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Voces: BENEFICIO DE LITIGAR SIN GASTOS-SOCIEDADES COMERCIALES

Título: Las sociedades comerciales y el beneficio de litigar sin gastos - Comentario Breve

Autor: Anaya, Jaime Luis

Fecha: 1-ene-1997

Cita: MJ-DOC-160-AR | MJD160

Producto: MJ,SOC

La extensión del beneficio de litigar sin gastos a las sociedades comerciales ha recibido
interpretaciones discrepantes en las decisiones judiciales, si bien generalizada doctrina
propicia el derecho a gozarlo por parte de las personas jurídicas, sin discriminación alguna. Al
socaire de tal interpretación, fundada en que la ley no distingue para su concesión entre
personas físicas e ideales y en que no se debe impedir a éstas el acceso a la justicia cuando
carecen de capacidad patrimonial para afrontar los gastos, se cobijan las sociedades
comerciales (arts. 33, 2º párrafo, inc. 2º cód. civil y 2º de la ley 19.550 [ED, 92-943].

La indagación a partir de los textos legales implicados no contribuye a facilitar el


esclarecimiento. Si bien el ámbito subjetivo del beneficio es descripto con gran amplitud en el
primer párrafo del art. 78 del cód. procesal civil de la Nación porque está referido a los que
carecieren de recursos, predispone a disponerlo exclusivamente en favor de las personas
individuales la redacción del segundo párrafo que vincula su concesión con una situación
patrimonial de estrechez aunque el peticionario tenga recursos suficientes para proveer a su
subsistencia. Coadyuva a la interpretación restrictiva lo dispuesto por el art. 79, inc. 1º cuando
enuncia entre los requisitos de la solicitud la mención de los derechos del peticionario, de su
cónyuge o de sus hijos menores que deben reclamarse o defenderse.

El esclarecimiento del ámbito atribuible al beneficio de litigar sin gastos, sin respuesta en la
literalidad de los textos específicos, puede ser abordado a través de su consideración en el
contexto sistemático. Una inicial aproximación a partir de lo reglado en el mismo ordenamiento
procesal sobre la inembargabilidad de bienes, disciplina de sugestiva analogía en cuanto
también dispuesta en amparo de los económicamente hiposuficientes, no favorece la inclusión
de las sociedades comerciales. Se ha enseñado, en tal sentido, que lo dispuesto por el art. 219
del cód. procesal está preceptuado en favor de las personas físicas (C. J.COLOMBO, Cód.
procesal civ. y com. de la Nación, 4ª ed., t. I, pág. 358); y con mayor estrictez aun se ha
decidido que tampoco ampara a éstas cuando la deuda proviene del ejercicio del comercio,
tornándose embargables los instrumentos que están afectados a la organización de una
empresa mercantil (LINO PALACIO, Derecho Procesal Civil, t. VII, pág. 256). Esta enseñanza,
que ha sido frecuentemente aplicada en las decisiones judiciales, se asienta en una ratio que
resulta aplicable al beneficio de litigar sin gastos y que conduciría a denegarlo al sector de las
personas jurídicas que cumplen actividades empresarias, tal como acontece con las
sociedades comerciales conforme a su caracterización legal (art. 1º, ley 19.550), al margen del
supuesto contemplado por el art. 3º de la ley de sociedades.

A una conclusión análoga permitía llegar el régimen de la tasa de justicia bajo las reglas de las
leyes 18.524, art. 37 [ED, 30-1035] y 18.525, art. 13 [ED, 30-1043], modificadas
restrictivamente, en lo que a esta cuestión concierne, por la ley 21.859 [EDLA, 1978-319] y
derogadas por la vigente ley 23.898 [EDLA, 1990-271]. Bajo aquel régimen se concedía el
beneficio de litigar sin gastos en lo atinente a la tasa de justicia, a las personas jurídicas de
derecho público. Pero las exenciones de la tasa también se otorgaban a ciertas personas
jurídicas de derecho privado: las asociaciones y entidades civiles de asistencia social, caridad,
beneficencia, educación e instrucción; las religiosas, científicas, artísticas, gremiales,
culturales, de fomento vecinal y protectoras de animales, siempre que sus réditos y patrimonio
social se destinasen exclusivamente a los fines de su creación y, en ningún caso, se
distribuyesen directa o indirectamente entre los socios.En cambio, estas mismas disposiciones
legales excluían expresamente de la exención a las entidades organizadas jurídicamente en
forma comercial, así como a las que obtenían sus recursos, en todo o en parte, de la
explotación regular de espectáculos públicos, juegos de azar, carreras de caballos y actividades
semejantes.

Todo lo hasta aquí dicho concurre a formar convicción en el sentido de que el beneficio de
litigar sin gastos no está concebido para las personas jurídicas con fines lucrativos. La
imposibilidad que manifiestan para afrontar los gastos causídicos como fundamento de la
petición, revelaría que se encuentran incursas en la causal de disolución relativa a la
imposibilidad de cumplir su objeto o en la concerniente a la pérdida del capital (art. 94, incisos
4º y 5º), si es que no se hubiese configurado lisa y llanamente la cesación de pagos. Casos en
los cuales los administradores deberían dar cumplimiento a las disposiciones legales
pertinentes antes de requerir el beneficio. Tal es la línea en que se inscribe el fallo de la sala IV
de la Cámara Nacional Contencioso-administrativo Federal en el caso Compañía Petrolífera
del Carmen S.A., con encomiable lógica.

La doctrina de este fallo, la interpretación restrictiva que con relación a las sociedades
comerciales establece el decisorio de la CNCom., sala A en Consignaciones y Mercados
S.R.L. c. Establecimiento Los Molinos S.R.L. s/ beneficio de litigar sin gastos (aquí publicado
con el Nº 47.692) y los categóricos fundamentos expuestos en el voto del juez Butty adhiriendo
a la denegatoria del beneficio requerido por una sociedad mercantil en la resolución de la
CNCom. sala B (que se publica con el Nº 47.693), están poniendo el caso en su adecuado
cauce. Esta línea interpretativa es particularmente plausible en los supuestos en que, con la
indemnidad derivada del beneficio, sociedades comerciales de capital, en la que sus socios
tienen limitada su responsabilidad, inician demandas por sumas considerables.Es admisible
que bajo los tipos en los que la personalidad jurídica no excluye la ilimitada responsabilidad de
sus socios y en general cuando las sociedades participan como demandadas, este rigor pueda
ser atemperado.

Conviene recordar, como cierre de este comentario, que la orientación más permisiva del
beneficio, suele incluir entre sus fundamentos un precedente de la Cámara Federal de la
Capital, decisorio del 3 de marzo de 1959, constituido en leading case (JA, 1950-II-277 y LL,
58-476). Mas sin vacilación puede aseverarse que en las circunstancias del caso lo resuelto en
modo alguno pudo sentar una doctrina con alcance de jurisprudencia judicial. El supuesto
planteado por Edificio Germánico, Cía. Inmobiliaria S.A. fue resuelto mediante la epiqueya
aristotélica porque se trataba de la acción deducida por personas que comparecieron a juicio
por la mencionada sociedad, a la que se le confiscaron los bienes y se le retiró la personalidad
jurídica mediante sendos decretos del Poder Ejecutivo en razón del ingreso argentino en el
conflicto bélico contra los países del Eje, en las postrimerías de la segunda guerra mundial. En
estas clamorosas circunstancias resultaba obvio que la carencia de recursos resultante de la
desposesión patrimonial dispuesta por el gobierno no podía ser más agravada negando el
beneficio de litigar sin gastos a la sociedad desposeída por decisión del gobierno.

Y es del caso destacar que lo aquí dicho con relación a las personas jurídicas societarias, no
es aplicable sin más a las otras personas jurídicas de derecho privado, especialmente las que
cumplen actividades ajenas a todo propósito lucrativo y carecen de consistencia sólida en sus
patrimonios.

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