CAPÍTULO 15
Roturas labrales
del hombro
Cedric J. Ortigueira, MD
Justin L. Makovicka, MD
David E. Hartigan, MD
Sinónimos
Roturas SLAP (anteroposterior labral superior)
Lesión de Bankart de partes blandas
Lesión de Bankart de partes blandas inversa
Códigos CIE-10
S43.431 Lesión SLAP del hombro derecho
S43.432 Lesión SLAP del hombro izquierdo
S43.439 Lesión SLAP sin especificar lateralidad
M75.80 Otras lesiones del hombro,
sin especificar lateralidad
M75.81 Otras lesiones del hombro,
hombro derecho
M75.82 Otras lesiones del hombro,
hombro izquierdo
Definición
El labrum glenoideo es un tejido fibroso denso situado en
la periferia de la glenoides escapular (fig. 15.1)1. Al avanzar
de la periferia a la zona de inserción en la glenoides, la
histología cambia de fibrosa a una zona fibrocartilaginosa
pequeña en la unión con el cartílago articular glenoideo2. El
labrum aumenta la altura y la anchura de la glenoides incre-
mentando la profundidad de la articulación. Esto aumenta
la estabilidad y permite una movilidad amplia3. El labrum
sirve también de inserción para el tendón de la porción larga
del bíceps, los ligamentos glenohumerales y el tendón de
la porción larga del tríceps, formando un sistema de fibras
periarticulares que aumentan la muy necesaria estabilidad
del hombro 4. La vascularización del labrum procede de
la arteria circunfleja humeral posterior, la rama escapular
circunfleja de la arteria subescapular y la arteria supraes-
capular. Estas arterias entran en la periferia del labrum y
esto hace que el borde articular del labrum sea avascular2.
También se ha observado que el labrum superior está peor
vascularizado que el labrum inferior. El tendón de la porción
larga del bíceps tiene una inserción variable en el labrum y
en la glenoides. Alrededor de un 40-60% de los tendones
del bíceps se originan en el tubérculo supraglenoideo y el
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resto de las fibras se insertan en el labrum1. La inserción
del bíceps en el labrum es variable, pero por lo general se
localiza más posterior.
Puede haber roturas en cualquier región del labrum. La
lesión más estudiada es la rotura anteroposterior labral supe-
rior (SLAP). La luxación anterior de hombro puede asociarse
a rotura del labrum anteroinferior y de la banda anterior del
ligamento glenohumeral inferior, también denominada lesión
de Bankart. La inestabilidad posterior del hombro puede
causar una lesión de la banda posterior del ligamento gleno-
humeral inferior y del labrum posterior, o lesión de Bankart
inversa. Las roturas pueden extenderse a varias regiones del
labrum y puede haber otras lesiones asociadas. La rotura
SLAP y la lesión de Bankart son las patologías más frecuentes
y por tanto centran esta exposición.
Los mecanismos más frecuentes de las roturas SLAP son
la tracción enérgica y la compresión directa del hombro. La
compresión directa puede tener un origen traumático agudo o
crónico en el deportista lanzador por encima de la cabeza. Los
lanzadores por encima de la cabeza son propensos a las roturas
SLAP debido a sus adaptaciones anatómicas. Muchos tienen
contracturas capsulares posteriores, estructuras capsulares
anteriores laxas y retroversión de la cabeza humeral que incre-
mentan la rotación externa del hombro. Como consecuencia
de estos cambios anatómicos, la extremidad superior adopta
una posición de rotación externa extrema mientras el bíceps
se acoda en su inserción y adopta una posición más vertical y
posterior. Esto aplica una fuerza de torsión a la región superior
del complejo labrum-bíceps, provocando un mecanismo de
desprendimiento en el labrum superior5,6. Otra posibilidad,
dado que los lanzadores realizan rotación externa en la fase de
amartillamiento, es que el manguito de los rotadores choque
con la glenoides posterosuperior causando un «pinzamiento
interno» y rompiendo el labrum7. Aunque las lesiones SLAP
son más frecuentes en los deportistas lanzadores por encima
de la cabeza, también pueden producirse durante deportes
de contacto. Un estudio reciente sobre lesiones SLAP en
jugadores profesionales de fútbol americano encontró una
tasa de lesión más alta en los delanteros que en el resto de
jugadores. La causa más probable es el aumento del contacto
en esta posición8.
Clásicamente se distinguen cuatro tipos de roturas SLAP,
aunque puede haber más9. La mayoría de los médicos creen
que el sistema con cuatro tipos (fig. 15.2) es suficiente y que
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FIG. 15.1 Anatomía del hombro.
FIG. 15.2  Clasificación de las roturas anteroposteriores labrales
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
superiores. Tipo I: rotura degenerativa de la cara inferior del labrum su­
perior con inserción del bíceps intacta. Tipo II: rotura del labrum
superior y de la inserción del bíceps: Tipo III: rotura en asa de cubo
del labrum superior con inserción del bíceps intacta. Tipo IV: rotura en
asa de cubo del labrum superior con extensión al tendón del bíceps.
los tipos adicionales pueden agruparse en estos tipos básicos,
por lo que es el sistema de clasificación preferido.
Las lesiones de Bankart están causadas por episodios de
inestabilidad anterior. Cuando la cabeza humeral se desplaza
en sentido anteroinferior, puede dañar la región anterior del
labrum, los ligamentos glenohumerales, la cápsula articular, el
manguito de los rotadores y posiblemente alguna estructura
vasculonerviosa. Se ha comprobado que un 85-97% de las
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Capítulo 15  Roturas labrales del hombro 77
luxaciones anteriores producen una lesión de Bankart10,11. Se
cree que esta lesión es una causa importante de inestabilidad
recurrente.
Además de aumentar la profundidad y el diámetro de
la glenoides, el labrum y la cápsula crean también una pre-
sión negativa que proporciona estabilidad a la articulación
glenohumeral. Si se lesiona el labrum o la cápsula, como en
una lesión de Bankart, se pierde este efecto ventosa y dis-
minuye la estabilidad del hombro. Existen varios factores
que predisponen a inestabilidad recurrente, como fractura
de la glenoides (lesión de Bankart ósea) o de la cabeza hume-
ral (lesión de Hill-Sachs), síndromes de hiperlaxitud, sexo
masculino, edad temprana en el momento de la primera
luxación, participación en deporte de contacto o con lanza-
miento por encima de la cabeza y posible correlación entre
número de luxaciones y riesgo de luxación en el futuro. Las
luxaciones a una edad más avanzada implican más riesgo
de lesión del manguito de los rotadores, con rotura casi
en el 30% de los mayores de 40 años y hasta el 80% de los
mayores de 60 años.
Síntomas
Rotura anteroposterior labral superior
Un paciente con una rotura SLAP presenta por lo gene-
ral dolor profundo, que puede ser intenso o sordo 12. Está
localizado en la profundidad del hombro y puede empeorar
con actividades por encima de la cabeza, desplazamiento de
objetos pesados, levantamiento de peso o alcance detrás de
la espalda. Los pacientes pueden tener síntomas mecánicos
como seudobloqueo, chasquido o crepitación al rotar el
hombro. Un estudio halló que 123 (88%) de 139 pacientes
con una lesión SLAP observada mediante artroscopia tenían
también otra lesión intraarticular que dificultaba el diagnós-
tico clínico12.
Es fundamental una anamnesis detallada del traumatismo
para evaluar las lesiones por tracción o por compresión, las
luxaciones y los deportes que pueden predisponer a este tipo
de lesión (p. ej., béisbol, fútbol americano, esquí acuático
78 PARTE 1 Trastornos musculoesqueléticos

Tabla 15.1  Maniobras frecuentes para diagnosticar las roturas anteroposteriores labrales superiores
Maniobra Instrucciones Resultado positivo
Maniobra de Flexión hacia delante de la extremidad superior a 90°, aducción delante del cuerpo Aumento del dolor
compresión activa El paciente ofrece resistencia a una fuerza descendente aplicada en la extremidad en pronación
(O’Brien) superior en pronación y en supinación del antebrazo
Maniobra de Abducción de la extremidad superior >100° en el plano escapular, codo en flexión Dolor, seudobloqueo,
la manivela de 90° chasquido
Se aplica fuerza axial a través del húmero a la articulación glenohumeral y se rota
el hombro (rotación interna y externa)
Maniobra de El paciente coloca la extremidad superior a 90° de abducción, flexiona el codo El dolor empeora
provocación del dolor a 90° y realiza pronación y supinación de la mano o está presente
solo en pronación
Maniobra de Paciente en decúbito supino con el hombro en 90° de abducción, flexiona el codo Aumento del dolor al
carga del bíceps a 90° realizar flexión del codo
Se realiza rotación externa del hombro hasta el punto en que el paciente siente contra resistencia
dolor, aprensión o rotación externa máxima, a continuación el paciente realiza
flexión del codo contra resistencia
Maniobra de Paciente en decúbito supino, abducción del hombro a 90°, se flexiona el codo a 90° Dolor, seudobloqueo,
compresión-rotación Se aplica carga axial a la articulación glenohumeral y se rota el húmero chasquido, resalte
Prueba de Paciente sentado con las manos en las caderas y los pulgares apuntando hacia atrás Dolor o chasquido
deslizamiento El explorador pone un dedo en la región anterior del hombro y con la otra mano
anterior empuja hacia arriba la región superior y anterior del húmero mientras pide
al paciente que haga resistencia

y tenis). Los deportistas con lanzamiento por encima de la
cabeza pueden notar disminución de la velocidad y por lo
general tienen dolor en las fases de amartillamiento final y de
aceleración inicial del lanzamiento. Pueden tener debilidad
por dolor o secundaria a un quiste paralabral que comprime
el nervio supraescapular. La compresión del nervio en la esco-
tadura espinoglenoidea puede causar debilidad en rotación
externa y dolor profundo en la región posterior del hombro.
Lesión de Bankart
Los síntomas de inestabilidad anterior son evidentes por lo
general porque el paciente afirma que ha tenido una luxación
y sigue notando dolor o inestabilidad en dicho hombro. A
veces falta el antecedente de luxación obvia, pero el paciente
ha presentado varios episodios de inestabilidad sin una luxa-
ción completa. El paciente refiere dolor y una sensación de
luxación inminente con la extremidad superior en abducción
y rotación externa. Las variables importantes de la anamnesis
son edad del paciente en el momento de la primera luxación,
necesidad de reducción formal, número de episodios de ines-
tabilidad recurrente, inestabilidad voluntaria y actividades
deportivas futuras previstas.
La posición más cómoda para estos pacientes es por lo
general con la extremidad superior en aducción y rotación
interna. Evitan la abducción y la rotación externa porque es
la posición que provocó la luxación y además sobrecarga el
labrum lesionado, el ligamento glenohumeral inferior y
el tendón del subescapular.
Exploración física
Rotura anteroposterior labral superior
Hay varias maniobras de exploración que ayudan al médico
a diagnosticar una lesión SLAP13-16. El objetivo de estas
maniobras es doble: pinzar el labrum roto entre la cabeza
humeral y la glenoides causando dolor o síntomas mecá-
nicos, y aplicar tracción al tendón del bíceps (tabla 15.1).
Estas maniobras tienen un grado de sensibilidad y de espe-
cificidad variable en distintos estudios, y por este motivo
ninguna se considera diagnóstica. La maniobra usada con
más frecuencia es la maniobra de compresión activa de
O’Brien. Se ha demostrado que es muy sensible pero poco
específica. El diagnóstico certero precisa una anamnesis
meticulosa para correlacionarla con los hallazgos de la
exploración física.
En muchos pacientes, una lesión concomitante puede
interferir con los hallazgos de la exploración fisica12. Al ins-
peccionar el hombro puede haber atrofia de los músculos
supraespinoso e infraespinoso. La atrofia del supraespino-
so es difícil de observar porque está cubierto por el mús-
culo trapecio. La atrofia puede estar causada por un quiste
paralabral que comprime el nervio supraescapular o puede
ser secundaria a una rotura del manguito de los rotadores
asociada. La palpación del tendón del bíceps en el interior
del surco bicipital puede causar dolor. La movilidad del hom-
bro es normal, aunque los deportistas lanzadores pueden
tener un aumento de la rotación externa y un descenso de la
rotación interna, con el consiguiente déficit rotacional interno
glenohumeral (DRIG)5,6.
Lesión de Bankart
Existen diversas maniobras para explorar la inestabilidad
anterior (tabla 15.2). Después de reducir una luxación,
debe realizarse una exploración vasculonerviosa comple-
ta para descartar una lesión de un vaso importante o del
plexo braquial. En la lesión de Bankart clásica con inesta­
bilidad anterior, los pacientes notan aprensión al colocar la ex­
tremidad superior en abducción y rotación externa. Debe
explorarse la fuerza para descartar una parálisis del nervio
circunflejo o del nervio radial o una lesión del manguito de
los rotadores en personas de edad avanzada. En una perso-
na mayor de 40 años que no puede elevar la extremidad

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 Capítulo 15  Roturas labrales del hombro 79

Tabla 15.2  Maniobras habituales para diagnosticar la inestabilidad anterior

Maniobra Instrucciones Resultado positivo
Carga y Decúbito supino El aumento de la traslación al incrementar el grado de abducción
desplazamiento Extremidad superior a 0°, 45° y 90° de abducción indica afectación del ligamento glenohumeral inferior
Fuerza en el húmero en sentido anterior Grado 1: aumento de traslación comparado con el contralateral
Maniobra de Decúbito supino Dolor, sensación de luxación inminente o defensa muscular
aprensión Extremidad superior a 90° de abducción
(manivela) y en rotación externa creciente
Maniobra de Posición de aprensión con fuerza en sentido Disminución de la aprensión o del dolor
reducción (Jobe) posterior en la cabeza humeral
Maniobra sorpresa Maniobra de reducción con retirada repentina Sensación de inestabilidad o aprensión al retirar la fuerza
de la fuerza en sentido posterior

superior después de una luxación, es mucho más frecuente

una rotura del manguito de los rotadores que una parálisis
del nervio circunflejo17,18. La maniobra de la sorpresa es la
más precisa, con un valor predictivo positivo del 98% y un
valor predictivo negativo del 78%19.

Limitaciones funcionales
Rotura anteroposterior labral superior
Los pacientes pueden tener dificultad para transportar o
empujar objetos pesados, trabajar por encima de la cabeza
y lanzar1. Esta lesión puede ser asintomática en muchos
pacientes en reposo y puede producir síntomas solo con
una actividad más vigorosa. Las roturas SLAP se asocian
con frecuencia a otras lesiones del hombro, por lo que las
limitaciones pueden variar según la lesión asociada a la rotura
SLAP12.

Lesión de Bankart
Para evitar la inestabilidad recurrente debe evitarse la posi-
ción en abducción y rotación externa. Esto puede limitar
las actividades deportivas, sobre todo en deportes de con-
tacto o de lanzamiento. Varias actividades que pueden
provocar inestabilidad recurrente en los deportistas son
placaje, lanzamiento por encima de la cabeza, el saque
de tenis y de vóleibol, lucha libre y otras actividades con
movimientos extremos de abducción y rotación externa.
Los no deportistas notan también inestabilidad recurrente
en las actividades diarias con los hombros en abducción y
rotación externa, como colocar objetos en estanterías altas,
levantar pesos y trabajar por encima de la cabeza, arrancar
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
FIG. 15.3  Imagen frontal de RM de una lesión anteroposterior labral
superior (SLAP). La flecha blanca señala el líquido entre la glenoi­
des superior y el labrum superior que indica una lesión SLAP.
La resonancia magnética (RM) debe ser la siguiente prueba
de imagen en pacientes con sospecha clínica firme de lesión
labral (fig. 15.3). Ha habido mucha controversia sobre si el
patrón de referencia para diagnosticar las lesiones SLAP es
la RM de alta resolución sin contraste o la artrorresonancia
magnética (ARM)20,21. Un metaanálisis mostró que la ARM
es mejor que la RM para detectar lesiones SLAP 22. Este
estudio mostró que la ARM tiene más sensibilidad (0,87

una máquina cortacésped y otras muchas actividades. Los
deportistas ponen la extremidad superior en esta posición
con mucha más frecuencia y más fuerza, y esta es la razón
de su tasa más alta de inestabilidad recurrente que en los
no deportistas.
Pruebas diagnósticas
Rotura anteroposterior labral superior
La prueba de imagen inicial para el dolor de hombro es la
radiografía simple en proyección anteroposterior, antero-
posterior escapular, axilar y de salida. Las radiografías no
muestran signos característicos de roturas SLAP, pero son
necesarias para descartar otras causas de dolor.
frente a 0,76) y especificidad (0,92 frente a 0,87) que la
RM para detectar lesiones SLAP. La RM es útil para mostrar
patología intraarticular y extraarticular en las partes blandas
porque la incidencia de lesiones concomitantes en el hombro
es alta. Una posición de la extremidad superior en rotación
externa o en abducción y rotación externa puede mejorar la
precisión para diagnosticar estas lesiones23,24. La artrotomo-
grafía computarizada puede ser útil si está contraindicada la
RM, pero es menos sensible para la patología concomitante.
La ecografía puede ser útil para ver la patología concomitan­
te, como roturas del manguito de los rotadores y quiste parala-
bral, pero el labrum se ve mal.
La artroscopia es el patrón de referencia para diagnos-
ticar la patología labral (fig. 15.4). En muchos pacientes el

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80 PARTE 1 Trastornos musculoesqueléticos
FIG. 15.4  Imagen artroscópica de la lesión SLAP tipo II de la figura 15.3.
diagnóstico se hace durante la artroscopia después de que
otras pruebas de imagen no hayan alcanzado un diagnós-
tico concluyente o si los síntomas han persistido a pesar de
medidas no quirúrgicas.
Lesión de Bankart
Debe realizarse una serie radiográfica para traumatismos
completa en la fase aguda, con proyecciones anteroposterior
verdadera, anteroposterior en rotación interna y externa,
lateral en Y escapular y axilar. La proyección de Velpeau
puede sustituirse por la proyección axilar si el paciente no
es capaz de realizar abducción de la extremidad superior. En
la inestabilidad crónica pueden estar indicadas proyecciones
adicionales. La proyección de West Point puede ayudar a
visualizar la glenoides para detectar defectos óseos en el
borde glenoideo y la proyección de la escotadura de Stryker
permite ver mejor una lesión de Hill-Sachs asociada en la
cabeza humeral.
En pacientes con lesión de Bankart de partes blandas
las radiografías pueden ser normales. La RM debe ser la
siguiente prueba de imagen (fig. 15.5). En la fase aguda
es razonable la RM sin contraste porque la hemartrosis
causada por la luxación ayuda a ver el labrum. En fase
crónica la ARM puede mejorar la imagen del labrum. La
TC puede ser apropiada en pacientes con afectación ósea
asociada.
Diagnóstico diferencial
Síndrome de pinzamiento
Enfermedad del manguito de los rotadores
Patología de la articulación acromioclavicular
Discopatía cervical
Radiculopatía cervical
Lesión del plexo braquial
Tendinopatía bicipital persistente
Inestabilidad multidireccional
Lesión de Bankart ósea
Avulsión humeral del ligamento glenohumeral
Simulación
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FIG. 15.5  Imagen axial de RM de una lesión de Bankart. La flecha
blanca indica la presencia de líquido entre el labrum anteroinferior
y la glenoides anteroinferior diagnóstica de lesión de Bankart.
Tratamiento
Inicial
Rotura anteroposterior labral superior
Los deportistas lanzadores por encima de la cabeza con
un déficit de rotación interna glenohumeral >35° tienen
una probabilidad del 60% de sufrir una lesión de hom-
bro que les obligue a perderse partidos 5. Los ejercicios
regulares de estiramiento capsular posteroinferior dis-
minuyen mucho el porcentaje de lesiones de hombro en
deportistas lanzadores por encima de la cabeza5,6 y en la
actualidad forman parte del tratamiento preventivo para
jugadores de béisbol.
El tratamiento inicial de una rotura SLAP es sintomá-
tico. Los pilares del tratamiento son antiinflamatorios no
esteroideos, crioterapia y modificación de la actividad has-
ta que cedan el dolor y la inflamación aguda. Un periodo
corto de inmovilización con cabestrillo debe ir seguido de
ejercicios de movilidad tempranos, ejercicios de estira-
miento capsular posterior y después fortalecimiento de los
estabilizadores dinámicos del hombro y de la articulación
escapulotorácica.
Lesión de Bankart
La lesión de Bankart está causada por luxación o ines-
tabilidad anterior del hombro. Si se luxa el hombro, el
paso inicial del tratamiento es reducir la luxación. Des-
pués de la reducción deben repetirse las radiografías y
debe comprobarse el estado vasculonervioso. Es acon-
sejable inmovilizar con cabestrillo durante un periodo
corto. Este periodo de inmovilización varía entre días y
semanas. La posición de inmovilización es controvertida,
y algunos expertos defienden que la inmovilización en
rotación externa baja la tasa de recidiva de la inestabilidad,
pero debe aplicarse de inmediato después del episodio
de inestabilidad 25,26. La recomendación más frecuente
es la inmovilización con cabestrillo estándar durante 1 a
3 semanas.

Rehabilitación
Rotura anteroposterior labral superior
Si se sospecha una rotura SLAP, la fisioterapia se concen-
tra en ejercicios de fortalecimiento del manguito de los
rotadores, de estiramiento capsular, de movilidad de la
articulación glenohumeral y de estabilización escapular. Un
estudio obtuvo resultados satisfactorios con tratamiento
no quirúrgico de las roturas SLAP mediante antiinflamato-
rios, fortalecimiento escapular y estiramiento capsular pos-
terior27. En este estudio, el 51% de los pacientes acabaron
precisando cirugía, pero el resto consiguió una mejoría nota-
ble del dolor, el 100% reanudó la práctica deportiva y el 70%
recuperó el nivel deportivo previo a la lesión. Otro estudio
halló que el tratamiento no quirúrgico era adecuado en el
71,4% de los pacientes jóvenes activos con un seguimiento
medio de 21 meses28. Este estudio halló una tasa más alta
de fracaso del tratamiento no quirúrgico en pacientes con
antecedente traumático o síntomas mecánicos o en deportis-
tas con actividades por encima de la cabeza. También se ha
demostrado que el tratamiento no quirúrgico es efectivo en
jugadores de béisbol profesionales. Por ejemplo, un estudio
demostró que un protocolo de rehabilitación centrado en
la discinesia escapular y en las contracturas capsulares pos-
teriores asociadas a DRIG en jugadores de béisbol profe-
sionales con lesiones SLAP consigue una tasa de vuelta al
deporte del 40%29. Estos resultados son parecidos a los del
tratamiento quirúrgico, por lo que el no quirúrgico debe
ser el tratamiento de primera línea en todos los pacientes
con lesiones SLAP.
La rehabilitación de las lesiones SLAP sin tratamiento
quirúrgico debe cumplir los principios de bajar el dolor y la in­
flamación, recuperar la movilidad sin dolor, la función y la
fuerza de los estabilizadores escapulares y mejorar la fuerza
global del manguito de los rotadores. En las lesiones SLAP
asociadas a lesiones del bíceps en el deportista lanzador por
encima de la cabeza, el protocolo de rehabilitación debe
incluir también un programa de ejercicios que empiece con
una carga baja en el bíceps30. Los ejercicios para el trapecio
pueden generar menos carga en el bíceps que los ejercicios
para el serrato anterior 30. Además, los ejercicios con un
componente de rotación interna disminuyen la carga en el
bíceps. Los ejercicios que cumplen estos principios deben
formar parte del protocolo inicial, con progresión a partir
de este punto.
La rehabilitación después de reparación artroscópica
consiste en un periodo de 4-6 semanas de inmovilización
con cabestrillo seguido de un programa de movilidad y de
fortalecimiento progresivo. En los deportistas lanzadores
© Elsevier. Fotocopiar sin autorización es un delito.
por encima de la cabeza el programa de lanzamiento puede
comenzar a los 4 meses con incorporación completa al depor-
te en 7 a 12 meses.
Lesión de Bankart
Después de un periodo de inmovilización con cabestrillo en
la fase aguda, el paciente avanza a movilidad pasiva simple,
activa-asistida y después activa. Cuando el paciente está
cómodo con estos ejercicios, se centra la atención en el entre-
namiento progresivo contra resistencia del manguito de los
rotadores, el deltoides y los estabilizadores escapulares. Esto
debe continuar hasta que la fuerza y la movilidad sean iguales
en los dos hombros. El objetivo es fortalecer los estabiliza-
dores dinámicos de la articulación glenohumeral. En algunos
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Capítulo 15  Roturas labrales del hombro 81
pacientes es conveniente también modificar la actividad. En
muchos pacientes de edad avanzada es razonable evitar la
actividad responsable de la luxación, pero en el deportista
joven que quiere volver a practicar deporte es una medida
inútil.
Otras opciones no quirúrgicas además de la fisioterapia
que pueden estar indicadas en el paciente con inestabilidad
anterior y lesión de Bankart son las ortesis y los vendajes
funcionales. Aunque estas modalidades van dirigidas a evitar
la posición de abducción y rotación externa o a prevenir la
subluxación, ninguna ha demostrado un descenso de la tasa
de inestabilidad.
En el deportista joven que ha sufrido su primera luxa-
ción, se emplea con frecuencia creciente el tratamiento
quirúrgico porque el no quirúrgico es menos efectivo que
en personas de más edad (mayores de 30 años). El éxito
del tratamiento no quirúrgico depende de varios factores,
sobre todo de la edad del paciente en la primera luxación,
las actividades deportivas, la patología asociada, el número
de luxaciones y el sexo. Si la primera luxación se produce
después de los 30 años, la probabilidad de recidiva es del
27%, mientras que antes de los 30 años la probabilidad de
reluxación es de un 40-90%31. Los hombres tienen por lo
general una tasa de recidiva más alta que las mujeres, igual
que los deportistas que practican deportes de contacto
o de lanzamiento. Una lesión asociada, como una lesión
de Bankart ósea, una lesión de Hill-Sachs grande o una
rotura o una avulsión del mangui­t o de los rotadores, es
también un factor predictivo de fracaso del tratamiento
no quirúrgico.
Técnicas
En pacientes con roturas labrales, la inyección intraarticular
de corticoide y anestésico local puede mejorar el dolor y la
inflamación. La inyección intraarticular debe complementarse
con fisioterapia como se ha explicado antes. La inyección pue-
de efectuarse con guiado radioscópico, ecográfico o manual
con referencias anatómicas.
La aspiración de un quiste paralabral que comprime el
nervio supraescapular puede realizarse con guiado por ima-
gen. Se ha observado que mejora el dolor en el 60% de los
pacientes, aunque de manera transitoria. Si no se corrige la
causa principal de la rotura labral, el quiste puede recidivar.
Está investigándose la utilidad del plasma rico en plaquetas
y de las células madre como tratamiento complementario y
también están utilizándose como refuerzo biológico de las
reparaciones quirúrgicas. Todavía no se ha definido bien su
utilidad.
Tecnología
No hay tecnología específica para el tratamiento ni para la
rehabilitación de las roturas labrales del hombro.
Cirugía
Rotura anteroposterior labral superior
La cirugía está indicada si el paciente y el médico deciden que
las medidas no quirúrgicas son insuficientes. En general se
recomienda un intento de tratamiento no quirúrgico durante
3 meses con fisioterapia y antiinflamatorios antes de optar por
82 PARTE 1 Trastornos musculoesqueléticos
el tratamiento quirúrgico. Las técnicas quirúrgicas siguientes
están basadas en el tipo de lesión:
Tipo I: desbridamiento poco agresivo del labrum hasta
llegar a tejido estable.
Tipo II: reparación labral artroscópica con arpones.
Tipo III: desbridamiento artroscópico del fragmento en
asa de cubo con reparación de las porciones inestables
del borde labral.
Tipo IV: tratamiento de la patología del bíceps mediante
desbridamiento, tenotomía o tenodesis combinado con
desbridamiento o reparación labral.
El desbridamiento simple consigue un descenso notable
del dolor a corto plazo. Alrededor del 80% de los pacientes
notan mucha mejoría durante 1 año más o menos, pero hacia
los 2 años el porcentaje baja al 60%32,33. Las roturas SLAP
tipo II son las más frecuentes y por tanto las mejor estudiadas.
Muchos estudios señalan que un 90% de los pacientes con
lesiones SLAP tipo II reanudan la práctica deportiva y apro-
ximadamente un 70-80% recuperan el nivel previo a la lesión.
La reparación labral tiene peores resultados en pacientes
mayores de 36 años que en los más jóvenes34. Se ha obser-
vado que la edad y la indemnización laboral son factores
independientes del riesgo de aumento de las complicaciones
de la cirugía en estas personas35. Al aumentar la edad, se
incrementan la rigidez postoperatoria y la tasa de reoperación
y disminuye el grado de satisfacción del paciente 35. Ade-
más, los pacientes de edad avanzada pueden seguir teniendo
dolor causado por el complejo bíceps-labrum después de una
reparación SLAP. En estos pacientes la bibliografía muestra
que la tenotomía o la tenodesis del bíceps son alternativas
fiables a la reparación SLAP, pero si el paciente tiene una
rotura concomitante del manguito de los rotadores, es mejor
el desbridamiento o la tenotomía que la reparación SLAP35.
En la actualidad, los cirujanos expertos en extremidad supe-
rior realizan menos reparaciones SLAP y tienen tendencia a
aumentar el uso de la tenodesis o de la tenotomía del bíceps,
sobre todo al aumentar la edad del paciente36.
El tratamiento de una rotura SLAP asociada a un quiste
paralabral consiste en reparación labral artroscópica con o sin
descompresión del quiste. Los estudios muestran resultados
aceptables con ambas técnicas.
Lesión de Bankart
La reparación labral con plicatura de la cápsula adelgazada
es efectiva para recuperar la estabilidad (fig. 15.6). El riesgo
de recidiva después de estabilización artroscópica o quirúr-
gica abierta es cinco veces más bajo que el riesgo de recidiva
con tratamiento no quirúrgico37. Las técnicas artroscópicas
FIG. 15.6  Reparación con arpones de una lesión de Bankart.
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modernas permiten realizar una fijación con del labrum arpo-
nes y una plicatura capsular. La investigación ha demostrado
que las técnicas quirúrgicas abiertas y artroscópicas para la
inestabilidad recurrente de hombro consiguen las mismas
puntuaciones de calidad de vida y de resultado funcional a
los 2 años de seguimiento. No obstante, la tasa de recidiva
es ligeramente más alta con las técnicas artroscópicas, proba-
blemente porque se forma menos tejido cicatricial
Posibles complicaciones de la enfermedad
Las roturas SLAP pueden disminuir la estabilidad global
del hombro por lesión del labrum glenoideo. Esto se tolera
bien por lo general, pero puede ocasionar episodios de ines-
tabilidad y lesión adicional del labrum, bíceps, cápsula y
estructuras ligamentosas circundantes. No hay datos que
indiquen que el tratamiento no quirúrgico de las roturas
SLAP provoque cambios degenerativos relevantes.
Las lesiones de Bankart están causadas por episodios de
inestabilidad del hombro y estas lesiones aumentan la proba-
bilidad de inestabilidad adicional. Esto aumenta la debilidad
y el daño de los tejidos circundantes y dentro de la cápsula
del hombro, que pueden causar una fractura de la glenoides
o de la cabeza humeral, posible compromiso vasculonervioso
y aumento del riesgo de artrosis glenohumeral en el futuro.
Posibles complicaciones del tratamiento
El riesgo del tratamiento prolongado con antiinflamatorios
no esteroideos son los efectos secundarios gástricos y renales.
Los inhibidores de la cicloxigenasa 2 evitan algunas com-
plicaciones gástricas, pero pueden tener complicaciones
cardiovasculares y hay que tener en cuenta los antecedentes
del paciente. La inyección en la articulación glenohumeral
tiene una probabilidad baja de artritis séptica.
El tratamiento no quirúrgico de las roturas SLAP tiene
poco riesgo, porque no se ha demostrado que aumente el ries-
go de deterioro del hombro en el futuro. En presencia de una
lesión de Bankart con inestabilidad anterior, los episodios de
inestabilidad recurrente aumentan el riesgo de lesión labral,
capsular, condral articular y del manguito de los rotadores. En
el paciente más joven con riesgo de inestabilidad recurrente,
esto puede propiciar un tratamiento quirúrgico temprano.
Las complicaciones quirúrgicas específicas de las repara-
ciones labrales son rigidez postoperatoria, rotura recurrente,
condropatía iatrogénica, fracturas del borde glenoideo, ines-
tabilidad y artrosis postraumática. Un estudio demostró una
tasa más alta de infección, de revisión y de conversión en
tenodesis después de una reparación SLAP en pacientes
fumadores39. Como siempre, hay que aconsejar al paciente
que deje de fumar 8 semanas antes de una reparación qui-
rúrgica de una lesión SLAP.
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