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Las bacterias son los organismos más exitosos sobre el planeta. Han vivido en este planeta
por dos mil millones de años antes que las primeras células eucariotas y, durante ese
tiempo, evolucionaron en millones de especies distintas.
Son unicelulares
Absolutamente todas las bacterias son unicelulares, es decir, están formadas por una
única célula que, por sí sola, es capaz de desarrollar todas las funciones fisiológicas
necesarias para la supervivencia de la misma.
Son procariotas
Las bacterias, como formas primitivas de vida que son, son procariotas. Esto significa
que carecen tanto de núcleo delimitado como de orgánulos celulares, por lo que el ADN
se encuentra libre en el citoplasma y todas las reacciones metabólicas no están
compartimenta izadas en orgánulos, sino que tienen lugar también en el citoplasma. Las
células eucariotas, en cambio, disponen de un núcleo donde poder guardar el material
genético y también de orgánulos celulares más complejos, por lo que el grado de
complejidad morfológica que pueden adquirir, empezando por la posibilidad de dar lugar
a organismos pluricelulares, es menor. De todos modos, estos organismos procariotas
tienen la ventaja de que esta sencillez estructural les permite mayor adaptabilidad al
medio.
Se reproducen asexualmente
Las bacterias, al ser procariotas, no pueden dividirse jamás por reproducción sexual. Es
decir, la reproducción bacteriana se realiza de forma asexual. Una bacteria realiza una
mitosis, es decir, una replicación de su material genético para posteriormente separarse
en dos, dando como resultado dos clones. No hay tanta variabilidad genética, pero la
eficacia reproductiva es altísima.
2. Un plasma o membrana celular, la cual funciona como una barrera que rodea a la
célula.
Rasgos únicos
Las bacterias carecen de muchas estructuras que las células eucariotas sí poseen. Por
ejemplo, no poseen un núcleo. Además, carecen de orgánulos unidos a la membrana,
como las mitocondrias o cloroplastos. El ADN de una célula bacteriana también es
diferente al de las células eucariotas. El ADN bacteriano está contenido en un cromosoma
circular, ubicado en el citoplasma. Las eucariotas tienen muchos cromosomas lineales. Las
bacterias, además, poseen dos rasgos únicos adicionales: una pared celular y flagelos.
Pared celular
Las bacterias son rodeadas por una pared celular que consiste de un peptidoglucano . Esta
compleja molécula consiste de azúcares y aminoácidos. La pared celular es importante
para proteger a las bacterias. Es tan importante que algunos antibióticos, como la
penicilina, destruyen bacterias previniendo que se forme la pared celular. Algunas
bacterias dependen de un organismo huésped para obtener energía y nutrientes. Estas
bacterias se conocen como parásitos . Si el huésped comienza a atacar a la bacteria
parasítica, esta produce una capa de mucosa que rodea la pared celular, dando una capa
de protección extra.
Flagelos
Algunas bacterias poseen una estructura con forma de cola llamada flagelo.
El Flagelo permite a la bacteria moverse. A medida que el flagelo rota, gira a la bacteria y
la impulsa hacia adelante. Aunque algunas células eucariotas poseen flagelo, esto es muy
raro.
CURVA DE CRECIMIENTO BACTERIANO
Fase de latencia
Cuando una población bacteriana es inoculada en medio fresco, el crecimiento
usualmente no comienza de inmediato sino después de un tiempo llamado de latencia,
que puede ser corto o largo dependiendo de las condiciones. La fase de latencia
representa un periodo de transición para los microorganismos cuando son transferidos a
una nueva condición. En esta fase se producen las enzimas necesarias para que ellos
puedan crecer en un nuevo medio ambiente. En esta fase no hay incremento en el
número de células, pero hay gran actividad metabólica, aumento en el tamaño individual
de las células, en el contenido proteico, ADN y peso seco de las células. Si un cultivo que
está creciendo en fase exponencial es inoculado al mismo medio de cultivo bajo las
mismas condiciones de crecimiento, no se observa fase de latencia y el crecimiento
exponencial sigue a la misma velocidad. Si el inóculo se toma de un cultivo viejo (fase
estacionaria) y se inocula en el mismo medio, generalmente se presenta la fase de latencia
esto se debe a que las células generalmente agotan una serie de coenzimas esenciales u
otros constituyentes celulares y se requiere cierto tiempo para su resíntesis. También se
observa latencia cuando el inóculo está formado por células que han sido dañadas pero no
muertas, bien sea por tratamiento con calor, radiaciones o sustancias químicas, puesto
que requieren reparar dicho daño. En el caso de que una población se transfiera de un
medio de cultivo rico a un medio pobre, se observa latencia puesto que es necesario que
las células para poder seguir creciendo tengan una serie de enzimas para poder sintetizar
algunos metabolitos esenciales que no están presentes en el medio.
Fase estacionaria
En cultivos en recipientes cerrados una población no puede crecer indefinidamente en
forma exponencial. Las limitaciones del crecimiento ocurren ya sea por agotamiento de
algún nutriente esencial, por acumulación de productos tóxicos, porque se alcance un
número de células elevado para el espacio disponible o por una combinación de las causas
anteriores. Este periodo durante el cual cesa el crecimiento se conoce como fase
estacionaria.
REPRODUCCIÓN DE LAS CLAMIDIAS Las clamidias se replican por fisión binaria, pero
sufren variaciones morfológicas durante su ciclo de replicación, el cual resumidamente
consiste en lo siguiente:
1. Las formas infecciosas denominadas cuerpos elementales (C.E.), miden 0,3 µm de
diámetro aproximadamente, se unen a la célula huésped.
2. Los cuerpos elementales entran a la célula huésped mediante un mecanismo similar a la
fagocitosis, al cual se le denomina endocitosis. Una vacuola derivada de la membrana
celular rodea los cuerpos elementales.
3. Por un mecanismo no muy bien entendido, una hora después, los cuerpos elementales
sufren un proceso de reorganización y cambios metabólicos, transformándose en unas
estructuras que miden alrededor de 1 µm de diámetro, y son menos densos que los
cuerpos elementales, a estas estructuras se les denomina cuerpos iniciales (C.I.) o cuerpos
reticulares (C.R.).
4. Estos cuerpos reticulares o iniciales comienzan a dividirse por fisión binaria dentro de la
vacuola, utilizando energía derivada del ATP generado por la célula huésped, produciendo
múltiples cuerpos reticulares.
5. Después de 24 a 72 horas los cuerpos iniciales se reorganizan y condensan para formar
los nuevos cuerpos elementales.
6. La célula huésped se rompe y libera los cuerpos elementales que son capaces de
infectar otras células.
Conjugación: transferencia del material hereditario (ADN) de una bacteria donadora a otra
receptora. Requiere el contacto físico entre las dos estirpes bacterianas, la donadora y la
receptora. El contacto físico se establece a través de los pili-F de la bacteria donadora
formándose un tubo de conjugación. El ADN de la bacteria receptora puede intercambiar
segmentos con el ADN de la donadora. Conjugación Para conjugar tiene que existir
contacto físico entre la bacteria donadora de ADN y la receptora. La capacidad de donar la
proporciona el poseer un plásmido conjugativo que también se denomina factor de
fertilidad o plásmido sexual. La conjugación entre bacterias Gram negativas suele ocurrir a
través de pili sexuales codificados por el plásmido conjugativo. Entre éstos el mejor
estudiado es el plásmido F de Escherichia coli. Las bacterias que lo poseen (F+) sintetizan 2
o 3 pili con los que contactan con bacterias receptoras y se acercan a ellas. Entonces el
plásmido F se rompe por un lugar fijo (el origen de transferencia), y una de sus cadenas
pasa a través del puente citoplásmico creado por el pili, hasta el citoplasma de la célula
receptora. Mientras tanto la otra gira en el citoplasma de la donadora (mecanismo del
círculo rodante). En ambos citoplasmas se van sintetizando las cadena complementarias
de forma que al final del proceso ambas bacterias poseen un plásmido F completo. Por
tanto la conjugación convierte a la bacteria receptora (F-) a su vez en donadora (F+), lo
que acelera el proceso de extensión del plásmido, y puede ocurrir entre bacterias de la
misma o de difrentes especies relacionadas. Por eso cuando los genes que proporcionan
resistencia a los antibióticos están en plásmidos conjugativos se extienden muy
rápidamente a través de diversas especies patógenas.
Transducción: no necesita del contacto físico entre dos estirpes bacterianas. El vehículo o
vector que transporta ADN de una bacteria a otra es un virus. Al igual que las bacterias,
también existen mecanismos que originan recombinación en virus. Cuando dos virus
diferentes infectan a la misma bacteria, sus ADNs pueden intercambiar segmentos y,
como consecuencia, pueden aparecer partículas virales recombinantes con nuevas
combinaciones genéticas. Los transposones son fragmentos de ADN capaces de moverse
desde unas moléculas de ADN a otras siempre que posean determinadas secuencias
dianas que permiten su integración, sin necesidad de que exista una homología de
secuencias. Pueden encontrarse integrados en cualquier elemento genético replicativo o
replicón, tanto en cromosomas como en plásmidos. Todos los transposones poseen al
menos la capacidad de provocar su transposición o salto hacia otro elemento genético
porque poseen entre otros el gen que codifica una transposasa, enzima clave para
duplicar la secuencia diana y permitir la integración del transposón. A veces la
transposición es replicativa y una copia del trasposón se queda mientras otra se incluye en
la diana. Otras veces no se replica sino que se libera de un replicón y se integra en otro.
Algunos trasposones incluyen genes de resistencia a antibióticos que se extienden así del
cromosoma a los plásmidos o de un plásmido a otro lo que favorece enormemente su
diseminación entre diversas especies de bacterias patógenas.
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