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a) Definición
b) Características generales
A pesar de que el vanguardismo no fue una tendencia unitaria, sino que estuvo
formado por una gran cantidad de movimientos, cada uno de ellos con sus peculiaridades,
intenciones y técnicas propias, podemos señalar algunas características generales comunes
como:
-Antirrealismo y defensa de el arte por el arte: buscan nuevas formas de expresión, es decir,
desarrollar un arte nuevo, que no imite o copie la realidad, sino que se autónomo.
-Es un arte fiel a su época y por eso refleja el espíritu de su tiempo: máquinas, el progreso,
la técnica, los inventos, las diversiones, el deporte, el humor, la ciudad... pero también
refleja los aspectos más negativos de la sociedad moderna.
-El humor, la metáfora y la libertad absoluta del artista, estas son las herramientas
fundamentales de las vanguardias. El humor, para desmitificar y desdramatizar; la
metáfora, por el culto a la imagen, en la que los términos que se comparan tienes escasa
relación entre sí; la libertad absoluta del artista: al romper con la lógica o con los idiomas
conocidos.
-Suelen formar grupos y darse a conocer en las revistas literarias mediante manifiestos,
donde exponen su idea de revolución estética de carácter moral y social.
-Es un arte de ruptura, rompen tanto con la estrofa, la puntuación, la métrica de los
versos como con la sintaxis, alterando por completo la estructura tradicional de las
composiciones (Ulises de James Joyce). Surge el caligrama o poema escrito para acabar con
la tóxica sucesividad del hecho escrito o leído. Nuevos temas, nuevo lenguaje poético,
revolución formal, desaparición de la anécdota, punto de vista múltiple, desaparición
del tiempo cronológico por el tiempo anímico e implicación del lector para componer los
hechos presentados.
➢Surrealismo: Nació en los años 20. Su jefe espiritual fue André Breton, quien realizó
el Primer manifiesto surrealista en 1924. El interés por el subconsciente, por los sueños y por
los aspectos del pensamiento humano no sometidos a las leyes de la lógica está
estrechamente relacionado con las teorías de Freud y la doctrina del psicoanálisis. La obra
de arte debe ser, así, el lugar donde aflore todo aquello que, reprimido por las normas
morales o sociales, se encuentra oculto en el interior de las conciencias. Pretende ser un
movimiento de liberación total del hombre.
Ello conduce a la liberación del poder creador, para lo que Breton propone varias
técnicas como:
a) Vanguardias en España
Los aires vanguardistas llegan pronto a nuestro país. Ramón Gómez de la Serna es la
figura fundamental, quien, en 1909, publica en la revista Prometeo su discurso El concepto de
la nueva literatura, considerado por algunos el primer manifiesto del vanguardismo español,
y tradujo el manifiesto futurista de Marinetti.
➢Pero hasta el 1918, momento en que llega a Madrid, el poeta chileno Vicente
Huidobro que no surgirá un movimiento vanguardista organizado. El escritor tuvo gran
influencia sobre los ultraístas y es considerado uno de los iniciadores del Creacionismo,
cuyo principio estético es que el poeta no ha de imitar la naturaleza (el mundo exterior),
sino que debe crear él mismo nuevas realidades. Se prescinde de la narración y la
descripción, se debe crear un poema “como la naturaleza hace un árbol”. El poeta
recurrirá, sobre todo, a la yuxtaposición de imágenes y a las asociaciones ilógicas o
desconcertantes. En España influyó decisivamente en la obra de dos importantes poetas:
Gerardo Diego y Juan Larrea.
➢El Ultraísmo tuvo como guía al escritor sevillano Rafael Cansinos-Asséns con su
Manifiesto de 1918, donde los ultraístas declaraban su afán de renovación, su hostilidad a la
tradición precedente, y su apertura a todas las tendencias que expresan un anhelo nuevo,
por lo que en él se integraron influencias del Dadaísmo, Futurismo (maquinismo y mundo
de la ciudad) y del Cubismo (disposición del texto en la página, presencia de lo geométrico
y técnica del collage).
La vida del Ultraísmo fue efímera, y mediada la década de los 20 se extingue. Su valor
fue más bien de carácter teórico, que aprovecharon luego fecundamente los poetas del 27.
Principales figuras: Jorge Luis Borges, Pedro Garfias y Guillermo de Torre.
➢El papel del Surrealismo en España ha sido ampliamente discutido. Desde luego, no
puede hablarse de un grupo de autores surrealistas españoles semejante al francés, ni hubo
un manifiesto, pero los líricos conocieron bien y pronto las doctrinas de Breton y Louis
Aragon por sus conferencias en España. Por tanto, es innegable la repercusión del
Surrealismo en la obra de algunos poetas españoles.
Su difusión se debe a Juan Larrea, que vivió en París y estuvo en contacto con los
surrealistas. Escribió en francés, pero fue traducido por Gerardo Diego. Con todo, la
importancia del Surrealismo en España se debe a su impacto en los poetas del 27. Casi
todos ellos, quedaron marcados por este movimiento en cierto momento de su evolución.
Ramón Gómez de la Serna, “Ramón” por antonomasia, fue reconocido por muchos
poetas como promotor y guía de las vanguardias. En su famosa tertulia del café Pombo y
en su revista Prometeo, defendió las nuevas tendencias, a las que dedicaría un libro Ismos
(1931). Ya en el 1909, en El concepto de la nueva literatura, denuncia ya “el cansancio de las
formas antiguas”. A través de la subversión vanguardista, encontraría el canal perfecto para
dar rienda suelta a su temperamento provocador y su carácter llamativo y pintoresco.
Escribió teatro y ensayo, pero más interesantes son sus novelas: La viuda blanca y
negra, Senos, El torero Caracho, El caballero del hongo gris, ¡Rebeca! Como es característico
del vanguardismo, la acción suele ser muy leve y es sustituida por múltiples situaciones,
divagaciones, sartas de greguerías, etc. Cierta tendencia cubista puede advertirse en el
gusto por lo fragmentario. Típico de la vanguardia es también la revalorización de los
objetos aparentemente triviales con dimensión trascendente. Se ha hablado con razón de
anticipación del Surrealismo en su novela El incongruente, cuyo protagonista es un hombre
que nunca encuentra un jueves. Pero el tema más insistente, hasta obsesivo, de sus novelas,
es el erotismo, que encubre la radical soledad del individuo, la amenaza inclemente de la
muerte y un trasfondo morboso y fetichista.
Greguerías de “Ramón”
Guillermo de la Torre
André Bréton
André Bréton