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El expresionismo

El expresionismo nace como protesta y crítica al positivismo, que era la filosofía dominante hacia
fines del siglo XIX y principios del XX (De Micheli)
Esta filosofía, que creía en el progreso y en que por medio de la técnica el hombre llegaría a
conquistar la felicidad, era obviamente una filosofía muy conveniente a la burguesía, que se
hallaba en una fase de gran desarrollo.
Sin embargo, las terribles contradicciones sociales que el capitalismo generaba, no podían ser
ocultadas por el espejismo positivista.
Desde Nietzsche en adelante, los filósofos, artistas y escritores de la época se esforzaban por
desenmascarar las falsas promesas positivistas.
El expresionismo también se opone al naturalismo y al impresionismo, aunque toma elementos de
ellos.
Para el impresionista y el naturalista, la realidad es algo que se mira desde afuera, desde el
exterior.
Por el contrario, para los expresionistas, la realidad es algo que se vive desde el interior.
Lo que más molestaba a los expresionistas era el tono de felicidad, hedonismo y ligereza propio de
algunos impresionistas, ya que esto manifestaba su progresiva adhesión a la ilusión positivista y su
alejamiento de la realidad con sus contradicciones.
Los padres directos del expresionismo son Edward Munch.

Anochecer en la calle Karl Johan

El grito
Un beso o un mordisco

James Ensor,

La muerte y sus máscaras


La intriga

También hay expresionismo en Van Gogh y Gauguin.


Hermann Bahr fue el primero que resumió las características del expresionismo, en un ensayo
publicado en 1916, en el que dice:
“Nosotros ya no vivimos, hemos vivido; el hombre ha sido privado de alma; la naturaleza ha sido
privada del hombre. Nunca hubo una época más turbada por la desesperación y por el horror a la
muerte (...) y he aquí gritar la desesperación: el hombre pide gritando su alma; un solo grito de angustia
se eleva de nuestro tiempo. También el arte grita en las tinieblas, pide socorro e invoca al espíritu: es
el expresionismo...”

Y agrega: “El hombre vuelve a abrir la boca al hombre. Demasiado ha escuchado el hombre en
silencio: ahora quiere que el espíritu responda”.
Todas estas ideas que Bahr expone en su ensayo, ya estaban desde hacía mucho tiempo entre los
artistas y escritores. Como señala Guillermo de Torre, en el expresionismo cristaliza un estado de
espíritu. Se ha escrito que toda la nueva generación alemana, entre 1910 y 1933 fue expresionista o
estuvo influida por el expresionismo.
Este movimiento, caracterizado por la multiplicidad de géneros con que se manifiesta y una
variedad de rasgos difíciles de asir con exactitud, influyó en la arquitectura, el urbanismo y la
decoración, llegó a la música y al cine y tuvo relación, entre otras cosas, con acontecimientos
políticos y sociales de la época.
En lo que respecta a la arquitectura, se manifiesta a través del funcionalismo, que es una corriente
aparecida en los primeros quince años del siglo XX y que tiene como meta el aprovechamiento
práctico-funcional de una construcción.
En la música tuvo como principales representantes a Arnold Schonberg (1874-1951), Antón von
Webern (1883-1945) y Alan Berg (1885-1935).
En cinematografía tuvo influencias marcadas en Eisenstein y Welles. Hacia 1920 predominan en la
pantalla expresionista los temas fantásticos y terroríficos, reflejo simbólico de la situación caótica
de la República de Weimar.

También, el cine expresionista, se caracteriza por una puesta en escena con decorados
monumentales, extremados contrastes de luz y sombra, atrevidos travellings,
sobreimpresiones, entre otras. (Por ejemplo, en la película El Proceso de Orson Welles se pueden
apreciar algunas de estas características expresionistas).

Es importante destacar que el expresionismo literario deriva del artístico.

¿CUÁL ES EL CONTEXTO EN EL QUE SURGE EL EXPRESIONISMO?

El expresionismo surge en un tiempo que se caracteriza por tremendas conmociones y cambios


violentos y en un territorio lleno de contradicciones espirituales, “donde la cultura no siempre
cuaja en civilización”, según señala Guillermo de Torre.
Antes de 1914, el expresionismo anuncia el derrumbamiento de toda la estructura social y la
consecuente irrupción de las fuerzas irracionalistas, que desembocará en el nazismo.
Es fundamental tener en claro que el expresionismo fue opositor y por ello perseguido, por el
nacional socialismo.
Frente al panorama de irracionalidad reinante, el expresionismo levantará la bandera del
hombre fuera de la historia, del hombre que no quiere reingresar a la sociedad.

De Torre señala un interesante paralelismo entre fechas importantes del expresionismo y la


historia político social:
Así, 1905 es el año en que se organiza el grupo “El puente”, que es la primera congregación
expresionista. En ese mismo año, Guillermo II desembarca en Tánger (ciudad de Marruecos).
También en ese año se producen las primeras revoluciones en la Rusia zarista.
Es el año del Potemkin (o lo que se conoce como la sublevación del Potemkin: acorazado ruso que
ocupó el puerto de Odesa, pero sin el apoyo del resto de la flota en la revolución de 1905, se rindió
una semana más tarde)
1914: marca el triunfo expresionista, por un lado, pero también el inicio de la Primera Guerra
Mundial a raíz del asesinato de Sarajevo.
1919: se da la revolución de Spartakus y también el repliegue del grupo activista expresionista.

Esencialmente, el expresionismo, como todo grupo vanguardista, estará en lucha con su medio y lo
establecido en la Alemania del Kaiser Guillermo II, a través un régimen imperial, feudal y
militarista.
Dominaba, inculcada por maestros y profesores, una ideología pangermanista, que en el curso
de unos años había logrado corromper no sólo a los burgueses sino también a los estratos populares,
situación que finalmente llevaría a la guerra.

En el campo del arte y la literatura, se pasa del naturalismo al expresionismo a través de la


exasperación del mismo naturalismo.
De Micheli identifica una serie de rasgos distintivos del expresionismo en lo que para esa época
era un grupo reducido de escritores y artistas que reaccionaban frente al falso esplendor del imperio
guillermino. Reaccionaban contra sus leyes, sus costumbres y sus instituciones.
Los rasgos que señala de Micheli son los siguientes:
1. oposición, a través de las fuerzas liberadoras de la naturaleza, la libertad y el instinto, a la
falsa moral burguesa y su vulgaridad.
2. necesidad de refugiarse en el reino inalienable del espíritu, para sustraerse de esa
vulgaridad
3. oposición sistemática, activa y crítica a lo establecido por la sociedad burguesa
dominante.

Estas características corresponden a los años que preceden a la Primera Guerra Mundial, pero,
según señala De Micheli, no son originales ni aparecen en estado puro en los artistas.
Tienen relación con los síntomas generales de la crisis de unidad del siglo XIX y los mitos de
evasión derivados de ella.

¿CÓMO SE RELACIONA EL EXPRESIONISMO CON EL NATURALISMO Y EL EXPRESIONISMO?

Es importante el escrito citado por De Micheli, perteneciente a Kasimir Edschmid, en 1917.


En este escrito, Edschmid relaciona el naturalismo y el impresionismo con el expresionismo. Este
escrito que fue elaborado en plena guerra, replantea las razones de la polémica entre naturalismo,
impresionismo y expresionismo. Y reconoce, como aporte interesante, al naturalismo su peso en la
década de 1880.
Los puntos más importantes: para Edschmid, el naturalismo dejó al desnudo la realidad, pero no
pudo llegar a captar su esencia, porque trabajó sobre datos externos, sobre apariencias. Su
centro fue el objeto, sin unirlo a lo eterno. No obstante, Edschmid reconoce que el naturalismo les
devolvió vida a las cosas (casa, enfermedades, fábricas, obreros) y permitió el paso hacia lo esencial
que darían los expresionistas. Su error fue prescindir de Dios.
En cuanto al impresionismo, Edschmid sostiene que tuvo como aspiración la síntesis, fue el arte
del golpe de vista, el instante. Descompuso los objetos mediante una técnica avanzada pero sólo
obtuvo un efecto descriptivo, no captó la esencia de las cosas ni su último significado. Sólo tuvo
efímeras visiones de belleza, centradas en lo particular del mundo burgués y capitalista.
Finalmente, con los expresionistas, que no se sienten ligados a ese mundo, lo instantáneo es
sustituido por la acción del tiempo.
Ellos tienen la intención de captar la esencia originaria del hombre y la necesidad de construir
la realidad, hallar el sentido del objeto.
El artista expresionista, sostiene Edschmid, transfigura el espacio, mira, no ve; vive, no cuenta;
recrea, no reproduce; busca, no encuentra.
Los hechos son transfigurados y sólo adquieren importancia en el momento en que el artista
aferra lo que está detrás de ellos. (Hay en este punto una similitud con lo que plantea Joyce en
las epifanías)
Así, el artista expresionista ve lo humano en las prostitutas, lo divino en las fábricas.
Una prostituta no se presenta ya arreglada y maquillada como su oficio lo requiere. Aparece
como saturada de todos los vicios, pasiones y tragedias que están en su corazón y en su oficio.
Una cosa no es sólo materia. No tiene importancia conocer una prostituta en su existir cotidiano. Dice
Edschmid: “El mundo ya existe. No tiene ningún sentido hacer una réplica de él. La función
principal del artista consiste en indagar sus movimientos más profundos y su significado fundamental
y recrear. El artista descubre las fachadas y aparece el hombre. Mediante una extroversión de
su interior se vincula a todo: ya no es un personaje sino un hombre.”

Para De Micheli, resulta patente en este escrito la deshistorización del sentimiento, en el sentido de
que se pretende captar en la realidad, bajo la cáscara de lo transitorio y circunstancial, un
núcleo eterno e inmutable.
¿Cómo se capta lo esencial para el expresionista? Ejerciendo presión sobre la realidad, para
que de ella fluya su secreto. Así se llega a la típica deformación expresionista, que se remonta
esencialmente a Munch y Van Gogh.

Hasta aquí los aportes de Edschmid y las apreciaciones sobre ellos de De Micheli.

Por su parte, Guillermo de Torre agrega algunas consideraciones en la relación


impresionismo/expresionismo. Sostiene que este último carga el acento en elementos
espirituales que operan desde adentro y tiene el afán de trascender el movimiento interior de las
cosas y los seres, sometidos a intensa presión.
La misma palabra “expresionismo” marca la voluntad activa de penetrar la naturaleza con el
espíritu, imponiéndole una forma, proyectando el propio temperamento del artista en el mundo
visible. Esto adelanta o revive la idea de que el artista quiere formar el mundo a su manera.

¿CUÁLES SON LAS INFLUENCIAS QUE RECIBEN LOS EXPRESIONISTAS?

De Micheli señala fundamentalmente a


• Nietzsche, por sus ataques a la sociedad burguesa. Se lo admiraba en esa época porque era
quien se había burlado de Bismarck y había defendido a los judíos del antisemitismo reinante
en la época. Era difícil ver en ese momento el núcleo reaccionario de la filosofía nietzscheana,
que explotará luego el nazismo.
• Freud

De todas maneras, para Mario de Micheli son fundamentales las influencias de Van Gogh y Munch.

• Por su parte, Guillermo de Torre coincide con estas influencias, pero agrega otras tales como
Dostoievski, Ibsen (dramaturgo noruego, 1828-1906) y
• Strindberg (escritor sueco, 1849-1912) en el drama;
• Soren Kierkegaard (filósofo danés, 1813-18559, George Simmel (Filósofo y sociólogo alemán,
1858-1918, defendió posturas vitalistas en relación con el individuo).

¿CÓMO EVOLUCIONA EL EXPRESIONISMO? ¿EN QUÉ SE RESUELVE POSTERIORMENTE?

El último expresionismo, hacia 1927, está señalado por la nueva objetividad u orden frío o realismo
expresionista.
Otra vez, primero se expresa la nueva objetividad en las artes visuales y luego en lo literario.
Significa una vuelta al realismo, pero un realismo nuevo, con sabor socialista.
Los artistas se concentraron nuevamente en el mundo objetivo. Constituye un intento por superar
la fractura creada a fines del siglo XIX entre arte y sociedad.
La guerra de 1914, además de los problemas sociales y políticos que estaban en primer lugar, a la
orden del día, llevó a más de un artista a reflexionar sobre la experiencia pasada y sobre la situación
de la cultura figurativa tal como se estaba desarrollando. La reflexión tomó un carácter crítico y
polémico. Se reaccionaba contra las formas de arte que eludían los problemas más urgentes. Se
buscaba un arte enraizado en la realidad, un arte duro y despiadado como la realidad pero que a la
vez fuese útil al hombre. Por lo tanto, se buscaba un arte revolucionario tanto en la forma como en el
contenido.
Los intelectuales se desplazan hacia la izquierda. Se forma un grupo de artistas y literatos
comprometidos con el resurgimiento de una Alemania democrática:
• Bertolt Brecht,
• Heinrich Mann,
• Thomas Mann,
• Alfred Döblin.

La literatura de tipo documental, el reportaje social, se afirma como nuevo género.

En las artes plásticas son representantes de este expresionismo realista


• Ernst Barlach (1870-1938); talla en madera campesinos, mendigos y vagabundos)
Mendigo ruso

Mujer temblorosa

• Otto Dix (representa los desastres de la guerra. Tiene una visión dura, pero no aparta los ojos
ante el horror),

La guerra

• George Grosz (hombre comprometido con la política, simpatizante de los espartaquistas),


• Käthe Kollwitz (son famosas sus láminas sobre el asesinato de Karl Liebknecht, quien murió
junto a Rosa Luxemburgo en 1919, a manos de oficiales del ex ejército guillermino).
La muerte atrapa a una mujer
La nueva objetividad se impone en la decoración de casas y en la arquitectura con la Bauhaus
y Walter Gropius. La bauhaus fue una escuela de carácter formativo del gusto, no restrictivo.

Cuna

Pretendía educar la sensibilidad plástica, ser una academia para la nueva visión. Son profesores en
ella Klee y Kandinsky. También Mondrian
La Bauhaus funciona de 1919 a 1937. Se pueden señalar tres épocas:
De 1919 a 1926, en Weimar.
De 1926 a 1933, en Dessau.
En 1937, en Chicago, con Gropius a la cabeza.

En la música se da la innovación más subversiva de los años del expresionismo: el sistema


dodecafónico con Arnold Schönberg, y Alban Berg.
Hitler tomará al expresionismo como arte degenerado y por lo tanto lo condenará.
El expresionismo debía ser atacado porque mostraba el fracaso de todo un orden.
Hitler los perseguirá, los dispersará, confiscará sus obras, las destruirá y las sacará de los museos.
Pero el expresionismo fructificará en otros países y aún en nuestra época es una matriz fecunda.

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