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La virgen de las mercedes

En el mes de setiembre es característico ver a peregrinos


caminando con un solo objetivo por las calles de Piura, que
es el pase hacia la carretera que los llevará a su destino
final que conduce a la provincia de Paita, hasta donde deben
llegar antes del 24 de setiembre, para rendir honores a la
Virgen de Las Mercedes.
La devoción hacia "Mechita", como la llaman algunos de sus
devotos, se incrementa con los años según nos cuenta uno
de los pobladores paiteños, historia de la virgen se remonta
al año 1532 cuando llegó al puerto de Paita traída por
religiosos de la Orden de La Merced, por ese tiempo bajo el
nombre de María de Las Mercedes.
Según cuenta la historia, la virgen que fue traída de Paita
junto a San Francisco de Asís, inicialmente debía ser
trasladada hasta Piura; pero por razones que se desconocen
la imagen de la Virgen de Las Mercedes se quedó con los
paiteños, quienes preservaron el amor hacia ella y la
convirtieron en su patrona.
La sagrada imagen presenta a la altura de la garganta un
corte, que a través de la historia refieren se lo hizo el pirata
George Anson, pues él llego al puerto y saqueó las riquezas
que encontró a su paso llevándose consigo la virgen.
Ya en altamar, intentando huir con el botín luego de haber
quemado el pueblo, fue sorprendido por una fuerte marea
que le impedía fugar, así que decidió decapitar la imagen
en un arranque de ira y al no poder lograr su cometido
la arrojó al mar, donde fue encontrada varada por
pescadores.
Para cargar la imagen se necesita de 40 personas, por eso
los integrantes de la hermandad solicitan el apoyo de otras
hermandades de Sullana, Talara o el Bajo Piura a fin de
poder realizar el recorrido en la parte baja de Paita, pues
en la parte alta se realiza a bordo de una carroza
debidamente acondicionada.
En el santuario de la Virgen de Las Mercedes, cada año se
congregan miles de personas para participar de la misa de
fiesta, donde se aprecia desde las primeras horas del día una
larga fila de peregrinos que buscan tocar al menos el anda
de la virgen, confeccionada en plata ahumada, pues ella se
ubica a tres metros de altura y solo se accede a venerarla de
lejos, incluso está prohibido sahumar cerca de la imagen
para evitar su deterioro.
Cada año la ciudad de Paita alberga más peregrinos, quienes
con sus cánticos se dejan escuchar a largas distancias y crean
ese ambiente de fiesta y devoción para la virgen, que nos
permite renovar la fe y sentirse bien espiritualmente.
(Adaptado)

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