Antropología de la Educación y la Escuela Mónica Fernández Enríquez

EL CONCEPTO DE «CULTURA» EN ETNOGRAFÍA

En su artículo «Sobre la intención etnográfica» Wolcott considera que en la

investigación sobre la educación y la escuela, hay un déficit de reflexión sobre la
naturaleza de la «cultura» y lo que ella significa. Es importante definir este
término tan ambiguo y proclive a ser descrito de muchas maneras diferentes
aunque parece que ninguna real o acertada. Es necesario saber a qué nos
estamos refiriendo al hablar de «cultura» dentro de un sistema educativo y
imprescindible para la propia recogida de datos que tendrá que seguir distintas
estrategias según lo que el investigador (el etnógrafo) entienda por «cultura» y
como la describa.
¿Qué es «cultura»? ¿Es lo que la gente hace? ¿Lo que dice? ¿Lo que dice que
debería hacer? ¿Lo que realmente hace? El concepto de «cultura» en etnografía es
realmente difícil de comprender y es algo que no se le escapa tampoco a Díaz de
Rada en su artículo «Etnografía e instituciones escolares»:
«un examen de la escuela es inútil, a no ser que pongamos de manifiesto los
procesos concretos de PRODUCCIÓN CULTURAL». La escuela, aún siendo
considerada como una institución burocrática, también produce «cultura» pues
varios agentes (profesores, alumnos...) ponen en marcha procesos culturales al
interactuar socialmente en el aula y no solo procesos educativos ya
preconcebidos por el propio sistema de educación.
También ponen de manifiesto su preocupación sobre la definición de «cultura»
(en este caso, en un contexto de interculturalidad) las autoras Graciela Batallán y
Silvana Campanini en su texto «El respeto a la diversidad en la escuela» y
Adela Franzé en «Discurso experto, educación intercultural y
patrimoniolización de la «cultura de origen». Franzé expone con claridad
cómo el discurso intercultural en el ámbito de la educación no sirve de nada si no
se identifica una noción precisa de lo que la «cultura» representa como identidad
social. A este supuesto hacen referencia Batallán y Campanini cuando afirman
que:
«el concepto de «cultura» se constituye en una primera clave para el análisis de la
problemática de la identidad y la diferencia que están contenidas en el respeto a la
diversidad en la escuela».
Sin este respeto a la diversidad podría llegarse a la aculturación (término
descrito y estudiado por Wolcott en «El maestro como enemigo»):
«la aculturación es una modificación que sufre una «cultura» por contacto continuo
con otra»
Wolcott construye su etnografía (un estudio de campo entre los indios kwakiult
en la escuela de Blackfish) haciendo uso de una definición amplia del término
«cultura» incluyendo no solo los procesos educativos, sino también todos los
procesos/acciones que se ponen en marcha en el aula y las relaciones entre el
maestro y los alumnos, cada uno de ellos con una «cultura» diferente que le hace
observar y vivir las acciones de diferente manera.
A menudo se insiste en que los humanos somos todos iguales como discurso
para la igualdad, pero la realidad es que los humanos somo diferentes, y lo que se
debería aprender y enseñar en las aulas es a respetar la diversidad. Esto podría
conseguirse si la palabra «cultura» no apareciera en el imaginario colectivo de la
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gran mayoría de la población como algo elitista que solo cabe bajo la descripción
de algo único como la literatura, el cine, las artes y poco más.
Sin embargo, la «cultura» es mucho más y si queremos construir una buena
etnografía, ya sea de la escuela, de la educación o de cualquier otro campo,
debemos fijarnos en la definición que Rada da sobre cultura en su obra «Cultura,
antropología y otras tonterías» tantas veces citado en este grado de Antropología
Social y Cultural:

«la cultura es un conjunto de reglas, o mejor, convenciones,

con cuyo uso las personas damos forma a nuestra vida
social»
Visto así, no es difícil imaginar que cualquier acción que un ser humano lleve a cabo
poniendo en práctica motores sociales, podría ser considerado «cultura».