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TRABAJO GRUPAL

ÉTICA

INTEGRANTES:

 Lesly Pachar
 Eduardo Guerrero

SOCRATES

Sócrates la filosofía dirige su atención a temas más típicamente humanos: la reflexión ética, la
búsqueda de una fundamentación de la práctica moral y política, la indagación sobre las
posibilidades del conocimiento humano

Sócrates llamó “virtud” aquello que era común para toda la raza humana y en todas las
circunstancias, por ejemplo, la justicia, la valentía o el autocontrol. De esta manera no sólo se
opuso al relativismo de los sofistas, sino que extrajo de todas las virtudes aquellas que hoy
llamaríamos “virtudes morales”. Por esa razón a Sócrates se le considera como el fundador de la
ética.

El saber fundamental para Sócrates es el saber acerca del hombre (de ahí su máxima: “Conócete
a ti mismo”) que se caracteriza por esto tres rasgos:
 Es un conocimiento universal válido, contra lo que sostienen los sofistas
 Es ante todo un conocimiento moral
 Es un conocimiento práctico (conocer para obrar correctamente).

Sócrates logro demostrar que los demás no se ocupaban de lo que realmente es importante y lo
consigue con su método denominado mayéutica, consiste en un entrelazamiento de respuestas y
preguntas.

Con todo lo antes mencionado un ejemplo de la teoría de Sócrates la justicia es predominante en


la sociedad, aunque en unos casos no ocurra, pero el pueblo busca la justicia y así puedan ser
escuchados.

PLATÓN

Para Platón, las Ideas éticas son patrones morales universales con los que podemos juzgar
los comportamientos humanos. Los valores universales (las Ideas) son válidos para el
individuo y para la colectividad. Definen el ideal de sociedad humana. Según Platón, existe
algo que es “la verdad sobre cómo tenemos que vivir”, y el intelecto humano la conoce cuando
consigue el conocimiento de las Ideas perfectas, inmutables e inmateriales. Sólo quien logre este
conocimiento tendrá la cualificación adecuada para dirigir la organización política y moral de la
sociedad.
Según Platón, el filósofo es el hombre que conoce las ideas y, por tanto, es el hombre que podrá
solucionar los problemas de la convivencia humana. El Estado ideal será el que esté gobernado
por hombres amantes de la sabiduría y, a la vez, excelentes y felices.
ARISTÓTELES

La ética Aristotélica es calificada como teleológica. Una ética teleológica es aquella que hace
derivar la obligación moral de una acción solamente de sus consecuencias. Aristóteles concibe lo
moralmente bueno como la consecución de un fin, el cual es el fin de la vida humana, y dicho fin
es la felicidad.
Por ejemplo, si una acción hace feliz al individuo, es correcta, pero si dicha acción no lo hace, es
incorrecta.
SANTO TOMAS DE AQUINO

Tomas de Aquino coincide con Aristóteles al considerar a las virtudes como hábitos, acciones
buenas encaminadas a vivir correctamente. Y siguiendo a Aristóteles también enumera las
virtudes fundamentales que según desarrollan al individuo de una manera racional. Entre estas
podemos citar: virtudes intelectuales (practica de las ciencias), virtudes morales (Justicia,
fortaleza, templanza) y virtudes teologales (fe, esperanza y caridad).
Santo tomas de Aquino retoma los puntos claves de la ética aristotélica. De esta manera propone
una ética teleológica. De esta manera piensa que el ser humano actúa por un fin y este fin para el
ser humano es el bien supremo, dicho bien tiene que ser también superior a los bienes
particulares e efímeros, debe ser autosuficiente y completo; en suma, ser un fin último, es decir,
que el hombre ya no necesite más.
Por ejemplo: él dice que “La bondad de cada ser consiste en que se comporte conforme a su
naturaleza" entonces esto nos da a pensar que cada persona debe hacer lo que le parezca bien, y
lo que le haga feliz.

SAN AGUSTÍN

La ética de San Agustín propone que la felicidad de la vida humana es obtener la felicidad y esta
solo puede encontrarla el hombre en posesión de algo superior a si mismo, de algo inmutable, y
estas características solo puede tenerlas Dios. De esta manera esta solo puede ser encontrada en
él.
Por ejemplos Aristóteles, San Agustín no piensa que sea la virtud la que conduzca a la felicidad,
sino que Dios da el poder para alcanzarla.

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