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SINOPSIS DEL ARTÍCULO EN LA ÚLTIMA PÁGINA

(después de las citas).

COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE I: DESDE EL 5000


HASTA EL 2200 a.C. (de los orígenes del megalitismo hasta el
nacimiento de El Argar) -Capítulo 124 de: "Los bueyes de Gerión
en el tesoro de El Carambolo"-.
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (20/01/19)

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ESTE ARTÍCULO TIENE UNA SEGUNDA PARTE, TITULADA:


COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE II: DESDE EL 2200 HASTA EL 1000 a.C.
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Los capítulos se desarrollan en un texto escrito en negro y se acompañan de imágenes con un amplio
comentario explicativo (recogido en rojo y cuya finalidad es razonar ideas). Si desea leer el artículo entre
líneas, bastará con seguir la negrilla y las letras rojas destacadas.

SOBRE ESTAS LINEAS: Mapa mío que ya habíamos publicado, con los yacimientos varios milenios
atrás de ámbar, oro, plata, cobre, estaño y cinabrio (Asia Menor, Oriente Medio, Europa y Norte de
África). En el mapa hemos marcado en lineas de navegación por cabotaje (de cabo a cabo, sin perder
tierra de vista); los diferentes caminos que seguirían desde el neolítico y eneolítico, para ir
descubriendo minas y nuevas tierras. En Oriente, asimismo hemos señalado la zona de Ugarit -junto
a la antigua Ebla-; como base unida a Mesopotamia entorno al quinto-cuarto milenio a.C. y desde la que
realizarían expediciones al Oeste. Asimismo, se marca Biblos como puerto de fundación egipcia -a
mediados del quinto milenio- del que navegaban hacia el Egeo o hasta el extremo Occidente (llegando a
las costas más remotas, en busca de metales para comercializarlos en el Nilo). También apuntamos
Creta, como otra de las bases marítimas desde las que se llevarían a cabo singladuras por el
Mediterráneo en tiempos muy tempranos -pues aquellos que se asientan en esta isla tendrían capacidad
para navegar centenares de millas, mar adentro-. Finalmente, en lineas verdes, hemos marcado las rutas
“canoeras” que las culturas megalitistas del Atlántico realizarían. Trasladándose de modo nómada;
durante los veranos hacia el Norte, para regresar en invierno al Sur -de forma común a este tipo de
civilizaciones canoeras- (1) . Portando así el ámbar del Atlántico (junto a pepitas de oro y plata), hacia las
zonas del Mediterráneo; donde las trocarían con navegantes llegados del Oriente lejano -Biblos, zona de
Ebla o del área egeo cretense-.

ABAJO: Mapa que ya habíamos publicado, con la difusión de los metales y los yacimientos minerales,
antes marcados. Observemos cómo la metalurgia comienza hacia el 3800 a.C. en tierras cercanas a
la desembocadura del Danubio y en Anatolia -promoviendo las primeras culturas danubianas y del
Cáucaso-. Alcanza ya por entonces tierras del Mediterráneo; llegando a Chipre, las costas egeas de
la actual Turquía y parte de Oriente Medio. En una fase posterior (que arrancaría hacia el 3500 a.C. y
marcada en verde) la expansión de los metales -calcolítica- se extiende por el resto de Asia Menor,
Canáan y alcanza a Egipto, cubriendo a la mitad de Grecia. Por su parte, en el área norte, esa difusión
del cobre desde el siglo XXV a.C. comprenderá toda la zona del Danubio, hasta la mitad de su cauce,
cubriendo desde el Mar Negro al Adriático. Una tercera fase de divulgación calcolítica, se iniciaría
entorno al 3200 a.C. y se extenderá por el resto de Europa mediterránea y eslava, incluyendo Italia e
islas; por el Norte de África, hasta la actual zona de Túnez. Ampliándose su difusión por el resto de
costas del Mar Negro y llegando asimismo y de forma aislada, al Sur de la Península Ibérica.
Apareciendo el cobre-bronce en todo el área meridional de nuestras tierras, de un modo que solo ha
podido divulgarse a través de barco; ya que no había llegado por entonces a Francia, ni a las costas
de Argelia o Marruecos.
.
Tal como decimos, esa difusión del calcolítico aparecida en nuestras costas entorno al 3200 a.C.,
“salta” procedente del área italiana, o bien viniendo de la actual Túnez (sin tocar tierras
intermedias). Algo que nos obliga pensar que desde estos últimos puntos de expansión hubieron de
arribar -directamente y por barco- expedicionarios orientales, llegando hasta la Península Ibérica en
busca de metales y ámbar (de manera parecida y como lo habrían hecho ya en épocas de rutas del
ámbar, durante el neolítico). Finalmente, en el mapa y destacado en naranja, podemos ver la difusión
del calcolítico en su última fase (desde el 2700 a.C.); cuando llega a casi todo el resto de Europa,
exceptuando el Norte, pero alcanzando las islas Británicas. Un modo de expandirse que de nuevo nos
habla claramente de una divulgación llevada a cabo principalmente por mar y a mi juicio procedente
de las costas atlánticas peninsulares.
A- INTRODUCCIÓN:

En el artículo de hoy comentaremos el comienzo de los capítulos los anteriores; en los habíamos
desarrollado una cronología del Mundo Antiguo: Desde los inicios de la Edad del Bronce, hasta el
siglo I a.C..
Estos capítulos eran los siguientes:
- (A) CRONOLOGÍAS DEL MUNDO ANTIGUO, EN REFERENCIA A LA PENÍNSULA IBÉRICA. PARTE
PRIMERA: ENEOLÍTICO Y EDAD DEL BRONCE: Donde analizamos las diferentes etapas y sucesos del
Mundo Antiguo durante el Eneolítico y la Edad del Bronce (ligados a Egipto, el Mediterráneo, Canaán, El
Egeo, Anatolia, Oriente Medio y Mesopotamia). Con el fin de comparar todo ello con los hechos observados
en la Península Ibérica durante un igual periodo. PARA LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR:
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com/2018/09/cronologias-del-mundo-antiguo-en_8.html
- (B) CRONOLOGÍAS DEL MUNDO ANTIGUO, EN REFERENCIA A LA PENÍNSULA IBÉRICA. PARTE
SEGUNDA: BRONCE FINAL Y EDAD DEL HIERRO: Donde analizamos las diferentes etapas y sucesos del
Mundo Antiguo durante el final de la Edad del Bronce y la del Hierro (ligados a Egipto, el Mediterráneo,
Canaán, El Egeo, Anatolia, Oriente Medio y Mesopotamia). Con el fin de comparar todo ello con los hechos
observados en la Península Ibérica durante un igual periodo. PARA LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR:
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com/2018/09/cronologias-del-mundo-antiguo-en.html
Mis cronologías (antes referidas) comprenden hechos de Oriente Medio, Egipto, Anatolia, El Egeo,
Creta y Chipre; así como los acontecimientos sucedidos en Asia Menor y en diferentes culturas
antiguas del entorno. Recogiendo el desarrollo de aquellos sucesos, conforme pudieran haber
influido en la Península Ibérica; contando con el impacto que -en mi opinión- tuvieron sobre nuestras
tierras ciertos hechos. Unos acontecimientos que gracias a la arqueología y a la ciencia podemos
conocer hoy. Acontecimientos de áreas más o menos lejanas; durante una etapa en la que apenas
existen testimonios acerca de la Península. Hechos que influirían -a mi parecer- en el devenir de la
Prehistoria y Protohistoria de nuestras tierras. Debidos a cataclismos, revoluciones, avances,
convulsiones, aparición de nuevas culturas y civilizaciones o expansión de imperios; acaecidas en extremo
Oriente, en Asia Menor, el Egeo, Anatolia o en Egipto.

Transformaciones y catástrofes, que aunque sucedieran en zonas muy lejanas, traerían hasta
nuestras costas innovaciones, progresos y nuevas gentes. Primero, a consecuencia de la búsqueda
de oro, ámbar y plata; durante el quinto y cuarto milenio a.C.. Cuando canoeros y pequeños navegantes
viajaban desde Oriente Próximo hasta Dinamarca, buscando esas pepitas de oro o piezas de
resina. Aunque más tarde hubieron de llegar en forma de exploraciones para alcanzar las minas de
cobre y estaño atlánticas -desde el Eneolítico, pero especialmente durante El Bronce-. Unos metales
imprescindibles por entonces para subsistir y que eran muy escasos en el Mediterráneo. Existiendo
apenas algunos filones de cobre en Chipre, Eubea, Cerdeña o Córcega; y tan solo yacimientos de
casiterita en Cerdeña, aunque de una calidad plúmbea -que generaría un bronce muy quebradizo-. Todo
lo contrario que el estaño peninsular; con minas por entonces en Almería y Cartagena, de menor calidad.
Pero cuya la casiterita del Atlántico, era la de mejor entre todas las conocidas. Un estaño que por
entonces se hallaba con abundancia en el rio Tartessos (el Guadalquivir y sus fuentes), o en las
orillas de desembocaduras fluviales de Portugal y Galicia. Siendo estos los llamados “Estaños Blancos
y Negros”, obtenidos en las Cassitérides; de una pureza inigualable y que extraerían desde los filones
peninsulares atlánticos, tanto como más tarde buscaron en los yacimientos de la Bretaña francesa y
en las Islas Británicas (2) .

Bastará observar las imágenes que arriba hemos recogido, para comprender el modo en que
-necesariamente- los antiguos tuvieron que venir hasta nuestras tierras, buscando metales. Al
menos desde el descubrimiento del Bronce (+/- desde el 3000 a.C.). Así, viendo el primer mapa (con los
yacimientos de Europa atlántica y mediterránea, Asia Menor y Norte de África) y comparándolo con en el
segundo, que recoge la difusión de metales. Queda obvio que el eneolítico y el calcolítico llegan al Sur
peninsular hacia el 3200 a.C., por vía marítima; ya que aparece el uso del cobre en el litoral hispano
mucho antes de hacerlo en el francés o en el de las costas marroquíes, argelinas y tunecinas. Todo
lo que -a mi juicio- se debió a la riqueza mineral que tenían por entonces nuestras tierras; llegado a
ser las más famosas en yacimientos preciosos. Hechos que comprenderemos perfectamente
leyendo a Schulten, cuyas citas referidas a la riqueza metalúrgica ibérica se repiten en sus obras. Tal como
destaca en su precioso libro Hispania; en cuyo el apartado XV- dedicado a los metales- nos dice:

“Como ningún otro país, es y era España rica en metales. Sus yacimientos se encuentran en las
cordilleras marginales, particularmente en la del S., y son fácilmente accesibles desde la costa
cercana. También el oro de los ríos procede de allí” . Para continuar escribiendo: “ Las minas del S. y
del SE. ya se explotaban hacia 2000 años a. de J.C. Con ellas tiene que ver el comercio de gentes
orientales que ya existía en tiempo premicénico y que atestigua la cultura del SE. Acerca de la plata en los
poblados de la Edad del bronce de SE., habla Siret en sus `Premiers âges du métal dans le SE. de l
Espagne´. En gran escala explotaron los tesoros argentíferos del S. y SE. los fenicios y los cartagineses.
Plinio conoce los Putei Hannibalis, junto a Cartagena. La riqueza de España en metales preciosos fue el
objetivo de la conquista romana. Las cantidades de oro y plata tomadas por ellos a las tribus vencidas
fueron enormes ” (3) . Por su parte, Schulten en su libro Tartessos, nos dirá al respecto: “Andalucía
atesoraba en su seno esos metales, y ya en el milenio tercero los exportaba lejos de sus costas. Es,
pues, lícito suponer que en el milenio tercero a. de J.C., el Oriente sacaba de Andalucía la plata y,
sobre todo, el estaño, y que los cretenses o carios serán los agentes de este comercio” (4) .

Pero no solo la riqueza mineral de nuestra Península llamaría la atención de las primeras
civilizaciones orientales, haciéndolas venir hacia nuestras latitudes. Ya que desde tiempos del
ámbar, también conocerían los yacimientos de metales preciosos situados en tierras más al
norte. Nos referimos a las minas de oro, plata, cobre o estaño de la Bretaña francesa y de las islas
Británicas. Todo lo que motivaría a esos expedicionarios venidos del Oriente -Biblos, Eba o del
Egeo- para regresar cada verano al litoral peninsular. Quienes, posiblemente incapaces de navegar el
peligroso y extenso Atlántico; seguramente trocarían esas mercancías en las proximidades de
Gibraltar. Quedando la labor de traer aquellas riquezas del Norte, para los navegantes y pescadores
de la costas atlánticas peninsulares (asentados en las playas gaditanas, portuguesas gallegas o
cantábricas). Un transporte que podrían realizar en simples canoas, cuando la mercancía fue ámbar y
pepitas de oro o plata. Pero que cambiaría durante la Edad del Bronce; habida cuenta que entonces
precisarían portar toneladas de metal, para tocarlas con los mencionados expedicionarios. Todo lo
que obliga a pensar desde la aparición del bronce, en una estructura minera y de fabricación de
lingotes en bruto. Junto a otra, también bien organizada, que permitiese cargar el metal de puerto a
puerto. Llevándolos desde las Islas Británicas, Bretaña, el Cantábrico o las costas de Galicia y
Portugal; hasta el Estrecho de Gibraltar. Un punto donde los navegantes orientales podrían arribar con
facilidad durante las épocas de bonanza; en las pequeñas chalupas que durante el Primer Bronce manejaría
cualquier pescador del Egeo y de Oriente Medio.

Los hechos que antes hemos referido, explican las siguientes palabras de Schulten, escritas en su
libro “Tartessos”: “En Falmouth de Cornualles se ha encontrado una barra de estaño (III) con la
forma característica de las barras de cobre cretenses, esto es, la doble cola de golondrina (IV). Este
hecho podría ser indicio de un comercio entre Creta y Tartessos, pues los tartesios traficaban con los
oestrymnios (v. cap. VIII), que navegaban a Inglaterra (V)” (5) . Palabras a las que hemos de añadir que por
lingotes con “cola doble de golondrina, debemos interpretar “labrys” o bien Talentos con la forma de
“keftiu” -también llamados de “hacha doble” y “oxhide”- (6) .

SOBRE ESTAS LINEAS: De nuevo, uno de los paneles del Museo Arqueológico Nacional, en el que se
muestran las relaciones entre la Península y otras zonas, durante el Neolítico final y el Eneolítico
(aprox. VI al IV milenio a.C). Observemos la llegada de marfil asiático, del que se han recogido
numerosas muestras en yacimientos dolménicos (como el de Valencina de la Concepción). Asimismo,
el ámbar del Báltico viajaría hacia el Oriente Mediterráneo por el camino más corto: Transportado en
canoas o barcos, primero por las costas atlánticas y luego por las mediterráneas -significando la
interrogación que vemos en el panel, una duda; expresando la imposibilidad de haberse llevado solo por
tierra, desde el Norte de Europa hasta el Mediterráneo Este-.
JUNTO ESTAS LINEAS: Imagen compuesta: En la parte alta, cazuela campaniforme de la Edad del
Bronce Antiguo, hallada en Huecas y propiedad del Museo de Santa Cruz (Toledo, al que agradecemos
nos permita divulgar esta imagen obtenida en la reciente exposición ATEMPORA-Talavera 2018). Abajo,
otro mapa nuestro que ya habíamos publicado, en el que recojo la difusión de los
megalitos (señalando zonas y fechas en las que aparece esa cultura dolménica). Pero a su vez, marco
con amarillo claro la dispersión del Vaso Campaniforme; que procediendo de la Península Ibérica
(originado en zonas como Ciempozuelos -Madrid- o Almería) se difunde por el resto de Europa entre
el 2800 y el 1800 a.C.. Finalmente, entorno a esta última fecha va terminando el Bronce Medio, que acaba
hacia el 1600 a.C.; cuando comenzó paulatinamente el Bronce Bajo (con tres fases). A mi juicio, el inicio
del Vaso Campaniforme, su difusión y su desaparición, estaría ligada a los sucesos acaecidos en
Anatolia, El Egeo, Creta y Chipre durante los siglos en que esta cerámica se promueve desde
nuestra Península. Habiendo sido seguramente iniciada por gentes llegadas desde Oriente
Medio (Biblos), del Egeo (Creta) o de Anatolia (colonias mesopotámicas, dominadas por hurritas y
asentadas junto al Mediterráneo). A su vez, desaparecería tras el desastre del Tera Santorini; erupción
que entorno al 1680 a.C. destruye la isla de Tera y gran parte de Creta, llegando a generar terribles
consecuencias en Chipre y las costas de Anatolia. Ello supone la huida de los habitantes de esas zonas
hacia otros lugares (preferentemente a Canaán) y la entrada de los Hicsos en Egipto. Todo, en un momento
en que los súbditos del faraón abandonaban sus dominios del Norte -relativamente próximos a Creta-,
marchando hacia el Sur (tras sufrir levemente las consecuencias del volcán Tera). Dejando así desprotegido
el Delta del Nilo, que entorno al 1660 .C. será ocupado por los invasores llegados desde Canaán y Anatolia;
a los cuales llamaron Hicsos -o reyes bárbaros-. Una casta nueva compuesta por canaáneos, hititas y sobre
todo por cretenses huidos del volcán Tera; que se impone como nuevos dueños en el Norte del reino
faraónico, durante aproximadamente un siglo.

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B- COMENTARIO CRONOLÓGICO, 5000 a.C. - 3500 a.C. - 2700 a.C. (del Dolmenismo hasta Los
Millares, su final y la aparición del Vaso Capaniforme):

Comenzábamos nuestras cronologías con los primeros tiempos del dolmenismo; datando entre el
5300 y el 5000 a.C. el inicio de esta civilización constructora de megalitos y cuya primera fase de
nacimiento perdura aproximadamente durante un milenio (hasta el 4500 a.C., aproximadamente).
Entorno a ese dolmenismo occidental añadimos que -a nuestro juicio- se trataba de una
Sociedad ballenera y canoera; no tanto agrícola, como suele afirmarse. Todo lo que se comprende
viendo las tablas climatológicas de seis mil años atrás o al observar la dispersión y situación de los
megalitos; extendidos principalmente en las cercanías de las costas (en lugares accesibles desde el
mar). Asimismo, decíamos que a mi entender, esas gentes del occidente atlántico pudieron mover las
piedras ciclópeas, gracias a las sociedades marineras nacidas de ese mundo ballenero y cazador de
focas; pero sobre todo con medios similares a los que necesitaban para pescar y sacar los cetáceos del
mar (con grandes maromas tiradas por centenares de hombres solidariamente). Igualmente
pensamos que se dedicaron a la creación de dólmenes, menhires y cromlechs con fines religiosos y
jerárquicos; pero también por motivos astronómicos, e incluso para amedrentar a los extranjeros que
visitasen sus tierras (mostrando una Sociedad con una jerarquía y fuerza extraordinarias).

Durante sus comienzos, levantaron esas piedras ciclópeas en áreas del Sur de Portugal, costas de
Galicia, Bretaña y Sur de Irlanda. Siendo el ejemplo más destacado de esta etapa inicial, el cromlech de
Los Almendros (en Évora, Portugal). Un observatorio astronómico que se considera el más antiguo de
Europa, fechándose entorno al 5000 a.C. -en sus primeras fases-. Casi en época paralela (al final del VI
milenio a.C.) daría comienzo la búsqueda de gemas y ámbar; generando las llamadas “Rutas del
ámbar”, que partiendo del Mediterráneo, conectarán con las costas atlánticas y llegarán hasta las del
Báltico. Esas vías marítimas, dos milenios más tarde derivarán hacia otras expediciones para hallar
oro o plata, y finalmente se convierten en singladuras hacia los metales (durante El
Bronce). Principalmente en el Camino de las Kassitérides (la casiterita); en la busca del estaño y el cobre
-metales imprescindibles en la Edad del Bronce, pero que apenas había en el Mediterráneo-.

Será entorno al 5000 a.C. cuando también se fecha el comienzo del Egipto Predinástico; con culturas
neolíticas en el Bajo Egipto, como las de El Fayún y Maadi (donde prevalece la cerámica, cestería y
enterramiento en cista con postura fetal). Mientras el Bajo Abidos ya estaba habitada y con
civilizaciones como la Baadariense, El Guerzense y la Nagadiense. NABDA (ó NABTA PLAYA), donde
también podremos ver cromlechs. En este momento hemos de reflexionar para comprender que ya en
Egipto leían los astros de mismo modo que lo hacían en el Sur de Portugal; a través de cipos
elevados en circunferencias, o bien con menhires que les marcaban las sombras. Pese a ello, los
cromlechs del Nilo a los que nos referimos (de Nabda, ó de Playa Nabta) eran pequeños y de muy
poco peso; lo que hace ver que quizás consistieron en simples construcciones de estudio y para enseñar la
forma de guiarse en el desierto (a través de sombras o estrellas). No pudiendo definirse como cromlechs
(propiamente dichos) debido a la fragilidad y movilidad de sus piezas; que se podrían desordenar y
hasta cambiar de lugar, tan solo con la fuerza de dos personas. Nada que ver con lo que supone un
verdadero cromlech dolménico, cuyos monolitos habían de transportarlos centenares de hombres.

De tal manera, es posible pensar que esos antiquísimos observatorios del Nilo (como los de
Nabta), quizás fueran una réplica de lo que algunos viajeros vieran en la Península Ibérica. Pues si
sabemos que el ámbar de Dinamarca llegaba hasta el Nilo, e incluso a Mesopotamia en esos remotos
tiempos. Parece lógico deducir que algunos de esos navegantes del Oriente Mediterráneo, que se
acercasen con sus cayucos durante los veranos hasta el Estrecho de Gibraltar (para hacerse con
gemas, oro y con el ámbar del Atlántico); conocieron en su visita las múltiples construcciones
ciclópeas que había en el Suroeste Peninsular. Siendo así, en nada nos debe extrañar que algunos de
los pequeños cromlechs hallados en yacimientos del Egipto Predinástico, pudieran ser imitaciones
de los enormes observatorios astronómicos que desde el 5000 a.C. ya existían en el Suroeste
Peninsular.

Acerca de lo anteriormente expuesto, hemos de volver a repetir cuanto apuntábamos en nuestra


cronología; explicando la unión que ya ven los arqueólogos entre esas formas de vida del Egipto
Predinástico y las que emergían durante un mismo tiempo en el Sureste peninsular. Todo lo que
referíamos con las siguientes palabras: En este momento histórico hay que destacar un paralelo entre
esas culturas del Alto Egipto en el V milenio y el yacimiento de La Marismilla (Puebla del Río)
excavado por el Profesor José Luis Escacena Carrasco. Antes de continuar, hemos de expresar al
Profesor Escacena nuestro agradecimiento por el material estudiado y las conclusiones que nos ha
proporcionado (que resultan del máximo interés). Pues estas excavaciones del yacimiento de La
Marismilla aportan numerosos restos cerámicos, entre los que cabe destacar algunos que
demostraban haber experimentado un proceso de cocción similar y común con las coetáneas de
Egipto. El Profesor Escacena fecha estos hallazgos a finales del IV milenio a.C. y principios del III
a.C. (7) . Todo ello lo recoge magistralmente Carlos Manuel Lorenzo, en los estudios que hemos señalado
en cita anterior; donde explica estas relaciones entre el Bajo Guadalquivir y Egipto; entre el 4500 y el 3500
a.C.. Estos hechos podrían asimismo explicar la existencia de megalitos en la zona de Jordania y del
Líbano (en las proximidades de Biblos). Unos conjuntos ciclópeos de Oriente Medio que algunos
han querido destacar como lugar de origen e inicio del megalitismo occidental. Algo que resulta
absurdo, pues esta arquitectura dolménica de Israel, Jordania o Siria, es posterior a la atlántica y tan
solo se da en un área reducida y muy concreta de Oriente Medio. Todo lo que -a mi juicio- indica que
nació por influencia del megalitismo atlántico, importado como una “moda extranjera” por los navegantes
orientales que llegaban hasta tierras remotas.

JUNTO ESTE PÁRRAFO: Menhir de Los Almendros, próximo al famoso cromlech (en las cercanías
de Évora, en Portugal); es uno de los más importantes monumentos megalíticos de Europa. Su fecha de
inicio se calcula a comienzos del quinto milenio a.C., siendo probablemente el más antiguo observatorio
astronómico de nuestro Continente -y uno de los más ancianos de todo el Mundo-. Tiene una primera zona
de monolitos, más antigua, formada por unos 24 cipos, dispuestos en tres círculos y levantada entorno al
5000 a.C.. Tras ello, hay una segunda parte añadida muy posteriormente y que se fecha hacia el 4000
a.C.; formada por 95 menhires, colocados en elipse (entre los que aquellos situados en su zona interior, han
de datarse en etapa más tardía -cercana al 2000 a.C.-). Todo el cromlech presenta diversas figuras
grabadas en sus casi 120 monolitos, entre los cuales se distinguen bajorrelieves que aluden al
movimiento de la Luna, el Sol y otros astros. Al margen de la importancia de este observatorio, sin lugar
a dudas los múltiples megalitos que rodean la zona dieron origen a la ciudad de Évora; capital alentejana
que lleva el nombre de nuestra Península -la Ibera- (área en el Neolítico hubo de ser una de las zonas más
importantes de Europa). En uno de mis estudios más curiosos, pude comprobar que el cromlech de Los
Almendros y la ciudad de Évora, están alineados con diversos templos y santuarios antiquísimos;
principalmente ibéricos, e incluso con el más importante de Grecia: El templo de Apolo, de Delfos (hemos
de destacar que el monte de Delfos fue sacralizado ya en el cuarto milenio a.C., tal como muestran los
restos hallados en sus cavernas, junto a la cima).

JUNTO, SOBRE Y BAJO ESTE


PÁRRAFO: Varias fotografías del Cromlech de Los Almendros. Arriba, mi mujer entre sus monolitos
más pequeños y modernos (vemos la escala de las piezas de menor tamaño del cromlech en su parte
final, hacia el 2000 a.C.). Al lado, El conjunto en la fase segunda, que se fecha sobre el 4000
a.C.. Abajo, los cipos más antiguos, datados entorno al 5000 a.C. (perfectamente orientados y
algunos de ellos con marcas astrales).
AL LADO: Vasijas Naggadienses,
tal como las muestra el Museo Arqueológico de Florencia (al que agradecemos nos permita divulgar
nuestra imagen). Fechadas entre el 3650 y el 3300 (durante el llamado Periodo II de
Naggada) representan barcos y danzas que ya hemos estudiado en algunos de nuestros trabajos. En
estas cerámicas podremos observar cayucos de un gran tamaño, posiblemente solo hechos para
navegar sobre el Nilo (armados con cestería y cañas). Aunque parece obvio que durante el mismo
tiempo ya pudieran hacer barcos marineros de un igual tamaño, montados con maderas del Líbano.
Una industria astillera que -al parecer- lideraba Biblos desde el 4500 a.C.; fabricando naves por
piezas, que posteriormente trasladaban por mar y armaban en el Nilo. Pese a ello, en el puerto de
Biblos armarían sus mejores navíos; para trasportar esas mercancías y maderas hasta Egipto. Siendo obvio
que los gibliotas también realizarían continuas expediciones por el Egeo, visitando continuamente
Chipre o Creta. Todo lo que le llevaría a alcanzar tierras más lejanas en tiempos muy tempranos; pudiendo
haber llegado navegantes de Biblos al litoral peninsular ya a comienzos del cuarto milenio a.C.. Un
momento en que las culturas de nuestro Suroeste se ven altamente influidas por las pedinásticas de
Egipto; existiendo evidentes paralelos desde el 3700 y el 2800 a.C., entre los hallazgos de La
Marismilla (Puebla del Rio) y las culturas que del Nilo.

Continuando con los hechos que recogíamos en nuestra cronología, señalábamos que desde el 4500
al 3500 a.C. ya de produce el Megalitismo pleno en la Península Ibérica. Un fenómeno que sería -a mi
juicio- paralelo con las mencionadas Rutas del Ámbar (gemas, oro y plata); realizadas -a mi forma de
ver- a través de un nomadismo de canoa, que transitara de Sur a Norte por el Atlántico europeo. La
búsqueda de ámbar, pepitas y gemas, propiciada por expedicionarios mediterráneos; expandiría esa
cultura dolménica que va difundiéndose por la totalidad de costas de la Península (especialmente las
atlánticas y cantábricas). Un fenómeno coetáneo, que llega a cubrir también todo el litoral galo y
sube desde el Este de Francia, hacia el Sur de Irlanda y Gran Bretaña. Extendiéndose posteriormente
hacia las zonas cercanas al mar en Holanda, Alemania y Jutlandia. De tal manera, tras el 4300 a.C.,
veremos con profusión en Portugal y Galicia de túmulos sobre cámara simple, fosa o simple
deposición; siendo esta la época de máxima concentración de megalitos sobre cámara simple (entre
el 4000 y el 3800 a.C. en Portugal, y hacia el 3900 y el 3700 a.C. en Galicia). Seguidamente y desde el
3800-3700 a.C., contemporáneamente a la segunda concentración de monumentos del tipo anterior,
hay otra expansión de túmulos sobre monumento de corredor. Mientras a su vez, desde el 3700
a.C. y por efecto de las referidas Rutas del ámbar (gemas, oro y plata), se produce la extensión plena del
fenómeno dolménico por las zonas antes señaladas; llegando a todo el litoral francés y subiendo por Este
de Francia, hacia parte del Sur de Irlanda y Gran Bretaña. Para alcanzar poco después zonas
cercanas al mar en Holanda, Alemania y Jutlandia.

Para comprender fenómenos coetáneos, así como el lugar del que pudo proceder el impulso que
generarían el dolmenismo y las Rutas del Ámbar (a mi juicio promovidas por expedicionarios llegados de
tierras tan lejanas como Oriente Medio y Egipto). Estudiaremos lo que sucede paralelamente en Malta,
como una isla mediterránea y puerto intermedio -entre Oriente Medio y nuestras tierras-. Al ser una base
perfecta donde asentarse y desde la que pudieron llegar esos navegantes neolíticos orientales, buscando el
ámbar y oro atlánticos. De tal manera en Malta se levantan ya sus primeros templos y construcciones
ciclópeas durante siglos coetáneos a los dólmenes occidentales; mientras aparecen también ídolos
de tipo femenino en los mismos siglos. Viviendo esta isla las siguientes etapas neolíticas entre el 5.000 y
el 4.300 a.C.(recordemos que prácticamente el resto del Mundo Antiguo vive en el neolítico hasta el tercer
milenio a.C.): Fase Ghar Dalam // 4.500-4.400 a.C., Fase Grey Skorba // 4.400-4.100 a.C., Fase Red Skorba
//. En lo que se refiere a la arquitectura ciclópea maltesa, se observan también tres periodos justo
después; realizándose las primeras construcciones desde el 4100 a.C.; llegándose luego a la fase de
templos como Ggantija (hacia el 3600 a.C.) y más tarde a la etapa de Tarxien (entorno al 3000
a.C.). Por cuanto observando y comparando esos periodos y las construcciones de Malta con los megalitos
peninsulares y del Atlántico, nos encontraremos ciertamente con unos paralelos asombrosos -pese a la
distancia, y aunque aquella isla se sitúa en mitad del Mediterráneo-.

Así pues, mientras por el occidente atlántico se expande el megalitismo (entre el 4500 y el 3500) a.C.;
en Malta aparecerán las primeras construcciones levantadas con enormes piedras (entre el 4000 y el
3600 a.C.). Comenzando una nueva fase maltesa en la etapa del templo de Gagantija (desde el siglo
XXXVII a.C.), todo lo que a su vez concuerda con el inicio de la Cultura de los Millares, al Sur de
España (en las cercanías de Santafé de Mondújar). Llegándose a la plenitud de la arquitectura ciclópea
maltesa hacia el 3000 a.C.; un momento que -como veremos- es el de plenitud en la cultura de Los
Millares. Consecuentemente, podremos observar ambos puntos en paralelo, y tendremos en Malta con fase
Zebbug, del 4.100 al 3.700 a.C.; coetánea al dolmenismo atlántico pleno. Más tarde entrará esta isla en la
llamada etapa Mgar, del 3.800 al 3.600 a.C., que coincide con el dolmenismo medio en nuestras tierras y
con el inicio de Los Millares. Pasando Malta entre el 3.600 y el 3.200 a.C. la fase del templo de Ggantija;
todo lo que coincidiría en la Península Ibérica con los Millares pleno y la primera llegada del cobre a
nuestras tierras. Todo lo que podemos fechar con las fases maltesas de Saflieni (3.300 al 3.000 a.C.)
y de Tarxien (3.150 al 2.500 a.C.). Aunque curiosamente en Malta el metal llega mucho más tarde y no
hay Edad del Bronce hasta el 2400 a.C.. Consecuentemente desde el 2.500 al 2.400 a.C. se produce
un enorme vacío arqueológico; un posible el despoblamiento de Malta y un cambio de civilización.
Pues hasta el 2500 a. C. las aldeas maltesas carecían de murallas y de defensas, aunque al aparecer
el Bronce comienzan a verse pertrechos; todo lo que manifiesta ataques de extraños o bien la
invasión de culturas ajenas a la isla.

Así pues, para poder comparar los hechos de la isla maltesas con lo que se producen coetaneamente
en nuestras tierras, tendremos que ver cómo entre el 3500 y el 2700/2500 a.C. se inicia en la zona de
Almería la referida civilización de Los Millares (promoviendo un megalitismo bajo; junto a un eneolítico y
la aparición del cobre en el Sur peninsular). Pues -a mi juicio-, esos contactos entre el Levante
mediterráneo y las costas ibéricas, iniciarían esa nueva cultura en las Alpujarras, entorno al 3500
a.C.. Civilización de Los Millares que se debe -en mi entender- a una clara influencia oriental; lo que
demuestra su adoración a un “dios ojo” muy semejante a los venerados durante igual época, en
Oriente Medio y Mesopotamia. Por su parte, en estos siglos, El Megalitismo atlántico cambia de formas
y se inician las grandes tumbas de corredor (tipo Antequera y muy parecidas a las más antiguas de
Irlanda); extendiéndose el eneolítico y el cobre (sobre todo a fines del cuarto milenio a.C.). Por lo que
el calcolítico se difunde con gran profusión desde la zona almeriense en época cercana al 2700 a.C.,
comenzando así el Cobre pleno en la Península.

El conocimiento y difusión del cobre principalmente sería debido a los Millares, cultura que
descendía directamente de la civilización dolménica; pero que -a nuestro juicio- se crea con la
aparición y establecimiento en nuestras costas, de gentes llegadas desde Asia Menor, en busca de
metales. Primero (después del 3500 a.C.) por mano de navegantes que vendrían desde las costas
próximas a Tell Brak; una base Summeria asentada en las cercanías de la posterior Ugarit (Siria).
Aunque finalmente, creemos que lo que más influyó para la génesis de este Calcolítico en Almería sobre
el 2700 a.C., sería la llegada de giblitas y minóicos a nuestras costas (buscando metales). Por su
parte, la aparición de huevos de Avestruz en Los Millares, así como de diversos objetos absolutamente
ajenos al megalitismo, corroboraría la teoría de que su origen es a la vez que ibero dolménico, oriental y
norteafricano. Asimismo, en el litoral Atlántico (Portugal y Galicia), desde mediados del IV milenio a
fines del III a.C., desaparecen las dataciones de túmulos sobre cámara simple, fosa o simple
deposición; pasando a ser sustituidos por los túmulos sobre monumento de corredor, cuya
cronología se extiende hasta ese final del tercer milenio a.C..
JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, dos ídolos oculados summerios. El de arriba, fechado a
fines del IV milenio a.C. y hallado en Tell Brak (ciudad del Norte de Siria); debajo vemos otro idolillo
de Summer, del mismo periodo y hallado en Uruk (Valle del Eúfrates). Bajo este párrafo, ídolo
oculado de etapa Los Millares que fue hallado en Extremadura (colección particular, Toledo).
Recogido en tres fotografías por tres de sus lados; se trata de una pieza en piedra caliza de grandes
proporciones, siendo uno de los mayores y más completos ídolos oculados que conocemos. En una
cara presenta tallados tres soles y en otra zona dos triángulos que se unen en sus extremos. Sin
lugar a dudas, los tres astros-ojo que se observan incisos sobre el cipo, deben tener un sentido
cósmico y de luz (relacionados con la visión y los planetas de la luz: Sol-Luna-Venus-). Mientras los dos
triángulos representarían una figura geométrica relacionada con la “matemática” y el calendario;
pero a su vez simbolizaría una forma humana esquematizada (a mi juicio, vestida con espartos o con telas
de cáñamo). En la parte alta parece que contiene un pebetero, habiendo sido labradas varias
circunferencias cerradas sobre su embocadura.
JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, los triángulos,
tal como están representados en el ídolo anterior (extremeño, colección particular en
Toledo). Abajo, de nuevo la imagen del idolillo, donde marcamos sus circunferencias, y triángulos,
tal como fueron tallados. Asimismo, dijimos que esta pieza sagrada de época Los Millares va rematada
por círculos que tendrían un valor planetario, significando los giros del Cosmos. Todo ello lo
corroboran los astros, igualmente incisos en la piedra y que se representan como ojos (Sol-Luna-Venus;
probablemente). Pero entre los símbolos que contiene el idolillo, los más interesantes son esos dos
triángulos unidos en su extremo; que mostrarían un sistema calendárico y también un tipo de
contabilidad -incluso un sentido matemático-. En principio, hemos de decir que -aunque parezca
extraño- esta representación de triángulos se corresponde en gran parte con el famoso “Tetratkis”
de Pitágoras (pese a que este filósofo griego naciera unos dos mil años después de la datación del
ídolo). Un sistema matemático que al parecer aprendió el sabio de Samos en Egipto o en Babilonia y
cuya primera correspondencia es la base diez. Pues la fila última del triángulo suma 4; la tercera
suma 3; la segunda, 2 y la última, 1 ; significando los intervalos y armonía de la música, en la forma
½; 2/3 y ¾ (que es lo que correspondería si dividimos cada fila por la de abajo).
Tal como decimos, el Tetratkis era el símbolo de la armonía universal (pitagórica), por cuanto significaba los
intervalos de la música. En base a:
1................. I
2................. II
3................. III
4................. IIII
Siendo sus resultados 1+2+3+4 = 10
Además de significar: ½ ; 2/3 ; ¾ -los intervalos de la música antigua-)
.
Cuanto hemos expresado significaría que durante Los Millares habrían llegado a La Península
teorías planetarias y matemáticas desde Mesopotamia o de Egipto. Tantas, como para representarse
astros junto a triángulos y pirámides. Debiendo suponerse además que se utilizaba la base decimal
para contabilidad; tal como hicieron en Egipto y también en Mesopotamia (donde asimismo se usó la
base duodecimal). Una afirmación que realizamos debido a que estos dos triángulos entrelazados
representados en ídolo de Toledo, contienen un número total de cinco partes por cada lado;
sumando quince “casillas”, distribuidas en cinco filas (1+2+3+4+5 = 15). Ello, multiplicado por los dos
triángulos, suman treinta; lo que nos lleva a los días del mes en el calendario egipcio; cuyas semanas
eran de diez jornadas, ya que tres semanas conformaban los 30 mensuales. Por lo que con 12 meses de
30 días, los egipcios completaban el total del año; una anualidad de 360 días (igual que los 360
grados de la circunferencia) a la que se sumaban 5 jornadas más (llamadas por ellos, epagómenas o
festivos; equivalentes a nuestra Navidad y que cerraban el año de 365 días).
Por todo lo expuesto vemos que el calendario egipcio se basaba en 5, 10, 30; tal como expresan estos
dos triángulos cruzados que muestra este ídolo de Toledo. Cuya pirámide de pirámides esculpida
junto a los astros nos llevan a pensar que habla de un contacto entre Extremadura (donde fue
hallado) y el Nilo (origen del calendario que expresa). Comunicación entre la Península Ibérica y el
reino faraónico a fines del IV milenio, que ya ha probado el profesor Escacena -tal como hemos
explicado más arriba-. Precisamente durante una etapa en que podemos fechar dicho ídolo
perteneciente a la cultura de Los Millares: Entre el 3100 y el 2800 a.C.. Durante el Periodo Tinita;
momento en que se producen paralelos con el yacimiento de La Marismilla (en Puebla del Río, a pocos
kilómetros al Sur de Sevilla).
.

Pese a lo anteriormente expuesto, indudablemente los “ojos” representados en gran parte de los
objetos de Los Millares, no eran originarios del Nilo; procediendo -a mi entender- de Mesopotamia
(concretamente de Tell Brak). Una base sumeria del cuarto milenio a.C., asentada en la zona
de Oriente Medio donde posteriormente estuvo Ebla y Mittani. Esta ciudad de Tell Brak que adoraba
idolillos en forma de ojos-soles, floreció desde el 4000 al 2700 a.C.; aunque a partir de esa última
fecha comenzó a decaer. Un momento clave en la Historia, pues es por entonces cuando el Egipto
dinástico se expande (con sus primeras pirámides de Saqqara); alcanzando su onímodo poder
probablemente hasta las tierras de Tell Brak -destruyéndola-. Por cuanto, la decadencia de Sumer y la
pérdida de control sobre Oriente Medio, debió motivar que otras civilizaciones heredasen las rutas
marinas que hasta entonces realizaban colonias de Mesopotamia próximas al Mediterráneo.
Especialmente en la búsqueda del ámbar (gemas y pepitas áureas); que entre el 4000 y hasta el 2700 a.C.
pudo estar dirigida desde Tell Halaff o Tell Brak. Pero que en el siglo XVIII a.C. pasarían a manos de
cretenses y de giblitas, como aliados de los faraones (los reyes del Imperio Antiguo). Por lo que es
una hipótesis plausible pensar que ya desde el 3100 a.C. -cuando Egipto inicia su reino faraónico-, los
socios y las colonias del Nilo commenzaon a navegar periódicamente hacia el Oeste. Principalmente
barcos de Creta y sobre todo de Biblos, la base egipcia asentada en Oriente Medio, fundada antes del
4500 a.C. para extraer maderas y construir naves (debido a la falta de bosques en el Nilo). Pero -a mi juicio-
Biblos fue también potenciada como puerto aliado del faraón, para cerrar la salida hacia el
Mediterráneo de las colonias mesopotámicas asentadas en Asia Menor (llegando finalmente a
hacerse con sus rutas).

Cuanto comentamos corrobora y explica las evidencias arqueológicas de contacto pleno entre
nuestra Península y el Egipto predinástico; preferentemente, desde el 3200 al 2700 a.C. (tal como
repetidamente venimos señalando). Unas tierras del Nilo que desde el 4800 a.C. estaban inmersas en la
cultura Nagada I y Nagada II (desde el 4800 al 3800 a.C.; y del 3800 al 3100 a.C.). Pero que finalmente
culminan en el Periodo Tinita (3100 al 2800 a.C.); un momento en que sabemos tenían contacto pleno
con zonas de Bajo Guadalquivir (como el mencionado yacimiennto de La Marismilla, excavado por el Prof.
Escacena). Pese a ello, hemos de tener e cuenta que la base marítima y el lugar desde el que
navegaban los egipcios era Biblos (situado en Oriente Medio, frente a Chipre). Por cuanto el Bajo
Guadalquivir que tuvo contacto con el reino faraónico -en época cercana la Era de las Pirámides-;
quizás fue tan solo visitado por giblitas. Siendo muy posible que aquellas expediciones hasta el
lejano Occidente no fueran conocidas por los egipcios del Nilo, quedando como un "secreto" entre
los marineros de Biblos. Una tierra rica en bosques de cedros -hoy del Líbano-, que vivió como "base
naval" nilota hasta que Egipto se sintió traicionado por este puerto y lo atacó (hacia el 1500 a.C., cuando los
giblitas se alían con los canaaneos, sin luchar contra los Hicsos).

Así pues, es muy posible que el contacto entre el Bajo Guadalquivir y el Nilo, en realidad fuera hecho
tan solo a través de Biblos y sin el conocimiento de los faraones; quienes posiblemente ignoraron
de la existencia de aquellas tierras al Oeste mediterráneo, tan ricas en ámbar y metales
preciosos. Pues desde que Biblos se funda -por algunos egipcios emigrados, antes del 4500 a.C.-; parece
que la ciudad portuaria actúa como una base independiente. Teniendo plena libertad de comercio y
viajes, sin deber rendir cuentas al Nilo; que tan solo le pedía fidelidad política -una alianza contra los
enemigos de Egipto-. Todo lo que afirmamos, sabiendo que hacia la mitad del V milenio a.C. llevaban desde
esa naciente Biblos y hasta el delta, los cedros en “pateras de cabotaje”, no como desde una colonia.
Sino comprando y vendiendo los súbditos del faraón esos troncos gibliotas, que alcanzaban precios
desorbitados en tierras nilotas, donde la madera era un bien muy preciado. Todo cuanto expresamos
se demuestra en el trato que daba Egipto a este puerto. Pues las expediciones egipcias hasta esta tierra
de bosques, fueron llevadas a cabo con un carácter más religioso que comercial ya desde el 3000
a.C. -y durante todo ese tercer milenio-. Viajando hasta allí para obtener la sagrada mirra, con la que
momificaban sus difuntos. Siendo tanta la importancia del comercio y el trato con Biblos; que sobre el 2650
a.C. (aprox) el iniciador del Imperio Antiguo -el faraón Snefru- recogió sobre piedra cómo había recibido
cargamentos de madera de cedro desde la ciudad de la montañas del Líbano, para construir barcos. Todo
cuanto expresamos puede explicar la existencia de megalitismo en las proximidades del Líbano,
fechado en los milenios cuarto y tercero. Como un fenómeno importado desde el Atlántico, por los
navegantes de Biblos -o de sus proximidades-.
ARRIBA: Foto compuesta con ídolos oculados en piedra caliza y de placa hechos en pizarra,
procedentes de dólmenes extremeños; tal como los exhiben en vitrinas del Museo Arqueológico de
Badajoz (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Observemos que estas
figuras de pizarra semejan personajes con ojos, vestidos con tejidos triangulares (probablemente
con protectores de esparto). Asimismo, es de destacar que parecen lucir placas que recubren su
vestimenta, lo que pudieran ser láminas de armadura (en madera, hueso o concha). Algo que quizás
nos hable de las corazas de esta época; en la que no existían los metales. "Armaduras" que pudieron
fabricarse cociendo cuero y moldeándolo sobre el cuerpo; recubriéndolo luego de esparto y
“blindándolos” con placas de conchas o huesos. De ello a mi juicio la importancia de estos tejidos
con formas trenzadas y parecidos al esparto. Un diseño que no solo vemos como motivo exvoto en el
caso de la sandalia sagrada hallada en Almirazaque o en Valencina (que más abajo comentaremos). Sino
también en el enterramiento de Albuñol, donde recordaremos que todos sus miembros iban cubiertos
enteramente de esparto y lucían hasta pulseras y cascos de este material (junto a collares con conchas
atados en ese cáñamo).

En referencia a esos dibujos triangulares, hay que destacar que los dos triángulos del ídolo de
Toledo -antes analizado-; no son propiamente vestimenta o posibles imágenes de esparto. Sino una
figura geométrica perfectamente trazada, con un total de quince casillas por cada lado opuesto y
unido de manera perfecta en sus dos extremos. Algo que habla de geometría y de valores de ciertos
números; entre los que hay que destacar el cinco, que igualmente aparece repetidamente figurado en
cinco triángulos que a menudo lucen muchos de los idolilos placa. Todo lo que expresaría una base
para contar, partiendo de cinco y diez. La más sencilla, nacida desde los dedos de la mano y que ya
manejaban los egipcios y mesopotamios desde comienzos del IV milenio a.C.
.
Como hemos dicho, la fecha inicial para esta civilización de los megalitos, podemos obtenerla desde
la Cueva de los Murciélagos (datada hacia el 5000 a.C.); donde se halló una reina rodeada de varios
hombres, todos vestidos con cáñamo. Consideramos personalmente que aquellas gentes vestidas
de esparto pertenecieran ya a una nueva Era: El Eneolítico. Una época donde la cuerda y el cáñamo
serían fundamentales, para armarse, para vestirse y para fabricar utensilios. Pudiendo gracias al
trenzado de fibras construir y crear con cierta facilidad una gran serie de objetos y hasta barcos o
edificaciones. Llegándose así a las primeras fabricaciones en serie gracias a los recursos que las
cuerdas y esos tejidos proporcionaban; logrando venderlos o intercambiarlos y generando una
verdadera industria. Todo lo que supondría el avance del eneolítico, en el que influiría sobremanera
el esparto, como material de utilidad. Un elemento que realizaría una función semejante a la que hoy
tiene el plástico; permitiendo construir cuanto hasta entonces era mucho más costoso hacer:
Levantar casas y empalizadas a toda prisa, fabricar armas de mayor precisión (como arcos o lanzaderas
más perfectas), armar barcos con cuadernas trenzadas y hacer velas de navegación. Ello, unido a la
capacidad de vestirse o calzarse sin necesitar abastecerse de pieles de animales y a la posibilidad
de construir objetos de forma rápida (como cestas donde se podían trasportar mercancías).
Concedió a esta etapa un sentido semejante al momento en que se inventó el plástico (hace apenas
unas décadas). No habiendo otra época anterior en la Historia semejante -en lo que supone una revolución
industrial y social- desde que se descubrió y difundió la cerámica o la agricultura (entre el 9000 y el 7000
a.C.). Por cuanto la expansión y cultura del esparto (o del cáñamo), a mi juicio, debió ser de una
enorme prosperidad; tanta como para generar el megalitismo en Europa.

JUNTO ESTAS LÍNEAS: Vitrinas


del Museo de Zuheros (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). En ellas podemos
ver algunos enseres hallados en la famosa Cueva de los Muciélagos; enterramiento en caverna,
donde se fecha el origen del dolmenismo entorno al 5000 a.C..

BAJO ESTAS LÍNEAS: Vitrina del Museo Arqueológico Nacional con una alpargata exvota de hueso
(agradecemos al MAN nos permita divulgar la imagen. Esta sandalia votiva procedente de Almiranzaque
fue comentada por el sabio profesor Almagro Basch, quien nos dice que ya contiene las mismas
características que las lúnulas irlandesas y los idolillos megalíticos. Fue hallada en ese
enterramiento dolménico de Almería, en la localidad de Cuevas de Almazor, cercana a Los Millares.
Sus dibujos son iguales a los del campaniforme y su significado votivo sobre el esparto a mi juicio
deja bien clara la sacralización de este material. Un tejido que no solo les permitía vestir y crear
instrumentos de manera sencilla; sino también armarse y protegerse (pues los escudos y corazas
recubiertos de esparto, serían francamente seguros en una época en que no existían los
metales). Ello explicaría por qué en la Cueva de los Murciélagos (fechada hacia el 5000 a.C. tal como antes
mencionamos), algunos de los difuntos allí inhumados tenían un "casco" de este tejido. Por lo demás,
otros tipos de cáñamo también concedían una aplicación médica y bélica. Proporcionando la
adormidera una droga que permitía parir y "operar" sin dolor, aunque también batallar sin sufrir
miedos, ni angustias. Siendo mi teoría que los ejércitos antiguos proporcionaban este tipo de drogas a sus
soldados antes de entrar en confrontación, todo lo que actuaba como "una poción mágica" normalmente
realizada con adormideras.

Tras las afirmaciones anteriores a las imágenes, concluimos tres lugares en el Mediterráneo que
establecieron contacto con la Península Ibérica, entre el 5000 y el 2700 a.C.. Pareciendo obvio que
hubo intercambios culturales entre nuestras costas con Malta, Tell Brak y Biblos. Siendo un primer
punto de influencia Malta; lugar probable de paso para aquellos marineros -pescadores o canoeros-; que
buscaban desde el 5000 a.C. ámbar (gemas y pepitas de oro), con el fin de trocarlas en las playas de
Oriente Medio o de Egipto. Así pues, hemos visto diferentes etapas paralelas en la construcción de
templos megalíticos en Malta y en la Península Ibérica. Fases que se pueden sintetizar en una primera
de levantamiento de edificios ciclópeos desde el 4100 a.C., llegándose luego a la de templos como
Ggantija (hacia el 3600 a.C.) y más tarde a los de Tarxien (entorno al 3000 a.C.). Todo lo que
concuerda con nuestros periodos de megalitos, que entre el 5000 y el 4500 a.C. están en etapa inicial,
extendiéndose. Pero que tras el 4300 a.C. los veremos con profusión en Portugal y Galicia (túmulos sobre
cámara simple, fosa o simple deposición); siendo esta la época de máxima concentración de megalitos.
Seguidamente y desde el 3800-3700 a.C., se da la segunda concentración de monumentos del tipo anterior,
habiendo otra expansión de túmulos sobre monumento de corredor. Mientras a su vez, desde el 3700
a.C. se produce la plena difusión del fenómeno dolménico por Este de Francia, Sur de Irlanda y Gran
Bretaña, o por zonas cercanas al mar en Holanda, Alemania y Jutlandia.

El problema al observar estos paralelismos entre Malta y la Península Ibérica es determinar si la


influencia constructiva vino desde Malta a Occidente. Algo que no concuerda con las dataciones;
por cuanto los megalitos elevados en esta isla -sita en medio del Mediterráneo- probablemente se
hicieron a imagen y semejanza de los que vieron en el Atlántico. Pese a ello, no podemos afirmar que
aquellos que inician la civilización maltesa de los templos ciclópeos, fueron gentes llegadas desde el
Occidente. Siendo más probable que fueran navegantes venidos desde Oriente Medio o de
Egipto, siguiendo rutas expedicionarias y que dieron con la isla viajando por el Norte de África o las
costas del Sur de Italia. Aunque parece indiscutible que quienes levantaron esos enormes edificios en
Malta desde el 4100 a.C., lo hicieron inspirándose en los que ya existían en Occidente. Es decir: Que
a mi juicio, los templos malteses siguen la tradición megalítica iniciada aproximadamente un milenio
antes, en las costas del Sur de Portugal y de Galicia. Siendo esos primeros templos ciclópeos de la isla
(datados hacia el 4100 a.C.) una versión de los cromlechs, menhires y dólmenes atlánticos. Todo lo que
explica que además de construirse como recintos sagrados, fueran observatorios astronómicos. Por
lo demás, este hecho no es extraño en la Prehistoria; pues también durante el IV y III milenio a.C.
asimismo aparecen en Oriente Medio megalitos idénticos a los del Atlántico. Al igual que sucede
durante el segundo milenio a.C. en el Egeo e islas mediterráneas; cuando los enterramientos en
túmulos y cámaras circulares mediterráneos (de Italia o el Egeo) copian modelos que ya existían siglos
antes en el megalitismo atlántico.

Sobre la hipótesis de una posible migración llegada del Atlántico hacia las costas maltesas; varias razones
nos llevan a considerar Malta una fundación oriental y no occidental, ni megalítica (pese a que
“copiaran” los edificios sagrados de grandes moles pétreas). Haciendo deducir que esta isla fue colonizada
por navegantes orientales la perfección de sus construcciones; levantadas con sillares trabajados,
dispuestos de un modo más racional y menos natural que el dolménico. Asimismo, la calidad de esos
templos malteses, habla de un cultura mucho más relacionada con Oriente Medio o con Egipto;
donde las orientaciones son las que marcan el modo de levantar el edificio. Mientras en el
megalitismo, es la construcción lo que permite conocer la orientación y el estudio de los astros -como un
observatorio o un calendario y no tanto como un templo-. A ello ha de sumarse el refinamiento y
perfección de la escultura maltesa, que aparece profusamente desde fines del IV milenio a.C. en toda
la isla; lo que también habla de contactos con Oriente o bien con El Egeo. Bastando observar sus
“damas” para considerar una unión entre esa isla y el Egipto de Nagadda o bien con las ciudades satélite de
Mesopotamia, asentadas en las cercanías del Mediterráneo. Aunque a los mayores paralelos de la
estatuaria maltesa, durante los milenios IV al III a.C.; están en el arte cicládico -de igual y posterior
época-. Pero no sabemos si es el cicládico el que se inspiró en el maltés o viceversa; para lo que debemos
tener en cuenta que la civilización del Egeo es posterior a la de esta isla. Por cuanto parece evidente que
fueron anteriores los modelos de la estatuaria maltesa y que luego copiaron en las Cícladas.

Finalmente, es de destacar que Malta queda en estado de “vacío” arqueológico entre el 2.500 y el 2.400
a.C.; con un posible el despoblamiento y un cambio de civilización en estas fechas. Pues hasta el
2500 a. C. las aldeas de la isla carecían de murallas y de defensas, aunque al aparecer el Bronce
comienzan a verse pertrechos; todo lo que manifiesta ataques de extraños o bien la invasión de
culturas ajenas. Unos hechos que no solo refieren la entrada del nuevo metal en Malta, sino
posiblemente la llegada de gentes extrañas y a mi juicio afines a Egipto (cretenses y gibliotas -de
Biblos-). Pues hemos de recordar que estas son las fechas de expansión y comienzo de decadencia
en el Imperio Antiguo; donde los nilotas necesitarán buscar rutas y realizar expediciones, con fines
económicos. Destacando entre ellos figuras como el faraón Userkaf, que creará una gran flota para viajar
por el Mar Rojo y por el Mediterráneo, en busca de cobre, estaño, oro, plata, mirra y maderas. Todo ello en
un momento en que Sumer entraría en crisis y Mesopotamia perdería parte de su fuerza en sus
bases de Asia menor (en ciudades tales como la ya mencionada Tell Brak).

A su vez, se inicia por entonces el Minoico Antiguo II; donde ya Creta comienza a ser una potencia
marítima. El primer florecimiento del reino de Minos -a nuestro juicio- se relaciona plenamente con el
Egipto Dinástico; pero sobre todo con las fases y crisis del Imperio Antiguo. Un imponente estado
faraónico que "surge" desde el 2800 a.C., en plena era del Bronce; extendiendo este nuevo metal por
todos sus lugares de influencia y acabando en gran parte con la enorme expansión que hasta entonces
tuvo Mesopotamia. Cuyas colonias no solo se situaban en Oriente Medio o en Asia Menor; sino
llegaban en cierto modo hasta las proximidades de Egipto. Pues las tierras Canáan estaba en
dominadas por gentes de su "orbita"; tanto que su pincipal ciudad -Jericó- había sido fundada en el
5000 a.C. como un gran centro de agricultura y una enorme urbe comercial donde se vendían
mercancías de Mesopotamia. Logrando que Jericó fuera el centro principal, donde durante ese V milenio
a.C. se intercambiaron objetos llevados desde el Tigris y Éufrates al Nilo (y viceversa). Propiciando ello
que desde el 4500 al 3000 a.C. se iniciase ya la Edad el Cobre en la zona del Sinaí y mil quinientos
años después, la del Bronce (hacia el 3000 a.C., coincidiendo con el comienzo del periodo dinástico en
Egipto). Todo lo que confirma la influencia de Mesopotamia en la zona de Oriente Medio y Canaán,
hasta la expansión de El Bronce y la del Imperio Antiguo (entorno al 2800 a.C.).
SOBRE Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Arriba, dos esculturas maltesas representando “damas” o
“maternidades” fechadas en el 3300 y el 3000 a.C.. Abajo, dos idolillos peninsulares fechados en el
III y II milenio a.C., tal como los muestra el museo Arqueológico de Cáceres (al que agradecemos
nos permita divulgar nuestra imagen). En los de Cáceres, tenemos a nuestra derecha, una pieza hallada
en Caminomorisco, toscamente tallada representando una figura diademada; a la izquierda, otra más
alargada, con igual representación y procedente de Salvatierra de Santiago. Tras observar los ídolos
oculados de Los Millares, junto a estas figuras de época cercana a la estatuaria de Malta; parece
obvio que las estatuas de la isla mediterránea nada tuvo que ver con la dolménica occidental.
Siendo muy superior la técnica escultórica de Malta, que tan solo puede tener paralelos con otras
coetáneas, como las de El Egeo, Oriente Medio o Egipto.
JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Esculturas y piezas de arte cicládico fechadas en los milenios III
y II a.C.; en una vitrina del Museo Arqueológico de Florencia (al que agradecemos nos permita divulgar
nuestras imágenes). Como podemos observar, estas figuras antropomorfas se relacionan con el tipo
maltés. Aunque las de Malta sean un tanto anteriores a las del Egeo; dado que los primeros
ejemplares se datan hacia el 3300 a.C. y desaparecen entorno al 2500 a.C.. Mientras el arte cicládico
se desarrolla entre el 3000 y el 2000 a.C.. Lo que nos lleva a pensar que quizás la estatuaria de El
Egeo surge bajo la influencia del arte maltés.
AL LADO: Dibujo mío de una escultura que guarda
el Museo de Brookling, representando una bailarina egipcia del periodo Nagadda II. Pieza hallada en Ma
´mariya y fechada entorno al 3300 a.C.; que nos puede mostrar quizás, el lugar de procedencia de los
modelos realizados en Malta en igual época.
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C- COMENTARIO CRONOLÓGICO, 2700 a.C. - 2200 a.C. (del la aparición de Vaso Campaniforme; al
nacimiento de El Argar y el final de Los Millares):

Decíamos en nuestra cronología anterior que durante el III Milenio a.C. y en pleno Imperio Antiguo
egipcio -cuando nace verdaderamente la Creta Minóica- ha de suponerse que expedicionarios llegasen
a nuestras tierras. Navegantes venidos desde zonas cretenses, maltesas y giblitas -de Biblos-,
buscando los metales que aquellos constructores de las Pirámides necesitarían. Debiendo
reflexionarse acerca de las cantidades mineral preciado que necesitó un imperio como el egipcio ;
donde comerciaban con aros de oro, además de adornar a todos sus nobles, dioses y enterramientos, con
aquel metal precioso. Todo o que nos lleva a concluir que las expediciones faraónicas al reino de Punt
(por el Mar Rojo) no eran suficientes para abastecer su reino -tan solo con el oro y plata importados
desde Somalia y de tierras próximas a Saba-. Necesitando los metales que otras grandes armadas les
facilitarían; principalmente la de Creta y la de Biblos, quienes sabrían llegar hasta las minas del
extremo Occidente mediterráneo.

Debido a ello, comenzaría por entonces la explotación ordenada de yacimientos peninsulares, como
los de Almería y los de Rio Tinto en Huelva; cuyos inicios se fechan antes del 2700
a.C. (considerándose fueron trabajados desde esta época por navegantes extranjeros). Aunque las minas
de estaño y plata almerienses, habrían sido explotadas antes de la Edad del Bronce; por mano
directa de los indígenas y desde los inicios de la Cultura de los Millares (entorno al 3500 a.C.). Estas
últimas, durante la aparición de gentes venidas de Oriente (desde Tell Brak o de colonias sumerias
asentadas junto al Mediterráneo), que tomarían contacto con megalitistas ibéricos. Generando así la
civilización de Los Millares, que desde el 3500 a.C. se expande desde Almería -con sus ídolos oculados
y sus dibujos en forma de astros-. Caracterizada también por conservar un tipo de megalitismo mas
constructivo y “menos ciclópeo” -del existente hasta entonces-. Manteniéndose en crecimiento Los
Millares durante este periodo en que finalmente dará comienzo el Calcolítico Ibérico, y que podemos
fechar iniciado entorno al 3000 a.C..

Aunque desde el 2700 a.C., la Península entra en una nueva fase; precisamente en fechas que
coinciden con el inicio de la Era de las Pirámides. Todo lo que nos hablaría de esa necesidad de
metales que debieron tener los faraones. No solo del oro y plata que utilizaban para comerciar o en sus
ornamentos y ritos; sino principalmente del bronce (necesario para toda herramienta y
armamento). Pues por entonces, fueron imprescindibles para subsistir el cobre y el estaño; cuyas
minas eran tan abundantes en tierras del Atlántico, como escasas en el Mediterráneo. Un motivo
suficiente como para que aquellos que supieron levantar enormes pirámides de piedra, solo valiéndose del
bronce; dieran órdenes a sus súbditos y aliados, para que les hicieran llegar enormes cantidades de metales
preciados. Pudiendo preguntarnos por qué no fue Egipto directamente quien inició esas
expediciones mediterráneas, dejando a otros -como los giblitas o los cretenses- el comercio y
transporte de minerales preciosos desde el Occidente. La respuesta es obvia y se halla en el ADN
propio del reino del Nilo: En primer lugar porque no tenían bosques y usaban sus barcos para navegar
por el Nilo o defender sus costas. Pero principalmente, porque su sistema teocrático era reacio al
envío de expediciones, sobre todo a tierras desconocidas. Pues en esos viajes por mar a tierras
lejanas, se obtenían conclusiones astronómicas y geodésicas, con las que un simple piloto de nave
podía saber tanto como un sacerdote egipcio. Algo que vemos en las rutas abiertas por el faraón Nekao;
quien es aconsejado por el clero para no hacerlas, pero las lleva a cabo. Viéndose luego obligado a ejecutar
a los marineros que viajaron, cuando estos regresan con sus barcos. Pues, tras haber zarpado en un puerto
del Mar Rojo y recorrido África -pasando el Cabo de Buena Esperanza-; llegando finalmente hasta Gibraltar
y el Mediterráneo, para regresar al Nilo. Expresaron que la Tierra posiblemente era redonda; porque al viajar
por su zona central (el Ecuador) las estrellas comenzaban a ser distintas y el Sol -además- salía por el lado
contrario (de derecha a izquierda, si miramos a su cenit).

Cuanto explicamos, enseña por qué Egipto era contrario a enviar expediciones a tierras lejanas,
porque además se trataba de un imperio cerrado y hasta xenófobo. Tal como sucedía con China y en
otros tantos grandes Estados, donde el extranjero era admitido solo para comerciar; establecido en
colonias o ciudadelas (cerca del mar y apartados de la población). Algo que se muestra en el Nilo
principalmente tras la llegada y caída de los reyes Hicsos (entre el 1680 y después del 1560 a.C.).
Siendo por entonces cuando Egipto cierra sus puertas a todo extranjero, negándose a viajar en barco
para comerciar; permitiendo establecerse en el Delta del Nilo a marineros extranjeros, viviendo en
ciertas urbes portuarias -fundamentalmente gigblitas y fenicios que actuaban de mercaderes para
ellos-. Consecuentemente, se entiende que en plena Era de las Pirámides, quienes se acercasen
hasta nuestras tierras no fueran propiamente gentes del Nilo; sino cretenses y viajeros de Biblos,
que realizaban esa labor de mercado y transporte por mar para los faraones.
JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, flores
secas de opio. El cáñamo y el esparto proporcionaría durante la Antigüedad un trenzado con el que
fabricaban cuerdas, cestas y todo tipo de utensilios (hasta vestimentas). Con las semillas del opio
preparaban infusiones para adormecer durante las intervenciones quirúrgicas. Pero también daban
otros usos al opio; entre ellos, el bélico y el religioso. Haciendo trascender por medio de la ingesta de
sus aceites, a quienes deseaban un efecto enteógeno (para comunicarse con el Mas Allá o con los dioses).
De igual forma, mucho ejércitos proporcionaban drogas como esta a los soldados antes de entrar en batalla.
Tanto fue así que mi teoría etimológica sobre la voz Micenas (que sabemos procede de la palabra helena
“mico” = “seta”); se fundaría por haber hallado alguna seta alucinógena los micenios, que les permitía
combatir sin sufrir dolor tras ser heridos. Por cuanto se entiende que “micena” también signifique en griego
“contera” o punta metálica que se cose a una vaina de espada; para que el arma no haga daño, ni atraviese
la funda.

Abajo: Mi sobrino japonés Tomoki -en primer término y con once años-, fotografiando las tres pirámides
de Giza. Hemos de pensar que durante el Imperio Antiguo (aprox. desde el 2800 al 2200 a.C.), Egipto
necesitó millones de kilos de cobre, estaño, plata y oro. Evidentemente, estos metales no se
obtuvieron tan solo de Somalia (incapaz de abastecer ese mercado por entonces); sino que en gran
parte procedieron de las costas de la Europa Atlántica (Bajo Guadalquivir, Portugal, Galicia, el
Cantábrico, Francia, Bretaña e Islas Británicas).
Así pues, mientras en Egipto reinaba la III dinastía y se iniciaba la Era de las Pirámides, con el faraón
Djoser (a mediados del siglo XVIII a.C.), en la Penínsua Ibérica comienza la Edad del Bronce y el Vaso
Campaniforme; junto a numerosos cambios que ya señalábamos en nuestra cronología. Explicando
como entorno al 2700/2500 se inicia la cultura del Vaso Campaniforme, que comienza en el Sur (cerca de
Los Millares) y va extendiéndose pronto por gran parte de Europa Atlántica. Estas tribus peninsulares
que usan el Campaniforme, también reutilizarán los megalitos; haciéndolos suyos después del 2500
a.C., con cierto vandalismo. A su vez, en la Península el Calcolítico será superado y esta etapa nos
lleva a los albores del primer Bronce. Aunque hacia el 2250 a.C. aparecerá otra cultura paralela
peninsular, y también del Bronce, como es la de El Argar (desapareciendo con ella definitivamente
Los Millares). El Argar y el Vaso Campaniforme permanecerán conviviendo, hasta que se extingue la
campaniforme entorno al 1800 a.C. De tal manera, podemos considerar Bronce Antiguo desde el
2700/2500 al 2250 a.C. y Bronce Pleno desde esta fecha hasta el final del Campaniforme (del 2250 al
1800/1600 a.C.)-. Por su parte, el Argar se divide también en tres fases: ARGAR I (2200 a 1950 a.C.);
ARGAR II (1950 a 1750 a.C.); ARGAR III (1750 a 1550 a.C.).

En lo que se refiere al mundo dolménico, volveremos a incidir en el modo en que se producen sus
etapas; pues a partir de mediados del IV milenio a.C. (desde el 3500 a.C.) en Portugal y Galicia,
desaparecen las dataciones de túmulos sobre cámara simple, fosa o simple deposición; pasando a
ser sustituidos por los túmulos sobre monumento de corredor, cuya cronología se extiende hasta
finales del III milenio (2200 a.C.). La siguiente vez que detectemos actividad en los monumentos de
corredor será para encontrarnos con reutilizaciones durante la segunda mitad del III milenio a.C., por
parte de los portadores de vasos campaniformes, que actuan con un cierto componente vandálico
hacia los megalitos. Así pues las fases desde el 2200 a.C. (apox) finalizan los túmulos de corredor,
mientras en Almería aparece El Argar, llegándose ya a un Bronce Pleno.

Debido a todo ello, comentábamos en nuestra cronología que para comprender esta nueva cultura del
Vaso Campaniforme -nacida en nuestra zona Sur hacia el 2700 a.C. y que se expande por toda
Europa-. Hemos de pensar que por entonces nos encontramos en los inicios del Imperio Antiguo;
durante el florecimiento de Biblos y en los comienzos del mundo Minóico. Debiendo suponerse que
desde Biblos y desde Creta llevarían a cabo las navegaciones y expediciones hacia el remoto
Occidente Mediterráneo; en busca de metales (para abastecer a Egipto). Con la llegada a la Península
de estas gentes venidas desde el Oriente cercano al Nilo, creemos se marca el fin del Neolítico y el
comienzo del Calcolítico pleno en Iberia. Pues de modo coetáneo al progresivo nacimiento y eclosión del
Egipto Dinástico, en nuestros yacimientos encontraremos numerosos utensilios y armas de cobre. Por
cuanto parece lógico pensar que los buscadores de metales (minoicos, giblitas o chipriotas), arribaron
primero a las zonas de Almería (donde abundaba entonces la plata, el estaño y el plomo). De estas
expediciones hay múltiples testimonios arqueológicos; como los marfiles aparecidos en los
dólmenes de procedencia asiática y fechados antes del 2000 a.C.. Pero el comercio marítimo entre
las zonas orientales y el Occidente mediterráneo se documenta desde el Neolítico; existiendo en el
Sur de Francia hachas talladas en tipos de piedra, que solo existen en algunas zonas de las Islas
griegas (concretamente de las Cícladas).

Consecuentemente, afirmamos (en nuestro modo de ver la Protohistoria) que desde el 2700 a.C. se
produciría la primera colonización de metalurgios venidos desde Oriente (Biblos, Chipre, Creta),
generando el Bronce Inicial en Iberia; del cual surgiría la cultura del Vaso Campaniforme. Ello sucede
en tiempos de las Pirámides y con el fin de buscar metales; aunque los expedicionarios que visitaban la
Península abrirían también comercio de cobre y el estaño hacia Oriente Medio (Asia Menor y
Mesopotamia). De tal manera, sabiendo que los egipcios apenas navegaban, dejando esta función a su
colonia llamada Biblos. Solo cabrían dos hipótesis para el Origen del calcolítico y el Bronce ibérico: La
primera sería deducir que esta cultura de Los Millares se produce en el Sur peninsular por influencia del
Norte de África, llegando desde Tassili (Argelia). La segunda -la más realista- sería pensar que nace del
“comercio” y llegada a nuestras tierras de los primeros Minoicos y giblitas (cretenses y gentes de Biblos que
entonces comerciaban para su gran civilización: Egipto). Pues Creta, desde el 2900 al 2300 a.C. vive el
periodo Minóico prepalacial (fase I y II; anteriores a la construcción de palacios) y hasta el 1900-1800
a.e.v Minoico Medio IB Proto-palaciego (etapa de palacios más antiguos). Mientras Biblos en iguales
épocas, gozaba de un enorme florecimiento gracias a la confianza plena del reino faraónico; que
concebía aquel puerto como una base o colonia del Nilo, situada en Oriente Medio.

JUNTO A ESTAS LINEAS: Nuevamente publicamos el ajuar “campaniforme” de Fuente Olmedo. Al


lado cinta de oro, el puñal, el brazal de arquero y una punta de flecha lítica; halladas por Delibes de
Castro y Martín Valls en esa inhumación de Fuente Olmedo -agradecemos al Museo Provincial de
Valladolid (arqueológico Fabio Nelli) nos permita divulgar nuestra imagen de estas piezas que exhibe en sus
vitrinas-. La calidad de cobre del puñal que portaba el príncipe y el de las “palmelas” para venablos,
es muy baja. Siendo metal muy pobre y arsenicado, todo lo que hace pensar en técnicas del calcolítico.
Pese a ello, hemos de observar que también se encontró una punta de flecha hecha en silex, tal como
se fabricaban en el Neolítico -en imagen, junto a un brazal también de piedra-. Todo lo que obliga a
pensar que las formas de fabricación de armas sobrevivieron durante milenios. Seguramente debido
a que esos objetos (como las saetas) no eran recuperables, ni serían piezas de importancia. Lo mismo
pudo suceder con el cuchillo aparecido junto al inhumado en Fuente Olmedo; una “arma” que por
su tamaño y características parece un utensilio “menor”. Todo lo que explicaría su baja calidad
cúprea; cuya tipología y composición de la hoja (a nuestra izquierda, en imagen) es parecida a muchas
otras armas de filo de misma época, encontradas en la meseta. Siendo cobre muy arsenicado, superando
en muchos casos hasta el 2,5% de AS. Este mineral cúpreo tan impuro parece que hacía más duro el
metal y por ello más sencillo para afilar; lo que proporcionaría una mejor facultad de uso en el caso
de estos pequeños cuchillos, tanto como en las puntas de flecha (Palmelas).
AL LADO: Las once puntas de flecha que
acompañaban al cadáver de Fuente Olmedo, tal como las exhibe el Museo Provincial de Valladolid -al
que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Estas piezas llamadas comúnmente “palmelas”
(por haber sido estudiadas por primera vez en esta población lusa cercana a Lisboa) son de baja calidad
metalúrgica. Con una composición cercana a la del puñal antes mencionado (cobre muy arsenicado) y
también muy parecida a otras “palmelas” halladas en la Meseta. Por este motivo, los profesores
Delibes y Martín Valls mencionan que sus fabricantes -probablemente- aprovecharon aquella enorme
cantidad de arsénico en el mineral cúpreo, para configurar un filo fácil de trabajar, con unas
características muy especiales de dureza (diferente a uno de metal más puro; que no tendría tanta
facilidad de corte y afilado). Llama la atención el número de flechas que acompañaban a este “principe”
campaniforme; que suman un total de once. Una cifra extraña y ajena a otras culturas del momento.
Como la mesopotámica o la egipcia; cuyas bases de contabilidad eran duodecimal (en el caso de
Mesopotamia) y decimal, en la del Nilo. De ello, el número de venablos quizás nos indicaría que el ajuar
no contiene un valor predeterminado, ni un carácter tan mágico; siendo probablemente un
enterramiento ocasional sucedido tras una batalla. Después de un enfrentamiento bélico en el que
moriría aquel guerrero, que por ello hubo de ser inhumado en este lugar. Todo lo que se corroboraría por
la ausencia de otras tumbas en los alrededores y por la inexistencia de hallazgos o de
asentamientos campaniformes cercanos (sin otros poblados o restos de la época en esos pagos de
Fuente Olmedo).

ABAJO: De nuevo publicamos la reconstrucción de la tumba de Fuente Olmedo, tal como la exhibe
actualmente el Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra
imagen-. En la fotografía podemos ver el modo en que estaba situado este “reyezuelo” del Bronce
Pleno: Depositado en su cenotafio de lado, luciendo una cinta de oro en su frente, junto a puntas de
flecha, portando un pequeño puñal de lengüeta y acompañado de algunas cerámicas
campaniformes (en las que pudo saberse había restos de “cerveza” -bebida de cereales fermentados-).
ABAJO: Foto compuesta con piezas argáricas. A la izquierda, una diadema de oro, procedente de
Caravaca; tal como la expone el Museo Arqueológico Nacional (al que agradecemos nos permita divulgar
nuestra imagen). A nuestra derecha, una copa argárica donada por la familia Borja-Berenguer al Museo
Arqueológico de Alicante (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Ambas piezas se
datan entre el 2200 y el 1600 a.C..
ABAJO: Diversos vasos campaniformes, tal como los expone el Museo Arqueológico Nacional (al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen)

D- COMENTARIO CRONOLÓGICO, 2700 a.C. - 2200 a.C. (Oriente Medio, Egipto y el Mediterráneo):

Habíamos explicado repetidamente que desde el 3100 al 2800 a.C., Egipto entraba en Periodo Tinita;
fase donde se unifican los reinos del Alto y Bajo Egipto con capital en Tinis. Pasando más tarde
Imperio Antiguo del 2800 a 2200 a.C., en la que trasladas la ciudad principal a Menfis; siendo el rey
símbolo de díos y del poder central, comezando la etapa de grandes obras faraónicas. Por su parte, en
Oriente Medio. Mesopotamia había perdido muchas de sus ciudades satélites en Asia Menor, que
iban cayendo en manos de nuevos pueblos semitas nacidos en la zona; tal como eran los Amorritas
y los Hurritas. Quienes desde el 2700 a.C. van extendiendo su poder hasta hacerse con Canaán y las
proximidades de Egipto; tanto que hacia el 2750 a.C. Biblos se ve sometida a esas invasiones
amorritas. Tribus que se fueron fortaleciendo en El Creciente Fértil, y que desde el 2300 al 2000 a.C. -
buscando las vías de comercio de los cedros- emigraron de la actual Península Arábiga en dos
direcciones: Los primeros hacia Mesopotamia, fundando luego Babilonia; los segundos hacia
Palestina-Fenicia, invadiendo y creando un nuevo Canaán.

Es entonces, hacia el 2200 a.C., cuando entran estas nuevas hordas guerreras venidas del desértico
Sureste, destruyendo y cambiando las antiguas ciudades de Canaán y Medio Oriente. Todo lo que
repercutirá en el Egipto faraónico, que por entonces se tambaleaba debido a revueltas internas;
estando tan debilitado, que tras este último golpe y con la aparición de los amorritas cae el Imperio Antiguo
(1280 a.C. aprox.). En esta situación de crisis, los recientes dueños de Canaán vuelven a atacar Biblos,
la urbe costera más importante del litoral y que por entonces tendría más de dos mil años de
Historia. Así, sobre el 2200 a.C. -tras invadir el área- esas mismas tribus se alzan también contra
Mesopotamia. Su nombre que era un apelativo sumerio; quienes llamaban “amurru” a estos “Occidentales”,
ya que “amorrita” en lengua de Summer significaba “venido de Oeste”. Así hemos de pensar que los
Amorritas fueron una unión de pueblos trashumantes, que se unificaron con el fin de liberarse del
gran poder comercial y político de Egipto en la zona de Canaán. Consiguiendo primeramente y para
ello, un gran apoyo de Mesopotamia. Pero más tarde sublevados contra sus protectores, tanto que al
vencerlos crearían Babilonia. Por su parte, no hay que desestimar una teoría (propia), por la que estos
Amorritas fueran siglos más tarde llamados “Apiru”, origen y primer nombre de los Hebreos.

Durante estos momento y en plena caída del Imperio Antiguo faraónico (2200 a.C. aprox.), en la
Península Ibérica ya vimos que aparecerá la tercera cultura del Bronce como fue El Argar.
Desaparece por entonces Los Millares, que había surgido hacia el 3500 a.C. (en paralelo con la cultura
de Nagadda II en Egipto); a la que había seguido la segunda cultura peninsular del Bronce: El Vaso
Campaniforme, originado hacia el 2800 a.C., nacida también en paralelo con el Egipto Dinástico. En lo que
se refiera a El Argar permanecerá conviviendo con el Campaniforme hasta el 1800 a.C.; por cuanto
podemos considerar Bronce Antiguo peninsular desde el 2700/2500 al 2250 a.C. y Bronce Pleno desde esta
fecha hasta el final del Campaniforme (del 2250 al 1800/1600 a.C.). En lo que se refiere a Malta,
comienza la Edad del Bronce desde el 2500 a.C.; por cuanto desde el 2400 al 1500 a.C. se produce la
Fase Cementerio de Tarxién con nuevos colonos, sin continuidad con las fases anteriores. Como ya
hemos dicho, hasta el 2500 a. C. las aldeas maltesas carecían de murallas y defensas, pero al aparecer el
bronce comienzan a verse pertrechos. Esa fase de Primer Bronce (llamada cementerio de Tarxien)
durará unos mil años. Finalmente, entre el 1500 a. C. y el 725 a. C., muchos de los valles son
abandonados y pasan a construcciones seguras en las colinas, fortificándolas; estos nuevos
edificios recuerdan a los minóicos y por entonces aparecen las primeras fortalezas.
Comparativamente con la Península Ibérica; la entrada del Bronce es mucho más tardía en Malta,
con una diferencia de unos trescientos años de retraso. Todo lo que hace ver que la isla estaba
menos comunicada con Oriente Medio, que nuestras tierras. Ya que las innovaciones y nuevas épocas
(como fueron el cobre y el bronce) tardaron siglos en llegar a las playas maltesas; apareciendo varios siglos
después que en las costas españolas.

Por su parte, Cerdeña había permanecido en el Neolítico hasta el 3000 a.C. (como la mayor parte del
Mundo Antiguo). Aunque en su caso no llegarán allí los primeros metales hasta ese siglo XXX a.C.. De
tal manera los periodos de este neolítico final sardo son: Desde el 5300 al 3000 a.C. // 5300 a.C. al 4000
a.C , Cerámica impresa y cardial // 4000 a.C. al 3240 a.C: Cultura de Bonu Ighinu // 3240 a.C. al 2700 a.C.:
Cultura de San Ciriaco. Por su parte, el Eneolítico sardo (2700 al 2300 a.C.) tiene las siguientes fases:
Del 2700 a.C. al 2500 a.C: Ozieri Clásico // del 2500 a.C. al 2300 a.C.: Ozieri Pintado. Finalmente la Edad
del Bronce en Cerdeña (2300 al 1000) se fija con los siguientes periodos: Del 2300 al 2250 a.C: Filigosa //
del 2250 al 2100 a.C.: Abealzu // del 2200 al 2100 a.C.: Montecaro // del 2100 al 1600 a.C.: Campaniforme //
del 1600 al 1500 a.C.: Bonnano // . Las dos últimas etapas son ya plenamente campaniformes y por lo
tanto están en relación con la expansión de culturas peninsulares ibéricas. Finalmente diremos que el
Bronce Antiguo sardo se distingue en dos fases: Del 2300 al 2000 a.C.: BRONCE ANTIGUO I , Bonanno //
del 2000 al 1700 a.C.: BRONCE ANTIGUO II, S. Iroxi //.
ARRIBA: Mapa de la expansión del Vaso Campaniforme, desde sus orígenes en Almería (2800 a.C)
hasta su periodo final (entorno al 1800/1600 a.C.). En este plano que he trazado, podemos comprender
fácilmente su divulgación por mar y tierra (siguiendo ríos o rutas costeras), avanzando hacia zonas
de minas (preferentemente con yacimientos de estaño y cobre). Debido ello, el Campaniforme llega
hasta Cerdeña y Córcega, donde existían filones de casiterita y minas cúpreas. En aquellos otros
lugares de Europa que aparece el Vaso Campaniforme y que carecían de estaño o de cobre, existían
grandes fondos de ámbar (Jutlandia, litoral de Países Bajos y Norte de Alemania); tanto como de oro y
plata (Sur de Portugal, Norte de España y en las costas de Francia e Inglaterra).

ABAJO: Mapa nuestro del megalitismo; sus fases y expansión. Tal como hemos dicho, las primeras
manifestaciones de esta arquitectura ciclópea, aparece hacia el 5000 a.C. en el Sur de Portugal, Galicia,
Bretaña y sur de Irlanda. Todas ellas, tierras riquísimas en oro o en ámbar. Asimismo, se producen
construcciones ciclópeas, en Malta (isla de paso entre Oriente y el Atlántico); donde ya en el 4100
a.C. veremos las primeras manifestaciones de ese tipo. Posteriormente, entre el 4000 y el 3000 a.C. el
fenómeno dolménico occidental se extiende, desde los puntos originarios y hacia: La costa
atlántica y el Suroeste de la Península (Extremadura y Andalucía), el Cantánbrico, el litoral atlántico
francés, el Sureste de Gran Bretaña, el Sur de Irlanda, Norte de Europa (llegando a Jutlandia). A su vez, en
los mismos años se divulga ese megalitismo hacia el Mediterráneo, por todo el litoral Norte de África
cercano a la Península, llegando a la actual Túnez y pasando de nuevo a Malta, donde se genera una
nueva etapa de construcciones ciclópeas. Finalmente, entre el 3000 y el 2000 a.C., el megalitsmo ya
se extiende hacia el centro peninsular, alcanzando zonas como Toledo, Burgos o Valladolid. De igual
forma veremos ya megalitos en todos los lugares de Europa, por entonces ricos en minas de cobre y
estaño; en especial al Este de Francia, Centro Europa, Alemania y el Báltico; donde no había llegado
hasta entonces este fenómeno. De manera paralela, por el Mediterráneo avanzó el megalitismo
durante ese tercer milenio a.C. hacia las minas de estaño y cobre; llegando a Córcega, Cerdeña,
Sicilia (que junto al litoral catalán y las Baleares, eran punto de paso o bien tierras ricas en yacimientos
cúpreos o de casiterita).

Para terminar diremos que en lugares de Canáan y Oriente Medio, aparecen megalitos que algunos
pretenden fechar antes que los occidentales -sugiriendo que son el punto de nacimiento del
dolmenismo atlántico-. Esta última hipótesis es absurda, pues si el origen de la arquitectura ciclópea
estuviera en Oriente Medio, esta no se observaría tan solo en unos focos muy concretos (de Líbano,
Jordania o Palestina); sino se extendería por gran arte del área. Además, las altas dataciones que
teóricamente presentan esos dólmenes orientales, no han sido nunca confirmadas; pudiéndose
determinar tan solo que fueran del cuarto y tercer milenio a.C.. Todo lo que lleva a pensar en una moda
importada desde Occidente a las cercanías de Biblos, traída por navegantes del calcolítico y la Edad de
Bronce. Tal como sucede en El Egeo durante la etapa micénica, donde se construyen tumbas de
corredor y cúpula con formas y técnicas casi iguales a las usadas decenas de siglos antes en el
Atlánico, para levantar túmulos de corredor.

E- CONCLUSIONES:

Observando los periodos de Cerdeña, pronto hallamos paralelismos con la Península Ibérica, no
solo por la llegada del Vaso Capaniforme a la isla desde el 2100 a.C. (al igual que sucede en Sicilia).
Sino, además, por sus fechas y fases durante la Edad del Bronce. Así pues, mientras en nuestras
tierras aparece el Bronce entorno al 2700 a.C. (tras haber llegado el calcolítico sobre el 3000 a.C.);
en Cerdeña es el eneolítico lo que comienza en ese 2700 a.C.; señalándonos que el mundo vinculado
con los metales -el de Egipto, Mesopotamia y Oriente Medio- hasta esa fecha no visitaba Cerdeña,pero
había llegado a nuestras costas. Ello, pese a que en esta isla existían numerosas minas de cobre y de
estaño; aunque quizás el motivo esté en que estas últimas proporcionan una casiterita muy pobre y
plúmbea, que daría un bronce débil y quebradizo. Sea como fuere, parece innegable que Cerdeña en el
2700 a.C. estaba prácticamente fuera de las rutas del metal orientales, mientras Iberia (mucho más
lejana) ya se incorporaba al mundo del bronce. Una nueva tecnología que -a mi modo de ver-,
expandiría el famoso Vaso Campaniforme desde la Península. Creando a un mundo de buscadores y
forjadores de bronce, que desde esa fecha (2700 a.C.) florece primero en nuestras tierras y luego por
Europa atlántica; llegando hasta la Europa del Norte, a Centro Europa y alcanzando islas como
Córcega, Cerdeña y Sicilia.

Todo lo que nos habla de una civilización occidental y minera, originada en las inmediaciones de
Almería, entorno al 2800 a.C. -cuando nace el Egipto Dinástico- y que llega a difundirse prácticamente
por toda Europa, incluyendo sus islas (ver mapa arriba, con difusión del Campaniforme). A esta
civilización de las cerámicas en forma de campana, hemos de sumar la otra gran cultura procedente del
remoto atlántico peninsular, como fue la dolménica. Cuya dispersión de construcciones megaliticas
durante el tercer milenio a.C., nos ayuda a comprender muy pronto cómo a partir de esa fecha (el
2800 a.C.) aparece una nueva civilización de buscadores de metal. Gentes del Mundo Campaniforme,
que van avanzando sobre Europa atlántica y el Mediterráneo del Oeste. Promoviendo la creación de
dólmenes, menhires y cromlechs; ya con diferentes formas y de “tipo irlandés”: Tumbas de corredor,
con cúpula y levantados con lajas (sin grandes piedras ciclópeas en las paredes). Una nueva cultura unida
al dolmenismo y al Campaniforme, en la que podremos ver construir cenotafios y observatorios
astronómicos, con iguales técnicas en el Norte de Europa o en medio del Mediterráneo -tanto en las
Islas Británicas como en Jutlandia, en Almendralejo y hasta en Cerdeña o Sicilia-. Algo que nos
habla claramente de un comercio de metales que transitaba desde el 2700 a.C.; viajando desde el
Norte Atlántico, las costas de Francia y las de España, llegando hasta Oriente Medio y Egipto
(pasando por islas como Malta, Cerdeña o Sicilia).

Esta cultura metalúrgica del Bronce, que hubo de expandirse en busca del cobre y del
estaño (imprescindibles en la época, pero escasísimos en el Mediterráneo), sería protagonizada por
aquellos hombres del Vaso Campaniforme. A quienes debemos la llegada paulatina de la Edad del
Bronce por todo el Occidente continental (desde Jutlandia a las Islas Británicas). Tratándose de la
segunda gran cultura nacida en Europa, por ser heredera de Los Millares; su civilización antecesora
surgida también en Almería unos ochocientos años antes -probablemente a través de expediciones
llegadas desde Tell Brak o de Tell al Hallaf (promovidas por los sumerios, que precisarían de oro, gemas y
ámbar)-. Así pues, la primera gran cultura de la Europa Occidental -conocida como tal- fueron Los
Millares; que desde el 3500 a.C. al 2200 a.C. expandió el eneolítico y posteriormente el
calcolítico (con la llegada del cobre a la Península Ibérica cientos de años antes que a otros lugares más
cercanos a Oriente Medio o Egipto). La segunda gran cultura occidental sería esta del Campaniforme,
nacida hacia el 2800 a.C. y que desaparece entorno al 1800/1600 a.C. (probablemente debido a la caída
del Imperio Minoico con la explosión del Tera-Santorini). Mientras la tercera civilización del Bronce fue El
Argar (2200 al 1550 a.C.); que sustituye a Los Millares y surge en paralelo a la caída del Imperio
Antiguo egipcio; para terminar en fechas iguales al nacimiento del Nuevo Imperio faraónico (tras la
caída del reino Hicso).

Consecuentemente, si realizamos paralelamente cronologías con Malta y el mundo sardo; hemos visto que
en Cerdeña el Eneolítico comprende desde el 2700 al 2300 a.C., mientras su Edad del Bronce se data del
2300 al 1000 a.C.. Al igual que en Malta no llega al Bronce hasta el 2400, permaneciendo la Isla en esta
fase al menos hasta el 1000-750 a.C.. Lo que indica que los primeros expedicionarios llegados desde
Oriente Medio o de Egipto; tuvieron contacto pleno mucho antes con la Península Ibérica, que con
esas islas centrales del Mediterráneo. Por lo que en Iberia el calcolítico comienza antes del 3000 a.C.
y el Bronce Inicial entorno al 2700 a.C.. Mientras Cerdeña durante la fase del 2700 al 2300 a.C. aún
permanecía en el eneolítico y a Malta hasta el 2400 no conocerá el Bronce.

Todo ello nos muestra unos expedicionarios venidos desde Oriente Medio o del Levante Mediterráneo,
llegando primero a nuestras tierras -para trocar ámbar y pepitas de oro-. Viajeros que ya desde el 3000
a.C. procederán de un mundo inmerso en la Edad de los Metales; procurando la búsqueda de
yacimientos de mineral precioso (oro, plata, cobre y estaño). Hechos que irán generando paso a
paso las distintas fases del Atlántico; donde el megalitismo se expande conforme crece esa
trashumancia marinera que transportaría gemas y metales de Norte a Sur, para hacerlas llegar al
Mediterráneo. De este modo, aquellas gentes de Oriente medio llegadas durante los veranos buscando en
nuestras costas ámbar, minerales y metales; en su unión y contacto con el megalitismo, fructificarían como
esas nuevas culturas -explicadas-. Generando unas civilizaciones mineras y metalúrgicas que se
expandirían por toda la Europa Occidental y sus islas. Naciendo de esa fusión entre el dolmenismo y los
llegados del Levante mediterráneo, primeramente Los Millares (3500-2200 a.C.) más tarde el Vaso
Campaniforme (2800-1800 a.C.) y El Argar (2200-1600 a.C.). Culturas que se originan y desaparecen
de modo coetáneo con diversas fases de Oriente Medio, del Egeo o de Egipto; pero que en su
entorno europeo difundirán nuevos estilos y formas constructivas. Expandiéndose desde nuestra
Península a Francia, las Islas Británicas, costas de Holanda, Alemania, Jutlandia y centro Europa;
aunque asimismo lo hicieron por el Mediterráneo, aculturando hasta Cedeña y Sicilia.
AL LADO Y ABAJO: Megalitismo en Japón. Al lado: Maquetas de dos dólmenes de Kannon Yama
excavados en la prefectura de Gunma (Japón) tal como las muestra el Museo Arqueológico de Gunma -al
que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Desde el 250 de nuestra Era y hasta el 750, se
desarrolla en tierras nipponas el periodo llamado Kofun (de “dólmenes”). Estos enterramientos fueron
promovidos por las grandes influencias importadas desde la cercana península de Corea, donde se hallan
algunos de los yacimientos con más megalitos del Mundo. Estableciéndose desde entonces la inhumación
en dólmenes, como un sistema que antaño practicaban las clases más altas japonesas -aunque
actualmente solo la siguen manteniendo en la familia del emperador-. La proliferación de dólmenes
(kofun) en zonas como Gunma (a unos cien kilómetros al Norte de Tokio), se debió a que por aquel
entonces esta prefectura fue el centro “capital” nippón -unos mil quinientos años atrás-.

Abajo: Cartel de entrada al dolmen de tipo “ojo de cerradura”, donde vemos el plano del cenotafio y
asimismo el lugar en que fueron halladas las “Hanniwas” -figuras de terracota enterradas-. Ya que de
manera similar al túmulo del emperador Quin Shi Huang (creador de la China); que se inhumó junto a
centenares de guerreros en figuras de terracota. Los antiguos japoneses de enterraban en túmulos
(simples o de corredor) donde asimismo guardaban figuras de cerámica. Hemos de pensar que
estas piezas de barro llamadas Hanniwas (algunas de ellas de gran tamaño, superando el metro y medio
de altura) se situaban en la tumba del señor, como exvotos. Seguramente cambiando la costumbre de
ofrecer al fallecido vidas humanas, sustituyéndolas por piezas de cerámica. Cambiando así parte del
antiguo y terrible rito de matar a los súbditos y viudas del finado. Mujeres del harén, junto a los servidores
más próximos y algunos de los más importantes guerreros; que solían ser ejecutados cuando moría el
señor. Seguramente como un modo de “devotio”, para asegurar al gran noble que todos procurarían darle
larga vida y nadie de su entorno le traicionaría; al saber que cuando aquel señor fallecía, ellos morían
también. Posiblemente fue este el sentido de las Hanniwas e incluso de aquellos guerreros y caballos que
se cuentan por miles en la tumba del famoso emperador Quin Shi Huang. Y seguramente también tuvieron
un significado muy semejante con ritos parecidos llevados a cabo en el Mediterráneo Antiguo (como las
terracotas de Mirina y Tanagra, que introducían los helenos en los cenotafios).
AL LADO Y ABAJO: Dolmenismo
en Japón. Al lado: Entrada al dolmen de Kannon Yama, en Gunma (mi mujer y mi sobrina frente a su
“puerta”; actualmente abierta y con una reja). Una teoría tan extendida como admitida sobre el
megalitismo, afirma que fue un movimiento constructivo cuyo comienzo se fecha hacia el 5000 a.C.
(en el extremo occidente Europeo -Sur de Portugal, Galicia, Irlanda y Bretaña); pero que desde
entonces se ha ido extendiendo hacia el Este. Así sucedió durante los dos primeros milenios, en que se
construyeron estas formas de cenotafios y de observatorios astronómicos por toda Europa (llegando a
Oriente Medio). Más tarde, el fenómeno megalítico se extendería por el Sur de Italia y saltaría a las
islas cercanas (Córcega, Cerdeña y Sicilia), llegando posteriormente al Egeo; donde los cenotafios
micénicos tuvieron un diseño similar al de las tumbas de corredor dolménicas que se levantaban en
nuestras tierras mil años antes. Seguiría aquel viaje del megalitismo hacia el Oriente, convertido en
cenotafios de los pueblos esteparios y de los indoeuropeos caucásicos. Destacando los escitas, que se
enterraban en túmulos a mediados del primer milenio a.C.; y los túmulos de Aguidea, contemporáneos a
Alejandro Magno. En lo que se refiere a China, tenemos como ejemplo más destacado de este tipo de
enterramiento, el caso -ya citado- del primer emperador Quin Shi Huang; inhumado en un enorme
túmulo junto a miles de guerreros. En el caso de Japón, la etapa de los enterramientos en megalitos
(kofún) se inicia entorno al 250 d.C. y es cuando se inicia el sistema y el reino nación del Sol
Naciente. Cuya creación podemos fechar en la tercera etapa de “kofún”, a comienzos del siglo VI
d.C., cuando los emperadores y grandes señores del Japón comienzan a enterrarse en dólmenes
con forma de ojo de llave (tal como el que vemos). Actualmente, la familia real nippona sigue
inhumándose en este tipo de tumbas; por lo que muchas no han podido ser aún excavadas, debido a que
siguen en uso como cementerios de los emperadores y sus antepasados.
Abajo: Interior del dolmen de Gunma, en el que se observa que se trata de un enterramiento de
corredor, hecho con paredes de piedras y con una gran losa encima. Su tipología es igual que la que
observamos en muchos cenotafios de Irlanda o de España entorno al 2700 a.C. (como en el caso de la
tumba de Almendralejo -Huerto Hornina-).

ABAJO: Exterior del dolmen Kannon Yama de Gunma; al lado, mi mujer junto a mi sobrina (lo que
puede darnos idea del tamaño del cenotafio). Se cuentan por decenas de miles, las tumbas megalíticas
halladas en las islas japonesas. Durante una primera fase fueron más sencillas, pero desde el año 400 d.C.
se comienzan a construir en forma de ojo de llave; como grandes túmulos con montañas. Desde el 475 al
710 se da la fase “kofún final”; donde ya las cámaras son de corredor; usando grandes megalitos
en sus techos (tal como el que vemos). Durante este último periodo se generaliza la transmisión de
poder relacionada con el enterramiento; siendo el derecho a la tumba lo que hace que se herede el
gobierno de una zona. A esta cultura y época pertenece la familia real de Japón; originada en el sigo
VI d.C. y cuyo rito de inhumación permanece aún en el megalitismo. Pues de algún modo, el derecho
al trono de Japón se relaciona con la norma heredada que concede el derecho a ser enterrado en un
dolmen.
ESTE ARTÍCULO TIENE UNA SEGUNDA PARTE, TITULADA:
COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE II: DESDE EL 2200 HASTA EL 1000 a.C.
PARA LLEGAR A ELLA, PULSE SOBRE EL SIGUIENTE ENLACE.
https://loinvisibleenelarte.blogspot.com/2019/02/comentario-las-cronologias-parte-ii.html

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CITAS:
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(1): A LOS INTERESADOS EN LAS CULTURAS CANOERAS, COMO LAS QUE PUDIERON EXISTIR EN LA EUROPA ATLÁNTICA
DURANTE EL MEGALITISMO Y LA EDAD DEL BRONCE, RECOMENDAMOS LEER:
LOS PRIMITIVOS MORADORES DEL "FIN DEL MUNDO" -en Chile- COMO HIPÓTESIS ARQUEOLÓGICA PARA LA COMPRENSIÓN
DEL MEGALITISMO EN EUROPA (Capítulo 115 de: "Los bueyes de Gerión en el Tesoro de El Carambolo".
PARA LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR ENLACE:
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2016/11/los-primitivos-moradores-del-fin-del.html
.
(2): HABÍAMOS DEDICADO VARIOS ARTÍCULOS A ESTUDIAR LA CITA SOBRE ESTOS ESTAÑOS NEGRO Y BLANCO QUE SE
DICE, MIDAS COMPRABA EN EL ATLÁNTICO. LO QUE MENCIONAN:
Higino, Fábula 274 "Midas rex, Cibeles filius, Phryx plumbum album et nigrum primus invenit" (que tambien se encuentra mencionado
en Casiodoro Var. 3,31). Y la mención que del rey hace Plinio en HISTORIA NATURAL, 7, 197 "Plumbum (album) ex Cassiteride insula
primus adportavit Midacritus" (Midácritus se lee para los investigadores como: "Midas, Cibeles filius, Rex Phryxus" y se corresponde
con la cita de Higinio que afirma que este rey importaba estaño de las Cassitérides -Galicia, costa Atlántica o Islas Británicas).
IGUALMENTE, SCHULTEN EN SU LIBRO TARTESSOS (Austral 1972) en su cita -1- de la página 83, rebate la posible teoría de que
Midashubiera podido ser el primero en importar hasta Grecia plomo (estaño) desde Tartessos. Exponiendo que es errónea la
interpretación que así hacen y la afirmacíon en este sentido de: Kirchner en PROSOP. ATTICA (s.V); Bechtel en GRIECHISCHE
PERSOSSENAMEN ( I, 1 ); Knaak en HERMES (1881, 587) y Salomón Reinach en L´ANTHROPOLOGIE y en CULTES MYTHES ETS
RELIGIONS (III,29). Afuirmando el alemán que Midas no pudo ser el primero y que aquella frase solo contiene el nombre de un
marinero, que había de llamarse Midocritus y no Midácritus. Corrigiendo hasta el taxto de Plinio, pues consideraba que Midas no pudo
haber tenido contacto con Tartessos (seguramente por desconocerse entonces el significado y la importancia de los neohititas y sobre
todo, del reino de Midas).
Según la cita de Higinio, Fábula 274. Lo que dicta Schulen tambien para rebatir la idea de que Midas pudiera comerciar con Tartessos,
exponiendo que a su parecer nada hay que tener de cierto en estos que nos afirman que Midas comerciaba con plomo (estaño y
"negro). Algo que unido a la frase de Plinio deja en evidencia que el rey de Frigia importaba estaño y plomo de las Cassitérides
-islas del Atlántico-, via Tartessos (pese a la negativa que -sin argumentos- presenta Schulten).
FINALMENTE VIMOS COMO MIDAS ERA EL ÚLTIMO REY NEOHITITA, EXPULSADO O MATADO EN GORDION. TODO ELLO, Y LA
APARICIÓN DE ESTATUARIA Y DE RASGOS IDIOMÁTICOS NEOHITITAS EN EL MUNDO DE TARTESSOS, NOS OBLIGA A
PENSAR QUE LOS SÚBDITOS DE MIDAS PUDIERON LLEGAR HASTA NUESTRAS TIERRAS EN BUSCA DE METALES. HASTA
DEBEMOS SUPONER QUE EL ENTERRAMIENTO DE POZO MORO PUDIERA SER UNA TUMBA DE "FAMILIARES" DE MIDAS
(REYES NEOHITITAS EXPULSADOS DE ANATOLIA ENTORNO AL SIGLO VII A.C.).
.
LOS ARTÍCULOS EN LOS QUE TRATÁBAMOS DEL ESTAÑO DE MIDAS, COMPRADO EN EL REMOTO OCCIDENTE ERAN:
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X: Los descendientes del rey Midas y
su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón -el monumento neohitita de Pozo Moro-). -RELACIONES ENTRE EL MUNDO
NEOHITITA (FRIGIO) Y TARTESSOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-9-y.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X : Los descendientes del rey Midas y
su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón. El monumento neohitita de Pozo Moro -Continuación-).
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-8.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte XI: Arganthonios y Midas. ¿Era de
origen escita el monarca del oro?.). -DE NUEVO, LA RELACIÓN ENTRE EL MUNDO ANATOLIO DEL SIGLO VIII AL VI A.C. Y EL
SUDOESTE PENINSULAR- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1_28.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XII: Midas. El rey de origen escita y los
adoradores del oro que comerciaron con Tartessos.). - DESCUBRIMOS CITAS HISTÓRICAS QUE MENCIONAN EL COMERCIO
ENTRE MIDAS (REY DEL ORO NEOHITITA QUE GOBERNABA GORDION) Y TARTESSOS-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/07/1.html
.
(3): HISPANIA (GEOGRAFÍA, ETNOLOGÍA., HISTORIA) por Adolf Schulten.
Traducción y edición de Pedro Bosch Gimpera y Miguel Artigas Ferrando
CON UN APÉNDICE SOBRE LA ARQUEOLOGÍA PRERROMANA HISPÁNICA por Pedro Bosch Gimpera
REEDICIÓN DE SEVILLA 2004
.
(4): ADOLF SCHULTEN: TARTESSOS (1921) Pag 56.
-CONTRIBUCIÓN A LA HISTORIA MAS ANTIGUA DE OCCIDENTE -
ED. RENACIMIENTO, reedición Sevilla 2004
Traducción de Manuel García Morente - Prólogo de Michael Blech
.
(5): Idem cita anterior; Tartessos de Shulten 2004; pag 43.
En este caso, las citas que contiene el texto a su vez, son las siguientes:
(III)La reproducción, en Bent, The ruined cities 01 Mashona.Land (1902),219; debo el dato a León Frobenius.
(IV)Reproducciones: Fimmen, Kret. myken. Kultur (1921), 122-123 // Forrer,Urgesch. des Europáers, 361; Rev. Itn. d'archéol., núm. 9.
(V)Sobre este punto me escribe Hub. Schmidt: "Barras de estaño en la forma de las barras de cobre cretenses atestiguarían,
seguramente, relaciones entre Cornualles y Creta”.
.
(6): Acerca de los lingotes en forma de “hacha doble”, su relación con los pectorales de El Carambolo y su significado, recomendamos
leer:
- LABRYS, BIPENNA, PELEKUS, BIFAZ, SAGARIS, LABRAUNDA O HACHA DOBLE: (Capítulo 109 de: "Los bueyes de Gerión en el
Tesoro de El Carambolo"): Explica el significado de la Bipenna, comenzando por el simbolismo del Júpiter Lápidus o Zeus Labrandeus.
Asimismo el del nacimiento de Atenea desde la cabeza de Zeus con un golpe de hacha doble (como símbolo de iniciación masculino
hacia el mundo femenil). Tanto como el significado de la bipenna como signo de inteligencia y de superación en el laberinto astral y
terrenal (indicando la capacidad de guiarse en el mar o en los desiertos). PARA LLEGAR AL ARTÍCULO;
PULSAR: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2015/11/articulo-nuevo.html
- ORÍGENES DEL SENTIDO APOTROPÁICO EN EL LABRYS Y EL LINGOTE PIEL DE BUEY (Capítulo 110 de: "Los bueyes de Gerión
en el Tesoro de El Carambolo"): Explica el significado apotropáico de esas dobles hachas, usadas desde la Edad del Bronce como
"moneda" de cambio y amuletos (además de ser armas y herramientas). Un signo nacido desde la bipenna que llegó al posterior
lingote del bronce , también inspirado en su diseño por el cuero (que igualmente servía para comerciar, medir riquezas y para
protegerse -ya que las armaduras se hacían como corazas de piel y cobre-. Siendo el símbolo de los pueblos metalúrgicos, sobre todo
de quienes comerciaban el bronce, cuya divulgación se debió a las bipennas de ese metal. Una aleación de cobre y estaño que tuvo su
origen en gran parte desde las gentes del Atlántico. Ya que las minas cúpreas y las de casiterita estaban principalmente en el litoral
Oeste de la Península Ibérica, en las costas de Bretaña y en las Islas Británicas. PARA LLEGAR A ESTE,
PULSAR: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2016/01/labrys-bipenna-pelekus-bifaz-sagaris.html
- PROCEDENCIA, DESCUBRIMIENTO Y VALOR DE LOS TALENTOS OXHIDE -PIEL DE BUEY- (Capítulo 111 de: "Los bueyes de
Gerión en el Tesoro de El Carambolo"). Vemos en este artículo como el origen del bronce mediterráneo, durante la Edad Antigua,
estuvo en el Atlántico (donde las minas de cobre y estaño abundan). Debido a ello, hubo de existir un comercio perfectamente
organizado ya desde comienzos del tercer milenio a.C. (inicio de la época dinástica egipcia); donde se establecieron medios para llegar
hasta nuestras costas y abastecerse en ellas de metales preciosos (procedentes de Iberia y las Islas Británicas). Algo que creó una
industria que fundía esos minerales en lingotes (piel de buey) con igual forma a los pectorales del Tesoro de El Carambolo. Talentos
cuyo peso y tasación estudiamos en este artículo, analizando los pecios de Uluburun y Cabo Calidonya. PARA LLEGAR AL ARTÍCULO
PULSAR: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2016/05/articulo-nuevo-incluido-origenes-del.html
.
(7): Hemos dedicado artículos en nuestro blog "Megalitismo Atlántico", a exponer los trabajos realizados en dicho yacimiento por parte
del Profesor Escacena y los posibles contactos entre las culturas del Valle del Guadalquivir y el mundo Badariense. Por Carlos Manuel
Lorenzo
http://norteafricaeuropaneolitico.blogspot.com/2015/06/egipto-i-predinastico-4500-ac-
http://norteafricaeuropaneolitico.blogspot.com/2015/06/egipto-i-predinastico-4500-ac-3000-ac.html3000-ac.html
.
(8): VER MI LIBRO
"HIGA, HIGO, HÍGADO Y AOJO (magia, religión y medicina)
"El cuerpo en la tradición",Valladolid 2007 (ed. fundación Joaquín Díaz).
COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE II: DESDE EL 2200
HASTA EL 1000 a.C. (del nacimiento de El Argar hasta el Bronce
Final) -Capítulo 124/b de: "Los bueyes de Gerión en el tesoro de
El Carambolo"-.
Publicado por Angel Gómez-Morán Santafé
en TARTESSOS Y LO INVISIBLE EN EL ARTE (03/02/2019)

ÍNDICE GENERAL: Pulsando el siguiente enlace, se llega a un índice general, que contiene los más de
ciento sesenta artículos que hasta ahora hemos editado en "Tartessos y lo invisible en el arte". PARA
LLEGAR A ELLOS, hacer clik sobre: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2015/03/indice-de-
articulos.html

Los capítulos se desarrollan en un texto escrito en negro y se acompañan de imágenes con un amplio
comentario explicativo (recogido en rojo y cuya finalidad es razonar ideas). Si desea leer el artículo entre
líneas, bastará con seguir la negrilla y las letras rojas destacadas.

ESTE ARTÍCULO TIENE UNA PRIMERA PARTE, TITULADA:


COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE I: DESDE EL 5000 HASTA EL 2200 a.C.
PARA LLEGAR A ELLA, PULSE SOBRE EL SIGUIENTE ENLACE.
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com/2019/01/comentario-las-cronologias-parte-i.html

JUNTO Y BAJO ESTAS LINEAS: Vitrinas del


Museo de Zuheros (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras imágenes). Al lado, restos de
cerámica “a la Almagra” y a su lado, un molino para triturar esa almagra -hematites- con los que daban
color a los recipientes. Este tipo de barro de tono rojo, tintados con polvo de hematites mezclados en
las arenas; es típico de la Andalucía neolítica, apareciendo con profusión desde el 6000 al 3000
a.C.. Su técnica y estilo habla de una cerámica muy cuidada y que hasta se bruñía para darle brillo o
belleza.

Abajo: Cerámicas impresas e incisas procedentes de la Cueva de los Murciélagos. Esta caverna
guardaba un enterramiento colectivo (de una reina y varios hombres) fechado entorno al 5000 a.C.;
procedente de una cultura ajena a la peninsular. Se puede determinar el enterramiento de Los
Murciélagos como uno de los más antiguos de Iberia, marcando el comienzo de unos ritos
funerarios que se mantendrán durante el megalitismo -iniciado hacia esas fechas-. Considerándose
así que desde el 5000 a.C. nacerá el Eneolítico en el Sur de la Península, a la vez que se origina la
cultura dolménica.
INTRODUCCIÓN (resumen artículo anterior):

En el artículo de hoy seguiremos comentando los dos capítulos en los habíamos desarrollado una
cronología del Mundo Antiguo -recogidos en cita (1) -. Esas cronologías comprenden hechos de
Oriente Medio, Egipto, Anatolia, El Egeo, Creta y Chipre; así como los acontecimientos sucedidos en
Asia Menor y en diferentes culturas antiguas del entorno. Describiendo el desarrollo de estos
sucesos, conforme pudieran haber influido en la Península Ibérica -contando con el impacto que (en mi
opinión) tuvieron sobre nuestras tierras-. Unos acontecimientos que gracias a la arqueología y a la
ciencia podemos hoy conocer; pese a que no sabemos lo que ocurrió en la península, durante esas
fechas. Pero a través de lo sucedido en áreas más o menos lejanas, podemos llegar a deducir
algunos acontecimientos; aunque apenas existan testimonios acerca de lo que vivió nuestro
territorio. Comparando otros hechos que influirían -a mi parecer- en el devenir de la Prehistoria y
Protohistoria de Iberia. Nos referimos a cataclismos, revoluciones, avances, convulsiones, aparición de
nuevas culturas y civilizaciones o la expansión de imperios -acaecidas en extremo Oriente, en Asia Menor,
el Egeo, Anatolia o en Egipto-.

Transformaciones y catástrofes, que aunque se produjeran en zonas muy lejanas, traerían hasta
nuestras costas innovaciones, progresos y nuevas gentes. Primero, a consecuencia de la búsqueda de
oro, ámbar y plata; durante el quinto y cuarto milenio a.C. (con las rutas del ámbar). Pero tras la aparición
de los metales, estas novedades llegarían por mano de expedicionarios venidos hasta las costas
atlánticas, obligados por la búsqueda de cobre y estaño. Unos metales tan imprescindibles para
sobrevivir durante la Edad del Bronce, como escasos en el Mediterráneo y sus proximidades. Donde
apenas existían filones de casiterita ni grandes minas de cobre, a excepción de los yacimientos cúpreos de
Chipre, Eubea, Córcega y Cerdeña -habiendo también estaño en tierras sardas, aunque de muy baja
calidad-. Debido a ello, el eneolítico y el calcolítico llegará al Sur peninsular en tiempos muy
tempranos, ya en el 3200 a.C. y por vía marítima. Apareciendo el uso del cobre en el litoral hispano
mucho antes de hacerlo en el francés, o en el de las costas marroquíes, argelinas y tunecinas. Todo lo que
-a mi juicio- se debió a la riqueza mineral que tenían por entonces nuestras tierras; llegando a ser muy
famosas en yacimientos preciosos. Un hecho que traerá expedicionarios venidos de zonas muy lejanas,
quienes iniciarán las primeras civilizaciones occidentales (peninsulares).
AL LADO: Imagen compuesta: En medio, flores de
adormidera -fotografiada por mí-, entre algunos tejidos de esparto aparecidos en la Cueva de los
Murciélagos; donde fueron halladas diversas zapatillas de ese tejido, junto a cestas votivas,
fechadas entre el 5200 y el 4600 a.C. (propiedad del Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos
nos permita divulgar la imagen)-. Contenían algunos de esos capacetes, flores de opio; lo que nos
indica el sentido ritual e iniciático de este enterramiento de Los Murciélagos, en el que aparecieron
doce cadáveres de hombre rodeando al de una mujer. Fue tristemente expoliado a principios del siglo
XIX, pero un sabio coetáneo sería capaz de recuperar cuanto allí dejaron sus ladrones, e incluso describir
en qué forma encontraron todo los que primero entraron (antes de llevarse una diadema de oro y algunas
cosas de valor).

Esta persona de enorme calidad humana y humanística fue Manuel de Góngora y Martínez, que en 1868
publicó un libro en el que dedica un extenso capítulo a la mencionada cueva; titulado "Antigüedades
prehistóricas de Andalucía”. Donde su autor explica el modo en que los mineros que hallaron los restos,
tomaron una diadema de oro y algunos utensilios de aquella caverna. Describiendo asimismo la forma en
que se encontraron los cadáveres dispuestos en su interior, detalló todos los pormenores. Destacando el
hecho de que los allí enterrados aparecieran vestidos con trajes de esparto y que algunos de los difuntos
tenían hasta un "casco" de este tejido. Por lo demás, los distintos tipos de cáñamo concedían una
aplicación médica y bélica. Proporcionando el esparto cuerdas y medios para cubrirse o hacer ropas
junto a enseres protectores; mientras la adormidera daba también cordajes, aunque sus extractos
permitían parir y "operar" sin dolor; pero también batallar sin sufrir miedos ni angustias. Siendo mi
teoría que los ejércitos antiguos proporcionaban este tipo de drogas a sus soldados antes de entrar en
confrontación, todo lo que actuaba como "una poción mágica" -normalmente realizada con opio-

BAJO ESTAS LINEAS: Sandalias, cestas y diversos objetos de esparto aparecidas en la Cueva de
los Murciélagos (Albuñol, Almería) que se fechan entre el 5200 y el 4600 a.C. (propiedad del Museo
Arqueologico Nacional, al que agradecemos nos permita divulgar la imagen). Podemos considerar esa
zona (Almería) y estas fechas, como punto de partida para el inicio de lo que posteriormente sería el
eneolítico y el megalitismo. Una civilización seguramente importada -o inculcada- por misioneros y
expedicionarios llegados desde Oriente Medio (buscando nuevas tierras, metales preciosos, gemas y
ámbar). A mi juicio, esta cueva de los Murciélagos sería uno de los primeros santuarios donde enterraron a
varios de los que comenzaron aquella cultura de las piedras ciclópeas. Monumentos de gran tamaño,
levantados principalmente para orientarse y poder regresar anualmente al punto de
partida (sirviéndose de las sombras de los menhires o de las coordenadas que les prestaban los
cromlechs). Lo que decimos no significa que el megalitismo proceda del Oriente mediterráneo, sino
que fue impulsado por aquellos visitantes llegados desde tierras lejanas hasta las nuestras. Quienes
introducirían nuevas ideas religiosas y técnicas de inhumación; que fraguarían la civilización dolménica. Ya
que como sabemos, los primeros megalitos se datan hacia el 5000 a.C. en el litoral atlántico; mientras
la arquitectura ciclópea de Oriente Medio es más tardía.

En estos párrafos de introducción -resumiendo el artículo anterior- concluimos que entre el 5000 y el
2200 a.C., se producen diversas culturas peninsulares. La primera fue puramente atlántica y se trató
del megalitismo; que desde el 5000 a.C. nacería en las costas de Portugal, Galicia y de Bretaña francesa;
llegando de forma aislada a la isla de Malta hacia el 4100 a.C.. Posteriormente, durante el cuarto milenio,
ese dolmenismo se difunde por todo el Atlántico y Cantábrico de Iberia, por el Oeste de Francia y por las
Islas Británicas; llegando a Jutlandia y el Mar del Norte (buscando ámbar y oro, seguramente). Avanzando
también ese fenómeno ciclópeo entre el 4000 y el 3000 a.C., por las costas del norte de África cercanas a
Iberia (Marruecos, Argelia y Túnez); apareciendo aisladamente en zonas cercanas a Biblos -a mi juicio,
como una moda importada desde el Occidente remoto-. Por su parte, desde el 3500 a.C. se inicia otra
cultura en el Sur Peninsular (concretamente en Almería) llamada Los Millares. Civilización de clara
influencia mesopotámica y que adoraba al ídolo con forma de ojos -tal como se hacía en Tell Brak o en
el mundo sumerio-. Los Millares conocerán la llegada del cobre, expandiéndose el calcolítico
penínsular desde el 3200/3000 a.C.; en tiempos muy tempranos con respecto a otras zonas
occidentales.

Finalmente aparecerá el Bronce en nuestras tierras (entorno al 2800 a.C), generando una nueva
cultura: La del Vaso Campaniforme, que convivió con Los Millares. Pese a ello, los hombres del
Campaniforme, variaron el tipo de construcciones dolménicas; realizando vandalismo sobre las
antiguas y creando unas nuevas más “modernas”. Tumbas de corredor -que anteceden al Tholos- que
llegan a las Islas Británicas, levantadas en túmulos, de gran cúpula y con lajas en las paredes (normalmente
orientando sus entradas o aperturas hacia puntos astrales). Más tarde llegará el Bronce Pleno a la
Península Ibérica (entorno al 2200 a.C.), generando otra nueva civilización, en Almería y sus
proximidades: El Argar. Cultura que acabó -o sustituyó- a Los Millares y que convive con la
Campaniforme. Aunque esta del vaso en forma de campana perdura desde el 2800 al 1800/1600 a.C.
(aprox); mientras El Argar se inicia hacia el 2200 a.C. y finaliza entorno al 1550/1400 a.C..

Consecuentemente los hechos referidos, en el artículo anterior concluíamos que estas fases
peninsulares se debieron en gran parte a la visita de expedicionarios del Levante; llegados desde
Oriente Medio por mar, durante los meses de bonanza. Primero buscando ámbar; más tarde oro, plata y
gemas; pero necesitando venir desde el 3000 a.C. hasta nuestras tierras, obligados por el estaño y el cobre
(para fabricar herramientas y armas de bronce). Así pues, habíamos relacionado la difusión y origen del
megalitismo atlántico, con las rutas del ámbar (desde el 5000 al 3000 a.C.); promovidas por ciudades
satélites de Egipto y Mesopotamia asentadas en Oriente Medio (Biblos y Tell Brak). Luego, relacioné la
llegada del cobre a nuestras tierras, con el nacimiento del Egipto dinástico (3100). Tanto como la
posterior aparición del bronce en nuestras costas y del Vaso Campaniforme (hacia el 2700 a.C.); con
la caída de Tell Brak y el inicio del Imperio Antiguo faraónico. Finalmente, el Imperio Antiguo decae
hacia el 2200 a.C., en el momento en que aparece El Agar, en el Sur ibérico. Cultura del bronce
peninsular que perdura hasta el inicio del Imperio Nuevo egipcio (hacia el 1550 a.C.); mientras el
Vaso Campaniforme comienza a finalizar en la misma época que se produce el tremendo terremoto
del Tera-Santorino (desde el 1680 a.C.). Catástrofe que destruye el mundo minóico coétaneo y que
empuja a anatolios, cretenses y canaáneos hacia el Nilo (estableciéndose los huidos en el Norte del reino
faraónico, tras fundar el reino Hicso).

SOBRE ESTAS LINEAS: Cerámica calcolítica expuesta en el Museo de Zuheros (al que agradecemos
nos permita divulgar nuestra imagen). Las piezas que vemos se fechan entorno al 3000 a.C., aunque por
su estilo y diseño más me recuerdan al tipo argárico que al de Los Millares o el Vaso Campaniforme. Por
cuanto, probablemente sea unas piezas más cercana al 2200, que al 3000 a.C..

JUNTO ESTAS LINEAS: Diversas piezas de la Edad del Bronce, expuestas en el Museo Arqueológico
de Burgos -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. A nuestra izquierda, hachas planas
de la Primera Edad del Bronce de la Meseta castellana (entorno al 2000 a.C.). A la derecha, tres hachas de
anillas y talón de la Edad del Bronce Final (entorno al 1300 a.C.). Observando estas armas, nos viene
rápido a la memoria escenas y grabados egipcios, donde vemos personajes luciendo hachas de este
tipo (aunque montandas con mango). Es más, si nos fijamos en las más antiguas (las planas)
apreciaremos claramente un diseño oriental y muy semejante a las bipennas de Creta o del Nilo.
A) - DEL 2200 a.C. AL 1500 a.C. (desde el nacimiento, al final de El Argar):

a-1) Cronología comparativa con Malta, Cerdeña, Chipre, El Egeo y Anatolia (2200 al 1500 a.C.):
Comenzaremos por lo que sucede desde estas fechas en Malta, El Egeo, Anatolia y otros archipiélagos
cercanos. Aunque previamente hemos de recordar que en El Egeo y proximidades hay una fecha
crucial; como es la de 1680 a.C., cuando en Tera-Santorini revienta la caldera de su volcán,
desapareciendo gran parte de esta isla situada frente a Creta (provocando un cataclismo de terribles
consecuencias en la zona). Pero pasemos a resumir lo que sucedió en Malta, que desde el 2500 a.C. se
había sumido en un vacío arqueológico, desapareciendo las culturas anteriores y despoblándose
sus tierras. Llegando hasta ella nuevas gentes, entorno al 2400 a.C.; que ya introducen el bronce y
que por primera vez construyen poblados con murallas y en altos. Pues hasta entonces, las
poblaciones maltesas carecían de protección (siquiera pertrechos) y estaban elevadas en los llanos. Este
periodo de la Edad del Bronce maltesa perdurará desde el 2400 hasta el 1500 a.C. y continuando
hasta el 750 a.C.; fechas desde las que entra paulatinamente el hierro en la isla (2) . A su vez, en
Cerdeña aparece el bronce en los mismos años y se mantiene como norma hasta el comienzo del
primer milenio a.C.; abarcando la Edad del Bronce sardo desde el 2300 a.C., hasta el 1000 a.C., en
diferentes etapas que mostramos en cita (3) . Además, desde el 2100 al 1600 a.C. se vive el periodo
campaniforme sardo; una fase que procede de una cultura ibero peninsular, como es la del Vaso
Campaniforme (trasladada a la isla). Pues como sabemos, este vaso campana nace en las inmediaciones
de Almería -hacia el 2800 a.C.- y se extendió por casi toda Europa -llegando principalmente a lugares ricos
en estaño y cobre, tal como fue la antigua Cerdeña-.

Por su parte, en el Egeo se origina el Heládico entono al 2300 – 2200 a.C.; fechas paralelas a El Argar
y a la difusión del bronce en Malta y Cerdeña. Siendo las fases del periodo Heládico las siguientes: 2300
al 2200 a.C.: Heládico Antiguo I // 2200 al 2000 a.C.: Heládico Antiguo II // 2000 al 1850 a.C.: Heládico
Antiguo III // 1850 al 1650 a.C.: Heládico Medio // 1650 al 1450 a.C.: Heládico Reciente I (llamado Micénico
antiguo) // (4) . Así pues, se observan claros paralelos entre las tres fases de El Argar hispano con
esos periodos heládicos del continente en el Egeo. Pero además, las fases coetáneas de Chipre son
también paralelos a las anteriores, tal como podemos ver (5) . Pues desde el 2300 al 2200; 2200 al 2100
y 2100 al 2000 a.C.: Bronce Antiguo I, II y III // desde el 2000 al 1600 a.C.: Bronce Medio // desde el 1600 al
1450 a.C.: Bronce Medio al Bronce Reciente // desde el 1400 a.C.: Bronce Reciente o Chipriota
Reciente. Momentos que coinciden con las heládicas, pero también con las de Cerdeña, que
son: Desde el 2300 al 2250 a.C: Filigosa // 2250 al 2100 a.C.: Abealzu // 2200 al 2100 a.C.: Montecaro //
2100 al 1600 a.C.: Campaniforme // 1600 al 1500 a.C.: Bonnano.

En lo que se refiere a Creta, los periodos marcan las siguientes fechas (6) : 2160 al 1900 a.C.:
Minoico Medio IA Pre-palaciego // 1900 al 1800 a.C.: Minoico Medio IB Proto-palaciego (periodo del palacio
antiguo) // 1800-1700 a.e.v Minoico Medio II // 1700-1650 a.e.v Minoico Medio IIIA /// 1680 DESTRUCCIÓN
DE CRETA POR EL TERA SANTORINO // 1650-1600 a.e.v Minoico Medio IIIB Neo-palaciego (periodo del
palacio nuevo) // 1600-1480 a.e.v Tardo Minoico IA (ERA DEL REY MINOS EN CNOSSOS). Estas fases,
cretenses encajan nuevamente con los periodos de la Península ibérica. Que en el 2200 a.C. vivía el
nacimiento de El Argar con el final de Los Millares, y que desde el 1950 a.C. entraba en el apogeo de la
Cultura de El Argar ( Argar II, en paralelo con el Minoico Medio I). Pasando luego al Argar III, desde el 1750
a.C., que entra en crisis desde el 1550 a.C.; aunque a su vez y entorno al 1600 a.C., desaparece el Vaso
Campaniforme, en fechas paralelas a la destrucción de Creta por el Tera-Santorino..

Finalmente, incluiremos los periodos que vive Anatolia durante fechas paralelas; que desde el 2300 al
1700 a.C. se encuentra en Bronce Antiguo (fundándose el imperio hitita entorno al 1700 a.C.). Así
pues, desde ese siglo XVIII hasta el XV a.C., vive Anatolia en pleno el imperio Hitita; que se funda en
tiempo coetáneo al Tera-Santorino y que decae hacia el 1500 a.C.. Tras ello, desde el 1450 a.C. se
inicia el periodo del Imperio Nuevo de Hatti, que caerá definitivamente con la aparición del hierro,
unos siglos después (hacia el 1200 a.C.) (7) .

Consecuentemente, realizando un paralelo entre La Península, El Egeo, Anatolia, Chipre, Malta y


Cerdeña; se observan fases muy cercanas, del siguiente modo:

- ARGAR I (2200 a 1950 a.C.) // Egeo, Heládico Antiguo I (2300 al 2200 a.C.) y Heládico Antiguo II (2200 al
2000 a.C.) // Chipre, Bronce Antiguo I, II y III (2300 al 2200; 2200 al 2100 y 2100 al 2000
a.C.) // Cerdeña Filigosa (2300 al 2250 a.C.); Cerdeñla Abealzu (2250 al 2100 a.C.); Cerdeña Montecaro
(2200 al 2100 a.C.) // Anatolia, Bronce Antiguo (2300 al 1700 a.C.) // Creta Minoico Medio IA Pre-
palaciego (2160 al 1900 a.C.) y Minoico Medio IB Proto-palaciego (1900 al 1800 a.C).
- ARGAR II (1950 a 1750 a.C.) // Egeo, Heládico Antiguo III (2000 al 1850 a.C) y Heládico Medio (1850 al
1650 a.C.) // Chipre, Bronce Medio (2000 al 1600 a.C.) // Cerdeña, Campaniforme (2100 al 1600
a.C) // Anatolia, Imperio Hitita (1700 al 1450 a.C.) // Creta, Minoico Medio II (1800-1700 a.C) y
Minoico Medio IIIA (1700-1650 a.C.) /// 1680 a.C. DESTRUCCIÓN DE CRETA POR EL TERA SANTORINO

- ARGAR III (1750 a 1550 a.C.) y desaparece el Vaso Campaniforme (1700 a.C.) // Egeo, Heládico
Reciente I (llamado Micénico antiguo) 1650 al 1450 a.C. // Chipre, Bronce Medio al Bronce Reciente (1600
al 1450 a.C.) y Bronce Reciente o Chipriota Reciente (desde el 1400 a.C.) // Cerdeña, Bonano (1600 al
1500 a.C.) // Anatolia, Reinos Neohititas (1450 a.C. hasta el Hierro) // Creta, DESTRUCCIÓN DE CRETA
POR EL TERA SANTORINO (1680 a.C.) y 1Minoico Medio IIIB Neo-palaciego 650-1600 a.e.v (periodo del
palacio nuevo) y Tardo Minoico IA (ERA DEL REY MINOS EN CNOSSOS) (1600-1480 a.C).

ARRIBA Y ABAJO: Dos gráficos míos que contienen las temperaturas y las fases de la Historia. En
el superior, podemos ver los cambios en grados, marcando con una linea roja la temperatura
actual. Abajo, esas modificaciones climáticas se recogen junto a los hechos históricos que las
rodearon. Para resumirlas diremos que poco antes del 8000 a.C. parece que algún astro se estrella contra
el Sol, provocando una enorme subida de temperaturas. Ese ascenso es paralelo, o lo que provocaría, el
inicio del Neolítico y de la agricultura. Después del 6000 a.C. vuelven a ascender las temperaturas y poco
más tarde se genera el Megalitismo occidental. Otros periodos de bonanza darán como resultado el
calcolítico, la Edad del Bronce y la Era de las Pirámides. Asimismo, las fases de frío parece que generaron
etapas de ruptura y pobreza (como la caída del Minóico, la desaparición de Grecia y la del Imperio Romano)
ARRIBA AL LADO Y ABAJO: Tres fotos tomadas en Pino de oro (Zamora) y
en sus proximidades -en el paso del Duero-. Arriba, imagen del puente llamado de Requejo, obra que
los lugareños atribuyen al ingeniero francés Eiffel, aunque en verdad es del hispano-luso, Eugenio Ribera
Dutaste. Técnico español, que nació y vivió su infancia en Portugal, donde estudió el famoso puente de Don
Luis, levantado por Eiffel en Oporto. Siendo el modelo que siguió para este que cruza el río Duero a la altura
de Pino de Oro; un pueblo que fue así denominado por las famosísimas minas áureas que tenía. Al
lado, cartel de Pino de Oro, indicando los antiguos lavaderos de metal preciado, hechos por los
romanos. Abajo, otra foto del Duero a su paso por este pueblo; donde vemos a mi mujer y se observan
los cortes y caídas de terreno, desde las que nacen esas vetas áureas. Pues este caudal antaño fue
denominado el río del oro (Duero); debido a la enorme cantidad de ese metal que arrastraban sus aguas.
a - 2) Cronología comparativa con Canaán y Egipto (2200 al 1500 a.C.):
Por su parte, en Canaán durante los años finales del tercer milenio a.C. se suceden los hechos que ya
habíamos destacado en el artículo anterior: Sobre el 2200 a.C. llegaron para invadir Oriente Medio
unas tribus que atacaron también Mesopotamia. Su nombre -“amurru”- era un apelativo summerio que
puede traducirse por “Occidentales”; pues “amorrita” en lengua de Summer parece que significaba: “venido
de Oeste”. Hemos de pensar que aquellos Amorritas que desde el 2200 a.C. se adueñan de Canaán y
de la zona sur de Oriente Medio; fueron una unión de pueblos trashumantes, que se unificaron con
el fin de liberarse del gran poder comercial y político de Egipto en la zona de Canaán. Consiguieron
para este fin un gran apoyo de Mesopotamia, que les ayudó precisamente cuando el Imperio Antiguo
faraónico se debilitaba; logrando así hacerse con tierras que antes habían sido dominadas por el
Nilo. Aunque más tarde, esos amorritas también atacarán Mesopotamia, fundando Babilonia. Por su
parte, no hay que desestimar una teoría (propia), por la que estos de “Amurru” fueran siglos más tarde
llamados “Apiru”; que tal como sabemos era el primer nombre dado a los Hebreos.

Acerca de cuanto sucedía por entonces en Egipto, recordaremos que hacia el año 2300 a.C., el faraón
Pepi I se vio obligado a enviar sus ejércitos varias veces a las zonas de Fenicia y Sinaí, para acabar
con las revueltas y seguir dominando esas tierras antes sometidas (del Sinaí hasta Biblos). Pero le
sucede Pepi II; poco eficiente, que reina casi hasta los cien años y deja un Egipto en plena
decadencia. A ello se suma una fase de sequía y hambrunas que lleva a revoluciones internas. Se
suceden revueltas y diversas guerras intestinas, en las que el clero se subleva. De este modo termina el
Imperio Antiguo y se llega al Primer Periodo Intermedio (del 2200 a 2050 a.C. -aprox-); durante el cual
entra en crisis el reino, división y revolución generada por los abusos de poder de los gobernadores y por
invasiones de pueblos nómadas. Desde el 2100 a.C. se producen terribles convulsiones sociales y
duras contiendas en Egipto, llegando a quemar los sacerdotes rebeldes las tumbas de los Faraones
(como hicieron en Abidos). Este estado de crisis plena perdura unos cien años; pero finalmente se
llegará a la paz. Refundándose el imperio del faraón y llegando así la fase de Reino Medio (2050 a
1750 a.C.). Momento de reunificación y de fortalecimiento; donde el faraón vuelve a ser el centro del poder,
trasladando la capital a Tebas (actual Luxor).

Ese estado de debilidad fue aprovechado por los amorritas, quienes viendo la decadencia del Antiguo
Imperio Egipcio, ocupan finalmente las tierras cercanas al Mediterráneo antes dominadas por los
faraones (Canaán). Tras esa invasión amorrita de la costa canaánea y aún cien años después de la caída
del Imperio Antiguo del Nilo; la mitad de la población que vivía en Biblos era egipcia (hablando y vistiéndose
en esta ciudad a modo faraónico). Pese a ello, se vieron repetidamente asediados por sus vecinos de
Amurru, hasta que entorno al 2050 a.C. llega un nuevo faraón reunificador. Quien hacia el 2000 a.C., lucha
contra los sublevados del Norte e instaura un nuevo reino. Este será el Imperio Medio del Nilo, que se
convierte en un estado con tintes medievales y regido por señores de castillos o fortalezas (2050 a
1750 a.C.).

Es en estos mometos (entre el 2000 al 1800 a.C.) es cuando podemos fechar el episodio bíblico de
Abraham. Que narra los contactos entre amorreos (pre-isrraelitas) y egipcios en época del Imperio
Medio. Cuando esas tribus nómadas y comerciantes -emigrados desde Arabia y Mesopotamia-, debieron
tener buena relación y pactos con el Nilo, justo antes de que Sestrosis III enviara sus ejércitos contra
Canaán (en el 1850 a.C.). Por cuanto hemos expuesto, hubo de ser absolutamente innovadora aquella
religión surgida en Canaán sobre 1850 a.C.; cuando en la montaña de Moirá se prohíbe el sacrificio del hijo
primogénito -como recoge la Biblia-. Un ritual de inmolación que los semitas practicaban como iniciático,
pero que asimismo era llevado a cabo por la mayoría de los pueblos de entonces. Siendo la erradicación del
sacrificio de infantes un hecho tan transcendental -históricamente hablando-, que explica la creencia de los
judíos a ser el pueblo de Dios (tras haber negado la inmolación humana ritual). Todo lo que asimismo
explicaría la existencia y cohesión de estas gentes bajo un mismo culto; pues hay que recordar que el
pueblo judío no lo compone una raza y ni siquiera un país determinado, sino de una religión. De tal modo,
la delimitación de lo propiamente hebreo ya aparece con Abraham, hacia el XIX a.C.; partiendo de
que estas tribus -o pueblos- que van a formar luego Israel, proceden de las que huyen de Ur en el
siglo XX a.C. (viviendo de comerciar y pastorear en el Sinaí). A mi modo de ver, los pre-israelitas de
Abrahám se establecerían en estas tierras fronterizas con el Imperio faraónico con la ayuda y
aceptación de Egipto (actuando como sus aliados o mercaderes) y sin colaborar en las razzias con otros
pueblos amorritas.
ARRIBA Y AL LADO: Dos fotos tomadas en Egipto. En la
superior podemos ver la Gran pirámide y la esfinge. Junto estas lineas, una de las vitrinas del Museo de
El Cairo (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra foto), con una de las máscaras de oro de
Tutankhamon. Durante el Imperio Antiguo, el Reino Medio y el Imperio Nuevo (desde el 2800 al 1180
a.C.), los egipcios debieron de necesitar toneladas de oro y plata, para aderezar a sus difuntos y
adorar a sus dioses. Muchos de estos metales los encontarían en Somalia y en África; pero la gran
mayoría vendrían importados por el Mediterráneo y desde las costas atlánticas (donde el oro y la plata
abundaba, sin ser todavía en su lugar de origen tan valorados, como en Oriente Medio o en Asia
Menor). Pareciendo evidente que los cretenses, los chipriotas y los navegantes de Biblos, fueron
quienes abastecieron al faraón, de esos metales preciosos obtenidos en el lejano Occidente
(principalmente en tierras atlánticas).

AL LADO Y ABAJO: Fotos de Las Médulas (León). Junto


estas lineas, el autor del artículo dentro de una de las múltiples cuevas que aún existen en las
Médulas, nacidas del sistema de explotación romano del terreno. Método para obtener oro que consistía en
arruinar los montes; excavando en ellos grandes galerías, que más tarde llenaban de agua, hasta que las
laderas reventaban. Abajo, el río Sil a su paso por las proximidades de Las Médulas. Adolf Schulten
en sus libros, menciona haber visto todavía mujeres bateadoras de oro en el río Sil; aunque
sabemos que desaparecieron tras construirse la presa de Orense. Una ciudad y provincia cuyo nombre
procede de la cantidad de oro que allí obtenían los antiguos.
AL LADO Y ABAJO: Dos fotos de Las Médulas. Al
lado, un panel del centro de interpretación (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra
imagen). En este vemos representadas las bateadoras de oro, tal como las citaba Estrabón; quien en
su Geografia (III, 2, 9) menciona el modo en que los ártabros recogían con odres y tamices, el oro, la plata y
el estaño que sus ríos arrastraban. Abajo, los montes arruinados y con cortes en forma de médulas,
tras haber sido derruidos por efecto del agua, hace miles de años.
Tal como decíamos, entorno al 1850 a.C. se produce el ataque del Sestrosis III sobre el vecino
“creciente fértil”, venciendo el ejército faraónico a los rebeldes de aquellas tierras canaáneas. Desde
ese momento nuevamente cayó el yugo egipcio sobre el Sinaí, llegando hasta Biblos; aunque un
siglo más tarde, el Imperio Medio se debilitaría. A esta crisis del Nilo habrá que sumarle la fuerza que
alcanzaría el Estado de Hammurabi (Babilonia); que se convierte en el 1770 a.C. en la capital del
Mundo Antiguo. Finalmente, Egipto recibe un golpe mortal con la aparición de los Hurritas en tierras
de Canaán, atacando con carros de guerra. Estos hurritas eran una tribu “bárbara” (entiéndase
extranjera y sin civilización común a la del Nilo), que nace en el Asia Central; cuyo secreto bélico fue el
dominio y doma del caballo, pero sobre todo la creación del carro de guerra. A mi juicio el nombre de
Hurritas procedería del radical indoariano “URRE” cuyo significado es “ROJIZO”. Siendo así una primera
invasión de gentes procedentes de las llanuras indoarianas; seguramente blandiendo “bronce muy elástico y
duro”. Metal que quizás les dio el nombre, ya que en estas lenguas arias se denomina “URRE” (voz que
significa rojo y que denominó al “uro”, al “oro” y en Italia al “cupre” -de ello las voces “cobre” y “Chipre” como
análogas-).

De tal modo, durante el siglo XVIII a.C. los Hurritas del Caúcaso, valiéndose del caballo y carro se
lanzaron primero hacia Babilonia, llegando a vencer a Hammurabi y luego se dispusieron a invadir
Canaán. Fundaron el reino de Mitani y asimismo se hicieron con el poder de gran parte de Anatolia
(exceptuando sus costas) donde crearon el imperio Hittita entorno al 1700 a.C.. Finalmente, tras
atacar Oriente Medio, se alían con los Canaaneos para actuar contra Egipto. Conforme a estos hechos,
el egiptólogo Jaques Pirenne considera 1730 a.C. como fecha más probable para la llegada de los
Hurritas a las fronteras de Egipto. Un momento que -a mi juicio- deberíamos marcar como inicio de
asedio e intento de invasión bárbara; aunque no la del nacimiento del posterior reino hicso. Pues nunca
debemos confundir la aparición de los Hurritas en Mesopotamia y en Canaán; con la entrada de los Hicsos
en Egipto. Ya que -a mi entender- la invasión de los extranjeros Hicsos en el delta del Nilo, fue
consecuencia de la huida de los cretenses, chipriotas, hurritas, mitanios y canáneos; escapando del
desastre del Tera-Santorino y no fruto de unas campañas militares preparadas desde Anatolia.

Por cuanto decimos, paulatinamente y durante esos años el reino del Nilo se disgrega; entrando en
crisis durante todo el siglo XVIII a.C., debido a luchas internas. Llegándose al Segundo Periodo
Intermedio (1750 a 1580 a.C.) durante el cual el Alto Egipto (zona Sur) se mantendrá en manos de
faraones verdaderamente egipcios, mientras el Bajo (el Delta) termina siendo invadido por
extranjeros, llamados Hicsos. Este reino del Norte fue gobernado por gentes llegadas hasta la
desembocadura, tras el desastre del Tera y a través de Canaan. Repetidamente hemos hablado de esa
dinastía de Faraones extranjeros (llamados Hicsos), que a mi juicio procedían de Creta y de la zona
del Tera-Santorino. Tratándose de población cretochipriota y anatólica, que tras la explosión del
volcán se vería obligada a huir del área del Tera, refugiándose en Canaán. Donde fundan un nuevo
reino; pero más tarde, aprovechando que los egipcios habrían abandonado el Delta del Nilo (tras la
erupción, cuyos maremotos piedras y humos llegaron hasta las costas nilotas). Entraron esos migrantes
en tierras del faraón, asentándose en ellas y creando el reino Hicso; que perdura en la
desembocadura desde el 1660 al 1560 a.C. (aprox).
AL LADO Y ABAJO: Junto estas lineas, torques de oro hallado
en El Viso (Córdoba) y fechado en el Bronce Antiguo (hacia el 2000 a.C.) -propiedad del Museo
Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Observemos que en
sus extremos contiene un “labrys” o hacha doble. Estas bipennas eran el símbolo sagrado máximo
de la cultura minóica. Asimismo, el signo fue exportado a Chipre, que igualmente lo usó como marca
de su cultura durante la Edad de Bronce. Sabemos que el último lugar del Mediterráneo que conservó
este diseño como un signo de veneración, fue la Península Ibérica. Donde se han hallado cientos de
objetos con esa forma, que también se relaciona con el metal, la riqueza y los lingotes “piel de
buey” -incluso se encontró este diseño en plantas de edificios sagrados y altares; preferentemente
tartessios (siendo esta la linea que también guardan los pectorales de oro del Tesoro de El Carambolo)-.

ABAJO: Mapa que ya habíamos publicado, donde se marca el reino Hicso de Avaris, y el reino Hicso
de Canaán. En rojo, estos dos territorios; a la izquierda en que tuvieron en la desembocadura del Nilo
desde el 1660 al 1560 a.C. (aprox). A la derecha, la extensión del reino Hicso en Canaán (a quienes se
atribuye la fundación de Jerusalén). El mapa que vemos está trazado sobre uno de Israel publicado en el
libro de M.J.STEVE “Por los caminos de la Biblia” (página 86 -Barcelona 1967-). En lineas discontinuas
rojas he marcado las fronteras de ese reino hicso; en lineas azules, el área de gran influencia de su
gobierno, que tenía como frente Norte de importancia la zona de Meggido y Hazor (señaladas con un
círculo rojo). Asimismo podemos ver en letras rojas la capital hicsa Avaris y su segunda ciudad Memfis;
y en letras verdes la situación de Biblos. Puerto de influencia egipcia, de cuya destrucción o
sustitución nacerían los emporios fenicios desde el siglo XV a.C. (Sidón y Tiro), fronterizos con Israel y con
las tierras de los filisteos (Gath -Gaza- y Golán).
AL LADO Y ABAJO: Junto estas lineas, la famosa Estela tartessia
de Solana de Cabañas (Cáceres), tal como la exhibe el Museo Arqueológico Nacional, al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Si observamos su parte baja, veremos
claramente grabado un carro, del que conserva dos ruedas intactas. El personaje (a la derecha) es
representado bajo una lanza y una espada; junto a su casco y su espejo, rodeado por un enorme escudo y
sobre el carro de guerra. Estas grandes losas podemos fecharlas hacia el siglo IX a.C., momento en
que parece también entró el carro de guerra en la Península. Abajo, una rueda de tipo “Toya” (tal
como la exhibe el Museo Arqueológico Nacional, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).
Varias ruedas de carro se encontraron en el enterramiento jienense de Toya (siglo V a.C:), donde pudieron
recuperarse bastante completas, comprendiendo el funcionamiento de sus ejes. Estas se identifican con las
que aparecen en las estelas decoradas Tartessias.
.

ARRIBA, AL LADO Y ABAJO: En la imagen superior, una de


las ruedas halladas en la tumba de Toya, tal como la exhibe el Museo Arqueológico de Jaen (al que
agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Observemos como la dificultad para que estas
ruedas girasen bien, no solo está en la perfección de su circunferencia; sino principalmente en el
eje, que siendo de hierro (como el que vemos) no tiene problemas. Pero en el caso del carro de
guerra Hurrita, inventado hacia el 1750 a.C., hemos de entender que usaban bronces muy elásticos y
sistemas sofisticados para que la rueda pudiera girar, sin partir el eje al calentarse.
Al lado y abajo: Estela tartessia de La Atalaya (Orellana) tal como la expone en dibujo y original, el
Museo Arqueológico de Badajoz (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras
imágenes). Observemos de nuevo un carro, junto a un personaje, al lado de su armamento. Como
hemos dicho, estas estelas se fechan entorno al siglo IX-VII a.C.; un momento en que el uso del
carro debía estar muy extendido entre los guerreros peninsulares. Es de destacar que el carro es un
elemento típico de quienes luchaban en el desierto; donde al no existir pedregales ni bosques en
sus campos de batalla, podían utilizar este noble sistema. Muy por el contrario, en tierras como las
de España, el carro tan solo podría manejarse si había extendida una gran red de caminos bien
cuidados. Siendo casi imposible batallar con esos vehículos en los montes o en los valles de Iberia (por
muy llanos que fueran; ya que existen centenares de accidentes que actúan como impedimentos para
manejar un carro). Así pues; la profusión con la que aparecen estos carros en las estelas de lo siglos
X al VII a.C., habla de una extensa red de caminos peninsulares, perfectamente cuidados y -a mi
juicio- usados desde el neolítico para practicar la trashumancia.

a - 3) Cronología comparativa en la Península Ibérica (2200 al 1500 a.C.):


Comenzaremos mencionando que en Creta, desde principios del II Milenio a.C. se había producido el
auge pleno del Minoico Antiguo, llegando a su mayor desarrollo hacia el 1800 a.C.. En estas
épocas hemos de suponer que llevaban al menos mil años viniendo hasta tierras iberas
expedicionarios llegados desde Oriente explotando sus minas (fundamentalmente las de Almería).
Se sabe que igualmente llegaron los cretenses en estos milenios hasta Galicia, donde se documenta
el grabado en un petroglifo con un barco del tipo minoico temprano. De ello consideramos que desde este
siglo XIX a.C., navegantes cretochipriotas y de Oriente Medio irán aculturando las costas
peninsulares -del litoral andaluz y portugués, llegando al gallego y cantábrico-, creando una “civilización”
que siglos más tarde se conocerá como ibérica. Esta será el fruto de los contactos entre
precolonizadores orientales y las diferentes fases culturales que vivió la Península. Que ya vimos
fueron las siguientes: Desde el 2200 a.C., se extingue la cultura de Los Millares; dando paso a El Argar.
Aunque estas dos culturas peninsulares del Bronce (Millares y Argar) habían convivido con el Megalitismo y
con el Vaso Campaniforme. Este último fenómeno, extendió por toda Europa -desde las costas de Almería-
el vaso en forma de campana, comenzando entorno al 2800 a.C. y decayendo mil años después, para
desaparecer definitivamente hacia el 1600 a.C.. De tal manera, en nuestras tierras tenemos desde el 3500
al 2200 a.C. (8) : Los Millares. Del 2800 al 1700 a.C.: El Vaso Campaniforme. Desde el 2200 hasta el
1550 a.C.: El Argar. Pero además, entorno al 1600 a.C., cuando El Argar queda de forma residual, irá
apareciendo una nueva cultura que se denomina Cogotas I. Esta fase distinta y que toma el nombre de
un cerro cercano a Ávila capital (el de Las Cogotas, donde se hallaron sus primeros vestigios); es una etapa
de plena recesión y que comprende desde el 1500 al 950 a.C.. Recordando sus enseres a los anteriores,
aunque no llegan a la perfección del Campaniforme ni a la de El Argar; caracterizándose por cerámicas
“excisas” o bien en técnica de “boquique”.

En lo que refiere al Egeo, desde el 1800 hasta el 1680 a.C. se produce la época de primer esplendor
del mundo Minoico; que perdurará hasta su destrucción en el siglo XVII a.C. (con la erupción del
Tera-Santorino). Siendo nuestra teoría que en estos años los cretenses aculturizan los litorales de
las costas peninsulares; desde Levante hasta las Atlánticas (cubriendo todo lo que sería la actual
Valencia, Andalucía, Sur y Norte portugueses, tanto como Galicia y el Cantábrico). En lugares cercanos al
litoral peninsular se asentaría una cultura minera, en contacto con los Cretominóicos; dedicada a la
compra e intercambio de metales procedentes de las minas y ríos españoles. Asimismo en nuestra
teoría, desde el 1800 al 1200 a.C. nacería lo que a mi juicio conocemos como “la civilización
peninsular” y que luego genera “la ibérica”. Una cultura común a toda la Península, nacida después
del Campaniforme y venida desde Oriente preferentemente tras la erupción del Tera; portando un
idioma cercano al Lineal A de Creta y unas costumbres semejantes a las minoicas. Ellos es lo que
denominamos en nuestra teoría “la primera protocolonización de los indomediterráneos”; gentes llegadas de
Creta, Chipre (e incluso Anatolia) y que trajeron por mar su idioma, sus caracteres raciales y su cultura,
durante el II milenio a.C.. Creemos que la lengua ibera y parte de la actual vascuence, procedería del Lineal
A cretense. Y que a su vez, del tipo racial que hemos llamado indo-mediterráneo (creto-anatolio del II
milenio) descenderían: Lusitanos, Galaicos, Cántabros, Astures, Vascos y Pirenaicos. Cuyos ADN son muy
distintos a los de otros pueblos europeos (fundamentalmente al de los Helenos, Fenicios y sobre todo, al de
los Celtas –a quienes quedarían unos mil años para hacer acto de presencia en nuestras tierras-).

Por su parte, el seísmo del Tera-Santorini (1680 a.C.), iría antecedido y precedido por siglo y medio
cargado de movimientos telúricos y erupciones, que azotaron y devastaron la zona durante mas de
ciento cincuenta años. Lo que motivaría la huida de sus pobladores. Debido a ello, Creta en esos
momentos sufrirá un enorme cambio de periodo, dando paso al Minoico Medio III (conocido como “era
de Los Palacios 2º” o etapa de Minos). Todo lo que además explica que Creta tenga por entonces una
cronología en paralelo con Egipto y que se desarrolle el Minoico Medio III en iguales fechas al final del
Segundo Periodo Intermedio y con el Reino Hicso del Nilo (iniciándose en el 1730, culminando en el 1680 y
acabando entorno al 1580 a.C.). Dataciones que su vez coinciden con el final de El Argar; cuya fase
tercera es desde el 1750 a.C. al 1550 a.C. (casi en paralelo con el periodo segundo intermedio del
Nilo y con el Minóico Medio III). Estas fases coinciden también con las que vive Anatolia y su Imperio
Hitita, que como dijimos se funda en el 1700 a.C. y decae hacia el 1450 a.C..

AL LADO Y ABAJO: Dos fotografías del abrigo y peñas de La Atalaya, en Muñopepe (provincia de
Ávila). Junto estas lineas vemos la entrada a una de estas formaciones rocosas naturales, que guardan
pinturas esquemáticas fechadas entre el 3500 y el 2200 a.C.. Son las únicas de este tipo, en la provincia
de Ávila y a mi juicio se deben al parecido de este lugar con una atalaya llena de dólmenes. Debido a
que sus enormes peñas, forman de manera natural abrigos y refugios, que hacen ver construcciones
megalíticas artificiales. A ello seguramente se debieron sus primeros asentamientos, que se han
datado entre el 4500 y el 3500 a.C.; con la llegada de población en etapa del megalitismo, quienes -a mi
juicio- lo consideraron un lugar sagrado. Pues, tal como podemos ver en las fotografías, estas rocas
semejan construcciones ciclópeas, lo que pudo atraer hacia la atalaya a personas unidas a los
dólmenes. Posteriormente, llegarían allí gentes coetáneas a Los Millares; quienes entre el 3500 y el
2200 a.C. grabaron infinidad de pinturas esquemáticas. Pese a ello, gran parte de su historia y datos
se han perdido, al haber sido usada la zona como cantera hasta hace pocos decenios -tal como
podemos ver en la foto de abajo-. Pero además, las pinturas que se descubrieron y protegieron hace
algunos años; han sido destruidas recientemente (esta vez por el vandalismo, las hogueras y los
graffitis; que ciertos salvajes hacen para divertirse -acabando con un importante patrimonio milenario-).

AL LADO: Dos de los paneles de pinturas de Muñopepe (Ávila),


fechados entre el 3500 y el 2200 a.C. -tal como los muestran sus carteles indicativos-. A día de hoy, estas
manifestaciones apenas se pueden observar, debido al vandalismo que casi ha terminado con ellas. Sin
lugar a dudas, se trata de signos esquemáticos hechos por gentes cercanas a Los Millares o quizás
mas bien podríamos atribuirlos al Vaso Campaniforme. Pues en Castilla y León -más concretamente
en Ávila-, hay diversos yacimientos campaniformes.

ABAJO: De nuevo uno de los abrigos donde se encuentran las pinturas de Muñopepe; como
podemos observar, su apariencia es la de un dolmen natural, lo que explicaría los asentamientos allí
en época del megalitismo (para usar la zona como lugar de culto o simplemente para habitarla).

.
AL LADO: Mapa que presenta J.Francisco Fabián
García en su estudio: “El enterramiento campaniforme de túmulo 1, en Aldeagordillo, Ávila”. En este
gráfico vemos los hallazgos en la zona de dólmenes, de tumbas campaniformes, túmulos y de fosa.
Aldeagordillo dista muy pocos kilómetros de la capital avulense, situándose al comienzo del Valle de
Ambles y muy cerca de Muñopepe (donde están las pinturas esquemáticas fechadas entre el 3500 y
el 2200 a.C.).
ABAJO: Vaso y cazuela campaniforme procedente de Aldeagordillo, tal como los exhibe el Museo
Provincial y Arqueológico de Ávila (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen).

a - 4) Conclusión a las cronologías comparativas (del 2200 al 1500 a.C.):


Tras lo que hemos explicado, nos es fácil entender por qué entre el estallido del volcán Tera y la
expulsión de los Hicsos (desde el 1680 al 1560 a.C.); cambian todas la eras y etapas históricas de
Egipto, Oriente Medio, Anatolia, El Egeo y del Mediterráneo. Incluyendo las de nuestra Península,
que desde el final de El Campaniforme (1700 a.C.) llega a El Argar III (1750-1550 a.C.) y termina
generando Cogotas I (1500 a.C.). Por su parte, en Creta, durante esos siglos cae el Imperio Minoico
Palacial (Medio I y II, del 2200 al 1700 a.C.); destruyéndose esa civilización antigua y pasando al
periodo Minoico Neopalacial (Medio III 1650-1600 a.C.). Llegando muy pronto el Minóico Tardío; la
famosa era de Cnossos (1550 a.C.). Asimismo, en El Egeo y en tierras de la posterior Gracia, se cierra
el ciclo de Cicládico-Heládico Antiguo y Medio (2200 al 1650 a.C.) y se pasa al Cicládico-Heládico
Reciente, donde comienza a nacer Micenas (desde el 1600 a.C.).

En lo que se refiere a Anatolia, ya vimos como en fechas cercanas al volcán Tera (entorno al 1700
a.C.) se funda el Imperio Antiguo Hitita (quizás por refugiados llegados desde Creta; ello explicaría que el
idioma hitita y el luwio pasen a escribirse en forma minóica -alfasilábica-). Mientras hacia el 1450 a.C.
decae el mundo hitita y nace el Imperio Nuevo de Hatti, que desaparecerá hacia el 1200 a.C. con la
caída de Troya (surgiendo entonces la etapa de los reinos neohititas). Asimismo, Cerdeña había vivido
una etapa de influencia peninsular ibérica, cuando comienza su etapa Campaniforme, hacia el 2100
a.C., que termina en el 1600 a.C.. Surgiendo por entonces la fase sarda llamada Bonnano, que tan
solo dura un siglo y termina hacia el 1500 a.C.; mientras Cerdeña permanecía en el Bronce
Medio. Finalmente diremos que en Malta termina la fase llamada Cementerio de Tarxien (2500 al 1500
a.C.) y pasa durante esos años a la Edad del Bronce Final, que comienza entorno al 1500 a.C. en la isla
(perdurando hasta la llegada plena del hierro -750 a.C. aprox-).

Por su parte, ya habíamos visto el modo en que desde el 1700 a.C., los hurritas habían atacado
Mesopotamia (el reino de Hammurabi), batallando luego en Oriente Medio (fundando Mittani) y
llegando hasta Canaán, ocupando las fronteras de Egipto. Un imperio nilota que se tambaleaba por
entonces; más aún tras el estallido del Tera-Santorino, cuando sus élites temerosas se refugian en el
Sur, abandonando el Delta (ante las malas señales que observan de humos y aguas polucionadas por la
erupción). La desembocadura del Nilo quedará sin protección y muy pronto la atacarán los canaáneos,
los cretenses y los hurritas, cruzando desde tierras vecinas y fundando allí en reino Hicso (entorno
al 1660 a.C.). Aunque cien años más tarde son expulsados del delta por los verdaderos egipcios, que
llegan hasta el norte para echar de sus tierras a esos “falsos faraones” extranjeros. Iniciándose de
ese modo el Reino Nuevo, entorno al 1560 a.C.. Así, desde mediados del siglo XVI a.C. no solo se
inicia el Imperio Nuevo faraónico, sino también varían radicalmente la gran mayoría de las fases
históricas de Oriente Medio, en El Egeo, en Creta, Anatolia, Cerdeña, Malta y la Península Ibérica.

En lo que se refiere a nuestras tierras, vimos que desde el 1650 al 1550: Comienza el Bronce Final
peninsular. Cambiando por entonces todo el armamento y el modo de trabajar el bronce. De tal
manera, el siglo XVI a.C. culmina con el desarrollo y plenitud en el Sudeste Peninsular de El Argar (en
la zona fundamentalmente del Sureste Peninsular). Esta cultura que comienza en el siglo XXII a.C. en el
litoral almeriense, se habría iniciado por buscadores de metal venidos desde el Mediterraneo
Oriental (a mi juicio cretochipriotas). En nuestra opinión, ya hemos dicho que el nacimiento de El
Argar III -fase última- se debió a la venida hasta nuestras costas de los huidos tras el terremoto del
Tera, desde zonas próximas a Creta (después de la destrucción del Imperio Minoico hacia el 1680
a.C.). La llegada de estas gentes es lo que en nuestra teoría denominamos “Segunda oleada
indomediterranea”; donde vendrían a Iberia primeramente los cretenses huidos de Tera. Aunque
varios siglos más tarde (desde el XIII a.C.) seguirían el mismo camino de huida hacia el Occidente
lejano, los pueblos asentados en Creta, Chipre y Canaán, que se ven acosados por la expansión del
Hierro. Asimismo, las numerosas convulsiones que se producen desde este siglo XVI al XIII a.C., en
Oriente Medio, traerán lógicamente a nuestras tierras a quienes antes solo venían a ellas para comerciar.

Todos estos hechos van aculturando progresivamente las costas de Iberia con pueblos “indo-
mediterráneos”. Pero sobre todo, tras 1560 a.C., la caída del reino Hicso de Egipto debió “arrastrar”
gentes de todos los lugares hacia el Oeste. Fundamentalmente cuando Egipto -tras su victoria contra
esos hicsos- comienza a adueñarse nuevamente de Canaán, batallando en las zonas vecinas y
llegando a asediar incluso a Biblos (a la que consideró colaboracionista de los reyes hicsos). Así, la caída
de Biblos, que fue atacada por su traición y apoyo a los extranjeros; debió marcar el final de los
viajes hacia el Occidente remoto, realizados por esa ciudad portuaria. Pasando desde entonces la
cabeza thalasocrática a Creta y Chipre; quienes desde esas fechas podrían llevar a cabo
expediciones hasta nuestras tierras, vendiendo los metales al faraón. Ya que Biblos fue considerada
fuera de la órbita egipcia, pasando a la influencia de Ugarit; siendo finalmente el puerto gibliota absorbido
por el mundo fenicio -que nace paulatinamente desde esas fechas-. Sin duda alguna, todo ello provocaría
en nuestra Península el final de la cultura argárica (de Almería) derivando hacia el mundo de Cogotas
I -originando el Bronce Final-. Siendo la cultura de El Argar III y la de Cogotas I, las que
posteriormente generarían el mundo ibérico; constituyendo asimismo algunos de los sustratos y
antecedentes mas importantes a la de Tartessos. Aunque Argar III y Cogotas I desaparecerán sobre el
año 1000 a.C., con las primeras importaciones de hierro (fundamentalmente con la llegada en nuestro litoral
de precolonizadores orientales, previos a los fenicios).
ARRIBA, AL LADO Y ABAJO: Tres fotografías
de Las Cogotas.
Arriba, una imagen del Castro durante el atardecer. En el monte que vemos a nuestra derecha se
encuentra el yacimiento de Las Cogotas; que fue descubierto como un campamento vettón; aunque en
sus excavaciones hallaron restos previos a la ocupación celtibérica y que se remontaban hasta el
1500 a.C.. Tras estudiar estos sustratos inferiores de Las Cogotas -ajenos al mundo ibérico y muy
anteriores al castro prerromano-, observaron materiales de una cultura que sucedió a El Argar y que se
extendió por toda la Península. Siendo esta nueva fase arqueológica denominada: Cogotas I; periodo
que comienza entorno al 1500 a.C. y termina con la primera llegada del Hierro a nuestras tierras
(hacia el 950 a.C.).
Al lado: Subida al Castro de Las Cogotas, por el lugar opuesto de la foto anterior. Está también situado
en las proximidades de Ávila, pero en este caso en Cardeñosa (a unos diez kilómetros, en dirección a
Olmedo). En ese lugar se halló el famoso yacimiento vettón, bajo el que aparecieron los restos de
una cultura muy anterior, que -como hemos dicho- se denomina: Cogotas I.
Abajo: Restos procedentes de Cogotas I, tal como los exhibe el Museo Provincial y Arqueológico de
Ávila (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Parece absolutamente lógico pensar
que Cogotas I desciende directamente de las gentes del Vaso Campaniforme y Argar III, asentadas
en la Meseta (especialmente en lugares ricos en minas de metales, pero también gemas y sobre todo de
sal). Esta cultura permanece como forma residual del Argar III y se extendió por toda la Península, desde el
1500 al 1000 a.C.; cuando los hombres del Bronce Final y del Primer Hierro acaban con ella.

ABAJO: Mapa nuestro con las rutas del ámbar y de los metales. En rojo, rutas del ámbar, oro, plata y
gemas de los V y IV milenios a.C.. En azul, rutas cobre y estaño del III milenio a.C. (durante la Edad
del Bronce). En verde, las rutas del Estaño puro, durante el II milenio a.C. la época del Bronce bajo.
B) - DEL 1500 a.C. AL 1000 a.C. (del final de El Argar hasta el de Cogotas I):

b-1) Cronología comparativa con Malta, Cerdeña, Creta, Chipre, El Egeo y Anatolia (1500 al 1000
a.C.):
Como habíamos dicho, en Malta esta fase será en la que termina la Edad de Bronce Antiguo y Medio,
llamada “Cementerio de Tarxien” (del 2400 al 1500 a.C.); comenzando el Bronce Final, que perdura
desde el 1500 a.C. hasta el año 750 a.C. (cuando aparece el Hierro en la isla). Pues la llegada del nuevo
metal a Malta se lo debemos a fenicios asentados en costas muy cercanas; en la famosa Cartago (fundada
en el 825 o bien en el 814 a.C.). De este modo vemos como desde el 1500 a.C. Malta se desvincula de
los hechos que se suceden en el resto del Mediterráneo. Algo que -quizás- nos habla de la unión
entre esta isla y Biblos; ya que Malta se aísla en tiempos en que Egipto ataca Biblos (separándose el
faraón de ese puerto, al considerarlo colaborador de los hicsos). Parece así, que las costas maltesas
pudieron ser principalmente una base giblita; y que a finales del Bronce no necesitaban llegar hasta
Malta los minóicos, los chipriotas -ni menos los egeos-, cuando navegaban hacia tierras del extremo
occidente. Un hecho que habría aislado esa isla tras la caída de Biblos (1500 a.C.). Momento en que
surge paulatinamente Fenicia, que cuando se desarrolla y viaja hacia el Oeste (durante el sigo IX
a.C.), decidirá poner su base en Cartago y no en Malta (pues a mi juicio, los viajeros anteriores -durante
los milenios IV y III a.C.- llegaban a la Península desde Oriente Medio costeando África; costumbre que
siguieron los giblitas, parando en Malta y posiblemente usándola como base oculta).

Lo que expresamos se entiende observando el mapa anterior, donde comprendemos que la ruta más
rápida desde Creta o Chipre sería poner rumbo Oeste puro y alcanzar Sicilia con Cerdeña; para
arribar finalmente a la Península Ibérica. Pero durante los milenios IV y III a.C., las embarcaciones
eran más ligeras y las singladuras solo podrían hacerse de cabotaje. De tal manera, para viajar desde
Oriente Medio hasta el extremo Occidente mediterráneo, el método sería ir costeando el Norte del
Mediterráneo; y mejor, por el Norte de África. De ese modo se entiende que los primeros expedicionarios
que se dirigían hacia nuestras tierras (realizando cabotaje por el Mediterráneo Sur), podían parar y en Malta,
utilizándola como base intermedia. Pero ya desde la caída de Biblos, las naves eran de mayor tamaño y
los conocimientos en náutica permitirían singladuras de varias jornadas en alta mar; por lo que al
final de la Edad del Bronce se podría viajar de forma directa desde Creta y Chipre hasta Sicilia y
Cerdeña (para alcanzar después nuestras costas).

Observando las cronologías antes referidas, entenderemos que en El Egeo -y tierras de la posterior
Grecia- comenzase el periodo Micénico (desde el 1650 al 1150 a.C.); marcando su inicio el volcán
Tera-Santorini (1680 a.C.), para desarrollar lo que posteriormente iba a ser Micenas. Así pues las
fases de estos periodos Egeos o Continentales -también llamados Heládicos ó Cicládicos: Reciente I, II y
III- son las siguientes: Micénico Antiguo (1650-1450 a.C.), Micénico Medio (1450-1400 a.C.) y Micénico
Reciente (1400-1150 a.C). Correspondiéndose la primera etapa con el tiempo sucedido entre la
explosión del Tera y el nacimiento del Imperio de Minos, tras la reconstrucción de Creta y el final del
poder de los Hicsos en Egipto. La segunda (1450-1400 a.C.), es paralela al tercer Palaciego minóico y
a la fase de florecimiento de palacios como Cnossos. Mientras que el periodo final del Micénico
(1400 -1150 a.C.) marca claramente la fase de expansión de la Micenas continental, su separación de
Creta hacia el 1150 a.C. y la llegada del Hierro por estas fechas (tras la caída de Troya y la dispersión de
los pueblos dorios y aqueos por el Egeo).

La última fase (Minoico Reciente) se produce tras la periódica difusión del acero; gracias al templado
inventado en Anatolia en el siglo XIV a.C.. Lo que provocó finalmente la caída del Imperio Nuevo
Hitita y la expulsión de gran parte de los habitantes de Anatolia, quienes buscaron tierras donde
asentarse, navegando por todo Oriente Medio y por el Egeo. Gentes errantes a los que conocemos como
Pueblos del Mar. Quienes llegan hasta Canaán; logrando allí una porción de territorio, al que llamaron
de los filisteos y de las tribus de Dan -danaos-. Aunque los filisteos realmente fueron quienes
huían del Egeo, de Creta y Chipre; cuando las hordas del hierro conquistan sus islas, sus mares y las
tierras continentales. Tomando los nuevos dueños la actual Grecia el nombre de Aqueos, y más tarde,
el de dorios (quienes acaban con Micenas y con el mundo minóico). Por lo demás, algunos de estos
Pueblos del Mar, que vagaban errantes en ejércitos de grandes naves; llegaron a atacar las costas de
Egipto. Y aunque el imperio del Nilo desde el siglo XIII a.C. pretendió combatirles, resistiendo
repetidamente esas invasiones llegadas por el Mediterráneo. Finalmente el faraón se vio obligado a
darles una patria en tierras propias y próximas a Egipto. Logrando los Pueblos del Mar que en el
siglo X a.C., un general de su origen -navegante, emigrado y mercenario- subiera al trono del Nilo; con
el nombre de Sesonq I.
ARRIBA, AL LADO Y ABAJO: Tres
fotografías con objetos paralelos, procedentes de Iberia, Creta y Chipre. Arriba, un cuenco con tapa
cerámico, del Periodo Cretense Prepalacial (fechado entre el 3200 al 2600 a.C.) tal como lo muestra el
Museo de Heraklion, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen. Observemos la
decoración en triángulos similares a los que lucen incisos los enseres y objetos cerámicos de Los
Millares (periodo peninsular fechado entre el 3500 y el 2200 a.C.) Al lado, dos joyas en forma de bandas
de oro; también Prepalaciales cretenses y en este caso fechadas entre el 2250 y el 2300 a.C. -propiedad
del Museo de Heraklion, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen-. Observemos en la
banda de abajo los dos ojos, muy semejantes a los que se representan en las figuras de Los
Millares. Algunos consideran que esta faja áurea se situaba sobre los ojos del difunto; aunque el aspecto
que tiene es de un objeto apotropáico, cuyos dibujos en esa forma servía para combatir el aojo (tal como se
supone eran los diseños peninsulares iguales y los de ídolos con ojos mesopotámicos). Abajo, vitrina del
Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen- en la que
podemos ver ídolos-placa de la época de Los Millares (3500-2200 a.C.), que lucen esas decoraciones
en triángulos y con forma de ojos (tan similares a las que existían en Creta durante los mismos
siglos).

Pero sigamos con cuanto acontecía en Chipre y Creta durante el tiempo del que hablamos (desde el
XVI al XI a.C.). Cuando desde el 1600 a.C. en la isla de Minos nace el periodo Neopalacial; fase de
reconstrucción, tras los daños ocasionados por el Tera (ochenta años antes). Momento en que se
llega a un nuevo florecimiento, promoviéndose hacia el 1450 a.C. la Era del rey Minos, con el periodo
palacial. Una etapa en que esta isla ejercerá una enorme influencia en todo el Mediterráneo; logrando ser
el centro mercantil y marinero de mayor importancia del Mediterráeo. Arribando -a mi juicio- con sus
barcos hasta nuestras costas, para comerciar los metales (en especial el cobre y el estaño). Es así
como entramos en la etapa de los Palacios cretenses (Cnossos, Faistos, Malía etc), observándose un
enorme progreso y riqueza en la isla. Piélago que estaba suficientemente apartado de tierra como
para evitar ser por entonces invadido; todo lo que explica las apenas defensas existentes en sus
ciudades-palacio. Pese a ello, es mi teoría que en Creta existiría un sistema para repeler posibles
ataques de extraños llegados por mar, valiéndose de toros bravos. Salvajes uros, que dispuestos en
batanes junto al mar, evitarían que los extraños desembarcasen; bastando soltar esas reses en las playas y
puertos, para repeler cualquier intención de conquista. A mi juicio, este sistema de defensa sería exportado
por los cretenses a algunas de sus zonas de influencia; con el fin de que los expedicionarios extraños
tampoco alcanzasen aquellas tierras donde los de Minos llegaban (para obtener oro, plata, estaño y cobre).
Siendo así como creo personalmente que llegó el toro bravo a Iberia; donde sería criado sin castrarse y
como una especie salvaje, cuyo uso era el de guardar las tierras -del mismo modo que los perros fieros se
utilizan para guarecer una casa-.

Este método de repeler a los extraños y la distancia de Creta hasta otras costas, les permitiría estar
seguros durante la edad del Bronce (sin necesitar siquiera murallas, tal como se observa en las
ciudades-palacio de la época). Aunque con la llegada del hierro, la situación cambió
radicalmente. Pues el precio de las naves se abarató, debido a la facilidad de trabajar la madera con
herramientas férreas; tanto como lo hicieron las armas, al ser el acero un metal fácil de encontrar y de
forjar (a diferencia del cobre y el estaño). Así pues, es en el siglo XII a.C. cuando los aqueos y los
dorios -procedentes de Anatolia- pudieron fabricar gran número de barcos y armar a miles de hombres
gracias al hierro; llegaron primero hasta Troya, entorno al 1200 a.C. (tal como narra la Iliada). Pero un
siglo más tarde ya dominarían las islas del Egeo, incluso la de Creta; haciendo caer Micenas y el
reino de Minos. Pues ni micenios ni minóicos les podrían hacer frente, al estar armados
principalmente con bronce. Por su parte, los batanes de toros bravos, que pudieron actuar como
sistema de defensa contra invasores durante la Edad del Bronce. Serían muy poco efectivos durante
la del Hierro, al ser fácilmente saeteados por los numerosos arqueros que tenían los ejércitos
férreos. Capaces de fabricar miles de puntas de acero, cuyas flechas y lanzas lograrían acabar con los uros
salvajes, antes de que se les acercasen. Estas razones motivaron que entre el 1100 y el 1000 a.C., se
llegara al postminóico; finalizando la cultura eteo-cretense y comenzando la fase helena de la isla.

Algo muy similar sucede en Chipre, cuyas etapas e Historia fueron paralelas a las de Creta -al
menos, durante estos siglos-. De tal manera, en Chipre se produce entre el 1500 y el 1400 a.C. el
Bronce Reciente (Chipriota Reciente); que marca un florecimiento paralelo al que vivió Creta durante
el nacimiento del Neo-Palacial (cuando se crean palacios como el de Cnossos o el de Malia y Festos). Por
su parte, los siguientes ciento setenta años (del 1400 al 1230 a.C.) se denominan etapa de “expansión
comercial Micénica”; marcando un momento en que Chipre logra dominar el mercado de Oriente
Medio los metales. En especial el del estaño y el cobre, tal como muestran pecios del tipo hallado en
Uluburún; barco hundido cerca de la isla, en las costas de la actual Turquía, cargado con decenas de
lingotes cúpreos y de casiterita (con marcas chipriotas). Asimismo, esa nave encontrada hace unos
decenios en Uluburún también transportaba objetos de oro procedentes de Canáan y de Egipto; por lo que
se supone, se trataba de un mercante de origen chipriota, que durante el siglo XIV a.C. realizaba la ruta:
Egeo, Creta, delta del Nilo, Canaán, Ugarit, Chipre -y vuelta al Egeo-.

Gracias a pecios como el antes referido, sabemos que estos barcos de origen chipriota comerciaban
el metal de Cerdeña y lo fundían en lingotes, dándole una forma similar a la que siglos antes habían
usado los cretenses: Semejante a la piel de buey (o a un gran hacha doble). Así pues, el hallazgo en
distintos puntos del Mediterráneo de aquellos talentos con el diseño de un “pellejo” (oxhide); hace
evidente que los cretochipriotas navegaban por todos los confines, para importar el metal al Egeo y
a Oriente Medio. Llegando especialmente en su comercio, hasta Cerdeña, Córgea y el Sur de
Francia (donde han aparecido ese tipo de talentos hoy llamados “oxhide” = “piel de buey”). No podemos
demostrar la existencia de estos lingotes cretochipriotas en la Península Ibérica; aunque sí que
habrían dejado el modelo de diseño, como una forma sagrada (imitando el cuero del animal). Todo
lo que sería repetido por las generaciones posteriores y a finales de la Edad del Bronce
Peninsular. Apareciendo repetidamente esta marca semejante al pellejo de toro (ox-hide) en altares,
plantas de edificios, en joyas y en múltiples objetos sagrados ibéricos o tartessios.

Así pues, en Chipre vimos una primera etapa en paralelo al reinado de Minos (del 1550 al 1400 a.C.),
otra de florecimiento comercial micénico (desde el 1400 al 1230 a.C). Pero finalmente pasarán a una
final de dominio aqueo, que comprende desde el 1230 al 1190 a.C.. Momento en que -como hemos
dicho- se expanden los primeros pueblos del Hierro, entre los que destacaron estos, llamados Aqueos y
que dieron nombre al Egeo. Nacidos seguramente en Anatolia, los aqueos avanzaron armados con el nuevo
metal por todo el litoral que antes había pertenecido a Micenas; llegando a dominar finalmente Troya (y con
ello, el comercio de los metales). Durante este periodo chipriota de invasión aquea, se tiene la
constancia de que esa isla que antaño dominó las rutas marítimas del estaño y del cobre -hacia el
remoto occidente-; decayó cuando el Hierro se difunde por la zona (antes del 1200 a.C.). Siendo así
como se llega al una nueva crisis en Chipre, en la que además aparecen los Pueblos del Mar -de los
que hablábamos antes-, arrasando sus tierras entre el 1190 y el 1150 a.C.. Todo lo que culminará con
una fase de destrucción de la isla debida a movimientos sísmicos repetidos, acontecidos entre los
años 1150 y 1050 a.C.. Lo que probablemente salvaría a Chipre del asentamiento definitivo de esas
gentes errantes del Hierro. Unos Pueblos del Mar que seguramente huyeron de la isla, al vivir los
terremotos que allí se producen continuamente, al poco de ocuparla -seismos que perduraron entre el 1150
y el 1050 a.C.-.

Tras la marcha de los Pueblos del Mar, que seguramente escaparían de Chipre buscando mejor territorio
(yendo hacia Canaán, e incluso a Egipto); quedaría un reducto de población en la isla, formado por
gentes autóctonas y por otros huidos de las invasiones del Hierro. Principalmente por cretenses que
se sabe llegaron a Chipre escapando de la ocupación aquea en su tierra (1190-1170 a.C.); pero
especialmente durante la invasión doria, que destruyó el mundo micenio y el minóico (del 1100 al
1000 a.C.). Así pues, nos encontramos Chipre salvada de la llegada de las hordas del hierro (Pueblos del
Mar, Aqueos o Dorios); a mi juicio debido a que entre el 1150 y el 1050 a.C. sufrió continuos terremotos. Lo
que haría de aquella isla el refugio seguro para los cretenses y micenios, escapados de las invasiones del
hierro. Todo ello permitiría que en Chipre continuara una cultura que se perdió en otros lugares (la
autóctona de El Bronce). Siguiendo aquí la civilización creto-chipriota, con su periodo Chipro
Geométrico (1050 al 700 a.C.); en gran parte gracias a la protección que los fenicios les proporcionan y a
cambio de que este piélago actuase como “tapón” frente a la posible llegada de invasores a las costas de
Fenicia.

De este modo entendemos por qué los púnicos abrieron en esta isla varios puertos, pero nunca la
llegan a invadir; ya que actuaban como aliados. Por ser los chipriotas los mayores enemigos de
quienes se habían adueñado del Egeo desde el sigo XII a.C. (aqueos y los dorios, que tras destruir
Micenas y la Creta de Minos, invadieron las tierras que antes dominaban los de Creta y sus ascendientes).
De este modo, se comprende la alianza entre esa isla y los habitantes de las costas de Oriente
Medio (púnicos, asentados frente a ellos en ciudades como Tiro y Sidón); pues el piélago chipriota
serviría como defensa, para que no pasaran armadas a invadir el litoral de Fenicia. A mi juicio, a
cambio de la protección y confianza que otorgaban a la isla estos fenicios, que fueron heredando los
conocimientos náuticos y las rutas que Chipre y Creta conocían desde épocas muy
remotas. Caminos marítimos para mercadear con los canaáneos y con el faraón; pero sobre todo, para
alcanzar los metales del Occidente. Haciéndose paulatinamente los habitantes de Tiro y Sidón con una
enorme armada comercial y con las rutas del metal hacia nuestras tierras; tras fundar diversas
colonias de paso -como Cartago-.

ARRIBA: Foto compuesta, con tres ejemplos de cultos compartidos en Creta, Chipre y en la
Península Ibérica. A nuestra izquierda, un dibujo mío con el modelo altar de oficios hallado en Cueva
de Almanzora y fechado a fines del II milenio a.C.. En medio, un pequeño altarcillo de cuernos
cretense, hecho en cerámica, fechado entre el 1800-1700 a.C. y procedente de Cnossos (tal como lo
muestra el Museo de Heraklion, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). A nuestra
derecha, altar en Pigadhes (Chipre) fechado en el Bronce Tardío -entorno al 1500 a.C.-. Estos altares
con cuernos, típicos del minóico y de la cultura cretochipriota, aparecen también en Canáan,
despues del 1200 a.C.; seguramente tras la huida a zonas como Meggido, de gentes procedentes de
Creta (llegados con el éxodo que la expansión del Hierro provoca en El Egeo). En España los veremos
repetidamente durante el final del Bronce y también en el comienzo del Hierro; en forma de altarcillos
tartessios con el diseño de piel de buey o con pequeños cuernos.
ARRIBA, Y ABAJO: Dos imágenes con lingotes de la Edad del Bronce. Arriba, lingotes cretenses,
procedentes de Agia Triada y fechados entre el 1500 y el 1450 a.C. (tal como los muestra el Museo de
Heraklion, al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). Con estos talentos de cobre
comerciaban su metal los minóicos en época de Cnossos (durante el Neopalacial) dando al cobre la
forma de hacha doble o bien de piel de animal. Ambos diseños se explicarían en base a que cada lingote
equivaldría a un número de bipennas (usadas como moneda de cambio, en la época) o bien a una
determinada cantidad de cabezas de ganado (cuyo valor también se tasaba en pieles -utilizadas
comúnmente para el trueque-).
Abajo, dos talentos de cobre; a la izquierda, pieza sarda fechada entre los siglos XIII y XII a.C. y
perteneciente al Museo de Cagliari (al que agradecemos nos permita divulgar nuestra imagen). A la
derecha, uno de los muchos lingotes hallados en el Uluburún; pecio del siglo XIV hallado en aguas
de Turquía, que se supone de un barco creto-chipriota. Este tipo de lingotes aparecen en las naves
hundidas de Chipre y en las minas de Cerdeña. Todo obliga a pensar que la mayor parte del cobre que
comerciaban los creto-chipriotas lo obtenían en el extremo occidente; fundiéndolo en Cerdeña con
este diseño (semejante a la piel de toro). Pues en las proximidades del Mediterráneo se habían agotado
las minas cúpreas a mediados del segundo milenio a.C.; sin existir apenas yacimientos de casiterita (que
tan solo había en Cerdeña -de baja calidad- y en Almería o Murcia). Muy por el contrario; eran riquísimas
en metales preciosos las costas del Atlántico; desde Huelva hasta Jutlandia, pasando por las Islas
Británicas.
Para terminar este epígrafe, describiremos lo que sucede en Anatolia durante esta etapa que
analizamos -desde el 1500 a 1000 a.C.-. Donde, como ya dijimos, a mediados del siglo XV a.C. cae el
imperio Hitita; debido a guerras internas. Estas luchas parece que se suceden en el corazón de Hattusa
(la capital imperial) motivadas por reyertas entre familiares que pugnan por hacerse con el poder. Aunque la
crisis hittita más bien deberíamos comprenderla, motivada por el enorme poder que extiende por
entonces Egipto; tras expulsar a los Hicsos y rehacer su imperio, en una nueva fase de florecimiento
llamada Imperio Nuevo (que comprende desde el 1580 al 1085 a.C. -apox.-). Pues tras retomar el poder
del Delta y echar a los extranjeros de sus dominios, lo primero que promueven los faraones es guerrear
en las tierras vecinas, hasta recuperar el corredor de Palestina (llegando pronto a Siria, para evitar
nuevas invasiones del Nilo). Ello, y sus alianzas con Mittani, motiva que los hittitas entren en crisis y sus
élites caigan, subiendo al poder nuevas familias, dispuestas a pactar con el faraón (sino a someterse
a él). Así se funda un Nuevo Imperio Hitita, que finalmente llegará a vencer a Egipto, gracias a las
armas de acero; pero cuya duración será bastante breve, también debido a la difusión del Hierro.

De tal manera, sabemos que los de Hattusa regeneran su reino hacia el 1450 a.C. creando aquel
Imperio Nuevo de Hatti, que dominarán nuevos nobles. Pero los tremendos fríos que se producen
desde el 1400 a.C., a mi juicio son el motivo de que en el Cáucaso se logre templar el acero. Pues el
hierro se conocía como metal dulce y se extraía de los meteoritos, creando con ese mineral puñales
inoxidables pero de filo muy débil (como la daga de Tutankhamón, con la que fue enterrado en fechas
anteriores a la Edad del Hierro). Pero entre el 1400 y el 1350 a.C. parece que se halló el método de
templarlo y convertirlo en acero; algo que a mi juicio se debió a una enorme ola de frío, que obligaría
a crear hornos de mayor fuerza y sobre todo a usar el carbón para calentarse. Método que permite
lograr temperaturas superiores a los mil grados y que por lo tanto, funde el mineral férreo. Pese a todo, aún
quedaría por descubrir el sistema de templado; que debió hallarse por casualidad, orinando sobre las piezas
al trabajarlas. Ya que la temperatura ideal para convertir el hierro en acero, es trabajarlo sobre un baño
líquido a unos 35 grados.

Aquel gran invento haría caer todo el mundo del Bronce, comenzando por el propio del lugar en que
se descubrió: Anatolia. Acerca de lo sucedido con el nuevo metal, conocemos que entorno al 1250 a.C. el
rey hititta Hattusi III, regaló una espada de hierro al gran Ramsés II; cuando manda al Nilo a su hija, como
esposa del faraón. Siendo este el momento en que el acero entra por vez primera en Egipto; pero debiendo
de pensarse que unos cincuenta años antes, ya se forjarían buenas dagas con este material en Anatolia
(más o menos perfectas y rígidas). Así pues, el comienzo del Hierro debemos fecharlo entorno a esas
fechas (desde fines del XIV a mediados del XIII a.C.); considerando que hacia el 1300 a.C., los hittitas
ya tendrían espadas férreas mucho más resistentes que cualquier arma de bronce. Ello supuso, en
primer lugar, el avance de los de Hatti sobre Oriente Medio, logrando llegar a las fronteras del Nilo.
Pero asimismo, la enorme preocupación de los faraones, tras conocer la existencia de este nuevo
metal, del que ya en el 1350 a.C. tendrían noticias -pese a que por entonces aún no sería tan perfecto, ni
sabrían forjarlo como acero-. Estos hechos nos llevan a entender por qué a mediados del siglo XIV
a.C., Amenofis III y su hijo, Amenofis IV (Akhenatón), realizan una política de pactos continuados con
Mittani y el mundo hititta. Viendo que sus vecinos les superaban en fuerza (seguramente tras la aparición
de las primeras amas de hierro). Aunque sería ya en época de Ramses II, cuando se ven obligados a
aceptar la superioridad del Imperio Hittita, tras ser derrotados y casándose el propio Ramsés con
una princesa de Hatti (para lograr alianzas con ese reino que les superaba en fuerza).

ABAJO: Pareja de leones neohititas, procedentes de una basa de columna hallada en Tell Tainat,
fechados antes del siglo VIII a.C., propiedad del Museo de Antakya (al que agradecemos nos ermita
divulgar la imagen). Observemos el paralelo entre estos leones que abundan en la estatuaria
neohitita, entre los siglos X al VIII a.C. y los que posteriormente surgen en la Península
Ibérica. Acerca de ello, hemos de recordar como el profesor Bendala dedicó parte de sus estudios a
analizar los leones de la España prerromana (fechados entre los siglos VI al IV a.C.); que
preferentemente aparecen en la zona de Levante y Andalucía. Comparándolos con los neohititas; llegando
a la conclusión de que pertenecían a una misma cultura. Por cuanto -a mi modo de ver- hemos de
considerar que tras la caída de los reinos neohititas (siglos VIII-VII a.C.); muchos de sus habitantes se
refugiaron en la Península Ibérica. Donde sabemos que compraba su estaño el rey Midas; monarca
neohitita famoso por su riqueza y su amor a los metales. Quien reinó en Gordión (Frigia), hasta que sus
tierras fueron invadidas por tribus cimmerias, que le obligaron a suicidarse hacia el (670 a.C.); tras lo que se
supone arrasaron la población y confiscaron todas sus riquezas (destruyendo el reino).
Finalmente, el Hierro se difunde desde el imperio Hitita a sus alrededores, provocando la caída de
Troya a manos de los aqueos; gentes marineras -conocedores el acero- asentados en tierras e islas del
Egeo. Quienes asediarían ese punto de paso hacia el Mar Negro, demostrando que ya no interesaba aquel
lugar que cerraba Troya en el estrecho del Bósforo. Pues con el nuevo metal férreo, no era necesario ir
hasta el Cáucaso en barco, para buscar estaño o cobre y debiendo pedirse “portazgo” a Troya (que
dominaba el paso). Todo ello significó que desde entonces, cualquier pueblo podría hacerse con un
arsenal de armas; habida cuenta que las minas de hierro abundaban por doquier. Así pues, la caída
de Troya entorno al 1212 a.C. no es más que el reflejo del derrumbe del mundo del Bronce y del
hittita; un imperio cuya decadencia comenzó hacia el 1200 a.C. (para desaparecer definitivamente un
par de decenios después). Quedando desde esta época, Anatolia entera sumida en la anarquía y en
las razzias de los Pueblos del Mar; gentes autóctonas que se sublevan contra sus señores hittitas y
los derrotan (llevando al desastre al imperio de Hatti hacia el 1180 a.C., pero viéndose pronto obligados a
huir de su lugar de origen).

Tras ello, aquellas hordas terribles del hierro, que arrasaron las tierras de la actual Turquía; se
propusieron adueñarse de gran parte del Mediterráneo, promoviendo continuas expediciones, en las
que atacaron primero: El Egeo, Creta, Chipre, Canaán y Egipto. Pero más tarde lanzaron sus
ejércitos de mercenarios embarcándose hacia los litorales de: Italia, Sicilia, Cerdeña, Córcega y
hasta las de España. Sabiéndose que los “danaos” de Canáan y de Cerdeña tienen este origen; así
como los “sardos” (conocido Pueblo del Mar que dio nombre a la isla sarda). Incluso, los tirrenios y
etruscos pudieron proceder de los “turta” y “teresh” (también citados entre estos pueblos errantes
marineros, que atacaban las costas desde el 1200 a.C.). Siendo teoría de algunos historiadores que los
mastienos y bastetanos del Sur de España, pudieron tener esta misma procedencia (de los
“masawas”, otra tribu del mar). Mientras que Schulten propuso que los tartessios nacían de igual rama
que los etruscos, venidos con las migraciones de ese Pueblo del Mar denominado “turta” o
“teresh” (antes mencionado). Finalmente añadiré, que entre estos emigrados desde Oriente hacia el
Occidente mediterráneo, a mi juicio habríamos que contar a los “cereteos”; como huidos de la Creta
invadida por los aqueos hacia el 1200 a.C.. Unos creto-chipriotas o “cereteos” que en Canaán serían
asimilados a los Filisteos; pero que en el extremo occidente -a mi entender- habrían tomado su
nombre original, siendo conocidos aquí como “curetas” (pueblo citado entre los tartessios).

Para terminar este epígrafe añadiremos que hacia el 1100 a.C. nacerán en Anatolia los reinos
neohititas, como recuerdo del Antiguo y Nuevo Imperio de Hattusa (por entonces completamente
desaparecido). Siendo aquellos reinos neohittas tan solo una memoria residual del mundo anterior;
donde las diversas facciones del Hierro, llegaron a crear varios estados de poca importancia, que
conservaban la lengua hittita (en forma de un nuevo idioma llamado luwio). Estos reinos neohititas
perduraron hasta que Asiria -junto a los escitas-, y más tarde Grecia; cayeron sobre Anatolia. Pues
los pueblos Cáucaso (que odiaban el mundo hittita) se unieron a los asirios, quienes junto a otros enemigos
procedentes de Oriente Medio, les atacaron repetidamente, sometiéndoles. Aunque finalmente los reinos
neohititas fueron aniquilados por invasiones como la helena. Que se hizo con el centro de la actual
Turquía fundando allí el reino de Lidia y erradicando a toda la población anterior y a la que llamaban
frigios. Unas gentes que se vieron obligadas a huir de sus tierras de origen durante los siglos VIII y
VII a.C.; en los que griegos, asirios, cimmerios y otros enemigos, invaden repetidamente sus reinos,
aniquilando su población y su cultura. Siendo forzados todos los antiguos habitantes del mundo
hittita, a emigrar desde esta época (so pena de ser esclavizados o ejecutados, como se hizo con quienes
no huyeron). Viajando hasta zonas como Italia y la Penínsua Ibérica, donde desde el siglo VIII a.C.
veremos estatuaria, arte y joyería de tipo neohitita (preferentemente en el área levantina española y
en la tatessia).

JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, estela del Viso de Córdoba, fechada hacia el siglo VIII
a.C., tal como la expone el Museo Arqueológico Nacional (al que agradecemos nos permita divulgar
nuestra imagen).

Abajo, leona ibérica del siglo V, propiedad del Museo Arqueológico de Córdoba (al que agradecemos
nos permita divulgar nuestra imagen). Ambos son dos casos donde se manifiesta la llegada de
precolonizadores venidos desde Anatolia (o del Egeo), importando a la Península nuevas modas. En
la Estela del Viso de Córdoba, podremos observar un nuevo armamento y enseres que surgen en nuestras
latitudes entorno al 1000 a.C.. Siendo de destacar el casco con cuernos (típico de las tribus de Anatolia), las
espadas de tipo Bronce Final y el enorme escudo que luce el guerrero. Quien además va adornado con
pendientes y luce entre sus atributos, un espejo y un peine. Finalmente, a sus pies, podemos ver un
pequeño carro de guerra (similar a una biga romana), tirado por lo que parecen dos caballos. Por su
parte, la leona del Museo de Córdoba, es uno de los muchos ejemplos de arte neohitita en nuestra
Península.
AL LADO: Monumento conocido como la
tumba del famoso rey neohitita Midas -dibujada por Faucher-Gudin (de una lámina de Perrot and Chipiez;
publicada en “History of Egypt ….” por G. Maspero)-. De este monarca dicen las fuentes clásicas que
compraba sus estaños en tierras del Atlántico. En la cita (9) podemos ver que la mención de los textos
antiguos acerca de la compra de metales hecha por el rey Midas en zonas cercanas al Estrecho de
Gibraltar; tiene fundamentos históricos.
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b-2) Cronología comparativa con Egipto, Oriente Medio y Canaán (1500 al 1000 a.C.):

Comenzaremos por describir lo que sucedía en Egipto durante estas fechas; con el fin de recoger
paralelismos históricos que nos ayuden a comprender los acontecimientos de la Península Ibérica
en una misma etapa. Así pues, sabemos que desde el 1560 a.C. el reino del Nilo entra en una nueva
fase de florecimiento conocida como el Nuevo Imperio (que durará casi quinientos años). Por cuanto
hasta el 1080 a.C., el país faraónico vivió su último gran periodo; etapa de crecimiento que fue
truncada en su progreso en dos ocasiones: Primeramente por las crisis internas debidas a
Akhenatón y la nueva religión que quiso imponer entre los suyos. Pero más tarde debido a la invención
del hierro, que trajo nuevos pueblos hasta el Nilo; atacando inicialmente las fronteras, pero que finalmente
llegaron a destruir las viejas estructuras faraónicas. Así pues, comenzamos por la sucesión de los hechos,
tal como cronológicamente aparecen en la Historia:

Después del 1550 a.C., tanto era el odio de los egipcios antiguos hacia los hicsos y a sus gentes
asociadas, que fue denostada la misma ciudad de Biblos; pese a que durante miles de años había sido
tenida por aliada del Faraón (colonia, casi hermana). Por su parte, sabemos que entre el 1570 y el 1550
a.C., Ahmosis y Tutmosis II expulsaron definitivamente a aquellos hicsos; tenidos por los faraones
como “tiranos e ignorantes, bajo cuyo reinado no hubo prosperidad”. Consecuentemente, ese periodo
anterior de dominación “extraña” (el Reino Hicso), llevaría a Egipto a tener un fuerte sentido patrio y a
fortalecerse militarmente; pero sobre todo a desear destruir Canaán. Por lo que después del 1550 a.C.,
los nilotas se convirtieron en una sociedad en plenamente xenófoba. Tanto como para no desear
contacto económico con países desconocidos; siquiera despertando su interés por crear una marina
mercante -y aún menos, para enviar expediciones marítimas-. Debido a ello, tan solo dedicaron sus
astilleros y los barcos egipcios, a la guarda y custodia de sus costas. Aunque con su capital en Tebas (hoy
Luxor, a setecientos kilómetros tierra adentro), poco les preocupaba un ataque naval en el Delta. Así pues,
decenios más tarde, fue bien recibida la aparición de naves extranjeras venidas desde las costas de
Oriente Medio (cercanas a Biblos); pues ello suponía que los súbditos del faraón no necesitaban salir
de sus dominios. Asimismo recibieron bien a las de Chipre y Creta; islas que les habían proporcionado
barcos y realizado durante casi un milenio el trabajo comercial o marítimo.

De ese modo, una nueva civilización de canaáneos -“hombres rojos” (púnicos o púrpureos)-,
comienza a gestarse por entonces; al tener un gran éxito en su comercio con Egipto durante esa
primera fase del Imperio Nuevo (desde el siglo XV a.C.). Por cuanto los Faraones de la XVIII Dinastía no
solo dan a los canaáneos de las costas el “monopolio” y confianza para ser sus marinos mercantes; sino
incluso, les dejan establecerse en pequeños barrios del Nilo -debido a que estaban originariamente
mezclados y muy unidos con otros egipcios que habían emigrado a Canaán-. De este modo, comenzaron
a establecer sus negocios en el delta estos cretochipriotas y pre-fenicios; tanto como para
institucionalizarse como comerciantes, asesores y banqueros de ricos, o nobles faraónicos. Siendo
este el momento en que comienza a nacer lo que luego sería Fenicia, que aún en el siglo XV a.C. era
solo un “proyecto”. Aunque en los centenios siguientes se iniciará como el gran emporio comercial de las
costas de Oriente Medio. Creando fortalezas sobre islas y cabos, suficientemente distantes o protegidos,
como para poder defender sus ciudades solamente valiéndose de barcos (elevando capitales de la
importancia de Tiro y Sidón, en mitad del mar y al modo que miles de años después imitarían puertos como
Venecia). Consecuentemente, desde el siglo XVI a.C. hubieron de abrirse nuevos emporios y astilleros en
las costas de Canaán, gracias a los bosques con cipreses del Líbano. Siendo históricamente evidente
que esos canaáneos a los que luego llamaremos fenicios, heredaron paulatinamente la función
mercantil ante el Faraón, que hasta entonces estuvo solo en manos de los bibliotas, cretenses y
chipriotas.

SOBRE Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Arriba, Siete pendientes de oro hallados en la cámara sepulcral
de Djehuty (circa. 1470 a. C.), tal como los expone el Museo de Luxor desde 2014 -agradecemos al Museo
de Luxor y a José Manuel Galán, nos permitan divulgar su imagen-. Abajo, reproducción de parte del
tesoro de Villena tal como lo expone el Museo Arqueológico Nacional -al que agradecemos nos
permita divulgar nuestra imagen-. Observando detenidamente las piezas de ambos ajuares, se ven
paralelismos en el diseño y en la forma de trabajar el oro. Aunque el tesoro de Villena se data mucho
más tarde; fechándolo los expertos en el Bajo Bronce (entre el 1200 y el 900 a.C.). Pese a ello, no nos
extrañaría la hipótesis de que aquel enorme ajuar hallado en Villena -del que sabemos fue trabajado
por joyeros peninsulares-; fuera un encargo para entregar a mercaderes, que lo llevarían hasta
Egipto (o bien a Oriente Medio). Quizás en unas fechas un tanto anteriores a la datación que
actualmente tiene ese tesoro, y más cercanas al florecimiento del Nuevo Imperio (hacia el siglo XIV
a.C.).
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Así pues, desde la caída de los Hiscsos, dejarán de ser los egipcios compradores o aliados de Biblos
y llegan hasta este área del Líbano como recaudadores del faraón; cuyos cobros e impuestos en
tiempos de los Tutmosis (II, III y IV) fueron verdaderamente duros -sobre todo para el puerto gibliota-. Tanta
era la furia contra estos que hubieran ayudado a los hicsos, que Tutmosis II se alía con el reino de Mitani
y unidos a Babilonia, deciden repartirse Canaán, para someterlo por completo. Creando así un
fortísimo imperio nilota que comprendía Líbano y Siria, llegando hasta el Eúfrates. En esta intención
de venganza no cesaron los faraones coetáneos, y Tutmosis III, desconfiando de sus aliados (en 1462
a.C.) incluso atacará Mitani por el Eúfrates; para controlar totalmente a los semitas -recordemos que
esta civilización mesopotámica de Mitani, había sido de fundación Hurrita; de igual raíz a la de los Hicsos-.
Así pues, los canaánitas que no huyeron del Nilo al caer el mundo Hicso, pasaron a ser esclavos en
Egipto; al igual que cuantos prisioneros hicieron en Oriente Medio los ejércitos del faraón en las
repetidas campañas (antes citadas). De tal modo, mientras los canaáneos se intentaban liberar como
podían del yugo egipcio; los hebreos caerían en “desgracia” y los que vivían en el Nilo serían
desplazados desde la clase alta, hasta los mas bajos estratos sociales. Muy posiblemente ello
ocurrió entre el 1560 y el 1350 a.C.; debiendo por entonces soportar la esclavitud o bien la tiranía de
los faraones más guerreros y fuertes de ese Imperio Nuevo (de la XVIII Dinastía: Amosis, los Amenofis y
los Tutmosis).

En lo que se refiere a las costas y tierras vecinas del Nilo, ya dijimos que desde el siglo XIV a.C. se
asientan en Canaán tribus pre-israelitas y semitas, que van proporcionando un nuevo sustrato a la antigua
civilización Giblita (de Biblos). De esta unión entre la cultura de Biblos, los hebreos y pueblos del
Hierro llegados por mar, nacerá progresivamente Fenicia dos siglos después (en el litoral del actual
Líbano). Mientras a estos puertos pre-fenicios irán viniendo oleadas de marineros que se desplazan
desde Creta, Chipre y Asia Menor; quienes les aportarán los conocimientos náuticos y de astilleros,
para crear una verdadera Civilización del Mar inigualable. Estas serán tribus que desde Anatolia y zonas
del actual Mar Egeo comienzan a emigrar en ese siglo XIV, para buscar suerte como mercenarios, hallar
nuevas rutas de metales, y encontrar un territorio donde asentarse. Son diversos pueblos
“protoindoeuropeos” que hasta entonces habían convivido con el imperio Hittita, ocupando sus
fronteras en la costa de la actual Turquía. Pero múltiples sucesos y convulsiones de este siglo, hacen que
se movilicen buscando prosperar en el Mediterráneo a esas gentes que emigran de Anatolia. De las que
creemos, en principio fueron preferentemente de origen cretochipriota, unidas a indoarianos (Hittitas)
mezclados en Asia Menor con semitas y Canaanitas. Todo ello durante una época en la que los cretenses
y chipriotas manejaban principalmente el comercio de la zona Norte del Mediterráneo; siendo
quienes importarían los metales, desde el Occidente a Oriente (al menos hasta la aparición del
Hierro).

Aunque -como dijimos- el florecimiento del Nuevo Imperio dura hasta el 1350 a.C., pues con la llegada
de Akhenatón, los canaaneos dejan de sufrir este férreo control del Nilo; ya que el “rey hereje” no
impedirá que Canaán se “independice”, o que sea tomado por los Hittitas (olvidando toda obligación
política y militar en esas tierras). Así pues, desde el 1377 a.C. (fechas aprox. +/- 30 años), cuando sube
al trono Amenofis IV, el gran “rey hereje Akhenatón”; las tierras vecinas se ven liberadas, porque este faraón
dedicará todo su reinado al mundo cultural y espiritual -sobre todo, a la reforma religiosa que personalmente
decide llevar a cabo-. Una “herejía” con la que intentó imponer lo que se ha denominado “el monoteismo” de
Egipto. Aunque realmente todo parece más bien un intento de ese Faraón por apoderarse de la fuerza de la
iglesia egipcia y controlar la religión, pues lo que pretendía era una gran reforma administrativa para
controlar el clero; tanto como un acercamiento de su pueblo a creencias más propias de semitas y
canaáneos. Por lo que se piensa que este faraón trató de imitar cultos canaáneos y mitanios de su
época; seguramente para llegar a una confluencia con estos pueblos vecinos.

Así pues, hacia el 1350 a.C. hemos de destacar la gran crisis de Amarna, provocada cuando el rey
Ameonofis IV pasó a llamarse Akhenatón; proclamando el nuevo culto a un solo dios, que debía ser adorado
bajo el nombre de Atón. De este modo anuló los ritos del anterior Amón, declarando herejes a todos los que
siguieran las antiguas veneraciones del Nilo y proclamando su nueva religión para Egipto entero. Las
razones para esos cambios de rito y culto, ya las hemos estudiado en varios de nuestros artículos (10) ;
aunque pueden resumirse diciendo que por entonces el Nilo necesitaba seguir dominando todo el
corredor de Palestina, llegando hasta Mitani. Principalmente para que los Hittitas no prentedieran
entrar en el Nilo, pero sobre todo para evitar que los pueblos de Oriente Medio no se aliasen en una
liga conjunta para atacar al faraón. Siendo así, parece que Amenofis IV decide proclamarse como
Akhenatón y promover un culto en sus tierras semejante a los que seguían los pueblos canaáneos,
sináicos o de Oriente Medio. Copiando -de algún modo- el dios único de Abrahám y de algunas
tribus del Sinaí, con el fin de procurar la paz con ellos. Pensando a su vez en controlar el clero; confiado
en que aquella reforma religiosa sería fácilmente admitida entre los egipcios, porque -de algún modo- en el
Nilo también se adoraba a un dios supremo y casi único. Como lo era Amón y la figura de Osiris.
SOBRE JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Arriba un
fresco faraónico donde vemos un barco enarbolado; este tipo de naves se usaron ya desde la
primera Dinastía (3000 a.C.) para realizar expediciones hacia el actual Líbano (adquiriendo allí maderas)
o bien a zonas como Nubia (en busca de metales preciosos). Al Lado, una pinaza vasca del sigo XVII,
recuperada del mar (tal como la muestra el Museo Provincial de Bilbao, al que agradecemos nos permita
divulgar nuestra imagen). Observemos en las cuadernas que la técnica para su fabricación ha sido la
misma usada durante milenios; variando tan solo el tipo de maderas y los metales utilizados para
ensamblar el casco de la nave (bronce o hierro). En este tipo de pinazas (de unos quince metros)
navegaban los marineros vascos por todo el Cantábrico, llegando hasta Inglaterra sin problemas y
logrando navegar por lugares verdaderamente lejanos en el Atlántico. Todo lo que explica que desde la
Edad del Bronce ya tuvieran medios para alcanzar las Islas Británicas y navegar hasta Jutlandia, en
busca de metales; pues en los bajorrelieves y frescos del IV, III y II milenio a.C. vemos naves
semejantes a esas pinazas del Cantábrico. Abajo, El puerto de Bayona (junto a Vigo). En su muelle y
atracada, se muestra una reproducción de la carabela en la que volvió Pinzón desde América en su primer
viaje con Colón (llegando a Bayona). Si observamos esta embarcación con detalle, nos damos cuenta
que no es ni más grande, ni más segura, a las usadas en tiempos de Fenicia y ni siquiera en los
anteriores.
Por todo cuanto explicamos, el Atón de Akhenatón; no solo es un nuevo dios, sino principalmente un
intento de aliarse con Mitani, los Canaaneos y Amorritas. Pretendiendo ese faraón débil y decadente
aunarse con aquellos pueblos vecinos, cuando observa como los Hittitas “bajaban” desde Anatolia,
realizando terribles razzias y conquistando antiguas tierras de frontera faraónica en el Medio
Oriente. Por lo tanto, y a nuestro modo de ver, no es aceptable la teoría extendida que afirma cómo los
hebreos nacen en tiempos y del reinado de Akhenatón. Produciéndose el Éxodo tras la caída de este rey;
cuando el faraón vencido y expulsado tiene que huir de Egipto, encaminándose hacia Canaán junto a sus
seguidores y quienes le apoyaron en el Nilo. Pese a ello, es verdad que dentro del mundo hebreo hay dos
tribus consideradas de origen egipcio -o extranjero- llamadas de Efraím y de Manases. Dichos grupos son
los que fundan el reino de Judá (ajeno al de Israel) y se consideran llegados tras la época de Akhenatón al
Jordán; creyendo que se establecen en este momento al Sur de Canaán. De tal manera, solo esas dos
tribus se pueden considerar posibles migraciónes venidas desde el Nilo, tras la herejía de Akhenatón -en
épocas cercanas a Ramsés II (tal como la Historia recuerda)-.

Por su parte, algunas ciudades Oriente Medio ocupadas por egipcios, deciden continuar fieles al
faraón; pero en época de Akhenatón no se les envía ayuda a fronteras y pronto caen pasto de los
caudillos Caananitas revueltos, que ayudados por los Hittitas destruyen sus emporios. La fama de
Egipto se desvanece y nadie puede permitirse mantenerse ya fiel a Amenofis IV (Akhenatón); quien
mientras su reino se hundía, dedicaba sus principales esfuerzos para que los egipcios adorasen a Atón en
vez de a Amón. De este modo, el reino del “Faraón hereje” y su herencia, se convierte en una anarquía;
y en ese periodo de declive -dicen- aparece por primera vez en la zona del Sinaí un pueblo que los
del Nilo llamaron “Apiru” y que creemos se traduce como “los del otro lado”. Dichos Apiru (o Hapiru)
son según muchos autores los que luego se llamarían hebreos; quienes durante el reinado de
Akhenaton se intentan establecer al Oeste del Jordán y más tarde parece que consiguen hacerlo al
Este de aquel río. Pese a todo, en nuestro modo de ver, quizás es entonces cuando los hebreos (o Apiru)
se escinden de Egipto, huyendo a tierras más lejanas, al otro lado del Mar Rojo. Muchos creen que es en
esa época cuando huyen del Nilo, pero no debemos de pensar tanto en una huida como en el hecho de que
en ese momento Egipto pierde la hegemonía sobre esas tierras de Canaán y del Sinaí. Por cuanto, en los
ciento cincuenta años que median desde la muerte de Akhenatón, hasta el final de la XVIII Dinastía
(desde el 1358 al 1200 a.C. +,-); los canaaneos que habían vivido bajo el yugo egipcio tras el
comienzo del Reino Nuevo, van liberándose gracias a la decadencia de Egipto.

Tras el fallecimiento del “rey monoteista” en el 1362 a.C. (aprox.) la anarquía se adueña de un
dividido Egipto; que heredará su yerno, el famoso Tutankhamón. El nuevo soberano abjura de la
religión de su suegro, e intenta reconvertir el reino al sistema antiguo; reponiendo la capital en Tebas y
sustituyendo la que fundó Akhenatón dándole su mismo nombre y elevándola en el término medio del Nilo
-ciudad que por entonces fue destruida y olvidada-. La nación egipcia se escinde prácticamente en esos
tiempos, dividida en partidarios y detractores del nuevo culto. Luego, el fanatismo de unos y otros,
deja inmerso el Nilo en una gran crisis, que casi hizo desaparecer el reino de Egipto (un debilitamiento
tan solo similar a la situación que produjo la llegada de los Hicsos). Por su parte, los Hittitas aprovecharán
esta situación de conflictos internos; llegando desde Anatolia a tierras del faraón y arrollando todos
los puestos avanzados que tenía Egipto hasta el Norte de Siria. Alcanzando Líbano y aliándose con
los Canaaneos, quienes les ven como libertadores y les facilitan el camino hacia el Sur. De ese modo
consiguen los hittitas en pocos años dominar desde el Líbano al Sinaí -con alianzas o victorias- ; alcanzando
-por el este- hasta la entonces egipcia Mitani, creando así los de Hattusa un imperio de extensiones
desmedidas.

En lo que se refiere al mundo fenicio y del mar; desde el siglo XIV a.C., las ciudades de las costas de
Oriente Medio (Biblos, Ugarit, Sidón y etc) van situando una flota en todo el Mar Rojo. Un golfo que
hubiera de haberse llamado Mar de Egipto (o de Israel), pero que se denominó “rojo”, porque
quienes finalmente lo gobernaron fueron los fenicios (los rojizos o púnicos). Los habitantes de las
costas de Oriente Medio (Tiro y Sidón) se adueñan tanto de este área, que desde los puertos judíos del Mar
Rojo, accedían hasta el golfo arábigo o a la India. Cuanto hace evidente las alianzas entre judíos y fenicios,
pero también entre egipcios, púnicos e israelitas; con el fin de mantener abierta tan interesante vía
mercantil. Pues hasta ese momento en que los fenicios consiguen acceder hasta Asia por el Mar Rojo; el
comercio entre La India y el Mundo Mediterráneo, se había realizado tan solo en
caravanas. Consecuentemente, la confianza entre los fenicios y los del Nilo creció, tanto que desde el siglo
XIII a.C. las ciudades púnicas de Tiro y Sidón, junto a los judíos, lograron abrir una ruta hasta las
costas de la India por esa vía (embarcando en los puertos del Sur del Sinaí). Consiguiendo así
importar hasta Israel, Egipto y el Mediterráneo, mercancías orientales. Siglos después abrirán el
mismo comercio por el Mediterráneo, desde los puertos de Fenicia y Palestina, hacia el extremo
Occidente; comerciando con los metales de Tartessos (la Tarshis bíblica).
Continuando con Egipto; tras el faraón general Horemheb, se llega a Ramses I y a Seti I (en 1319
a.C.). Reyes guerreros que pretenden la reconstrucción del Reino Nuevo, con campañas en Siria y
Líbano, durante los cuales hemos de imaginar que los hebreos aún permanecían en semi-esclavitud o
huyendo; mientras en las fronteras de Oriente Medio se libraban múltiples batallas. Finalmente, sube al
trono el famoso Ramsés II, quien deseoso de reconquistar Canaán, pierde la guerra frente a los
Hittitas el año 1299 a.C. (en Siria y Líbano); derrota tras la que jamás volverá a gobernar Egipto el
corredor de Palestina. Así, sobre 1283 a. C. (+,-) teóricamente los hittitas y egipcios se reparten
Canaán en dos mitades, pero realmente ya ni unos, ni otros, la dominarán plenamente; pues están
naciendo allí nuevos reinos y ciudades (entre los que se encontrarán los Estados fenicios y los
judíos). Ramsés II se casará entonces con una princesa Hittita, para forzar el dominio de Oriente Medio y
recibirá una espada del nuevo metal como regalo... . En este momento, la Era del Hierro había comenzado,
y con ella se iniciaría la caída de todo mundo anterior (las culturas del Bronce, incluidas la Hittita y la
Egipcia).

JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, el


sello real de Nefertiti (a esposa de Akhenatón) que tras haber sido saqueado de la tumba debió ser
vendido a un comerciante cretochipriota de metales. Este lo llevaba en su barco, mientras
transportaba una importante carga con unos quince mil kilos en lingotes de cobre y estaño (de tipo
oxhide ó “pellejo”); aunque la nave naufragó frente a las costas de Uluburún. Frente a Chipre y en el
litoral de la actual Turquía, donde el anillo de Nefertiti fue increíblemente rescatado de las
aguas (unos cuatro mil trescientos años después de haberse hundido). Abajo, un dibujo mío tomado desde
un fresco egipcio, donde se muestra al un médico egipcio de Nebaúm, que es pagado con un lingote
oxhide (piel de buey) tras haber curado a un personaje sirio. A nuestra derecha, el servidor porta aquel
enorme talento con forma de hacha doble o de cuero animal. A su lado una mujer vestida con traje
cretochipriota, muestra un regalo; en el cetro, el personaje sirio agradece al médico su ayuda, haciéndole
llegar los presentes que los otros dos le ofrecen.
De tal manera, hacia el 1299 a.C. Ramsés II llegó a zonas de Palestina con sus ejércitos,
adentrándose hasta Siria. Pero el hecho cierto es que fue vencido, pues ese área ya llevaba casi
setenta años “independizada” de Egipto; con grandes apoyos del reino Hittita, que deseaba
desgastar a sus enemigos del Nilo. Decide así Ramsés II casarse con una princesa Hittita, con el fin
de cercar Canaán y repartirse entre ambos reinos esa zona. Siendo ese el modo en como la dividen
en dos partes hacia el 1283 a.C. (+,-); quedando el Sur para Egipto y el norte para los anatolios de
Hatti. Aunque esta situación de nuevo dominio creó un sentimiento de nación y territorio común entre todos
los pueblos originarios de Canaán, que desde entonces buscaron definitivamente unirse e independizarse
de ambas culturas (la faraónica y la hittita). En este momento se produce un fuerte sentido nacional
común entre los habitantes de aquellas zonas del Sinaí; intentando los fenicios, canaánitas y judíos,
independizarse del vasallaje del Nilo. Hasta el mismo Biblos comienza a ser totalmente
autónomo, consiguiendo marcar una frontera con Egipto y con los Hittitas (lograda plenamente sobre el
siglo XII a.C.). A todo ello se sumarán dos hechos que hundirán al Nilo y Anatolia, como fueron: La
aparición de los Pueblos del Mar, pero sobre todo la difusión de las armas de acero. Lo que desde el
siglo XII genera unas nuevas migraciones y una nueva etapa en Oriente Medio. Un periodo durante el
que se crean las tres civilizaciones que perviven en Canaán: La Fenicia, el reino de Judá-Israel y el
de los Pueblos del Mar (los errantes del Hierro). Quienes habitaron la zona promoviendo gran
prosperidad durante unos cinco siglos. Hasta que los Babilonios atacan Oriente Medio en el 722 a.C.;
llegando a destruir sus ciudades principales unos ciento cincuenta años después.

Debido a lo antes expuesto, creemos que desde el 1200 al año 1000 a.C. no solo emigraron
expedicionarios fenicios desde Canaán hasta nuestras tierras, sino que asimismo llegarían hebreos
y filisteos (debido a que este último, fue uno de los Pueblos del Mar, asentado en Gaza hacia el 1190
a.C.). Una muestra de esos viajes de los israelitas hasta Iberia son los mencionados en la Biblia
como “barcos de Tarshish”, enviados por Salomón y Hiram de Tiro, cada tres años (siglo IX a.C.).
Más tardío es el relato de Jonás (siglo VII a.C.); que partiendo desde Joppe (cerca de Haifa) llega a
Tarshish, donde tiene “problemas” con los cultos marineros de adoración a los grandes monstruos del
Atlántico -probablemente de veneración a los cetáceos-. Pese a todo, actualmente los arqueólogos ya
han admitido la llegada de expediciones anteriores que aculturaron nuestras tierras, y a las que
denominan “pre colonizaciones” de la Península; que se produjeron durante todo el Bronce Bajo
(entre el 1300 y el 900 a.C.). A mi juicio, debido a estas convulsiones que el Hierro produjo en
Anatolia y en Oriente Medio. Obligando a huir de sus tierras a gran parte de la población, que vio destruida
su civilización y sometida a continuos ataques de hordas armadas con acero.

Tras el 1200 a.C., los Pueblos del Mar emigrados a Canaán, junto con otros semitas, giblitas, tribus
del Sinai, Filisteos y los isrealitas asentados junto a Tiro y Sidón; generan definitivamente Fenicia.
Estas gentes de tres “mundos” antiguos distintos, proporcionan un sustrato cultural y de
civilizaciones que iniciará “lo púnico”. La civilización de las costas de Canaán (Líbano), donde se dan
poblaciones que comercian por mar con Egipto (y otras tierras), conservando buenas relaciones con este
Imperio del Nilo, tanto como con el Hitita. Se genera un puente cultural, ayudado por los conocimientos de
los Pueblos del Mar para navegar, que tienen asimismo como base, los Imperios Mesopotámicos (de los
que descendían). Fenicia nace encabezada por sus dos grandes puertos comerciales y ciudades: Tiro
y Sidón. Comienza por entonces la caída del Imperio Hittita en Anatolia (entorno al 1200 a.C.),
quienes habían monopolizado durante unos cien años el descubrimiento del hierro y su templado.
La decadencia de los Hittitas lleva a la difusión y conocimiento del nuevo metal que rápidamente se
extiende hacia Oriente Medio y Micenas, generando la Edad del Hierro. Comienza así y en en este
siglo, la “última oleada de indo-mediterráneos”, que terminará con la Guerra de Troya y la venida de los
Pueblos del Mar migrantes desde Anatolia en estos años. Ello traerá sucesivas olas de gentes hacia el
remoto Occidente mediterráneo; principalmente con la caída de Creta y la invasión de Canaán, por
los llamados Pueblos del Mar (gentes errantes que tras la difusión del hierro quedan como mercenarios y
navegantes).
JUNTO Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Al lado, representación de barco Heládico Reciente III (Micénio
III), según Waschman en 1997.
Abajo, mi sobrino japonés Tomoki, junto a la efigie del Príncipe Khafra de Egypt (hallada en la
Tumba 75 de Giza) -agradecemos al Museo de El Cairo nos permita divulgar nuestra imagen-.
El nuevo metal traerá a nuevas gentes al escenario histórico; muchos de ellos bárbaros e incultos,
debido a que el hierro no precisaba casi de conocimientos para su obtención, ni era difícil su trabajo
o aleación -aún menos hallar sus minas-. Por ello, grupos formados por tribus, e incluso por bandas
armadas, se bastarán para hacer frente y luchar contra los ejércitos de los grandes Estados del Mundo
Antiguo. Así, a finales del siglo XIII, comienzan a bajar por el Mediterráneo turbas y hordas de piratas (en
bandadas). Entre estos invasores, los más importantes fueron los grupos que surgen desde 1195 a.C
hasta el 1155 a.C. (+,-), denominados Los Pueblos del Mar; que llegan a Egipto en época de Ramses
III. Por cuanto en el 1156 a.C. ( +,-) ya Egipto estaba exhausto de los continuos ataques sufridos en sus
costas y decide aislarse, haciendo la vida lejos del litoral marino, internándose aún más en el desierto para
defenderse de esas razzias continuadas. Pese a ello, las estelas de Ramses III narran como en 1149 a.C.
(+,-) este Faraón derrota a esos Pueblos del Mar y consigue que se establezcan en territorios lejanos
al Nilo. Acerca de dicha victoria sobre los piratas, casi todos los arqueólogos dudan y se inclinan
más a pensar que Egipto les facilita el medio para que se estas hordas marinas del Hierro
encuentren hogar y puerto en lugares de Chipre, y Canaán -incluso en el Nilo-.

Aunque aquellas gentes tan feroces ya habían entrado en territorio de Canaán, logrando
establecerse al menos en sus costas unos treinta años antes, entre el 1195 y el 1185 a.C. (+,-); siendo
llamados allí Danaos y también Filisteos. Por su parte, los relatos bíblicos de Sansón y David con
Goliat, consideramos que refieren hechos ocurridos entre hebreos y filisteos en el siglo XII a.C. (tras
convivir juntos). En los que ambos pueblos -al parecer- terminaron luchando por motivos de fé. Por todo
ello, deducimos que esta leyenda bíblica se sitúa en los tiempos de la llegada de Filisteos a Canaán y hasta
la formación de Israel-Judá (del 1195 a.C. al 1000 a.C.). Cuando ocupaban esas tierras los Peleteos,
Filisteos o Cereteos de la Biblia; que como dijimos, son refugiados arribados hacia el 1095 a.C. a Canaán.
Unos, huidos de Troya (Pueblos del Mar o Filisteos), otros de Creta y Chipre (Cereteos) y junto a ellos,
todos los caídos en desgracia tras la llegada del Hierro. De tal manera, a principios del siglo X será cuando
el pequeño rey David vence con una “pedrada de honda” definitivamente al gigante Goliat. Un Goliat que
sería el símbolo de la capital filistea, ciudad (llamada Gat); situándose tras este hecho el nacimiento del
reino de David (el comienzo del Estado unificado de Israel-Judá). Simbolizando la unión, o el dominio judío,
sobre el resto de los pueblos que habitaban esa zona de Canaán.

De este modo, hacia el año 1000 a. C. se considera que los israelitas vencieron a los filisteos;
quienes en teoría eran mucho más poderosos que los de Judá e Israel juntos. Pero aquellos “débiles”
judíos, actuaron tan unidos que consiguieron relegarles a una franja en la costa, no recuperando los filisteos
nunca más sus tierras y debiendo vivir por siempre en aquella pequeña zona junto a las playas, llamada
Gath (ver mapa bajo estas lineas); así el reino de David, triunfa ante el gran Filisteo Goliat. No es de
extrañar que coincida la época de creación del reino de Judá Israel (1000 a.C.), con la llegada de
colonizadores venidos desde Canaán hasta nuestras costas; gentes que hoy se denominan
precolonizadores de iberia y que importaron objetos de tipo micénico y caánanita. Todo ello en un
momento en que los dorios acababan de terminar con Micenas y el Egeo comenzaba de ser dominado por
gentes del Hierro.

Finalmente añadiremos que la aparición del Los Pueblos del Mar en las costas canaáneas a
comienzos del siglo XII a.C., trajo como resultado inmediato el declive y casi la desaparición de
Biblos y la cultura Giblita. Una antiquísima ciudad y emporio, fundada por Egipto en el cuarto milenio a.C.
pero que quedó así reducida a un segundo plano. Mientras, emergieron como grandes potencias: Tiro y
Sidón. Estas dos ciudades fenicias del litoral canaaneo, fueron “refundadas” y mejoradas con la
llegada de esos Pueblos del Mar, que se unen a los oriundos de Canaán. Desde entonces Tiro y
Sidón aparecen como dos núcleos capitales, que ya dominarían todo el comercio de la zona
mediterránea oriental -hasta su caída y conquista por Babilonia (desde el siglo XII, hasta el VII a.C.)-. Por
su parte, aunque los textos egipcios afirmen que desde época de Ramsés III (1200 a.C.), se
rechazaron sucesivos intentos de invasión de los Pueblos del Mar y de poblaciones navegantes
empujadas fuera de sus tierras en las costas de Anatolia. Finalmente, aquellas hordas se establecen en
el Nilo como mercenarios y llegan a tener un faraón de su linaje (Shesonq I). Consecuentemente, en
el 1085 a.C., comienza en el llamado Tercer Período Intermedio o Época Baja de Egipto (1085 a 712
a.C.); ocupando el trono hacia el 945 a.C., Sesonq I -el faraón de los Pueblos del Mar-. Desde este
momento, el imperio estará ya muy dividido y los dos reinos del Alto y Bajo Nilo vivían en crisis permanente.
SOBRE ESTE PÁRRAFO: Bajorrelieve del palacio de Sargón (en Kosrsabad) propiedad del Museo del
Louvre, al que agradecemmos nos permita divulgar la imagen. La escena, del siglo VII a.C., muestra el
modo en que se transportaban las maderas desde el Líbano.

ABAJO: De nuevo, mapa editado en el libro “Por los caminos de la Biblia” de M.J. Esteve (Barcelona
1967; página 86). En este podemos comparar las tribus de Israel y los Pueblos del Mar.
.
b-3) Cronología comparativa y conclusiones finales: Península Ibérica (del 1500 al 1000 a.C.):

Recordemos que hacia el 1680 a.C. nace en el Egeo el Heládico -y Cicládico- Final I, tras la explosión
del Tera-Santorino. Un momento que a su vez se corresponde con el Chipriota Final I; que
igualmente es paralelo al 1650 a.C., inicio del Minoico Medio IIIA (1680 a.C) y con el Minoico Medio
IIIB (NEOPALACIAL, conocido como el Imperio de Minos). Todo lo que concuerda con la Península
Ibérica, donde en esas fechas termina el Vaso Campaniforme y comienza a desaparecer El Argar.
(hacia el 1625 a.C.). Iniciándose poco después la cultura de Las Cogotas I (entorno al 1500 a.C.).
Asimismo, estas fechas serán las mismas que marcaron en Egipto la entrada de los Hicsos (1660
a.C.) y su expulsión, un siglo más tarde; naciendo por entonces el Reino Nuevo (1550 al 1085 a.C..). Por
su parte, los paralelos con Anatolia son plenos, ya que es asimismo en el 1700 a.C. (+/-) cuando se
funda el Imperio Hittita; cuyo esplendor se produce durante esos siglos XVI y XV a.C.. Mientras en esta
época Canaán se vio sometido por los hittitas y por los egipcios; al menos hasta la aparición del hierro
(entorno al 1350-1300 a.C.; cuando comienzan a enfrentarse los del Nilo y los anatolios).
Por su parte, durante los siglos XVI al XIII a.C. parece que llegan a Cerdeña y a las Islas Baleares
gentes -huidas seguramente- desde Anatolia y Creta. Así irá naciendo en Cerdeña y Las Baleares
asentamientos muy relacionados entre sí, e igualmente conectados con El Argar y Creta. Finalmente,
estos yacimientos que se originan en las islas hacia el comienzo del II milenio a.C., tienen su eclosión junto
con El Argar (entorno al 1500 a.C.); darán como resultado las Culturas Talayóticas (en Baleares) y
Nuragas (de Cerdeña). Creemos que ambas son de plena influencia argárico y cretense (así como
igualmente maltesa). Constructivamente arraigadas con el Megalitismo Ibero, pero cuyos objetos de
culto son iguales a los del Minoico. Asimismo, llama la atención el parecido de los Talayots y las
Nuragas, con los templos de Malta; lo que obliga a suponer que estaban estas islas en las “escalas” y
rutas de los buscadores de metal. del II milenio a.C.. Por ser el camino natural entre la Península Ibérica y
Creta, puntos como Las Baleares, Cerdeña y Malta. Así pues, sabiendo que hacia el 1600 a.C. acaba en
Vaso Campaniforme en nuestras tierras, pero también el periodo campaniforme de Cerdeña.
Conociendo a su vez que en el 1500 a.C. la Isla de Malta entra en una nueva fase de tránsito, entre el
Bronce final y el Hierro. A mi juicio, hemos de atribuir la creación de las culturas Talayótica y Nuraga
a esos viajeros que aparecen en Malta hacia el 1500 y que acaban con el Campaniforme en la
Península y en Cerdeña en igual fecha (creando un megalitismo final, entre el 1500 y el 750 a.C.).

Por su parte, en el 1450 a.C. se produce en Creta el Minoico Tardío (TERCIOPALACIAL) y en Chipre,
el Chipriota Final IIA; correspondiendo en nuestra tierra al Bronce Final IC, marcado por hallazgos de
tipo Micénicos, como el de Llanete de los Moros, el de La cuesta del Negro y Belmeque. Todos ellos
documentados como importaciones llegadas desde el Egeo, cercanas al siglo XIII a.C.. Además, tal como
hemos dicho, personalmente nos llama la atención el parecido de Talayots y las Nuragas con los
templos de Malta, lo que me obliga a suponer que estaban en estas islas las “escalas” entre Creta-
Chipre-El Egeo y nuestras tierras (en las rutas de los buscadores de metal del II milenio a.C.). Al ser
las singladuras más directas entre la Península Ibérica y el Oriente; atracar en Cerdeña, las Baleares o
Malta. A todo ello, hemos de destacar que desde el siglo XIII al XI a.C., los chipriotas suceden
culturalmente y económicamente a Creta; que cae en declive tras el 1200 a.C.. Estos cretochipriotas
durante al menos dos siglos, distribuyen por Oriente Medio el cobre de Cerdeña y
Occidente, comercializándolo en talentos con forma de piel de buey. Un diseño que fue el símbolo de las
culturas cretochipriotas durante el bronce, pero que permaneció en las peninsulares hasta la del hierro y
más concretamente en Tartessos (siendo los diferentes enseres y objetos en forma de cuero, pellejo u
oxhide; el recuerdo del lingote piel de toro de Chipre, o del hacha doble -bipenna y labrys minóica-).
JUNTO, BAJO Y SOBRE ESTE PÁRRAFO: Varias
fotografías tomadas en el Museo Arqueológico Nacional (al que agradecemos nos permita divulgarlas). En
ellas vemos algunos de los toros talayóticos de Costitx y cuernos de adoración, junto a palomas
(objetos de culto de esa civilización balear). Estas piezas maravillosas pertenecientes a la Edad de
Bronce local, muestran un enorme paralelo de cultos entre el mundo minóico y el talayótico. Pues
tanto en Creta como en Baleares se adoraba al toro (bravo y a mi juicio simbolizando el totem
protector); junto a la paloma (mensajera o de suelta y que considero significaba la guía en el mar).
Desde el 1200 al 1100 y al 850 a.C. se produce en la Península la PREcolonización en el Bronce
Final (decadencia de Cogotas I; término del Bronce, hasta inicio del Hierro y colonización). Estos
Precolonizadores de las latitudes Ibéricas vendrían regularmente y se establecerían en tierra de forma
continuada, ya en el 1200 a.C. (aprox.). Ello explica por qué desaparecería por entonces todo vestigio
de culturas del bronce, como El Argar; por lo que se pasa al Bronce Bajo. Además,
aproximadamente entre el 1300 y el 1100 a.C., en Cataluña se desarrolla la cultura de los Campos de
Urnas que eclosiona hacia el 1100 a.C.; precisamente cuando en las Baleares se da la talayótica.
Asimismo, entorno al siglo X a.C. se iniciará el camino para que nazca Tartessos (con fases como “Ria de
Huelva” y sus armas del Bronce Final fechadas hacia el 900 a.C.). Cuando se supone que algunos Pueblos
del Mar se dirigen hacia tierras de Iberia, como por ejemplo: Los Mashawa (que serían Mastienos o
Bastetanos), los Tursha o Teresh (que podrían ser tartessios y etruscos). Otros, como los Shekeles, irían
hacia Sicilia; a Palestina los Peleset ; a Cerdeña los Sardana, junto a los Danaos (que también se
establecen en islas de Oriente Medio). Todo cuanto exponemos explicaría el vacío arqueológico del
que se habla en nuestras tierras, observado entre el 1200 al 950 a.C.. Pues a mi juicio, este “famoso
paréntesis” ó “vacío peninsular”, puede entenderse debido a las enormes convulsiones sucedidas
en todo el Oriente mediterráneo, tras a la expansión del Hierro y a la caída de las civilizaciones de El
Bronce.

De tal manera, a consecuencia de los movimientos históricos antes recogidos, se produce la


PREcolonizacíon de nuestras tierras, venida desde el Mediterraneo Oriental (canaaneos, micénicos,
anatólicos, Pueblos del Mar y etc). Estos se unen o contactan desde ese siglo XIII a.C., con el sustrato
ibérico de culturas peninsulares, por entonces en decadencia, como lo eran la del Vaso
Campaniforme, Cogotas I y El Argar. Aunque fundamentalmente serán la Cultura de El Argar y Cogotas I,
los antecedentes mas directos a esa precolonización que eclosiona finalmente en Tartessos. Por lo que -a
nuestro juicio-, los nuevos visitantes llamados precolonizadores, fueron generando lo que mas tarde fue este
reino turdetano. Asimismo, todos ellos entablarían contacto en nuestras tierras del Sur con otros
viajeros y colonos mediterráneos anteriores (que yo denomino proto-colonizadores y considero
principalmente cretenses y chipriotas). Establecidos en nuestras costas con anterioridad al siglo
XIII, quienes debe suponerse que habrían promovido el nacimiento de las culturas anteriormente citadas
(fundamentalmente El Argar). Estos contactos crearían desde comienzos de ese siglo XII a.C. el
Bronce Final de Iberia, que culmina en Tartessos; civilización que florecerá plenamente en los siglos
VIII y VII a.C., para decaer poco después.

Por su parte, regresando a Oriente; diremos que al final del siglo XIII a.C se produce la guerra de Troya
-a nuestro juicio, como consecuencia del descubrimiento y proliferación del nuevo metal (hierro)-.
Siendo ese el momento en que numerosos pueblos se ven definitivamente obligados a huir de las
costas orientales y hasta las nuestras. Gentes ya mencionadas y que en su mayoría eran fronterizos o
cercanos a los hittitas; tanto como los que habían vivido bajo este imperio. Así se extienden estos Pueblos
del Mar por todo el Mediterráneo, habiendo sido definitivamente obligados a dejar sus tierras
anatólicas a fines del siglo XIII a.C.. Vagando en su mayoría por las islas y costas del Egeo, de Oriente
Medio y de Egipto; buscando nuevos territorios donde asentarse, o dedicándose a la guerra como
mercenarios. Aunque muchos de ellos no encuentran lugar en Levante mediterráneo, debiendo buscar
patria en islas y costas de Italia; llegando hasta la Península Ibérica. Donde se localizan estos
precolonizadores venidos con los Pueblos del Mar, principalmente en los litorales meridionales (sobre todo,
en el futuro Tartessos). Destacando la aparición en el Sureste de los Meshwesh -Masavas o Mastienos-
y en el Suroeste la de los Shardana -Sardanos o Sardos-. Acerca de los Danaos (otro Pueblo del
Mar), no hemos de olvidar que que se sitúan en Israel, convirtiéndose algunos de ellos en la Tribu de Dan
(una de las doce israelitas); mientras otros se establecen en la actual Gaza, uniéndose a los Filisteos.
Aunque muchos de estos Danaos emigrarán hasta la isla de Cerdeña, llegando a la Cerdaña pirenáica y
extendiéndose hacia las Baleares y la Península (tal como demuestran diversos hallazgos peninsulares
de cerámicas o ritos funerarios sardos, fechados hacia el siglo XII a.C.).

SOBRE ESTE PÁRRAFO: Gráfico mío en el cual podremos observar que la escritura ibérica y la
turdetana es de origen cretochipriota. Así pues los diferentes alfasilábicos de la Península durante
época prerromana, son tan solo parecidos y comparables a los de Creta y Chipre. Ello se explicaría
-como hemos visto-, porque en esta segunda isla se produjo un vacío arqueológico entre el 1150 y el
1050 a.C., que impidió invasiones del hierro, que erradicasen su cultura del bronce. Todo lo que permitiría
que la civilización de Chipre llegase hasta Iberia (en los viajes de colonización); donde aparecerán
siglos más tarde unos alfasilabarios de tipo creto-chipriota, con los que escribirán los habitantes de
la Península, antes de la llegada de los romanos. Un hecho que demuestra cómo la aculturación plena
de Iberia, se produjo desde Creta y desde Chipre, importada por sus navegantes; pues de otro modo los
iberos hubieran escrito con caracteres fenicios o bien griegos.
BAJO ESTE PÁRRAFO: Anuncio de una conferencia del prof. Miguel Serra sobre las estelas
alentejanas. Estas extrañas losas que aparecen en tierras del Alentejo portugués; se fechan entorno
a los siglos XIII al X a.C.. Están grabadas con armas y figuras de un tipo casi desconocido en la
Península y la calidad de su trabajo artístico supera cuanto se hizo en toda la estatuaria de nuestra
Edad del Bronce. Lo que indica una clara influencia oriental; posiblemente venida a través de
Cerdeña.

Todo lo que decimos explica los repetidos hallazgos en nuestras costas de materiales, e incluso
enterramientos, de tipo sardo (fechados a finales del Bronce). Entre los que destacan cerámicas
encontradas en El Carambolo, pero sobre todo el túmulo de la Roca do Casal do Meio -en la
desembocadura del Sado, Setúbal, Portugal-. Asimismo, desde los siglos XII al VII a.C.
aparecerán estelas funerarias de tipo “tartessio” en las que se representa un guerrero -o dama-
luciendo preferentemente armas (espada de lengua de carpa, casco con cuernos, diadema, espejos,
carros, liras y etc). Losas grabadas con dibujos antropomorfos y enseres ajenos a otros periodos
peninsulares; que -a nuestro juicio- atribuimos a la colonización del Pueblo del Mar Sardano; pues
lucen armas y cascos muy semejantes a los que veremos en la Cerdeña Nuraga. Estas estelas
comienzan a desaparecer con la llegada y asentamiento de los Fenicios, extinguiéndose por completo hacia
el siglo VII a.C.. Es esta la misma etapa en la que en nuestras tierras se produce el Bronce Final III (siglos
XI y X a.C.) marcada por hallazgos como los de la Ría de Huelva -proliferando las espadas de bronce (en
lengua de carpa, con pomo, y etc)-. Antes de que se introdujese el Hierro en la Península Ibérica, durante el
siglo siguiente (el IX a.C.).

Acerca de los hechos que empujarían hasta el Occidente a pueblos errantes desde la guerra de Troya
(entorno al 1200 a.C.), recordaremos nuevamente lo que sucedió en El Egeo y alrededores en ese sigo XII
a.C.: En Creta, desde el 1200 a.C. la isla se ve “visitada” por aqueos, que importan el Hierro. Poco
después será atacada por los Pueblos del Mar, que la destruyen en gran parte (hasta el 1050 a.C.).
Posteriormente la invaden los dorios que arrasan todo vestigio de la civilización Minóica. Se sabe
que sus habitantes huyeron hacia Chipre, Palestina y otros lugares desde el 1100 a.C.. Esta etapa se
denomina Posminoico y tras el año 1000 a.C. pasará a ser ya Subminóico. Por su parte Chipre (y costas
frente a Anatolia) desde el 1200 a.C. ven el comienzo del Hierro, con la llegada de aqueos a la isla.
Desde el 1190 y hasta el 1150 a.C. se inician las razzias y ataques de los Pueblos del Mar. Desde el
1150 a.C. varios terremotos asolan la isla. Ello creemos que salva a Chipre de las invasiones del
Hierro y la convierte en refugio de cuantos huían de Los Pueblos del Mar y las hordas del Acero. Así
termina la Edad del bronce y el Chipriota Tardío (III) que había comenzado en Enkomi hacia el 1425 a.C.;
por lo que desde el 1050 a.C. da comienzo un nuevo periodo llamado Geométrico. Pese a todo, gracias a
los cien años de terremotos, creemos que en Chipre se conservó una cultura autóctona, nacida del minóico
y de los periodos anteriores de esa isla. En lo que se refiere a Anatolia, poco después de 1200 a.C. cae
Hattusa, la capital de los hititas hundida por efecto de las invasiones del Hierro. El mundo hitita entra
en involución y desaparición plena, hasta la creación de los reinos neohititas, hacia el 950
a.C. (promovida por la llegada de asirios y de invasores procedentes del Cáucaso). Finalmente, en el Egeo
y Grecia; hacia el 1200 a.C. se inicia el Hierro y sobre el 1100 comienza el arcáico. Submicénico. Pero
entorno al 1000 a.C. desaparece Micenas, dando paso al periodo Griego. Por su parte, las primeras
apariciones de Hierro en la Península podemos fecharlas entorno al siglo IX a.C. (evidentemente
importado desde el Oriente).

BAJO Y SOBRE ESTE PÁRRAFO: Dos fotografías del túmulo Roca do Casal do Meio, que está en la
sierra de Arábida, junto a Setúbal. Arriba, el monte y lugar donde se encuentra este enterramiento de
tipo sardo fechado en el siglo XII a.C.. Abajo, foto tomada desde el lugar donde se halla ese curioso
cenotafio semejante a los de Cerdeña. Como vemos, desde allí se domina toda la desembocadura del rio
Sado y la salida hacia el Atlántico. Un lugar, que a más de ser paradisíaco, se trata de un estuario riquísimo
y con unas condiciones climatológicas inmejorables. No hay que olvidar que desde antes del 5000 a.C. en
las inmediaciones de este rio Sado se localizaron los primeros megalitos elevados en Europa. Siendo la
linea de este río portugués una de las áreas más importantes de la arquitectura dolménica europea. A mi
juicio, debido a la enorme cantidad de minas de oro y plata existentes por entonces en sus alrededores;
tanto como a la riqueza animal que la desembocadura del Sado debió tener. Sobre todo en mamíferos
marinos y en especial, ballenas; unos cetáceos que hace seis mil años debieron ser la fuente principal de
alimentación de estos pueblos atlánticos.
El Bronce Final ibérico II y III; sabemos ya que fue una etapa que comienza en el siglo XIV a.C. y
termina hacia el IX a.C.. Siendo las fases de ese Bronce Bajo II, prácticamente coincidentes con la
llegada de los precolonizadores (chipro-micénicos) peninsulares, hacia el 1300 a.C.; y con los
primeros Campos de Urnas y que se fechan entorno al 1325 a.C.. Así pues, para terminar , debemos
definir (siguiendo a Torres Ortiz); que la última fase del Bronce Final peninsular se divide en tres etapas
-A, B y C- (11) . Periodos que comprenden desde el 1150 hasta el 850 a.C.. De estas, la que perdura
desde el 1150 al 950 a.C., Torres Ortiz la denomina Bronce “chipriota” (etapa que se corresponde con
el Bronce Final IIIA). Por su parte la del Bronce Final IIIB (del 950 al 825 a.C.) según este investigador, es ya
marcadamente fenicia y presidida por el hallazgo de la Ría de Huelva. Para terminar añadimos que el
Bronce Final IIIC -fechado tras el 825 a.C.- comprende en parte la Edad del Hierro y el establecimiento de
bases fenicias en nuestras costas. Nada hemos de añadir acerca de quienes dominarían nuestras tierras
durante esa fase de precolonización, que comprende desde el siglo XII al IX a.C.; pues es el
mismo Mariano Torres Ortiz quien califica a esas últimas fases peninsulares como Bronce Chipriota
(desde el 1150 al 950 a.C.).

Para ir concluyendo recogemos que Torres Ortiz sitúa el inicio de la precolonización, ya en siglo
XIV a.C.; tal como evidencia la fecha de la Cuesta del Negro de Purullena. Exponiendo que continúa la
llegada de los expedicionarios orientales a fines de dicha centuria y durante el siglo XIII a.C.; etapa
relacionada con micénicos, chipriotas y fenicios respectivamente. Así pues, durante los posteriores
siglos XII-XI a.C. se produciría una segunda fase de contactos, que Torres Ortiz la relaciona al
componente chipriota, y es principalmente coetánea de las culturas del Bronce Final del sur (sobre
todo el sudoeste) y de la fachada atlántica de la Península Ibérica. Ya en el siglo X a.C. se produce la
tercera y última fase, que tendría un matiz marcadamente fenicio (según Torres Ortiz) como
evidencia el conjunto cerámico recientemente hallado en Huelva -del siglo X a.C.-. Finalmente
añadiremos que el mismo autor, data entorno al año 900 a.C. el Santuario precolonial de Huelva y el
hallazgo de la Ría de Huelva.

Conforme a lo que hemos expresado, para finalizar este artículo, añadiremos algunos datos acerca de la
precolonización (siguiendo los magníficos estudios de Torres Ortiz). De tal modo, el Bronce Final
ibérico II y III; vimos que era una etapa que comienza en el siglo XIV y termina hacia el IX a.C.. Esas
Fases del Bronce Bajo II, prácticamente coinciden con la aparición de los chipro-micénicos en el
siglo XIV a.C. y con los primeros Campos de Urnas y que se fechan hacia el 1325 a.C.. Además y
como antes vimos, el Bronce Final IIIA, IIIB, IIIC (del 1150 al 950 y al 825 a.C.), tiene una primera etapa que
Torres Ortiz denomina “chipriota” y se corresponde con el 1150-950 a.C.; lo que ratifica la
precolonización cretochipriota en nuestras tierras (de la que tanto hemos hablado). Aunque, según
este investigador, el periodo del 950 al 825 a.C. ya sería dominado por colonos fenicios y presidido
por el hallazgo de la Ría de Huelva (Bronce Final IIIB). Además y como vimos, durante los siglos XIII y
XII a.C. se repite la aparición de cerámicas micénicas procedentes de la Hélade en las poblaciones
de El Argar del Valle del Guadalquivir (concretamente en Montoro). Lo que obliga a deducir
contactos entre Micenas y este Valle que luego sería Tartessos -antes de la llegada de los Fenicios-.

SOBRE Y BAJO ESTOS PÁRRAFOS: Dos imágenes del hallazgo de la Ría de Huelva; tal como lo
expone el Museo Arqueológico Nacional (al que agradecemos nos permita divulgar nuestras
imágenes). Este grupo de espadas y puntas de lanzas se fechan entorno al 900 a.C. y marcan ya la
tipología fenicia en el Bronce Peninsular.

ESTE ARTÍCULO TIENE UNA PRIMERA PARTE, TITULADA:


COMENTARIO A LAS CRONOLOGÍAS, PARTE I: DESDE EL 5000 HASTA EL 2200 a.C.
PARA LLEGAR A ELLA, PULSE SOBRE EL SIGUIENTE ENLACE.
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com/2019/01/comentario-las-cronologias-parte-i.html

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CITAS:
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(1): Artículos:
- (A) CRONOLOGÍAS DEL MUNDO ANTIGUO, EN REFERENCIA A LA PENÍNSULA IBÉRICA. PARTE PRIMERA: ENEOLÍTICO Y
EDAD DEL BRONCE: Donde analizamos las diferentes etapas y sucesos del Mundo Antiguo durante el Eneolítico y la Edad del Bronce
(ligados a Egipto, el Mediterráneo, Canaán, El Egeo, Anatolia, Oriente Medio y Mesopotamia). Con el fin de comparar todo ello con los
hechos observados en la Península Ibérica durante un igual periodo. PARA LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR:
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com/2018/09/cronologias-del-mundo-antiguo-en_8.html
- (B) CRONOLOGÍAS DEL MUNDO ANTIGUO, EN REFERENCIA A LA PENÍNSULA IBÉRICA. PARTE SEGUNDA: BRONCE FINAL Y
EDAD DEL HIERRO: Donde analizamos las diferentes etapas y sucesos del Mundo Antiguo durante el final de la Edad del Bronce y la
del Hierro (ligados a Egipto, el Mediterráneo, Canaán, El Egeo, Anatolia, Oriente Medio y Mesopotamia). Con el fin de comparar todo
ello con los hechos observados en la Península Ibérica durante un igual periodo. PARA LLEGAR AL ARTÍCULO, PULSAR:
http://loinvisibleenelarte.blogspot.com/2018/09/cronologias-del-mundo-antiguo-en.html
.
(2):
* MALTA:
PERIODO DE LOS TEMPLOS:Primeras construcciones desde el 4100 a.C.; destacan ya las de Ggantija (hacia el 3600 a.C.) y
las de Tarxien (entorno al 3000 a.C.).
- 3.150 al 2.500 a.C.: Fase Tarxien
- 2.500 al 2.400 a.C.: Vacío arqueológico (posible despoblamiento de Malta). Hasta el 2500 a. C. las aldeas maltesas carecían
de murallas y defensas. Al aparecer el bronce comienzan a verse pertrechos.
- 1.500 al 700 a.C. Borg in-Nadur FINAL DEL BRONCE
- 900 al 700 a.C. Bahrija FINAL DEL BRONCE, COMIENZO HIERRO
Al aparecer el bronce comienzan a verse pertrechos. Entre el 1500 a. C. y el 725 a. C., muchos de los valles son abandonados
y pasan a hacer construcciones seguras en las colinas, fortificándolas. Estos edificios recuerdan a los minóicos, por
entonces aparecen las primeras fortalezas.
.
(3):
* CERDEÑA:
ENEOLÍTICO (2700 al 2300)
- 2700 a.C. al 2500 a.C: Ozieri Clásico
- 2500 a.C. al 2300 a.C.: Ozieri Pintado
BRONCE (2300 al 1000)
- 2300 al 2250 a.C: Filigosa
- 2250 al 2100 a.C.: Abealzu
- 2200 al 2100 a.C.: Montecaro
- 2100 al 1600 a.C.: Campaniforme
- 1600 al 1500 a.C.: Bonnano
---------------------------------------------------
* CERDEÑA:
- 2300 al 2000 a.C.: BRONCE ANTIGUO I , Bonanno
- 2000 al 1700 a.C.: BRONCE ANTIGUO II, S. Iroxi
- 1700 al 1600 a.C.: BRONCE MEDIO I, Sa Turricula
- 1600 al 1500 a.C.: BRONCE MEDIO II
- 1500 al 1365 a.C.: BRONCE MEDIO III Cerámica Mettopale (san Cosimo)
- 1365 al 1200 a.C.: BRONCE RECIENTE Cerámica Pettine, C. decoración externa
- 1200 al 1150 a.C.: BRONCE FINAL I Nurágico y cerámica pregeométrica
- 1150 al 1000 a.C.: BRONCE FINAL II y III; Nurágico y cerámica geométrica
- 1000 al 750 a.C.: HIERRO I y II; Nurágico pleno
.
(4): * EGEO * GRECIA:
FASES DEL HELÁDICO
- 2300 al 2200 a.C.: Heládico Antiguo I
- 2200 al 2000 a.C.: Heládico Antiguo II
- 2000 al 1850 a.C.: Heládico Antiguo III
- 1850 al 1650 a.C.: Heládico Medio
- 1650 al 1450 a.C.: Heládico Reciente I MICÉNICO ANTIGUO
- 1450 al 1400 a.C.: Heládico Reciente II MICÉNICO MEDIO
- 1400 al 1150 a.C.: Heládico Reciente III MICÉNICO RECIENTE
.
(5): * CHIPRE:
- 2300 al 2200; 2200 al 2100 y 2100 al 2000 a.C.: Bronce Antiguo I, II y III.
- 2000 al 1600 a.C.: Bronce Medio
- 1600 al 1450 a.C.: Bronce Medio al Bronce Reciente.
- 1400 a.C.: Bronce Reciente o Chipriota Reciente.
- 1400 al 1230 a.C.: Expansión comercial micénica.
- 1230 al 1190 a.C.: Expasión aquea.
- 1190 al 1150 a.C.: Los Pueblos del Mar.
- 1150 al 1050 a.C.: Terremotos, destrucción, invasiones.
- 1050 al 700 a.C.; Chipro geométrico
- 700 al 475 a.C.: Chipro arcáico (dominación asiria, egipcia y persa)
- 475 al 325 a.C.: Chipro clásico ; 322 a.C. Alejandro conquista Chipre.
.
(6): *CRETA en la eEdad del Bronce 3500 – 1000 a.e.v.
Datación Minoica Palaciega
3500-3000 a.e.v. AMI Pre-palaciego (anterior a la construcion de los palacios)
2900-2300 a.e.v AMII
2300-2160 a.e.v AMIII
2160-1900 a.e.v MMIA
1900-1800 a.e.v MMIB Proto-palaciego (periodo del palacio antiguo)
1800-1700 a.e.v MMII
1700-1650 a.e.v MMIIIA
1650-1600 a.e.v MMIIIB Neo-palaciego (periodo del palacio nuevo)
1600-1480 a.e.v TMIA
1480-1450 a.e.v TMIB
1450-1390 a.e.v TMII Tercer palaciego
1390-1370 a.e.v TMIIIA1
1370-1300 a.e.v TMIIIA2
1300-1190 a.e.v TMIIIB Post-palaciego (en Cnosos, periodo del palacio final)
1190-1170 a.e.v TMIIIC
1100-1000 a.e.v Postminoico Subminoico
.
Fases desde 1800 a.C. hasta la desaparición del Mundo Minóico:
-1800-1700 a.e.v Minoico Medio II /// 1700-1650 a.e.v Minoico Medio IIIA ///
1680 a.C. DESTRUCCIÓN DE CRETA POR EL TERA SANTORINO
-1650-1600 a.e.v Minoico Medio IIIB Neo-palaciego (periodo del palacio nuevo).
RECONSTRUCCIÓN DEL MINÓICO, ERA DEL REY MINOS: 1600-1480 a.e.v Tardo Minoico IA // 1480-1450 a.e.v
TardoMinoico IB // 1450-1390 a.e.v Tardominoico MII Tercer palaciego // 1390-1370 a.e.v Tardo Minoico IIIA1 // 1370-1300 a.e.v
Tardo Minóico IIIA2 // 1300-1190 a.e.v Tardo Minoico IIIB Post-palaciego (en Cnosos, periodo del palacio final) // 1190-1170 a.e.v
Tardo Minoico IIIC // DIFUSIÓN DEL HIERRO, INVASIÓN DE LOS DORIOS DE LA ISLA. HUNDIMIENTO PAULATINO DEL
IMPERIO MINOICO // 1100-1000 a.e.v Postminoico Subminoico.
.
(7): *ANATOLIA (Hititas):
- 1700 a.C.: Imperio Antiguo Hitita.
- 1450 a.C.: Imperio Nuevo de Hatti.
- 1200 a.C.: Caída, con Troya.
- 1200 al 950 a.C.: NEOHITITA I
- 950 al 800 a.C.: NEOHTITA II
- 800 al 750 a.C.: NEOHITITA III
.
(8): * PENÍNSULA IBÉRICA:
- 5000 al 3500 a.C.: MEGALITISMO PLENO
- 3500 al 2200 a.C. Segunda fase del megalitismo y Los Millares.
- 2800 al 1700 a.C.: Última fase megalitismo y Vaso Campaniforme.
- 2200 al 1550 a.C.: El Argar.
ARGAR I (2200 a 1950 a.C.); ARGAR II (1950 a 1750 a.C.); ARGAR III (1750 a 1550 a.C.)
- 1600 a.C. El Argar queda residual, irá apareciendo una nueva cultura: Cogotas I.
- 1500 al 950 a.C. Cogotas I.
.
(9): HABÍAMOS DEDICADO VARIOS ARTÍCULOS A ESTUDIAR LA CITA SOBRE ESTOS ESTAÑOS NEGRO Y BLANCO QUE SE
DICE, MIDAS COMPRABA EN EL ATLÁNTICO. LO QUE MENCIONAN:
Higino, Fábula 274 "Midas rex, Cibeles filius, Phryx plumbum album et nigrum primus invenit" (que tambien se encuentra mencionado
en Casiodoro Var. 3,31). Y la mención que del rey hace Plinio en HISTORIA NATURAL, 7, 197 "Plumbum (album) ex Cassiteride insula
primus adportavit Midacritus" (Midácritus se lee para los investigadores como: "Midas, Cibeles filius, Rex Phryxus" y se corresponde
con la cita de Higinio que afirma que este rey importaba estaño de las Cassitérides -Galicia, costa Atlántica o Islas Británicas).
IGUALMENTE, SCHULTEN EN SU LIBRO TARTESSOS (Austral 1972) en su cita -1- de la página 83, rebate la posible teoría de que
Midashubiera podido ser el primero en importar hasta Grecia plomo (estaño) desde Tartessos. Exponiendo que es errónea la
interpretación que así hacen y la afirmacíon en este sentido de: Kirchner en PROSOP. ATTICA (s.V); Bechtel en GRIECHISCHE
PERSOSSENAMEN ( I, 1 ); Knaak en HERMES (1881, 587) y Salomón Reinach en L´ANTHROPOLOGIE y en CULTES MYTHES ETS
RELIGIONS (III,29). Afuirmando el alemán que Midas no pudo ser el primero y que aquella frase solo contiene el nombre de un
marinero, que había de llamarse Midocritus y no Midácritus. Corrigiendo hasta el taxto de Plinio, pues consideraba que Midas no pudo
haber tenido contacto con Tartessos (seguramente por desconocerse entonces el significado y la importancia de los neohititas y sobre
todo, del reino de Midas).
Según la cita de Higinio, Fábula 274. Lo que dicta Schulen tambien para rebatir la idea de que Midas pudiera comerciar con Tartessos,
exponiendo que a su parecer nada hay que tener de cierto en estos que nos afirman que Midas comerciaba con plomo (estaño y
"negro). Algo que unido a la frase de Plinio deja en evidencia que el rey de Frigia importaba estaño y plomo de las Cassitérides
-islas del Atlántico-, via Tartessos (pese a la negativa que -sin argumentos- presenta Schulten).
FINALMENTE VIMOS COMO MIDAS ERA EL ÚLTIMO REY NEOHITITA, EXPULSADO O MATADO EN GORDION. TODO ELLO, Y LA
APARICIÓN DE ESTATUARIA Y DE RASGOS IDIOMÁTICOS NEOHITITAS EN EL MUNDO DE TARTESSOS, NOS OBLIGA A
PENSAR QUE LOS SÚBDITOS DE MIDAS PUDIERON LLEGAR HASTA NUESTRAS TIERRAS EN BUSCA DE METALES. HASTA
DEBEMOS SUPONER QUE EL ENTERRAMIENTO DE POZO MORO PUDIERA SER UNA TUMBA DE "FAMILIARES" DE MIDAS
(REYES NEOHITITAS EXPULSADOS DE ANATOLIA ENTORNO AL SIGLO VII A.C.).
.
LOS ARTÍCULOS EN LOS QUE TRATÁBAMOS DEL ESTAÑO DE MIDAS, COMPRADO EN EL REMOTO OCCIDENTE ERAN:
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X: Los descendientes del rey Midas y
su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón -el monumento neohitita de Pozo Moro-). -RELACIONES ENTRE EL MUNDO
NEOHITITA (FRIGIO) Y TARTESSOS- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-9-y.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte X : Los descendientes del rey Midas y
su posible tumba en Chinchilla del Monte Aragón. El monumento neohitita de Pozo Moro -Continuación-).
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1-8-8.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de EL Carambolo (Parte XI: Arganthonios y Midas. ¿Era de
origen escita el monarca del oro?.). -DE NUEVO, LA RELACIÓN ENTRE EL MUNDO ANATOLIO DEL SIGLO VIII AL VI A.C. Y EL
SUDOESTE PENINSULAR- VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/06/1_28.html
- LO INVISIBLE EN LA MITOLOGÍA: Los bueyes de Gerión en el tesoro de El Carambolo (Parte XII: Midas. El rey de origen escita y los
adoradores del oro que comerciaron con Tartessos.). - DESCUBRIMOS CITAS HISTÓRICAS QUE MENCIONAN EL COMERCIO
ENTRE MIDAS (REY DEL ORO NEOHITITA QUE GOBERNABA GORDION) Y TARTESSOS-
VER: http://loinvisibleenelarte.blogspot.com.es/2011/07/1.html
.
(10): ENTRE LOS ARTÍCULOS EN LOS QUE HEMOS ANALIZADO LA FIGURA DE AMENOFIS IV, RECOMENDAMOS:
Moisés: su significado histórico y arqueológico (parte primera).
http://decnossosatartessos.blogspot.com/2018/12/moises-su-significado-historico-y_5.html
Moisés: su significado histórico y arqueológico (parte segunda).
https://decnossosatartessos.blogspot.com/2018/12/moises-su-significado-historico-y_14.html
.
(11): ETAPAS DEL BRONCE FINAL ibérico:
- Bronce Final IIIA (del 1150 al 950 a.C.)
- Bronce Final IIIB (del 950 al 825 a.C.)
- Bronce Final IIIC (del 825 a.C. y ss).
- En el 825 a.C., marca Torres Ortiz la colonización fenicia.

SINOPSIS: PARTE I
En este capítulo analizamos los datos dados en las cronologías anteriores. Comentando en paralelo los hechos sucedidos en nuestra
Península, el Atlántico, Malta, Cerdeña, El Egeo, Anatolia, Canaán y Egipto; desde el 5000 a.C. hasta el 2200 a.C.. Concluyendo que el
megalitismo se produde a través de las rútas del ámbar, seguidas por expedicionarios orientales desde el VI milenio a.C.. Naciendo el
dolmenismo en las costas de Portugal, Galicia, Bretaña e Irlanda entorno al 5000 a.C.. Sobre el 4000 a.C. el megaltismo llegará al Norte de
Europa e incluso a Malta; a nuestro juicio expandido por una civilización canoera atlántica y por la intervención de esos que venían desde
Oriente Medio -Biblos- hasta nuestras tierras (durante los veraos). Llegando tras costear África, en chalupas y buscando ámbar, gemas o
pepitas de oro y plata. Hacia el 3500 nace en la Península (Allmería) Los Millares, a la vez que surge en Oriente Medio Tell Brak; y se da en
Egipto el periodo final predinástico (Naggadiense II). Entorno al 2800 a.C., nace en la Península (Almería) el Vaso Campaniforme, que se
difundirá por toda Europa, entre esta fecha y el 1600 a.C.. Por su parte en ese sigo XXVII a.C. cae Tell Brak y comienza el Imperio Antiguo
egipcio; siendo esta ya la época e las pirámides y del primer Minóico Antigo de Creta. Hacia el 1600 a.C. desaparece el Campaniforme (que
se había extendido por las tierras de Europa con minas de estaño y cobre); en paralelo a tiempos en que se destruye Creta por efecto del
Tera-Santorino y cae Egipto en manos de los hicsos (dinastía extranjera que se apodera del Nilo en el 1560 a.C. -aprox-). Por su parte,
hacia el 2200 a.C. había comenzado otra civilización en Almería, denominada Cultura de El Argar; justo en el momento en que cae el
Imperio Antiguo de Egipto. El Argar y el Vaso Campaniforme continuarán conviviendo; mientras Los Millares finalizará entorno al 2200
a.C..

SINOPSIS, PARTE II:


En este segundo capítulo analizamos los datos dados en las cronologías anteriores. Comentando en paralelo los hechos sucedidos en
nuestra Península, el Atlántico, Malta, Cerdeña, El Egeo, Anatolia, Canaán y Egipto; desde el el 2200 y hasta el 1000 a.C.. Así comenzamos
con el nacimiento de El Argar en Almería, justo en igual época en que cae el Imperio Antiguo de Egipto (hacia el 2200 a.C.); un momento
en que Creta toma la cabeza de las expediciones marítimas, naciendo el Minóico Temprano (protopalacial; el "primer reino" de Minos).
Entorno al 1600 a.C. decae el Vaso Campaniforme que se había extendido desde Almería por toda Europa; llegando a Jutlandia, Alemania,
Francia, centro del Continente, Islas Britanicas y alcanzando incluso Cerdeña o Córcega (todos los lugares con minas de cobre y estaño). El
final del Campaniforme es coetáneo a a caída del Nilo en manos de los Hicsos (1660 a.C.) y de la destrucción de Creta, por el volcán Tera-
Sanorini (1680 a.C.). Comienza así la tercera fase de El Argar y poco después a Cultura de Cogotas I (desde el 1500 a.C. y como fase
residual de El Argar III). Finalmente, se inicia el Imperio Nuevo (1560a.C. y el minóico palacial -la era del rey Minos). A consecuencia de la
visita de precolonizadores orientales (mandados desde Creta, Chipre, Oriente Medio) llegan nuevas modas y corrientes a la Península;
todo lo que culmina tras la aparición de El Hierro en Anatolia (hacia el 1300 a.C.). Poco después, el acero se difunde por la zona de la
actual Turquía, y hordas armadas con ese metal se harán con el Imperio Hitita, con el Egeo, con parte de Canaán, llegando a atacar Egipto
(entre el 1250 y el 1150 a.C.). Ello cambiará todas las fases de Oriente y terminará con el Nuevo Imperio del Nilo; obligando a venir a
nuestras tierras a esas gentes (huyendo o en busca de metales). Visitantes, refugiados o expedicionarios, que actuarán como
precolonizadores y portadores del último bronce y de primer hierro peninsular (entre el siglo XIII y el X a.C.).

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