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Contratos Forward
Contratos Forward
El coberturita establece hoy una posición en dólares que en 90 días será suficiente
para liquidar la cuenta por pagar. La compra de dólares spot elimina la exposición
al riesgo cambiario.
Al comprar los dólares spot el importador ya sabe cuál es el valor presente en
pesos de la cuenta por pagar. Para calcular el valor futuro tiene que sumar a esa
cantidad los intereses que ganarían los pesos si no se utilizaron para comprar
dólares. En ausencia de costo de transacción hay un solo valor futuro. Con costos
de transacción se obtiene dos valores: uno para la coberturita que utiliza los
recursos propios y otros para la coberturita que utiliza pesos prestados.
Dividiendo el valor futuro de los pesos necesarios para crear la posición en dólares
igual a la cuenta por pagar, entre el monto de la cuenta por pagar en dólares,
obtendremos el tipo de cambio forward sintético, que podemos comparar con el
tipo de cambio forward que ofrece los bancos.
Una ventaja importante de los forwards sintéticos es que se puede mantener una
posición de forward regular sin los mismos tipos de requisitos para las
contrapartes, incluido el riesgo de que una de las partes no cumpla con el
acuerdo. sin embargo, a diferencia de un contrato a plazo, un contrato a plazo
sintético requiere que el inversor pague una prima de opción neta al ejecutar el
contrato.
Los derivados son tan antiguos como el comercio, veamos algunos ejemplos:
«En el cap. 29 del libro del Génesis en la Biblia, hacia el año 1700 a.c. Ya se
menciona que Jacob compró una opción para casarse con Raquel a cambio de
siete años de trabajo para su futuro suegro Laban…».
«Las primeras transacciones “ordenadas” de las que se tiene conocimiento fueron
en la Royal Exchange de Londres. El cual, permitió contratar a futuro, hacia
mediados del siglo XVII, época en la que se negociaban futuros sobre
tulipanes (tulipomania)«
«También hay referencias de contratos de futuros sobre arroz en Osaka (Japón) a
mediados del siglo XVII, donde había registrados más de 1.300 traders de
arroz».
Principales usos de los derivados financieros
Los principales usos de los instrumentos derivados son:
Cobertura: Para reducir o eliminar el riesgo que se deriva de la fluctuación
del precio del activo subyacente. Por ejemplo, un granjero y un molinero
que realizan un contrato de futuros sobre la compraventa de grano a un
precio determinado, para evitar posibles subidas/bajadas del precio del
grano.
Especulación: Se pretende obtener beneficio por las diferencias previstas
en las cotizaciones, minimizando la aportación de fondos a la inversión.
Hay que tener en cuenta que por el alto grado de apalancamiento que
suponen, el efecto multiplicativo tanto en las posibles ganancias como
pérdidas es muy importante. Nota: La participación ordenada de
especuladores en los mercados no es necesariamente negativa, pues dota
a los mismos de liquidez, profundidad, estabilidad, ayuda a la fijación
eficiente de precios, y en muchos casos actúa como contrapartida de
alguien que realiza una operación de cobertura.
Arbitraje: Una operación genuina de arbitraje se basa en la ejecución de
una estrategia cruzada de intercambios en la que se produce un beneficio
neto positivo. Suelen tener un carácter temporal corto y obedecen a
ineficiencias de mercado. Ver arbitraje financiero