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Jessica Odette Jiménez Sandoval

EL REALISMO JURÍDICO EUROPEO-CONTINENTAL

Estoy de acuerdo con el realismo jurídico en explicar los problemas que plantea la
ciencia jurídica desde una perspectiva empirista, eliminando del discurso del
derecho todo lo que no se traduzca en hechos y datos constatables por los sentidos,
es decir, hay que eliminar todo aquello que no se pueda constatar empíricamente,
que no se pueda comprobar y aquello cuya existencia no se pueda traducir en
términos físicos reales y constatables.
Esta corriente nos dice que la ciencia del derecho no puede basarse en
consideraciones de tipo axiológico, es decir, consideraciones referentes a valores
porque los valores no son constatables empíricamente. Este empirismo rechaza la
introducción de los valores en el discurso jurídico, esto separa al realismo jurídico
del iusnaturalismo o creencia del derecho natural en cualquiera de sus múltiples
corrientes.
Dentro del realismo jurídico destacan los autores Ross y Olivecrona quienes
radicalizan la tesis del positivismo jurídico según la cual el derecho se distingue de
la moral porque sus normas están protegidas o garantizadas por sanciones. Mejor
dicho, no se trata de que el derecho sea un conjunto de órdenes respaldadas por
sanciones, sino que el derecho consiste exclusivamente en un conjunto de normas
sobre sanciones, es positivista en el sentido de que no admite especulaciones que no
estén basados en datos verídicos y se divide en tres corrientes principales: los
realismos jurídicos escandinavo, el italiano y el francés.
La primera de ellas, con su mayor representante Alf Ross, la clave de esta teoría es
la posición del juez ya que los hechos en los que se basa son hechos relativos al
comportamiento judicial, situando la validez de la norma en la ideología de los que
aplican las normas y refiere al juez como intérprete del sistema jurídico de la
realidad social ya que en la obra el juez es el punto del ordenamiento jurídico.
El realismo jurídico italiano nace a partir de la teoría de la interpretación de Tarello
quien retoma, para el derecho legislativo, la distinción de Ross entre enunciado
(disposición) y significado (norma). En este sentido, el legislador sólo produciría los
textos legales (es decir, los enunciados o disposiciones), mientras que los
significados (o normas) serían producto de los intérpretes; en particular, producto de
la obra de los jueces (jurisprudencia) y de los estudiosos del derecho (doctrina).
El realismo jurídico francés se concentra en la universidad de Nanterre, donde ha
desarrollado su labor docente Michel Troper (1938), su teoría combina tres
ingredientes: i) la idea de Kelsen de que las normas superiores en particular la
constitución– delega en órganos la producción de normas inferiores, como leyes y
sentencias; ii) la teoría escandinava y genovesa según la cual la interpretación es en
realidad producción de derecho (producción potencialmente ilimitada, al menos en
los casos de los tribunales superiores); iii) la idea original aunque típicamente
realista según la cual las relaciones político-constitucionales limitan de hecho este
poder potencialmente ilimitado.
No pasa inadvertido que tanto el realismo como el positivismo carecen de un punto
de vista iusnaturalista evitando la existencia de derechos fundamentados o
determinados en la naturaleza humana y coinciden en que la ciencia jurídica
dogmática no elabora normas, sino que las describen y discrepan respecto a lo que
entienden por norma con respecto al objeto de sus teorías (naturaleza, función,
estructura, tipos e ideas del sistema jurídico), nos dicen que el Derecho no es un
conjunto de normas dirigidas a los ciudadanos y que están protegidas por la
posibilidad de usar la fuerza en el caso de que estas sean incumplidas, sino que
piensan que son un conjunto de normas dirigidas a los funcionarios como
destinatarios directos para que estos apliquen la fuerza.
Para concluir el “realismo jurídico europeo-continental” nos dice que el objeto de la
teoría general o filosofía del derecho es el lenguaje científico y el objeto de estudio
del realismo es la aplicación de la norma a través de los jueces, importando
sobretodo la eficacia de la norma y no tanto la validez, la fuente del derecho es el
hecho y los autores aterrizan sus pensamientos en el mundo del ser, esto en relación
al actuar sociológico.

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