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LO INVISIBLE EN LA PALABRA Y EL ORO: El tesoro del santo


visigodo
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (20/04/2011)

Comienza la Semana Santa y al inicio se nos ocurre proponer OTRA ADIVINANZA, pero esta vez relacionada
con santos. Los periódicos antiguos editaban jeroglíficos y pasatiempos muy divertidos, pero que han
dejado de existir. Eran francamente ingeniosos. Por ello y a su imagen y semejanza, querríamos hacer
algunas propuestas similares, aunque con carácter cultural. En el día de hoy proponemos una curiosa
adivinanza sobre el Tesoro de Guarrazar:

Las imágenes que vemos son las del maravilloso tesoro visigodo de Guarrazar, pero este esconde un
pequeño enigma: Vemos arriba la corona del rey Recesvinto, que subió al trono en el 653 a.D. y que debió
ofrecer esta "diadema sacra" como voto (al acceder al poder); seguramente regalada a la Catedral de
Toledo -tal como los monarcas acostumbraron hacer "al modo bizantino" (a imagen y semejanza de
Justiniano, quien ya entregó una simbólica corona de su Imperio al templo pirmado de Bizancio)-
Alguna de estas cruces fueron de los mas singulares santos de la Hispania Visigótica y están
(teóricamente) sin descubrir. Una de ellas, perteneció a uno de los mas ilustres padres de la Iglesia
española.
¿Sabría Ud. de qué santo hablamos?

ueves, 21 de abril de 2011

LO INVISIBLE EN LA PALABRA Y EN EL ORO: El tesoro de


Guarrazar, II (la cruz de San Eugenio)
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (21/04/2011)

a) Breve noticia histórica, sobre Guarrazar y su tesoro:

Decíamos ayer y poníamos como adivinanza, que una de las cruces votivas del Tesoro de Guarrazar fue ofrecida por un
famoso santo hipano-visigodo. Este tesoro, que bién podía haberse llamado de Guadamur, ya que fue en este pueblo
donde se encontró (junto al campo de Guarrazar); se compone de varias piezas votivas entregadas al templo, como era
costumbre en tiempos godos. Costumbre llegada desde Oriente, que comenzó desde los años de Justiniano, cuando los
poderosos adoptaron el ritual bizantino de regalar a los templos (primados de la Iglesia) coronas y cruces votivas con
sus nombres o símbolos. Así lo hacían los emperadores romanos, en la capital de Bizancio y lo debieron de "imitar" de
manera similar, los reyes visigodos en la catedral de Toledo.

De ello y del hallazgo del tesoro escondido bajo tierra, se supone que en tiempos de la llegada de los árabes a esta
capital del reino godo (en el 711), alguien huyó del asedio con el tesoro catedralicio y lo enterró a pocos kilómetros -en
un cementerio del campo de Guadamur-. Allí hubo una ermita, llamada Santa María de Sobarces, con su necrópolis y
parece que junto a la tumba de un presbítero -de nombre Crispín-, introdujeron las coronas y cruces votivas; que
guardaron escondidas en una urna de mortero, recubierta luego de mampostería, y, finalmente enterrada.
Como si de un cuento romántico se tratara, más de mil cien años después (en 1858), un matrimonio de Guadamur salió
a pasear tras unas fuertes lluvias que asolaron la zona. En su "inspección" para ver como habían quedado los terrenos
cercanos al pueblo, tras las tomentas; observaron una extraña "losa" de mortero en el suelo, junto a algo que parecían
enterramientos. Al golpearla, aquello se abrió y resultó no ser una tumba, sinó la urna del tesoro escondido, con decenas
de cruces y coronas votivas (que decidieron coger). Pero por miedo a ser vistos, regresaron por la noche para hacerse
con el famoso tesoro aunque no se percataron, de que fueron observados por otro vecino de Guadamur (de nombre:
Domingo de la Cruz). Quien tras ellos, se llegó hasta el mismo lugar y abriendo cuantas "tapas" de mortero veía,
encontró el resto del tesoro, que guardó en tinajas en su casa.

Lo encontrado por el matrimonio, fué vendido al platero de Toledo, quien tristemente fundió la mitad del metal, aunque
la otra mitad se salvó gracias al "diamantista" y un amigo suyo, francés. Este hombre, llamado "el diamantista", cuya
casa podemos ver aún en las riberas del rio Tajo -en la ladera Sur de la Ciudad Imperial-, era un retirado joyero, que
había trabajado para los mas ricos de Madrid y que entonces vivía jubilado en aquel cigarral. Amigo de un militar
francés, al enterarse de que el platero tenía un extraño botín, compraron lo que no se había fundido del tesoro; lo
recostruyeron y lo llevaron hasta París. Donde hacia 1859 se lo vendieron al Patrimonio Galo, que lo expuso en el
Museo de Cluny. La noticia fue conocida en España hacia 1860, por lo que la reina y las autoridades intentaron
recuperar el famoso tesoro, aunque el precio que pedía el Estado francés era imposible de pagar por el español.

Al saberse todo aquello en Toledo, Domingo de la Cruz, que había guardado el resto de piezas encontradas en
Guadamur -aquella noche de 1858-, en tinajas de su domicilio, decidió regalarlas a la reina. Así, ni corto ni perezoso, se
plantó a las puertas del Palacio de Aranjuez, con una caja bajo el brazo preguntando por la reina Isabel, para entregarle
un regalo... . Los guardias no daban crédito a lo que aquel hombre decía, pero al pasar en el real recinto y ser
inspecionadas aquellas joyas por las autoridades de palacio, pronto se dieron cuenta de que realmente estas, eran parte
del mismo hallazgo y de aquel tesoro (vendido en Francia). Isabel II pagó sobradamente el mencionado regalo, tanto
que le concedió una pensión vitalicia a aquel Domingo de la Cruz, después de haberle soltado mas de cuatro mil reales
de recompensa. Tras ello, estas coronas visigodas pasaron a ser custodiadas en el Palacio Real de Madrid, por cosiderar
que aquel era el lugar más seguro. Componíendose esta segunda parte del hallazgo, de algunas cruces -una de ellas
llamada "de Lucecio"-, tanto como de la corona del rey Suintila y la del abad Teodosio.

EN LA IMAGEN INFERIOR: Parte del tesoro de Guadamur que pasó a propiedad real, tras ser entregado en 1860 por
su descubridor (Domingo de la Cruz). Estuvo en la Armeria Real, aunque la llamada "cruz de Lutecio" y la corona del
Abad Teodosio, fueron llevadas hacia 1918 a la Biblioteca de Palacio. En 1921, se produjo un terrible robo en la
Armería del Palacio Real, llevándose las coronas y cruces visigodas del tesoro, que nunca más se recuperaron ni
aparecieron. Parece ser, que la cruz de "Lucecio" y la corona del "abad Teodosio", se salvaron por haber sido
custodiadas y guardadas años antes a la Biblioteca (ello es lo que afirman autores como Menendez Pidal; aunque no
hemos tenido testimonio ni podido ver fotografía alguna de ambas piezas mencionadas, después de la fecha del robo:
1921 -por lo que desconocemos si también fueron fruto del expolio, o si desde entonces se guardaron en caja fuerte, u
otro lugar-).
b) La "llamada" Cruz de Lucecio (o, Lucetio):

La pieza a la que nos referíamos ayer y que decíamos fue de un famoso santo, es esta que presentamos en
fotografía anterior a 1921. Se denomina Cruz de Lucecio, porque en su interior se ha visto una inscripción
que leida en vetical y luego en horizontal dicen interpretar como:

"IN NOMINE DEI : NNO: MINNE ESCI" "OFFERENT LUCETIUS: E" que se interpreta como : "En el nombre de
Dios, año domine es / la ofrece Lucetius, e"

EN LA IMAGEN INFERIOR: La mencionada Cruz de Lucetio, en la que podemos ver claramente la leyenda de
oferente.
Hace ya mas de veinte años, mantuve una entretenida discusión con un experto en arte antiguo que por
aquel entonces estaba destinado precisamente en la Biblioteca del Palacio Real. Este experto en
orfebrería y herrajes de alta época, era el conocido Jose Gabriel Moya, al que le mandé un estudio sobre
la mencionada cruz de "Lucetio" y quien me dijo que probablemente tuviera algo de razón en lo que
exponía, aunque no podía compartirlo plenamente. Así le explicaba como la lecutura que debiera darse a
esta cruz, era diferente a la que tenía y que había de interpretarse en atención a los alfabetos visigodos
vigentes y usados en esa época. Es decir, que lo mejor, antes de interpretarla, era estudiar los alfabetos
visigodos utilizados en los siglos VI y VII (tiempo en el que se fechaba el tesoro de Guarrazar). Tras ello,
intentar leer la cruz en virtud de aquellos abecedarios de cada época. De tal manera nos pusimos hace
veinte años en esta labor que ahora relatamos y de modo similar a como contamos:

Primero dividimos los dos lados de la cruz, para leer detalladamente los signos que tenían. Algo que
gracias a la fotografía e internet, es hoy fácil de mostrar:

EN LA IMAGEN SUPERIOR: Vertical de la cruz visigoda, donde se lee "IN NOMIN E DNI:NNO:MINESCI".

EN LA FOTO INFERIOR: Tranversal de la cruz con "OFFERENT E :::::::::::::::" (evidentemente ya dejamos el


resto de la inscripción horizontal en vacío, al considerar no estar leida correctamente, por no haber
aplicado los alfabetos ulfilano-visigodos de la época).
b) Los alfabetos ulfilano-visigodos:

Como hemos dicho, para leer un texto visigodo es imprscindible conocer los alfabetos que en la época se
utilizaban. Ello, porque cuando llegan los godos a Hispania, usaban aún el Ulfilano, abecedario inventado
por Ulfilas (Wulfila), santo que cristianizó la zona Norte del Danubio a fines del siglo IV. Este famoso
hombre de cultura de los germanos, tomó las letras del griego y a ellas les sumó algunos signos,
convirtiendo y dando otro valor a las ya existentes. Por ejemplo la "fi" griega la hace una "F"; la "gamma"
figura como "J", y escribe la "Heta", "Ro" y "Sigma", como "H", "R" y "S" (en forma latina). Dejando un
abecedario como el que a continuación vemos:

EN LA IMAGEN INFERIOR: Alfabeto Ulfilano según J.Frebieren su libro "Histoire de l´écriture" (Paris 1959),
tal como recoge Ramón Menéndez Pidal en Historia de España, Tomo III, 2 (pag. 166)
En el año de 587, el rey Recaredo inicia la conversión de Hispania al catolicismo y considerando el
arrianismo una herejía decide acabar con todos los textos en ulfilano (sobre todo, en el idioma gótico-
arriano) Se cuenta que para ello, introdujo en una casa de Toledo los códices existentes entonces, escritos
en este idioma -con el abecedario de Wulfila-, prendiendo a ella fuego, mientras se celebraba el Concilio
que llevaría a Hispania a cambiar de culto, hacia el catolicismo. Tras esta fecha, el uso del Ulfilano queda
postergado, pese a lo que nunca dejaría realmente de usarse, pues los cultos visigodos confundían las
letras del alfabeto griego, con aquel abecedario godo; y las del latino, con las del griego. La mezcla de
sabiduría llegada de Oriente, tanto como los textos en antiguo ulfilano y los escritos en griego, dan como
resultado el uso y evolución del abecedario visigodo. Tanto es así, que para datar las piedras y objetos
encontrados que tengan inscripción, lo mejor es compararlo con escrituras monetales. Tras ello y viendo
letras coincidentes con las monedas, se sabe claramente a qué fechas cercanas puede pertenecer una losa
visigoda, o un bronce, con palabras grabadas. Mostramos abajo algunas evoluciones de las letras
visigodas, desde el comienzo hasta el siglo VII.
IMAGEN SUPERIOR: Como hemos dicho, algunas variaciones en letras, conforme alfabetos visigodos.

IMAGEN INFERIOR: Abreviaturas más comunes visigodas. Pese a ello, la gran proliferación de crasis y
abreviaturas, hace a veces muy difícil traducir o interpretar una inscripción o un texto de esta época:

c) La cruz de San Eugenio de Toledo:

Como venimos exponiendo, la lectura que se ha dado a la inscripción de la cruz que estudiamos no
consideramos que sea la correcta. Pues viendo los valores de los alfabetos en numismática desde los siglos
VI al VII (época en la que se fecha el tesoro de Guarrazar), nos parece que la leyenda horizontal, ha de
interpretarse de otro modo. Pese a ello, sus palabras de la zona vertical, parecen bien traducida (aunque
incompletas y no del todo leidas). Ella es la siguiente:

Consideramos que aquí hubiera de leerse en primer lugar, tal como dicen todos los expertos "in nomine
dei", pero tambien algo mas:

IN NOMIN E D NI : NNO : MINE SCI = IN NOMINE DEI IN NOMINE SCI

"en el nombre de Dios en el nombre del Spirit. Sancti"

Aunque vemos que tiene ciertos cortes que parecen indicarnos igualmente que habla de Anno (año) y debe
considerarse la opción a otra lectura añadida, que nace si leemos de derecha a izquierda:
MINE ESCI / ANNO/ IN DC (E) NIWONNI

mio, fecit (o mio epsicopos) / Año / en / DC e noventa = Quinientos cien y noventa =690.

Decimos ANNO IN DC E NIWONNI, al ver que realmente hay una extraña errata o confusión en la letra M
que la convierte a la vez en W, a la vez que la D está al revés y se puede leer DC. Algo que lleva a concluir
que posiblemente hable de ANNO D C NIWONNI = año quinientos+cien+noventa=690. O bien a ANNO De
ERA, NOVENTA.

Pues no es posible imaginar que una cruz votiva contenga erratas, ni menos errores. Aunque al ser la de un
obispo primado, experto en alfabetos y literatura, sí puede contener un juego de palabras. Porque lo que
nos resulta inimaginable es que alguien pudiera donar una cruz, tan sumamente valiosa y que contuviera
errores o erratas, en su leyenda. De lo que pensábamos, que quizás, si se le diera la vuelta o se leyera al
revés tuviera otro sentido la frase con letras que parecen totalmente giradas. El hecho es que al verla al
revés se observa mas claramente como pone "Esci / MIne / Anno / In / D / E / NOWONNI". Tanto como
vemos una señal que nos indica donde comienza y termina el texto a leer (una especie de trébol que
existe al comienzo de la cruz). Por lo demás, existen unos puntos en la leyenda, que nos hacen pensar que
indican que "allí", " algo" falta y ha de sustiturise por letras o abreviaturas. Siendo así como posiblemente
debiera leerse también:

IN NOMINE D E I / IN (A=:)NNO / (DO=:)MINE / FeSCIt.


Finalmente hemos de observar que MINE ESCI puede traducirse por YO EL OBISPO

Siendo el resultado de sus lecturas:

1-IN NOMINE DEI IN NOMINE SCI = En el nombre de Dios y en el nombre del Espíritu Santo

2-IN NOMINE DEI ANNO DOMINE ESCI = En el nombre de Dios en el Año del Señor (este, o "fecit"), unido a la
lectura clara del final con: MINE ESCI (MINE EpiSCopI - yo el obispo, mio del obispo)

3-MINE / ESCI / ANNO / IN DC E NIVONNI = Mio, hecho (mine episcopi) año de quinientos, cien y noventa
(= 690)----O simplemente ANNO / IN / D E NIVONNI = año de ERA noventa

EN LA IMAGEN INFERIOR: La inscripción vertical, al revés, donde se aprecia mejor que tiene una doble
lectura, ello quiza debido a ser de arriba abajo e inversa, en el conocido bustrofedon.
d) San Eugenio, Obispo la ofrece = OFFERENT / E UGENIUS : E.:

Esta que encabeza el apartado, es la lectura que vemos claramente en su inscripción transversal. Siendo
la que tenía antes daban los expertos: "OFFERENT LICETIUS", por haber considerado que la "F" tumbada era
una "L"; y la semi "P" una "T".

Pero es evidente que la "F" tumbada es una "E", tal como podemos leer en "OFFERENT" y en el supuesto
"LUCETIUS", cuyas "E" se asemejan mucho a una "F" (dada torcida o dada la vuelta). Del mismo modo, las
"G" se deforman en época visigoda, tomando hasta esa apariencia de una "C" abierta, al igual que lo que
parece y puede ser una "P" (E ugePius) juega con la "I" para conformar la "N" y que se lea : EugeNius . Por
su lado, la "N" es la misma en OFFERE-N-T y en EUGE-N-IUS. De ello que lo primero que leemos es.

OFFERENT EUGENIUS : E = "la ofrece Eugenio E(piscopos) ,Obispo"

Arriba vemos claramente que pone Eugenius, siendo la primera "E" la letra en común entre ambos lados de
la cruz, señala a la vez que es la inicial de Eugenio y de Episcopus (obispo). A ella le sigue una clara "U"
gótico-ulfilana, y una "G" gótica; después la "E" deformada (tipo ulfilana), tanto como esa extraña "N" que
parece una "P" ulfilana (y que servirá para otro juego de palabras, como veremos). Termina con una "U",
igual a la primera y una clara "S", invertida. Luego la E (de episcopus), que también podría ser una "T".
Todo ello nos ha dado pié a volver a leer también:

OFFERENT EUG- EPIUS (): T(oletum) = La ofrece, Eug. Obispo de Toledo


La unica letra que nos presenta dudas es la FINAL que damos como una "E" de Episcopus, o bien como una
"T" de Toledo. Al igual que en el texto leemos "E-YGENIYS" (eugenio) a la vez que algo como "EYGHPIYS"
que quizas habla de "euge Pius" del griego Bueno y Pio (esta ultima hipotesis la damos aunque sin creer
mucho en ello, pues la lectura clara es EUGENIUS). Creyendo que la interpretacion corrrecta es *
OFFERENT EUGENIUS T * . Segunda lectura: *OFERRENT EUG EPIUS T * = La ofrece Eugenio, obispo de
Toledo

e) El problema de la datación en el 690 y conclusión a las inscripciones:


Con todo lo visto, las lecturas parece que claramente nos indican que se trata de la Cruz de San Eugenio
de Toledo, ofrecida en el año de 690. Algo que es perfectamente coetáneo con la datación de las coronas
y de la época del tesoro de Guarrazar (que contiene ofrendas fechadas desde fines del siglo VI, a finales
del VII). Del mismo modo, este santo era un conocido experto en lingüística y alfabética, lo que explicaría
los dos juegos de palabras que contienen sus inscripciones (que pueden leerse de varias formas).

Por su parte, el famoso Santo -Eugenio de Toledo-, fué obispo de esta diócesis entre los años 646 y 657, lo
cual quizás no encajaría con la fecha del 690 que parece hablar la cruz al decir (IN D-C_ E NIWONNI = en el
quinientos+cien+novena = 690; o bien de NIWONI = noventa). Más hemos de tener en cuenta que el
calendario que manejaban los sacerdotes hispano-visigodos tenía el Anno Domine cambiado, considerando
la fecha de comienzo de la Era en la Pax Romana, el 38 a.C.. De tal manera, hasta más allá del siglo IX, no
se corrige ese Año del Señor y se consideraba que la Era nacía el 38 a.C.

De ello, que el 690 visigodo se corresponda con nuestro 652-53 ; año en el que este Eugenio celebra su
concilio (el VIII toledano). Pudiendo tratarse de la cruz que entrega San Eugenio al finalizar el mencionado
concilio, pero sobre todo en el año que Recesvinto fué nombrado rey. Tal como dijimos, existía la
costumbre bizantina de que los monarcas visigodos, al subir al trono, entregasen una corona oferente al
templo y ello encaja con la que ayer recogíamos en foto: la de Recesvinto Rex, que hubo de ser ofrenda
hecha en el 690 anno visigodo. Hoy sabemos quizás por qué su obispo y maestro de literatura y alfabeto,
entregó en el mismo momento una cruz votiva, con su nombre y fecha del concilio VIII y coronación de
Recesvinto, e incripcion:---------------. EUGENIO (mine esci) YO, el OBISPO (de Toledo) OFFERENT En
ANNO De Era NOVENTA (= 653)---------------

Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé


LO INVISIBLE EN LA PALABRA: Iberia - Hispania (continuación)
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (24/04/2011)

Al comienzo de este, nuestro blog dedicado a "lo invisible", veníamos escribiendo varias entradas que trataban sobre el
significado de la palabra España e Iberia (pueden consultarse, desde la segunda). Así sabiéndose y siendo teoría
probada, que la primera (España) descendía de la romana Hispania y esta, a su vez, de la ciudad de Híspalis -que no era
otra más que la tartéssia Spali-. Se puede deducir que ambas denominaciones con las que antiguamente nombraron la
Penísula, fueron originariamente la misma, tanto que descendían de voces muy cercanas (griegas, eteo-cretenses,
aqueas, o protoindoreuropeas).

Significando para nosotros, inicialmente lo mismo: la "Hispania" romana que la "Hiberia" griega. Pues afirmamos que
la segunda denominación y que nos llegó como: Ibéria; procedía -a nuestro juicio- del radical griego "Hesperia"
(< dat del plur. que conforma vocablos como  < también escrito
como . Voces cuyo significado es: "tarde, atadecer, occidente y occidental"). Por lo que el
nombre de nuestra Península considerábamos que era el de "la Occidental" (<posterior:La
Hisperiaque hubo de transformarse en Iberia y seguramente llega luego a ser: "Ispenia"
(Hispania), voz de la que nacería el nombre de la ciudad de Ispal -Spali (Sevilla) tanto como el de Hispania:
<dando "Span" o "Spal" =

EN LA IMAGEN INFERIOR: Artículo que publicamos ya hace casi treinta años en el Diario de Madrid,
INFORMACIONES. En este presentábamos ya la etimología de Hispania e Iberia, posiblemente comunes y nacidas de
radicales Indoarianos que significaban "Occidente" (SEVARI). Recuerdo, que el mencionado artículo (que tuvo "algún
suceso" en la capital), lo comencé a escribir vestido de soldado a orillas del Guadalquivir, en una cafetería sevillana
llamada Rio Grande (frente a la Torre del Oro), al salir del cuartel en una tarde preciosa de primavera. Allí, sentado en
lo que fué la orilla del rio Tartessos y de la ciudad ibera de Spali, miraba la corriente de sus olas, pensando en las
palabras de Heráclito, quien afirmaba que: " Todo fluye. Por lo que nos podremos bañar en un mismo rio, pero nunca en
unas las mismas aguas. Pues, ni el rio, ni nosotros seremos los mismo; en virtud del devenir" .

Recapacitaba yo así y entonces, con una curiosa reflexión por los años de juventud y de mili, preguntándome: Qué
hubiera escrito "El oscuro,Heráclito", si hubise conocido el Guadalquivir; pues este (como otros tantos rios), al subir la
marea del océano, vomita sus aguas fluviales, retornando en dirección contraria la corriente... . Y es que cuando uno
vive "la mili" o ha nacido hace ya algún tiempo, mucho le preocupan filósofos como este Heráclito; que deseaba basar
su pensamiento en la "lucha de contrarios" -con frases tales como aquella suya que afirma que: "la guerra es la madre
de todo"...- .

Creo firmemente de este "oscuro" Heráclito (nacido de reyes helenos), que si hubiera viajado hasta Spali, y se hubiese
sentado a la vera del rio Tartessos -nuestro Guadalquivir- a degustar un buen vino del Sur ibérico y a meditar, tomando
tapitas del conocido garum gaditano... . Hubiera llegado a conclusiones muy distintas y mejores: Primero, que es
posible ser el mismo de siempre, tanto como bañarse en iguales aguas; pues hay rios que vuelven sus corrientes contra
ellos mismos, en virtud de los mares que les dominan. Segundo: Que es la Paz (y nunca la guerra), la madre del Todo.
Consecuentemente a todo expuesto anteriormente, dijimos que la denominación de Iberia, dada por los
griegos a nuestra Península, desde los más remotos tiempos, significaba Occidente (<Ella es
nuestra teoría por la que llevamos peleando casi tres décadas (desde que la publicamos por primera vez
en 1982). Es esta etimolgía del griego "Hesperia", añadíamos el hecho de considerar que iglualmente
Híspalis (Hispania), tenía una misma raiz; pensando que se generaba también por deformación desde
"Hiberis", "Hiberia", hasta "Hispenia", o "Hispalia". Aunque, igualmente expusimos, que ambas voces (Iberia
e Hispania) posiblemente procedían de vocablos protoindoeropeos, anteriores al idioma griego clásico,
más directamente llegados de radicales indoarianos. Uno tomado por los helenos (Iberia) y otro por los
latinos (Hispania).

De tal manera, explicábamos que el origen de la griega "Hesperia" (atardecer, occidente) creíamos que
estaba en la crasis de dos palabras indoarias: SVAR (sol) junto a VARI (agua). Cuyo significado como voces
unidas es SVAR-VARI = "sol en el agua" (atardecer, occidente). Las que, seguramente terminaron por
contracción formando palabras como SVARI (SEBARI ó ESBARI), de las que claramente, consideramos que
poceden "hesperi"tanto como Hispania, e Iberia. Ello, porque quizás el nombre de nuestra
Península y el de nuestra Nación, no haya pasado necesariamente por ser antes "hespería" entre los
helenos; pudiendo haber llegado al nuestras tierras hace mas de tres mil años ya con las voces antiguas de
SEBARI o ESPARI (seguramente: eteo-cretenses o greco-arcaicas; y, sobre todo: protoindoeropeas).

Esta teoría nos obligaría a remontarnos a tiempos protoindoeuropeos, en primer lugar por saberse
ciertamente que el término Iberia (< es antiquísimo en lengua helena. Tanto que la mitología lo
situa entre las voces de la Edad del Bronce, y así, personajes que habitaron la Hispania más antigua, ya
son denominados como: Hespérides, Cervero, Hesperos o Spanios. La clave, para considerar que las
palabras Iberia e Hispania pueden proceder de radical antiquísimo y anterior a Micenas, dijimos que
estaba en figuras como la del Can-Cerbero; perro que habitaba a las orillas del reino de Gerión (Tartessos)
y cuyo nombre nos llevaba hasta raices idoariarianas de su radical SRVR = SERVARI . Siendo Cerbero
(, "El Can de Servari"; dijimos que significaba: El perro que vigila las tierras del "sol en el agua";
el "guardián del atardecer", del Occidente, el centinela del paso donde muere el Sol... . Por lo tanto, "el
guardián de los Infiernos" (tal como lo describe la mitología griega: Iliada VIII, 366 y ss / Odisea XI, 623
ss / Teogonía de Hesiodo 311; 769 ss.; y largo etc de textos clésicos). Ello se probaría con el hecho de
que el dueño de Cerbero, fué Hades, el dios de los Infiernos, cuyo sobrenombre heleno era: "Hesperos
Teos"  el dios occidental, el dios de las sombras).

Expuesto lo anterior, creemos justo considerar que la voz Iberia (que luego se tranformaría en Hispania)
nos retrotrae a aquellos años en los que vinieron las primeras migraciones llegadas de Creta, el Egeo y
Anatolia, hasta nuestra Península (en busca de metales). No decimos primeras "colonizaciones" helenas,
sinó "migraciones protoindoeuropeas", por lo que hablamos (al menos) de mediados del II milenio a.C. .
Quizás, hubiéramos más bien "trasladarnos" hasta el 2600 a.C; cuando gentes llegadas del Oriente
Mediterraneo, comenzaron a explotar las minas de Andalucía (en especial las de Rio Tinto y las de
Almería). Pese a ello, consideramos que realmente quienes tuvieron nexo directo con los que heredarían y
usarían el término de Iberia (con los griegos); fueron aquellos otros antepasados suyos, que hacia
mediados del II milenio comienzan a migrar (sin regreso) desde Creta, Chipre o Anatolia, hacia nuestras
costas.

Pues estas "migraciones sin regreso" de protoindoeuropeos llegados por mar, sabemos que se debieron a un
éxodo que se inicia, tras la caida del Imperio Minoico (en el 1580 a.C., al producirse el desastre del Tera-
Santotrino). Algo que continuó con la expulsión desde las costas de la actual Turquia, de los llamados
Pueblos del Mar: Gentes marineras, asentadas en la Jonia, que quizás fueron aliados de los cretenses y
que hubieron de huir de los mares y tierras de Anatolia, desde el siglo XV al XII a.C. Y a nuestro juicio,
tanto éxodo y migración, se debió principalmente a la difusión del nuevo metal -El Hierro-. Siendo aquel
cambio de Era, el motivo final y definitivo, que traería hasta nuestras tierras a esos "proto-helenos"
huidos: Cretenses-minoicos, pre-aqueos, "pobladores" del mar y comerciantes del bronce (tanto como al
resto pescadores del Egeo y del la Jónia, protegidos hasta entonces "por las culturas del Bronce" y
asentados hasta el siglo XII a.C. en aquellas tierras del Oriente Mediterraneo).

Pues como hemos defendido y dicho, Troya no sería más que "la batalla final" y la crisis definitiva de la
Edad del Bronce; que arruina y vence a los pueblos que hasta entonces, fueron comerciantes y dueños del
"antiguo metal". El llamado por los griegos "Kalkos", cuyo secreto se basaba en la aleación perfecta de
"cupre y kasiterita", se vigilaba y controlaba desde el Estrecho del Bósforo (paso necesitado hasta las
minas de cobre y estaño del Caúcaso). Desde este pequeño pasaje de mar, que guardaban celosamente los
troyanos, se hubo de controlar durante al menos un milenio, la mayor parte del comercio del bronce;
debido a que ya hacia el 2500 a.C., se agotan las minas de Chipre, Eubea y otros lugares mediterraneos,
que hasta entonces habían sido ricos en ese metal. De esta crisis metalurgia, del siglo XXVI a.C.; surgen
seguramente los cretenses y anatolios que aparecen migrando a nuestras tierras. Con quienes se iniciaría
la explotación importante de minas, como las actuales de Rio Tinto (que se sabe, comienza en el siglo
XXVII a.C.).

EN LA IMAGEN INFERIOR: Armadura de bronce (cobre) micénica, fechada en los siglos XV al XIV a.C.. Es del
tipo que usaron en la Guerra de Troya, sucedia a fines del XIII a.C.. La tipología de esta armadura, encaja
perfectamente con las descripciones que la Iliada, al narrar la manera en la que los guerreros se movían y
luchaban. -Procede de la tumba de Dedra; propiedad del Museo Nacional de Atenas-. Perteneció a uno de
los príncipes aqueos (micénicos) a los que nos referimos, cuyos pueblos ya desde el siglo XVIII a.C.
colonizarían Occidente: nuestra Iberia. Aquellos que seguramente así la denominaron.

Como venimos explicando, la "nueva Era" (la del Hierro), generaría obligatoriamente la llegada y huida de
los que hasta entonces habían basado su economía en el bronce, aplastados (o dominados) por los nuevos
dueños del Mundo: Los Hombres del Hierro; pueblos fundamentalmente indoeuropeos, de los que unos
invadieron Europa por tierra (como los celtas); mientras otros la colonizaron por mar (como fué el caso de
los griegos). Estos movimientos migratorios de las asediadas " culturas del Bronce" que entran en crisis y
son expulsados por los del Hierro; se producen desde fines del siglo XIII a.C.. Sin lugar a dudas y en
nuestra opinión, ellas hicieron nacer civilizaciones como la Tartessia (en el Sur de España), que se originan
a la vez por la llegada hasta nuestras costas de los fenicios (otra de las culturas surgidas del Hierro, pero
en este caso entre los navegadores y semitas).

A su vez, hemos de considerar que aquellos "hombres del bronce" que huían hasta la Península, traerían
desde el Oriente Mediteraneo, sus idiomas, que se fusionarían con los que aquí hablasen los indígenas (los
iberos). De tal manera, como dijimos, en estos años previos al Hierro, las lenguas dominantes en Creta,
Chipre o en Anatolia, eran muy cercanas y comunes al posterior aqueo (griego arcaico, hablado ya en el
Minoico Medio, del que nacen algunos de los idiomas helenos de Micenas -que también fuera gobernada
por aqueos-). De ellas, consideramos que quizás procede la palabra de "Iberia", importada por las primeras
"migraciones sin retorno", establecidas en nuestra Península.

Así, desde que escribimos la teoría en la que afirmamos que "Hispania e Iberia", procedían de voces
próximas a "Hesperia" -y esta, a su vez, del radical indoariano: SVAR-VARI (Svari, Evari o Sevari)-. También
propusimos la teoría de que se podía seguir el rastro lingüístico de esa antigua voz protoindoerupea, cuyo
significado sabemos que es: "Occidental, atardecer, Oeste, o puesta de Sol" (SEVARI).Consecuentemente,
dijimos y publicamos repetidamente, que también considerábamos que la palabra hebrea "SEFARDI" (o
"SEFARAD"), tenía un mismo origen, y seguramente nacida del mismo vocablo "SEVARI" (sol en el agua).

Ello no solo porque la voz israelí "sefarad" sea antiquísima, sinó porque ya hay muchos que también ven en
ella relación con "Hesperas". Sobre la antigüedad del vocablo, sabemos que aparece ya en el Profeta
Abdías, quien menciona a los hijos de Israel, huidos a Sefari (Sefarad). Relato que se fecha a principios del
siglo VI a.C., porque se refiere a la diáspora judía, contemporanea a la Primera Destrucción del Templo;
tras las invasiónes de Israel y de Judá, llevadas a cabo por los asirios -al mando de Nabucodonossor-.
Siendo a nuestro juicio, más que probable, que muchos de los judíos comerciantes y aliados de Tiro y
Sidón, al verse atacados por Babilonia, huyeran a estas capitales fenicias. Ciudades que se sabe eran la
"cabeza fundadora y rectora" de la ciudad hispana de Gadir (Cádiz). Pudiendo haber llegado
perfectamente hasta Gades-Tartessos una gran cantidad de hebreos huidos del asedio de Nabucodonossor
pasando por Tiro y Sidon, desde los años 595 al 587, en los que este rey asirio ataca las ciudades israelitas
y luego destruyé Judá y Jerusalén.

De tal manera, habrían adoptado los judíos, ya en este momento la voz "eteo-cretense" o "aquea": SEVARI,
para indicar las tierras del lejano Occidente (Iberia) donde posiblemente huyeron algunos de los que
escaparon de "El cautiverio". Algo que puede explicarse debido a que los puertos bases de Tiro y Sidón,
previos y para la salida de naves hacia Gadir (Tartessos), estaban principalmente en Creta. Donde se
hablaban dialectos surgidos del aqueo y del griego más arcaico. En estos puertos cretochipriotas estaban
establecidas las bases y asentados los pilotos fenicios (o cretenses), para guardar celosamente el secreto
de la ruta hasta Iberia (la tierra de los metales).

Pues sabido es que para evitar que llegasen otros ajenos que ellos, hasta el Occidente más remoto
-entonces riquísimo en oro y plata-, los fenicios tenían filtros y medios sofisticados para cuidador las
rutas. De ello son conocidos los procedimientos usados por Tiro, Sidón, o Cartago, con el fin de evitar que
naves que no fueran de su "aliados" o de sus ciudades, llegasen hasta suelo hispano. Algo que narra
perfectamente el relato de Kolaios de Samos, contando como el samio llegó a Tartessos, por fortuna y
gracias a un naufragio -quizás simulado-. Del mismo modo, hay recogidas historias del mismo senado
Cartaginés, en las que se especifica que viéndose seguidos por naves romanas, algunos barcos de esa
ciudad de Cartago; quienes portaban carga procedente de Iberia. Mandaron hundir las naves, para que los
latinos no descubrieran ni de donde venían, ni menos el modo de llegar hasta aquella mercancía.

De tal manera y siendo el camino para llegar hasta nuestras costas tan custodiado y guardado
secretamente por los fenicios, quienes vigilaban y protegían con medios militares y civiles las rutas. Muy
posiblemente los judíos conocieron nuestras tierras con el nombre que los creto-fenicios le dieron: SEVARI
(quizás porque los fenicios preferían ocultar su nombre). Aunque, pocos años después de la Destrucción
del templo de Jerusalén (y de Judae Israel), Nabucodonossor atacó Tiro Y Sidón, ciudades-estado que
también sucumbieron a la invasión y destrucción del rey de Babilonia (entre el 573 y el 572 a.C.). Tras un
terrible asedio de años, las dos grandes capitales de los fenicios fueron sometidas y casi arrasadas, lo que
hace suponer que cuantos habitantes de Tiro y Sidón pudieron, huyeron a las colonias fenicias de Chipre,
Creta y el Norte de África. Por su parte, los menos poderosos y los que habrían quedado más afectados
económicamente por las guerras contra Asiria, hemos de suponer que llegaron a tierras más lejanas. Hasta
Gades-Tartessos, donde buscarían refugio y trabajo.

Como decimos, entre los huidos al extremo occidente tras el asedio de Nabucodonosor, tuvo que haber
muchos judios, y ello se correspondería con lo que nos narra Abdías (en el siglo VI a.C.). Refiriéndose esta
diáspora de los israelitas al éxodo hacia nuestra Iberia (Sevari), aunque muchos han querido situar esa
"Severia" -de la que el profeta habla-, en la capital de Lidia: Sardas (ciudad rincipal de esa region greco-
jonia de Anatolia). Pese a que históricamente resulta "raro e incomprensible" que los hebreos huyan de los
babilonios, para ir a refugiarse precisamente en una zona de gran fraternidad, colaboración y órbita asiria
(como era entonces la Lidia y mas en concreto su capital: Sardas). Por lo que es mas adecuado pensar que
la SEFARAD de Abdías, se trata de la Sefarad de siempre; sin poder pensar que aquel lugar del que el
profeta narra el éxodo de los israelitas, se tratase de Sardas (lugar fronterizo con Babilonia). Pese a ello,
hay muchos que consideran que la capital de los lidios, era el SEFARAD y que debido a una aliteración o a
una mala escritura del nombre, la confundieron con la Península Ibérica. Una hipótesis un tanto extraña (a
nuestro modo de ver), ya que Sardas, era amiga de Babilonia y nunca lugar bueno para refugiarse de
Nabucodonosor... .

EN LA IMAGEN INFERIOR: Collar del tesoro de El Carambolo, datable entre los siglos: VII a principios del VI
a.C.. Fechas estas en la que huyeron de Israel-Juda (y luego de Tiro y Sidón), las élites y el pueblo de
aquellas naciones y Ciudades-Estado; arrasadas por Babilonia. Hemos de pensar que tras la caida de Israel,
el asedio de Tiro y Sidón y la posterior conquista de Fenicia por los asirios, una gran parte de estas gentes
hubieron de huir hasta el occidente. Los más adinerados, o los que tuvieron parentela y negocios en los
puertos fenicios de Creta y Cartago, irían hasta estas zonas a rehacer su vida. Pero el resto, seguramente
hubo de encaminarse hacia las colonias fenicias del Sur de Italia y las de Iberia. Serían estos los años que
marcan el esplendor del "periodo orientalizante"; entre el 597- 587, que Nabucodonosor ataca Israel y
termina destruyendo el Templo y la nación de Salomón. Y los años 573-572, en los que Tiro y Sidón se
rinden al asirio y caen en manos de Babilonia. Estas serán las fechas en las que Tartessos y Gadir recibirían
olas de refugiados llegados desde Oriente. Tiempo este que coincide plenamente con el del esplendor de
Tartessos, tanto como con la datación cercana que se da al maravilloso tesoro, del que en la imagen
inferior, vemos su collar.
De tal manera, como hemos expuesto, creemos que aquella Iberia griega, que hubo de ser antes llamada
"Hesperia"; es la misma a la que los judíos denominaron "Sevari, Sefardi, o Sefarad". Por haber llegado los
israelitas hasta aquí traídos (o guiados) por sus aliados de Tiro y Sidón. Aunque estos fenicios, sabemos se
servían para navegar, de gentes que hablaban lenguas cercanas al aqueo (eteos-cretenses). Ello porque las
naves de Tartessos, recalaban siempre antes de entrar en Tiro y Sidón, en los puertos fenicios de Creta y
Chipre; donde sus habitantes, en su mayor parte conservaron las lenguas originarias de aquellas islas (un
tipo de griego arcaico).

El paso obligado era el recalando en Creta -o Chipre-, para las naves que llegaban al Occidente remoto y
se dirigían a Fenicia (o viceversa). Esto constituía lo que antiguamente se denominaba: Cambio de
Tripulación. Un tipo de viajes, en los que unos mismos marineros, tan solo guiaban las embarcaciones por
un tramo que conocían perfectamente. De tal manera, al arribar a nueva zona (o puerto), entraban en
aquella nave otros tripulantes a sustituirles; lo que no solo servía para el descanso de los anteriores, sinó
sobre todo para que los marineros, nunca supieran el trayecto completo. Por su parte, los únicos que
viajaban desde el principio al final del trayecto solían ser militares y almirantes, que a la vez actuaban
como cuidadores de la valiosa carga y de la ruta.

Este era el modo común de operar entre los marineros y los marinos para los barcos que viajaban hasta
zonas cargadas de riquezas; con el fin de que sus tripulantes no pudieran describir a otros comerciantes (o
a extranjeros y a piratas) el camino por el que se llegaba desde un punto hasta otro (desde Tiro, hasta
Gades; por ejemplo...). De ello, incluso, que en algunos tramos se prefiriera tomar marineros indígenas de
cada puerto donde recalaban, para que hablasen idiomas muy diferentes (cortando así aún mas la posible
comunicación de las rutas). De tal manera, seguramente, estos marinos de Creta y Chipre que iban hacia
el Occidente, pudieron dar a conocer el nombre de SEVARI, ESBARI (la occidental), que se daba a nuestra
Iberia. Quizás, aquellos primeros judíos que huían del asedio y del cautiverio de Babilonia, fueron quienes
la recordaron por siempre como: Sefari o Sefarad. Del modo en el que el Profeta Abdías la escribió.

Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé


LO INVISIBLE EN LA PALBRA: Hispania - Iberia (en los autores
clásicos)
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (25/04/2011)

Hablábamos ayer nuevamente sobre el significado de la palabra España (Hispania) e Iberia -nombres de nuestra
Península-. Concluyendo que ambas voces, al igual que su denominacón en idioma hebreo (Sefarat), procedía de unos
mismos radicales (antiquísimos) y cuya traducción desde las lenguas indoarianas debiera ser "Occidente, atardecer"
(SVAR-VARI = sol en el agua). Deduciendo que esta palabra protoindoeuropea, alterada como SEVARI, ESVARI (o
SBARI); debió pasar al griego convertida en Hesperia (atardecer, occidente), de la que naceria Iberia. Del mismo modo
esta raiz llegaría al latín como "Sbaria" (conocido nombre de ciudades italo-griegas, al occidente de la Hélade) y quizás
a nuestra lengua ibérica como Spali; de la que nacerían Hispalis e Hispania.

Por último, y en hebreo, el profeta Abdías menciona Sefarad (Sefari) como lugar al que en su tiempo, huyeron los
israelitas, tras la destrucción y captura de Judá. Sobre la datación del asedio y caida de Jerusalén narrada por Abdías,
hay dos teorías: La más aceptada y común es que se trata del Cautiverio Babilónico, llevado a cabo por Nabucodonosor
entre los años 587-586 a.C.. Habiendo otros académicos y expertos en Antiguo Testamento, que consideran que la
destrucción de Jerusalén narrada por Abdias se refiere a la que los asirios, llevan a cabo durante el reinado de Joram (en
el siglo IX a.C.). En tal caso, la aparición de la palabra Sefarad -como tierra de refugio para los judíos- se adelantaría
casi trescientos años antes (hacia el 850 a.C., durante el reinado de Joram). Ello explicaría el por qué los hebreos
utilizaron un término tan antiguo como "SEVARI", que vimos era proto-indoeuropeo. Por lo demás, la ubicación en
Iberia, de esta Sefarad a la que escaparían los judíos, a mediados del siglo IX a.C.; se explicaría históricamente por las
menciones de amistad entre los reyes de Israel - Judá, con los de Tiro y Sidón (con quienes comerciaban y compartían
flota).

Ello dejaría de nuevo claro, que no solo el templo de Salomón se decoró con bronce "tartessio", fundido en Tiro y
Sidón, por encargo a su rey Hiram. Sinó, que poco más tarde, cuando esta zona se ve atacada por los Asirios,
nuevamente les prestan ayuda sus aliados fenicios, llevándoles hasta su colonias occidentales (Sefarad = Occidente).
Ello se entiende además cuando en otras referencias a Joram leemos como este contacto estrecho entre ese monarca
judío y los puertos de Fenicia, fué el motivo poe el que los profetas dicen, se produjo el desastre y ataque. Atribuyendo
la invasión asiria, al castigo de Dios, por sus alianzas y costumbres compartidas con Tiro y Sidón. Pese a lo mencionado
sobre Joram, la gran mayoría de los expertos en Antiguo Testamento, afirman que la conquista y caida de Jerusalén a la
que se refiere Abdías, es el "cautiverio y destrucción" que sufren los judíos con Nabucodonosor (en el 587 a.C., del que
ayer hablábamos).

Pero hoy vamos a dejar Sefarad y otros textos tan antiguos como los del Antiguo Testamento, para analizar lo que
escriben sobre Iberia e Hispania, los autores clásicos más conocidos: Estrabón, Pompinio Mela o Plinio. Comenzaremos
por el primero; Strabo o Estrabón, egregio griego, de origen cretense que vivió entre el siglo I a.C y el I d.C.. Escribió
su conocidísima obra "Geografía", en los años 29 al 7 a.C., y ella es la obra más importante del Mundo Antiguo sobre
geografía social, politica y geológica (junto con la de Claudio Ptolomeo). Dividida en XVII tomos, dedica uno de sus
libros a nuestra Península, que intitula "IBERIA", que es el Tercero, del que tomaremos textos comentados, en la
tradución que Antonio García y Bellido presenta (España y los españoles, hace dos mil años; según la Geografía de
Estrabón; Madrid 1983 ).

Empezaremos por lo que Estrabón dice sobre el significado de Iberia y su situación, de la que expone en su Libro III,
1º-1: "Es preciso comenzar de nuevo por Europa y sus regiones"; 1º- 2: "La primera parte de ella es como
decíamos, el occidente; es decir: Iberia" . En nuestra opinión, nada o casi nada habría que añadir a lo que explica
Estrabón sobre lo que significa Iberia = Ocidente. Aunque sí es importante conocer que el mencionado y cultísimo
geógrafo era originario de Creta y de una familia antigua de aquella isla; lo que posiblemente le facilitaba saber qué
significaba Iberia para los griegos más antiguos (Occidente). Por su parte, García y Bellido, comenta que este nombre
de Iberia es el usado por los griegos desde los tiempos más remotos, donde en los textos arcaicos ya se cita un pueblo
H-iberus, que habitaba junto al rio H-iberus (por lo que cree este autor, que tomaron el nombre desde el aquel rio, que
no era el Ebro, sinó uno de Huelva). Nosotros consideramos que las palabras de Estrabón no pueden ser más ciertas e
indican el origen de la denominación de nuestra Península: Significando Iberia = Occidente.

Pero sigamos con el autor griego. LIBRO III, 1º-4 : "Hagamos una descripción detallada, empezando por el Hieron
Akroteión. Este es el punto más occidental no solo de Europa, sinó también de toda la Oikumene; pues el mundo
habitado termina por El Ocaso" . Nuevamente nos explica Estrabón el por qué España (Iberia) es el Occidente, puesto
que en ella está el punto más al oeste de toda Europa -e incluso del Mundo conocido por entonces-. Sitúa este lugar
donde en el Cabo de Sagres (San Vicente), que llama Hieron Akroteion. Promontorio que está unos centenares de
metros por detrás de la que hoy tenemos como verdadera punta Oeste de Europa (El Cabo de Roca, que tan solo supera
al de San Vicente en unos pocos "estadios griegos").

Sobre lo que se entendía por Iberia, el geógrafo grecolatino nos dice Libro III, 4º-19: "La mayoría de los nombres
geográficos son de origen griego. Con el nombre de Iberia, por ejemplo, los antiguos griegos designaron todo el país
a partir del Rhódanos y del Itsmo que comprenden los golfos galáticos; mientras que los de hoy en día colocan su
límite en Pyrene, dicen que las designaciones de Iberia e Hispania son las mismas" (...) "Los romanos, han
designado la región entera indiferentemente con los nombres de Iberia e Hispania" . Este párrafo lo utilizábamos
para indicar que las denominaciones de Hispania e Iberia eran sinónimas, lo que supone que había una unidad cultural y
social entendida por los griegos y latinos en toda la Península, desde los tiempos más remotos. Cosa distinta es que tras
la Caida de Roma, la Historia y el devenir de Hispania o Iberia, haya sido muy diferente en sus tan dispersas regiones y
zonas (desde Andalucía a Galicia, o Asturias; desde Portugal a Cataluña, o Aragón). Pero en un principio, parece ser
que por íberos se entendían todos, incluso aquellos que habitaban tras el Pirineo, hasta las inmediaciones del Ródano; y,
por el norte, quienes vivían en el principio de Aquitania, en las actuales Landas (gentes que actualmente también se
parecen a los españoles; no solo en el gusto por los toros y por cierto tipo de gastronomía, sinó también en su forma de
vida). De cuanto expresa Estrabón, se puede entender que los más iberos, espanoles, o hispanos; de todos los que
habitamos hoy en nuestra Península, son quienes se han conservado tal como estaban, al llegar los griegos a España (los
vascos y navarros, los pirenaicos y altoaragoneses. Quienes serían los más íberos o españoles, en su estado auténtico;
tal como los antiguos geógrafos los definen y explican).

Pero sigamos con "el nombre de Iberia" y pasemos a otro famoso Historiador y geógrafo. Esta vez, al romano Plinio,
quien en su "Historia Natural", tiene múltiples referencias a Hispania. Entre ellas, es importante esta que recogemos en
la que nos narra el origen de la palabra Iberia. H.N. III-21: "El rio Hiberus (...). Por él los griegos apellidaron Iberia
a toda Hispania". Esta curiosa cita de Plinio, en la que habla del Ebro, ha hecho pensar y concluir a gran parte de los
historiadores, que la voz Iberia procede del nombre del rio. Otros, afirman que no es este rio Hiberus el Ebro, y de
donde procede el nombre, sino de otro situado en Huelva, que dió la denominación de Hiberus a los habitantes de sus
alrededores. Por nuestra parte solo añadir, que ello sería como decir que la ciudad o reino de Tartessos tomaba el
nombre de su río; o que el reino de Aragón fué asi llamado por el rio Aagón. Ello, en primer lugar vuelve a dejar sin
solución qué significa "Hiberus" o "Ebro"; a lo que se sumaría la contradicción de que se consideraban iberos los
habitantes desde el Róadano al Oeste (no los cercanos al Ebro, ni menos los del rio homónimo de Huelva).

Aunque muy por el contrario, el mismo Plinio narra como el Jardín de las Hespérides se situaba próximo al Sur de la
Península. De tal manera expone com en las cercanías del Atlas y junto a Hispania está este hogar de las
Hespérides: H.N.; VI, 200 y 201: "Insulae Hespéridum, navegando por delante del Atlas" y el "Hesperu
Cerces". Habiendo expuesto en su anterior libro, que aquel lugar habitado por las Hespérides se situaba en las
cercanías de Tanger (Tingi), tras el Estrecho de Gibraltar (Columnas de Heracles). H.N. V, 2 y 3: "Mas allá de las
Columnas de Heracles (...) donde está Tingi (...) a 30.000 pasos de Baelo Claudia". Las anteriores frases dejan clara
la relación entre Hesperis (atardecer) o Hespero (el planeta Vespero al Occidente) y nuestras tierras. Por lo que creemos
que la asimilación de Hesperia con Iberia es mucho mas cierta como etimología, a expresar que la anteriormente
expuesta: Que los íberos tomaron el nombre de un río (algo que ciertamente dejaría en cuestión de nuevo y sin solución,
el significado de la denominación que daban a este rio: -Hiberus ¿Pero por qué?-...).

Visto lo anterior, pasemos a otro escritor clásico: Pomponio Mela, que también se refiera a nuestras tierras, como lugar
habitado o cercano al de las Hespérides. De tal manera escribe en Chorografía III, 4: "hay un golfo llamado
Gaditania y un bosque llamado Oleastrum, luego el Castellum de Ébora, en la costa" . En la frase anterior vemos que
tras Gadir y lo que puede cnsiderarse El Bosque de Jeréz, en la costa existía el castillo llamado de Eboura (que todos
citan y que ciertamente es voz que se relaciona con Ibera e Iberia). Pero más tarde añade, al describir las costas de
África, frente a España: III, 10: "Enfrente de esta zona abrasada, están las islas en las que se recuerda que
habitaron las Hespérides, en la región arenosa del Atlas (...) Frente a él, las Fortunatae Insulae". De nuevo, leemos
otra referencia al Jardín de las Hespérides, que en época romana ya se situaba más lejano que en la griega; suponíendose
en la zona del Atlas, frente a las Canarias (es decir, en lo que hoy se entendería como Agadir-Marrakech). Pero, lo
importante no es dónde se sitúa aquel lugar del Hespero, sinó que ello siempre indica el lugar más al Occidente
conocido por lo geógrafos (como su voz, Hesperia, define).

Pese a cuanto narramos y argumentamos sobre el común origen y significado de Iberia y España, hay u único dato que
me hizo dudar sobre la etimología de ambas voces en común. Ello ha sucedido al recapacitar y pensar que quizás
Hispania-Hispalis, pudieran proceder del griego "SPHAN, sphen" (cuña) . Pues habla Estrabón de las
inmediacxiones del Cabo de San Vicente del siguiente modo en Lib- III 1º; 4: "Los confines de Iberia, se extienden
unos mil quinientos estadios mas allá de la citada extremidad. De aquí el nombre con el que se designa el territorio
contiguo a dicho confín, que en lengua latina se llama ´Cuneus´, con lo que quieren significar ´sphen´. Este
promontorio ..." .Se refiere al Cabo de Sagres, que como vimos se consideraba la "cuña" o el último punto occidental
de la Tierra conocida. De aquí que nos haya surgido una gran duda, nueva sobre el origen de la palabra Hispania.

Preguntándonos si procederá Hispalis e Hispania, del antes mencionado territorio de "Sphen" (cuyo
significado es "Cuña" en el sentido geográfico (es decir: Cabo final). Pues ello, puede explicar no solo una etimología,
sinó también el error de Bochadrt, quien afirmaba que la voz Hispania tenía su origen en "Sphan", por ser así como
llamaban los fenicios a los conejos (por la abundancia de este roedor en nuestra Península). Pero, claro; si partimos de
la base que "Sphen" o "Sphenos" es cabo o cuña en griego y como denominaban a la zona última de la Tierra, el
plantaemiento puede ser el inverso: Que los griegos llamaran a nuestra Península Sphen (cuyo nombre se asimilaría al
de Coruña = Cuña = Ultimo cabo = Punta final). Tanto como que los fenicios tomaran esa voz, para designar al roedor
que apenas habían visto en el desierto (el conejo), que en Hispania era una plaga. Si ello fuera así, posiblemente hasta
este roedor pudo ser igualmente denominado en lengua latina, como el animal "Hispano"; quizás por esto llamando
"cunículus" (conejo); por ser el abundante roedor que habitaba el "cuneus" ( en la cuña de Europa = España) -pese a lo
expuesto, consideramos que la voz cunículus, puede proceder más bien del latín "cunea" = nido -.

En lo que se refiere a la teoría de Bochardt, esta se sigue teniendo como etimología mas cierta de Hispania, haciendo
prodeceder la denominación de nuestra nación del fenicio "Spahan, cuyo significado es "conejo" (por la abundancia de
aquellos en la Península). Pero creemos que es más indicado pensar que el conejo es lo que pudo llamarse Sphen-Sphan
en fenicio, por ser tan común en la zona que los griegos llamaban Sphen (Cuña de Europa; punta del Mundo) -tal como
el texto anterior de Estrabón, recoge y menciona-.

De cuanto relatamos, Hispalis e Hispania, procederían de Sphen-Sphan:  = cuña (recordemos que la letra
griega "eta", es una semi-alfa, como "epsilon" abierta) y no de Hesperia (< = atardecer). Ello nos pone ante un
dilema que quizás fuera irresoluble, pese a lo que aclara por qué quizás los fenicios llamaron "Sphen" al conejo, que
casi no conocían, pero que vieron tan abuntantes en estas tierras nuetras, que se tenían como los confines del Mundo. En
lo que se refiere a Hispal, o Spal, Spali (la tartéssica Sevilla); García y Bellido (op. cit. comentario a His.Nat. de Plinio,
cita 59), dice textualmante: Hispal "Su nombre es indígena y ha de retribuirse como Plinio lo cita, Hispal en el que
cabe suprimir la ´H´, pués es parásita como en H-iberus" . Pareciéndonos muy acertado el comentario, desde el punto
linguístico hemos de saber que las "haches", tanto como otras letras que aparecen en diferentes palabras, nos pueden
indicar que antes hubo un signo o carácter determinado. Así, en el caso de Hiberia o Hiberus, creemos que se
corresponde esta "H" inicial con el espìritu fuerte de Hesperia (su antecesora). La existencia de ella, en Hispania e
Hispalis, es el motivo por el que consideraríamos que esta última voz, pudiera nacer también de radicales relacionados
con "Hesperia".

Pese a todo, nuestra segunda hipótesis que hace nacer de "Sphen", Hispalis e Hispania, no podemos dejarla a un lado.
Aunque observando los diccionarios griegos, no existan radicales muy comunes ni menos geográficos afines a esta voz.
Pues hemos visto que tan solo palabras como animales con aguijón (que claramente pueden aludir a esta "cuña), tienen
nombres cercanos a "Sphen". En la misma linea y con letras cercanas, tan solo hemos encontrado  Honda
de disparar; piedra de la honda (glande de hondero) -cuyo origen muy posiblemente esté en la combinación
de cuña) +  (impulsar lanzar) = lanzador de cuñas (por ser las piedras del hondero, afilados glandes a veces
tallados en piedra y en ocasiones hechos en plomo)-.

Así de cuanto relatamos, queda en la duda si la palabra Hispania o Híspalis, que tanto teníamos como nacida de
Hesperis (o de SVARI), pueda ser originada por este término griego que indica "cuña o cabo final" = "Sphan"

Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé


LO INVISIBLE EN LA PALABRA: Iberia - Hispania (los otros iberos)
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (30/04/2011)

Algunos lectores nos han preguntado sobre la existencia "probada" de los términos a los que nos referimos cuando
decimos que las voces Iberia y España, nacen de la unión de dos palabras protoindo-europeas, cuyo significado es "Sol
en el Agua" (Puesta de Sol, atardecer, u Occidente). Pues bien, tales voces indoarianas, antecesoras de los idiomas que
conocemos en Europa, efectivamente existen y hay que buscarlas en los diccionarios de lenguas que conformaron las
indoeuropeas (muchas de ellas cercanas o hermanas del sánscrito). De tal manera y refiriéndose a las de "Sol y Agua",
que se unieron en un solo término con el significado de "atardecer", vamos a exponer donde pueden estudiarse con
detenimiento. Sin dejar de recordar nuevamente, que la importancia de ellas radica en que su fonética es muy cercana y
precedesora de la palabra griega de Hesperia; a la hebrea, de Serfarat (tanto como a la de Iberia, o Hispania). Pero
pasemos a dar los datos que demuestran la existencia de este radical común a todas:

Tal como recoge El Dictionnaire Sanskrit-Français (VV.AA. Academie des Inscriptons et Belles-Lettres; Paris
1980): VÁRI, significa en sánscrito "agua" (pag 641), tanto como SVAR es en la misma lengua "Brillar,
cielo" (pag 879). Entorno a estos términos; más preciso es el diccionario de lenguas indoarianas de Turner (A
Comparative Dictionary of the Indo-Aryan Languanges, R.L. Turner. Universidad de Oxford, Londres 1973); que
expone en su pag. 804 y voz: N.13907 "SVÁR", como raiz común de "Sol"; y su derivada "SVÁRGA" =
"Cielo" (pag. 804, N.13910). Conteniendo la palabra "ÁSVARITA" (pronunciada realmente en forma
"indoariana" por: "Aspere"); cuyo significado común en estos idiomas sería: "Mañana, Amanecer, o Sol sobre el
valle" (pag. 69 voz N.1536). Por su parte, refiere también "SAVÁRA", que habría de traducirse como "pronto,
de mañana, amanecer" (pag. 767 13290). Siendo estas dos últimas voces (SÁVARA y ÁSVARITA) nacidas de la
unión de los radicales que hemos estudiado: De "VAR" ("VARI"), que significa "Agua" (pag. 674, N.11556) y de
"SVÁR", que ya dijimos que era "Sol".

Por lo tanto, científicamente, ya tenemos encontradas las voces proto-indoeuropeas que significarían Sol en el Agua,
amanecer o atardecer y se pronunciarían de manera cercana a "Hesperia"atardecer en griego; tanto como a
Cerbero () el famoso "perro guardían de los infiernos y del occidente", cuyo nombre tanto se parece a
"Sarvari", voz muy relacionada con la anterior "Sávara". Ambas son, también, muy cercanas en sonido a "Sefarat" (o
Sefardí), que vimos era palabra escrita ya por los hebreos en ápoca antiquísma (al menos desde el siglo VI a.C.). Al
igual que al nombre de Iberia (e Hispania), debido a que que la pronunciación en Indoarianas de "SÁVARA" es
"Sebara", tanto como la de "ÁSVARITA" es "Aspere - Esperita". Y siendo en lenguas protoindoeuropeas el amanecer y
el atarceder dicho con palabras tan próximas a "Hespere", "Sarvari", o "Sebara", no creemos que haya la menor duda de
que "Hesperis", "Sefardí" o "Espara" (Hispania) y Eboura (Iberia), procedan de estos radicales que ya hemos expuesto
claramente.

Pese a ello, por si alguno pudiera tener dudas sobre la existencia de estas voces preindoeuropeas, con significado de
Puesta de Sol; incluimos un dato más como es el que Vittore Pisani confirma en su "Crestomazia Indoeuropea" (Turin
1974, Ed. Vicenzo Bona). Quien en su voz 335 recoge como radical común a las palabras europeas: Sol, Sole, Sun,
Soleil etc.; "SUVAR" (o SVAR). Incluyendo en su término 1935: "SVAR-BHÁNU", que significa "el que apaga el
Sol" (quien devora al Sol). Siendo este el nombre de un monstruo mitológoico, que provocaba los eclipses y las
noches. Por lo que consideramos que su voz procede del sonido "SVAR-VARI" (Sol en el agua), por ser el mar -o
los océanos-, el lugar donde el fuego del astro rey, queda "anulado o apagado" por las aguas, llegando la oscuridad.
Dicho esto volvamos de nuevo con Estrabón y su Iberia. No sin antes ver y estudiar como el geógrafo grecorromano
dividía Europa, tando como su última tierra: Esta Península nuestra a la que denomina Iberia, anotando que ello es
sinónimo de Hispania y de Occidente. Para su análisis, nos serviremos del magnífico mapa sobre la España de Estrabón,
que desarrolló y pintó Antonio García y Bellido en los años setenta (publicado al menos en las dos famosas obras de
este insigne arqueólogo: "La Península Ibérica" y "España hace dos mil años, según la Geografía de Estrabón").

EN LA IMAGEN SUPERIOR: España (Iberia), hace dos mil años, tal como Estrabón la describe. Fijémonos que
dá forma de piel de toro a la Península, algo que el geógrafo destaca y escribe literalmente al comenzar
hablando de nuestras tierras, diciendo que es una unidad, que como una isla se separa por los Pirineos y
tiene esta forma de cuero estirado. Realmente, tras ello hemos de comprender que los conocimientos
geográficos eran muy elevados, pues no solo describe minuciosamente los rios y cordilleras, sinó que
además marca las distancias y la situación exacta de las ciudades mas importantes de La Iberia.

EN LA IMAGEN INFERIOR: Hemos querido ampliar esta zona sur del mapa anterior, que correspondería a La
Bética y parte de la Lusitania, por ver como marca el punto más occidental de Europa, casi en el lugar
donde realmente lo está. Pues como sabemos, el cabo más al Oeste de nuestro continente es el de Roca,
que tan solo sobersale unos centenares de metros hacia el Atlantico, sobre el que Estrabón señala como la
punta del Occidente europeo; a la que llama Hieron Akroteion -que es el actual Sagres -Cabo de San
Vicente- . Diciéndonos asimismo, que estaba unos 1500 estadios más al Oeste que el extremo africano en
el Estrecho de Gibraltar (algo casi exacto también). Por su parte, si observamos, en este mapa el Lago
Ligur (el lago de la desembocadura de Tartessos -el Guadalquivir-) se habría secado ya entonces casi en su
totalidad, dando lugar a Las Marismas. Además, podemos ver claramente los nombres de ciudades que hoy
están casi en su mismo lugar: Gadeira (Cádiz); Asta (Mesas de Asta); Lux Divina (Sanlucar); Nabrissa
(Lebrija); Hispalis (Sevilla); Karmo (Carmona); etc. Pese a todo, García y Bellido no anotó la denominación
que daban a las inmediaciones del Hieron Akroteion (cabo de San Vicente), a las que Estrabon dice que se
les llama "Sphen" en griego y en latín "Cuneus", por ser la "cuña de Europa" (el cabo mas occidental). Este
último hecho nos hizo dudar si la palabra Spali- Hispalis-Hispania; pudiera proceder de este término
(Sphen) cuyo significado es el de cabo mayor ("Coruña" = Cuña).
Continuemos con Estrabón, aunque ahora curiosamente vamos a tratar sobre otros a los que también
denomina Iberos e Hispanos (o Hircanos, e Hiberes). De estos pueblos junto al Cáucaso y de igual nombre
al nuestro, que menciona varias veces, destaca la que realiza en su LiIbro II, 5º-31, donde dice: "Pueblos
que residen entre Hirkania y el Pontos, hasta el Cáucaso y los límites de los Iberes con los albanos"
.Tanto como en el III, 1º, 2, donde sitúa en el Caspio a los Hiberes y los Hircanos . García y Bellido
muestra gran incertidumbre al oir hablar de Iberos al otro lado del Mediterraneo, tanto como al ver como
se llaman las zonas cercanas a donde estos lejanos "iberos", viven: Hircanas (muy similares de sonido a las
Hispanas...). Aunque no se trata de una errata, pues son numerosas las citas de Estrabón (y de otros
autores) hablando de los Iberos del Este del Mediterraneo. Así, de forma similar en II, 5º,12 vuelve a
mencionarlos del siguiente modo: "Los que habitan la región del Káucasos, de los albanoi y de los
iberes" (en la cita 413, García y Bellido en su comentarío a la Geografía de Estrabón dice
textualmente: " En cuanto a los pueblos del Cáucaso, menciona a los Albanoi, que habitaban lo que
hoy es el Aceibaryan, y a los iberes, homónimos de los españoles, que ocupaban la región coincidente
con lo que hoy es Georgia".

Pudiéramos tener muchas dudas sobre las razones que llevaron a denominar Iberos también a los del otro
lado del Mediterraneo, pero ello nace del mismo motivo por que cual se llaman así los de nuestra tierra.
Algo que no solo ratifica que "Ibere", procede del "SEVARE" indoeuropeo ( Sol en el agua, y por lo tanto
"atardecer y amanecer"). Sinó que explica también porqué a los albanos se les da aquel apelativo: Blancos
(Albos). Puesto que Albo es lo mismo que decir Arianos, cuya traducción es la de gentes del Aries y por lo
tanto, del Este, de donde procede la luz.... (del lugar donde sale el Sol, donde aparece el Aries, o del
punto en que nace el calendario -ya que el horóscopo y el año antes comenzaba en Aries-). Por cuanto la
denominación de Albo (Albano), es similar a hablar de hombres "blancos" o del lado claro, algo que
concuerda con la zona que estos habitaban (e incluso con su aspecto). Identificándolos con los Arianos,
puesto que es sabido que "Ariano", "Ario" o "Iranio", tiene como sentido original denominar a aquellos que
vivían más al Oriente (pueblos que finalmente, hemos clasificado modernamente como Indo-arianos).

De tal manera, los iberes del este de los que Estrabón habla, que habitaban en el Cáucaso, se llamarán de
este modo por motivos exactos los que se denominaba IBERIA a nuestra tierra, ya que en ambos lugares el
Sol se pone o nace del Agua. Pues tal como vimos, la mañana, el amanecer y cuando el astro rey nace del
océano; en lenguas indoarianas se decía "ÁSVARITA", "ÉSBARI". Palabras que pudieron generar el nombre de
los íberos del Oeste (nosotros) y los del Este (los del Caspio) ya que hay dos puntos en la Tierra donde el
Sol entraba o salia del Agua. Marcando aquel nombre (Ibero, Iberia) el lugar donde nacía y moría el Sol.
Habida cuenta de que en estos años de Estrabón pensaban que poco mas allá de Persia acababa el Mundo y
comenzaban de nuevo los océanos, por el que emergía el Sol. Todo ello nos hace saber y puede explicar el
por qué al pueblo que habita el extremo Este de Eurasia, se le llamaba hoy Siberiano y a su tierra Siberia.
Algo que se asemeja sobremanera a nuestra Iberia; lo que deja entender que el significado sea el mismo:
Sol en el Agua (aunque en nuestras costas el Sol se pone en el mar, mientras en el opuesto -en Siberia-
emerge el astro de aquellas).

Igual razonamiento podemos encontrar al pensar por qué la tierra junto a los Iberes del Cáucaso, se
denomina "Hircania" (palabra tan cercana a Hispania); considerando que quizás sea una deformacíon de
estas formas verbales de Iberia, que en nuestro caso nos llevaría hasta Hispania e Hispalis (como hemos
dicho) y junto al Caspio a Hispahan o Hirkania. Y aunque ello nos pareciera muy extraño, de nuevo
veremos que es perfectamente posible, pues el nombre de la isla en el otro punto más occidental de
Europa (en el Norte) es el de Hibernia o Hircania. Así, el mismo Estrabón tambien menciona "Ibernia" al
noroeste último de Europa; que es el nombre antiguo de Irlanda (también llamada Hircania o Hiberland).
De todo cuanto analizamos, la explicación lógica que más facilmente obtenemos es que estos tres lugares;
Iberia e Hispania (nuestra); Iberia e Hircania (del Cáucaso), tanto como Hibernia e Hircania ( de Irlanda).
Eran los extremos donde el Sol caía o emergía de las aguas (el Este, o bien, el Oeste); es decir los "SVAR-
VARI" (el atardecer, o el amanecer).

Pese a ello, y por si pudiéramos tener dudas sobre estos términos de los que hablamos, pasaremos a
analizar una derivación de aquellos, que por su aliteración definieron el Sur de Hispania y en el Norte de
África. Se trata de los nombres de Magreb y Algarve, que nacen ya desde época griega (aunque se
tranformaron y reformaron por los árabes). Pues su antigüedad es mucha, ya que proceden del momento
en el que pasa a llamarse al Occidente, "Erebo", en vez de "Ebero" (o Ibero). Algo que sucede y se difunde
en época arcaica griega; tanto que ya en tiempos Homéricos, existía el término heleno "EREBO" (
cuya traducción es la del "reino de las sombras", "Lugar de las tinieblas" (el infierno). Debido a que aquí
-en el Occidente pleno-, se suponía que terminaba el Mundo conocido. Así, frente a nuestras costas, bajo
las aguas del Océano, se sumergía el Sol a diario, para pasar la noche en el Infierno (inter-nos = interior
nuestro) y nacer cada mañana, en el punto opuesto, en el otro lado del océano alli donde comenzaba el
Mundo (en Siberia, la otra Eberia, también con entrada al Erebo, porque aquella se trataba del otro fin -o
principio del Mundo-).

De tal manera, fácil es entender que por alteraciones, cambios y aliteraciones de palabras, aquel perro
del Infierno del que hablábamos unas entradas antes -el llamado Can-Cervero (o Kerberos)-, podamos
comprenderlo como el Can-Erebo (el guardián del Occidente y de la entrada al Averno) . Así como
considerar en "Averno", otro nombre del Infierno, que también se relaciona con metamorfosis de la voz
Erebo (Iberno, etc). Y para quien no lo crea, veremos como aquel lugar extremo del occidente africano se
llamaba el "Magno Erebo" (Gran Oeste), y es el hoy conocido como el Mag-Ereb (Magreb). Tanto como al
sur de Portugal se le denominó igualmente "El Ereb": Al-Garve. Incluso el gentilicio de los que habitan el
Magreb es muy posiblemente de un mismo origen. Siendo la denominación de "Bere-Bere", seguramente
traducible como "occidental del Oeste" (occidental-occidental). Tanto como quizás la voz helena de
bárbaro -que tanto usaban los griegos para aquellos que vivían en las zonas alejadas o extrañas-, pueda
haber tenido un sentido similar. Significado en sus principios, aquellos que vivían en los extremos mas
lejanos del Mundo (conocido), junto al "hesperio" o al "erebo".

Por cuanto hemos dicho, consideramos que se muestra y se demuestra, que de las voces protoindoeuroeas
"SVAR-VARI", nacieron un grupo de palabras entre las que sin duda se encontraron: Iberia, Siberia,
Hibernia, Sefarad, Hesperia, Ereb, Mag-Ereb, Algarve (Al-Ereb), Bere-Bere, Erebo, Averno y Cervero etc
(con sentido pleno de Occidente, atardecer). Tanto como posiblemente tuvieron un origen idéntico (o muy
cercano) otras como: Hispania, Hircania y bárbaro.

Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé

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Recogidos de
TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE
(artículos número: 13º, 14º, 15º, 16º)
Pag. 1 ......... LO INVISIBLE EN LA PALABRA Y EL ORO: El tesoro del santo visigodo
Pag. 2 ......... LO INVISIBLE EN LA PALABRA Y EN EL ORO: El tesoro de Guarrazar, II (la cruz de San Eugenio)
Pag. 12 ....... INVISIBLE EN LA PALABRA: Iberia - Hispania (continuación)
Pag. 19 ....... LO INVISIBLE EN LA PALBRA: Hispania - Iberia (en los autores
clásicos)
Pag. 22 ....... LO INVISIBLE EN LA PALABRA: Iberia - Hispania (los otros iberos)

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