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Capítulo 9
El reinado de mil años del Mesías
ahora la guerra del Dragón contra todos estos testigos de Jehová no los
ha destruido. En Har-Magedón ellos son el blanco principal del Dragón
en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Sin embargo
sobreviven bajo la protección de Dios, y son testigos de la derrota y la
destrucción de la descendencia visible del Dragón y de este sistema
terrestre de cosas. Aclaman al vencedor glorioso, el Rey Mesiánico que
es como el antiguo Melquisedec. Desde 1914 ha salido a sojuzgar, y
tritura toda la descendencia terrestre visible del Dragón. (Salmo 110:1-
6) No se puede dejar libre al Dragón en la Tierra para que siga
guerreando contra los fieles sobrevivientes de la batalla de Har-
Magedón. Ha llegado el tiempo para que empiece el reinado pacífico,
como de sábado, del Mesías o Cristo, predicho en la profecía bíblica.
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Ahora evidentemente es el tiempo para que la Serpiente Original
sea magullada en la cabeza. ¿Cómo se hará esto? Juan prevé cómo.
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“Y vi a un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y
una gran cadena en su mano. Y prendió al dragón, la serpiente original,
que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. Y lo arrojó al abismo
y lo cerró y lo selló sobre él, para que no extraviase más a las naciones
hasta que terminasen los mil años. Después de estas cosas tiene que
ser desatado por un poco de tiempo.”—Revelación 20:1-3.
6
Aunque el ángel que tiene la llave desciende del cielo, no se dice
que viene a Har-Magedón, puesto que Har-Magedón está en la región
de lo visible, mientras que la Serpiente Original y sus demonios están
en la región de lo invisible. No se le nombra o identifica, pero, aun sin
un ejército de ángeles, demuestra que es más poderoso que la
Serpiente, Satanás el Diablo. ¿Quién es este “ángel”?
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Según Revelación 19:11-21 el Rey de reyes y sus ejércitos del
cielo combaten en Har-Magedón contra solo reyes humanos de la Tierra
y sus ejércitos y la “bestia salvaje” y el “falso profeta.” Después de eso,
¿se encarga meramente a un ángel innominado la tarea mucho mayor
de vencer al poderoso Satanás el Diablo y sus demonios y atarlos y
arrojarlos al abismo? Después que el reino mesiánico de Dios nació
en 1914 el arcángel Miguel y sus ángeles combatieron con el Dragón y
sus ángeles demoníacos y los arrojaron a la Tierra y los dejaron sueltos
aquí. ¿Será ahora un ángel no identificable quien haya de ganar el
honor de una obra más difícil, la de atar a este Dragón y sus ángeles
demoníacos y restringirlos en el abismo bajo una cubierta sellada?
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Midiendo por las medidas de tiempo que da la Biblia desde la
creación del primer hombre en el jardín de Edén, estamos ahora cerca
del fin de seis mil años desde la creación de Adán, sin decir nada de su
caída de más tarde en el pecado después que la Serpiente Original
había engañado a la esposa de Adán llevándola a pecar y morir. Por
eso, añadiendo mil años para el reinado cercano del Mesías sin la
oposición de la Serpiente Original y su descendencia, medimos casi
hasta el fin de siete mil años desde la creación del hombre en Edén. Es
muy propio que los séptimos o últimos mil años de este período de
tiempo de siete mil años lleguen a ser como un sábado.
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Puesto que a la Serpiente Original y sus demonios se les ha de
‘desatar por un poco de tiempo’ al fin de este milenio sabático, mucho
tendrá que hacerse para la humanidad durante el milenio en el cual la
Serpiente yazga encadenada en el abismo sellado. Los hombres
tendrán que tener su día de juicio, y los resultados de éste pasarán por
una prueba final cuando se desate a la Serpiente y sus demonios por
ese “poco de tiempo.” (Juan 5:22, 28, 29; Hechos 17:31; 2 Pedro 3:7, 8)
El apóstol Juan ve el principio de este día de juicio de mil años de
duración para la humanidad mientras ve a los jueces sentarse, como
sigue:
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“Y vi tronos, y hubo quienes se sentaron sobre ellos, y se les dio
poder para juzgar. Sí, vi las almas de los que fueron ejecutados con
hacha por el testimonio que dieron de Jesús y por hablar acerca de Dios,
y los que no habían adorado ni a la bestia salvaje ni a su imagen y que
no habían recibido la marca sobre la frente y sobre la mano. Y llegaron
a vivir y gobernaron como reyes con el Cristo por mil años. (Los demás
de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que fueron terminados los
mil años.) Esta es la primera resurrección. Feliz y santo es cualquiera
que tiene parte en la primera resurrección; sobre éstos no tiene
autoridad la muerte segunda, sino que serán sacerdotes de Dios y del
Cristo, y gobernarán como reyes con él por los mil años.”—Revelación
20:4-6.
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Entre esos tronos que Juan vio tienen que haber estado doce
tronos para los “doce apóstoles del Cordero,” porque Jesús le había
dicho a Juan y los otros apóstoles fieles lo siguiente: “En la re-creación,
cuando el Hijo del hombre se siente sobre su trono glorioso, ustedes
que me han seguido también se sentarán sobre doce tronos, juzgando
a las doce tribus de Israel.” (Mateo 19:28; Lucas 22:28-30) En total, Juan
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debe haber visto 144.000 tronos, un trono para cada una de las
144.000 personas vistas antes por Juan de pie con el Cordero sobre el
monte Sion celestial. (Revelación 14:1-3; 3:21) Es significativo que a las
veinticuatro personas de mayor edad a quienes se representó sentadas
en tronos en el cielo no se les menciona más; no después de
Revelación 19:4.
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En 1 Corintios 6:2, 3 el apóstol Pablo escribió: “¿No saben
ustedes que los santos juzgarán al mundo [de la humanidad]? . . .
¿No saben ustedes que juzgaremos a ángeles?” Los santos son jueces
reales, sobre tronos. La descripción de Juan abarca a 144.000 de ellos.
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Puesto que los 144.000 serán “cambiados” de la vida humana a
vida celestial al ser resucitados de entre los muertos, Juan no dijo que
se vio entre los que estaban sentados en tronos de juicio. Dice que vio
“almas.” Indudablemente entre estas almas estaban ahora aquellas que
Juan había visto anteriormente “debajo del altar” y que habían sido
‘muertas atrozmente a causa de la palabra de Dios y a causa de la obra
de testimonio que tenían.’ (Revelación 6:9-11) Los hombres habían
matado sus cuerpos humanos, pero no habían podido matar sus almas,
es decir, su derecho y título a la vida en el reino celestial de Dios.—
Mateo 10:28.
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No todos los 144.000 habían sido ejecutados con el hacha por los
enemigos de Dios por testificar acerca de Jesús y Dios. Sin embargo,
ni uno de ellos había adorado a la bestia salvaje simbólica, el sistema
mundial de política; y, desde la formación de la Sociedad de Naciones
y las Naciones Unidas, ninguno de ellos ha adorado a la “imagen”
política de la bestia salvaje simbólica. No han sido marcados ni en la
cabeza ni en la mano como esclavos del sistema mundial de política
ni como adoradores de éste. No han imitado a Babilonia la Grande y
cometido fornicación religiosa con los reyes o gobernantes políticos de
la Tierra. Se mantuvieron fuera de la política, dando a César las cosas
de éste y a Dios las cosas de Dios. (Mateo 22:21) Han esperado que el
reino de Dios esté establecido. Todos resultan fieles hasta su muerte de
sacrificio y por eso necesitan una resurrección que los saque de la
muerte.
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Dice Juan: “Y llegaron a vivir y gobernaron como reyes con el
Cristo.” Esto no significa que la resurrección de estos 144.000 esperó
hasta que el último de ellos hubo muerto en la carne. No significa que
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Note esa oración puesta en paréntesis, a saber: “Los demás de
los muertos no llegaron a vivir sino hasta que fueron terminados los mil
años.” Es posible que esto se encuentre en una página perdida del
Manuscrito Vaticano Griego Núm. 1209, del cuarto siglo, pero
definitivamente no está en el Manuscrito Sinaítico del cuarto siglo. Sin
embargo se encuentra en el Manuscrito Alejandrino Griego del quinto
siglo y en la Vulgata latina, en Revelación 20:5.
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Al considerar esas palabras que están en paréntesis, tenemos
que tener presente el hecho de que la “grande muchedumbre” que viene
de todas partes de la Tierra, a quienes el Cordero de Dios conduce
como sus “otras ovejas,” serán sobrevivientes de la batalla de Har-
Magedón y del atar y echar en el abismo a Satanás el Diablo.
No tendrán que ser resucitados de entre personas muertas en las
tumbas o en los mares. El que sobrevivan a través del fin ardiente del
actual sistema de cosas inicuo no les dará derecho a vida eterna bajo
el reino celestial de Dios. Todavía tendrán que vivir a través del día de
juicio de mil años en obediencia fiel al Reino. Entonces, al fin de los mil
años del reinado de Cristo, tendrán que pasar a través de aquel “poco
de tiempo” durante el cual se soltará del abismo a Satanás y sus
demonios.
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Por fidelidad a Dios durante ese “poco de tiempo” de prueba
crítica, serán justificados o declarados inmutablemente dedicados a la
justicia. Dios los recompensará con la dádiva de vida eterna en virtud
de su justicia probada y mantenida. Al recibir este título dado por Dios a
la vida eterna en la Tierra en condición de Paraíso, realmente ‘llegarán
a vivir,’ desde el punto de vista de Dios.
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Si eso es cierto de la “grande muchedumbre” de ovejas terrestres
que pasarán vivos a través del fin de este inicuo sistema de cosas pero
que todavía no reciben el derecho a la vida eterna, ¿cuánto más no será
cierto de los que ya están muertos en los sepulcros y en los mares?
Después que sean resucitados de sepulcros terrestres y acuosos,
también tendrán que pasar por la experiencia del día de juicio y pasar
con buen éxito a través de la prueba crítica de su devoción a la justicia
cuando Satanás y sus demonios sean soltados del abismo al fin de los
mil años. Llegarán a vivir solo cuando Jehová Dios los justifique o
declare justos y los recompense. (Romanos 8:33) Así persiste como
cosa verdadera en cuanto a todas las personas que adquieran el premio
de la vida eterna como hombres perfectos en la Tierra que “los demás
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de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que fueron terminados los
mil años.” El reino de Dios no habrá sido en vano.
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Satanás el Diablo es arrojado con su descendencia demoníaca en
el simbólico “lago de fuego y azufre,” manifiestamente por la
Descendencia real de la “mujer” de Dios, es decir, por el Rey Jesucristo.
Allí fue donde fueron arrojados mil años antes en la batalla de Har-
Magedón la bestia salvaje y el falso profeta simbólicos; y nunca han
salido de allí. Ahora el Diablo pasa a estar con ellos allí. Así Jesucristo,
la Descendencia de la “mujer” de Dios, finalmente tritura la cabeza de
la Serpiente. (Génesis 3:15) El Rey triunfante ha tenido las llaves de la
muerte y del Hades y del abismo, pero no tiene llave para este “lago de
fuego y azufre.” Nunca deja salir del lago ardiente y sulfuroso a la bestia
salvaje y el falso profeta simbólicos ni a Satanás el Diablo. Por eso se
dice que allí “serán atormentados día y noche para siempre jamás.”
(Revelación 20:10) La sentencia de ellos a destrucción es eterna.
RESURRECCIÓN TERRESTRE
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Esa es la última vez que el apóstol Juan ve al “dragón, la serpiente
original, el que es llamado Diablo y Satanás,” en la revelación a él, y ésa
es la última vez que se menciona a este inicuo. Habiendo entrado en el
tema de cómo se ha de disponer de él y sus demonios, la Revelación
concentra en ellos por los mil años, sin apartarse a considerar otras
cosas contemporáneas. Después que la Revelación termina de tratar el
asunto de la Serpiente Original y su inicua descendencia o prole, vuelve
al principio de los mil años para hacer notar otras cosas importantes que
acontecen desde entonces en adelante. Como desde ese punto en el
tiempo Juan escribe:
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“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él. De
delante de él huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos.
Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie delante del trono,
y se abrieron rollos. Pero se abrió otro rollo; es el rollo de la vida. Y los
muertos fueron juzgados de acuerdo con las cosas escritas en los rollos
según sus hechos. Y el mar entregó los muertos que había en él, y la
muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron
juzgados individualmente según sus hechos. Y la muerte y el Hades
fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa la muerte segunda: el
lago de fuego. Además, cualquiera que no se halló escrito en el libro de
la vida fue arrojado al lago de fuego.”—Revelación 20:11-15.
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La revelación a Juan así entra en una consideración de los “demás
de los muertos” a quienes se menciona, de paso, en Revelación 20:5.
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Él es un sacerdote como Melquisedec de la antigua Salem.
(Salmo 110:1-4; Hebreos 5:5, 6, 10; 6:20 a 7:17) Es el Sumo Sacerdote
de Jehová, y los 144.000 son subsacerdotes, por lo cual se dijo que
“serán sacerdotes de Dios y del Cristo, y gobernarán como reyes con él
por los mil años.”—Revelación 20:6.
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El procedimiento del Sumo Sacerdote de Jehová ahora
corresponde con el del sumo sacerdote Aarón de Israel el día de
Expiación que se celebraba anualmente, cuando entraba en el
Santísimo del sagrado tabernáculo para presentar a Dios la sangre de
la cabra de sacrificio derramada para las doce tribus de Israel.—Levítico
16:15; Hebreos 13:11, 12.
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Debido a esto los muertos que están de pie delante del trono de
juicio pueden ejercer fe de modo que la sangre preciosa del sacrificio
de Cristo se les aplique y por eso sean librados de condenación. De
este modo se coloca delante de ellos la oportunidad de alcanzar la vida
eterna, y el reino sacerdotal de Cristo está entonces gobernando para
ayudarles a adquirirla. Así, no serán juzgados según sus hechos del
pasado en esta vida durante este mundo, aunque esos hechos del
pasado pueden al principio afectar sus aptitudes en el nuevo orden de
cosas de Jehová.
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Los “rollos” que el apóstol Juan vio que fueron abiertos no son el
registro de la vida terrestre pasada de la gente que está de pie delante
del trono de juicio, sino que son los libros de leyes de Jehová. Es decir,
son las publicaciones que dan a conocer su voluntad para toda la gente
en la Tierra durante el reinado milenario de Cristo. Después que se haya
publicado y dado a conocer lo que está escrito en estos “rollos” de leyes,
la gente será juzgada por las leyes e instrucciones que se encuentren
escritas en esos rollos “según sus hechos,” no sus hechos cometidos
en esta vida o antes de que los rollos fueran publicados, sino sus hechos
después durante el tiempo en que estén en juicio.
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Durante todo el día de juicio de mil años el Juez de Jehová,
Jesucristo, puede ejecutar la sentencia de destrucción en cualquiera de
la humanidad que muestre que es incorregible. Pero por este día de
juicio todos los hombres tendrán la oportunidad de aprender la justicia.
(Isaías 26:9; 2 Pedro 3:8) Aun si resultan obedientes y aprenden la
justicia durante el día de juicio de mil años de Cristo, todavía tendrán
que pasar la prueba final de devoción inmutable a la soberanía universal
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de Jehová después que terminen los mil años, cuando Satanás y sus
demonios sean soltados. Entonces estarán sin beneficio de un
intermediario delante de Aquel que está sentado sobre el “gran trono
blanco,” y por lo tanto bajo su propia responsabilidad. Si pasan esta
prueba decisiva con obediencia fiel a Jehová Dios el Soberano
Universal, entonces por primera vez escribirá él como Juez Supremo de
todos el nombre de ellos en el “rollo de la vida,” autorizándolos así a
disfrutar de vida humana perfecta para siempre en la Tierra hecha un
Paraíso.
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Aquí el “rollo de la vida” de Jehová es diferente del “rollo de la vida
del Cordero,” en el cual están escritos los nombres de los 144.000 como
de personas dignas de disfrutar de la vida inmortal para siempre con el
Cordero de Dios en el cielo.—Revelación 3:5; 13:8; 21:27.
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Durante este día de juicio vendrá el tiempo en que la resurrección
cesará. Eso será cuando el mar y el Hades hayan entregado al último
de los muertos en ellos. Igualmente cesará la muerte adámica, es decir,
la muerte que le vino a toda la humanidad debido al pecado original de
Adán. Cesará cuando entregue a los muertos que hay en ella, es decir,
los que tienen algún vestigio de los efectos heredados del pecado de
Adán en sí. Esto no será cuando se les haya aplicado el mérito limpiador
del sacrificio de Cristo con el perdón de sus pecados confesados, sino
cuando se haya eliminado de ellos la imperfección y debilidad mental y
física y estén disfrutando de la perfección humana que tuvieron
originalmente en Edén los inocentes Adán y Eva. Entonces la
humanidad podrá obedecer toda la ley de Dios, incluso las “cosas
escritas en los rollos,” con perfecta obediencia.
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Todo eso significa la destrucción eterna del Hades, Seol o el
sepulcro común de la humanidad muerta, también la destrucción eterna
de la muerte que heredamos del pecaminoso Adán. Esto fue lo que se
representó cuando el apóstol Juan vio que la muerte y el Hades fueron
“arrojados al lago de fuego.” Esto significa la muerte eterna de la muerte
adámica y del Hades, porque Juan pasa a explicar lo siguiente: “Esto
significa la muerte segunda: el lago de fuego.” Se desprende que este
simbólico “lago de fuego” no es lo mismo que el Hades o la muerte
adámica que heredamos. “El lago de fuego” representa destrucción
absoluta, tan completa y duradera como si fuese lograda por fuego
mezclado con azufre. El Hades y la muerte no serán atormentados
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6-8. ¿Quién es el ángel que tiene la llave del abismo? ¿Por qué
contesta usted así?
11. ¿Cómo sabemos que estamos cerca del reinado de mil años del
Mesías?
12, 13. (a) ¿Por qué tendrá que hacerse mucho para la humanidad
durante el milenio? (b) ¿Cómo vio Juan el principio de este día
de juicio de mil años para la humanidad?
14. (a) ¿Cuántos tronos vio Juan? (b) ¿A quiénes no se menciona más
después de Revelación 19:4?
15. ¿Qué dijo el apóstol Pablo acerca de jueces reales, en 1 Corintios
6:2, 3?
16. ¿A quiénes vio Juan entre las “almas” que se sentaron en tronos de
juicio?
17. (a) ¿Las personas que tienen qué registro se sentaron en tronos de
juicio? (b) ¿Por qué necesitan una resurrección que los saque
de la muerte?
19. (a) ¿Cómo sabemos que algunos del resto siguen vivos a través del
tiempo de la atadura y el encierro de Satanás y sus demonios
en el abismo? (b) ¿Cuándo se sentarán los del resto en tronos
para reinar con Cristo?
22. ¿Por qué “no tiene autoridad” sobre los 144.000 la “muerte
segunda”?
26. ¿Por qué puede decirse de todas las personas que obtienen el
premio de la vida eterna como hombres perfectos en la Tierra
que los “demás de los muertos no llegaron a vivir sino hasta que
fueron terminados los mil años”?
27. (a) ¿Cómo termina el reinado de mil años del Hijo de Dios? (b) ¿En
qué punto se cumple 1 Corintios 15:24?
28. (a) ¿Se tenía la intención de que el abismo fuera el lugar donde
permanecieran eternamente Satanás y sus demonios?
(b) ¿Cómo quiénes en la profecía de Ezequiel serán conducidos
a la destrucción?
29, 30. (a) ¿Quién suelta del abismo a Satanás y los demonios?
Suministre prueba. (b) ¿Qué sucede después que Satanás y los
demonios son soltados de su prisión?
31. (a) ¿Hasta dónde estará poblada la Tierra para el fin de los mil años?
(b) ¿Hasta qué punto tendrá buen éxito Satanás en cuanto a
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32. (a) ¿A quiénes se refieren los términos Gog y Magog? (b) ¿Por qué
son adecuados estos nombres? (c) ¿Qué se sugiere en
Revelación 20:8 por el hecho de que “aquellas naciones” estén
“en los cuatro ángulos de la tierra”?
46. (a) ¿Qué son los “rollos” que Juan vio que fueron abiertos?
(b) Después que se haya publicado lo que está escrito en estos
“rollos,” ¿qué servirá para juzgar a la gente?
48. Explique por qué el “rollo de la vida” de Jehová aquí es diferente del
“rollo de la vida del Cordero.”
53. (a) ¿Qué les sucederá a los que no pasen la prueba? (b) ¿Qué
significará para la humanidad obediente restaurada el que Dios
los registre por nombre en el “libro de la vida”?
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Capítulo 10
FUE al principio del día de juicio de mil años que “huyeron la tierra
y el cielo” de delante del rostro de Aquel a quien el apóstol Juan vio
sentado sobre el “gran trono blanco.” No se halló lugar para aquel cielo
y aquella tierra inicuos, de modo que fueron entonces permanentemente
destruidos. (Revelación 20:11) Esto localiza para nosotros el tiempo en
que éstos serían inmediatamente reemplazados por un nuevo y justo
conjunto de cielo y tierra. El tiempo no sería al fin del reinado de mil
años de Cristo y después que todos los inicuos en el cielo y en la Tierra
son destruidos en el simbólico “lago de fuego,” sino al principio del
reinado milenario de Cristo. Desde este punto en el tiempo leemos lo
que Juan escribe ahora:
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“Y vi un nuevo cielo y una nueva tierra; porque el cielo anterior y la
tierra anterior habían pasado, y el mar ya no existe. Vi también la santa
ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo desde Dios y
preparada como novia adornada para su esposo. Con eso oí una voz
fuerte desde el trono decir: ‘¡Mira! La tienda de Dios está con la
humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios
mismo estará con ellos. Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la
muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor. Las
cosas anteriores han pasado.’”—Revelación 21:1-4.
3
El “nuevo cielo” es el reino celestial de Jesucristo y sus
144.000 reyes y sacerdotes asociados. La “nueva tierra” no es un nuevo
globo terráqueo girando en el espacio, sino una nueva sociedad de
personas sobre nuestra misma Tierra, todas totalmente sometidas al
reino de Cristo sin divisiones por raza, color, nacionalidad o lenguaje.
Esta “nueva tierra” comenzará con los que están en la Tierra y son
sobrevivientes de la destrucción del “cielo anterior y la tierra anterior.”
Será una nueva sociedad terrestre completamente justa, porque ya
no existirá aquel “mar” simbólico de los pueblos inquietos, rebeldes,
impíos, del cual ascendió la simbólica “bestia salvaje” hace mucho
tiempo para ser usada por el Diablo. (Revelación 13:1, 2) Nuestros
mares literales permanecerán.
4
La “gran ramera,” Babilonia la Grande, ya no existe cuando la
“santa ciudad, la Nueva Jerusalén,” desciende del cielo desde Dios. La
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por medio de esta clase del Templo, esta espiritual, celestial, sacerdotal
“tienda de Dios.” Esto se hace con el propósito de hacer que los
habitantes de la “nueva tierra” sean sus criaturas humanas
completamente reconciliadas, “sus pueblos.”
8
De modo que, por medio de la Nueva Jerusalén y su Esposo
Jesucristo, el Señor Dios Jehová gradualmente borra las lágrimas de
los ojos de todos los súbditos terrestres obedientes del reino mesiánico.
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A medida que el lamento, el clamor y el dolor por diferentes causas
vayan siendo quitados gradualmente durante el reinado de mil años de
Cristo, entonces naturalmente las lágrimas dejarán de fluir de los ojos
humanos. Y cuando la muerte no sea más, habrá sido eliminada una
causa mundial de lágrimas. Esto significa que la muerte que se extendió
desde el pecador Adán a toda la humanidad que descendió de él ya
no será. Cuando ya no le nazcan hijos a los sobrevivientes del fin
ardiente de este mundo y a sus descendientes, todos los efectos
mortíferos del pecado de Adán cesarán de esparcirse.—Romanos 5:12,
18, 19.
10
Cuando haya resurrecciones en vez de muertes debidas a Adán,
entonces desaparecerán los médicos, los hospitales, los empresarios
de pompas fúnebres y sus funerarias, y los cementerios. La muerte
adámica no será más cuando toda la prole de Adán en la Tierra haya
sido plenamente rescatada de los efectos del pecado de éste y haya
adquirido salud humana perfecta, habiéndoseles perdonado todos sus
pecados del pasado por medio del sacrificio de rescate de su Sumo
Sacerdote celestial, “el Cordero de Dios.” Para ellos ciertamente será
verídico el dicho: “Las cosas anteriores han pasado.”—Revelación 21:4.
11
Esas palabras acerca de un perfecto y justo nuevo orden de
cosas, “un nuevo cielo y una nueva tierra”... ¿deberían parecer algo
demasiado bueno para ser realizables? ¡No! No si el Dios
Todopoderoso lo dice; y él es Quien dice esas palabras desde su trono
celestial. Escribe Juan:
12
“Y el que estaba sentado sobre el trono dijo: ‘¡Mira! Estoy
haciendo nuevas todas las cosas.’ También, dice: ‘Escribe, porque
estas palabras son fieles y verdaderas.’ Y me dijo: ‘¡Han acontecido! Yo
soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A cualquiera que tiene sed
le daré de la fuente del agua de la vida gratis. Cualquiera que venza
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mundo inicuo tal como Jesucristo el Hijo principal de Dios lo hizo. (Juan
16:33; Revelación 3:21) Tienen que seguir venciéndolo hasta que
dentro de poco su fin ardiente lo remueva de la existencia y ellos entren
en el nuevo orden victoriosamente.
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Los que no ‘heredan estas cosas,’ los que no tienen sed del “agua
de la vida” y a quienes Dios no la da, no son valerosos, fieles, limpios,
inocentes, morales, piadosos y verdaderos como Jesucristo, el modelo
perfecto de un hijo de Dios. Son los cobardes, los sin fe, los que son
repugnantemente sucios como Babilonia la Grande, “la madre de las
rameras y de las cosas repugnantes de la tierra,” los asesinos, los
fornicadores o inmorales en cuanto a lo sexual, los que siguen a
Babilonia la Grande al practicar el espiritismo, la hechicería y la magia,
los idólatras entre los cuales están los que adoran a la simbólica “bestia
salvaje” y su “imagen” del día moderno, y los mentirosos que imitan al
Diablo “el padre de la mentira.” (Juan 8:44; Revelación 17:5, 6;
18:23, 24) Debido a que esas personas son destruidas a causa de las
cualidades que despliegan y sus prácticas, queda claro para nosotros
lo que Dios requiere de nosotros para que venzamos al mundo.
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Entonces, ¿cuál será la porción de las personas que no venzan al
mundo? No vida eterna, porque, aunque el privilegio de hacerlo es
gratis, no beben de la “fuente del agua de la vida.” Su porción será
muerte eterna, simbolizada por el “lago que arde con fuego y azufre.”
Revelación 21:8 dice claramente que este lago ardiente y sulfuroso
“significa la muerte segunda.” No es una llamada “muerte viviente
consciente,” que haya de sufrir una imaginaria alma humana inmortal
que sea atormentada con fuego y azufre por toda la eternidad. Es una
muerte de la cual no hay resurrección. No hay llave para la muerte
segunda, aunque Jesús tiene la llave para la muerte adámica.
(Revelación 1:18) La muerte segunda es absolutamente diferente de la
muerte adámica, porque, aunque el Dragón, la Serpiente Original,
Satanás el Diablo, nunca murió en muerte adámica, sino que solo la
indujo en el Edén, sin embargo es arrojado a la “muerte segunda,” el
simbólico lago de fuego, y lo mismo les sucede a la “bestia salvaje” y el
“falso profeta.” Hasta la muerte adámica misma y el Hades o Seol son
arrojados a la “muerte segunda.” Por lo tanto el “lago de fuego”
simboliza la destrucción eterna de una persona o cosa. Es la muerte
adámica lo que no será más, pero no la “muerte segunda.” Los que son
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amatista. También, las doce puertas eran doce perlas; cada una de las
puertas estaba hecha de una sola perla. Y el camino ancho de la ciudad
era oro puro, como vidrio transparente.”—Revelación 21:15-21.
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El que la medida de la ciudad sea de doce mil estadios o unos
2.220 kilómetros parece referirse a la circunferencia en la base, lo que
significaría tres mil estadios ó 555 kilómetros para cada lado. Por lo
tanto, si se mide desde la superficie de la Tierra, esta ciudad cúbica
tendría tres mil estadios, ó 555 kilómetros de altura. Se extendería
dentro de lo que los científicos ahora llaman “espacio sideral.” En el
tiempo de Juan solo un ángel pudiera haber medido la altura de la
Nueva Jerusalén. Por eso, en comparación con la Nueva Jerusalén, la
antigua Babilonia cuadrada era llana, aun con su zigurat o Torre de
Babel. El muro de jaspe de la ciudad celestial no era tan alto; pero su
altura en el número de codos era el cuadrado de doce, es decir, doce
veces doce, lo cual llega a “ciento cuarenta y cuatro codos,” ó 64 metros
de altura, en comparación con la altura de 555.000 metros de la Nueva
Jerusalén. No se declara cuánto medía la caña de medir de oro del
ángel, pero su unidad de medida era igual a una “medida de hombre.”
Por eso las medidas podían expresarse en los términos humanos que
nosotros conocemos.
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Todo lo de la ciudad celestial era precioso. Para describir los
rasgos de la ciudad se hace uso de metales y piedras que son preciosos
para la humanidad. La ciudad no es solo preciosa para Dios, según se
muestra por la manera en que él se la representa a Juan, sino que debe
ser muy preciosa para el pueblo de Dios en la “nueva tierra.” Oh santa
ciudad, “preparada como novia adornada para su esposo,” ¡qué
hermosa debes parecerle a tu Novio! En sus días en la Tierra el oro era
el metal más precioso, pero el oro de esta ciudad Nupcial es “oro puro
semejante a vidrio claro.” ¿Puede ser más puro que eso el oro refinado?
Y el camino ancho de la ciudad es del mismo material, “oro puro, como
vidrio transparente.” Sería un privilegio caminar en una calle simbólica
como aquélla. Las doce tribus de Israel espiritual disfrutarán de ese
precioso privilegio en el servicio de Dios.
29
La Jerusalén terrestre antigua era el centro nacional de la
adoración de Jehová y tenía el templo de él allí en el monte Moría. Pero
el apóstol Juan no vio ningún edificio de esa clase en la “santa ciudad,
la Nueva Jerusalén.” No obstante, no era una ciudad irreligiosa, impía,
porque Juan dice:
28
30
“Y no vi en ella templo, porque Jehová Dios el Todopoderoso es
su templo, también lo es el Cordero. Y la ciudad no tiene necesidad de
que el sol ni la luna resplandezcan sobre ella, porque la gloria de Dios
la alumbró, y su lámpara era el Cordero. Y las naciones andarán por
medio de su luz, y los reyes de la tierra traerán a ella su gloria. Y sus
puertas absolutamente no se cerrarán de día, pues allí no existirá
noche. Y traerán a ella la gloria y la honra de las naciones. Pero
cualquier cosa que no sea sagrada y cualquiera que lleve a cabo lo que
sea repugnante y la mentira no entrará en ella de ninguna manera;
solamente entrarán los que están escritos en el rollo de la vida del
Cordero.”—Revelación 21:22-27.
31
Muy en fidelidad a las circunstancias, Juan no vio ningún templo
ni santuario en esta ciudad celestial, puesto que la entera ciudad
simbólica es un templo en sí misma, un “lugar donde habite Dios por
espíritu.” Y por eso Jehová Dios el Todopoderoso está allí mismo por
espíritu, y no es necesario que los habitantes de la ciudad se acerquen
a él en adoración por medio de algún edificio con algo dentro que lo
represente. El templo de la ciudad es él mismo, puesto que la adoración
que le dan los habitantes de la ciudad es directa. Por razones
relacionadas, el Cordero Jesucristo es también el templo de la ciudad.
Es el esposo de la ciudad simbólica, y está allí mismo. Es el Sumo
Sacerdote de Jehová y la Piedra Angular de Fundamento del templo
espiritual.—Efesios 2:19-22.
32
Tal como la luz Shekinah de Jehová iluminaba el Santísimo del
antiguo tabernáculo y el antiguo templo, así su gloria ilumina
directamente a la Nueva Jerusalén. La antigua Babilonia sobre el río
Éufrates necesitaba lámparas de aceite para tener luz de noche; sin
embargo, si hubiera noche alguna alrededor de la celestial Nueva
Jerusalén, el Cordero de Dios sería su lámpara. Esto explica por qué “la
ciudad no tiene necesidad de que el sol ni la luna resplandezcan sobre
ella.” Pero hombres en la Tierra necesitarán esas luces.
33
La invisible ciudad celestial arrojará una luz espiritual sobre los
habitantes de la “nueva tierra.” Una completa clarificación de la Biblia
les será dada, junto con todas las reglas, leyes e instrucciones justas,
iluminadoras y guiadoras que se les darán. Por eso las naciones de la
Tierra, es decir, los que no son de los 144.000 israelitas espirituales,
andarán en la luz espiritual que vendrá de la ciudad y verán cómo andar
29
en el camino que lleva a vida eterna sin tropiezos. Todas las familias y
naciones de la Tierra serán bendecidas así.—Génesis 12:3; 22:18.
34
Habiendo sido muertos en Har-Magedón en la “guerra del gran
día de Dios el Todopoderoso” los reyes de este mundo, no habrá reyes
nacionales, políticos, en la Tierra durante el reinado de mil años de
Cristo. Por lo tanto, los “reyes de la tierra” que “traerán . . . su gloria” a
la Nueva Jerusalén tienen que ser el Rey de reyes y los
144.000 vencedores del mundo que gobiernan como reyes con él por
los mil años. (Revelación 5:8-10) Ellos no mueven hilos políticos y tratan
de glorificarse como gobernantes sobre la humanidad. Traen su gloria
dada por Dios a la “santa ciudad, la Nueva Jerusalén,” para magnificar
a la organización real, para la alabanza de Dios y para el apoyo de su
soberanía universal. (1 Corintios 15:24-28) Esta gloria celestial invisible
se hará manifiesta a los habitantes de la “nueva tierra” por medio de las
gloriosas condiciones que este gobierno celestial, el “nuevo cielo,”
producirá en nuestra Tierra. Un Paraíso Edénico será restaurado y
extendido por todo el mundo. Se mantendrán condiciones de paz y
justicia en la Tierra, y toda la imperfección humana y la muerte serán
eliminadas.
35
Bajo tan grandes bendiciones desde la Nueva Jerusalén,
ciertamente la “gloria y la honra de las naciones” en la Tierra serán
traídas a aquella celestial ciudad real. A pesar de su nacionalidad
pasada, la gente con aprecio glorificará a aquel gobierno celestial y lo
honrará, dándole su lealtad de corazón, alabanzas y gratitud.
36
La gloria de los gobiernos nacionales políticos actuales de la
Tierra palidecerá hasta la invisibilidad y se desvanecerá de la memoria
humana. La humanidad respetará a este gobierno celestial como la
provisión de Dios para ellos, el reino mesiánico que él destinó para ellos.
Se someterán a este gobierno con sujeción total. Tendrán la mayor
confianza en ese gobierno celestial, porque saben que “cualquier cosa
que no sea sagrada y cualquiera que lleve a cabo lo que sea repugnante
y la mentira [como lo hace ahora Babilonia la Grande] no entrará . . . de
ninguna manera” en el reino mesiánico celestial. Solo los 144.000 fieles
cuyos nombres están “escritos en el rollo de la vida del Cordero”
entrarán en ella por una fiel muerte de sacrificio y una gloriosa
resurrección a la vida celestial. (Revelación 3:5; 21:27) Será un gobierno
santo, limpio, verídico, con el Cordero de Dios como Rey de reyes.
(1 Corintios 6:9-11; Gálatas 5:19-21; 2 Pedro 1:5-11) Será el “nuevo
30
11, 12. ¿Por qué no deben parecer demasiado buenas para ser
realizables estas palabras acerca de un justo nuevo orden de
cosas?
13, 14. (a) ¿Quién únicamente puede hacer “nuevas todas las cosas”?
(b) ¿Por qué dice: “Han acontecido”? (c) Explique el uso y
significado de las palabras “Alfa” y “Omega” inmediatamente
después de la expresión: “Han acontecido.”
25, 26. (a) ¿En qué forma está construida la “Nueva Jerusalén”?
(b) Descríbala, según Revelación 21:15-21.
29-31. (a) ¿Por qué no vio Juan un templo en la “santa ciudad, la Nueva
Jerusalén”? (b) ¿Por qué puede decirse que el Cordero es
también el templo de la ciudad?
32. Explique por qué “la ciudad no tiene necesidad de que el sol ni la
luna resplandezcan sobre ella.”
33. ¿Cómo arrojará luz sobre los habitantes de la “nueva tierra” la
invisible ciudad celestial?
34. (a) ¿Quiénes son los “reyes de la tierra” que traerán su gloria a la
Nueva Jerusalén? (b) ¿Por qué traen su gloria a la ciudad?
(c) ¿Cómo se hará manifiesta esta gloria invisible, celestial, a los
habitantes de la “nueva tierra”?
35. ¿Cómo se traerá a la ciudad la “gloria y la honra de las naciones” en
la Tierra?
Capítulo 11
su amado Hijo Jesús. Así, pues, el “trono de Dios y del Cordero” fueron
establecidos entonces.—Revelación 11:15 a 12:10.
4
Sin embargo, el “río de agua de vida” no comenzó a fluir entonces.
Esto se puede comprender cuando recordamos que fue después de
eso, durante la I Guerra Mundial, que el resto todavía en la Tierra de los
144.000 israelitas espirituales llegó a estar en cautiverio babilónico y
necesitó liberación y esta liberación vino originalmente en el año 1919.
5
Además, notamos que el río de agua dadora de vida fluye “por en
medio de su camino ancho,” es decir, por en medio del camino ancho
de la “santa ciudad, la Nueva Jerusalén.” La ciudad desciende del cielo
desde Dios, después que “el cielo anterior y la tierra anterior habían
pasado, y el mar ya no existe.” Esto sería al principio del reinado de mil
años de Cristo. Entonces la santa ciudad, “la novia, la esposa del
Cordero,” está allí, y su camino ancho de “oro puro, como vidrio
transparente.” Entonces el “río” que sale del trono de Dios y del Cordero
en esta ciudad puede fluir por en medio de su calle.—Revelación 21:1,
2, 9, 10, 21.
6
La Palabra escrita de Dios es comparada a veces con agua.
(Efesios 5:26) Pero no se equivoque en cuanto a ello: este simbólico “río
de agua de vida” no es un simple río de la verdad. Algo mucho mayor
que meramente el dar a la gente la verdad bíblica se representa con
esto. El río simbólico representa toda la provisión que Dios hace para
que la humanidad obediente y creyente tenga vida eterna por medio de
Jesucristo el “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Por eso
es que se ve que el río fluye desde el “trono de Dios y del Cordero,”
pues el Cordero que fue sacrificado está sentado a la diestra de Dios su
Padre. (Juan 1:29; Salmo 110:1; Hechos 2:32-36) El que el río sea “claro
como el cristal” prueba la pureza de las provisiones de Dios, que están
libres de toda contaminación mortífera. Esto significa más que la simple
pureza de la verdad de Dios. Esas provisiones incluyen el sacrificio de
rescate del Cordero Jesucristo y dar él a la humanidad pecaminosa los
beneficios de su sacrificio como el Sumo Sacerdote de Jehová
semejante a Melquisedec. Por todo el reinado de mil años de Cristo los
hombres, incluso los que sean resucitados de entre los muertos, tienen
que beber del “río de agua de vida.”
7
Los 144.000 miembros de la “novia, la esposa del Cordero,” sirven
como sacerdotes de Dios y de Cristo y reinan con Cristo su Novio por
35
mil años. De este modo se les da una participación feliz en extender los
beneficios del sacrificio de su Novio Sumo Sacerdote al mundo
moribundo de la humanidad. Esto está correctamente ilustrado por el
hecho de que el “río de agua de vida” fluye en un conducto, es decir,
por en medio del camino ancho de oro de la santa ciudad, siendo la
ciudad la esposa del Cordero. Armoniza con esto el hecho de que son
una “casa espiritual,” “templo santo para Jehová,” “lugar donde habite
Dios por espíritu.” (1 Pedro 2:5; Efesios 2:21, 22) Son parte de la
Descendencia de la “mujer” de Dios, parte de la “descendencia de
Abrahán,” por medio de la cual todas las familias y naciones se
bendecirán. (Gálatas 3:8, 16, 29; Génesis 22:17, 18) Por eso, para
comunicar sus bendiciones de vida a la humanidad, Dios no usa un
conducto mezquino y barato, sino un “camino ancho” de “oro puro, como
vidrio transparente.”
8
Además de agua clara como el cristal para apagar la sed, tiene que
haber alimento que sostenga la vida. Ese alimento se suministra por
medio de la “santa ciudad,” porque en cada orilla del río que fluye por
en medio de su “camino ancho” hay “árboles de vida que producen doce
cosechas de fruto.” A cualquier lado del río la gente no solo podría
inclinarse para beber del agua, sino también estirar los brazos para
tomar del fruto sostenedor de la vida. Las clases de frutos, la variedad
de árboles, puede haber sido de más de doce. Ahora bien, sin importar
lo extensa que fuera la variedad que hubiera de árboles frutales, todos
y cada uno de los árboles producía doce cosechas de fruto, una nueva
cosecha cada uno de los doce meses del año. Durante todo el año
producían fruto, de modo que no había peligro de que nadie se muriera
de hambre. Estos árboles son regados por el “río.”
9
Estos árboles fructíferos representan una parte de la provisión de
Dios para la vida eterna de la humanidad creyente y obediente. Pero
posiblemente representan además a los 144.000 miembros de la
esposa del Cordero, que también beben de las provisiones de Dios para
vida por medio de Jesucristo. (Revelación 21:6) En la profecía de Isaías,
que Jesús citó, acerca del ungimiento con el espíritu de Dios, a los
144.000 se les asemeja a “árboles grandes de justicia, el plantío de
Jehová.” (Isaías 61:1-3) Ya en la Tierra son la nación espiritual a la cual
se le da el reino de Dios; son la ‘nación que produce sus frutos.’ (Mateo
21:43) En todas las estaciones, en todos los meses del año, el resto de
ellos produce y ofrece hoy a la humanidad los frutos del reino de Dios
36
14
Esta “santa ciudad,” este gobierno celestial, será tan fructífero, tan
productivo de buenas obras y buenos resultados en el servicio de Dios,
que nunca llegará a estar bajo Su maldición, como terreno que ha sido
bendecido con lluvia desde el cielo y sin embargo produce espinas y
abrojos. (Hebreos 6:7, 8) Será tan santa, justa y pura que “el trono de
Dios y del Cordero estará en” ella. El trono de Dios solo podría estar
donde se hallan la justicia y el juicio. (Salmo 89:14) La presencia del
trono de Dios en la “santa ciudad, la Nueva Jerusalén,” asegurará el que
los “nuevos cielos” serán justos, plenamente aprobados por Dios. Será
la ciudad del “trono de Jehová” en un sentido más verdadero de lo que
lo fue la antigua Jerusalén terrestre.—1 Crónicas 29:23; Mateo 5:34, 35.
15
Los miembros de ese gobierno celestial serán esclavos de Dios,
no esclavos del Diablo. Al efectuar las operaciones de este gobierno
sobre la humanidad rendirán servicio sagrado a Dios, para agradarle.
Como los esclavos terrestres de los días del apóstol Juan, tendrán el
nombre de Dios en sus frentes. Es decir, será claramente manifiesto
que son la propiedad especial comprada de Dios, sus esclavos devotos.
Realmente verán su rostro, un hecho que revela que son de corazón
puro. (Mateo 5:8) Estos son los privilegios especiales de los 144.000,
que están de pie con el Cordero Jesucristo sobre el monte Sion
celestial.—Revelación 14:1-5.
16
Como clase celestial, no necesitarán la iluminación que necesita
nuestra Tierra, luz de lámparas de noche y luz solar de día, porque
“Jehová Dios arrojará luz sobre ellos,” y él es todo luz, sin oscuridad
alguna. (1 Juan 1:5-7) La gobernación de ellos como reyes en el cielo
no terminará al terminar el reinado de mil años de Cristo, sino que
“gobernarán como reyes para siempre jamás.” Con Jesucristo el Hijo de
Dios continuarán siendo la organización capital del universo de Dios
para siempre.
17
Todas esas palabras de la Revelación a Juan crean maravillosas
esperanzas que sencillamente apabullan nuestra imaginación; y sin
embargo esas palabras son ciertas y absolutamente confiables, porque
vienen de una fuente confiable. Para fortalecer nuestra fe en esto, Juan
escribe:
18
“Y me dijo: ‘Estas palabras son fieles y verdaderas; sí, Jehová el
Dios de las expresiones inspiradas de los profetas envió a su ángel para
mostrar a sus esclavos las cosas que tienen que efectuarse dentro de
38
delante de los pies del ángel que me había estado mostrando estas
cosas. Pero me dice: ‘¡Ten cuidado! ¡No hagas eso! Yo simplemente
soy coesclavo tuyo y de tus hermanos que son profetas y de los que
están observando las palabras de este rollo. Adora a Dios.’”—
Revelación 22:8, 9.
23
Una vez más Juan, vencido por la emoción, tuvo que recibir
advertencia para no perder su equilibrio espiritual y caer y adorar
delante de alguien que no era Jehová Dios. (Revelación 19:10) No es lo
correcto el que compañeros esclavos adoren a cualquiera de ellos
mismos. Ninguno de ellos es nada más que un esclavo de Jehová, quien
es Dios. ¡Qué notable que hasta los ángeles se consideran esclavos de
Dios y hablan de sí mismos en ese sentido! Si cualquiera de éstos
pasaba una revelación con naturaleza de profecía, no había de ser
adorado por rendir este servicio, sin importar lo privilegiado que fuera al
hacerlo. Después de eso era el deber de Juan y de los que son los
hermanos espirituales de Juan pasar adelante la revelación profética a
otros más. De esta manera los hermanos espirituales de Juan hoy
sirven de profetas. (Joel 2:28, 29) Al mismo tiempo tienen que observar
las palabras del rollo profético, la Revelación, y tienen que ponerse en
armonía con él. ¡Esto tiene que hacerse ahora, sin tardanza!
24
Evidentemente en este momento habla Jesucristo, a quien Dios
dio originalmente la Revelación. Con referencia a él, Juan escribe:
“También me dice: ‘No selles las palabras de la profecía de este rollo,
porque el tiempo señalado está cerca. El que está haciendo injusticia,
haga injusticia todavía; y el sucio sea ensuciado todavía; pero el justo
haga justicia todavía, y el santo sea hecho santo todavía.’”—Revelación
22:10, 11.
25
Los testigos cristianos de Jehová del día moderno han obedecido
prontamente este mandato de no ‘sellar las palabras de la profecía de
este rollo.’ En el mismo primer número, el de julio de 1879, de su revista
oficial, entonces conocida como Zion’s Watch Tower and Herald of
Christ’s Presence, y en el artículo principal intitulado “Why Will There Be
a Second Advent?” (¿Por qué habrá un segundo advenimiento?)
comentaron sobre Revelación 22:20; 20:2, 6; 3:21; 20:4; 11:15, 18, 16;
21:1-10, y 22:17.
26
En todas sus publicaciones desde entonces han citado
abundantemente y ofrecido explicación de este último libro de la Biblia.
40
En el año 1917 la Sociedad Watch Tower Bible and Tract publicó el libro
intitulado “The Finished Mystery” (El misterio terminado), que fue su
primer comentario sobre todo el libro de Revelación. Aunque ese libro
fue proscrito por gobiernos gentiles durante el último año de la I Guerra
Mundial, los testigos de Jehová rehusaron ‘sellar las palabras de la
profecía de este rollo.’ En el año 1930 la misma Sociedad publicó el libro
intitulado “Luz,” en dos tomos, que fue una explicación más al día de
toda la Revelación a Juan. Centenares de miles de ejemplares de este
libro recibieron circulación en varios idiomas. Y después la primera
impresión de este nuevo libro, “¡Babilonia la grande ha caído!” ¡El reino
de Dios domina!, se fijó para un millón de ejemplares (en inglés), y fue
presentado a los lectores de todo el mundo en la Asamblea Alrededor
del Mundo de los Testigos de Jehová “Buenas Nuevas Eternas,” una
serie de veinticuatro asambleas internacionales que comenzó el 30 de
junio de 1963, en Milwaukee, Wisconsin, y continuó hacia el este
alrededor del globo terráqueo y concluyó en Pasadena, California,
E.U.A., el 1-8 de septiembre de 1963.—Vea La Atalaya del 1 de julio
de 1963, páginas 406-408.
27
Los mandatos al que está haciendo injusticia y al sucio no son
exhortaciones urgentes a ellos para que se arrepientan y dejen su
injusticia y suciedad. Más bien, el pensamiento que hay en estos
mandatos parece ser éste: Que el injusto siga haciendo lo injusto y que
el sucio quede sucio o se haga más sucio, si quieren; pero que sepan
que tendrán su debida recompensa por este proceder, a más tardar
cuando el Señor Jesús venga para pelear la “guerra del gran día de Dios
el Todopoderoso.”
28
La persona que ahora es justa a la vista de Dios debe seguir
practicando la justicia. El que es santo como esclavo de Dios debe
continuar siendo hecho santo. Si no es así, perderán todo el crédito que
han edificado por su justicia y santidad anterior. Pero si siguen adelante
en justicia y santidad, al fin habrán acumulado crédito con Dios y serán
abundantemente recompensados por eso. ¡Qué advertencia y
estímulo!—Ezequiel 18:5-9, 24.
29
Jesucristo como Juez meramente ejecuta los juicios del Juez
Altísimo, Jehová Dios el Todopoderoso, “el Juez de todos.” Jehová Dios
es el Tribunal de instancia final, y no hay apelación de sus decisiones
judiciales. Es el Alfa y la Omega, hablando figuradamente. (Revelación
1:8) Por eso en Malaquías 3:1-5 es principalmente de su venida
41
46
Ahora tenemos una responsabilidad de hacer más que solo
mantener “las palabras de la profecía de este rollo” sin sellar para todas
las personas sedientas semejantes a oveja. (Revelación 22:10) Además
de eso, no debemos esconder o retener ninguna parte de ella ni añadir
nada a ella para ablandarla o para contrapesar cosas que dice o para
embotar su claridad y agudeza. La “profecía de este rollo” debe ser
tratada como todo el libro de Moisés. (Deuteronomio 4:1, 2; 12:32;
Proverbios 30:5, 6) En fidelidad a esta regla de acción, el Revelador
Jesucristo le dice a Juan:
47
“Estoy dando testimonio a todo el que oye las palabras de la
profecía de este rollo: Si alguien hace una añadidura a estas cosas, Dios
le añadirá a él las plagas que están escritas en este rollo; y si alguien
quita algo de las palabras del rollo de esta profecía, Dios le quitará su
porción de los árboles de la vida y de la santa ciudad, cosas de las
cuales está escrito en este rollo.”—Revelación 22:18, 19.
48
Esta es una advertencia severa a las congregaciones de los
miembros de la Novia de Cristo, para los cuales fue principalmente
escrita la Revelación. (Revelación 1:4, 5, 19, 20; 2:1, 8, 12, 18; 3:1, 7,
14) Por eso las figuras retóricas o símbolos que se usan en esta
advertencia aplican a ellos y no a las “otras ovejas.” Por lo tanto hoy día
el resto de la Novia de Cristo en la Tierra se esfuerza fielmente por
no quitar nada de las “palabras de la profecía de este rollo,” que
contiene la Revelación al apóstol Juan, y evitan toda añadidura a él.
No quieren sufrir desilusión en cuanto a su gloriosa esperanza celestial;
no quieren que se les quite la porción que esperan de los “árboles de la
vida” que están “en el paraíso de Dios” ni que los saquen “de la santa
ciudad,” la celestial Nueva Jerusalén. Sobre todo, desean que Dios sea
hallado veraz en todo lo que dice, para que sea declarado justo,
justificado, vindicado, pero que los hombres resulten mentirosos.
(Revelación 22:15; Romanos 3:4) Y la “grande muchedumbre” de sus
compañeros semejantes a oveja tienen la misma actitud fiel hacia la
Palabra Santa de Dios en su totalidad. Por esta fidelidad la porción
deleitable que Dios les ha prometido en la Tierra Paradisíaca no les será
quitada.
49
Las palabras siguientes y finales del Señor Jesucristo al apóstol
Juan hace mil novecientos años son especialmente oportunas hoy,
cuando “el tiempo señalado está cerca.” También es oportuna la
respuesta de Juan. El registro sobre esto dice: “El que da testimonio de
47
estas cosas dice: ‘Sí; vengo pronto.’” “¡Amén! Ven, Señor Jesús.”—
Revelación 22:20, 10.
50
Así por la quinta vez en la Revelación que Jehová Dios le dio a él
para entregarla al apóstol Juan, Jesucristo el Señor de señores dice que
viene pronto. Acompaña a Jehová Dios, quien también dice: “Vengo
pronto.” (Revelación 2:5, 16; 3:11; 22:7, 20 y 12) Aquí el énfasis está en
la palabra “pronto”; y, con relación a la “guerra del gran día de Dios el
Todopoderoso,” el Señor Jesucristo advierte que viene “como ladrón.”
(Revelación 16:15) Sea que nos preparemos individualmente o no, él
no puede menos que venir, y venir “pronto” y “como ladrón.”
51
Ciertamente ahora no es tiempo para que estemos
espiritualmente dormidos, o hasta amodorrados o indiferentes; de
seguro el que estuviéramos en esa condición significaría calamidad
para nosotros. Tenemos que tener presente que “el que da testimonio
de estas cosas” es quien dice en Revelación 22:20: “Sí; vengo pronto.”
Esto significa que las cosas de las cuales ha dado testimonio en la
Revelación también acontecerán “pronto,” porque él tiene la
responsabilidad de encargarse de que así sea. Eso significa que, en
tiempo pronto ya, la religiosa “gran ramera,” Babilonia la Grande, será
destruida, ante cual acontecimiento nosotros los testigos favorecidos de
él gritaremos gozosamente: “¡Aleluya! porque Jehová nuestro Dios, el
Todopoderoso, ha empezado a gobernar como rey.”—Revelación 19:1-
6, margen de NW, edición de 1950.
52
¿Podemos pedir con el apóstol Juan lo que él pide en su oración?
Cuando amamos a alguien, ¿no deseamos intensamente su venida, y
pensamos en ella, y estamos alerta y nos mantenemos vigilantes en
cuanto a ella? Nuestros corazones responden: ¡Sí! Por eso, cuando
pensamos en todas las cosas que revela la maravillosa Revelación, las
cuales el Rey de reyes y Señor de señores hará que acontezcan en su
venida, ¿no estamos nosotros, como Juan, deseosos de su venida?
¿No nos alegramos de que haya de ser pronto? ¿No la amamos tanto
que anhelamos que se efectúe pronto? Muy sinceramente, ¡sí! Y muy
de corazón nosotros, que estamos ahora mil novecientos años más
cerca de su venida prometida, podemos decir en oración junto con el
anciano apóstol Juan: “¡Amén! Ven, Señor Jesús.” En vista de eso, en
armonía con esta solicitud, amorosamente querremos hacer las cosas
que la Revelación que él le transmitió a Juan para nosotros dice que
tenemos que hacer hasta que él venga.
48
53
¡Qué favorecidos son los que hacen eso hoy! En vez de sufrir las
siete plagas de la cólera de Dios que se derraman sobre Babilonia la
Grande, están disfrutando de la expresión de la aprobación y buena
voluntad de Dios para con ellos por medio de Jesucristo.
Verdaderamente la oración apostólica de hace mucho tiempo ha sido
cumplida para con nosotros. A favor nuestro hoy, es decir, a favor del
resto de los 144.000 “santos” y ciertamente también a favor de la
“grande muchedumbre” de siervos del templo asociados con el resto, el
apóstol Juan ha orado, en las palabras de cierre del rollo profético, como
sigue: “Que la bondad inmerecida del Señor Jesucristo sea con los
santos.” (Revelación 22:21) ¡Qué expresión de su bondad inmerecida
ha sido el que Jesús hiciera entendible para nosotros tanta de esta
gloriosa revelación procedente de Jehová Dios! A condición de que
continuemos sirviendo y obedeciendo al Señor Jesús mientras
esperamos su anhelada venida, su bondad inmerecida permanecerá
con nosotros. Coronará nuestra vida con todas las felicidades que Dios
tiene en reserva para todos sus fieles. Por eso digamos, en
cumplimiento de Mateo 24:14, las gloriosas nuevas: ¡El reino de Dios
domina!
[Nota]
3. (a) El tener esta visión, ¿qué puede haber hecho que Juan
recordara? (b) ¿Por qué no pudo haber comenzado a fluir antes
del fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914 el río simbólico
de la visión de Juan?
6. (a) ¿Qué representa este “río”? (b) ¿De qué manera es “claro como
el cristal”? (c) ¿Por cuánto tiempo tienen que beber de este río
los hombres?
11. ¿Qué hará que esos árboles simbólicos sean algo más real para los
habitantes de la Tierra?
12, 13. ¿Qué condición de la “santa ciudad, la Nueva Jerusalén,” hará
seguro que será un gobierno celestial de bendición para gente
de todas las naciones?
14. (a) ¿Por qué no habrá maldición sobre la “santa ciudad”? (b) ¿Los
tronos de quiénes allí nos aseguran de qué cualidad en cuanto
a la ciudad?
50
23. (a) ¿Cómo deben considerarse unos a otros todos los esclavos de
Jehová aun si a algunos se les dan privilegios extraordinarios de
comunicación? (b) ¿De qué manera están sirviendo de profetas
los hermanos espirituales de Juan?
24. ¿Qué escribe ahora Juan (en Revelación 22:10, 11) en cuanto a
Jesucristo?
25, 26. ¿Cómo han obedecido los testigos cristianos de Jehová del día
moderno el mandato de no ‘sellar las palabras de la profecía de
este rollo’?
27. ¿Qué pensamiento hay tras los mandatos que se dan al que está
haciendo injusticia y al sucio?
34. (a) ¿Por qué pronuncia felices a los 144.000 Jehová como Juez y
Remunerador? (b) ¿Qué denota el que coman de los árboles de
la vida en el Paraíso celestial?
39. (a) ¿De qué manera es Jesús “la brillante estrella de la mañana”
predicha en Números 24:17? (b) Según Revelación 2:26-28,
¿qué galardón se da a sus fieles 144.000?
40, 41. (a) ¿A qué está invitando ahora a la “grande muchedumbre” su
Rey Pastor? (b) ¿Qué escribe Juan acerca de la invitación que
se les extiende.
42. (a) ¿Desde cuándo ha estado saliendo esta invitación a estas “otras
ovejas”? (b) ¿Qué se señaló claramente primero en cuanto a
requisitos, desde 1934 en adelante?
44, 45. (a) ¿Cuál es el significado completo de beber “el agua de vida”?
(b) ¿Qué tienen que hacer los invitados que beben, y al
publicarse este libro cuántos individuos estaban extendiendo
esta invitación? (c) ¿Cómo deben ofrecerse las aguas de vida a
los que desean beber?
52
49. ¿Cuáles fueron las palabras finales de Jesucristo a Juan, y por qué
son oportunas ahora?
(en el otoño)
d. 4026 A.E.C. Pacto edénico hecho, Gén. 3:15
primera profecía
justo Enoc
3339 A.E.C. Nacimiento de Gén. 5:21
Matusalén
profetizar
de Dios en cuanto
a la humanidad
54
9:24; 10:21
tierra de Sinar;
abrahámico; comienzo
del período de
430 años hasta
55
el pacto de la ley
visita a Melquisedec
1932 A.E.C. Nace Ismael Gén. 16:15, 16
circuncisión hecho 24
Juicio sobre Sodoma Gén. 19:24
y Gomorra
heredero; comienzo
de los “unos
450 años”
de 400 años
23:1
y Jacob
1843 A.E.C. Muerte de Abrahán Gén. 25:7
Lea y Raquel
1767 A.E.C. Nacimiento de José Gén. 30:23, 24
llamado Israel
1750 A.E.C. José vendido como Gén. 37:2, 28
esclavo por sus
hermanos
Egipto 47:9
3.000 camellos
Mundial
1593 A.E.C. Nacimiento de Moisés Éxo. 2:2, 10
Madián
poder de Egipto;
fin del período de
58
en monte Sinaí
(Horeb)
abrahámico
Moisés compila Génesis Juan 5:46
en el desierto;
comienza escritura
de la Biblia
del tabernáculo
sacerdocio aarónico
Moisés completa Éxodo Lev. 27:34;
y Levítico Núm. 1:1
libro de Job
Repetida en Moab
Deuteronomio
Moisés muere en el Deu. 34:5, 7
Nebo en Moab
Israel entra en Canaán Jos. 4:19
bajo Josué
completado 24:26
libro de Jueces
completado
a Sion (Jerusalén);
la hace capital
d. 1070 A.E.C. El Arca llevada a 2 Sam. 6:15;
Jerusalén; pacto 7:12-16
2 Samuel
de Salomón en
Jerusalén
c. 1020 A.E.C. Salomón completa El Cant. 1:1
61
Cantar de los
Cantares
dividido; Jeroboán
comienza a reinar
como rey de Israel
993 A.E.C. Sisac ataca a 1 Rey. 14:25, 26
Jerusalén y se lleva
tesoros del templo
de Israel
de Israel
947 A.E.C. Omri gobierna como 1 Rey. 16:22, 23
rey en Israel’
sucede a Ocozías
como rey
913 A.E.C. Joram llega a ser 2 Rey. 8:16, 17
rey de Judá mientras
Judá
905 A.E.C. Reina Atalía usurpa 2 Rey. 11:1-3
63
el trono de Judá
Israel
sucede a Amasías
libro de Joel
c. 803 A.E.C. Amós completa el Amós 1:1
64
libro de Amós
Jeroboán II como
rey de Israel
de Israel
de Israel
de Judá
Italia, según la
tradición
libro de Oseas
740 A.E.C. Asiria, Segunda 2 Rey. 17:6,
Potencia Mundial, 13, 18
sojuzga a Israel,
toma a Samaria
Judá
libro de Isaías
a. 716 A.E.C. Miqueas completa el Miq. 1:1
libro de Miqueas
compilación de
Proverbios
de Judá
establece puesto
de pontífice máximo
en Roma
661 A.E.C. Amón sucede a Manasés 2 Rey. 21:19
libro de Sofonías
647 A.E.C. Jeremías comienza a Jer. 1:1, 2
predicar
libro de Nahúm
encaminada a ser
Tercera Potencia
Mundial
de Judá
c. 628 A.E.C. (?) Habacuc completa Hab. 1:1
el libro de Habacuc
rey tributario a
Joaquim
rey después de
Joaquim en Judá
Sedequías hecho
de Babilonia
libro de la profecía
contra Babilonia
de Jerusalén
607 A.E.C. Quinto mes (Ab 7-10), 2 Rey. 25:8-10;
templo arrasado y Jer. 52:12-14
Jerusalén destruida
Séptimo mes, judíos 2 Rey. 25:25, 26
abandonan Judá;
comienzan a contar
Siete Tiempos de
los Gentiles
Jeremías escribe Lam., preámbulo LXX
Lamentaciones
Comienza desolación
de 70 años de Judá
libro de Abdías
591 A.E.C. Ezequiel completa Eze. 40:1;
69
y persas;
Medo-Persia es la
Cuarta Potencia
Mundial
537 A.E.C. Entra en vigor 2 Cró. 36:22, 23;
el Persa en su 29:10
primer año,
permitiendo a los
judíos salir de
Babilonia hacia
Jerusalén; termina
desolación de
70 años de Jerusalén
templo
521 A.E.C. Ageo completa el Ageo 1:1
libro de Ageo
segundo templo
c. 474 A.E.C. Mardoqueo completa el Est. 3:7; 9:32
libro de Ester
Jerusalén, séptimo
año de Artajerjes
c. 460 A.E.C. Esdras completa los Esd 1:1;
los libros de 2 Cró. 36:22;
Esdras; compilación
final de Salmos
profecía de
70 semanas comienza
a cumplirse
d. 443 A.E.C. Nehemías completa Neh. 5:14
el libro de Nehemías
reconstruida hasta
su gloria antigua
Mundial, gobierna a
Judea
dividir
el imperio del
difunto Alejandro
c. 280 A.E.C. Comienza la traducción
72
en Egipto (Alejandría)
entrega el reino en
testamento a Roma
63 A.E.C. Roma, Sexta Potencia Juan 19:15;
asalto a Jerusalén
del 1 de octubre
29 E.C. Juan comienza a predicar Luc. 3:1, 2
73
Jesús comienza su
ministerio
33 E.C. Nisán 14, Jesús llega Luc. 22:20;
fijado en madero
el camino para
judíos a la
congregación cristiana;
gente incircuncisa
en la congregación
cristiana en el otoño
74
Evangelio intitulado
“Mateo”
c. 47-48 E.C. Primera gira misional Hech. 13:1–14:28
de Pablo
c. 49 E.C. Cuerpo gobernante Hech. 15:28, 29
cristiano decide
contra circuncisión
para creyentes
incircuncisos
de las naciones
c. 49-52 E.C. Segunda gira misional Hech. 15:36–18:22
de Pablo
1 Tesalonicenses
desde Corinto
c. 50-52 E.C. Pablo escribe su Gál. 1:1
carta a los Gálatas
desde Corinto o
Antioquía, Siria
2 Tesalonicenses
desde Corinto
75
de Pablo
Éfeso y 2 Corintios
desde Macedonia
Evangelio intitulado
“Lucas”
Evangelio intitulado
“Marcos”
Lucas completa el
libro de Hechos
en Roma
c. 61-64 E.C. Pablo escribe 1 Tim. 1:3
1 Timoteo desde
Macedonia
la carta de
“Santiago” desde
Jerusalén
Babilonia
sobre el río
Éufrates
2 Pedro desde
Babilonia (?)
Roma
Jesús, escribe
“Judas”
Babilonia la Grande
c. 98 E.C. Juan escribe el Juan 21:22, 23
evangelio intitulado
“Juan” y sus
cartas 1, 2 y 3 de Juan;
terminada la
escritura de la Biblia
c. 100 E.C. Juan, último de los 2 Tes. 2:7
apóstoles, muere
vieja Roma
Valente
Graciano
a Arcadio
476 E.C. La llamada “Caída de Roma.” El
Irene es emperatriz en
Constantinopla.
1054 E.C. Rompimiento final entre la iglesia
80
continuar en su puesto al
patriarca griego de
Constantinopla
1517 E.C. Sacerdote católico romano, Martín
Potencia Mundial
1775 E.C. Rebelión de colonias americanas de
Gran Bretaña, con establecimiento de
de Grecia
Pennsylvania)
1909 E.C. Central de la Sociedad Watch Tower es
82
Brooklyn, N.Y.
Iglesia Estatal.
(Julio) Sociedad Watch Tower publica
The Finished Mystery, una explicación
de Revelación y Ezequiel
siguiente
Primera asamblea de Estudiantes de la
Biblia bajo supervisión de la
adopta resolución
resolución
1925 E.C. Asamblea general se celebra en
adopta resolución
1926 E.C. Asamblea internacional en Londres,
Ing., mayo 25-31; se adopta
resolución
1927 E.C. Asamblea internacional en Toronto,
resolución
presenta el 10 de agosto
1945 E.C. (Octubre) La organización de las
Naciones Unidas es aprobada y entra
el 2 de agosto
1953 E.C. En Asamblea Internacional de la
87
1960.)
junio
Tercera asamblea del Concilio Mundial
eclesiásticos.
observadores, el 11 de octubre.
Pero el 8 de diciembre el
papa Juan XXIII suspendió las
Símbolos: “a” para “antes de”; “c” para “cerca de”; “d” para “después de.”
91
Capítulo 41
COMO humanos, se nos creó para vivir para siempre. Si Adán y Eva
hubieran obedecido los mandatos de Dios, nunca habrían muerto.
(Génesis 1:28; 2:8, 16, 17; Eclesiastés 3:10, 11.) Pero cuando ellos
pecaron perdieron la perfección y la vida, para sí mismos y para su
prole, y la muerte empezó a reinar sobre la humanidad como enemigo
implacable. (Romanos 5:12, 14; 1 Corintios 15:26.) No obstante, el
propósito de Dios de tener humanos perfectos que vivieran para
siempre en una Tierra paradisíaca no cambió. Por su gran amor a la
humanidad, Dios envió a la Tierra a su Hijo unigénito, Jesús, quien dio
su vida humana perfecta como rescate por “muchos” descendientes de
Adán. (Mateo 20:28; Juan 3:16.) Jesús ahora puede usar este mérito
legal de su sacrificio para restaurar a la vida en perfección en una Tierra
paradisíaca a los humanos creyentes. (1 Pedro 3:18; 1 Juan 2:2.) ¡Qué
magnífica razón para que la humanidad ‘esté gozosa y se regocije’!
(Isaías 25:8, 9.)
2
Una vez que Satanás ha sido echado en el abismo, comienza el
glorioso Reinado de Mil Años de Jesús. Ha llegado entonces el “día” en
que Dios “se propone juzgar la tierra habitada con justicia por un varón
a quien ha nombrado”. (Hechos 17:31; 2 Pedro 3:8.) Juan declara: “Y
vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. De delante
de él huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos”.
(Revelación 20:11.) ¿A qué se refiere el “gran trono blanco”
mencionado? Tiene que ser al tribunal de “Dios el Juez de todos”.
(Hebreos 12:23.) Ahora él juzgará a la humanidad en cuanto a quiénes
se beneficiarán del sacrificio de rescate de Jesús. (Marcos 10:45.)
El trono de Dios es ‘grande’, lo que enfatiza la grandeza de Jehová
3
6
Sin embargo, Juan observa una multitud mucho más numerosa que
la gran muchedumbre que sobrevive. ¡Su cantidad llegará a miles de
millones! “Y vi a los muertos, los grandes y los pequeños, de pie
delante del trono, y se abrieron rollos.” (Revelación 20:12a.) La
expresión “los grandes y los pequeños” abarca a las personas
prominentes así como a las de menos importancia que han vivido y
muerto en esta Tierra durante los pasados 6.000 años. En el Evangelio
que escribió el apóstol Juan poco después de escribir el libro de
Apocalipsis o Revelación, Jesús dijo que el Padre “ha dado [a Jesús]
autoridad para hacer juicio, por cuanto es Hijo del hombre. No se
maravillen de esto, porque viene la hora en que todos los que están en
las tumbas conmemorativas oirán su voz y saldrán”. (Juan 5:27-29.)
¡Qué magnífico proyecto!... ¡lo opuesto de las muertes y los entierros
que ha habido durante toda la historia! Es de esperarse que la
resurrección de esos incontables millones de personas que Dios tiene
en la memoria se efectuará gradualmente, para que la gran
muchedumbre —que son muy pocos en comparación— pueda
encargarse de los problemas que pudieran surgir debido a que al
principio los resucitados quizás tiendan a seguir su viejo estilo de vida,
con sus debilidades y actitudes carnales.
17
¡Después Juan describe algo verdaderamente maravilloso! “Y la
muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esto significa
la muerte segunda: el lago de fuego. Además, cualquiera a quien
no se halló escrito en el libro de la vida fue arrojado al lago de
fuego.” (Revelación 20:14, 15.) Para fines del Día del Juicio milenario
“la muerte y el Hades” son eliminados por completo. ¿Por qué se
requieren mil años para esto? El Hades, el sepulcro común de toda la
humanidad, queda vacío cuando se resucita a la última persona que
está en la memoria de Dios. Pero mientras haya humanos
contaminados por el pecado heredado, la muerte adámica todavía
estará con ellos. Todos los que sean resucitados en la Tierra, así como
la gran muchedumbre que sobreviva al Armagedón, tendrán que
obedecer lo que está escrito en los rollos hasta que el mérito del rescate
de Jesús haya sido aplicado a tal grado que se hayan eliminado por
completo las enfermedades, la vejez y otras incapacidades heredadas.
Entonces la muerte adámica y el Hades son “arrojados al lago de fuego”.
¡Se irán para siempre!
18
Así se habrá completado el programa que el apóstol Pablo
describe en su carta a los corintios: “Porque él [Jesús] tiene que reinar
hasta que Dios haya puesto a todos los enemigos debajo de sus pies.
Como el último enemigo, la muerte [adámica] ha de ser reducida a
nada”. ¿Qué sucede entonces? “Cuando todas las cosas le hayan sido
sujetadas, entonces el Hijo mismo también se sujetará a Aquel que le
sujetó todas las cosas.” En otras palabras, Jesús “entrega el reino a su
Dios y Padre”. (1 Corintios 15:24-28.) Sí, una vez que Jesús haya
vencido a la muerte adámica por el mérito de su sacrificio de rescate,
entregará a su Padre, Jehová, una familia humana perfeccionada.
Parece que es entonces, al final de los mil años, cuando se suelta a
Satanás y tiene lugar la prueba final que sirve para determinar qué
nombres seguirán registrados permanentemente en el rollo de la vida.
¡‘Esfuércese vigorosamente’ para que su nombre esté entre esos!
(Lucas 13:24; Revelación 20:5.)
[Nota]
Entre los resucitados del mar no estarían los corruptos terrícolas que
perecieron en el Diluvio de los días de Noé; aquella destrucción fue
final, como lo será la ejecución del juicio de Jehová en la gran
tribulación. (Mateo 25:41, 46; 2 Pedro 3:5-7.)
98
Capítulo 42
lengua del mudo clamará con alegría”. (Isaías 35:5, 6.) En aquel tiempo,
también, “ciertamente edificarán casas, y las ocuparán; y ciertamente
plantarán viñas y comerán su fruto. No edificarán y otro lo ocupará; no
plantarán y otro lo comerá. Porque como los días de un árbol serán los
días de mi pueblo; y la obra de sus propias manos mis escogidos usarán
a grado cabal”. (Isaías 65:21, 22.) De modo que no serán desarraigados
de la Tierra.
8
¡Qué magníficas vislumbres nos llenan la mente cuando
meditamos sobre estas promesas! Le esperan maravillosas provisiones
a la humanidad fiel bajo el amoroso gobierno del cielo. ¿Son demasiado
buenas para ser verídicas esas promesas? ¿Son solo las ilusiones de
un hombre de edad avanzada que estaba desterrado en la isla de
Patmos? Jehová mismo contesta: “Y Aquel que estaba sentado en el
trono dijo: ‘¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas’. También,
dice: ‘Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas’. Y
me dijo: ‘¡Han acontecido! Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y
el fin’”. (Revelación 21:5, 6a.)
9
Es como si Jehová mismo estuviera firmando para la humanidad
fiel una garantía, o un título de propiedad, en cuanto a estas bendiciones
futuras. ¿Quién se atrevería a dudar de tal Garante? De hecho, estas
promesas de Jehová son tan seguras que él habla como si ya se
hubieran cumplido: “¡Han acontecido!”. ¿Acaso no es Jehová “el Alfa y
la Omega [...], Aquel que es y que era y que viene, el Todopoderoso”?
(Revelación 1:8.) ¡Claro que lo es! Él mismo declara: “Yo soy el primero
y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios”. (Isaías 44:6.) Por eso,
puede inspirar profecías y cumplirlas con todo detalle. ¡Cuán
fortalecedor para la fe! ¡Por eso él promete: “¡Mira!, voy a hacer nuevas
todas las cosas”! En vez de poner en tela de juicio la realización de estas
maravillas, de seguro deberíamos preguntarnos: ‘¿Qué tengo que hacer
personalmente para heredar esas bendiciones?’.
Capítulo 43
La ciudad esplendorosa
15
Esa misma profecía también predijo: “Y naciones ciertamente irán
a tu luz, y reyes al resplandor de tu brillar”. (Isaías 60:3.) Revelación
muestra que esas palabras incluirían a la Nueva Jerusalén: “Y las
naciones andarán por medio de su luz, y los reyes de la tierra
llevarán a ella su gloria. Y sus puertas de ninguna manera se
cerrarán de día, pues allí no existirá noche. Y llevarán a ella la gloria
y la honra de las naciones”. (Revelación 21:24-26.)
16
¿Quiénes son estas “naciones” que andan por medio de la luz de
la Nueva Jerusalén? Son personas —que antes formaban parte de las
naciones de este mundo inicuo— que responden a la luz que se esparce
mediante esta gloriosa ciudad celestial. Entre esas personas están, en
primer lugar, las de la gran muchedumbre, que ya han salido de “todas
las naciones y tribus y pueblos y lenguas” y que día y noche adoran a
Dios en compañía de la clase Juan. (Revelación 7:9, 15.) Después que
la Nueva Jerusalén descienda del cielo y Jesús use las llaves de la
muerte y del Hades para resucitar a los muertos, a esas personas se
unirán otros millones, originalmente de “las naciones”, que llegan a amar
a Jehová y a su Hijo, el Cordero, el Esposo de la Nueva Jerusalén.
(Revelación 1:18.)
17
Entonces, ¿quiénes son “los reyes de la tierra” que ‘llevan a ella
su gloria’? No son los reyes literales de la Tierra en conjunto, pues a
ellos se les destruye en su combate contra el Reino de Dios en
Armagedón. (Revelación 16:14, 16; 19:17, 18.) ¿Podrían ser los reyes
personajes de alto rango de las naciones que llegan a ser parte de la
gran muchedumbre, o acaso reyes resucitados que se someten al Reino
de Dios en el nuevo mundo? (Mateo 12:42.) Difícilmente, porque en la
mayoría de los casos la gloria de esos reyes fue mundana y se ha
desvanecido desde hace mucho tiempo. Por eso, “los reyes de la tierra”
que llevan su gloria a la Nueva Jerusalén tienen que ser los 144.000,
que son ‘comprados de toda tribu y lengua y pueblo y nación’ para
gobernar como reyes con el Cordero, Jesucristo. (Revelación 5:9, 10;
22:5.) Ellos llevan a la ciudad, para hacerla más radiante, la gloria que
reciben de Dios.
18
Juan continúa: “Pero cualquier cosa que no sea sagrada, y
cualquiera que se ocupe en una cosa repugnante, y la mentira, no
entrará en ella de ninguna manera; solamente entrarán los que
estén escritos en el rollo de la vida del Cordero”. (Revelación
21:27.) Nada contaminado por el sistema de cosas de Satanás puede
112
21
¿Qué es este “río de agua de vida”? El agua literal es un elemento
vital para la vida. El hombre puede sobrevivir varias semanas sin
alimento, pero sin agua muere en alrededor de una semana. El agua es
también un agente limpiador y vital para la salud. Por lo tanto, el agua
de vida debe representar algo que es esencial para la vida y la salud de
la humanidad. También al profeta Ezequiel se le otorgó una visión de
este “río de agua de vida”, y en su visión el río fluyó desde el templo y
bajó al mar Muerto. Entonces, ¡qué sorprendente milagro! ¡Aquel cuerpo
de agua sin vida, saturado de sustancias químicas, se convirtió en agua
dulce llena de peces! (Ezequiel 47:1-12.) Sí, el río de la visión devuelve
la vida a algo que anteriormente estaba muerto, lo cual confirma que el
río de agua de vida representa la provisión de Dios mediante Jesucristo
para dar de nuevo vida humana perfecta a la raza humana “muerta”.
Este río es “claro como el cristal”, lo que muestra la pureza y santidad
de las provisiones de Dios. No es como las “aguas” manchadas de
sangre y mortíferas de la cristiandad. (Revelación 8:10, 11.)
22
El origen del río es el “trono de Dios y del Cordero”. Esto es
apropiado, puesto que la base de las provisiones de Jehová para dar
vida es el sacrificio de rescate, y este se proveyó porque Jehová “tanto
amó [...] al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que
ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna”. (Juan
3:16.) El agua de vida también implica la Palabra de Dios, la cual se
compara a agua en la Biblia. (Efesios 5:26.) No obstante, el río de agua
de vida no es solo la verdad, sino todo lo que Jehová ha provisto sobre
la base del sacrificio de Jesús para recobrar del pecado y la muerte a
los humanos obedientes y otorgarles vida eterna. (Juan 1:29; 1 Juan
2:1, 2.)
23
Durante el Reinado de Mil Años los beneficios del rescate se
aplican de lleno mediante el sacerdocio de Jesús y sus
144.000 subsacerdotes. Por eso, es apropiado que el río de agua de
vida fluya por en medio del camino ancho de la Nueva Jerusalén. Esta
está compuesta del Israel espiritual, que junto con Jesús compone la
verdadera descendencia de Abrahán. (Gálatas 3:16, 29.) Por lo tanto,
cuando el agua de vida fluya en abundancia por en medio del camino
ancho de la ciudad simbólica, “todas las naciones de la tierra” tendrán
plena oportunidad de bendecirse mediante la descendencia de
Abrahán. La promesa de Jehová a Abrahán se cumplirá por completo.
(Génesis 22:17, 18.)
114
Árboles de vida
24
En la visión de Ezequiel el río hasta se convirtió en un torrente, y
el profeta vio que a ambos lados crecía todo tipo de árboles frutales.
(Ezequiel 47:12.) Pero ¿qué ve Juan? Esto: “Y de este lado del río, y
de aquel lado, había árboles de vida que producían doce cosechas
de fruto, y que daban sus frutos cada mes. Y las hojas de los
árboles eran para la curación de las naciones”. (Revelación 22:2b.)
Estos “árboles de vida” también tienen que representar parte de las
provisiones de Jehová para dar vida eterna a la humanidad obediente.
25
¡Qué abundante provisión hace Jehová para los humanos que
responden bien! Ellos no solo pueden participar de esas aguas
refrescantes, sino que continuamente pueden arrancar de esos árboles
una variedad de frutos sustentadores. ¡Ah, si nuestros padres originales
tan solo hubieran quedado satisfechos con una “deseable” provisión
similar en el Paraíso de Edén! (Génesis 2:9.) Pero ahora hay un Paraíso
por todo el globo terráqueo, y Jehová hasta provee lo necesario
mediante las hojas de esos árboles simbólicos para “la curación de las
naciones”. Muy superior a cualquier medicina —herbaria o de otro tipo—
que se dispense hoy, la aplicación calmante de esas hojas simbólicas
elevará a la humanidad creyente a la perfección espiritual y corporal.
26
Aquellos árboles, bien regados por el río, quizás incluyan a los
144.000 miembros de la esposa del Cordero. Ellos beben de la provisión
de Dios para la vida mediante Jesucristo mientras están en la Tierra.
Cabe señalar que a estos hermanos de Cristo engendrados por espíritu
se les llama proféticamente “árboles grandes de justicia”. (Isaías 61:1-
3; Revelación 21:6.) Ya han producido mucho fruto espiritual para la
alabanza de Jehová. (Mateo 21:43.) Y durante el Reinado de Mil Años
participarán en dispensar las provisiones del rescate que servirán para
‘curar a las naciones’ del pecado y la muerte. (Compárese con 1 Juan
1:7.)
Ya no habrá noche
27
¡Ciertamente no pudiera haber privilegio más maravilloso que el
de entrar en la Nueva Jerusalén! ¡Imagínese!... ¡aquellos humanos que
antes eran de baja condición e imperfectos seguirán a Jesús al cielo
para llegar a ser parte de tan glorioso arreglo! (Juan 14:2.) Juan da
alguna idea de las bendiciones de que disfrutarán estos, al decir: “Y ya
115
[Notas]
10. ¿Qué denota el que la ciudad esté construida de jaspe, oro y “toda
clase de piedra preciosa”?
13. ¿Qué pasa a decir Juan acerca de la Nueva Jerusalén, y por qué no
necesita ningún templo literal la ciudad?
14. a) ¿Por qué no necesita la Nueva Jerusalén la luz del Sol ni la luz
de la Luna? b) ¿Qué predijo la profecía de Isaías acerca de la
organización universal de Jehová, y cómo está implicada en esto
la Nueva Jerusalén?
21. ¿Qué representa el “río de agua de vida”, y cómo nos ayuda a saber
esto la visión que tuvo Ezequiel de ese río?
22. a) ¿Qué origen tiene el río, y por qué es apropiado esto? b) ¿Qué
está implicado en el agua de vida, y qué abarca ese río
simbólico?
119
23. a) ¿Por qué es apropiado que el río de agua de vida fluya por en
medio del camino ancho de la Nueva Jerusalén? b) ¿Qué
promesa divina a Abrahán se cumplirá cuando el agua de vida
fluya en abundancia?
24. ¿Qué ve Juan ahora a ambos lados del río de agua de vida, y qué
representan?
25. ¿Qué abundante provisión hace Jehová para los humanos que
respondan bien en el Paraíso mundial?
26. ¿Quiénes pudieran estar incluidos en los árboles de vida, y por qué?
27. ¿Qué otras bendiciones menciona Juan para los que tienen el
privilegio de entrar en la Nueva Jerusalén, y por qué se dice que
“ya no habrá ninguna maldición”?
28. ¿Por qué tienen el nombre de Dios escrito en la frente los miembros
de la Nueva Jerusalén, y qué electrizante perspectiva tienen?
29. ¿Por qué dice Juan que en la Nueva Jerusalén celestial “ya no habrá
noche”?
Capítulo 44
Apocalipsis y usted
Diga: “¡Ven!”
11
Ahora a Juan mismo le toca hablar. Con el corazón rebosante de
aprecio por todo lo que ha visto y oído, exclama: “Y el espíritu y la
novia siguen diciendo: ‘¡Ven!’. Y cualquiera que oiga, diga: ‘¡Ven!’.
Y cualquiera que tenga sed, venga; cualquiera que desee, tome
gratis el agua de la vida”. (Revelación 22:17.) Los beneficios del
sacrificio de rescate de Jesús no se limitarán a los 144.000, porque esta
es una invitación para todos. El espíritu impelente de Jehová obra
mediante la clase de la novia, de modo que el mensaje sigue resonando
con toda claridad: ‘Tomen gratis el agua de la vida’. (Véase también
Isaías 55:1; 59:21.) A cualquiera que tenga sed de justicia se le invita a
‘venir’ y experimentar la generosidad de Jehová. (Mateo 5:3, 6.) ¡Qué
privilegiados son todos los que esperan ser de la clase terrestre que
responde bien a esta invitación de la ungida clase Juan!
12
Desde principios de los años treinta, los de la creciente gran
muchedumbre han estado ‘oyendo’... prestando atención a la invitación.
Como sus compañeros esclavos ungidos, han alcanzado una posición
limpia delante de Jehová. Anhelan el tiempo en que la Nueva Jerusalén
descenderá del cielo para encauzar bendiciones a la humanidad. Los
de la gran muchedumbre, que han oído el excitante mensaje de
Apocalipsis, no solo dicen “¡Ven!”, sino que activamente juntan a otros
y los traen a la organización de Jehová y los adiestran para que también
proclamen: “Cualquiera que tenga sed, venga”. Por eso la cantidad de
124
17
Entonces, permita que lo que usted ha aprendido por su estudio
de Revelación influya profundamente en su vida. ¿No le impresionó su
vistazo de la presencia celestial de Jehová con la gloria y la santidad
trascendentales de nuestro Creador? (Revelación 4:1–5:14.) ¡Qué
privilegio servir a un Dios como ese! Que su aprecio de la santidad de
él le impulse a tomar muy en serio el consejo de Jesús a las siete
congregaciones y evitar cosas como el materialismo, la idolatría, la
inmoralidad, la tibieza, el sectarismo apóstata o cualquier otra cosa que
pudiera hacer que su servicio fuera inaceptable a Jehová. (Revelación
2:1–3:22.) Las palabras del apóstol Pedro a la clase Juan también
aplican en principio a la gran muchedumbre: “De acuerdo con el Santo
que los llamó, háganse ustedes mismos santos también en toda su
conducta”. (1 Pedro 1:15, 16.)
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Además, que se sienta movido a desplegar celo renovado
mientras proclama “el año de la buena voluntad de parte de Jehová, y
el día de la venganza de parte de nuestro Dios”. (Isaías 35:4; 61:2.) Sea
que usted pertenezca al rebaño pequeño o a la gran muchedumbre,
participe al mayor grado posible en publicar el derramamiento de los
siete tazones de la cólera de Jehová, anunciando los juicios de Dios
contra el mundo de Satanás. A la misma vez, una su voz a la
proclamación gozosa de las buenas nuevas eternas acerca del Reino
establecido de Jehová y de su Cristo. (Revelación 11:15; 14:6, 7.)
Ocúpese urgentemente en esta obra. Y que el darse cuenta de que
estamos en el día del Señor mueva a muchos que todavía no están
sirviendo a Jehová a participar también en la obra de proclamar las
buenas nuevas. Que estos también progresen hacia dedicar su vida a
Dios con miras al bautismo. Recuerde, ¡“el tiempo señalado está cerca”!
(Revelación 1:3.)
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Así, junto con Juan oramos fervorosamente: “¡Amén! Ven, Señor
Jesús”. Y Juan, el apóstol envejecido, añade: “Que la bondad
inmerecida del Señor Jesucristo esté con los santos”. (Revelación
22:20b, 21.) Que también esté con todos ustedes los que leen esta
publicación. Que tengan fe en que la magnífica culminación de
Apocalipsis se ha acercado, para que ustedes, también, puedan unirse
a nosotros en un vigoroso “¡Amén!”.
16. Por saber que Jehová Dios y Jesús vienen pronto, ¿qué acción debe
resolverse a tomar usted?
18. ¿En qué debe usted participar tan de lleno como sea posible, y por
qué es urgente esa obra hoy?
‘Felices son los que consiguen entrada en la ciudad por sus puertas’