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LA DISGEUSIA

DEFINICIÓN:
Es una alteración del gusto que se caracteriza por una
sensación desagradable y persistente en la boca. Las personas
que padecen esta patología del gusto suelen describirla como
una percepción de sabor nauseabundo, rancio, metálico o
salado en la boca. Normalmente está relacionado con cambios
fisiológicos del organismo, ciertas enfermedades, carencias de
vitaminas, ingesta de medicamentos y tratamientos contra el
cáncer.

CAUSAS:
Las causas pueden ser muy variadas. A continuación, vamos a ir detallando
lo motivos más frecuentes de este trastorno del gusto que pueden ayudar al
odontólogo a identificar la raíz del problema para poder tomar las medidas
adecuadas y poder volver a disfrutar de la comida.

Medicamentos: El sabor metálico es quizás el


principal síntoma de sabor señalada, y a menudo
suele ir ligada al consumo de algún tipo de
medicamento. Se sabe que ciertos medicamentos
pueden provocar trastornos en el gusto. Sin
embargo, este efecto secundario con frecuencia se
pasa por alto en el desarrollo de fármacos, ya que no
se tiene como algo grave.

Tratamientos contra el cáncer: La disgeusia puede ser un efecto secundario


bastante habitual de la quimioterapia y la
radioterapia. Se da con mayor frecuencia en el
tratamiento del cáncer de cabeza y cuello, aunque
puede aparecer con cualquier otro tipo de cáncer.
Según distintas investigaciones, los efectos
secundarios de la quimioterapia y la radioterapia
como las alteraciones en el gusto y el olfato son de
carácter temporal. Los médicos tienen que controlar
estos efectos para evitar la malnutrición y la pérdida de peso.

Diabetes: Otro caso de disfunción de la lengua es


el de las personas con diabetes no diagnosticada,
sobre todo diabetes mellitus tipo 2 o de inicio en
adultos. Estas alteraciones pueden manifestarse
en forma de una disminución de la percepción de
lo dulce o una sensación intensificada de los
sabores dulces y agrios. La lengua de la diabetes,
como también se le conoce, puede ser un síntoma temprano de la
enfermedad.

Otras causas: Otros problemas de salud sistémicos, como deficiencias de


zinc, sequedad de boca y enfermedades
autoinmunes también podrían causar estas
alteraciones del sabor. Otras causas son el
envejecimiento y los cambios fisiológicos, como
el embarazo o la menopausia. Además, las
lesiones en la cabeza y algunas cirugías del oído,
la nariz o la garganta pueden derivar en trastornos
del gusto. Ciertos problemas dentales como la mala
higiene bucal y la extracción de una muela del juicio también pueden provocar
disgeusia.

SÍNTOMAS:

La disgeusia de la lengua es un trastorno del gusto que se manifiesta en


forma de sensación desagradable y persistente en la boca. Las
personas que experimentan una alteración del gusto a menudo
indican tener con frecuencia una percepción de sabor
nauseabundo, rancio, metálico o salado. La afección se ha atribuido
a cambios fisiológicos del organismo, ciertas enfermedades,
deficiencias vitamínicas, medicamentos y tratamientos contra el
cáncer.

DIAGNÓSTICO:

Tanto los trastornos del gusto como los del olfato se diagnostican por un
otorrinolaringólogo, un médico que se especializa en trastornos del oído, nariz,
garganta, cabeza y cuello. El otorrinolaringólogo puede determinar qué tan
grave es su trastorno del gusto midiendo la concentración más baja de un
sabor que usted pueda detectar o reconocer. Él le puede pedir que compare
el sabor de diferentes sustancias o que note cómo crece la intensidad de un
sabor al aumentar la concentración de una
sustancia.

Los científicos han desarrollado pruebas


del gusto en las que el paciente
responde a diferentes concentraciones
químicas. Esto puede ser tan simple
como una prueba de "sorber, escupir y
enjuagarse" o le pueden aplicar
productos químicos directamente sobre
áreas específicas de la lengua.

Entre otras cosas, una evaluación completa de la pérdida de sabor incluirá un


examen físico de los oídos, nariz y garganta; un examen dental con una
evaluación de la higiene bucal; una revisión de la historia médica; y una
prueba del gusto bajo la supervisión de un profesional de la salud.
TRATAMIENTO:
El tratamiento de las alteraciones del gusto suele ir relacionado con detectar la causa y
tomar las medidas necesarias. La afección también puede resolverse por sí sola, sin
necesidad de tratamientos adicionales. Sin embargo, cuando se produce por problemas
sistémicos o el uso de medicamentos imprescindibles, la alteración del gusto se puede
controlar mediante tratamientos nutricionales, dietéticos y paliativos.
Para evitar la nutrición inadecuada y los ingredientes poco
saludables para mejorar el sabor, es importante solicitar
asesoramiento dietético acerca de agentes aromatizantes y
especias. Este asesoramiento también incluye la importancia
de evitar la sal y el azúcar añadidos, que pueden aumentar el
riesgo de caries y contribuir a la hipertensión arterial.
En casos de sequedad bucal, el odontólogo puede
recomendar aplicar un enjuague bucal a diario. La sequedad
bucal puede causar alteraciones del gusto, además de
favorecer las caries dentales por la falta de saliva. Este
enjuague bucal no contiene alcohol y ayuda a reparar el daño
diario de los dientes, restaura el calcio natural y repara el esmalte
debilitado.
Por último, son importantes las visitas periódicas al odontólogo para la atención preventiva
de la salud bucal. Junto con la rutina de cuidado en casa y el estilo de vida saludable, estas
medidas pueden ayudar a disminuir el grado de disgeusia y devolver las ganas de sentarse
a la mesa a comer.

PREVENCIÓN:

Algunas causas de Disgeusia se pueden prevenir, pero la gran mayoria no.

Dejar de fumar mejorará su sentido del gusto y el olfato.

Practicar una buena higiene bucal y recibir atención dental regular


también puede ser útil.

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