolizando,
pero va a comenzar una disminución progresiva en el número de células viables y cuando
esto ocurre se dice que la población ha entrado en fase de muerte.

FORMA DE REPLICACIÓN DE LOS MICOPLASMAS Los micoplasmas se dividen por fisión,


pero este proceso no va a ser idéntico al de las otras bacterias, pues en el caso de los
micoplasmas la división citoplasmática no está sincronizada con la replicación del genoma
como ocurre en las otras bacterias, sino que la división citoplasmática está retardada
resultando en la formación de filamentos multinucleados, los cuales posteriormente
forman cadenas de células esféricas y luego se fragmentan dando origen a células
individuales.
REPRODUCCIÓN DE LAS RICKETTSIAS Las rickettsias se reproducen por fisión binaria.
Ninguna especie ha sido cultivada extracelularmente y se desconocen sus requerimientos
nutricionales. En el laboratorio se cultivan en el saco vitelino de embriones de pollo o en
cultivos de tejidos. Generalmente crecen en el citoplasma de la célula huésped

REPRODUCCIÓN DE LAS CLAMIDIAS Las clamidias se replican por fisión binaria, pero
sufren variaciones morfológicas durante su ciclo de replicación, el cual resumidamente
consiste en lo siguiente:
1. Las formas infecciosas denominadas cuerpos elementales (C.E.), miden 0,3 µm de
diámetro aproximadamente, se unen a la célula huésped.
2. Los cuerpos elementales entran a la célula huésped mediante un mecanismo similar a la
fagocitosis, al cual se le denomina endocitosis. Una vacuola derivada de la membrana
celular rodea los cuerpos elementales.
3. Por un mecanismo no muy bien entendido, una hora después, los cuerpos elementales
sufren un proceso de reorganización y cambios metabólicos, transformándose en unas
estructuras que miden alrededor de 1 µm de diámetro, y son menos densos que los
cuerpos elementales, a estas estructuras se les denomina cuerpos iniciales (C.I.) o cuerpos
reticulares (C.R.).
4. Estos cuerpos reticulares o iniciales comienzan a dividirse por fisión binaria dentro de la
vacuola, utilizando energía derivada del ATP generado por la célula huésped, produciendo
múltiples cuerpos reticulares.
5. Después de 24 a 72 horas los cuerpos iniciales se reorganizan y condensan para formar
los nuevos cuerpos elementales.
6. La célula huésped se rompe y libera los cuerpos elementales que son capaces de
infectar otras células.

MEDICIÓN DEL CRECIMIENTO MICROBIANO El crecimiento microbiano se mide por


cambios sucesivos en el número de células o por el aumento de peso de la masa de las
células.
Hay varios métodos para enumerar las células o estimar la masa de éstas.
1. Recuento directo mediante contadores electrónicos Los contadores electrónicos
diseñados para contar glóbulos rojos se puede usar para este fin. Esencialmente un
contador electrónico consta de dos cámaras que están separadas por un material
que no conduce la corriente, en este material no conductor hay un orificio de un
tamaño similar al de las células a ser contadas. Cada cámara contiene un electrodo,
la suspensión de células a ser contadas se coloca en una de las cámaras y se aplica
presión para que las células pasen a la otra cámara a través del orificio, cada vez que
una célula pasa a través del orificio ocasiona un cambio en la conductividad eléctrica
que es registrado por un dispositivo electrónico y de esta manera el contador indica
el número de células en esa suspensión. Las limitaciones de este método son las
siguientes:
• Se cuentan células vivas y muertas.
• Las suspensiones deben estar libres de partículas diferentes a los microorganismos que
estamos contando por que el aparato no puede distinguir entre una u otra. 1.2 Recuento
directo al microscopio Se determina directamente el número de células contándolas al
microscopio con la ayuda de cámaras especiales que albergan un volumen conocido de
liquido (Hemocitómetros, Cámara de Petroff- Hausser). El recuento directo al microscopio
es tedioso, pero es una forma rápida de estimar el número de células microbianas. Sin
embargo, presenta algunas limitaciones:
• No se pueden distinguir las células vivas de las células muertas.
• Las células muy pequeñas son difíciles de contar.
• La precisión es difícil de lograr
• El método no es adecuado para suspensiones celulares de baja densidad, es decir
las soluciones deben contener aproximadamente 107 células/mL o más.

2. - Determinación de células viables En los métodos anteriores se determina el número


de células totales, pero en muchos casos únicamente interesa contar células viables. Se
define como célula viable, aquella célula que es capaz de dividirse y forma una progenie y
la manera usual para realizar un recuento de células viables es determinando el número
de células en la muestra, capaces de formar colonias sobre un medio de cultivo sólido
(agar) y esto se conoce como recuento en placa. En este procedimiento se realizan
diluciones seriadas de la muestra y se inoculan pequeños volúmenes conocidos, de cada
una de las diluciones, en placas de Petri conteniendo un medio sólido adecuado estéril y
se extiende con una varilla de vidrio (método de siembra en placa por extensión o
diseminación) o en placas de Petri estériles a las cuales se les adiciona un medio sólido
fundido y enfriado a 45ºC y se mezclan bien (método de siembra por incorporación o de
vertido en placa), luego se incuban en las condiciones optimas hasta que aparezcan las
colonias correspondientes. Se asume que cada colonia proviene de la división sucesiva de
una sola célula, conociendo el volumen sembrado y la dilución de la cual proviene y
contando el número de colonias en la placa correspondiente se puede calcular el número
de células viables en la muestra. Debido a que es difícil saber si una sola 12 bacteria dio
origen a una colonia, se expresa usualmente el número de células viables como unidades
formadoras de colonias (UFC). Para realizar el recuento se seleccionan las placas de la que
contengan entre 25 y 250 colonias.

3. Determinación de la masa microbiana Para muchos estudios especialmente aquellos


relacionados con la bioquímica de los procesos de crecimiento, se prefiere determinar la
masa de la población más que el número de células presentes. La masa se puede
determinar directamente determinando el peso seco o húmedo de la muestra. También
se puede determinar el contenido de nitrógeno o el contenido de proteínas o de ADN.
Otra forma de estimar la masa celular de una manera indirecta es determinando la
actividad metabólica de la célula por ejemplo determinando el consumo de oxígeno o
producción de dióxido de carbono. Asumiendo que la cantidad del producto metabólico
está en proporción directa al número de bacterias presentes en la población. Un método
más sencillo y útil para obtener la estimación relativa de la masa bacteriana es utilizar
métodos ópticos (turbidimétricos) que consisten en medir la turbidez, ya que, dentro de
ciertos límites, las suspensiones bacterianas dispersan la luz proporcionalmente a su
concentración.

EFECTO DE LA CONCENTRACION DE NUTRIENTES SOBRE EL CRECIMIENTO A medida que


aumenta la concentración de nutrientes aumenta la velocidad de crecimiento hasta llegar
a una concentración que ya no es limitante y se sigue aumentando no aumentará la
velocidad de crecimiento. También la concentración de nutrientes tiene efecto sobre la
"cosecha máxima" o crecimiento total ya que una gran parte del nutriente es convertido
en masa celular, si se limita la cantidad de nutriente se limitará también la cantidad de
material celular.
FISIÓN BINARIA
La fisión binaria o bipartición es una manera de reproducción asexual que se lleva a cabo
en arqueas, bacterias y protozoos (células procariotas). Consiste en la duplicación del
ADN, seguida de la división del citoplasma (atocines), dando lugar a dos células hijas.
La mayor parte de las bacterias se reproducen por participación, lo que produce una tasa
de crecimiento exponencial. Por ejemplo, bajo condiciones óptimas, la
bacteria Escherichia coli se puede dividir una vez cada 20 minutos.
El ADN bacteriano tiene tasas de mutación elevadas. De esta manera, la rápida
reproducción bacteriana da amplias oportunidades para que se produzcan nuevas cepas
capaces de desarrollar resistencia a antibióticos y les ayuda a proliferar en una gran
variedad de ambientes
La fisión binaria comienza primero; con la replicación del ADN que en procariotas consta
de una sola molécula circular. Esta tiene lugar desde el origen de replican, que se abre
formando una burbuja de replicón que separa el DAN doble hebra. Este nuevo ADÁN se va
a anclar a la membrana de plasma en los polos de la célula a través de meso somas.
La evolución de los organismos eucaristías y la creciente complejidad, tamaño y número
de sus cromosomas hizo que se desarrollaran mecanismos más elaborados para repartir el
material génico en partes iguales a las células hijas. Esto dio lugar al aparato mitótico que
en el caso de algunos eucaristías primitivos, como el dinoflagelado Crypthecodinium
cohibir se da una situación intermedia. En este organismo ocurre el anclaje de
cromosomas a la membrana plasmática, una envoltura nuclear que no se
desintegra, microtúbulos del huso que presionan forman canales paralelos que dividen al
núcleo. Los cromosomas se dividen de forma igualitaria porque se anclan en los polos
opuestos de la envoltura nuclear.

Tipos de fisión binaria


La fisión binaria, la cual no debe confundirse con otros procesos tales como la mitosis,
puede dividirse en diferentes grupos dependiendo del plano de división:

 Regular: una célula se divide simétricamente en dos partes de igual tamaño.


 Tipo ameba: La división es un tanto irregular con respecto al citoplasma y
perpendicular respecto al eje del huso. Divisiones de este tipo, tienen lugar
en rizópodos.
 Longitudinal: El eje de la división es longitudinal. Los flagelados poseen divisiones de
este tipo.
 Transversal: Ocurre en ciliados como el Paramecium, el citoplasma se divide de forma
perpendicular al eje del huso.
 Oblicua: Sucede en opalinidas, que poseen filas oblicuas de cilios. La división comienza
siendo longitudinal pero luego se vuelve paralela a estas filas de cilios. Es intermedia
entre la longitudinal y la transversal.
GENÉTICA BACTERIANA
La genética bacteriana es un área temática dentro de la microbiología y la ingeniería
genética, estudia los microorganismos para diferentes propósitos. Los microorganismos
que se observan son bacterias y arqueas. Algunos hongos y protozoos también son temas
utilizados para estudiar en este campo. Los estudios de microorganismos involucran
estudios de genotipo y sistema de expresión. Los genotipos son las composiciones
heredadas de un organismo
Desde el descubrimiento de microorganismos por Robert Hooke y Antoni van
Leeuwenhoek durante el período 1665-18852 se han utilizado para estudiar muchos
procesos y han tenido aplicaciones en diversas áreas de estudio en genética. Por ejemplo:
Los científicos utilizan las rápidas tasas de crecimiento de los microorganismos y los cortos
tiempos de generación para estudiar la evolución. Los descubrimientos de Robert Hooke y
Antoni van Leeuwenhoek involucraron representaciones, observaciones y descripciones
de microorganismos,34 realizadas mediante un microscopio simple. La genética microbiana
también tiene aplicaciones para poder estudiar procesos y vías similares a las que se
encuentran en los seres humanos, como el metabolismo de los fármacos.
Bacterias

Las bacterias se clasifican por su forma.

Las bacterias han estado en este planeta durante aproximadamente 3.500 millones de


años y se clasifican por su forma. La genética bacteriana estudia los mecanismos de su
información hereditaria, sus cromosomas, plásmidos, transposones y fagos. Los sistemas
de transferencia de genes que se han estudiado ampliamente en bacterias incluyen
la transformación genética, la conjugación y la transducción. La transformación natural es
una adaptación bacteriana para la transferencia de ADN entre dos células a través del
medio intermedio. La captación del ADN del donante y su incorporación recombinacional
en el cromosoma receptor depende de la expresión de numerosos genes bacterianos
cuyos productos dirigen este proceso. En general, la transformación es un proceso de
desarrollo complejo que requiere energía y que parece ser una adaptación para reparar el
daño del ADN. La conjugación bacteriana es la transferencia de material genético
entre células bacterianas por contacto directo de célula a célula o por una conexión en
forma de puente entre dos células. La conjugación bacteriana se ha estudiado
extensamente en Escherichia coli, pero también ocurre en otras bacterias
como Mycobacterium smegmatis. La conjugación requiere un contacto estable y
prolongado entre un donante y una cepa receptora, es resistente a la ADNasa y el ADN
transferido se incorpora al cromosoma del receptor mediante recombinación homóloga.
La conjugación de E. coli está mediada por la expresión de genes de plásmidos, mientras
que la conjugación de micobacterias está mediada por genes del cromosoma bacteriano. 14
La transducción es el proceso mediante el cual un virus o un vector
viral introduce ADN extraño en una célula. La transducción es una herramienta común
utilizada por los biólogos moleculares para introducir de manera estable un gen extraño
en el genoma de una célula huésped.

Aplicaciones de la genética bacteriana


Utilizando bacterias, se desarrollaron protocolos para insertar genes
en plásmidos bacterianos, aprovechando su rápida reproducción, para
hacer biofábricas del gen de interés. Dichas bacterias modificadas genéticamente pueden
producir productos farmacéuticos como insulina, hormona del crecimiento
humano, interferones y factores de coagulación sanguínea. Estas biofábricas suelen ser
mucho más baratas de operar y mantener que los procedimientos alternativos de
producción de productos farmacéuticos. Son como millones de pequeñas máquinas
farmacéuticas que solo requieren materias primas básicas y el entorno adecuado para
producir una gran cantidad de producto. La utilización de la incorporación del gen de la
insulina humana por sí sola ha tenido profundos impactos en la industria médica. Se cree
que las biofábricas podrían ser la clave fundamental para reducir el precio de los costosos
compuestos farmacéuticos que salvan vidas. Las bacterias sintetizan una variedad de
enzimas para aplicaciones industriales, como alimentos fermentados, reactivos de prueba
de laboratorio, productos lácteos (como la renina) e incluso en la ropa (como el
hongo Trichoderma, cuya enzima se usa para dar a los jeans una apariencia de lavado a la
piedra). Actualmente existe la posibilidad de que las bacterias se utilicen como alternativa
a los tensioactivos a base de petróleo. Los tensioactivos microbianos todavía tendrían el
mismo tipo de grupos funcionales hidrófilos e hidrófobos que sus contrapartes a base de
petróleo, pero tienen numerosas ventajas sobre su competencia. En comparación, los
compuestos anfifílicos microbianos tienen una fuerte tendencia a permanecer funcionales
en ambientes extremos, como áreas con altas temperaturas o pH extremo, todo ello
siendo biodegradable y menos tóxico para el medio ambiente. Este método de producción
eficiente y económico podría ser la solución al creciente consumo mundial de
tensioactivos. Irónicamente, la aplicación de tensioactivos de base biológica con mayor
demanda es la industria petrolera, que utiliza tensioactivos en la producción general, así
como en el desarrollo de composiciones de aceite específicas. Las bacterias son una
fuente abundante de lipasas que tienen una amplia variedad de aplicaciones industriales y
de consumo. Las enzimas realizan una amplia variedad de funciones dentro de las células
de los seres vivos, por lo que tiene sentido que podamos usarlas para propósitos similares
a mayor escala. Las enzimas microbianas se prefieren típicamente para la producción en
masa debido a la amplia variedad de funciones disponibles y su capacidad para producirse
en masa. Las enzimas vegetales y animales suelen ser demasiado caras para producirlas en
masa, sin embargo, este no es siempre el caso. Especialmente en plantas. Las aplicaciones
industriales de las lipasas generalmente incluyen la enzima como un catalizador más
eficiente y rentable en la producción de productos químicos comercialmente valiosos a
partir de grasas y aceites, porque pueden retener sus propiedades específicas en
condiciones suaves de fácil mantenimiento y trabajar a un ritmo mayor. Otras aplicaciones
ya exitosas de las enzimas lipolíticas incluyen la producción de biocombustibles,
polímeros, productos farmacéuticos no estereoisoméricos, compuestos agrícolas y
compuestos que mejoran el sabor. En cuanto a la optimización industrial, el beneficio del
método de producción de biofábrica es la capacidad de optimización directa por medio de
evolución dirigida. La eficiencia y especificidad de la producción aumentará con el tiempo
imponiendo la selección artificial. Este método de mejorar la eficiencia no es nada nuevo
en la agricultura, pero es un concepto relativamente nuevo en la producción industrial. Se
piensa que este método será muy superior a los métodos industriales convencionales
porque tiene optimización en múltiples frentes. El primer frente es que los
microorganismos que componen las biofábricas pueden evolucionar según nuestras
necesidades. El segundo frente es el método convencional de optimización provocado por
la integración de tecnologías avanzadas. Esta combinación de avance convencional y
biológico se está utilizando ahora y proporciona un número virtualmente ilimitado de
aplicaciones.
TRANSDUCCIÓN, TRANSFORMACIÓN Y CONJUGACIÓN BACTERIANA.

El requisito indispensable para llevar a cabo cualquier análisis genético es la existencia de


variabilidad genética, la mutación es la fuente primaria de variabilidad genética. Otra
característica importante del material hereditario es la recombinación. La recombinación
consiste en la producción de nuevas combinaciones genéticas a partir de las generadas
inicialmente por la mutación. Dos moléculas de ADN que posean distintas mutaciones
pueden intercambiar segmentos y dar lugar a la aparición de nuevas combinaciones
genéticas. Las bacterias y los virus, al igual que los organismos eurcarióticos también
tienen mecanismos de recombinación. En el caso de las bacterias existen tres mecanismos
de recombinación: transformación, conjugación y transducción. La existencia de estos
mecanismos permite la construcción de mapas genéticos en bacterias.

Transformación: en determinadas condiciones fragmentos de ADN exígeno pueden entrar


en el interior de las bacterias. El ADN exógeno puede intercambiar segmentos con el ADN
del cromosoma principal bacteriano. En la transformación la bacteria receptora acepta
moléculas desnudas de ADN que penetran por su pared desde el medio externo. De forma
natural podría ocurrir cuando las bacterias receptoras comparten su ecosistema con una
población de bacterias donadoras que muere y cuyos cromosomas se fragmentan. El ADN
desnudo es destruido rapidamente por DNAsas que son enzimas muy frecuentes en
muchos medios, por lo que la probabilidad de que ocurran transformaciones naturales es
pequeña. Además la pared de la célula receptora debe estar relativamente permeable
para dejar pasar fragmentos de ADN. Suelen ser competentes, es decir, capaces de sufrir
transformación las especies de Streptococuus, Staphylococcus, Haemophilus, Neisseria y
Bacillus. Sin embargo en el laboratorio puede forzarse la competencia mediante cambios
en la concentración de calcio del medio. Esta técnica se emplea para introducir en la
bacteria moléculas mixtas de ADN recombinante de las que interesa obtener copias
(clonación).

Conjugación: transferencia del material hereditario (ADN) de una bacteria donadora a otra
receptora. Requiere el contacto físico entre las dos estirpes bacterianas, la donadora y la
receptora. El contacto físico se establece a través de los pili-F de la bacteria donadora
formándose un tubo de conjugación. El ADN de la bacteria receptora puede intercambiar
segmentos con el ADN de la donadora. Conjugación Para conjugar tiene que existir
contacto físico entre la bacteria donadora de ADN y la receptora. La capacidad de donar la
proporciona el poseer un plásmido conjugativo que también se denomina factor de
fertilidad o plásmido sexual. La conjugación entre bacterias Gram negativas suele ocurrir a
través de pili sexuales codificados por el plásmido conjugativo. Entre éstos el mejor
estudiado es el plásmido F de Escherichia coli. Las bacterias que lo poseen (F+) sintetizan 2
o 3 pili con los que contactan con bacterias receptoras y se acercan a ellas. Entonces el
plásmido F se rompe por un lugar fijo (el origen de transferencia), y una de sus cadenas
pasa a través del puente citoplásmico creado por el pili, hasta el citoplasma de la célula
receptora. Mientras tanto la otra gira en el citoplasma de la donadora (mecanismo del
círculo rodante). En ambos citoplasmas se van sintetizando las cadena complementarias
de forma que al final del proceso ambas bacterias poseen un plásmido F completo. Por
tanto la conjugación convierte a la bacteria receptora (F-) a su vez en donadora (F+), lo
que acelera el proceso de extensión del plásmido, y puede ocurrir entre bacterias de la
misma o de difrentes especies relacionadas. Por eso cuando los genes que proporcionan
resistencia a los antibióticos están en plásmidos conjugativos se extienden muy
rápidamente a través de diversas especies patógenas.

Transducción: no necesita del contacto físico entre dos estirpes bacterianas. El vehículo o
vector que transporta ADN de una bacteria a otra es un virus. Al igual que las bacterias,
también existen mecanismos que originan recombinación en virus. Cuando dos virus
diferentes infectan a la misma bacteria, sus ADNs pueden intercambiar segmentos y,
como consecuencia, pueden aparecer partículas virales recombinantes con nuevas
combinaciones genéticas. Los transposones son fragmentos de ADN capaces de moverse
desde unas moléculas de ADN a otras siempre que posean determinadas secuencias
dianas que permiten su integración, sin necesidad de que exista una homología de
secuencias. Pueden encontrarse integrados en cualquier elemento genético replicativo o
replicón, tanto en cromosomas como en plásmidos. Todos los transposones poseen al
menos la capacidad de provocar su transposición o salto hacia otro elemento genético
porque poseen entre otros el gen que codifica una transposasa, enzima clave para
duplicar la secuencia diana y permitir la integración del transposón. A veces la
transposición es replicativa y una copia del trasposón se queda mientras otra se incluye en
la diana. Otras veces no se replica sino que se libera de un replicón y se integra en otro.
Algunos trasposones incluyen genes de resistencia a antibióticos que se extienden así del
cromosoma a los plásmidos o de un plásmido a otro lo que favorece enormemente su
diseminación entre diversas especies de bacterias patógenas.

Davis, Dulbecco, Eisen and Ginsberg. 1990. Microbiology. Fourth Edition. J. B. Lippincott Company.

Madigan M.T, Martingo J. M. y Jack Parker. 2004. Décima Edición. Brock Biología de los Microorganismos Prentice Hall

Tortora G. J., B. R. Funke and Ch. L. Case 2007. Introducción a la Microbiología 9na Edición.

Editorial Médica Panamericana. Wistreich and Lechtman. Microbiology. Fifth Edition. 1998. Macmillan Publishing. Co.

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