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ÍNDICE.
1. INTRODUCCIÓN.
2. DESARROLLO.
2.1. LA IDENTIDAD VISUAL.
2.2. DISEÑO GRÁFICO E IDENTIDAD CORPORATIVA.
2.3. EL VALOR REPRESENTATIVO DE LA MARCA Y LOS DEMÁS SIGNOS DE
IDENTIDAD, SUS FUNCIONES.
2.4. EL MANUAL DE IDENTIDAD CORPORATIVA, ESTRUCTURA.
2.5 LA APLICACIÓN DE LOS SIGNOS DE IDENTIDAD.
3. CONCLUSIONES.
4. BIBLIOGRAFÍA.
1. INTRODUCCIÓN.
La idea de identidad está formada por aquellas características que de finen a las cosas y a
los seres, haciéndoles singulares. De igual modo, una organización social, cultural o
mercantil tiene también una identidad, que deberá ser potenciada por medio del cuidado
de su imagen.
Cada cosa o entidad está dotada de unas características que le son propias, gracias a las
cuales las distinguimos y somos capaces de almacenarlas en la memoria. Estos signos de
identidad característicos del objeto, individuo o entidad los hacen -por tanto- reconocibles.
Cuando miramos un árbol percibimos su forma, su tamaño, color, textura, etc., y a través
de estos elementos lo identi ficamos. Cuando miramos la huella de un dedo manchado de
tinta sobre un papel, percibimos unas formas negras, que tienen un signi ficado mas allá
de ellas mismas: señalan inmediatamente al hombre que las posee. Por medio de
asociaciones creadas a partir de una serie de conocimientos adquiridos, ligamos la huella
con el hombre que la generó. El diseñador utiliza estos signos representativos de los
objetos para crear las marcas que van a identi ficarlos.
Es fácil signi ficar un objeto material simulando su aspecto físico, pero representar una
entidad que tiene múltiples aspectos, dependiendo de si el punto de vista es el de los
empleados, los clientes o sus proveedores es imposible, si quiere hacerse de una forma
exhaustiva; por ello, surgen elementos simbólicos que la pueden representar globalmente.
La identidad visual corporativa es la parte tangible de la identidad corporativa, expresada
a través de distintos productos del diseño grá fico. La identidad visual se hace
imprescindible para dotar de coherencia a la identidad corporativa, y también ayuda a
transmitir los valores intangibles. La identidad visual se expresa mediante el logotipo de
una empresa, su símbolo grá fico, su color, su tipografía, y su aplicación a distintos
productos grá ficos, tanto impresos como digitales; como su página web, folletos, material
de papelería, promocional o publicitario, señalética, y todo aquello que nos ayuda a
reconocer y a diferenciar una marca de otra.
Para que este reconocimiento sea efectivo, es obligatorio el uso de un manual de
identidad visual corporativa donde se recogen las normas de uso del logotipo, de los
colores, etc. Este manual, de uso interno y externo, explica cómo aplicar el diseño grá fico
en los diferentes soportes en los que puede aparecer nuestra marca. No hace falta decir
lo importante que es este documento y su correcta aplicación tanto en el ámbito interno de
una empresa, como en el ámbito externo.
2. DESARROLLO.
2.1. LA IDENTIDAD VISUAL.
El diseño de la identidad visual para una marca o entidad, es la creación de ciertos
elementos grá ficos simbólicos que representen los valores de la marca, como ésta quiere
ser percibida, y como quiere que nos percibamos a nosotros mismos al usar sus
productos; pero no es solo eso. El diseño de una identidad visual, es el diseño de un
programa de acciones que pretende comunicar, por medio de todos los soportes a su
alcance, los contenidos esenciales -tanto tangibles como intangibles- que son atribuibles a
una marca o entidad.
Todo programa de estas características es producto de un trabajo metodológico muy
serio, en el que intervienen profesionales de diversas disciplinas y en el que las
decisiones nunca son tomadas al azar. Puede a firmarse que las características que
de finen un programa de identidad son básicamente dos:
1. Integralidad: Las intervenciones aisladas, incoherentes o producto de la mera
acumulación provocan dispersión de comunicados, cuando no se desautorizan y
contradicen entre sí. Es habitual encontrar, dentro de una empresa que no posee un
programa de identidad racional, elementos de diseño que corresponden a diferentes
épocas que no guardan la relación de continuidad necesaria con otros mas modernos;
ello produce un debilitamiento de la comunicación, ya que el usuario es incapaz de
identi ficar el símbolo que ha visto en una valla publicitaria, con otro más antiguo que
aparece en la puerta del comercio, produciendose una falta de e ficacia del programa de
identidad. En muchas ocasiones una imagen grá fica obsoleta puede suponer un
verdadero lastre para cualquier otra acción comunicacional: un buen producto, de
excelente diseño y precio accesible puede ver obstaculizada su promoción por un
logotipo inadecuado o por el uso de una tipografía no idónea. Todo programa, una vez
de finido, debe aplicarse de forma completa en el menor tiempo posible, para evitar los
posibles vacíos en la comunicación que, sin duda, pueden perjudicar a la imagen de la
empresa.
2. Investigación: El diseño de una identidad visual, no pueden afrontarse de una
forma super ficial; se precisa de una plani ficación previa que aporte la totalidad de los
datos signi ficativos acerca del proyecto, y nos permitan elaborar un diagnóstico, con el
que detectar el problema de diseño que, desde el punto de vista de la identidad visual,
la marca tiene en ese momento. De esta forma podremos proponer soluciones
e ficaces, en función de los medios y el presupuesto a nuestro alcance. Las
metodologías deben adaptarse a cada caso y nunca cada caso a una metodología
predeterminada.
Estas son básicamente las dos premisas que conducirán a la obtención de un programa
de identidad e ficaz que permita un acercamiento mayor entre la empresa y sus clientes o
usuarios.
Cada tipo de actividades se verá representada con símbolos y colores diferenciados y
signi ficativos; por otra parte, el campo de acción de cada empresa u organismo marcará
unos limites en cuando a tono comunicativo, y los soportes de difusión.
En relación con estos parámetros, los programas a realizar serán muy diversos. Es muy
distinto el diseño de una identidad visual para una institución de ámbito regional (como
por ejemplo una Comunidad Autónoma), que no necesita desarrollarse en el marco de la
competencia, que para una empresa de ámbito internacional que necesita posicionarse y
ser competitiva. En el primer caso, la vocación de servicio publico permitirá unos
elementos grá ficos que no alteren el entorno, nunca excesivamente llamativos; en el
segundo, la posible existencia de otras opciones de cara al usuario obligará a una imagen
más agresiva, que capte la atención del publico. Así mismo, la dimensión internacional
haría necesario valorar las diferentes culturas a las que ha de dirigirse, mediante la
creación de símbolos de fácil comprensión en distintos contextos culturales, y que, en
ningún, caso hieran susceptibilidades nacionales.
Para algunas empresas pequeñas su programa de identidad será, además, el único
instrumento de comunicación a que tengan acceso; en casi ningún caso podrán recurrir a
la publicidad convencional, y será a través del mailing o difusión en RRSS, generalmente,
el modo por el que llegarán a sus posibles clientes, con lo que el diseño de estos
pequeños elementos debe ser cuidado al máximo. Para estas empresas los canales de
comunicación pueden tener una magnitud aún mayor, ya que la aparición de nuevas
tecnologías y el uso de internet, condiciona de forma importante la transmisión de
información.
Los factores que determinan la complejidad de la identidad visual de de una marca son:
1. El tamaño y carácter de la institución dentro de su sector.
2. La magnitud y posible diversi ficación de sus comunicaciones.
3. Su posible proyecto de futuro.
Son muchos y diversos los enfoques con que los diferentes autores han afrontado la
cuestión de la metodología en el diseño de identidad visual corporativa; en ocasiones, si
bien los contenidos de estos enfoques son los mismos, lo que los diferencia es el lenguaje
utilizado o los esquemas que representan las diferentes etapas del proceso de trabajo. No
obstante, todos estos puntos de vista coinciden en la necesidad de una primera etapa de
investigación y una segunda de realización propiamente dicha que, a su vez, pueden
subdividirse en diversas fases.
Una vez que el diseñador recibe el encargo por parte de la empresa, debe dedicarse a
recopilar toda la información que le sea necesaria; dicha información será el fundamento
de esta primera etapa de plani ficación pues permitirá determinar con claridad el contexto
en que se desarrolla la marca.
En etapa de plani ficación es preciso de finir todos los criterios para el trabajo de diseño,
para lo cual es preciso mantener un estrecho contacto con la empresa que permitirá
también obtener toda la información interna necesaria para la elaboración del proyecto. Al
mismo tiempo, se deberán obtener otros datos del propio contexto en el que se
desenvuelve la institución. Esta información permitirá comprender cual es la dimensión del
proyecto y cuales son los medios materiales y humanos con los que el equipo de diseño
deberá contar, y esbozar un esquema de todo el proceso de trabajo que permita prever
con acierto las sucesivas etapas. Este primer momento se podría de finir como la fase de
la organización.
Un segundo estadio dentro de esta primera etapa, seria la elaboración de la información
recibida, lo que nos permitirá aventurar algunas posibles hipótesis de trabajo. Será
entonces necesario analizar de forma rigurosa todos los datos recibidos. Por ejemplo, si el
antiguo símbolo de la entidad es bien percibido por el publico, lo mantendremos o
rediseñaremos desde una óptica continuista, si no, habrá que crear uno nuevo; si hay que
dirigirse a un grupo de gente mas amplio o distinto, modi ficaremos los colores o la
tipografía, etc. Paralelamente se hace preciso un cálculo del tiempo y de los costes
de finitivos de todo el proyecto.
Una vez aclarado lo anterior, empezaría la etapa de creación grá fica propiamente dicha,
que culminara en la publicación del manual de identidad. Con los criterios ya de finidos, se
realizan una serie de propuestas que recogen las distintas alternativas y las diferentes
soluciones que puedan dar respuesta al problema de diseño.
Estas propuestas deben atenerse a una serie de criterios o principios básicos que
permiten garantizar la e ficacia de los signos.
1. Principio de signi ficado. Los elementos grá ficos a diseñar no pueden serlo de
manera gratuita; es decir, no basta con encontrar formas y colores estéticamente
bellos, sino que éstos deben responder en todo momento a los contenidos que
transmite o que quiere transmitir la institución. Los buenos logotipos exigen un tiempo
para la re flexión, que nos conduzca a un buen concepto relacionado con la marca.
2. Principio sinérgico. Todo buen programa es siempre algo más que la suma de las
partes que lo integran; en realidad, éste es su fundamento, esta posibilidad de
actuación conjunta y complementaria de todos sus elementos, es lo que garantiza su
éxito. Por tanto, es preciso un diseño coherente de todo el conjunto, a lo que contribuye
el diseño de módulos y retículas sobre las que puedan aplicarse formas tipográ ficas y
colores. Esta estructura debe ser a la vez rígida en cuanto a su formalización, pero
flexible a la hora de ser utilizada.
3. Principio de universalidad. La idea básica de este principio es que el programa
debe estar pensado para durar en el tiempo y para poder ser aplicado en diferentes
lugares. Debido a esto, será preciso huir de las imágenes o de las soluciones grá ficas
fáciles que se desgastan rápidamente. Hay que intentar prever los cambios en la moda
y diseñar pensando siempre a largo plazo: el gran éxito de la identidad corporativa
reside en el reforzamiento que con el paso del tiempo consiguen los símbolos, los
cuales terminan por hacer inseparables determinadas ideas de determinadas
representaciones grá ficas. Será pues necesario que la imagen de identidad se
mantenga el mayor tiempo posible, y ésto sólo se consigue cuando el trabajo se ha
iniciado con corrección, y todo el programa responde a las verdaderas necesidades de
la institución a la que va destinado.
Los creadores de un programa de identidad grá fica y de los identi ficadores que tienen que
representarla, pueden ser desde un amplio equipo interdisciplinar de profesionales de
una agencia o departamento de identidad de marca, hasta un estudio de diseño
especializado, un diseñador en solitario o un emprendedor que asume diversas tareas en
la puesta en marcha de un proyecto y su marca. Todo dependerá del tipo de marca y de
lo que hay detrás. Pero, sea quien sea, debe ser alguien que conozca el contexto cultural,
institucional y conceptual de la marca. Tiene que conocer la filosofía que la de fine y los
conceptos que se quieren transmitir, debe conocer bien aspectos tangibles, como el
proceso de producción o la calidad de lo que se ofrece, pero también debe estar atento a
todo lo intangible de la entidad. Si es necesario, tendrá que entrevistarse o recibir
información de diferentes personas implicadas con la entidad que se va a identi ficar.
Tiene que conocer también al público al que la marca se dirige y, si se da el caso, las
características y posiciones de las posibles marcas competidoras.
Impregnado de este conocimiento, tendrá que buscar la manera de traducir gráficamente
lo que se quiere transmitir y representar. En esta situación, estará actuando como un
creador gráfico, pero también como un estratega cultural y un comunicador.
Uno de los valores principales de una marca, es su capacidad de ser recordadada. Los
factores principales que habrán de tenerse en cuenta a la hora de iniciar los trabajos de
diseño de una marca, para in fluir en su capacidad de ser memorizada, son los siguientes:
1. La originalidad. Ya sea temática o conceptual. Hará que la marca sea fácilmente
diferenciable y llamará la atención del observador, siendo así mas fácil de recordar.
2. El valor simbólico. Capaz de asociarse a emociones o sensaciones determinadas.
3. Pregnancia formal. Deberá tener capacidad de impactar sobre el publico. Se
aconseja utilizar figuras sencillas, ya que resultan más fáciles de recordar.
4. Repetición. Una marca queda fijada en nuestra memoria al cabo del tiempo, como
resultado de verla repetida muchas veces. Es necesario crear un diseño que pueda
resistir una exposición continuada, adecuándose a los cambios de modas y estilos, sin
que se agote el interés que pueda suscitar.
5. Consistencia. Una marca impresa sobre un producto otorga a éste un carácter de
autenticidad. Se pretende que la marca ofrezca la impresión de que la calidad de los
productos es y será constante mientras éstos existan. Una marca común que uni fique
una serie de productos les atribuirá a todos una calidad uniforme. Pueden utilizarse una
serie de estrategias encaminadas a conseguir la con fianza de los consumidores
mediante el uso consistente de una marca.
2. Logotipo.
El nombre de una marca es sólo una identi ficación verbal que necesita concretarse
visualmente en un texto escrito. Este texto escrito es el logotipo. Es la versión
grá fica estable del nombre de la marca, que añade nuevos aspectos connotativos a
la capacidad identi ficadora del nombre, e incorpora atributos como pueden ser los
de una determinada tipografía que proporcione signi ficados complementarios, no
sólo al emplear alfabetos especiales creados para la marca, sino también al utilizar
las familias topográ ficas existentes, las cuales tienen asociado un signi ficado
adquirido a través del tiempo por el tipo de uso que más frecuentemente se les
haya dado. Las formas del texto caligrá fico o tipográ fico, no son sólo signos en los
que descodi ficar un mensaje verbal: hay un segundo nivel de signi ficación, menos
evidente, que es el que revela su enunciado visual, su forma.
Además de la elección tipográ fica o caligrá fica en la creación de un logotipo, se
pueden introducir modi ficaciones adicionales en las letras, interviniendo y
modi ficando directamente su diseño o combinándolas con el símbolo grá fico.
Por otra parte, hay aspectos básicos de percepción que hay que tener en cuenta:
buscar que el logotipo sea legible a distancia y en diferentes condiciones, y
conseguir una composición que no induzca a confusiones. Aún así, debemos
procurar que los logotipos sean visibles y reconocibles antes que legibles; puedes
darse el caso de emplear tipos que no serían legibles fuera de contexto.
• Firma. Podemos considerarla como otra variante del logotipo, que es aplicada en
productos o servicios de calidad o exclusivos, o cuando se quiere destacar una
personalidad en concreto, es decir, cuando son productos o servicios “de autor”.
2. Gamas cromáticas.
La elección de los colores corporativos, puede obedecer a una motivación
normativa, es decir, al signi ficado que ciertos colores tienen en la cultura o el sector
industrial al que la marca pertenece, o bien puede estar motivada por los
signi ficados del color a nivel psicológico.
En cuanto al primer caso, deberemos tener el cuanta los signi ficados que cada
color tienen en las diferentes culturas, y que pueden diferir en su interpretación de
una a otras. (por ejemplo, el color blanco, en algunas culturas es un color de luto).
En la industria, ciertos colores se relacionan históricamente con ciertos sectores o
productos. Por ejemplo, el color verde con los productos bio, el azul con los
productos lácteos, el negro con los productos exclusivos o gourmet. Esto es algo
que debeos tener muy en cuanta a la hora de nuestra elección, ya que nuestra
marca debe porder ser identi ficada en relación al sector de mercado al que
pertenece, y el uso de esos códigos convencionales, nos será de gran ayuda para
su identi ficación.
Por último, debemos recordar que cada color tiene unos signi ficados asociados,
estudiados por la psicología del color, que podemos usar para identi ficar ciertos
valores asociados a la marca. Por ejemplo, el color amarillo predispone al
optimismo, el rojo es un color pasional y enérgico, el gris equilibrado, etc.
2. La segunda parte comprende los elementos básicos que con figuran el sistema de
identidad:
-Signo grá fico: en color y en blanco y negro, y a distintos tamaños, para comprobar como
soporta los cambios de escala; debe incluirse asimismo la retícula sobre la que el signo se
ha generado y que nos permitirá también ampliarlo manualmente a aquellos tamaños
donde no sea posible hacerlo digitalmente;
-Nombre de la marca: en la tipografía elegida y también a diversos tamaños.
-Logotipo: formado por la unión del signo grá fico y la marca verbal.
-Tipografía/as: corporativa en la que se señalarán, además de la marca, aquellas fuentes
que consideremos compatibles con nuestro programa de identidad.
-Colores de identidad: hay que nombrarlos y acompañarlos de unas muestras, además de
sus códigos Pantone para una perfecta identi ficación.
-Módulos. sobre los que puedan combinarse estos elementos de una forma coherente con
todo el sistema de identidad.
3. CONCLUSIONES.
En un mundo globalizado e institucionalizado, como en el que vivimos, la correcta
identificación resulta un arma sumamente eficaz para dotar de visibilidad, coherencia y
credibilidad a las marcas e instituciones. El diseño, desarrollo e implementación de una
identidad visual adecuada a una marca, ya sea personal, institucional o comercial, es
clave para el correcto posicionamiento de ésta en el panorama mercantil y social. Por otro
lado, la no efectividad en la elección de una identidad visual, puede relegar un buen
producto o servicio al anonimato, dejando de ser visible y competitivo, y por tanto
destinando a la marca a su desaparición a corto o largo plazo.
Las marcas forman parte de nuestras vidas, y no solo como herramientas para
seleccionar los productos o servicios de nuestro interés, sino también como signos de
autoexpresión y aspiracionales; muchas marcas llevan a los compradores a sentirse
identificados -e incluso inspirados- por los valores intangibles asociados a ellas, y
expresados mediante sus símbolos. En este sentido, los signos de identidad tienen la
función de identificar y persuadir, pero también de representar ciertos valores que
conforman la auto imagen del individuo, formando parte no solo de su faceta de
compradores, sino del desarrollo y proyección de su identidad personal. En definitiva, una
buena marca, puede formar parte de la vida de las personas a un nivel muy íntimo; y es
esa relación de familiaridad, confianza y credibilidad, incluso admiración por sus valores,
la que lleva a la fidelización de los clientes, y por tanto al éxito.
4. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA.
-COSTA, JOAN. “La imagen de marca: un fenómeno social”. Paidós Ibérica, 2004.
-CHAVES, NORBERTO. “La imagen corporativa”. Gustavo Gili, 2006.
-LÓPEZ GIMERA, EDUARDO. PINEDA DIÉGUEZ, CRISTINA. “Logos, identidad, brand.
Reflexiones del diseño gráfico en la actualidad”. Ed, Agencia HD2.es.
-CAPRIOTTI PERI, PAUL. “Branding corporativo. Fundamentos para la gestion
estratégica de la identidad corporativa”. Ed. Colección libros de la empresa. Chile, 2009.
-HERRERO FRANQUESA, ALBA. GÓMEZ FONTANILLS, DAVID. “Identidad gráfica.” Ed.
Universitat Oberta de Catalunya. PID_00169042.
-http://www.eugeniovega.es/paidos/brand.pdf